Monster Musume No Oisha-san (NL)

Volumen 2

Capitulo 2: La Arpía Que No Podía Vola

Parte 2

–¡Urrrrggghhhh!

Illy luchó, su cara se puso roja, pero Glenn le había dado una orden estricta de no moverse. Si cambiaba de posición, la precisión de la lectura de temperatura de Glenn disminuiría.

Como si finalmente se hubiera resignado a lo que estaba pasando, Illy dejó caer sus alas con cansancio y dejó de resistirse a Glenn.

Ciento cuatro grados. No hay problemas con la temperatura de su cuerpo…

Gracias, con eso concluye el examen.

–¡Doctor! Dijo Sapphee. –¿No le dije que fuera considerado?

–¡Gwah! Glenn, atrapado por una cola de serpiente, dejó escapar involuntariamente un ruido extraño.

Glenn pensó que esta vez fue su error y se resignó a las reprimendas de Sapphee. Ella lo soltó y dejó caer a Glenn al suelo como si dijera que se había rendido y así le transmitió su ira.

–Oh, doctor, ¿está bien? Preguntó Tisalia. –Esa mujer serpiente es bastante violenta, ¿no es así?

–¡No quiero escuchar eso de una amazona que solo puede resolver las cosas con su lanza! Sapphee replicó.

–Ambas, tómenselo con calma. Todavía estamos frente al paciente.

Incluso cuando se enredó en la cola de Sapphee, Glenn permaneció tranquilo y sereno.

Illy tenía una mirada algo enfadada en sus ojos, pero seguía mirando fijamente a Glenn. Sus ojos parecían serios. Glenn conocía muy bien esta mirada. