Monster Musume No Oisha-san (NL)

Volumen 2

Capitulo 3: La Arachne Con Malos Hábitos

Parte 3

Probablemente ni siquiera me conozco.

Pero en cuanto a lo que realmente buscaba, ¿era eso algo que pudiera ser robado? ¿Era realmente algo que una persona cobarde, codiciosa y de corazón negro como yo podría tener en sus manos?

–¡Hnh!

Mis ocho patas absorbieron el impacto de aterrizar en el suelo.

No sería capaz de llevar a cabo el trabajo que me había pedido el Dr. Glenn, y causaría problemas a Loose Silk Sewing, pero era difícil creer que alguno de ellos pediría la ayuda de un ladrón como yo. Lindworm era una ciudad agradable para vivir, y yo me había encariñado con ella, pero yo misma me lo había buscado. Este fue el final de mi tiempo aquí.

O al menos, había pensado que era el final, cuando— –Te he estado esperando.

Me había escapado del segundo piso de la clínica, o eso había pensado, pero había una gran figura parada afuera para saludarme. Estaba estupefacta.

No había sido solo una persona al acecho por mí.

Había una figura masiva de pie en el camino.

La señorita Tisalia ya había desenvainado su lanza y dejado en claro su intención: no iba a dejarme dar un solo paso más. No podría ganar contra una mujer poderosa como esta de frente. Si bien confiaba en mi agilidad y velocidad, no tenía conocimiento de las artes marciales.

–Ahora bien, tendrá que explicarse, señorita Arahnia. En detalle, ¿entiende? Dijo Tisalia.

–Tch. ¿Podría escapar? Tal vez podría usar mi agilidad para deslizarme junto a ella.

Parecía difícil: mi oponente no parecía tener ningún agujero en su defensa y había bloqueado el camino de mi escape con su lanza.

¿Tal vez podría usar mi seda para saltar y escapar?

En bosques o dentro de edificios, esta opción resultó efectiva. Sin embargo, Lindworm era un paisaje urbano bien desarrollado y no había muchas cosas superfluas a las que agarrarse en la ciudad. No pude ver ningún punto de partida conveniente que pudiera usar para unir mi seda. Mi visión en la oscuridad tampoco era tan fuerte para empezar.

En ese caso, tenía que volver. Mis piernas segmentadas cortaron inmediatamente hacia atrás, pero sabía que era imposible.

Una figura cayó con un ruido sordo desde el segundo piso. Enrollando su larga parte inferior del cuerpo, la asesina bloqueó mi retirada.

–… Ríndete, Arahnia, declaró Sapphee, con una mirada de reproche en sus ojos. Había intentado robar algo importante para el Dr. Glenn, así que no podía esperar nada más.

Suspiré, rindiéndome. Parecía que una vez más me las había arreglado para perder a un amigo.

Se suponía que las Arachnes eran hábiles para atrapar a otros, pero al final fui yo quien terminó siendo capturada. Todo lo que pude hacer fue encogerme de hombros en señal de derrota.

Parecía que este mal hábito que mi madre me transmitió nunca sería algo que yo, Arahnia Taranterra Arachnida, pudiera curar.

***

Ya era tarde en la noche, pero el Great Squid’s Inn todavía estaba abierto.

Tisalia y yo llevamos a Arahnia a nuestro pub habitual. Estaba completamente al final de mi ingenio. No podía creer a Arahnia. Me di cuenta de sus intenciones hace mucho tiempo y solo deseé que no hubiera esperado hasta la mitad de la noche para hacer su movimiento.

Arahnia miró con asombro.

–Um… ¿Ustedes dos no van a entregarme a los patrulleros? Ella preguntó. Su dialecto había regresado. Esto sonaba mucho más como la Arahnia que conocía, fuera o no un artificio. Incluso si era solo una peculiaridad que se había apegado a sí misma para tratar de ocultar su propia personalidad, usar el dialecto de los países del este se adaptaba mucho mejor a Arahnia.

–¿Por qué? Pregunté.

–¿Qué quieres decir…? Respondió Arahnia.

–No has tomado nada. ¿No es así? Tisalia dijo a mi lado, asintiendo con la cabeza. El rostro de Arahnia se volvió cada vez más perplejo.

