Mezametara Saikyou (NL)

Volumen 1

Prologo: Esto No Es Un Sueño

El frío me había despertado, Todo estaba oscuro y helado.

¿Dónde estaba? Un mar de estrellas magníficas se arremolinaba ante mí, vasto e incomprensible. Nunca había presenciado tal espectáculo en toda mi vida.

“¿Qué demonios?” Me pregunté.

Estrellas, nebulosas, incluso cúmulos de asteroides, atravesaban los cielos, tan cerca que casi podía extender la mano y tocarlos. ¿Pero cómo puede ser eso? Ningún punto de vista en la Tierra permitía una vista como esta. De alguna manera, podía ver asteroides solo a simple vista. Esto era como algo salido de una película o un videojuego.

“¿Estoy soñando? Pero este frío… El escalofrío que me atravesó los huesos era demasiado real para negarlo, al igual que la ansiedad que me agitaba el estómago. “¿Dónde estoy yo?”

No pude distinguir mucho más allá de la deslumbrante exhibición celestial que tenía ante mí. Me sentí como si estuviera en un lugar pequeño, en algún lugar confinado. Un cinturón o una correa de algún tipo me mantenían atado a una silla.

Eso disparó un rayo de ansiedad por todo mi cuerpo.

¿Estaba siendo detenido de alguna manera? ¡¿Qué diablos estaba pasando?! Entré en pánico, sacudiéndome en la silla hasta que mis ojos finalmente se adaptaron a la oscuridad.

“Esto es…” Había algo familiar en este lugar. Había visto esta habitación, no, esta cabina, antes. “Esta es la cabina de ese barco de mi videojuego, el Krishna. Acaso ¿Estoy soñando?”

Busqué una explicación más razonable, pero todo en el espacio que me rodeaba gritaba que realmente era la cabina de mi amada nave espacial Krishna de Stella Online. La mezcla de acción en línea y suave sabor de ciencia ficción en Stella Online me había mantenido enganchado durante años. Además de eso, el juego ofreció a los jugadores una libertad sin igual para aventurarse a través de un vasto universo.

En ningún otro lugar podría navegar en los campos de batalla como mercenario, participar en el comercio como propietario de un barco de contenedores o embarcarme en cualquier otra aventura que pudiera imaginar. El cielo definitivamente no era el límite en este juego; cada jugador podía inventar su propio estilo y jugar a su manera.

Jugué como un mercenario estándar y comencé principalmente haciendo trabajos extraños al azar, como mover paquetes para poder ahorrar para comprar un barco construido específicamente para el combate. Una vez que obtuve una nave lo suficientemente poderosa, volví al trabajo de mercenario, hasta que pude pagar la siguiente nave, y así sucesivamente.

Mi nave actual, el Krishna, era una máquina de última generación que obtuve de un evento en el juego hace unos meses. El ASX-08 Krishna se destacó incluso en el juego entre docenas y docenas de barcos para elegir. Combinaba la maniobrabilidad de una pequeña nave con la potencia de fuego de un crucero pesado. Mi Krishna incluso podría enfrentarse a un acorazado.

“Pero maldición, hace frío”, dije. Utilicé el panel de control de la pantalla táctil para activar el generador principal y volver a poner en funcionamiento los sistemas de soporte vital.

El aire caliente entró en la cabina del piloto. La pantalla de estado del sistema mostraba que los niveles de oxígeno aumentaban después de descender terriblemente. La temperatura, que había comenzado justo por debajo de los –5 ° Celsius, también subió.

“Uf, eso estuvo cerca. Si no me hubiera despertado, me habría asfixiado”. Crisis (por poco) evitada.

En serio, no entiendo lo que está pasando aquí. Me crucé de brazos y contemplé la cabina ahora iluminada y calentita. No importa cuántas veces parpadee o me pellizque, la verdad seguía siendo clara: definitivamente, absolutamente, sin duda, era la cabina de mí amada nave espacial de Stella Online.

Soñar con el juego que me obsesionaba era una cosa. Si jugabas lo suficiente a los juegos de terror, empezabas a tener pesadillas. Si jugabas juegos de rol de espada y hechicería, de repente soñabas con ser el héroe a tú mismo. La mayoría de los jugadores podrían identificarse. Pero esto estaba en un nivel completamente diferente.

“¿Y qué? ¿Esto es un sueño lúcido o algo así? “Había oído hablar de sueños lúcidos antes, sueños tan intensos y reales que sabías que estabas soñando. Pero por lo que recordaba, la gente se despertaba en el momento en que entendían lo que estaba sucediendo, y yo seguro que no me despertaba. Peor aún, el aumento gradual de la temperatura de la cabina se sentía demasiado real y tangible para ser parte de un sueño.

“Mmm.” Busqué una explicación pero no encontré nada. Incluso me di una bofetada en las mejillas, pero todo lo que hizo fue arder un poco. ¿No se trataba realmente de un sueño?

Nah. De ninguna manera. Eso no puede ser.

“Los controles son sorprendentemente simples”, dije. A partir de otras ideas, intenté pilotar el Krishna. El tablero de control y los pedales me confundieron al principio, pero una vez que los visualicé como un teclado y un mouse, encajaron en su lugar. Ahora que entendí la máquina, incluso pude hacer movimientos precisos.

“Aún no te despiertas, ¿eh?”

Aceleré y desaceleré repetidamente. Cada vez, me hundía en el asiento y luego me abrochaba el cinturón de seguridad. Sin embargo, incluso eso no fue suficiente para despertarme.

“Bien vale. ¡Entonces llegó hora de disparar algunas armas! ”

Quizás me estaba volviendo loco. Quizás simplemente había perdido la esperanza de despertar. De cualquier manera, conecté los sistemas de armas y activé los armamentos. La nave cambió de forma a mí alrededor, revelando cuatro brazos de armas. Potentes láseres de pulsos pesados de estándar militar se extendían desde el casco.

Estas eran las armas láser pesadas más fuertes de Stella Online, ¡Y yo tenía cuatro de ellas! Dos cañones de armas también sobresalían de los lados de la cabina. Estos “cañones de escamas”, como se les llamaba en el juego, funcionaban como escopetas con fuego extendido.

Ese tipo de potencia de fuego los convertía en las armas superiores a quemarropa en lo que a mí respecta. La mayoría de las naves pequeñas explotarían después de solo dos disparos.

Tenía un as más en la manga, pero ahora no era el momento de probarlo. El costo de la munición era exorbitante.

“¡Fuegooo!” Disparé a un asteroide cercano con cuatro láseres de pulso pesado.

“¡¿Queeé?!” Cuatro rayos de luz verde se dispararon directamente hacia sus objetivos, destruyendo el asteroide de una sola descarga.

Fragmentos del asteroide se esparcieron en todas direcciones, chocando contra los escudos de Krishna. Con cada impacto, los escudos parpadearon.

“Eso fue más fuerte de lo que esperaba”, dije con asombro. Este era el verdadero poder del láser de pulso pesado, un arma que podía derretir los escudos de un acorazado en un instante y destruir totalmente el barco.

No era una broma… y hablando de bromas, en este punto, ya no había más risas. Tuve que enfrentarme a la realidad: “Esto no es un sueño. Es real.”