Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 1

Capitulo 13: Navidad Entre Todos

Parte 1

 

 

“Hey, Amane, ¿podemos celebrar una fiesta por la navidad en tu casa?”

“No.”

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La propuesta fue rechazada de inmediato, y Chitose hincho sus mejillas para evidenciar su decepción-

La víspera de navidad se acercaba, pero como Amane vivía distanciado de su familia y por naturaleza era un solitario, las vacaciones no tuvieron un auténtico significado para él. Aun así, Chitose e Itsuki parecían querer celebrarlo junto a él y le preguntaron por la posibilidad de una pequeña fiesta.

Chitose hizo todo lo posible por interrumpir en el aula de Amane e Itsuki a la hora del almuerzo con esa idea, y en la actualidad tuvo sus mejillas hinchadas por la rápida negación de Amane.

“Vamos, Amane”. Señalo Itsuki. “Estarás solo de todas formas… ah, ¿a menos que tal vez tengas una novia en el cuadro?”

“No, no la tengo”

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“Entonces, ¡estamos bien!” Chitose interrumpió. “¿O será que nos odias en secreto?”

“Está bien, si Amane nos odia, entonces creo que tampoco es necesario tenerlo”, agregó Itsuki.

A su manera, sus amigos probablemente expresaron la preocupación que tenían por él. También existía la alternativa de que estuvieran en la búsqueda de un lugar para calmarse y coquetear. Amane se sentía mal por rechazarlos, incluso cuando mostraron sus exageradas caras en decepción. En realidad, no los odiaba.

Sin embargo, eso no quería decir que Amane no tuviera sus inquietudes. La primera era su actuación en un entorno más privado. Amane pudo sentir una enorme vergüenza que le invadía en solamente pensar en la descarada intimidad entre Itsuki y Chitose. Luego venia la situación de explicar las circunstancias a Mahiru. Ella tendría que mantenerse distante mientras que los amigos de Amane se iban, y él tendría que ocultar cualquier evidencia de sus frecuentes visitas.

“Bien. Comprendo, comprendo. El veinticuatro, ¿verdad? Sin embargo, tengo una solicitud: Tienen que soltarme antes de la noche e ir a otro sitio para su coqueteo. Te recuerdo que el contacto físico en exceso está prohibido en mi apartamento”. Ante la aceptación de las demandas de la pareja, la cara de chitose brillo con una sonrisa.

“Supongo que no podremos hacer nada con esa regla. Seguramente llegaremos a un acuerdo”, ella dijo.

“¿Quién te crees que eres para hablar de eso con tanta autoridad?” Amane rápidamente tomo una de las mejillas de Chitose y la pincho.

“¡Wwsh!”, ella exclamo. “Itsukiii, ¡Amane me está pinchaaando!”

“Vamos, Amane, ¡no seas tan malo con Chi! Además, soy el único que puede pinchar sus mejillas”. Dijo Itsuki.

“Bien, bien; entonces, pínchala por mi” contesto Amane.

“Déjamelo a mí.”

“¡No te atrevas!” Chitose le grito.

Amane confió a Itsuki la implementación de la sentencia, pero como se esperaría, él y Chitose la convirtieron en otra excusa para su coqueteo. En cosa de minutos, ambos comenzaron a coquetear, mientras que se pinchaban sus caras.

En la actualidad Chitose parecía realmente contenta al ser pinchada.

Amane se encogió de hombros. “… ¿Puedo irme?”

Esta era el aula de Amane, pero quería distanciarse de esa enamoradiza pareja antes de ser que sean más insoportables.

“¡Ni hablar! Tenemos que planificar adecuadamente. ¡Debemos organizarnos por la comida y el pastel!”

“No hare nada de preparaciones”

No hubo manera de que Amane preparara una comida navideña. Mahiru podía solucionarlo, sin problema alguno, pero no había manera de que obtuviera su ayuda en esta oportunidad. Es por eso que Amane rápidamente desistió de la idea, insistiendo en que le sería imposible cocinar. Sin embargo, Chitose no pareció convencida, y le miro con sospechas.