–Te han encargado un trabajo casi imposible, Arahnia, le dije. –Sé que el estrés de eso fue lo que causó que salieran tus malos hábitos. Acabas de empezar a querer jugar con las cosas de otras personas, ¿verdad?

–Augh… Parece que me han descubierto… Respondió Arahnia.

–El Dr. Glenn pensó que todos eran errores suyos, pero los viales médicos moviéndose, los documentos siendo revueltos y manipulados… Todo eso comenzó después de que tú llegaste. Así que era lógico pensar que todo era obra tuya, ¿no?

Abrí mi mano. Saltando arriba y abajo en mi palma había un hada, usando una gorra pequeña. El hada ayudante, que siempre aparece rápidamente cuando se le llama, ladea la cabeza como si quisiera preguntar qué estaba pasando.

–Sabes, soy bastante amigable con las hadas, continué.

–Oh, sí, eso es cierto, ¿no?… Estos pequeños siempre están ayudando con las tareas de la clínica, dijo Arahnia, soltando un poco de seda y enrollándola alrededor de su dedo. Sintiendo la presencia de algo entretenido, el hada dio un salto volador desde mi palma hasta la seda. Agarrándolo, se balanceó de lado a lado como un péndulo.

Pensé que las hadas eran una raza de monstruos que no disfrutaban particularmente haciendo cosas para su propia diversión, pero parecía que incluso si el impulso era débil, todavía tenían el deseo de entretenerse.

–¡Wiii! ¡Un columpio! El hada gritó de alegría.

–Me honra que lo estés disfrutando tanto, respondió Arahnia.

En ese momento, el servidor trajo nuestros pedidos. No había dudado en pedir un poco de vino. Arahnia había pedido su ginjo favorito, pero ni siquiera lo tocó.

–Es por eso por lo que pensé con lo cansada e irritada que estabas, Arahnia, que eventualmente intentarías hacer algo. También hablé de eso con Tisalia, dije.

–Así es. Acecho cerca de la clínica todas las noches. También me sirvió como un agradable paseo nocturno, dijo Tisalia, hinchando su pecho innecesariamente grande con orgullo.

–Ya veo. Entonces, entonces, la señorita Tisalia se unió a nosotros para tomar una copa la otra noche… ¿Todo fue parte de esto, entonces? Preguntó Arahnia.

–Así es. Tengo que vigilarte y ver cómo estabas, todo al mismo tiempo, respondió Tisalia. Parecía que incluso Tisalia podía ver claramente el estado de agotamiento de Arahnia. Me lo había dicho después de nuestra reunión.

Arahnia parece que está tramando algo. Ten cuidado, Sapphee.

–Yo tenía la misma opinión. Después de todo, no eres una mujer que pueda contenerse, dije. Mis palabras provocaron una expresión amarga en el rostro de Arahnia.

–Déjatelo a ti, Sapphee, respondió ella, como si se estuviera rindiendo y como si se estuviera ridiculizando a sí misma con sus palabras. Meció sin fuerzas la seda que colgaba de su dedo. El hada chilló y parecía estar divirtiéndose. –Déjelo en manos del farmacólogo de la clínica. Tienes razón, estoy a merced de una dolencia ineludible conocida como cleptomanía. Si quiero algo, no puedo controlarme, ya sea que ese algo me pertenezca o no. No me toma mucho tiempo comenzar a desear a los amantes de mis amigos. El coqueteo en la clínica, por ejemplo…

–¿Para tratar de captar la atención del Dr. Glenn…? Señorita Arahnia, todavía no se ha rendido con él, ¿verdad? Respondió Tisalia, sus oídos se sacudieron para prestar atención. Este comportamiento sugirió que las palabras de Arahnia habían puesto nerviosa a Tisalia.

Arahnia había intentado violar al Dr. Glenn en la aldea de las arpías. No pensé que Arahnia se rendiría ante un contratiempo tan pequeño. No había forma de que hubiera abandonado sus planes, las emociones que albergaba dentro de ella eran mucho más complicadas que eso.

–Tuviste algún tipo de motivo oculto cuando aceptaste el trabajo en la clínica en primer lugar, ¿no es así, Arahnia? Pregunté.

