Monster Musume No Oisha-san (NL)

Volumen 2

Capitulo 3: La Aracne Hedonista

Parte 1

El viaje de Glenn al pueblo había durado más de lo que había previsto originalmente.

Hubo varias razones para la prolongación de la estadía. Una era que estaban esperando a que el esguince de Kay se curara por completo. Otro era que había más pacientes a los que tenía que atender en la aldea arpía de los que esperaba. Sin embargo, la principal razón fue por todos los terremotos.

–Ungh, dijo Sapphee.

–Otro, ¿eh? Glenn estaba terminando algunos trámites en la clínica cuando el escritorio comenzó a temblar.

Desde que Glenn había llegado a la aldea de las arpías, los terremotos se producían con bastante frecuencia. La mayoría de ellos fueron solo un pequeño temblor, y como Glenn estaba acostumbrado a los terremotos, no les hizo caso. Sin embargo, Sapphee no parecía manejarlos bien en absoluto, y se ponía tensa incluso con el más mínimo temblor de la tierra.

Además de eso, los terremotos más grandes sacudieron la tierra ocasionalmente también. No fueron lo suficientemente graves como para causar daños o lesiones en la aldea, pero según las arpías, el camino de regreso a Lindworm había sido destruido y algunas áreas también estaban experimentando deslizamientos de rocas.

En otras palabras, actualmente estaban atrapados en la aldea hasta que pudieran estar seguros de que el camino que bajaba por la montaña era seguro. Sin embargo, mientras esperaban, la estación se volvió más y más fría día a día. Si el pueblo quedara bloqueado por la nieve, ya no podrían usar el carruaje. El objetivo de Glenn era salir del pueblo antes de que comenzara a nevar.

–Sapphee, no tienes que estar tan asustada.

–No hay muchos terremotos en territorio de monstruos, dijo en respuesta, como si estuviera tratando de lucirse y al mismo tiempo dar una excusa. – -Lindworm tiene una buena cantidad de temblores de vez en cuando, pero es raro encontrar un monstruo que no les tenga miedo… Yo diría que es extraño que pueda permanecer tan calmado, Dr. Glenn.

–Bueno, mi ciudad natal tenía muchos terremotos, así que estoy acostumbrado a ellos…

En cuanto a las arpías, tampoco parecían asustadas por los terremotos. Bueno, pensó Glenn, todas tienen sus alas. Probablemente sabían que, si la tierra comenzaba a temblar, podrían escapar por el aire.

Sin embargo, ante ese pensamiento, Glenn recordó el ceño fruncido del anciano de la aldea. Era cierto que la vieja arpía tenía una expresión severa al principio, pero había fruncido aún más las cejas ante la frecuencia de los terremotos. Después de todo, ser el líder de la aldea significaba que no podía simplemente relajarse en situaciones como esta.

–Pero es extraño, ¿no? Hay terremotos casi todos los días aquí.

–En serio, dijo Sapphee, –Desearía que nos dieran un respiro.

–Espero que no sea un presagio de lo que vendrá… Glenn no se sorprendió por los terremotos en sí, pero definitivamente encontró anormal la frecuencia de estos.

Afortunadamente, el esguince de Kay se había curado por completo. Glenn sabía que, si pudieran despejar el camino de la montaña, podrían ponerse en camino de inmediato. Tisalia compartió su línea de pensamiento.

Por ahora, solo deseaba que los terremotos amainaran un poco.

–¡Dr. Gleeeeenn! La puerta se abrió de golpe.

Illy entró corriendo en la sala de examen, con las alas tan deslumbrantes como siempre. Al volver a crecer las plumas, se había vuelto completamente sana y vivaz, pero no importaba cómo se le mirara, se había vuelto demasiado enérgica y ahora Tisalia y las otras arpías de la aldea la regañaban a menudo.

¡Illy! No irrumpas así, ¡quédate en la sala de espera! Gritó Sapphee. –¿Qué? ¡Pero-!

–¡Sin peros! Sapphee le gritó. Sin embargo, por mucho que le gritaran, a Illy no le molestaba en absoluto.