“¿Qué?” Amane preguntó.

“Estuve pensando que te encuentras muy sano para alguien que no puede cocinar”, dijo Chitose.

“¿Entonces? ¿Cuál es el problema con eso?”

“Está bien, sabes, Chi, Amane debe tener sus razones para eso”, comentó Itsuki.

“Eh, está bien, ¿pero también no las quieres saber, Itsuki?”

“Hare que me lo diga más tarde”

“No te diré nada”

Amane miró a Itsuki como si le estuviera diciendo que no hiciera promesas que no pudiera cumplir, y se burló en voz alta, de una manera forzada. Itsuki sabía cuándo abandonar cosas, pero tenía esos momentos en que sacaría a destacar cosas del pasado en los momentos menos oportunos.

“Son unos auténticos bichos raros…”, Amane murmuro. “Está bien, para la cena, ¿no podemos pedir comida para llevar o algo así? Y tendríamos que también pedir el pastel si quisiéramos uno”. Intentando tomar distancia de sus asuntos que la pareja quería averiguar, realizo una práctica sugerencia.

No había manera de que pudiera preparar una cena o un pastel por sí mismo, por lo que organizar una comida por encargo seria su sendero a seguir.

“Ah, está bien entonces, ¡Tengamos pizza! Hare la reservación de un pastel en mi tienda de siempre; ¡aún están tomando pedidos!” Chitose declaró.

“¿No quieres pollo?”, le preguntó su novio.

“Te gusta más la pizza, ¿verdad, Itsuki?”


“Cierto, cierto. Esa es mi Chi; me conoces muy bien”

“Eh-heh-heh…”

Aunque los dos tortolitos habían decidido los pedidos sin preguntar a Amane, a este le pareció adecuada la pizza. Ese tipo de cosas haría que se sintiera más como una fiesta de todas maneras. Tal como las cosas transcurrían, probablemente irían por unas pizzas a la tienda que Amane e Itsuki frecuentaban.

En el momento en que Amane escucho la palabra pizza, pensó en Mahiru, y en cuando mordió su pizza como un animalito. Amane lo había encontrado raramente encantador, probablemente que por lo general siempre se le mira comiendo con elegancia. Ahora que lo recuerdo, también le hice comer pastel el otro día. Las mejillas de Amane se iluminaron con calidez ante ese recuerdo.

No haré algo así de nuevo, Amane se prometió a sí mismo.

El alimentarse mutuamente le resulto demasiado vergonzoso; no había manera de que Amane soportar una repetición. Mahiru y Amane no eran una pareja tan afectuosa como Itsuki y Chitose, así que esa oportunidad no volvería a aparecer de todas maneras.

“… Hey, Amane, ¿qué pasa?”

“Oh, no, nada. De acuerdo, el pedido del pastel te corresponde a ti”

Amane se sumergió en embarazosos recuerdos por un momento, y Chitose comenzó a mirarlo con una mirada preocupada, confundida. En pánico, Amane quito esos inquietantes pensamientos de su cabeza e hizo lo posible para verse despreocupado.

“¡De acuerdo! ¡También pediremos nuestra pizza!”, Menciono, en un tono más emocionado de lo normal.

Teniendo aún la emocionada voz de Chitose resonando en sus odios, Amane regresó a casa y decidió preguntar a Mahiru por sus planes para navidad.

“¿Planes de Navidad? No tengo ninguno en realidad”, contesto Mahiru desde su posición el sofá. Amane había planteado su pregunta antes de terminar los platos y en lo que se unía a ella en la sala de estar. Creía en que Mahiru iría a una fiesta para chicas, pero aparentemente, ella no tuvo preparativos. Tal vez la sorpresa en Amane se notó demasiado, por la mirada molesta en la cara de Mahiru.

