Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 1

Capitulo 5: El Ángel Y La Campaña De Limpieza

 

 

Amane era terrible en cualquier tipo de tarea doméstica, pero en la que era peor es la limpieza.

En realidad, para la sorpresa de todos puede cocinar. Pero para ser más específicos, podría prepararse algo caliente y técnicamente comestible, siempre y cuando quedara de lado temas como su apariencia o sabor y también la responsabilidad de asumir cualquier lesión causada en el proceso. En conclusión, tenía la capacidad de cocinar.





En asear su ropa también iba bien. Eso era posible para todos, incluso para Amane. Si llegara a equivocarse, siempre tendría la alternativa de llevar su ropa a una tintorería monetaria. Todo esto se reducía a lanzar su ropa dentro de la lavadora y dejar que funcionara junto al agua y el detergente. No habría problemas para eso, Amane podría conseguirlo. Sin embargo, en lo único que no tenía salvación fue en la limpieza.

“¿Qué hago ahora?”

En un fin de semana, Amane al final se cansó de escuchar tanto las conferencias de Mahiru e Itsuki todos los días sobre la limpieza de su apartamento y decidió hacer algo al respecto. Su único problema en la actualidad en que no sabía cómo comenzar.

Reconocía que era su culpa, pero su primer problema fue que sus cosas estaban tiradas por todos lados, y no sabía cómo colocarlas en orden. Sin saber qué hacer, Amane comenzaría lavando sus sabanas y ventilando su futón.

¿Qué vendrá después? se preguntó. Mi ropa y revistas están tiradas por todos lados, así que en realidad no tengo espacio para transitar.

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Su mínima compasión fue siempre botar cualquier residuo de comida, así no tendría manchas de grasa o malos olores. Siendo en la actualidad simplemente una gran cantidad de basura—Lo suficiente para decirse que es un problema insuperable.

A lo que Amane suspiro frente a la gran montaña frente a él, su timbre hizo un sonido. Y dejo escapar un pequeño suspiro.

En vez de verla como una visitante regular, comenzó a mirar a su vecina como una repartidora, siendo una bendición enviada por los cielos que le ofrecía sus regalos para luego irse. Sin embargo, mientras estaba de frente a su desordenada habitación, Mahiru pareció más como un mesías.

Amane avanzo hacia la puerta, pero no pudo encontrar un buen equilibrio. Tropezando, se apoyó sobre sí mismo, y camino con cuidado hacia la puerta mientras mantenía el equilibrio.

“Perdón, quería venir en busca del recipiente un poco antes… ¿Qué estás haciendo?” Mahiru preguntó a lo que Amane abrió la puerta.

“… Tratando de limpiar”, admitió.

Mahiru miró a Amane, todavía desequilibrado, con una expresión llena de asombro.

“Acabo de escuchar un ruido”, dijo.

“…casi me caigo”

“Apostaría a que sucedió. Ni siquiera has comenzado a limpiar, ¿verdad?”

“No tengo claridad de cómo empezar”

“Me doy cuenta de eso”

Amane lanzo una mueca por el comentario de Mahiru. No era menos de su sinceridad habitual, y en realidad Amane no tenía nada para justificar su falta de progreso. Además, sabía que, si llegara a enfadarse y contratacar, no sería capaz de tener sus recomendaciones para poder limpiar su apartamento. Su actual problema era que no sabía cómo pedirle ayuda a Mahiru.

Espero algunas recomendaciones para limpiar, pero me pregunto si en realidad me dará algún consejo…

Amane vaciló a lo que visualizo a Mahiru mirando a ese desorden en la lejanía. Sus ojos transmitían la total consternación por la escena a sus espaldas. En realidad, debe ser una vista difícil de ver.

“Impresionante… Te ayudaré con la limpieza de tu apartamento”

“¿Eh?”

Incluso Amane sabía que sería muy desvergonzado de su parte en que le pida ayuda a Mahiru para limpiar. Por eso solamente pensó en ver si Mahiru tenía alguna recomendación. Nunca se hubiera atrevido a pensar en que Mahiru ofrecería su ayuda.

“Aborrezco la idea de que mi apartamento vecino sea un basural” Palabras muy agudas, pero nuevamente, Amane no podía contradecirlas “Debes pensar que es sencillo en que alguien viva solo, pero ni siquiera puedes limpiar tus cosas. Y aun peor, te lo tomas como si no fuera un gran problema, en como si todo se arreglara por sí solo, pero notoriamente no lo has intentado. ¿Por qué no frenas un poco y te miras?”