Illy tenía toda la energía de una ráfaga de viento; ella no se mantendría bajo control por una simple reprimenda.

–Ya, ya, Sapphee, dijo Glenn. –No tenemos pacientes ahora de todos modos, ¿verdad?

–¡Ahí tiene, doctor! ¡Aprende las cosas rápido! –La cresta de Illy subía y bajaba. Parecía que estaba feliz con la respuesta de Glenn.

Había una mirada en los ojos de Sapphee que decía que todavía quería decir algo, pero al final dejó escapar un suspiro, frotándose las escamas del borde de los ojos. Glenn estaba seguro de que eso significaba que volvería a sermoneado cuando llegara la hora de la cena.

Siendo ese el caso.

Glenn ya podía ver el motivo de Illy para irrumpir en el examen habitación.

–Entonces… ¿De qué se trata todo esto?

–¡Si lo supiera, no me habría precipitado aquí! Cada vez que Illy levantaba la voz, la cresta en la parte superior de su cabeza rebotaba con ella. Glenn y Sapphee no estaban ocupados de todos modos, pero ese no era el problema.

La cara de Illy hasta el pecho estaba cubierta de algo pegajoso. Era un líquido blanco parecido a una mucosidad. Glenn se preguntó si habría corrido por el pueblo con este aspecto. La sustancia desconocida goteó en gruesas gotas por el suelo de la clínica.

–¡Estaba volando por el bosque cuando de repente se me pegó a la cabeza!

¡¿Qué es esto?! ¡¿Por qué me siguen pasando estas cosas?!

–¿Puedo tocarlo? Preguntó Glenn.

–Ajá

Después de obtener el permiso de Illy, Glenn le tocó la mejilla.

El misterioso líquido blanco se le pegó a la cara desde la punta de la nariz hasta la mejilla. Se adhirió al dedo de Glenn cuando lo tocó. A primera vista, parecía ser una especie de líquido, pero se sentía como algo diferente cuando se tocaba. Fue sorprendentemente difícil liberarse. Menos como un líquido… más como una cuerda pegajosa.

–Esto se siente tan asqueroso, dijo Illy.

–Espera, no…

Incapaz de soportarlo más, Illy comenzó a limpiarse la cara con las alas. Sin embargo, esto tuvo el efecto contrario al que pretendía. La sustancia pegajosa, que se asemejaba a un limo, también se adhirió a las alas de Illy.

Tirar de las cuerdas estrechas hacía que sus plumas se pegaran y se enredaran.

—¡Eeeek! ¡Se me está pegando! ¡Doctor!

–Vamos, deja de moverte. Simplemente quédate quieta.

–Ugh… Tengo un poco en mi boca… Es muy amargo…

Con sus orgullosas alas atrapadas en la sustancia blanca, el rostro de Illy se puso pálido. Al final, la sustancia no se le quitó del rostro. Cuanto más luchaba, más se le pegaba la sustancia.

Glenn sabía exactamente qué era.

–Esto es seda de araña… No, ¿seda de aracne, tal vez? Tocar los hilos viscosos, de los que era imposible liberar las manos, se lo había recordado.

Las aracne eran una especie de monstruo que tenía la parte inferior del cuerpo de una araña. La seda característica que producían se utilizaba en realidad de diversas formas. Se dice que es más fuerte que el acero en la cantidad correcta, la seda del aracne podía hilarse para hacer ropa si se procesa correctamente.

–Así es, tu ropa está hecha de seda aracne, ¿no es así Sapphee? preguntó.

–Eso es correcto, dijo Sapphee. –Es bastante difícil encontrar a alguien que pueda hacer ropa que bloquee la luz que no sea una aracne.

La ropa interior elástica que bloquea la luz de Sapphee era lo único que ninguna otra especie de monstruo podía imitar. Creado por aracne, que se especializaban en producir y procesar su propia seda, fue el mejor ejemplo de su habilidad y técnica.