“En lo básico, es porque todas las chicas que conozco y mis compañeras tienen novios para salir. Y siempre rechazo las invitaciones de los chicos, así que mi agenda es totalmente libre”, explicó.

“Muchos corazones rotos, ¿Eh?”

Siempre que saliera en público, Mahiru mantendría su vigilancia máxima, y cualquier pretendiente que tuviera esperanza acabaría ahogándose en sus propios lagrimas antes las impenetrables defensas del Ángel.

Aun así, Amane tenía respeto por cualquiera que tuviera las agallas para invitar a Mahiru. Nadie tendría la capacidad de hacerlo si no tuviera una gran confianza en sí mismo, y Amane admiro a esos tipos tan optimistas.

“… ¿Me pregunto por qué los chicos querrán tener su navidad conmigo de todas maneras? Mahiru se preguntó en un tono audible.

“Probablemente esperan conocerte más a fondo” Amane explico.

“¿Por qué?”

“Te digo, ¿para salir contigo?”

“¿Y por qué querrían salir conmigo?”

“… Probablemente para realizar esa clase de… cosas que las personas hacen en las citas”

“Qué obscenos”

Amane brindo una silenciosa oración por todos esos chicos que acababan de ser despreciados sin piedad. “Bueno, no creo que todos sean así, así que no desconfíes demasiado. Estoy seguro de que entiendes que eres la clase de chica que atrae todas las miradas”

“Tienes razón. Es poco probable que cada uno contenga pensamientos pervertidos. Después de todo, tú no eres así, ¿verdad, Amane?”

“¿Alguna vez te han tratado de esa manera?” Amane ciertamente pensó en la lindura de Mahiru, o que quisiera acariciar su cabeza, pero nunca llegaría a fantasear de entablar una relación íntima con ella. Si esas cosas se asomaran por su mente, Amane tenía la seguridad de que Mahiru se daría cuenta y se distanciaría de él.

Era solamente porque Mahiru miro a Amane como un inofensivo cachorrito que podría sentarse a su lado. Levantar un solo colmillo sería suficiente para hacerla huir. Las necesidades estomacales de Amane fueron más altas que sus demás apetitos, por lo que no tuvo intenciones de poner en peligro su relación con Mahiru.

“Creo que tienes razón. Nunca he visto que tengas un interés por mi desde el principio, Amane”

“Mm-hmm.”

“Por eso confío en ti.”

“Bueno, gracias por eso.”

Al ser un chico, Amane no sabía que sentir de las razones de Mahiru para su confianza en él, pero por el momento, decidió coincidir con ser el “chico confiable”

“… Entonces, Amane, ¿te vino algo en mente a lo que preguntaste por mis planes de navidad?” Mahiru preguntó.

“¿Hmm? Oh, en la tarde del 24, Itsuki y Chitose vendrán, así que pensé en avisarte, uh, en lo que nuestra cena de siempre deberá comenzar más tarde”

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Después de retornar al tema principal de la conversación, Amane explicó con cuidado su situación, mientras que Mahiru asentía.

“Comprendo. Por favor, llámame a lo que termine tu fiesta, y preparare la cena. Intentare terminar con la preparación un poco antes”, dijo Mahiru.

“Claro; lamento todo eso.”

“Está bien. Solo diviértete”

“… ¿No te sentirás sola?”

“Me he acostumbrado a tener mis navidades sola”

La actitud tan casual de Mahiru respecto a tener sus festividades sola causo en Amane una sensación demasiado deprimente. Tal vez a Mahiru aquellos pensamientos navideños, le hizo recordar a sus padres, porque una pequeña sonrisa de auto-burla se escapó.

“… Ah, um, esto es realmente atrevido de mi para solicitar, pero… incluso si no puedes celebrar la víspera de Navidad, ¿qué tal si tenemos nuestro día de navidad juntos?” Amane sintió demasiada incomodidad realizando esa clase de sugerencia. No tuvo motivo oculto en particular, pero en que dos personas se reunieran en un día festivo tenía cierta connotación.

