Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 1

Capitulo 6: La Visita De Un Amigo

Después del día de limpieza, Amane sintió que el muro entre Mahiru y él se había vuelto mucho más delgado, pero eso no significo que se hayan hecho mucho más cercanos.

Aun mantenían cero comunicaciones en la escuela; en ocasiones tenían pequeñas conversaciones en que ella iba a dejar la cena, pero eso era todo.

En otro día, Mahiru se quejó con Amane, diciéndole que debía mantener su apartamento ordenado. Sus palabras eran en definitiva muy punzantes, pero por lo menos, demostraron que ella se preocupaba algo por él.

Como Amane obtenía frecuentes recomendaciones y recordatorios sobre la limpieza, su apartamento se mantuvo tan reconfortante como esa oportunidad en que limpio con Mahiru.

“Wow, en realidad lo limpiaste”. Eso fue lo primero que le comento Itsuki en su día libre. Murmuró con su voz en bastante asombro al mirar la drástica transformación de la sala de estar.

“Nunca pensé que tu casa se llegaría a mirar tan acogedora. Estuvo del asco. Recuerdo que un día te había ayudado a ordenas algunas cosas, y al día siguiente todo era un desastre”.

“Dame un respiro” Amane le comento a su amigo.

“No, pero en serio, piensa. ¿Cuál ha sido tu mayor número de días en que no has dejado que algo cayera al piso?”

“Sencillamente sería un nuevo récord. Lo he mantenido así durante unas 2 semanas”

“¡¿2 semanas?! ¿Eso es todo? No es nada para que estés tan orgulloso, ¿sabes?”

Amane frunció el ceño levemente. Actualmente era demasiado consciente de que, en normalidad, las personas no dejarían sus cosas tiradas por el suelo. Aun así, sabe que Itsuki se lo decía desde una posición de amistad y por su sentido común, así que Amane no pudo decirle demasiado. Después de todo, Itsuki también estuvo ayudando, siendo mucho antes de que Mahiru lo hiciera, así que Amane decidió que no debería ponerse como un tonto.

Itsuki sonrió con alegría ante el malhumorado silencio de Amane. “Hey, suponiendo que si tu apartamento esta tan limpio, podría venir con Chi.”

“De ninguna manera; ¿por qué debería mirarlos coquetear en mi casa?”

“No es necesario que seas tan tímido, amigo.”

“¡No vuelvas a mi casa en un lugar para tus encuentros!”

¿Por qué debería mirar a mi amigo con su novia siendo amorosos?

Amane deseaba que Itsuki pudiera comprender su posición y que viera la clase de tortura que es tener a una pareja asquerosamente cariñosa coqueteando todo el tiempo. Conocía que era una broma lo de que Itsuki viniera con Chi, pero, aun así, Amane no le parecía divertido en que siempre tuviera asientos en primera fila para su empalagosa relación.

“Tranquilízate, solamente es una broma. De todas maneras, ya que actualmente tienes tu sitio limpio, no lo arruines, ¿me escuchas?”

“Lo tengo controlado”, afirmo Amane.

“Alguien como tú… Bien, como sea. Solamente afírmate en hacerte el hábito de guardar tus cosas al sacarlas”

“¿Qué eres tú mi mamá…?”

“Amane, cariño, ¡Debes ser diligente al limpiar tu habitación!” Itsuki se burló.

“Eso fue tan aterrador; te escuchaste idéntica a mi mamá, ¡es aterrador!”

Amane sintió un escalofriante temblor desde su espalda al ser regañado por itsuki con esa falsa expresión.

Estaba seguro de que Itsuki no conocía a su madre, pero, aun así, tal acto le toco los nervios. La imitación femenina por parte Itsuki tampoco lo hizo calmarse. Amane le sacó la lengua, e itsuki se regocijo de risa.

“¿Tu mamá es así contigo, Amane? Porque la mía me trata con bastante frialdad…”

“En realidad, soy celoso de eso. Mi mamá en cada oportunidad que tiene me molesta”

“Parece que en realidad tu mamá se preocupa bastante por ti…”

“Creo que estas muy necesitado…”

“No, estoy seguro de que cuida de ti al saber lo descuidado que eres”

“Oh, cállate. Es en serio, te lo digo, mi mamá es muy sobreprotectora”

Tal vez porque Amane era su único hijo, su madre siempre se aferraría a él.