–Bastante. Bueno, nunca diría que mis motivos eran ‘ocultos’ ni nada por el estilo… Estaba siendo honesta cuando dije que quería usar ropa a juego y trabajar contigo. Es solo que quería saber más sobre el Dr. Glenn además de eso… ¿O tal vez quería acercarme a él? Me pregunto, respondió ella.

Cuando puse mi copa de vino en mis labios, Arahnia por fin también comenzó a beber. Parecía que tenía algo difícil de decir. Si ese fuera el caso, pensé, pedir prestado un poco de coraje líquido no era una mala idea, para empezar, Arahnia no era muy buena con el alcohol. ¿Por qué no aflojar sus labios con un poco de licor?

–En la aldea de las arpías, traté de robar al médico, comenzó Arahnia.

–Sí, así es, respondí.

–Ese es un ejemplo perfecto de ello, mi horrible hábito. Robar al médico que era tan preciado para ti, Sapphee… En ese momento, me jacté de que todo era por el bien de mi arte y mis diseños, pero… Aunque eso no era del todo mentira, lo que realmente estaba haciendo era ponerte a prueba, Sapphee. Pensé: ¿podrías seguir siendo mi amiga? Alguien que intentaría robarte al hombre que amas, una persona terrible como yo, dijo Arahnia.

Qué arachne tan increíblemente cobarde. Sin intentar ponerme a prueba, ni siquiera podía creer en nuestra amistad.

Previamente en el Giant Squid’s Inn, Arahnia había enrollado su seda alrededor de nuestros dedos y nos había declarado a las tres amigas. Sin embargo, la que menos creía en nuestra amistad no era otra que la misma Arahnia.

Esta mujer no podía entablar relaciones con los demás, a diferencia de la seda que ella misma había tejido esa noche.

–Incluso cuando viniste a hablar sobre la cirugía, sinceramente, me quedé asombrada. Ni siquiera podía imaginar lo que estaban pensando, después de haberles hecho todas esas cosas a los dos, continuó Arahnia.

–No había ninguna otra persona para el trabajo, dije.

–Dejar a un lado tus sentimientos y tomar el mejor curso de acción para la situación actual… Eso es mucho más fácil decirlo que hacerlo. El Dr. Glenn realmente puede estar tranquilo con estas decisiones, ¿no es así?

–El Dr. Glenn también te elogió, Arahnia respondí.

No fue una mentira. Su crecimiento en tan poco tiempo fue notable. El Dr. Glenn y yo la habíamos estado entrenando, pero su mejora fue el resultado de la propia ética de trabajo de Arahnia. Se había tomado tan en serio su trabajo, entonces, ¿por qué todas estas tonterías?

–No puedo evitar encontrarlo extraño, comentó Arahnia mirando a lo lejos. Estaba mirando a alguien que no estaba allí. Estoy segura de que estaba pensando en la misma persona que siempre ocupaba mis propios pensamientos. –Todos los días, ese hombre me enseñaba cuidadosamente como si todas las cosas indecentes que había hecho se hubieran olvidado. No importa cuánto me burlé de él, lo engañé, no parecía estar herido u ofendido en absoluto… Para el amado médico de Sapphee, ser una persona tan bondadosa, no podía creerlo.

–Él es así, ¿no es cierto? Respondí.

–Mientras pensaba en todo esto, comencé a querer saber más sobre lo que estaba pasando dentro de él… Comencé a querer molestarlo. Para ponerlo a prueba, continuó Arahnia.

–Eso es cierto. Eres ese tipo de persona, ¿no? Respondí.

–Es terrible. Ese hombre realmente es imperturbable.

Me preguntaba qué tan bondadoso podría ser el Dr. Glenn.

Preparando una broma inofensiva, Arahnia quería ver su reacción. Si la broma lo hubiera hecho enojar, eso habría sido eso: ella habría entendido el tipo de persona que era. Pero el Dr. Glenn no solo no se dio cuenta de las bromas, sino que pensó que eran sus propios errores. Ni siquiera consideró la posibilidad de que todo hubiera sido obra de Arahnia.

–Bueno, normalmente, intervino Tisalia con una mirada de exasperación, –ese sería el final. ¿No puedes simplemente estar satisfecha sabiendo que él es incapaz de desconfiar de los demás? ¿Por qué tienes que buscar más y más?