La seda de araña era bastante similar, pero la aracne no producía un solo tipo de seda. Un tipo estaba compuesto por una sustancia adhesiva que se usaba para atrapar presas. El otro era un hilo sin adhesivo que podían usar para sostener sus propios cuerpos. Cambiando entre esos tipos de seda a voluntad, podían crear trampas y telarañas, o confeccionar ropa. Su seda realmente tenía una amplia gama de aplicaciones.

Como soldados, se pensaba que las aracne eran las estrategas militares más fuertes que existían. Así de capaces eran: las aracne usaban su propia seda para lidiar con todos y cada uno de los problemas que pudieran tener.

–Debes haber volado hacía alguna red que dejó una aracne aquí en la montaña, dijo Glenn. –Probablemente esté usando sus redes para moverse. Qué mala suerte para ti, Illy.

–Grrr. Ya no volaré tan bajo…

–Es una buena idea. Podrías terminar teniendo otro accidente. Usar sus redes para maniobrar entre los árboles fue un movimiento característico de la aracne. Al volar por encima de los árboles, las arpías podrían evitar ser atrapadas.

–Si es seda de un aracne, se desprenderá en agua caliente. Incluso podrías saltar a las aguas termales para lavarte. Estoy seguro de que tu ropa estará bien si la lavas allí también.

–¡¿En serio?! De acuerdo, entonces me marcho.

Con un giro, comenzó a correr de nuevo. Ella era realmente una joven inquieta, pero Glenn pensó que esto era simplemente la naturaleza de Illy. Simplemente no tenía la personalidad para quedarse quieta en algún lugar.

Illy parecía lista para salir corriendo directamente de la clínica, pero al salir por la puerta se detuvo de repente. Riendo con picardía, se dio la vuelta.

–¿Quiere venir conmigo, doctor? ¿A las aguas termales?

–¡Date prisa y sal de aquí! Sapphee golpeó el suelo con la cola con un ruido fuerte. Illy salió volando de la clínica después de que le gritaran, como si estuviera tratando de escapar. –¡No sea tan tonto, doctor! ¡Ella todavía es solo una niña!

–No hice nada, Sapphee. Cálmate.

–¿Cómo se supone que voy a calmarme?… Los rivales siguen apareciendo de izquierda a derecha… ¡La señorita Cthulhy y la señorita Tisalia ya son molestia más que suficiente!

Sapphee se cubrió la cara y golpeó el suelo con la cola. Se había vuelto bastante inestable emocionalmente desde que llegaron al pueblo. Glenn pensó que debía ser el agotamiento de trabajar tan lejos de Lindworm, junto con los fríos vientos de las montañas de la aldea, lo que la había vuelto tan insegura.

–Además… Dijo Sapphee. –Tengo un mal presentimiento. La seda de un aracne… No puede ser, ¿verdad?

–¿Sabes algo sobre esto, Sapphee?

–No, no puedo decir nada todavía, pero tengo un mal presentimiento al respecto… Raro para ella, Sapphee mostró su propia preocupación claramente en su expresión.

Teniendo en cuenta lo inteligente y atenta que era Sapphee a los detalles, su mal presentimiento tenía muchas posibilidades de resultar cierto.

–Tenemos que prepararnos, entonces. ¿Verdad, Sapphee?

Ante las palabras de Glenn, Sapphee mantuvo su rostro cubierto y asintió levemente con la cabeza.

***

Durante los siguientes días, hubo un fuerte aumento en el número de arpías que ingresaron a la clínica.

La mayoría de los que vinieron eran como Illy: habían estado volando por el bosque y luego se quedaron atrapados en las telarañas cuando despegaban o aterrizaban. La seda se podía lavar con agua caliente, pero parecía que las arpías de la aldea no habían entrado en contacto con las telarañas de aracne antes y vinieron a la clínica porque se sentía espeluznante y asqueroso.

Los más perjudicados fueron las jóvenes arpías que salieron a patrullar para asegurarse de que el camino de la montaña fuera seguro.

–Eh. Esto es… Un problema, dijo Glenn.

–Sí, un gran problema, asintió Sapphee. Su intuición había acertado.

