Monster Musume No Oisha-san (NL)

Volumen 4

Capitulo 6: Las Sirenas Gemelas

Parte 2

Esa noche, las cosas salieron justo como planeaba.

“———————♪”.

Lulala cantó con toda su energía, llenando con su voz el Giant Squid’s Inn. Cantó un vals tradicional del lado occidental del continente, cantándolo con todo su corazón, acompañada por la orquesta. Cantó con todas sus fuerzas, directamente a Tisalia, que estaba sentada en el balcón.

El Giant Squid’s Inn tenía una señora kraken y una pequeña terraza para sentarse que llegaba al canal. Se había construido un escenario improvisado, solo para ese día, y Lulala estaba sentada en una silla, con la mitad de su cuerpo en el agua. La orquesta estaba compuesta por personas que actuaban en pubs de la ciudad, así como en el desfile de Waterways. Su música se mezclaba bien con la voz de Lulala.

Lulala cantó con toda su habilidad y la actuación fue perfecta.

Cuando terminó de cantar el vals, la multitud estalló en aplausos.

“¡Eso fue increíble!”.

La primera en decirlo fue la invitada de honor, Tisalia. Sus cascos resonaron mientras corría hacia el canal, casi derribando a Lulala con su saludo.

“¡Lulala, esa canción que cantaste para mí fue increíble!

¡Muchísimas gracias!”.

“Je… ¡Felicitaciones por su ascenso, señorita Tisalia!”.

“¡Ohh, jojojo! ¡Siéntete libre de elogiarme tanto como quieras esta noche! ¡La arena finalmente ha visto lo que puedo hacer!”. Era propio de Tisalia no mostrar ninguna modestia aquí.

Ella se destacaba entre la multitud, adornada con su hermoso vestido. Y cada vez que se reía a carcajadas, sus invitados gritaban cosas como: “¡Eso es genial, milady!”, y “¡Sabía que podías hacerlo, princesa!”.

“P-pero, señorita Tisalia, realmente te esforzaste mucho con el atuendo de hoy”.

Cuando Lulala señaló esto, la cara de Tisalia se puso roja.

“Oh”.

El vestido de Tisalia tenía el área del busto abierta de par en par. Solo estaba sujeto por una cuerda atada alrededor de su cuello. La mayor parte de su espalda también estaba expuesta. Como de costumbre, su cabello estaba recogido en un moño, dejando al descubierto la nuca también. Lulala se sonrojó solo de mirarla.

“Oh, esto… Kay y Lorna… Um, bueno… No mires…”.

“¿Qué está diciendo, mi señora? Nunca lo usaría en la batalla. ¡Esta es una oportunidad que debe aprovechar para lucirlo!”.

“¡No digas esas cosas!”.

Al ver a Tisalia con un vestido como ese, que mostraba su impresionante escote, Lulala supo que no había forma de que ella, o cualquier otra persona, pudiera competir por la atención de Glenn. Eso debió haber sido parte del plan de Kay y Lorna cuando seleccionaron el vestido. Para alguien tan menuda como Lulala, darse cuenta de esto era como un puñetazo en el estómago.

En términos de exposición, la ropa de agua de Lulala coincidía con la de Tisalia, pero ni siquiera estaban en la misma liga en lo que a busto respecta.

“¡Dejemos de hablar de esto! Lulala, ven aquí. Todavía quedan muchos de los deliciosos platos de la señora. ¡Kay, Lorna! Muéstrenle a la diva dónde está la comida”.

“¿Está cambiando el tema de su cuerpo desnudo?”.

“Milady, para ganarse la admiración del doctor—”.

“¡Es suficiente! ¡Es igual de importante hacerle pasar un buen rato a la diva!”.

“Sí, mi señora”.

“Por aquí, señorita Lulala”.

“¡Okey!”. Lulala saltó del canal y se deslizó boca abajo por la terraza de piedra. Sus movimientos se parecían a los de una foca, pero los tritones podían moverse bastante rápido sobre el suelo de esta manera.

Se acomodó en una silla. Un plato de caviar salado en galletas se encontraba frente a ella.

“¡¿De verdad no hay problema si lo como?!”. Lulala había puesto el ojo en el platillo más caro del lugar desde que empezó a cantar.