–Me pregunto. Supongo que es mi propia cobardía, después de todo. No, creo que podría ser porque, para empezar, no confío en nadie. Ustedes dos son diferentes, por supuesto. Pero tanto los humanos como los monstruos, si quitas una sola capa, son solo masas de codicia y deseo, y cualquiera que no parezca ser así me hace sospechar. Es imposible saber qué pensamientos y acciones negros esconde alguien dentro de ellos, sin importar cuán bondadosos puedan parecer, respondió Arahnia.

–Ahí vas de nuevo, actuando como la mala. He tenido más que suficiente de tu barato sentido del mal, espetó Tisalia. No pude evitar reírme de su respuesta. Sus palabras llegaron al meollo del asunto.

No importa cuánto intentara Arahnia fingir ser una mujer malvada, una ladrona o algún tipo de mente maestra malvada, sabía el verdadero alcance de sus motivos maliciosos. Solo estaba fingiendo ser una sinvergüenza insignificante, transparente incluso para alguien tan simple y directa como Tisalia.

–De cualquier manera, sigo pensando que ir por el encanto de escamas de dragón fue ir demasiado lejos, agregó Tisalia.

–Eso está fuera de los límites, Arahnia. Si robaste eso, el Dr. Glenn intentaría recuperarlo— te lo daré. Pero no obtendrás la reacción que esperas. Lo recuperaría, y ese sería el final. No te colgarán como un criminal ni nada por el estilo. El Dr. Glenn está tan ocupado que ni siquiera tiene tiempo para eso, dije.

Arahnia agachó la cabeza en silencio. Ella estaba reflexionando sobre sus acciones. No, no era eso, debería haber sabido desde el principio que lo que estaba haciendo era un crimen. Era una mujer capaz de diferenciar entre lo que debía y lo que no debía hacer.

Entonces, ¿por qué lo hizo, a pesar de saber eso?

La respuesta era simple: ella realmente quería ponerlo a prueba. ¿Seguiría negándose el Dr. Glenn a rechazarla, incluso después de que ella le robara lo más preciado que poseía? ¿La odiaría? Después de haber cruzado la línea con sus bromas y haber hecho algo por lo que ser odiada, ¿el bondadoso Dr. Glenn realmente odiaría a Arahnia?

Quería probar hasta dónde llegaba la buena naturaleza del Dr. Glenn.

Era un mal hábito.

No podía sentirse segura de que sus relaciones no colapsarían hasta que las hubiera estirado por completo hasta el punto de ruptura. Una arachne, más cobarde que nadie, y por eso, incapaz de hacer amigos.

Aunque yo no era de las que se reían de la cobardía de otro.

–Últimamente, incluso me he sentido extraña conmigo misma, dijo Arahnia, poniendo su cabeza entre sus manos. –Acepté el trabajo porque pensé en tratar de acercarme al Dr. Glenn y avergonzarlo un poco. Pero a pesar de que ese médico tiene tantas dificultades para manejarme, no trata de evitarme en absoluto…

–Él no es del tipo que hace eso, ya sabes, comenté.

–Cuando me observa de cerca y me enseña a suturar, su rostro se enrojecerá cuando lo moleste un poco, pero ni siquiera trata de ponerme una mano encima… Es tan cuidadoso con su trabajo y gentil… ¡¿Cuál es la idea?! ¿Piensa que soy una mujer terrible? ¡Aaaargh, honestamente, no tengo ni idea de lo que está pensando ese hombre!

¿Estaba la cara de Arahnia roja por su ginjo? ¿O fue, quizás, alguna otra razón?

–Arahnia, ¿por qué no te hago un examen? Pregunté.

Sus ojos se abrieron con sorpresa por mi abrupto cambio de tema. Normalmente, el Dr. Glenn sería el que daría los exámenes, pero estaba segura de que estaría bien. Podría manejar ser su reemplazo sin ningún problema.

–¿E-examen? Respondió Arahnia.

–Últimamente, ¿ha estado pensando en el Dr. Glenn cuando se duerme? –Ya te lo dije, ¿no? Ese hombre extraño es todo en lo que he podido pensar. –¿Se te aprieta el pecho cuando lo haces? –Ahora que lo mencionas, a veces lo hace…

–¿Te empieza a doler la cabeza y se te calienta la cara?

