Mezametara Saikyou (NL)

Volumen 2

Capítulo 9: Una Colonia Bajo Ataque

Parte 2

 

 

Tres piernas distorsionadas se dirigieron hacia mí. El monstruo era delgado, pero sus dos brazos estaban l enos de músculos. Una boca redonda revelaba horribles filas de colmillos afilados. Pero lo peor de todo eran los ojos. Estaban por todas partes, cubriendo el torso de la cosa, lanzándose en todas las direcciones antes de centrarse repentinamente en mí.

Me quedé sin aliento. –¿Ojos humanos?


–¡Aquí viene, Maestro Hiro! gritó Mimi.

Ese momento que pasé asqueado casi me costó todo. El monstruo se abalanzó al notar mi vacilación.

–¡Maldición!

El monstruo cerró el espacio de más de diez metros que nos separaba en un instante. Contuve la respiración mientras abandonaba mi lanzador láser para agarrar el puño bestial que se dirigía hacia mí. « Eh, espera, ¿por qué es tan rápido si estoy conte niendo la respiración?»

–¡¿Urk?!

Publicidad G-M1



Justo cuando agarré el puño del monstruo, éste azotó el otro hacia mí.

Sólo tuve un latido antes de que ese musculoso puño me convirtiera en polvo, pero afortunadamente, mi escudo lo hizo volar con una fuerza atronadora.

–¡¿Gyoooar?! El monstruo aul ó y se agachó en el suelo. Sin embargo, no permaneció mucho tiempo en el suelo, y se abalanzó al instante sobre hacia mí. Se abalanzó y dos fuertes golpes sonaron a mi alrededor, pero la bestia no l egó a golpear mi armadura. –¡Groooar!

–¡Ja, ja, ja! Aah, las bendiciones de la civilización moderna.

Publicidad M-M4

Por mucho que lo intentara, los ataques del monstruo resultaron inútiles. Mis escudos, diseñados para resistir los desechos espaciales, absorbieron fácilmente los golpes que, de otro modo, me habrían destrozado el cráneo. Mientras el monstruo seguía atacando, activé los láseres de mis hombros y los dirigí hacia la bestia.

–Nos vemos, dije. Los láseres atravesaron la cabeza y el pecho de la cosa y no hicieron… ¿nada? –¿Eh?

El monstruo se sacudió, apenas inmutado por las marcas de quemaduras que ya se estaban cerrando en su cabeza, cuel o y pecho

-en este último le había dado tres veces-. Un sonido grotesco y carnoso l enó el aire mientras se reparaba.

–Eres un tipo duro, ¿eh?

–¡Groooh! La bestia volvió a la ofensiva. Aunque mi escudo pudo repeler su ataque, consumió demasiada energía para durar mucho más. Incluso ahora, el tanque de energía de la armadura de poder se estaba agotando peligrosamente.

Tenía que contraatacar. Le disparé a bocajarro con mis láseres de hombro y le di un pisotón con mis piernas de impacto aumentado.

Por si fuera poco, lo quemé con el lanzador láser.

–Graaah.

–¡Eres realmente duro, maldita sea! Todavía no podía matar a la cosa. Mis reservas de energía estaban parpadeando en rojo. Una vez que los escudos desaparecieran, no tenía ni idea de si la bestia atravesara mi armadura.

No me quedaban muchas opciones. –No quería hacer esto, pero supongo que tengo que hacerlo.

Era el momento de emplear mi as bajo la manga. Esta técnica funcionaba mejor cuando tenía la ventaja numérica para evitar que mi oponente usara su armadura de poder. Pero bueno, aquí debería funcionar bien.

–¡Ven aquí, demonio! rugí, bajando mi escudo. Me puse en cuclil as y abrí los brazos de par en par.

–¡Grooooah! El monstruo se abalanzó sobre mí rápidamente. Aspiré una bocanada de aire, deseando mantenerme firme.

–Y… El monstruo lanzó un golpe con su garra derecha. Rechacé el ataque y enrosqué mi brazo alrededor del de la bestia. Con sus brazos atrapados, podía inmovilizarla. –¡Ya está! Ya te tengo.

Bloqueé la armadura de poder en su lugar y salté por la salida de emergencia. Al trepar por la parte trasera de la máquina me encontré cara a cara con la horrible criatura.

–No puedes moverte, ¿eh? Esta técnica me permite ponernos en un punto muerto o hacer que mis amigos vengan a ayudarme a darte una paliza.