Si las alas de las arpías se enredaban lo más mínimo en las telarañas, eran completamente incapaces de volar. Sus alas requerían un cierto grado de operación sutil y fina para funcionar. Las jóvenes arpías habían estado despejando el camino de la montaña de cualquier peligro, así como comprobando el camino hacia Lindworm para que Glenn y los demás regresaran a la ciudad, pero ese trabajo ahora se retrasó debido a las misteriosas redes de aracne.

También era fácil pensar que si una arpía se enredaba en una posición extraña cuando despegaban o aterrizaban, su lucha en las redes podría hacer que cayeran al suelo. Afortunadamente, no ha habido nadie lesionado por una caída, pero con la cantidad de personas que ingresan todos los días debido a las telarañas, era solo cuestión de tiempo hasta que ocurriera una lesión grave.

Por esta razón, Glenn comenzó a preguntarse: «¿Qué debemos hacer?»

Primero, pidió la ayuda del anciano de la aldea y les dijo a todos en la aldea cómo lidiar con la seda de aracne. No había ninguna diferencia fundamental entre lo que les dijo a las arpías en general y lo que le había dicho a Illy por primera vez. Si se lavaban en las aguas termales, toda la seda pegajosa desaparecería. No tenían que ir hasta la clínica para pedir ayuda a Glenn.

Por otro lado, la amenaza que representaba la seda debía ser atendida.

Pensando que sería mucho más rápido ir él mismo, Glenn se internó en el bosque de la montaña. Estaba seguro de poder rastrear las telarañas y así rastrear a la aracne que las tejía. Glenn no sabía por qué la aracne estaba en la montaña, pero no importa cuál fuera la razón, solo quería que dejaran de extender sus redes por todas partes de manera tan indiscriminada.

No era una solicitud irrazonable, por lo que Glenn confiaba en que la aracne escucharía lo que tenía que decir. El problema era si pudiese o no encontrarla en el vasto bosque montañoso.

–No tenías que venir conmigo, sabes, Sapphee.

–Al contrario, es posible que en realidad sea alguien que conozco

Sapphee llevaba un velo bloqueador del sol que le cubría la cara. Teniendo en cuenta su albinismo, Glenn no podía evitar preocuparse cada vez de que salían de la clínica durante el día. Por otro lado, fue agradable que una lamia lo acompañara por el bosque. Las lamias se habían originado en bosques tropicales húmedos y cálidos. Podían moverse fácilmente a través de la maleza enredada con la parte inferior del cuerpo y no se vieron afectadas por las variaciones en la elevación. A la menor diferencia de inclinación, Sapphee lo cargaba en su cola, lo que ayudaba mucho a Glenn mientras caminaba.

Era fácil imaginar a un excursionista sin experiencia perdiéndose en una montaña con la que no estaban familiarizados, pero Glenn había tomado medidas para lidiar con eso también. En el cielo, Illy daba vueltas en círculos con sus coloridas alas. El plan era que, si Sapphee y Glenn se perdían en el bosque, ella volaría y los guiaría. También le habían pedido que les hiciera saber si veía a alguien que parecido a la aracne que estaban buscando.

La expresión de orgullo y triunfo de Illy por la llamada de ayuda había dejado una impresión en Glenn.

Por lo tanto, los tres, Glenn, Sapphee e Illy en lo alto del cielo, formaron un equipo de tres personas con la intención de rastrear a la aracne.

Glenn no sabía por qué la misteriosa aracne pesaba tanto en la mente de Sapphee, pero estaba seguro de que tenía sus razones.

A medida que se adentraron en el bosque de la montaña, toda el área se llenó de telarañas. Glenn sospechaba que estas no eran redes para capturar presas, sino esas que las aracne usan para moverse con facilidad. Había escuchado que también había algunas aracne que hilaban su seda en las ramas de los árboles, balanceándose y saltando como un péndulo una y otra vez para viajar largas distancias.

–Tenga cuidado, doctor, dijo Sapphee. –Las aracne son expertas en tender trampas.

–Estoy seguro de que no caeremos en ninguna trampa, ¿verdad? –Quién sabe.