–No he tenido ningún dolor de cabeza, pero… Supongo, últimamente… He sentido un poco de calor en mi cara.

–¿Piensas en querer atar al Dr. Glenn?

–Siempre.

Oh vaya, pensé. Intercambié miradas con Tisalia. Era algo tan fácil de entender, pero Arahnia estaba en total confusión. Ella misma no se había dado cuenta. Había hablado con ella bajo el supuesto de que sabía por qué estaba consumida por los pensamientos del Dr. Glenn, pero Arahnia, en términos generales, era lenta en la captación.

–Arahnia, definitivamente estás enferma, continué.

–Te refieres a mi hábito de robar cosas, ¿no? Lo sé, pero— empezó.

–No, aparte de eso. Arahnia, les has robado hombres a otras mujeres y te has acostado con ellos antes, ¿verdad? ¿Y todavía no lo entiendes? ¿En serio?

–¿Hmm…? No tengo ni idea de lo que podrías estar hablando, pero seducir a los hombres es parte de mi hábito de robar cosas, ¿no?

–Sí, y supongo que eso implicaría compartir sentimientos íntimos con otra persona, ¿correcto?

–¿Hmm? Esta conversación se está volviendo cada vez más confusa. Verás, soy hábil en la seducción, pero no tengo experiencia con lo que viene después. Estoy satisfecha tomando un hombre de otra. Los descarto tan pronto como tomo mi premio.

Dios mío, pensé, ese fue sin duda un final bastante cruel para los objetivos de su seducción.

Esta vez dejé escapar una buena y fuerte carcajada. Había llegado a mi límite y no podía contenerlo más. Tisalia se unió a mí, y con su risa también, no pude contenerme, gracias en parte al vino que estaba bebiendo.

–Pft, jajajaja. Fue realmente demasiado divertido para mí manejarlo.

–¡Oigan, ¿qué diablos pasa con ustedes dos?! ¡¿Por qué te ríes?! ¡¿Tienes algo que decir?! Exclamó Arahnia.

–Arahnia, parece que has estado angustiada por todo esto por un tiempo, pero para nosotras, esto es algo con lo que ya hemos tenido mucha experiencia…, Respondió Sapphee.

¿Estaba probando al Dr. Glenn? ¿No podía detener un mal hábito, uno que se le había inculcado?

Estas excusas eran ridículas. Cierto, Arahnia podía ser una mujer un poco problemática, pero eso y la razón por la que estaba tan interesada en el Dr. Glenn eran completamente diferentes. Mientras contara estas anécdotas intrascendentes y no se diera cuenta de sus verdaderos sentimientos, por mucho que intentara parecer rica en experiencia, sería igual que cualquier otra joven virgen inocente.

Finalmente lo había descubierto.

El peor hábito de Arahnia de todos no era el robo o su deseo por las cosas de los demás. Era que ella no entendía sus verdaderos sentimientos en absoluto, a pesar de hablar con una pretensión de maldad y villanía.

–Te lo contaré todo. Verás, Arahnia… Empiezo.

Me alegré de estar uno o dos pasos por delante de Arahnia cuando se trataba de asuntos del corazón. Tisalia también parecía triunfante de poder vengarse de Arahnia por lo que sucedió previamente entre las dos.

Juntas, las dos le explicamos cuidadosamente todo a Arahnia: que la verdad de lo que ella estaba sintiendo actualmente era algo con lo que Tisalia y yo estábamos muy familiarizadas.

Fue mal de amores.

Arahnia se sorprendió al principio, sus seis ojos se agrandaron, luego, por fin, su rostro se puso rojo y finalmente trató de ocultar su sonrojo al terminar el resto de su bebida de un solo trago.

Definitivamente era una forma poco saludable para ella de terminar su bebida. Sin embargo, probablemente no tenía otra forma de lidiar con el hecho de que estaba enamorada, tal vez por primera vez en su vida.

***

¿Qué discutieron exactamente estas tres jóvenes doncellas ese día en el Giant Squid’s Inn?

Eso es algo que no puedo escribir aquí.

Todo lo que diré es que podría haber sido un poco más vulgar y un poco más astuto de lo que un caballero de mundo podría esperar. Por supuesto, de cualquier manera, era simplemente una fiesta para beber. No fue una conversación particularmente significativa.