Era una celebración digna del famoso Scythia Transportation, nombre que resonaba en todo el continente. La mesa estaba llena de comida hecha con ingredientes que se encuentran en el mar donde nació Lulala, lo que la hizo sentir nostálgica. También se sintió un poco culpable por comer sin su familia, pero la comida era parte de su pago, por lo que comió sin restricciones.

La terraza de la posada estaba cubierta con un enorme toldo para protegerse de la lluvia. El armazón del toldo hacía que pareciera que las patas de un calamar gigante lo sostenían. No estaba claro si el toldo se hizo para que coincidiera con el nombre de la posada, o si la posada recibió el nombre del toldo.

Lulala miraba a su alrededor mientras comía su caviar y sus galletas. Dado que era una celebración para la heredera de Scythia Transportation, asistieron muchos centauros. Pero también había otras caras conocidas.

“Umm… ¿Señorita Tisalia?”.

“Oh, ¿está todo bien? ¿Tienes problemas para comer algo?”.

“No, no es eso… Hay mucha gente aquí, ¿eh?”.

“Sí, invitamos a todos los que vemos regularmente. Memé del taller hace mi armadura y nuestras lanzas de práctica, Arahnia hace las partes de tela, y aunque era solo una formalidad, invitamos también a la representante del Concejo Municipal”.

“¿Qué? ¿Qué tuvo que ver Miss Skadi con tu promoción? ¿Algún tipo de trato de trastienda?”.

“¡Nunca haríamos algo así! Es difícil de explicar, pero hay una conexión profunda…”.

“¿…?”, Lulala ladeó la cabeza a un lado.

No había forma de que Lulala supiera que Skadi había interferido el día que ascendieron a Tisalia. Tisalia murmuró: “Ah, y también nos conocemos de la clínica”.

“Oh, sí, sabía sobre eso”.

“¿Cómo diablos voy a conseguir esta casa?”. Tisalia estaba mirando un marco gigante.

Dentro del marco había… ¿una serpiente? No, era la exuvia de una lamia. Por lo que sabía Lulala, solo había una lamia de la que Tisalia era buena amiga. En la esquina del marco, decía: “Felicitaciones por su promoción. De la Clínica Litbeit”.

“W-wow, una exuvia de lamia…”.

“Al principio, pensé que era una broma. Quiero decir, las exuvias de lamia son muy codiciadas como amuletos de buena suerte. Y no sé dónde podría exhibirlo en las oficinas de la empresa…”.

Se estaba quejando, pero el hecho de que Tisalia estuviera pensando en mostrarlo significaba que realmente era amiga de Sapphee. Además, el hecho de que Sapphee hubiera puesto su propia exuvia impecable en un marco también era una señal de amistad. Debe haberle costado mucho esfuerzo a Sapphee deshacerse de ella. Pero el contribuyente del regalo no estaba a la vista.

Lulala miró alrededor de la habitación. Generalmente, dondequiera que estuviera Sapphee, Glenn estaría cerca. Mientras Lulala buscaba a Sapphee, también buscó a Glenn.

“También pidió un vino caro. ¿Adónde se escapó esa serpiente?”.

El corazón de Lulala latió más rápido. ¿Tisalia había leído sus pensamientos? ¿O notó su anhelo por Glenn? Tisalia probablemente no era del tipo celoso, incluso si lo hubiera notado. Pero si descubriera lo incómoda que era Lulala cuando se trataba de amor, a pesar de que cantaba tantas canciones de amor, sería vergonzoso, por decir lo menos. Lulala deseaba poder dejar sus sentimientos por Glenn en el fondo del canal cada vez que llegaba a tierra.

Ah.

Eso la hizo recordar al doppelgänger. Probablemente todavía estaba en la esquina del canal. Deseaba que pudiera aferrarse a su anhelo por ella.

“¿A quién llamas ‘serpiente’?”, Sapphee apareció de repente, acariciando a Tisalia en la nuca.

“¡¿Eeee?!”. Tisalia gritó y casi saltó fuera de su propia piel. “Oye… ¡Ugh! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Hueles a alcohol!”.

“Es un bar abierto”.