Esto no tiene significado en especial, se señaló Amane. Era que solamente odiaba en cuanto Mahiru se viera tan sola; eso era todo.

Sorprendida, Mahiru parpadeó en rapidez ante esa sugerencia. “¿Juntos? ¿Y qué haremos?”, Preguntó.

“¿Eh? Ah, bueno, en realidad no tenía nada en mente. Lo siento.” En vista de que resulto evidente en que no ideo un plan, Amane pensó en olvidar ese tema. También considero en lo riesgoso de una salida en si fueran visto juntos por alguien de su escuela. Eso se convertiría en un enorme inconveniente para Amane y Mahiru.

La alternativa más acertada seria pasar tiempo en casa, pero probablemente no existiría nada de interés para Mahiru en el apartamento de Amane.

Probablemente todo caería en sentarse uno al costado del otro, sin hacer nada, lo que probablemente resultaría incómodo para ambos.

Si eso fuera todo lo que Amane pudiera ofrecer, suponía que probablemente sería mejor tener su día por separado. Mientras que se preparaba para retirar su propuesta, se dio cuenta de que Mahiru le miro directamente y en silencio.

“… Está bien. Me gustaría intentarlo”, Era inesperado, pero Mahiru se encontró interesada.

Su fino dedo apunto a la televisión. Más concretamente, estuvo apuntando hacia la consola de videojuegos en el interior del soporte de la televisión

Recientemente, Mahiru venia de visita todas las noches, así que Amane no uso demasiado la consola, pero parecía que Mahiru fue curiosa al respecto.

“Nunca he usado una de esas…”, confesó en un tono parecido a un susurro.

Amane no tenía razón en particular para rechazar a Mahiru si quería intentar jugar, pero la idea de un sujeto y una chica teniendo su navidad entre videojuegos era demasiado surrealista. Incluso si no esperara romanticismo, era natural que la idea provocara una desconcertante mezcla de emociones.

“Oh, bueno, eso sería estupendo, pero… ¿Está bien para ti? ¿Qué nos pasemos el día jugando?” Amane preguntó.

“¿Eso tiene algo de malo?” Mahiru contesto con una pregunta propia.

“Supongo que no, pero…”

“Bueno, entonces iremos con eso”

“Sí, seguro.”

Genial, supongo que eso será lo que estaremos haciendo…

Al ser lo que Mahiru quería, Amane se decidió en hacer todo lo posible para que sucediera. Por lo menos, quería brindarle ese pequeño placer. Mahiru siempre cuidaría de él, y nunca pediría nada a cambio, así que le permitiría tocar todo lo que quisiera, siempre y cuando estuviera en su colección. No era como si tuvieras planes para navidad de todas maneras, entonces esto se volvió un pequeño precio por la excelente cocina de Mahiru.

“De acuerdo, podemos tener un día tranquilo sin que involucre navidad o lo que sea” declaró Amane.

“Entonces está decidido” contesto Mahiru.

A Amane le era complicada mirar la cara sonriente de Mahiru, así que en cambio le asintió con su cabeza y tomo distancia mientras que hacia lo posible por verse despreocupado.

“¡Feliz Navidad!”

La víspera de Navidad llego mucho antes de tiempo.

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La escuela termino y las vacaciones de invierno llegaron, y probablemente todo el mundo estuvo disfrutando de este día. Itsuki y Chitose aparecieron en el apartamento de Amane, con artículos para la fiesta, a eso de la una de la tarde.

En la mesa, la pizza y el jugo que habían solicitado de su pedido fueron colocados. Los tres habían planeado reunirse con antelación, pero las multitudes navideñas hicieron todo más lento y se retrasaron.

Afortunadamente, solamente había transcurrido una hora desde el mediodía, y Amane no espero tanto, así que no se encontró tan molesto.

“Sí, sí, Feliz Navidad”, contesto Amane.

“Amane, ¡no te escuchas emocionado! Inténtalo de nuevo”, dijo Chitose.