Lo que puedo escribir es que nuestra cena fue muy divertida, y la fiesta continuó sin mencionar el intento de robo de Arahnia. Arahnia escondió su rostro y nos dijo que tenía un buen par de amigas. Probablemente había estado llorando, pero era demasiado orgullosa para mostrar sus lágrimas incluso a sus amigas más cercanos.

Después de eso, las bromas de Arahnia en la clínica terminaron abruptamente. Probablemente nunca más querría la propiedad de otra persona. La razón era sencilla. Fue porque ahora se dio cuenta de que no quería las cosas de los demás, lo que realmente quería era algo para ella sola.

***

Justo cuando pensaba que todo había llegado a una conclusión pacífica— –… ¿Qué estás haciendo, Arahnia?

–¡¿S-Sapphee?! B-bueno, verás, hmm, esto es solo, bueno… ¿Cómo debo explicarlo…? Arahnia entró en pánico inusualmente al darse cuenta de que había entrado en la habitación.

Pero probablemente era natural que estuviera nerviosa. Después de todo, las dos estábamos paradas en la habitación del Dr. Glenn. Si bien estaba segura de que no estaba pensando en intentar robar una de las pertenencias del Dr. Glenn nuevamente, era preocupante que irrumpiera en la habitación del médico por capricho, preocupante para mí en particular.

–Bueno, veamos… Prométeme no reírte de mí, ¿de acuerdo? Arahnia dijo, continuando con su explicación mientras resistía mi mirada helada.

–Okey.

–Al principio, verás, me até con mi propia seda, ya sabes, para actuar como si estuviera atrapada, y llamar al Dr. Glenn: ‘¡Ahh, me han atrapado, por favor ayúdeme, pobrecita de mí!’ Eso es lo que estaba pensando de todos modos…

–¿Sí?

–… Pero terminé siendo realmente atrapada en su lugar, confesó Arahnia, con un tono derrotado en su voz mientras estaba cubierta de seda.

Tanto sus cuatro brazos superiores como sus seis piernas inferiores se habían enredado intrincadamente de una manera que me hizo preguntarme cómo diablos pudo haber terminado en ese estado. Parecía que había hecho una gran cantidad de su seda para capturar presas, y la baba pegajosa se adhería firmemente a sus brazos y piernas.

Era absurdo creer que una arachne tan a gusto con el manejo de la seda pudiera ser tan inexperta en su uso. Sin embargo, luego me di cuenta de que, si bien había usado su seda para capturar presas antes, probablemente nunca había tenido experiencia atándose a sí misma.

Supuse que su plan secreto había sido mostrarle al Dr. Glenn cómo se veía atada, hacer que la salvara y, si todo salía bien, encantarle con sus artimañas. El hecho de que yo la encontrara antes que él significaba que su plan estaba condenado al fracaso.

Arahnia movió sus piernas largas y segmentadas y trató de liberarse, pero parecía inútil. Su seda era tal que cuanto más luchaba más terminaba enredándose.

–Iré y llamaré al Dr. Glenn, dije.

–¡Aaaah! ¡E-espera, espera! Esto es demasiado vergonzoso, ¡no puedo permitir que el médico me vea así!

–Razón de más para llamarlo, ¿verdad?

–¡Demonio! ¡Hay un demonio en la clínica! Arahnia chilló.

–¿A quién llamas demonio? Soy una serpiente.

Honestamente, era molesto tratar con ella. Si bien anteriormente se había comportado tranquila y serena después de despertar a su amor por el Dr. Glenn, como si pudiera ver a través de todo, había comenzado a mostrar formas de expresiones más inocentes y de doncella. Mientras tanto, estaba muerta de preocupación por la aparición de otra rival por el amor del Dr. Glenn.

Como su amiga, debería haber estado feliz de que Arahnia ahora pudiera enfrentar honestamente sus propios sentimientos. Pero eso era un asunto completamente diferente.

Mientras se había convertido en una rival, era igual a Tisalia a mis ojos. No podía dejar que me quitara al Dr. Glenn. Esta vez, no fue solo para la diversión de Arahnia o una broma pesada: se había convertido en una seria rival por sus afectos.

–Está bien, entonces, ¿qué quieres que haga? Pregunté.