“¡Adelante, bebe todo lo que quieras! ¡Pero si te desmayas, no te llevaré a casa!”.

“¿Alguna vez me he desmayado antes? Oh, buenas noches, señorita Lulala”. Sapphee tomó una copa de vino de una camarera cercana con la cola. Lulala se preguntó cuánto más iba a beber, dado lo borracha que ya estaba. A Sapphee le gustaba beber.

“¿No eras tú la que cantaba?”, Sapphee le sonrió a Lulala, ignorando por completo la carcajada de Tisalia. “¡Ese vals fue perfecto para mí!”.

Lulala veía a Sapphee como una dulce hermana mayor y sabía que ella sentía lo mismo. Había sido amable con Lulala cuando le dañaron las branquias y, desde entonces, Lulala la había visto varias veces por varias razones. Sin embargo, aunque Sapphee estaba en una posición que Lulala debería respetar, por alguna razón siempre se sentía incómoda con la lamia. Y cada vez que la miraba, buscaba a su alrededor con la esperanza de que Glenn estuviera con ella.

“Oh, ¿dónde está el doctor?”, Tisalia dijo lo que Lulala había estado pensando.

Parecía que todas las chicas querían lo mismo.

“Bueno, él… ummm”.

“¿Qué pasa? No es propio de ti arrastrar las palabras”.

“Estuvo conmigo hasta no hace mucho… Luego dijo que iba a ver a Lulala”.

“¿Eh?”. Sapphee ladeó la cabeza hacia un lado y miró a Lulala.

¿Vino a verla? Pero Lulala no había visto a Glenn en toda la noche. Lo había estado buscando desde que llegó al Giant Squid’s Inn. Si ella lo hubiera visto, le habría hablado.

“Tal vez te perdió de vista”, Tisalia saltó. “Pero estuviste cantando aquí todo el tiempo. No veo cómo eso es posible”.

“Tal vez fue a la plaza central”.

“¿Qué?”. Esta vez, Tisalia ladeó la cabeza hacia un lado como si no tuviera idea de lo que estaba pasando. Lulala sintió lo mismo.

“¿Pero… por qué?”.

“Si lo supiera, no estaríamos teniendo esta conversación. Estaba murmurando algo, diciendo que no iba a poder divertirse en la fiesta, así que lo dejé”.

“T-tú… ¿Tienes alguna idea de cómo me sentí cuando lo invité? Y este vestido vergonzoso que estoy soportando… ¿Quieres decir que no vendrá?”.

“Cálmate, Tisalia”.

“¡¿Cómo puedo calmarme?! Oh, doctor… Cuando lo invité, prometió que vendría… ¿De verdad soy tan poco importante para él?”.

“Le dije que querías que celebrara contigo. Dijo que definitivamente pasaría más tarde…”.

“¡Será mejor que estés diciendo la verdad! ¡Confío en ti, Sapphee!”.

“Por favor, no te enojes. El doctor vendrá, siempre que no lo haya olvidado”. Sapphee tomó otro trago de vino.

Lulala se preguntó si estaba bien que bebiera tanto. Los tritones no bebían alcohol, por lo que realmente no entendía el atractivo.

Tenía un mal presentimiento. ¿Vas a encontrarte… conmigo? Ella había estado en la posada todo el tiempo.

La posada no estaba tan lejos de la plaza central. Seguramente, a estas alturas, habría descubierto que ella no estaba allí y habría regresado.

Lulala recordó algo. La otra Lulala.

Pero, ¿cómo podría el Dr. Glenn saber sobre ella…?

No lo sabía, pero estaba segura de una cosa: si Glenn viera al doppelgänger, incluso con sus piernas humanas, definitivamente pensaría que era Lulala. Tenía exactamente la misma cara que ella.

“Pero estoy aquí”, dijo Lulala.

Decidió reírse a carcajadas. Incluso cuando tenía las branquias hinchadas y la garganta dolorida, después de cantar con tanto entusiasmo. Y ella nunca dejaba de sonreír. Así que… estaba bien, siempre y cuando siguiera sonriendo.

Lulala sintió una punzada aguda de ansiedad en el pecho, como si la estuvieran apuñalando con un cuchillo. Pero ocultar ese tipo de sentimiento era su especialidad.