Caminando y deslizándose firmemente contra la tierra, continuaron por el bosque.

No fue difícil rastrear a la aracne. El rastro de telarañas les indicó la dirección específica en la que se movía.

–En cualquier caso, dijo Sapphee, –La aracne que conozco bien es… Un poco extraña. Parecía estar hablando sola, pero Glenn pudo escuchar una advertencia en su voz.

–Estará bien. No hay forma de que quede atrapado en una red visible a simple vista como estas.

***

Glenn lamentó sus propias palabras pocos minutos después de decirlas.

–Le dije que tuviera cuidado, dijo Sapphee.

–Estoy avergonzado…, Dijo Glenn con un gemido.

Sin darse cuenta de una telaraña colocada a sus pies, Glenn se había caído. Parecía que la red en la que había caído tenía algún tipo de función sensible a la presión y un hilo que se extendía desde las copas de los árboles hasta Glenn en el suelo. Lo levantó donde yacía con ambas manos atadas limpiamente a la espalda.

Inmovilizado por la red, parecía como si Glenn fuera un criminal condenado a la horca. De hecho, si hubiera tenido un hilo de seda enredado alrededor de su cuello, habría sido más que una metáfora; realmente habría terminado como un cadáver.

La trampa había sido colocada con bastante habilidad, la red se adhirió a briznas de hierba y se camufló para que no se notara a simple vista. Una vez que uno era atrapado, se encadenaba en la siguiente trampa y crucificaba semiautomáticamente a la presa de la aracne en el árbol. Parecía que la aracne que había hecho la trampa era terriblemente habilidosa.

La red de la que Glenn había sido víctima era claramente diferente de todas las redes que habían visto antes. Obviamente, fue una trampa hecha para capturar a cualquier humano que diera un paso más allá de donde estaban.

–Sapphee, lo siento, pero ¿crees que puedas desenredarme?

–¿Qué tal si se queda así por un rato? Es una buena lección para alguien tan descuidado.

–Vamos, no seas rencorosa…

Glenn no podía hacer nada mientras permaneciera atrapado, incapaz de moverse, pero parecía que Sapphee no tenía intenciones de ayudarlo a bajar.

–Desafortunadamente, si toco la seda de una aracne, también terminaré enredada en ella. Tengo muchas ganas de ayudarlo, pero… Por favor, solo tenga paciencia por un tiempo.

–Ugh…

Sapphee no estaba siendo grosera, sino que estaba tramando un método preciso con el que bajarlo.

Sin embargo, las manos atadas de Glenn pronto comenzarían a doler, lo que tenía que sentido, considerando la pose antinatural en la que estaba torcido su cuerpo. Si no podía liberarse de la seda, era posible que su cuerpo sufriera de las secuelas más adelante.

–Bueno, sea cual sea el caso, no hay problema, dijo Sapphee.

–Definitivamente es un problema. Es doloroso estar en una pose como esta.

–La noticia de que un tonto ha quedado atrapado en una trampa viajará a quien la colocó a través de los hilos de seda… Estoy segura de que no pasará mucho tiempo antes de que vengan a ver la cara de dicho tonto.

–¿Venir aquí? «¿Quién va a venir?» Pensó Glenn.

La respuesta era obvia, por supuesto: la aracne que había extendido la trampa.

***

–Oh querido. Vaya, vaya, vaya. La voz venía de arriba.

Una sombra negra cubrió a Glenn, como si hubiera bloqueado el sol que se filtraba a través de las copas de los árboles. La voz tenía un tono refrescante, pero al mismo tiempo hablaba con un acento lento.

–Ah, si no es Sapphee. Me pregunté quién podría ser. Cuánto tiempo sin verte, querida.

–Entonces, eras tú, después de todo… Arahnia, dijo Sapphee.

–Oh, no, vaya, qué cara más aterradora estás poniendo. Deberías estar feliz de verme. Con movimientos ágiles para su enorme cuerpo, la sombra descendió de los árboles.

Era una aracne con un hermoso cabello negro y liso.