Amane se quedó aturdido por sus palabras. Su madre siempre le decía que, si limpiaba con regularidad, todo le sería más sencillo, pero ignoro ese hecho, y esta era la consecuencia. Estaba en pleno dictamen de que esto fueron las consecuencias de sus acciones.

“Mira, mientras hagas un ritmo rutinario para tu limpieza, tu hogar no se verá tan mal. Es notorio que tienes unos hábitos horrendos”, dijo Mahiru.

“… Estas en lo cierto” acordó Amane

No pudo enfadarse con ella. Le debía demasiado, y ella era demasiado amable con él. Además, todo lo mencionado de su anterior actitud fue cierto. Tomo a la ligera lo que es vivir solo, y en realidad asumió que todo le funcionaria, y estas fueron sus consecuencias. Amane solamente podía asentir a las palabras de Mahiru.

“Bien, ¿es correcto si empiezo por esta habitación?” Mahiru preguntó.

“… ¿Está bien para ti?” Amane contesto a eso con una pregunta.

“Yo soy la que se ofreció, así que, claro, está bien hacerlo. Iré a prepararme, así que mientras lo hago, si hay algo que no quieras que mire, o cualquier cosa que consideres de valor, por favor, colócala en un mueble y las guardas”


“Eso no me preocupa”

Amane incluso era reacio a la idea de que alguien fuera amable con él, y a pesar de sus pulsantes palabras, alguien podría asaltarlo. Sin decir que Mahiru tenía un corazón demasiado bondadoso para hacer daño de esa manera.





“… ¿No eres así?”, Preguntó.

“No hay manera de que sea así”, contesto Amane.

“No, eso no es mi p… Mira, ¿no te preocupa que pudiera mirar algo, que es de chicos, no preferirías ocultarlo?”

“Ah… uh… bueno, para tu tristeza no tengo cosas así”

“Bien, entonces, en ese caso, todo bien. Correcto, iré a cambiarme de ropa y a buscar algunas cosas para limpiar. Sabes, no tomo una limpieza tan a la ligera”

Mahiru regresó a su apartamento, y Amane la miro irse con su irónica sonrisa.

Regreso con ropa distinta: Teniendo una larga camiseta de color blanco junto a unos pantalones para poder movilizarse de un color caqui. La camiseta iba de cerca con las curvas de su cuerpo, en que las curvas se superponían a sus bordes totalmente expuestos. El extenso cabello de Mahiru había sido hábilmente amarrado en un moño circular, y Amane se sintió extremadamente incomodo al mirar su lechosa nuca.

Antes, solamente le visitaba con faldas y vestidos, y descubrió que con este estilo se miraba refrescante. Amane pensó anteriormente que tal vez esta infantil vestimenta no le vendría bien, pero este fue su error más notorio. Comenzó a darse cuenta que las chicas hermosas se verían hermosas con lo que sea.

Esta nueva ropa parecía cómoda para moverse por el apartamento, pero también fue una apariencia que podría usarse para cuando fuera a la ciudad. Amane nunca hubiera imaginado que ella estaría de acuerdo en que esa ropa se ensuciara.

“¿No te da importancia a que eso se ensucie?” Amane preguntó.

“De todas maneras, pensaba tirarlo, así que está bien si se ensucia”. Mahiru evaluó el catastrófico apartamento de Amane y dio un suspiro.

“Solamente te lo diré una vez: Limpiaremos a fondo ¿lo captas?”

“… Lo entiendo”

“Entonces, vamos allá. No iré fácil contigo, y no dejaré que quede a mitad de camino. ¿Puedo asumir a que no te opones?” Mahiru planteo su pregunta con tanta intensidad que Amane no pudo más que contestarle positivamente.

Así dio comienzo la campaña para limpiar el apartamento de Amane. Siendo una encrucijada liderada por un ángel.

“Primero es lo primero, tiraremos lo que haya a la cesta para lavar. Generalmente, cuando uno limpia, te mueves por todos lados, pero tenemos que solucionar el desorden que ahí en el primer piso para prender la aspiradora. A lo que estemos por iniciar el lavado, podemos dividir la ropa en proporciones distintas, ya que existe demasiado para lavar todo en un intento ¿Quieres dividirlo en ropa que uses y no uses? ¿O quisieras lavar todo?”