Levanté la mano, mostrando una granada de plasma. Nada podía regenerarse después de una explosión como esa.

Al parecer, la bestia se dio cuenta de el o. –¡Graaaaah!, gritó.

–De verdad eres muy ruidoso. Cómete esto y cál ate. Pulsé el botón de detonación y lancé la granada a las fauces ruidosas del monstruo.

Luego salté de mi armadura.

Una explosión de luz estal ó detrás de mí.

–¡¿Whoa?! Me cubrí los ojos. El viento caliente de la granada sobrecalentada sopló sobre mí. « ¡Aghh, qué calor! ¡Debería haberme alejado más!»

Por un momento, seguí cubriendo mi cabeza, tambaleándome por la explosión. Cuando pude, miré más al á de mis manos. Todo lo que quedaba de la batalla era mi armadura de poder al rojo vivo y un solo brazo arrancado de la bestia. Esta vez no hay regeneración.

–Uf. Qué enemigo tan molesto.

Utilicé mi terminal para activar la función de refrigeración de emergencia de la armadura de poder. Las granadas de plasma a bocajarro hacían un daño brutal, pero esa gruesa armadura debería haberlo resistido. Mientras la máquina se enfriaba, una l amada sonó en mi terminal.

–Maestro Hiro, ¿está usted bien? Dijo Mimi.

–Sí. Todo bien, sin problemas. Sin embargo, ha sido difícil. Tuve que sacar una técnica secreta.

Mezametara Saikyou Volumen 2 Capitulo 8 Parte 2 Novela Ligera

 

 

–Gracias a Dios, dijo Mimi. –Sólo podemos ver las cosas desde la perspectiva de la armadura de poder, así que fue un shock terrible cuando dejaste de moverte y recibiste tanto daño.

–Sí, siento hacer que te preocupes tanto. Pero ya está solucionado, y la armadura de poder aún puede moverse, así que creo que estaré bien. La armadura de poder terminó de enfriarse mientras

hablábamos, así que volví a subirme a el a y realicé una rápida comprobación. Los sensores eran menos precisos debido al calor y los músculos artificiales eran más débiles, pero aún tenía movilidad.

–Una pelea dura, ¿eh? Elma se burló. –Quizá necesitabas el ejercicio.

–Tal vez, dije. –Definitivamente voy a dormir bien esta noche.

Reuní unos cuantos cadáveres de monstruos para apilarlos frente a la puerta del hospital. Añadí el brazo quemado y reventado en último lugar.

–¿Funcionará esto para su muestra? Le pregunté al tipo de seguridad.

–Oh, emm… Un momento.

«Supongo que lo está comprobando con los investigadores». Mientras tanto, apilé el resto de la carnicería. Las cosas podrían complicarse durante la limpieza en un entorno cerrado como éste si los cuerpos y los gases no se trataban con rapidez.

–¡Bueno, bueno!, dijo una voz familiar por el comunicador. –Ha pasado mucho tiempo, Hiro. Supongo que me has vuelto a salvar la vida, ¿eh?

–¿Dra. Shouko?

–¡Sí, soy yo! ¿No se siente como el destino que me hayas salvado tres veces ya?

–Uhh, ¿supongo? Yo no lo l amaría destino a la mala suerte que ambos parecíamos atraer.

–¿Te importa compartir tu visión conmigo?, dijo.

–Claro. ¿Mimi?

–Sí, señor. Compartiendo ahora.

La Dra. Shouko tarareó sorprendida. –Increíble. ¿Luchaste solo contra esto?

–Lo hice. Pero tenía puesta la armadura de poder. Recogí el lanzador láser y me acerqué a la pila de cadáveres.

–¿Son estas las muestras? Preguntó la Dra. Shouko.

–Sí. Escogí dos de los más bonitos, pequeño, mediano y grande.

Además de esa cosa espeluznante que acabo de hacer estal ar.

Señalé el brazo quemado.

–Está bastante carbonizado… ¿Notaste algo extraño en estas criaturas?

–Las pequeñas y las grandes eran tan inteligentes como los animales, pero más violentas y dispuestas a actuar según su hambre. Ignoraron su desventaja y se lanzaron a la carga.

–Ya veo. ¿Los medianos eran diferentes?

–En comparación con los otros, eran más inteligentes. Intentaban utilizar a los pequeños y grandes como cebo y tomarme por sorpresa.

Cuando sabían que estaban en desventaja, intentaban huir.