Tenían un total de doce brazos y piernas; cuatro brazos en la parte superior de su cuerpo humano y ocho patas como una araña en la parte inferior de su cuerpo.

Con sus cuatro brazos humanos, la aracne parada ante Glenn tiró limpiamente de sus hilos y se acercó a él rápidamente.

–Ahora, ¿qué están haciendo en esta pequeña montaña? Ella preguntó.

–Estamos en medio de una visita a la aldea de las arpías para tratar a los pacientes allí, respondió Sapphee. –Una mejor pregunta sería ¿qué estás haciendo aquí, Arahnia?

–Bueno, escuché un pequeño rumor, ya ves… Oh, ¿es eso? Este caballero descuidado debe ser el médico del que siempre estás hablando.

La mujer se acercó aún más a Glenn. Tenía los ojos de un rojo intenso debajo de su cabello negro cortado uniformemente. Sus ocho patas de araña se movían como si cada una fuera su propio organismo, lo que le permitía hacer movimientos ágiles que no parecían posibles con su gran cuerpo.

–Saludos, doctor. Soy una amiga cercana de Saphentite, Arahnia Taranterra Arachnida. Es un placer conocerte.

–¿Amiga cercana? Glenn miró a Sapphee y ella asintió con la cabeza ligeramente derrotada.

Ante las palabras de Arahnia, Glenn tuvo la sensación de que podía ver similitudes entre ella y Sapphee. Su expresión y modales tranquilos, su cabello largo y la fuente indescriptible de miedo burbujeando debajo de la superficie. Para Sapphee, este miedo provenía de ser descendiente de asesinos, pero ¿de dónde venía el de Arahnia?

Su ropa era extraña. Llevaba lo que parecía un vestido de fiesta y sus grandes pechos lo abrían. Por otro lado, también usaba un obi³ alrededor de su cintura, muy parecido a los que se usaban con el kimono que se veían en el borde oriental del territorio de los humanos. El patrón alterno en blanco y negro de su vestido era uno que Glenn no recordaba haber visto antes. Parecía una mujer a la que le gustaba la ropa elegante y de moda.

En la parte superior de su cuerpo, tenía un par de brazos que se extendían desde sus hombros, al igual que los de un humano, así como otro par situado debajo del primero. El segundo par tenía el mismo aspecto que los brazos de un humano, pero de hecho eran equivalentes a los pedipalpos⁴ de una araña.

En cada una de sus manos, tenía uñas largas que habían sido pintadas y cuidadas. El color de sus uñas cuidadas también era bastante misterioso. Eran de un rosa rojizo fuerte, una profundidad de color que no era un simple tono de rojo. Glenn no podía imaginar qué tipo de tinte produciría tal color.

–Ella es diseñadora, dijo Sapphee.

–¿Diseñadora?

–Eso es correcto. Ella es la modista de la rama Lindworm de Costuras de Seda Libres⁵. Mi atuendo de enfermera, y el atuendo que lleva ahora, son todos sus propios diseños personales.

Glenn estaba asombrado. Costuras de Seda Libres era una empresa famosa que tenía tiendas en todo el continente. Toda la compañía estaba compuesta únicamente por aracne, y principalmente producían y vendían ropa para monstruos. La ropa hecha con hilos de aracne era famosa por ser incluso de mayor calidad que la seda normal. Manejaban una variedad de modas diferentes, cada una adaptada a varias especies diferentes de monstruos.

Arahnia era diseñadora de vestuario para una empresa tan grande. Parecía joven, pero tenía un título importante en un negocio considerable. Parecía que era una persona joven, pero bastante capaz.

–Soy Glenn Litbeit. Encantado de conocerte… –Se sintió algo extraño para él estar saludando a alguien por primera vez mientras estaba atado contra un árbol.

Sin embargo, Arahnia no pareció encontrarlo extraño en absoluto. Ella le sonrió y dijo: –Sí, sí, he oído hablar de ti. A pesar de las apariencias, Sapphee es una compañera de bebida. A menudo me habla de ti cuando estamos juntas.