“Como quieras hacerlo…”, contesto Amane. Actualmente lo encontró tan obvio, Claro que deberían despejar el suelo para poder hacer alguna cosa primero.

“… No tienes más ropa interior o algo así, ¿verdad??”

“El resto están en mi escritorio, como debería ser”

“Entonces, todo bien. Probablemente podamos dejar la ropa lavando, si la fuésemos a lavar y secar ahora, el polvo aparecería y haríamos todo de nuevo. Si no tienes apuro, puedes lavar tu ropa después de limpiar”

“Está bien”

“… Ahora, con respecto a las revistas. En realidad, lo único que habría que hacer es tirarlas. Supongo que es un tema distinto si es que las lees, pero por la forma en que las dejas tiradas por todas partes, dudo que sea así. Si quisieras quedarte con algo de ellas, solamente sácales una página y la pegas en un álbum de fotos, y luego tiras el resto. Amarra las revistas que quieras dejar para colección”

Mahiru relajo su inmediata limpieza, y se dirigió hacia donde Amane guardaba su ropa mientras recogía hasta su última revista. Ella le dijo que si quisiera guardar algo se lo contara, pero no tenía un interés particular para hacerlo, así que simplemente hizo una negativa con su cabeza. Después de procesar la respuesta que esperaba, Mahiru hábilmente amarro la pila de revistas con una cuerda que aparentemente trajo consigo.

“A lo que termines de recoger la ropa, por favor revisa los demás lugares y mira si hay algo que tirar. Para todas las demás cosas en el suelo: es lo mismo que dije anteriormente, ordena lo que quieras mantener y lo otro lo tomas. Luego lo pones en la basura. ¿Lo captas?”

“… Uh-Eh”, contesto Amane con obediencia.

“Si te complicas con lo que te dije, es mejor que me lo cuentes ahora”

“No, no la hay, pero… Estuve pensando en la rapidez con que haces todo esto”

“Si no lo hago, nos quedaremos sin tiempo. Es un caos total aquí, después de todo.”

“Tienes razón”

A pesar de que fue fin de semana en la actualidad, su tiempo era bastante limitado. Si dejasen la aspiradora funcionando, eso duraría todo el día, y deberían considerar que aquel ruido sería una molestia para los vecinos. Como Mahiru reconocía que se necesitaría de un gran esfuerzo para dejar el lugar aspirable, ella ordeno con total rapidez.

Una parte de Amane se sintió horrible por dejarle hacer demasiado. Por otro lado, estando sobre la batuta de Mahiru, el suelo por cada mirada se asimilaba a como se veía en su primera vez.

“Maestra Shiina…”, murmuró Amane.

“Si me solicitaras guía como si fuera un maestro, primero deberías imitarme para aprender. Eso no hará que tus defectos personales se arreglen, así que por favor vuélvete alguien diligente y deja lo que necesitas”, le encargo Mahiru.

“Sí, señor.”

“Por favor, no me hables como si fuera hombre”

El ángel devolvió cada ataque de Amane sin preocupación mientras iba limpiando con una seria expresión todo el tiempo.

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Amane tuvo el mal hábito de acumular basura, y él era agradecido de la ayuda de Mahiru y la envidiaba por eso. Aquí estuvo ella, en el apartamento de un extraño, limpiando su chiquero sin duda alguna. En realidad, ella era la auténtica imagen de un ángel.

Mahiru era tan eficaz que podría haber limpiado todo el lugar por ella misma. Sin embargo, probablemente al tener tanto apuro, fue descuidada al mirar donde pisaba. No había duda de que todo era culpa de Amane por dejar todo desparramado por el piso, pero Mahiru perdió el equilibrio por una prenda y cayo.

En el instante en que un débil “¡Ah!” salió de la boca de Mahiru, Amane se apresuró en medio de la habitación, iba en dirección al lugar en donde probablemente Mahiru caería.

Una frágil y dulce fragancia mezclada con el hedor del polvo apareció ante el levantamiento del pánico.

Amane cayó con su trasero boca arriba, y dejo que su parte trasera sufriera una opaca caída, pero era aguantable. Lanzo una breve queja al sentir el peso de Mahiru presionado sobre él.