“¡Feliz Navidad!”

“Pronuncias las palabras correctamente, pero no estas con el mismo espíritu, ¿verdad?”

A Amane no le parecía que le compararan con Chitose, que por su naturaleza era muy animada.

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Al percatarse de que tenía más emoción de lo habitual, Itsuki hizo lo posible por calmar a Chitose. Mostró una sonrisa frívola, pero, aunque cálida, hacia su novia.

“Vamos, no le demos importancia. Avancemos a la parte de la comida, a la parte de tener un buen rato y dormir”, dijo Itsuki.

“No dormirás aquí, idiota” expreso Amane.

“Solo bromeo, demonios. Además, si fuera a dormir, iría a la casa de Chi.”

“Tienes que hacerlo en cuanto sus padres no estén cerca”

“Eh, ¡Amanee! ¡¿En qué clase de cosas pervertidas estás pensando?! Grito Chi. Aunque sonreía, Amane no le contesto. En cambio, se dirigió a la cocina para tomar tazas y cubiertos. Haciendo un puchero, Chitose miro en decepción por un momento esa poca falta de reacción, para luego acompañarlo, diciendo que le ayudaría.

La cocina estuvo, naturalmente, limpia y ordenada, teniendo todo en orden. Mahiru últimamente lo hizo su territorio, por lo que todas las variadas herramientas y condimentos se alinearon para facilitar su uso.

“Wow, está más limpio de lo que esperaba”, comentó Chitose.

“Muchas gracias”, contesto Amane despreocupadamente. Tomó de la estantería de la cocina platos individuales y algunas tazas. En lo que intento dar la mitad a Chitose, la encontró mirando directamente esa estantería.

“… ¿Qué es?” Amane preguntó.

“¡Nada!”, le contesto a toda prisa.

Amane sintió cierta astucia detrás de esa sonrisa burlona de Chitose, y un escalofrío llego a su espalda. Su accionar más acertado seria ignorar esto en su totalidad, así que Amane hizo lo posible por actuar con normalidad. Tenía la terrible sensación de que Chitose estuvo en la elaboración de un malentendido, pero como ella no ha mencionado nada, Amane no sabía que decir.

Haciendo una mueca, Amane y Chitose regresaron a la sala de estar, en donde Itsuki les esperaba. Era evidente que Chitose tenía mejor ánimo desde cuando llego.

“En serio, tu apartamento esta increíblemente limpio. Es tan espacioso y lujoso”, murmuró Chitose. Los tres amigos terminaron su comida. Mientras que escuchaban canciones navideñas a través del altavoz en la habitación.


Hubo poco para que Amane mencionara en el comentario de Chitose. Vivía en un hermoso apartamento porque sus padres lo pagaban, y permaneció porque la limpieza de Mahiru lo mantuvo así. Después de considerar eso, todo lo que Amane pudo contestar era un “si, gracias”.

“Definitivamente es impresionante la apariencia de este sitio ahora que está limpio…”, comentó Itsuki.

“Cállate…”, Amane le contesto.

“Sí, sí, ¡huelo a una chica!” Agrego Chitose.

“¿Cómo llegaste a esa conclusión?” Amane no tuvo idea de cómo Chitose hizo la conexión entre su apartamento limpio y una presencia femenina.

“¿Hmm? Llámalo instinto femenino. La forma de los arreglos se mira opaca en ti, considerando tu actitud. Hay una cosa en la forma en que los libros fueron ordenados y en la manera que se reunieron para que no se rasgaran.

Además, en la cocina hay todo tipo de utensilios que no parecen ser tuyos, Amane”

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“… Son de mi madre”, Amane le mintió.

“¿Hmm?”

Anticipadamente, Amane había colocado todas las cosas de Mahiru dentro de una estantería, pero Chitose debió verlas en cuanto Amane estuvo sacando los platos.