–Me familiaricé con Arahnia después de que comencé a pedirle ropa, dijo Sapphee. –Puede ser un poco difícil a veces, pero es una mujer amable y trabajadora.

Parecía que, sin que Glenn lo supiera, Sapphee también había estado haciendo más amigos en toda la ciudad. Ahora que lo pensaba, solía salir por la noche diciendo que iba a beber con un amigo. Como era poco probable que Sapphee se emborrachara hasta el punto en que se durmiera, Glenn nunca se había preocupado demasiado. Parecía que Arahnia era con quien se había estado reuniendo todas esas veces.

Aunque Arahnia había dicho que eran amigas cercanas, había una mirada aguda en los ojos de Sapphee mientras miraba a Arahnia, como si estuviera en guardia por alguna razón.

–Entonces… ¿Por qué está aquí, señorita Arahnia? Preguntó Sapphee.

–Bueno, tú sabes… Arahnia movió su uña larga y la apuntó hacia Glenn.

La mano de Arahnia tenía cinco dedos de porcelana blanca y era muy hermosa. Usó esos cinco dedos y sus piernas para manipular el hilo con facilidad. Al igual que las telarañas a veces se modelaban como obras de arte, el hilo de la aracne también se cruzó en el dominio del arte.

De hecho, Las aracne habían alcanzado la cima absoluta de la fabricación de seda.

–He oído que hay una arpía con alas de fénix aquí en la montaña.

–E-eres rápida, dijo Sapphee.

Glenn supo de inmediato que estaba hablando de Illy. Lo único que había heredado de su linaje fénix era el patrón de sus alas, pero ese no era necesariamente el punto.

–No subestimes la red de información de una aracne. Hemos extendido nuestra red por todo el continente, ¿sabes?… ¡Qué maravilloso, sin embargo! ¡Un fénix! Quería que hoy fuera el día en que podría capturar esa figura milagrosa con hermosas alas de siete colores, capaz de cambiar de tono libremente con un solo aleteo.

–Creo que estás exagerando un poco…, Dijo Glenn.

–¡Estoy segura de que unas alas de semejante belleza serán la inspiración de mi último trabajo!

Glenn lo descubrió. Por fin comprendió cuál era el objetivo de Arahnia.

Mirándola de cerca, tenía varias bolsas atadas a sus patas de araña. En ellas, pudo ver destellos de pinceles y carbón. En otras palabras, tenía la intención de dibujar a la joven fénix que había aparecido en el pueblo y luego usaría sus dibujos como referencia para la nueva ropa que iba a hacer.

Glenn pensó que era exactamente lo que había dicho Sapphee: Arahnia parecía tomarse su trabajo muy en serio.

–Bueno, debo admitir que nunca esperé que el Dr. Glenn quedara atrapado en la trampa que hice para capturar al fénix… Perdóname, ¿de acuerdo? Te desataré ahora.

–¡¿I-ibas a capturarla con una trampa?! Dijo Glenn.

–¿Hm? ¿De qué otra manera querrías que lo hiciera? Arahnia ladeó la cabeza como si realmente no entendiera lo que Glenn estaba diciendo. — No estaría aquí en las montañas acampando y esparciendo trampas por todas partes si no estuviera tratando de atrapar al fénix…

–Espere un segundo, señorita Arahnia. En realidad, no pensaste que el fénix era una arpía salvaje, ¿verdad?

–¿Huuuh? Tenía una expresión completamente seria en su rostro, pero Glenn se preguntó si solo estaba jugando a ser inocente.

«No», pensó después de un momento, «ese no parece ser el caso». Tenía un aire artístico en ella, pero parecía que también era un poco cabeza hueca.

–La chica que estás buscando vive en el pueblo, ¿sabes? Ella es un miembro completamente integrado de la comunidad.

–D-debes estar bromeando

Glenn ahora entendía por qué las arpías de la aldea se habían quedado atrapadas en sus hilos. Arahnia había estado dando vueltas por el bosque, continuamente esparciendo trampas para Illy. Dado que sus terrenos de caza estaban un poco alejados del área de actividad de las arpías, todavía no había capturado ninguna. Sin embargo, debido a eso, el malentendido de Arahnia nunca se había corregido.