Debería estar feliz al mirar que la atrape tan rápido.

“… ¿Fujimiya?” Mahiru le miró. No parecía molesta, pero no se veía particularmente feliz por estas circunstancias. Entre todo, se escuchó bastante sorprendida. “Puedo aceptar mi culpa por haberme tropezado, pero por eso mismo es que debemos limpiar, porque contrario a todo, este tipo de cosas ocurrirán”

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“Perdón, Siendo honesto… No te has lastimado, ¿verdad? “Amane preguntó.

“Estoy bien. Gracias por retirarte de tu ruta para atraparme. También, perdón por eso”

“No, todo lo sucedido ha sido mi culpa…”

Amane no aguantaría a que Mahiru se lastimara mientras le ayudaba, especialmente al considerar que ella le compartía de su comida. Eso le sería imperdonable; ni siquiera tendría la capacidad para mirarla a los ojos.

Si fuera necesario, considero en arrodillarse y rogarle su perdón, pero Mahiru no pareció estar molesta de su traspié.

“Estamos limpiando para que cosas así no sucedan, ¿lo captas?”

[NC: capishi :v]

“Sí. Perdón”

“Está bien; no necesitas disculparte. Te ayudo porque tenía las ganas de hacerlo, después de todo”. Mahiru pareció algo nerviosa al mirar a Amane.

Amane repentinamente se dio cuenta de la cercanía entre ambos y fue consciente de que ella se presionaba sobre él. Para un chico que no tenía una interacción frecuente con las chicas, esto le rompería el corazón. A pesar de que ambos no tenían algún sentimiento romántico por el otro, algo en esto se sentía bastante mal de alguna manera.


Mahiru no parecía darse cuenta de la situación, así que Amane tomo sus hombros con suavidad y la alejo; entonces se colocó de pie antes que su torpeza fuera mostrada en su cara.

“… ¿Deberíamos…continuar con la limpieza?”, Se recompuso después de un tiempo.

“Sí, es buena idea”, contesto Mahiru. Para la fortuna de Amane, al parecer ella no era consciente del temblor en la mano que le tendió Amane para colocarse de pie.

Mahiru no parecía comprender la presión que lanzo sobre él, porque actualmente ella mantuvo su expresión habitual. Amane pensó que una chica como Mahiru debería estar acostumbrada al seguimiento de variados chicos. Era seguro en que ese leve contacto no era suficiente para aturdirla como a él.

Dando una sonrisa irónica al actuar de Mahiru, Amane se decidió en que sería erróneo dejarle todo y regreso a la limpieza con una renovada determinación. A pesar de que su labor era un misterio, hizo su mejor esfuerzo.

“… Estás lleno de sorpresas.”

Amane estuvo demasiado enfocado en su labor como para notar las cálidas palabras que escaparon de los labios de Mahiru, ni miro a sus orejas, que eran ocultadas por su cabello de tono lino, en que se habían vuelto ligeramente rojas.

“… ¡Menos mal!, todo está limpio ahora”

Al final, todo el día había transcurrido para que la pareja limpiara el apartamento de Amane.

Habían estado varias horas ordenando el desorden en el piso, y después, entre quitar el polvo de muebles y los accesorios de iluminación, además de repasar las ventanas y aspirar, todo el día había pasado sin que lo supieran.

A lo que había llegado Mahiru el solo era visible, pero hace un largo tiempo este desapareció, siendo una evidencia más del largo tiempo en que Mahiru y Amane trabajaron.

Ciertamente este no era una labor menor, y esos esfuerzos mostraron sus resultados. El apartamento de Amane quedo tan limpio que no era reconocible. No hubo un desorden molesto, ¡y el suelo podía verse! Los gastados marcos y cristales de la ventana no tenían suciedad. También, las luces que estaban opacadas por el polvo, una vez más dieron su brillo original una vez limpios.

Finalmente, su lugar estaba totalmente limpio. Al no haber basura sobre la superficie, en realidad se miró como un espacio de comodidad.

“Pensar que esto nos tomó un día entero”, Medito Mahiru.

“Presumo que es así para cuando es una catástrofe…”, contesto Amane.