–… ¿Me ayudarás a salir de aquí de alguna manera? Respondió Arahnia.

–Está bien, está bien, respondí, deslizándome en la habitación. Mi decisión de ayudarla había sido imprudente.

–¡¿Eh?!

Estoy segura de que esto es evidente, pero soy una lamia. Soy diferente de los humanos y los monstruos que se tambalean sobre dos o cuatro patas. La larga cola de la parte inferior de nuestro cuerpo descansa plana contra el suelo y es mucho más estable.

Por lo tanto, “tropezar”, o cualquier tipo de error similar, son completamente irrelevantes para nosotras las lamia.

Sin embargo, hay momentos en los que olvidé lo demasiado largo que es realmente mi cuerpo. Y el interior de la habitación del Dr. Glenn ya estaba cubierto de seda de araña gracias a los planes de Arahnia.

En otras palabras, no me caí, simplemente no le presté atención a la seda, me atoré la cola y mi cuerpo terminó perdiendo el equilibrio. Tan sencillo como eso.

–… Ahora lo he hecho, dije, habiendo caído presa de la seda de Arahnia y cayendo hacia adelante en su pecho.

–Sapphee… Ahora, puede que no sea alguien para hablar, pero tú también eres bastante torpe, ¿no es así…? Dijo Arahnia.

–Todo esto es culpa tuya en el… No, decir eso no hará ninguna diferencia.

Agarrando los pechos de Arahnia, traté de liberarme. Una sensación suave, parecida a un pastel de arroz, se extendió por mi palma. Su abundante pecho era increíblemente irritante. No pude sostenerme en absoluto.

Sin embargo, no tenía sentido después de todo. La seda de Arahnia se extendía por todo su cuerpo, y casi parecía tener una mente propia mientras me enredaba también. La baba incluso se había pegado a mi cara, pero cuando traté de quitarme la desagradable sensación, mi mano también se quedó atascada.

La seda de araña, lo suficientemente fuerte como para capturar a la arachne que la creó, no debía subestimarse.

La arachne podría hacer un uso adecuado tanto de la seda que captura presas como de la seda que no captura presas controlando la cantidad de sus secreciones pegajosas. Por otro lado, cuando este limo blanco se usaba incorrectamente, podía llevarme al miserable estado en el que me encontraba.

–¡Ah…! ¡E-espera, Sapphee, ¿dónde estás tocando?! Dijo Arahnia.

–No los estoy tocando porque quiero—¡Oye! ¡¿Dónde estás tocando?! Respondí.

–¿Qué se supone que debo hacer? ¡Es demasiado pegajoso para moverme!

Cubiertas en seda, las dos nos retorcimos brevemente antes de que finalmente nos dimos cuenta de que era inútil y nos quedamos quietas.

Sabía a ciencia cierta que la vieja Arahnia nunca habría cometido este tipo de error. Para bien o para mal, al relajarse un poco, su disposición naturalmente descuidada había salido a la superficie. De cualquier manera, su descuido había terminado envolviéndome en el daño también.

–Oye, Sapphee, comenzó Arahnia.

–¿Qué? Respondí.

–… Perdóname por favor. Por siempre causarte problemas.

–Está bien.

Al ver este momento de ternura, de repente quise ser un poco más amable con ella. Cuando pensé en cómo ella solo me mostró este lado de sí misma, sentí un poco de orgullo y superioridad.

–Después de todo, somos amigas, continué.

–Sapphee… Respondió ella.

–Dicho esto, tenemos que hacer algo con nuestra situación.

Traté de usar la larga parte inferior de mi cuerpo para agarrarme a alguna parte, pero la seda de Arahnia tenía una rigidez que dificultaba moverse bien. Por lo general, mi cola podía agarrarse a las cosas, pero con la baba interponiéndose en el camino de la fricción, había perdido gran parte de su utilidad.

–Sería terrible si el Dr. Glenn nos viera y tuviera algún extraño malentendido, comenté.

–Oh, sí, sobre eso, respondió Arahnia.

–¿Qué?

–Desde el principio, había planeado estar al acecho alrededor del tiempo que supuse que regresaría. En otras palabras—

Cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde. Al sentir que alguien había entrado en la habitación, me di la vuelta y allí estaba el Dr. Glenn.