Ella no lo mima tanto, pero siempre mete sus narices en sus asuntos, además de pensar demasiado las cosas. Amane no la aborrece, pero le quita confianza.

Su madre le dio todo de tipo de recomendaciones para cuando se marchó para vivir solo y para la escuela, en ocasiones ella se aparecía sin aviso alguno para mirar su situación. Su allanamiento llegaba a ser terrible.

“Bueno, ¿eso no demuestra lo mucho que te atesora, Amane?”

“Su amor es una carga extenuante”

“Oh, me rindo. Eres la clase de persona que no aprecia el valor de las cosas hasta que lo pierde”

“Me hablas como si lo supieras todo, pero ¿tú no también tiene ese problemático allanamiento?”

“¡Ja-Ja! Es Chi, viejo; ¿qué más podría hacer?” Itsuki tuvo toda clase de complicaciones cuando se involucraba a su novia y su papá, por lo que su charla no tenía un mucho peso en realidad. Aun así, Amane reconoció que había algo de verdad en sus palabras, así que no lo contradijo más.

Itsuki suspiró en silencio, como para que Amane supiera que no debería darles importancia a sus problemas. Sin embargo, su expresión continúa siendo alegre y despreocupada. “¡Arruinare a cualquiera que se interponga entre Chi y yo!” Itsuki dijo, siendo una declaración algo escalofriante. “De todos modos, sé que arreglare esa situación con mi papá, así que todo irá bien. En la actualidad, ¿Qué si arreglas tu vida, Amane?”

Itsuki se burló en un gran tono, y Amane le contesto sonriendo con amargura. “Lo sé; no tienes que repetirlo”. Sin embargo, sonrió para sí mismo en secreto, ya que recientemente había escuchado eso de cierta persona.

Itsuki vino de visita al apartamento de Amane para ver su estilo de vida. Bien, en realidad, había venido para entrometerse y pasar el rato, así que su charla sobre la limpieza de la habitación rápidamente finalizo, y al poco tiempo, se pusieron a jugar videojuegos. La intención inicial era estudiar para un examen de la próxima semana, pero eso fue descartado con rapidez.

“Ten cuidado con los paquetes medicinales; así los acabaremos”, dijo Amane.

“Se nos ocurrirá algo; estaremos bien”, contesto Itsuki.

“A este nivel no…”

Mientras Amane pensaba la mejor manera de afrontar a este descuidado y poco caritativo jugador, el sonido del timbre resonó a través de la habitación e hizo que una preocupación diferente apareciera.

“¿Hmm? ¿Visitas?”

Itsuki estabilizo su vista también, después de hacer una pausa. Sabía que Amane nunca le ha contado a nadie en donde vive, y que no tenía amigos que pudieran visitarlo, además de Itsuki. Y lo más importante, cualquier visita que hubiera llegado debería pasar por el vestíbulo, así que algún comunicado debió haber llegado desde el intercomunicador.

“En realidad no sé, pero debe ser un vecino, ¿verdad? Debe estar para comunicarme algún aviso comunitario”, dijo Amane, claramente sabiendo quien era.

“Ah, lo tengo” contesto Itsuki.

“Saldré por un minuto”

Amane hizo todo lo posible para quitar las sospechas de Itsuki y se apresuró hacia la puerta, frenéticamente lucho para detener la sacudida que lo delatara. Tuvo suerte en que Mahiru no llamo en cuanto toco el timbre.

Abrió la puerta rápidamente, sin molestarse en comprobar quien era, y se marchó por la mínima abertura que había para no ser visto. Amane confirmo que la puerta detrás de él estuviera cerrada.

Tal como sospecho, era Mahiru quien estuvo de pie allí, sorprendida y parpadeando ante la inusual actitud de Amane.

Inmediatamente, presiono un dedo sobre su boca para decirle Mahiru que se mantuviese en silencio. “… Por favor, háblame en voz baja. Itsuki está de visita”.

“¿Itsuki?”, Preguntó.