“Es muy extraño. ¿En qué estaba pensando el doctor?’’.

“¿Verdad?”. Sapphee vació su copa de vino y dejó escapar un suspiro. “El doctor estaba… raro hoy. Me pregunto si realmente era él.”

“¿Eh?”.

“Tal vez fue el doppelgänger…”. La lamia se rió, como si estuviera bromeando. Si Sapphee no podía distinguir al Glenn real, entonces nadie podría.

Lulala recordó cuando vivía en el mar.

El mar no tenía fondo. Una vez, cuando era niña, Lulala había nadado tan lejos que se hundió en un abismo donde la luz del sol no podía alcanzarla. Había estado persiguiendo hermosos peces y se había olvidado de la profundidad. Pero inmediatamente supo que estaba en un abismo por el frío que hacía. En un mundo sin luz, la frialdad de las aguas profundas te dice que estás entrando en una zona de peligro.

“No puede ser…”. Lulala dejó escapar una risa falsa. Estaba sintiendo una frialdad como esa agua de mar profundo en todo su cuerpo.

Se rió mucho con Tisalia. Intercambió palabras con Kay y Lorna. Hizo una pequeña charla con Sapphee y habló con Arahnia, quien parecía estar disfrutando estar sola. Luego hizo de intermediaria de Memé e Illy, que se estaban dando codazos por una cosa u otra. Todo esto sucedió en un corto período de tiempo mientras se movía por el lugar.

Si el cuerpo de un tritón está mojado, puede deslizarse sobre su vientre. Lulala usó ese truco para moverse por la posada y asegurarse de que todos los invitados la vieran. La mayoría de los monstruos de Lindworm estaban en la celebración esa noche. Mientras mostrara su rostro aquí y allá, nadie se daría cuenta si se escabullía un poco. Ella no era solo una cantante inocente; estaba elaborando una estrategia, aunque nadie lo sospecharía al mirarla a la cara.

Lulala era astuta, estaba desesperada por vivir, le encantaba ganar dinero y haría cualquier cosa por amor. La sirena del cuento de hadas era igual. Había deseado tanto tener piernas que estaba dispuesta a renunciar a su voz.

Lulala se escabulló hasta los Canales, asegurándose de que el chapoteo al entrar al agua fuera pequeño para que nadie notara que se iba. Se dirigió a la fuente en la plaza central, su lugar habitual de trabajo.

Una vez que llegó, no salió del agua de inmediato. Ella solo asomó la cabeza furtivamente.

No están aquí…

Muchos monstruos tienen una membrana nictitante en los ojos. Es un órgano que también tienen las aves, los reptiles, las ranas y otros animales. Básicamente, es una película translúcida que protege los globos oculares. A veces también se le llama párpado horizontal. Los tritones protegen sus ojos cuando están en el agua cerrando esta membrana. La membrana nictitante de los tritones está muy avanzada e, incluso si está cerrada, permite una visibilidad clara.

Lulala miró alrededor de la plaza con sus membranas aún cerradas. Estaba nerviosa, temerosa de que la atraparan por algo que no debería estar haciendo.

Tal vez no se refería a la plaza…

Lulala se alejó de la fuente, aún escondida bajo el agua. Parecía que el doppelgänger querría evitar lugares con mucha gente, y la plaza siempre estaba bulliciosa alrededor de la fuente. Quizás Glenn y el doppelgänger estaban en una calle secundaria. Había un callejón estrecho no lejos de la plaza central.

Iré a comprobar.

Los Canales estaban por todas partes en Lindworm. Pero eso no significaba que todos fueran cómodos para que los tritones viajaran. El área alrededor de la plaza central era mejor, pero, incluso allí, el flujo de agua estaba estancado en comparación con el canal y era difícil respirar con branquias. En la zona sur de la ciudad, el agua corría aún menos, por lo que Lulala hizo todo lo posible para evitarlo. Cuanto más se acercaba a las calles secundarias, más débil se volvía la corriente, lo que significaba menos oxígeno en el agua.

Maldita sea…

No había muchos otros tritones en los Canales a esta hora de la noche. Había incluso menos lámparas y se estaba volviendo difícil ver en el agua.