Su rostro, realmente no podía soportar mirarlo, pero estaba seguro de que estaba sorprendido.

–D-Doctor… Tartamudeé.

–Um, uh, bueno… Comenzó Arahnia.

Los cuatro brazos de Arahnia estaban atados y no podía mover su cuerpo. Tenía mi rostro enterrado en su pecho, cubierto de seda viscosa. Nuestra ropa se había despeinado por nuestras luchas.

Inquietantemente, mi cola estaba intrincadamente enroscada alrededor de las ocho patas de Arahnia, en lo que estaba segura, era una escena indescriptiblemente excitante para contemplar.

–Bueno, verás, pensé que me dirigiría al Salón del Consejo, pero… Nunca hubiera pensado que ustedes dos, eh, estarían en mi habitación así… Comenzó el Dr. Glenn.

–¡D-doctor! ¡Um! Llamé.

–P-por favor, ¿tómense su tiempo? Dijo el Dr. Glenn, saliendo de la habitación como para escapar.

–¡¿Tomar nuestro tiempo?! ¡No, lo has entendido todo mal! –¡Dr. Glenn! ¡Espera! ¡Por favor ayúdenos! Grité detrás de él. –Parece que ya se ha ido, respondió Arahnia. –¡Nooooooo! ¡Maldita sea!

Al final, tomamos prestada la ayuda de las hadas y logramos salir de la seda. Se cayó fácilmente con un poco de agua caliente. Si bien solo implicó hervir agua, terminó tomando a las hadas una cantidad significativa de tiempo.

Durante la espera, Arahnia y yo permanecimos como estábamos, abrazadas con fuerza. Empezó a dolerme la cabeza cuando pensé en cómo explicarle al Dr. Glenn las circunstancias detrás del incidente.

Caer en tu propia trampa.

Esas fueron las palabras que vinieron a mi mente.

Se podría decir que Arahnia siempre se había estado atando. Los lazos que la unían no podían desmoronarse en un corto período de tiempo. Pero si fue el despertar de su amor por el Dr. Glenn lo que la hizo volver a actuar como una jovencita normal, entonces pensé que era absolutamente maravilloso.

Dicho esto, mi asistencia como profesional médico terminó aquí.

Si ella iba a hacer todo lo posible para atraer a Glenn, entonces tampoco podía bajar la guardia. Después de todo… Yo también amo al Dr. Glenn. Sentí que mi cola estaba a punto de traquetear en advertencia. Arahnia no fue la única cobarde.

–Oye, Arahnia, ¿te diste cuenta? Pregunté mientras limpiaba mi cuerpo con la toalla que las hadas nos habían dado.

–¿Notar qué? Respondió ella.

–El Dr. Glenn llevaba su amuleto de escamas de dragón.

–…Espera, ¿él se enteró? ¿Sobre mi crimen?

–Me pregunto…

Siempre pensé en él como un hermano menor tonto, pero tal vez se había dado cuenta de que Arahnia había tratado de robar el encanto.

Deseché este pensamiento por absurdo, pero luego consideré el hecho de que el Dr. Glenn era muy inteligente. Si realmente lo había descubierto, eso significaba que todavía estaba permitiendo que Arahnia trabajara en la clínica con normalidad, sabiendo todo sobre las bromas que había estado jugando. Si eso fuera cierto, entonces realmente significaba que no había límite en lo bondadoso y de buen corazón que era.

–Por otro lado, ¿tal vez finalmente convenció a la señorita Skadi…? Reflexioné.

–Ahora, si ese es el caso, entonces finalmente ha llegado el momento, ¿no es así?

Cualquiera que fuera la verdad, significaba que el Dr. Glenn probablemente también había visto a través de mis intentos de obstaculizar los planes de Arahnia, que le había ocultado.

Los hombres realmente maduran antes de que uno se diera cuenta.

Sin embargo, si bien eso puede ser cierto, no le quitaría los ojos de encima.

Estoy atenta, así que no creas que te dejaré coquetear con otras mujeres, Glenn.

***

Esa noche, el Dr. Glenn regresó a la clínica y felizmente anunció que se había fijado la fecha de la cirugía. Realmente parecía un niño en su triunfo al poder salvar a la señorita Skadi.

Por fin, todos los planes hechos para la gran operación se encaminaban hacia su conclusión.