–Vaya, eso es muy interesante, respondió la doctora Shouko. –Quizá sus cerebros están más desarrol ados de lo que suponíamos.

–Probablemente, sí. Además, el último, con todos los ojos, era agresivo. Un demonio realmente violento. También era extrañamente rápido, y tenía una increíble capacidad de regeneración. Cuando le disparaba con los láseres, se recuperaba y volvía a atacarme. Está claro que es mucho más fuerte que los otros.

–Interesante. ¿Un mutante, quizás? De cualquier manera, me aseguraré de investigarlo.

–¿Serán suficientes estas muestras? Le pregunté.

–Sí, creo que sí. Iré para al á en breve. Mantente en guardia, ¿de acuerdo?

–Entendido. Estaré atento.

Colgué y me centré en limpiar los cadáveres mientras Mimi y Elma se mantenían atentas a los enemigos.

–¿Debería quemar esto con mi láser? Pregunté.

–Parece proteína de alta calidad, así que yo diría que lo dejemos, me dijo Elma. –La colonia podría encontrarle alguna utilidad.

–¿En serio? De acuerdo, dije.

Con la costa despejada, personas con trajes amaril os para materiales peligrosos salieron del hospital l evando camillas aisladas, quizás para las muestras que había recogido. Una de el as levantó la mano mientras corría hacia mí.

–¡Oye, muchas gracias!, dijo. –Esa armadura de poder parece fuerte.

–Dra. Shouko, ¿es usted? Le dije. –Apenas te reconocí con todo ese equipo.

–Sí, soy yo. Gracias de nuevo, de verdad. Me enteré de que habían hecho una petición de rescate, pero ¿quién iba a saber que tu l egarías?

–El destino trabaja de manera misteriosa, dije. –Aunque Mimi y Elma fueron las que me avisaron de la petición.

Publicidad M-M5

–¿Es eso cierto? Debería darles las gracias.

–Entonces, ¿qué hago ahora? Pregunté, sintiéndome un poco incómodo.

–Voy a hacer esas nanomáquinas ahora mismo. Probablemente no necesitaré más de dos horas, así que ¿podrías mantener esta zona segura mientras tanto? Eso es lo que quieren los de arriba, de todos modos.

–Entendido.

Publicidad M-M2

–Genial. Buena suerte. La Dra. Shouko volvió a su círculo de investigadores para recuperar las muestras. Finalmente, regresó y dijo: –También queremos más muestras de los pequeños.

–Están apiladas al í. Señalé una pila. –Tomen todas las que quieran.

La calidad es muy variada, pero estoy seguro de que encontrarán algo que les guste.

–De acuerdo.

Tenía mi lanzador láser a mano para proteger a los investigadores. Al mirar más de cerca, descubrí que un par de esas personas con trajes de protección no eran científicos después de todo; l evaban sus propias armas láser preparadas. Nuestra presencia combinada mantuvo a los investigadores a salvo hasta que pudieron recuperar lo que necesitaban y volver al hospital. De nuevo solo, volví a limpiar.

–Dicen que van a fabricar nanomáquinas exterminadoras, les dije a Mimi y a Elma. –¿Es algo que pueden hacer sin más?

–¿Quién sabe? Dijo Elma.

–Este hospital general tiene una IA de positrones de alta tecnología para la investigación y los materiales necesarios para crear las nanomáquinas, dijo Mimi. –Sin duda es posible.

–¿Son peligrosas las nanomáquinas exterminadoras?

–No lo sé, contestó Elma, –pero el guía de la planta dijo que tenían mecanismos antifuga que dependían de las nanomáquinas. Apuesto a que pueden hacer que sólo funcionen con esos monstruos.

Me quedé alucinado. –Vaya. Eso es realmente impresionante.

Publicidad G-M3



Me mantuve en guardia mientras continuaba con las tareas de limpieza. El sonido de las batallas lejanas dejaba claro que el peligro aún no había pasado, aunque parecía que ahora tenía más ayuda. Tal vez la Unidad de Caza de Piratas de Serena había regresado y se había unido a la lucha. En cualquier caso, mi puesto de guardia estaba tranquilo, y los investigadores hacían su trabajo en paz.

***

 

 

La maquinaria y los vehículos zumbaban. Las voces resonaban en torno a una sala blanca e higiénica amueblada con mesas y sil as austeras. Me senté en una de el as, finalmente liberado de los confines de mi armadura de poder.

