Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

Mia tenía una sonrisa brillante mientras se reía suavemente para sí misma.

—¿Pasó algo bueno, Princesa Mia? — Preguntó una curiosa Anne.

—Dios mío, ¿Cómo lo supiste?

Desde que regresó a su habitación, Mia había estado de buen humor. Tenía un gran espíritu, después de todo, ese miserable cuatro ojos (más bien Ludwig) la habían llamado brillante.

«Brillante… ¡Me llamó brillante! ¡Yo! ¡Oh, ho, ho, ho!»

Ella estaba en el séptimo cielo o en la nube nueve, lo que sea que estaba allí arriba, ella estaba allí. Su estado de ánimo era fantástico y no era probable que cambiara por mucho tiempo.

—¡Ah-hah! Necesito escribir los eventos de este día memorable en el diario para no olvidar…

Tan pronto como el pensamiento cruzó por su mente, Mia agarró su diario y se lanzó a la cama. Ella rodó su pequeño cuerpo sobre la superficie, rebosante de energía. Al encontrarlo bastante agradable, siguió rodando de un lado a otro, sintiendo el suave abrazo de las aves lunares que llenaban el colchón de alta calidad. Con la cara enterrada en una manta suave, pateó los pies hacia arriba y hacia abajo como si le estuvieran haciendo cosquillas. El movimiento revoloteante levantó su falda, exponiendo la piel suave de sus piernas jóvenes. Era, a fin de cuentas, una mirada bastante alejada de una Princesa.

—Oh, je, je. Ohhhh, ho, ho.

—… Princesa Mia, por favor, eso es indecente.

Incluso la advertencia de Anne no tuvo ningún efecto. Mia la miró con la misma sonrisa de alegría y dijo:

—Oh, ho, ho. Soy la Princesa brillante del imperio, ¿No lo sabías? Su Alteza Brillante Mia no ve ningún problema aquí.

Era el tipo de comentario malcriado que habría molestado a la mayoría de las personas, pero Anne simplemente sonrió como si acabara de escuchar lo más adorable.

«¡Oh, mira cómo irradia! ¡Debe estar tan feliz de haber sido felicitada por ese caballero al que le gusta!»

Anne estaba en medio de su propia interpretación errónea de las acciones de Mia. Como resultado, sintió en todos los sentidos que la hermana mayor vigilaba el florecimiento del primer amor de una hermana menor, y vio cada acción de Mia a través de una lente de afecto amable.

Como dice el dicho de Tearmoon, un solo botón colocado incorrectamente ensucia toda la camisa. Los malentendidos, una vez arraigados, pueden ser terriblemente difíciles de deshacer.

Mientras tanto, Mia seguía golpeando la cama con los pies mientras escribía una nueva entrada en su diario. Comenzó haciendo de Anne su sirvienta personal y continuó a través de todos los eventos que condujeron hasta hoy, agregando algunas campanas y silbatos aquí y allá para mejorar la experiencia del lector.

«¡Qué rápido escribo! ¡Parece que tengo talento para la composición literaria! ¡Quizás debería ser poeta o dramaturgo!» Se decía a sí misma la Princesa Mia

Su pluma voló a través de las páginas con una facilidad que hablaba de su buen humor. Cuando terminó de escribir la última palabra y cerró el libro, un pensamiento cruzó por su mente.

«¡Ah-hah! Dado que he cambiado el contenido de este diario, me pregunto ¿Qué habrá pasado con el diario en el futuro?» Se decía Mia a sí misma.

Un ataque de curiosidad la llevó a colocar los dos diarios uno al lado del otro. Uno todavía estaba impecable, mientras que el otro estaba empapado de sangre. Si ambos fueran el mismo elemento, ¿Qué pasaría ahora que ella había escrito algo diferente en uno de ellos? Sin esperar nada en particular, abrió el sangriento diario.

—¿Q-Qué en el mundo?”

Las palabras en el viejo diario se borraron y se torcieron en manchas deformes antes de reaparecer como nuevas líneas de texto que reflejaban lo que acababa de escribir en el otro. Además, el fenómeno no se detuvo allí. Continuó en más entradas, cada una de las cuales se cambió de manera similar y reformuló sus contenidos en consecuencia. Parecía que el futuro estaba siendo reescrito ante sus ojos.

No solo se ve así… ¡El futuro se está reescribiendo!

De repente, todo hizo clic. Se dio cuenta de que al obtener el apoyo de Ludwig y que él comenzara sus esfuerzos antes, había causado cambios significativos en el curso de la historia.

Podría esto significar que…

Rápidamente se sentó con la espalda recta en su cama. Luego, se acercó al diario sangriento con una mano temblorosa y lo hojeó. Al llegar a la página final, un breve y triste suspiro escapó de sus labios.

«Todavía… no cambió… Después de todo eso…»

La entrada final, cruelmente inmutable, pero predicha de su ejecución.

«Cómo… llega a esto…»

Todo su mundo parecía oscurecerse bajo una nube de desesperación. Ante el hecho implacable de su trágico final, el pánico se apoderó de su corazón. Sintió un repentino y abrumador deseo de correr muy lejos. Para escapar de todo.

«Todo está bien. Todo está bien. Todavía tengo tiempo.»

Respiró hondo para calmarse. Luego, leyó el diario por segunda vez. Hubo entradas que detallaron cómo, después de obtener la ayuda de Ludwig, las dificultades financieras del imperio vieron un cambio positivo. Sin embargo, era una simple gota de agua sobre los ardientes incendios forestales del imperio. Finalmente, hubo demasiados problemas que no se pudieron resolver. Desde el estallido de una plaga en los barrios bajos de la capital hasta la revuelta de una tribu minoritaria en las afueras (junto con mucho más) al imperio no le faltaron problemas paralizantes que amenazaban su existencia. Y Mia no tenía la menor idea de cómo resolver ninguno de ellos.

«¡E-Esto no es bueno en absoluto! ¡No es momento de dejar que los cumplidos de Ludwig se me vayan a la cabeza!» Sintiendo que acababa de derramar un cubo de agua fría sobre su cabeza, se puso de pie de un salto.

—¡Señorita Anne! — Se dirigió a su doncella personal. —¡Debo pensar!

Luego, con una voz que sonó con orden y propósito…

—¡Para permitir que mi cerebro funcione mejor, te pido que me traigas algunos dulces!

Ella pidió tan poco…