Risou No Himo Seikatsu (NL)

Volumen 7

Capítulo 2: La Ceremonia De Matrimonio.

Parte 2

Unos días más tarde.

El día de la ceremonia llegó sin ningún incidente.

Estaban celebrando la ceremonia de matrimonio en el salón de banquetes en el edificio principal de la residencia Guzzle.

No era tan pomposo como la “Sala del Rey Dragón”, donde Zenjirou y Aura habían celebrado su boda, pero era casi tan grande.

El gran salón estaba lleno de numerosas mesas redondas y los nobles invitados se sentaron en sillas alrededor de ellos.

No hace falta decir que Zenjirou fue uno de ellos. Con él, en la misma mesa, estaban sentados su princesa Freya y su retenedor de confianza Skathi, así como su guardaespaldas, el Caballero Natalio.

Inés se puso de pie detrás de él con su ropa habitual de mucama.

Una ceremonia de matrimonio en el Reino de Carpa no era tan rica en almidón, por lo que los invitados disfrutaron de una charla con algunas bebidas hasta que la pareja de novios hizo su entrada.

“Así que esta es una ceremonia de matrimonio en el Continente Sur. Veo que no es tan diferente de la nuestra. ”

Bajando la copa de plata con jugo de fruta de su boca, la Princesa Freya comenzó a hablar con Zenjirou a su lado con una sonrisa encantadora jugando en sus labios.

“Ah, entonces es así. Tampoco estoy tan familiarizado con la cultura en el Continente Sur, pero he oído que solían sentarse en una alfombra suave durante la ceremonia en el pasado.

Podría ser la influencia del Continente del Norte que todos los invitados estén sentados en sillas en las mesas ahora “.

“Eso es bastante plausible. Me gustaría agradecerle a mis antepasados por eso. ”

Zenjirou se dio cuenta de lo que ella estaba insinuando, por lo que casualmente preguntó con un tono juguetón.

“Oh, ¿te sientes incómodo al sentarte en una alfombra?”

“Sí, me temo que sí”. La

princesa Freya miró hacia abajo un poco avergonzada, cuando estuvo expuesta.

Aunque la cultura de sentarse en una alfombra era cosa del pasado en el Continente Sur, todavía no se había desvanecido por completo.

Algunos eventos tradicionales aún requerían que te sentaras con las piernas cruzadas sobre una alfombra y algunas casas nobles conscientes de la tradición se abstuvieran de colocar sillas y mesas en el comedor hasta el día de hoy, colocando y comiendo los platos encima de la alfombra.

Debido a eso, la nobleza en el Reino de Carpa estaba más o menos acostumbrada a sentarse en una alfombra, pero la Princesa Freya era una nobleza proveniente del Continente Norte, por lo que no podía llegar a esa costumbre.

Por otro lado, Zenjirou también estaba bastante de acuerdo con la costumbre. El Japón moderno ciertamente estaba viendo más y más apariencias de sillas y mesas, pero aún había muchas ocasiones para sentarse con las piernas cruzadas en el suelo como en una habitación con tapetes de tatami.

Gracias a eso, Zenjirou no sufrió tanto durante los eventos tradicionales sin sillas y mesas.

(¿No tendrá más problemas como ese, cuando en realidad se convierta en mi concubina?)

Zenjirou estaba preocupada, pero la única forma de averiguarlo sería preguntarle directamente.

Pero si le dijera que estaba preocupado por su vida como concubina, prácticamente admitiría que la aceptaba como concubina.

En la actualidad, todo indicaba que la princesa Freya se convertía en su concubina. Probablemente ya era imposible para él evitar ese desarrollo por su propio esfuerzo, pero incluso entonces, tampoco había ninguna razón para acelerar ese proceso.

Mientras Zenjirou reflexionaba sobre eso, el golpe de un gran gong sonó y resonó en el pasillo.

“Oh”. ”

Parece que es hora”.

El gong atrajo la atención de todos los invitados que conversaban y de la pieza central de hoy, la pareja de novios hizo su aparición.

“…”

El primero en aparecer fue el novio, Puyol Guillén.

Con su uniforme completo, el general gigante avanzó imponente sobre la alfombra roja mientras la espada decorativa de bronce colgaba de su cintura.

Por lo general, era él quien vestía el uniforme militar en lugar del atuendo tradicional del Reino Carpa en su ceremonia de boda. De hecho, un uniforme le quedaba muy bien.

Cerca de dos metros de altura y cien kilogramos de peso, el soldado de acero llevaba el extravagante uniforme militar decorado con hilos de oro como una segunda piel. Personificó la imagen común de un “General del Ejército” a la par.

“…”

Después de él siguió a una mujer de unos veinte años con un vestido largo blanco.

Zenjirou la estaba viendo por primera vez, pero no había duda de que ella era la novia, Lucinda Guzzle.

De acuerdo con la etiqueta apropiada, ella siguió un paso atrás al lado de su novio anterior.

Aura y Zenjirou habían caminado uno junto al otro, cuando se habían casado como la Reina y el Príncipe Consorte, pero esa había sido una excepción extremadamente rara a la excepción.

Normalmente, la novia seguía en diagonal al novio en una ceremonia de matrimonio en el Reino de Carpa.

El novio estaba atrayendo la mayor atención, pero Zenjirou estaba mirando a la novia, ya que la estaba viendo por primera vez.

(Así que ella es Lucinda. No es la más bonita que hay, pero aún así es hermosa.)