“Pero era tu problema”

“T-tienes razón”

Amane hizo una reverencia verbal ante su angelical mesías, que se había apiadado de su ser. Mahiru, que desperdicio uno de sus bellos días de fin de semana para ayudarlo, había terminado de amarrar una bolsa de basura con una mirada hostigadora. No parecía enfadada, pero tuvo tintes de fatiga en su cara, aunque estuvo mezclado junto a una sensación de logro. Eso era bastante natural, después de todo, estuvo en labores durante todo el día.

Después de todo lo sucedido, Amane se sentiría avergonzado en decirle a Mahiru si podría preparar la cena. Es imperdonable que recurriera a más trabajo, ya siendo en que compartiera parte de su cocina en el día de hoy o mañana con él.

“Actualmente estamos de noche, y no tengo ánimos para ir de compras, así que pediré una pizza o algo así. Por favor, déjame cuidarte por hoy. Después de todo, me has estado ofreciendo de tu comida y ese tipo de cosas”, le ofreció Amane.

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“Oh, pero…”, inicio Mahiru, pero rápidamente se detuvo.

“Si no quieres cenar conmigo, pediré una para ti sola, y te la llevas a casa”

Este gesto era más una muestra de su gratitud que un intento de hacer que Mahiru comiera aquí con él, así que, si deseo comer solo ella, no habría importancia.

“… No me refiero a eso. Es solamente… Me sorprendiste, nunca he pedido una pizza”

“Eh, ¿nunca has pedido una pizza?”

“Sí, he estado viviendo sola, pero nunca he pedido pizza… Sin embargo, yo misma me la he preparado.”

“Es más sorprendente en que se te ocurra prepararla”, dijo Amane.

Normalmente, si alguien se decidiera en querer pizza, sus tres alternativas serian comprar una en un local, reparto a domicilio, o salir e ir a comerla a un restaurante. Estaba seguro de que muy pocas personas tomarían el extenso y cuidadoso proceso de preparar una pizza.

“Bien, no hay nada raro en un pedido de pizza a domicilio”, afirmo Amane.

“Lo hago por mí mismo todo el tiempo: hacer el pedido o salir a un restaurante familiar solo… sabes, como la mayoría de las personas hacen”

“Tampoco he salido a uno de esos”, admitió Mahiru.

“Ahora, esto ya se escucha raro. Frecuentemente voy yo solo, y cuando mis padres no quieren cocinar van hacia un restaurante. Supongo que tus padres no salen tanto, ¿Eh?”

“… En casa, nuestra ayudante se encarga de eso”

“¿Una ayudante? Demonios, debes ser muy acomodada”

Saber en que Mahiru es acomodada decía muchas cosas. Ciertamente esclarece porque la gesticulación de Mahiru era tan refinada y elegante, y porque sus ropas y posar eran de primera clase. Incluso su manera de caminar parecía expresar que es adinerada.

Ante las palabras de Amane, Mahiru hizo una frágil sonrisa. “Tienes razón; Creo que comparado a ti soy acomodada”

Rápidamente, Amane comenzó a lamentarse de sus palabras, se había percatado de que sonrisa no fue placentera o de orgullo, sino una que mostraba una burla hacia ella misma. Parecía que su familia era un tema fuera de discusión en la actualidad, y Amane no planeo darle más presiones.

Todo el mundo tiene una o dos cosas de las que preferirían no hablar. Es bondadoso respectar aquello, especialmente en si es con gente que no conoces tanto.

“Entonces, esta será una experiencia única para ti, ¿no? Toma, pide lo que quieras”

Lanzando lejos el tema sobre los padres de Mahiru, Amane le enseño el menú en que ocasionalmente ordena su pizza. Entre todos los sitios que hacían entrega a domicilio, este era el mejor. Su pizza no es contendiente para la pizza preparada en un horno de leña, claro, pero te otorga una amplia selección de ingredientes. Sus alternativas iban desde lo estándar hasta lo acorde para un niño, así que Amane pensó que es seguro que habría algo que sastifaceria los gustos de Mahiru.

Mahiru acordó tanto el cambio de tema como el menú. Inmediatamente comenzó a leer la lista de alternativas, y sus ojos eran atraídos por las numerosas y coloridas pizzas. Por lo general sus ojos no son tan expresivos, pero actualmente brillaban fuertemente.

Ella debe estar esperándolo bastante, pensó Amane.

Mahiru parecía algo nerviosa, pero después de meditar por un rato, apunto a un grupo con una pizza de 4 ingredientes y dijo dudosamente: “De acuerdo, esta luce bien”. Regreso su expectante mirada hacia Amane.