“Un amigo, vino a jugar”

“Ah, está bien”

Mahiru asintió al entender la actitud reservada de Amane, y luego le cedió un recipiente con comida sin hacer más preguntas.

En su interior hubo un guiso llamado oden, siendo el plato ideal para esta nueva y fría temporada. Mahiru probablemente lo estuvo preparando desde temprano. Amane lo aceptó muy agradecido y al mirar a Mahiru dejo salir un suspiro. En realidad, no sabía la razón de porque ella hacia esto todos los días.

“Mira, en verdad aprecio esto, pero… Perdón, en la actualidad no tengo tiempo”, se disculpó Amane.

“No espero que me lo agradezcas ni nada… Sabes, estoy contenta, al mirar que limpiamos lo suficiente como para que puedas invitar a tus amigos”, contesto Mahiru.

“Supongo que debería ponerme de rodillas y agradecerte”

“De ninguna manera; no lo hagas”

Mahiru le miro con sus ojos en asombro. Tal vez ella pensó que si hacía a Amane hacer eso lo haría verse como un villano. Amane sonrió con ironía.

Hubo algo de seriedad en sus palabras, ya que estaba muy agradecido. Ella realizo mucho por él y quisiera arrodillarse por eso. Amane no pudo continuar aceptando que le dieran toda su comida gratuitamente, así que decidió que le hablaría de pagar sus comidas en una fecha cercana.

“Bien, si tu amigo continuo aquí, supongo que no podremos hablar demasiado. Si me disculpas”

“… Siempre me estás ayudando. Me asegurare de que Itsuki no sepa este secreto”

“Por favor, hazlo”

“Digo, aunque se lo dijera, no lo creería”

“Supongo”

La honesta afirmación hizo surgir complejos sentimientos en Amane, pero sabía que ella tenía la razón. Si estuviera en los mismos zapatos de Itsuki y le dijeran que Mahiru Shiina le ha estado preparando comida todos los días. No lo creería en absoluto. Cualquiera dejaría tales palabras como una fantasía.

Así de lejano estaba este ángel.

Normalmente, hasta sería imposible imaginarse a que Mahiru le cocine su comida a un chico guapo y seguro, y menos a un chico tan inseguro y fuera de lugar como Amane. El infierno se congelaría si fuera así.

“… ¿Puedo preguntarte algo?” Amane dijo.

“¿Qué es?” Mahiru se detuvo antes de entrar a su apartamento.

“¿Qué utilidad te da en que sigas compartiendo tus comidas conmigo?”

Generalmente, Una persona no regalaría su comida gratuitamente, sino que esperaría algo a cambio. Amane probablemente no pensaría en hacer eso si es que sus roles se invirtieran. A pesar de que creía en que ella no tenía sentimientos románticos por él, no pudo evitar preguntarlo.

Ante la pregunta de Amane, la mirada de Mahiru divago a lo alto en como si pensara en que decir, entonces, sin cambios en su expresión, contesto: “´Por mi autosatisfacción. No hay nada más involucrado. Es sencillo cocinar para dos o una persona para mí, y supongo que simplemente me gusta ir en ayuda de las personas”

“¿Por eso es que te gusta la cocina?”

“Bueno, también se rige por eso. Supongo que es también porque te puedo dar comida sin que te hagas ideas raras, y sé que en realidad alabaras mi cocina sin algún motivo oculto. Además, me satisface aún más, ya que fui testigo de tus hábitos alimenticios”

“… ¿Así es?” Amane presiono, levemente en decepción.

“Así es. Así que no le des importancia. Solamente piénsalo como… un inesperado ataque de buena suerte”

“Sí, señora”

Mahiru parecía que no le iba a contestar más allá de eso, y luego de inclinarse respetuosamente, dijo “Perdóname” y regresó a su apartamento.

“Supongo que así es”, murmuró Amane para sí mismo. “Sin embargo, aún opino que no es lo correcto que me lo ceda gratis” Y abrió la puerta de su hogar.

“¿Quién fue?” Itsuki preguntó.

“Mi vecina. Me cedió algo de su cena. Lo pondré en la nevera, no reinicies sin mi allí”, contesto Amane.

“Ah, perdón, ya derroté al jefe”

“Tienes que estar bromeando