¡Ouch!

Pero todos sus problemas valieron la pena. Lulala finalmente vio a alguien con una bata blanca al final de un callejón. Lulala sacó la cabeza del agua para ver mejor.

No estaba solo.

¿Qué? ¿Señorita Kunai?

Por alguna razón, Kunai estaba al lado de Glenn. No había ninguna razón para que la invitaran a la celebración, por lo que era extraño que estuviera aquí. Lo que le preocupaba era que Kunai tenía algo en la espalda… ¿Un ataúd? Era lo suficientemente grande como para haber contenido fácilmente a Lulala.

¿Es una cita? No, no hay manera.

La combinación de Glenn y Kunai era… Bueno, no era imposible. Pero el hecho de que ella estuviera sosteniendo un ataúd hacía que pareciera poco probable que estuvieran en una cita.

Entonces Lulala vio un rostro familiar detrás de ellos.

¡Ahí está!

Entonces, Glenn había ido a encontrarse con el doppelgänger de Lulala. Todavía no sabía por qué Kunai estaba allí, pero parecía que los tres estaban hablando de algo. Lulala no podía oír lo que decían desde donde estaba.

Oye… ¡Puede hablar!

La falsa Lulala estaba discutiendo sobre algo. Nunca le había hablado en el canal, nunca le había dejado oír su voz. Lulala quería escuchar de qué estaban hablando, pero se contuvo.

¿Qué estoy haciendo?

¿Por qué seguía a Glenn y se asomaba por los Canales? Había venido a expresar su amor, pero nunca tuvo la intención de llevarlo tan lejos. Incluso si no estaban en una cita, fuera lo que fuera, no era de su incumbencia.

No tiene nada que ver conmigo…

Todo lo que había hecho era darle comida al doppelgänger.

Glenn probablemente solo estaba allí para brindar tratamiento médico a alguien. No quería interponerse en su trabajo y, sobre todo, no quería que él supiera que lo había seguido.

Si tan solo tuviera piernas como esa doppelgänger. ¿Glenn la vería entonces como una mujer? Se preguntó si la habría oído cantar en la posada.

Ahhh… Lulala se hundió de nuevo en el agua.

Fue una idea estúpida. Si le crecieran piernas, ya no podría cantar. Podría caminar al lado de Glenn, pero perdería la voz de la que estaba tan orgullosa. Si no podía cambiar su voz para conseguir a Glenn, entonces no podría convertirse en la sirenita.

Fue entonces cuando sucedió.

Apareció la cosa.

“¿Qué?”.

Justo cuando estaba a punto de irse a casa. Lulala sacó la cara del agua y miró a la cosa con atención.

¿Qué era?

Lulala no podía explicar lo que estaba viendo. Skadi sabía muchas cosas, así que tal vez lo supiera. Pero Lulala no tenía idea de cómo describir la verdadera forma del doppelgänger, a pesar de que había visto algo similar en el mar antes.

Para ser franco, lo que vio fue… un trozo de carne.

Es una mancha…

Eso fue lo más parecido que se le ocurrió a Lulala.

Habiendo vivido en el mar, sabía que a veces se arrojaban a la orilla enormes trozos de carne. Parecían aterradores. Los habitantes de la tierra los llamaban blobs o globsters, pero no era nada por lo que rechazarlos.

Las formas originales de estas manchas solían ser cadáveres podridos de ballenas u orcas arrastrados a tierra por las olas. Sin embargo, por alguna razón, a los humanos no les parecían ballenas.

Pero no hace falta decir que los cadáveres no se movían. Sin embargo, este trozo de carne se movió. ¿Está… vivo?

Fue una vista aterradora. El bulto de carne tenía algo que parecían cuernos y se retorcía. Su apariencia plana hacía que pareciera una babosa de mar moviéndose por el fondo del océano, pero su superficie roja y negra hacía que pareciera un cadáver cuya piel se estaba desprendiendo. El fondo estaba lleno de huecos que parecían bocas. Lulala se preguntó si el trozo de carne también tendría una boca de verdad. Una grande. Se lo imaginó abriendo la boca de par en par.