–No puedo agradecérselo lo suficiente, dijo la Dra. Shouko mientras me ofrecía una botel a. Parecía ser una especie de bebida deportiva fría y de color blanco –Ya van tres rescates, y en cada uno de el os pensé que estaba realmente acabada. Sin suerte.

–¿Qué es esto? Pregunté.

–Es una especie de bebida rehidratante. Esta sabe mejor que la mayoría.

Acepté con un –Claro, ¿por qué no? y tomé un sorbo. Vaya, es igual que el de Pocari.

–Buen trabajo ahí fuera, dijo la doctora Shouko. –Sé que debe haber sido duro.

–Un poco, sí. Pero gracias a la armadura de poder, no corrí mucho peligro.

Los investigadores me habían invitado a entrar una vez completadas sus nanomáquinas antimonstruos. Se sentía increíble quitarse esa pesada armadura y lavarse. La Dra. Shouko se esforzó por darme la bienvenida y conseguirme cualquier cosa que necesitara. Al parecer, la habían elegido para esta misión por nuestra relación.

Podría haber regresado al Krishna, pero tenía que limpiar la sustancia viscosa del monstruo que cubría la armadura. Podría ser portador de enfermedades o algo así. Ya que tenía que hacer una pausa para eso de todos modos, tenía sentido descansar un poco.

–¿Ha terminado con su parte del trabajo, doctora? Le pregunté.

–Sí, ya he terminado. Los investigadores podrían necesitar hacer algunos pequeños arreglos, pero son tan pequeños que dudo que mi ayuda sea necesaria. El a se encogió de hombros y se desentendió.

–¿Averiguaste algo sobre el de los ojos? La sonrisa de la doctora Shouko vaciló. Parecía que lo único que sabíamos era que era rapidísimo y que podía regenerarse. –Ah, como sea. No importa mientras no me haga daño a mí o a mi equipo.

–Lo siento… Su silencio de disculpa lo decía todo: esa cosa debe haber tenido mis datos genéticos en el a, los mismos datos que fueron robados de Inagawa Technologies. « Inagawa no es muy confiable, ¿verdad?»


–Creo que nunca he conocido a nadie tan mala suerte como usted, Dra. Shouko. Es la tercera vez en un mes que te ponen en peligro.

–Eh, sí. Un poco atípico en términos de probabilidad, ¿no? El hecho de que me hayas salvado la vida cada vez hace que parezca que el destino así lo quiso.

–¿Crees en esas cosas? Levanté una ceja. « ¿Una  médico e investigadora que apuesta por lo sobrenatural?»

–Pssh, no, dijo. –Pero ¿y si todo esto que está ocurriendo en un corto período de tiempo me hace cambiar de opinión?

–Ya veo. Bueno, ¿qué tal si le sigues la corriente al destino y eres la médico de mi nave?

La doctora Shouko hizo una pausa antes de soltar una sonrisa. –Eso suena bien, pero una nave mercenaria no necesita un médico,

¿verdad? Ustedes traban cerca de las colonias, así que, si necesitan atención de emergencia, pueden utilizar las instalaciones de una colonia. Su cápsula médica debería ser capaz de ocuparse de cualquier otra cosa. La investigación en el espacio profundo y las naves pioneras -básicamente, cosas que harían los aventureros- son una historia diferente, pero… estaría atrapada en una nave sin instalaciones ni sujetos de investigación satisfactorios.

–Es una pena. Supongo que hoy no iba a aumentar mi harem. « ¿Eh?

¿Mis motivos son impuros, dices? Pero así son los hombres, ¿no? El a era una bel eza con gafas y sus pechos eran del nivel de Mimi; al menos tenía que intentarlo».

–¡He hee! ¿Qué es esa mirada en tus ojos?

–No es más que una señal de que soy un hombre sano, dije.

–¿Son realmente tan grandes? Hacen que me duelan los hombros, y los tipos como tú se quedan embobados con el os. La verdad es que no me gustan. La Dra. Shouko se levantó los pechos con las manos. « Qué espectáculo. Me encanta. Señor, ten piedad de mí».

–Cielos, ¿estás rezando?

–Para los hombres, la forma femenina es un misterio fascinante, algo que se persigue, pero nunca se alcanza.

–Es un misterio aburrido. La Dra. Shouko se rio y se levantó. —

Bueno, yo diría que nuestra conversación ha l egado a su fin. Tu armadura de poder ya debería estar bien y desinfectada.