La vajilla de Amane por sí misma no era suficiente, así que Mahiru llevo algunas cosas de su casa, pero Amane no espero a que Chitose se diera cuenta de eso. Para su suerte o desgracia, ella no era la clase de persona que prestaría atención a esos detalles normalmente.

“Bueno, no es que le demos tanta importancia, ¿verdad, Itsuki?” La respuesta de Amane resulto sospechosamente lenta. Advirtiendo que había más profundidad en el tema, Chitose se inclinó hacia Itsuki, mientras que le sonreía.

Casualmente, y sin una pizca de vacilación, Itsuki se acercó y apoyo su mano entre las piernas de Chitose mientras que le abrazaba. Se le hizo complicado mirar directamente a la pareja.

“¡Hey, ¿ustedes dos, porque no van por una habitación?!” Amane gritó.

“Oh, celoso, ¿Amane?” Itsuki preguntó.

“Psh, sí, seguro”

En lugar de cualquier tipo de envidia, Amane solo quería que salieran de su vista. Deseo que se detuvieran, pero esa clase comportamiento era lo habitual para la pareja. Enfardarse con ellos le sería una enorme pérdida de energía.

Mirándose satisfecha mientras que se aferraba a Itsuki, Chitose se apoyó sobre su pecho y miro hacia la cara de Itsuki. “… Apostaría a que todo el mundo estará coqueteando en sus propias fiestas”

“Hey, no te olvides que aquí hay un tipo llorando lágrimas de soledad”, dijo Amane.

No hay manera en que todos actúen como ustedes dos.

Tendrían que haber personas que pasarían sus vacaciones en familia— y otras que la pasaron con sus amigos. Incluso existen esas personas que las pasarían en solitario. Amane sentía que Chitose debería escoger sus palabras más cuidadosamente. No todos tenían la suerte de tener su navidad al lado de otra persona.

“¿Realmente los chicos desean tanto una novia?” Chitose preguntó.

“No creo que todos quieran una”, contesto Amane sin rodeos. “Eso creo, sin duda”

“Sí, pero…”, interrumpió Itsuki, “eres una persona fuera de lo común”

“Cállate.”

“Bueno, todo el mundo se impaciente antes de navidad, sabes”, continuó Chitose. “En especial los tipos solteros. El otro día, le pregunté a la Ángel por sus planes para navidad y me entere que sin piedad rechazo a todos los chicos de la escuela. Ella dejó a todos con el corazón roto supuestamente porque tenía planes con otra persona”.

“Eh” Itsuki comento.

Amane tenía la sensación de que ese alguien era su persona. La idea de que fuera un poco más que una excusa diplomática para rechazar otras citas no era agradable, pero sabía que a ella le dolía rechazar a alguien. Si hacer planes con Mahiru le ayudaría a tranquilizar su consciencia, entonces creía que no podía rechazarlo. Después de todo, ella no dio su nombre, así que no debería tener problemas.

“Esos pobres chicos parecían destrozados. Fue maleducado, pero me burle de ellos”, recordó Chitose.

“¡No deberías reírte de ellos!” Itsuki le regañó juguetonamente.

“Quiero decir, usar las vacaciones de excusa para obtener una cita con una persona que conoces recientemente, ¡es una total mierda!, ¿no? Ya iniciaron tarde porque la relación no tiene base, así que intentan tomar un atajo favorable para llegar a ese sitio donde quieren ir. Además, apostaría a que esos tipos son la clase de persona que dirían que la llevaran a una fiesta con mucha gente, para luego hacer una excusa para estar a solas con ella. Para una chica, eso da mucho miedo”

Chitose continuó agregando que el Ángel no era la que continuara con esa clase de juegos de todas formas, luego sacó su lengua y se aferró a Itsuki con más fuerza, en como si hubiera recordado algo desagradable. A la moda y una belleza, Chitose tuvo una apariencia diferente a Mahiru. No sería sorprendente en que ella hubiera tenido malas experiencias con chicos en el pasado. Amane sentía un poco de lastima por ella. Las chicas populares ciertamente la tenían difícil

“Tiene que ser difícil para Shiina, en tratar con todas esas proposiciones”, dijo Amane repentinamente.