–Deberías haber venido a la aldea primero, dijo Sapphee. –Siempre haces las cosas de una manera tan desordenada.

–Bueno, me hubiera gustado que me lo hubieras dicho antes… Arahnia usó sus cuatro brazos para sostener su cabeza entre sus manos.

En ese momento, un pensamiento trivial apareció en la cabeza de Glenn: tal vez cuantos más brazos tenía uno, más problemas y preocupaciones debía tener con ellos.

***

Habiendo pasado todo su tiempo en el campamento de montaña, Arahnia estaba feliz de dormir bajo un techo por primera vez en mucho tiempo. El viaje que había hecho, y el atreverse a acampar en las montañas solo para echar un vistazo a la Phoenix era, quizás, admirable, pero… Había traído consigo la imprudencia de no considerar adecuadamente lo que provocó.

En cualquier caso, Glenn pensó que ciertamente tenía una pasión y un fervor poco comunes por su trabajo.

De un vistazo, tenía el aire de una joven serena y digna. Combinado con su acento lento y pausado, Arahnia daba una impresión modesta y reconfortante. Aun así…

–Hmph.

En medio de su conversación con el anciano de la aldea, Arahnia giró la cabeza cuando una figura roja pasó apresuradamente detrás de ella.

Arahnia tenía seis ojos en total, aunque a primera vista, parecía tener solo dos ojos, muy parecidos a los de un humano. En realidad, tenía cuatro pequeños ojos compuestos en la frente. Se decía que la visión de una aracne no era muy buena, pero parecía que sus ojos eran lo suficientemente agudos como para notar a la arpía con alas brillantes merodeando por la aldea.

–¡Ese debe ser el fénix de los rumores! Oye, señorita, ¡tengo que hablar contigo! ¡Enséñame esas alas tuyas!

–¡¿Eh?! Dijo Illy. –¡¿Qué… una araña?! Espera, ¿quién eres tú?

–¡Quién soy no es más que un asunto insignificante! No te preocupes por eso, ¡solo enséñame esas alas!

–No, espera, ¡mantente alejada!

–¡Solo quiero ver tus alas! ¡Solo un poco, incluso las puntas serían más que suficiente!

–¡De ninguna manera! Illy intentó escapar usando su agilidad natural, pero Arahnia no fue derrotada.

Las aracne no tenía huesos en la parte inferior de su cuerpo. En cambio, tenían un exoesqueleto ligero y resistente, que les permitía moverse con energía a pesar de su gran tamaño. A pesar de la ligereza de los pies de la arpía, Arahnia persiguió a Illy.

–Ni siquiera pediré un boceto. ¡Solo dame una pluma!

–¡Noooooo! ¡Aléjate de mí!

–¡Por favor! ¡Prometo que no pediré nada más!

–¡Gyaaaaaaaah!

Durante un tiempo, las dos corrieron por la plaza del pueblo antes de finalmente perderse de vista. Glenn se rascó la cabeza, preocupado, esperando que Illy no se fuera a la montaña mientras huía.

Con una mirada pálida en su rostro, Sapphee se disculpó con el anciano de la aldea una y otra vez. No parecía importarle en absoluto, aunque estaba claro que el comportamiento trabajador de Arahnia tenía un lado aterrador.

–No volverán por un tiempo, dijo Sapphee con un tono exasperado en su voz.

Para Glenn, parecía que, aunque sonaba asombrada por el comportamiento de Arahnia, también parecía feliz. Si bien no se puso ruidosa y no habló alegremente con ella, Sapphee parecía estar disfrutando de su conversación con Arahnia.

Arahnia había dicho que era una amiga cercana. La ciudad de Lindworm siempre había sido una ciudad totalmente compuesta por extranjeros y forasteros. Las arpías de la montaña habían vivido en la región desde hacía mucho tiempo, mientras que la representante del Ayuntamiento, Skadi, y la maestra de Glenn, Cthulhy, habían venido de tierras lejanas. Glenn, Sapphee e incluso Tisalia eran iguales.