–Sí. Me levanté y saludé a la Dra. Shouko, una mujer de tan grata hospitalidad.

***

 

 

Volví a casa sin incidentes. Soldados con armaduras de poder patrul aban la colonia, acabando con los rezagados que aún intentaban atacar.

Los soldados me paraban de vez en cuando, curiosos por saber por qué un forastero andaba por ahí con una armadura de poder y un arma enorme. Tuve que mostrarles la solicitud del gremio para rescatar el hospital más de una vez antes de que me soltaran.

–¿Averiguaron de dónde venían los monstruos? Pregunté a Mimi y a Elma. El as estaban en la nave, pero yo seguía haciendo el camino de vuelta.

–No hay informes hasta ahora, dijo Mimi. –Sin embargo, parece que todas las contramedidas de las organizaciones tecnológicas están logrando exterminarlos.

–Espera, ¿todos el os? ¿No fueron las nanomáquinas de Inagawa, entonces?

–Sí. Hay informes de que el fabricante de armas robóticas militares Eagle Dynamics estuvo enviando grandes cantidades de robots de batalla especializados a cada colonia. El fabricante de productos químicos Cyclone también ha sintetizado con éxito un veneno mortal que sólo afecta a los monstruos y ha proporcionado jeringas a los soldados imperiales. Otros fabricantes han l evado a cabo medidas similares.

–El ejército ayudó también, y la Unidad de Caza de Piratas Unidad de Caza de Piratas acaba de l egar a casa. Creo que podemos asumir que la situación está l egando a su fin, dijo Elma.

–Fantástico. Pero qué catástrofe. Ganamos dinero con el o, pero me siento mal por la gente que resultó herida o algo peor.

–Desde luego. Elma asintió. –Por cierto, esta vez no tienes que compartir tus ganancias con nosotras.

–¿Eh? Dije. –¿Por qué no?

–Nos quedamos a bordo de la nave, no salimos a arriesgar nuestras vidas. Tú eres el único que salió ahí fuera. Tomar tu dinero sería egoísta de nuestra parte.

–¿Segura? Después de todo, me habían apoyado durante la batalla.

–Estoy de acuerdo, dijo Mimi. –Tomar una parte del dinero que ganaste arriesgando tu vida sería simplemente ridículo.

–De acuerdo, si están seguras. Si insistían en el o, no podía impedirlo.

Además, si yo estuviera en su posición, probablemente sentiría lo mismo. –Esta colonia va a estar en pánico durante algún tiempo.

Elma se encogió de hombros. –No hay nada que podamos hacer al respecto. Afortunadamente, tenemos mucha comida y agua para nosotros. Una vez que obtengamos nuestras recompensas, podremos volar hasta nuestra próxima parada.

–Sería peligroso abandonar la nave hasta entonces, añadió Mimi. —

Deberíamos esperar dentro.

–Es cierto, dije. –Tendremos que holgazanear en la nave. Je, je…

Qué pena, ¿verdad? Un poco de ejercicio, un poco de juego… Pero mira que me he puesto nervioso por una pelea. « Tendré que poner a esas chicas a trabajar para calmarme».

–No te pases con nosotras, ¿vale? Dijo Elma encogiéndose de hombros.

–¿Qué quieres decir? Mimi parpadeó, era la imagen de la inocencia.

–Deben estar cansadas, ¿verdad? Dije. –Estaré bien aquí fuera.

Vayan a disfrutar de un buen baño si quieren.

–¿Hm? Sí. Por favor, tenga cuidado, maestro Hiro.

–Por supuesto. Las veré más tarde, chicas. Colgué y me dirigí al ascensor. Una vez que finalmente l egué a casa, era hora de más acción.

***

 

 

El repentino ataque de los monstruos, en todo su inconveniente momento, envió una onda expansiva a través de la colonia. El ejército y la Autoridad Portuaria tardaron cinco días enteros en pagar mis recompensas. Por supuesto, Inagawa Technologies pagó inmediatamente.

¿Y qué hicimos durante esos cinco días? Bueno, reparamos la armadura de poder después de todo el daño que sufrió por parte de esos monstruos. Y luego, bueno… disfruté de un tiempo de calidad con Mimi y Elma. « Vamos, no me hagas decirlo». Pero no hicimos el delicioso todo el día. Quiero decir, no soy un superhumano.