Se veía más pequeña, porque estaba detrás del General Puyol, de casi dos metros de altura, pero en realidad tenía una estatura y altura promedio.

Su cabello negro estaba lleno y glamoroso, sus ojos negros brillaban con amabilidad y su piel tenía el tinte marrón común de una persona del Reino de Carpa. Incluso vestida con el vestido de novia blanco como la nieve, todavía se veía un poco simple, pero sus rasgos estaban lo suficientemente definidos como para obtener una respuesta positiva inmediata, cuando le preguntaban a alguien si era una belleza o no.

Mientras tanto, la pareja de novios avanzó sobre la alfombra roja y subió al podio.

Allí les esperaba un sacerdote mayor. Iba a realizar la ceremonia de matrimonio.

Dado que la religión principal en el Continente del Sur, la fe en los espíritus, no estaba realmente institucionalizada, el sacerdote solo era responsable de una mano de ocasiones ceremoniales como la mayoría de edad, el matrimonio o el entierro.

El anciano sacerdote se enfrentó a la pareja de novios frente a él y abrió la boca cubierta por una barba blanca.

“Bajo la protección de los Espíritus, este hombre y esta mujer entrarán hoy en el vínculo sagrado del matrimonio. Que los espíritus sonrían a su futuro.

Desde tiempos inmemoriales, el hombre valiente siempre ha protegido a la frágil mujer detrás de él, mientras que la mujer compasiva siempre ha ofrecido consuelo al hombre necio en sus brazos. Los Espíritus seguramente responderán a su empatía mutua ”.

Debido a que la Fe del Espíritu en el Continente del Sur no había sido sistematizada ni institucionalizada, las palabras rituales en estas ocasiones generalmente las determinaba el sacerdote de turno.

Zenjirou escuchó con curiosidad el discurso del sacerdote, pero de repente se sintió incómodo, por lo que miró a su alrededor por el rabillo del ojo mientras mantenía su mirada centrada en la pareja nupcial.

(¿Hmm? ¿Siento una mirada en mí? ¿De quién?)

No podía verlo con tanta claridad, porque solo estaba mirando por el rabillo del ojo, pero sí vio la silueta robusta de un soldado.

(Los invitados extranjeros deben estar sentados allí … ¿Entonces, ese es el general Martín del Reino de Navarra?)

En realidad, Zenjirou no estaba mirando al general Martín, sino al Capitán Cris, que estaba sentado a su lado, pero no podía discernirlo tan bien. porque todavía estaba mirando hacia adelante.

Dicho esto, el Capitán de Caballero Cris era delgado y solo tenía ciento ochenta centímetros de altura, mientras que el General Martín era prácticamente un gigante con sus casi dos metros de altura y cien kilogramos de peso.

Sus auras eran demasiado diferentes para empezar.

Zenjirou estaba desconcertado de por qué era el objetivo de su atención en lugar de la pareja de novios en medio de la ceremonia, pero en realidad no era tan extraño.

Fue el Príncipe Consorte de la gran potencia conocida como el Reino de Carpa. En definitiva, una realeza auténtica con una línea de sangre mágica.

Así que una autoridad extranjera obviamente iba a prestarle más atención que la pareja de novios.

Mientras tanto, la ceremonia avanzaba.

En el continente sur, las ceremonias de matrimonio siguieron todo tipo de procedimientos, como el discurso del sacerdote o los votos matrimoniales de la pareja, pero esta ceremonia fue un poco diferente al final.

“La pareja ahora intercambiará los anillos de bodas”.

El extraño ritual de intercambiar anillos de boda hizo que los invitados murmuraran agitados y Zenjirou abriera los ojos con sorpresa.

En ese mismo momento, el general Puyol se enfrentó a Zenjirou y le dirigió una mirada apreciativa mientras sonreía por un segundo.

Zenjirou entendió con eso.

(Oh, cierto. Aura me dijo que mis anillos de matrimonio habían empezado la costumbre de cambiar los anillos de boda en este país también.

Así que el general Puyol también lo notó, eh).

La mirada anterior debe haber expresado su gratitud a Zenjirou por Presentándoles la costumbre de intercambiar anillos de boda.

Bajo la atenta mirada de los invitados, la pareja de novios tomó el par de anillos del sacerdote y los puso en el dedo de su pareja.

Zenjirou no fue tan lejos como para decirles que el anillo de bodas pertenecía al dedo anular de la mano izquierda. Simplemente sucedió de forma natural, ya que ese dedo proporcionó los menores inconvenientes al usar un anillo en todo momento.

La misma razón probablemente se aplique a su diseño de oro simple sin gemas.

Como soldado, el general Puyol de ninguna manera se beneficiaría de llevar una joyería incómoda en su dedo. El anillo liso sin ninguna gema probablemente había sido un compromiso por su parte.

Sin embargo, podría ser un poco demasiado simple para una mujer. Incluso en este mundo, a la mayoría de las mujeres les gustan las gemas grandes y hermosas.

Un pensamiento de repente cruzó la mente de Zenjirou.

(¿Quizás también debería hablarles sobre los “anillos de compromiso”? Las mujeres seguramente adorarán un anillo brillante, pero los hombres tendrán que pagar los costos. Supongo que los anillos de boda son suficientes por ahora).

Aparentemente, Lucinda era diferente a la la mayoría de las mujeres entrecerraron los ojos alegremente, cuando el general Puyol le puso el anillo dorado sin adornos en la mano.

“Gracias, Mi Marido”.

Por alguna razón, la suave voz de la novia resonó en todo el salón.