Dando una sueva sonrisa, Amane asintió con su cabeza, tomo su celular y marco el numero impreso en el menú. Los ojos de Mahiru brillaron con gran anticipación.

Una hora más tarde, su pizza había llegado. Mahiru la contemplo sin vacilación. La pizza fue dividida en distintas áreas para que cada sabor pueda mostrarse, y ella dudo en sobre con cual sabor empezar, pero finalmente decidió iniciar con una rebanada llena de tocino y salchicha.

Amane no se sorprendió a lo que Mahiru masco con refinados y mínimos movimientos. Se supone que su refinada educación le enseño a alimentarse con serenidad y gracia, incluso al comer una pizza a pedido.

Al mirar a Mahiru así a Amane le vino una cálida sensación en su ser, como si estuviera mirando a un frágil y diminuto animalito. Ella fue raramente adorable a lo que sus ojos se cerraban y en que su expresión se suavizaba a mascar ese queso elástico. Por lo general, la chica era muy madura; en la actualidad, sin embargo, pudo mirar su auténtica edad.

Amane freno su intenso impulso de acariciar la cabeza de Mahiru mientras que ella daba pequeños mordiscos.

“… ¿Qué?”, Preguntó.

“Nada, se mira que pareces disfrutarlo”, contesto Amane.

“Por favor, no me mires demasiado”

El ceño fruncido lanzado a Amane era algo menos que encantador, sin embargo.

“… Wow, en realidad no tienes encanto alguno”

“Bueno, eso me queda. Si me pusiera a como lo hago en la escuela, dirías que te estoy incomodando”

“Sí, supongo que es cierto. Me siento más cercano a esta versión a la que tienes en la escuela.”

En la escuela, Amane apenas se encontraba con Mahiru, y en realidad en la escuela ni siquiera se hablan. Solamente iba de vez en cuando de visita, y siempre la encontraría con su indescriptible sonrisa que a todo el mundo le mostraba.

Aquí, puedo mirar más allá de esa capa. Esta debe ser la auténtica Mahiru, pensó Amane. En la escuela, siempre hacia a su habitual personaje para los demás.

“En lo que me concierne”, continuó, “nunca me he aburrido de esa versión de mi”

“¿En mi versión sin encanto?”

“No me odies… sabes, ¿cómo te lo coloco…? Nunca puedo descifrar tus pensamientos en la escuela”

“Supongo a que te refieres a mi horario y mis clases”

“Así que incluso tú te distraes en ocasiones, ¿Eh?”

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Amane tenía la intención de contar en que Mahiru siempre parecía tener algo oculto en su mente, pero al parecer Mahiru las tomo superficialmente. Ella lo miró con una breve queja en su mirada, en como si hubiera querido decirle otra cosa.

“Yo, uh, no quise decir eso”, agrego Amane rápidamente. “Es solamente… que no muestras tus verdaderos pensamientos. Todo lo que te digo es que es más sencillo ser cercano a alguien que es sincero a sus sentimientos, incluso si fueran algo subidos de tono, a que alguien que no podrás descifrar”

“… ¿Crees que mi actitud en la escuela es mala?” Mahiru preguntó directamente.

“Bien, en realidad no odio eso, ya que debe ser tu probable secreto de tu actual éxito. Me pregunto si alguna vez te has cansado de eso”, dijo Amane.

“En realidad no. He actuado así desde mi niñez”.

“Tan- difícil, ¿Eh?”

Si ha estado manteniendo esta actuación desde su niñez, al vivir intentando ser la chica perfecta que todo mundo espera que sea, Amane pudo comprender lo difícil que era abandonar ese personaje.

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Amane fue capaz de inferir levemente algo de la vida en casa de Mahiru, pero sabía que no podría preguntarle sobre eso ahora.

“Entonces, ¿no es gratificante tener un lugar de relajación? Y en la actualidad incluso has obtenido un amigo muy relajado”

“Honestamente, en definitiva, no te encuentro un relajo. Causas que mi estómago se haga nudos”, declaró Mahiru con frialdad.

“Soy… ¿Perdón?” Amane se disculpó ante ella, con leve torpeza.

Mahiru encogió sus hombros de un modo exagerado y dejo escapar una extraña risa.

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