Aunque admitiré que hicimos ya sabes qué varias veces. Elma actuó molesta al principio, pero estaba definitivamente excitada hacia el final. Mimi estaba momentáneamente desconcertada, pero eso no duró mucho.

–Ah, qué mañana tan refrescante, dije con alegría.

–Sí, lo que sea, gimió Elma.

–Mimi, Elma está siendo mala conmigo, me quejé.

–Creo que sólo está avergonzada, dijo Mimi. –A Elma le cuesta ser directa a veces.

–¡Hngh! soltó Elma.

Mimi sonrió, tan dulce y discreta como siempre, incluso cuando asestó aquel golpe devastador al orgul o de Elma. Elma se sonrojó e hizo un puchero en silencio; ni siquiera aquel a elfa testaruda podía enfadarse de verdad con Mimi durante mucho tiempo.

–Ja, ja. Eres tan linda, Elma, dije. Sin embargo, no seguiría torturándola. –De todos modos, nuestras recompensas fueron finalmente pagadas. Es hora de distribuirlas. El gran total, incluyendo el botín, asciende a 835.464 Ener. Con nuestra recompensa de la misión de treinta días de 1.500.000 Ener y mi bonificación personal de 372.514 Ener, nuestro total es de 2.707.978 Ener.

–Eso nos l evó una eternidad, pero maldita sea sí que ganamos un montón de dinero, dijo Elma.

–Increíble… Mimi se quedó boquiabierta al ver la suma.


A decir verdad, era una parte bastante justa. Además, habíamos agregado los exámenes físicos y una deuda de gratitud de Serena. No está mal para un mes de trabajo.

–Elma, tu parte es de 81.239 Ener, dije. –Mimi, el tuyo es de 13.539

Ener. Mi parte era de 2.613.200 Ener. Esto hizo que mi activo total fuera de 17.022.017 Ener. « Hmm… ¿Debería comprar una nueva nave?»

–¿Qué tienes en mente? Elma me preguntó.

–Ahora tengo más de 17.000.000, así que me preguntaba si debería comprar una nave nodriza.

–¿Una… nave nodriza? preguntó Mimi.

Publicidad M-M3

–Es una nave grande que puede servir de muel e para las pequeñas, explicó Elma –También tienen grandes bodegas de carga, así que podríamos hacer trabajos de transporte. Aunque con 17.000.000 no se puede comprar una de gran calidad. Si añadimos los costes de mantenimiento, debería costar alrededor del doble.

–Dang, ¿en serio? Hmm… Tendremos que ahorrar más, entonces.

No quiero dejar las cosas a medias.

–Es bastante difícil conceptualizar 17.000.000 de Ener, murmuró Mimi.

–Es una gran cifra para los mercenarios que compran y venden barcos, pero no es tanto en el gran esquema de las cosas, dijo Elma.

–Sólo una pequeña fortuna, ¿eh? suspiré.

–No tenemos lo mismo en mente cuando se trata de lo que es una

‘fortuna’–, dijo Mimi. Se agarró la cabeza, luchando por comprender las sumas. Normalmente, un suboficial de primera clase ganaba 4.000 Ener al mes, lo que significaba que los 13.000 de Mimi estaban muy por encima de lo que ganaría si trabajara para el ejército.

–Por ahora, ¿qué tal si vamos a cualquier sistema turístico que Mimi quiera ver? Dije. –Dependiendo de lo que ganemos al í, podemos buscar una nave.

Tener una nave nodriza aumentaría dramáticamente nuestro potencial de ganancias.

El transporte de carga podría darnos cientos de miles o incluso mil ones de Ener. Además, podríamos utilizar más naves móviles para cazar a los piratas que intentaran atacarnos por el camino. Dos pájaros de un tiro, siempre que tuviéramos la habilidad de proteger la nave nodriza.

Publicidad G-AB



–La situación se está calmando. Yo digo que tomemos nuestras recompensas y salgamos de aquí, dije.

–¡Sí, señor! Dijo Mimi.

–Entendido, jefe, dijo Elma.

Mimi entró en acción, comprobando el equipo de la nave en su tableta, mientras Elma se acomodaba en la sil a del copiloto e iniciaba la autocomprobación de la nave. Dejé los preparativos a las profesionales y examiné mi armadura eléctrica. Si alguna vez volvía a necesitarla, la querría en buen estado de funcionamiento.

Así, nos preparamos para salir a nuestra próxima aventura galáctica.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

3 Comentarios
Mas Votados
Mas Recientes Mas Antiguos
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios