Lord of Mysteries (NW)

Volumen 1

Capitulo 63: Interpretación de Sueños

Klein avanzó unos pasos y vio al cliente. Estaba vestido con un traje negro formal y un sombrero de media copa. Sostenía un bastón de madera con incrustaciones de oro y su cabello rubio era corto y se ensanchaba a los lados. Tenía una nariz aguileña similar al pico de un halcón.

El prometido de Anna… Joyce Meyer, quien pasó por un calvario aterrador. Klein, que lo había visto en la adivinación de sus sueños, inmediatamente lo saludó con una sonrisa: “Buenas tardes, señor Meyer”.

“Buenas tardes, Sr. Moretti.” Joyce se quitó el sombrero y se inclinó a modo de saludo. “Gracias por el consejo que le dio a Anna. Ella no para de elogiar lo milagroso que es usted”.

Klein se rió y dijo: “No cambié nada. Debería agradecerse a usted mismo. Sin su determinación y su esperanza de un mañana mejor, no habría podido superar tal calamidad”.

Después del intercambio de cortesías, Klein no pudo evitar satirizar interiormente.

¿Cuenta esto como ser unos lamebotas profesionales?

“Con toda honestidad, aún considero que mi regreso con vida es un sueño. Todavía no puedo creer que sobreviví ola tras ola de terribles pruebas”. Joyce sacudió la cabeza, recordando.

Sin esperar la respuesta de Klein, preguntó con curiosidad: “Sabía quién era yo en el momento en que me vio. ¿Fue por mi nariz única, o porque adivinó que lo visitaría?”

“Tenía su información detallada. Eso es suficiente para un vidente”, respondió Klein vagamente, comportándose como lo haría un charlatán.

Joyce estaba realmente atónito. Más de diez segundos después, esbozó una sonrisa.

“Señor. Moretti, deseo solicitarle una adivinación.”

En el momento en que terminó su oración, se dio cuenta de algo.

El Sr. Klein Moretti se había dirigido a sí mismo como un vidente, no como un adivino. ¡Un vidente!

“Muy bien, vayamos a Topacio”. Klein hizo un gesto.

En ese momento, sintió que debería estar usando una túnica larga y negra, para hacer el momento más dramático. Trató de mantener sus palabras al mínimo para acentuar la mística de un vidente.

Joyce Meyer cerró la puerta detrás de él después de entrar en la sala de adivinación. Mientras observaba su entorno, Klein aprovechó la oportunidad para tocar su entrecejo dos veces y activó su visión espiritual.

Joyce se sentó y dejó su bastón a su lado. Se acomodó la pajarita negra y dijo con voz ronca: “Sr. Moretti, deseo que interprete mi sueño”.

“¿Interpretación de sueños? ya veo.” Klein actuó como si estuviera dentro de sus expectativas, pero simplemente estaba pidiendo una confirmación.

Vio que los colores que representaban la salud de Joyce eran algo tenues, pero ninguno de ellos indicaba una enfermedad inminente. Los colores que simbolizaban sus emociones eran predominantemente azules, y su oscuridad mostraba que obviamente estaba muy nervioso.

Joyce asintió con seriedad.

“He tenido el mismo sueño horrible todas las noches desde que la Alfalfa llegó al puerto de Enmat. Sé que esto podría estar asociado con el trauma de la terrible experiencia y que debería ir a ver a un psiquiatra, pero sospecho que este no es un sueño común. Un sueño normal definitivamente tendría algunos detalles que son diferentes incluso si se repiten todas las noches, pero este sueño es, al menos, constante en las partes que puedo recordar”.

“Para un vidente, este tipo de sueños son vistos como revelaciones dadas por lo divino”, dijo Klein, medio consolando y medio explicando. “¿Puede describirme el sueño?”

Joyce apretó los puños y se inclinó hacia adelante. Pensó profundamente por un momento antes de decir: “Soñé que me caía del alfalfa hacia el océano. El océano era rojo oscuro, como si estuviera lleno de sangre vieja.

“Mientras caía, una persona en el bote me sostuvo. No pude identificarlo, pero sé que era muy fuerte. Yo también estaba agarrando a una persona en un intento de salvarlo de caer al mar. Conozco a esa persona. Era pasajero del Alfalfa, Younis Kim.

Debido a que pesaban mucho y forcejeaban, no pude resistir y solo pude soltar su mano y esperar verlo ser devorados por el mar de sangre.

En ese momento, la persona sobre mí también soltó su mano. Agité los brazos con la esperanza de agarrarme a algo, pero no había nada. Solo pude caer en picado rápidamente.

Luego me despierto con horror, el sudor me cubre la espalda y la frente”.

Klein sostuvo su frente y la golpeó suavemente como si estuviera pensando. Luego organizó sus palabras y dijo: “Sr. Meyer, pesadillas, pesadillas similares y pesadillas repetitivas, todos estos son problemas psicológicos y tienen una fuente correspondiente. La misma pesadilla que se repite una y otra vez es un recordatorio de su espíritu. También es una revelación que le ha sido dada por lo divino”.

Al ver que Joyce parecía confundido, continuó: “No tenga ninguna duda, la espiritualidad de una persona común también es capaz de dar recordatorios”.

“No sé qué pasó exactamente en la Alfalfa, pero puedo ver que fue una tragedia llena de sangre y violencia. Le ha dejado un profundo trauma”.

Al ver a Joyce asentir levemente, Klein continuó: “Debe haber estado muy horrorizado, muy asustado en ese barco. Es fácil que una persona pierda sus habilidades de observación cuando se siente abrumada por emociones tan intensas; por lo tanto, faltan signos que debería recordar en su sueño. Esto no quiere decir que no haya visto esos signos, sino que los ha desatendido, ¿comprende? los ha ignorado.

“En su subconsciente, en su espiritualidad, los detalles que se han perdido están presentes de todos modos. Si lo que olvidó es lo suficientemente importante, entonces su espiritualidad se lo recordará en forma de sueño”.

Anteriormente, tuve un caso similar de ignorar un sentimiento, solo para luego darme cuenta de que el diario estaba con Ray Bieber… Pero yo era más sensible y tenía una espiritualidad más fuerte. También tenía más conocimientos sobre misticismo y, por lo tanto, podía hacer una deducción más rápidamente…  Klein hizo una pausa por unos segundos y miró a los ojos de Joyce Meyer.

“¿El señor Younis Kim, a quien dejó caer en el mar de sangre, le pidió algo en el bote, pero finalmente no pudo escapar de su destino?”

Joyce movió su cuerpo de forma poco natural. Abrió la boca varias veces antes de responder.

“Sí, pero no lo compadezco. Tal vez dentro de unos días o una semana, verá en los periódicos lo cruel y malvado que era. Violó y asesinó al menos a tres mujeres y arrojó a un bebé al mar. También lideró un grupo de salvajes que habían perdido la razón y masacraron brutalmente a los pasajeros y la tripulación del barco.

“Era fuerte y malvado. No me atreví, ni pude detenerlo. Solo habría perdido mi vida”.

“No dudo de lo que hizo”, dijo Klein, dejando clara su posición. Luego explicó: “Pero su sueño me dice que se arrepiente y que lo siente. Cree que no debería haber soltado su mano en ese entonces. Ya que cree que matarlo fue un acto de justicia, entonces ¿por qué se arrepiente y lo lamenta tanto que tiene sueños recurrentes en los que suelta su mano?

“Tampoco lo sé…” Joyce negó con la cabeza, confundido.

Klein cruzó las manos y las colocó debajo de su barbilla. Intentó analizar la situación.

“Incorporando lo que acabo de describir, parece que se ha perdido ciertos detalles. Por ejemplo, todo lo que mencionó Younis Kim, el contenido de su alegato, la forma en que se presentó, etcétera. No puedo recordar el incidente por usted, así que piénselo detenidamente”.

“No hay nada… Todo lo que pudo decir en ese entonces fue ‘perdóneme, me rindo’…” Joyce murmuró, perplejo.

Klein no sabía exactamente qué sucedió, por lo que solo podía guiarlo en función de lo que entendió del sueño.

“¿Quizás sintió que Younis Kim era más útil vivo, que podía probar algo o explicar algo?”

Joyce frunció el ceño. Pasó un tiempo antes de que dijera: “Tal vez… todavía encuentro que el conflicto que surgió en el Alfalfa sucedió demasiado repentinamente y se volvió intenso demasiado rápido. Era como si la maldad oculta en el corazón de todos hubiera estallado incontrolablemente… Era demasiado anormal, muy anormal… Tal vez, tal vez deseaba interrogar a Younis Kim y preguntarle por qué actuó como si estuviera poseído por el diablo en primer lugar…”

Klein de repente tuvo un golpe de inspiración después de escuchar la descripción del sueño de Joyce. Habló misteriosamente con un tono único de charlatán.

“No, esa no es la única razón”.

“¿Qué?” Joyce parecía sorprendido.

Klein cruzó las manos y levantó la barbilla. Miró directamente a los ojos de Joyce y dijo con un tono lento pero contundente:

“No solo encontró el asunto anormal, sino que también vió algunas cosas y las ignoró. Y juntar estas cosas que ignoró da como resultado una conclusión aterradora.

Su espiritualidad le está diciendo que hay alguien de quien debería sospechar. Y esa persona es la que lo había agarrado pero finalmente soltó su mano en el sueño. No sospecha de él conscientemente y, por lo tanto, no puede identificarlo. Él es su socio. ¡Él una vez tuvo control sobre su destino, o tal vez, incluso le salvó antes!”

Joyce se echó hacia atrás de repente y se estrelló contra el respaldo de la silla con un ruido sordo.

Su frente lentamente se llenó de sudor, sus ojos se llenaron de confusión.

“Yo… lo veo…”

De repente, Joyce se levantó ruidosamente, lo que hizo que su silla se tambaleara y casi se cayera.

” El Señor Tris…” Usó toda su energía para pronunciar el nombre.

“Era un niño simpático y tímido de cara redonda. Él fue el héroe que salvó a los sobrevivientes…”

Klein no interrumpió los pensamientos de Joyce. Se inclinó un poco hacia atrás y esperó.

La expresión de Joyce cambió varias veces, finalmente volviendo a la normalidad, una normalidad que tenía un poco de palidez.

Él reveló una sonrisa triste.

“Entiendo ahora. Gracias por interpretar mi sueño. Tal vez sea hora de que haga un viaje a la estación de policía”.

Sacó su billetera de cuero y sacó un billete de un sol.

“No creo que el dinero pueda pagar completamente su valor, y solo puedo darle el precio que puedo pagar ahora. Esto es para usted.” Joyce empujó la nota hacia Klein.

No me hubiera importado que me diera 10 libras… Un soli, seguro que es como su prometida…  Klein mantuvo su aire misterioso de charlatán y no dijo nada, sonriendo mientras presionaba la nota.

Joyce respiró hondo, se puso el sombrero y se volvió para caminar hacia la puerta.

Mientras estaba abriendo la puerta, se volvió y dijo con sinceridad:

“Gracias, Maestro Moretti.”

¿Maestro? Klein se rió para sí mismo. Observó cómo Joyce salía de la sala de adivinación y se decía a sí mismo en silencio:

Lo que sea que sucedió en el Alfalfa parece extraordinario… Si tan solo el Capitán estuviera aquí. Él sería capaz de entender lo que sucede en los sueños de Joyce Mayer…

***

Martes al amanecer. Backlund, distrito de la emperatriz.

Audrey, que se despertó temprano, le hizo señas a su golden retriever Susie. Ella dijo con un tono serio: “Susie, ahora también eres una Beyonder. Somos del mismo tipo, ew, no, lo que quiero decir es que tenemos que ayudarnos entre nosotras. Cuida la puerta más tarde y no dejes que nadie me moleste. Tengo que realizar un ritual.”

Susie miró a su ama y sacudió la cola con irritación.