“… Realmente no tienes interés por el ángel, ¿verdad, Amane?” Itsuki le preguntó.

“En realidad no” contesto Amane con claridad.

“Es porque tienes a esa angelical vecina tuya, ¿Eh?” Chitose le pregunto.

“No creas a que no te sacare de mi apartamento…”

“No, ¡no lo hagas! ¡Estoy tan asustada!” Chitose grito, aferrándose a Itsuki mientras que mira con una mirada juguetona a Amane. “Así que no negaras que tu vecina ha estado cuidando de ti, ¿verdad?”

Las palabras de Amane se atoraron en su garganta, y Chitose sonrió en satisfacción, aunque su expresión cambió rápidamente al mirar su cara.


“¡No me mires así! Lo siento, demonios…” Chitose se disculpó en un tono que mantenía escaso arrepentimiento. En cuanto Amane le dio una mirada por segunda vez, ella dio un adorable grito y se aferró a Itsuki nuevamente. Luego miró por la ventana detrás de su novio.

En las afueras hubo algo tan sorprendente que le sorprendió tanto para que lo quedara mirando tan directamente, así que Amane también movió su mirada y miró por la ventana, preguntando qué estaba pasando.

Diminutas motas blancas descendieron desde el cielo azul.

“… ¡Ah, Itsuki, mira! ¡Nieve!” Chitose grito.

“¡Wow, una Navidad blanca!”

La nieve no es tan inusual a finales de diciembre, pero era raro mirarla en un día tan claramente, y eso pareció deleitar a los tortolitos.

Aún era de día, y la temperatura solamente disminuirá a medida que el sol se pusiera. Es probable que la víspera de Navidad fuera cubierta por la nieve. Las parejas de toda la ciudad se alegrarían, y la pareja en el apartamento de Amane había salido al balcón para tener una mejor vista.

“Estoy seguro de que se quedaran besándose por un tiempo, así que les preparare unas bebidas calientes”, gritó Amane mientras mira a Itsuki y Chitose partir. Mientras que Amane permanecía de pie, un grito en histeria llego a su oído.

“¡¿Eh?! ¿Por qué estás aquí?”

“Eh, ¿qué?”

“Ah.”

La última voz en el grupo era una que escuchaba mucho recientemente. Sonando clara y dulce.

Amane sintió que su estómago se retorcía.

Consciente de que Itsuki y Chitose estaban abrazados en su balcón, Amane corrió en pánico hacia allí y encontró que Mahiru había salido hacia su propio balcón para mirar la nieve. Al hacerlo, fue vista por los amigos de Amane en el momento que se inclinó en la barandilla.

Amane miró a Mahiru, que actualmente estuvo sentada a su lado, y dio un suspiro.

Ante el terrible desastre en que todos se encontraron en sus balcones, Amane no se quedó con más alternativa en que invitar a Mahiru a su apartamento.

Lo que intentara Amane en la actualidad no importaría, sus dos amigos definitivamente tendrían sospechas. En este punto, contarles la verdad seria lo único para evitar especulaciones y malentendidos innecesarios. Las cosas también se agravarían si no pudiera conseguir que Itsuki y Chitose se mantuvieran callados sobre esto.





“… Um, realmente lo siento”, dijo Mahiru con suavidad.

“No has hecho nada malo”

Era una Navidad blanca y también la primera nevada en el año. Claramente Mahiru iría a su balcón para darle un vistazo. Nadie podía culparla.

Si Amane hubiera escuchado ese sonido en que ella abría su vidriosa puerta, seguramente sería capaz de hacer algo, pero hubo música por todo el apartamento, así que no se dio cuenta de eso. Mahiru probablemente intento mantenerse en silencio de todas maneras.

Otonari No Tenshi Volumen 1 Capitulo 13 Parte 1 Novela Ligera

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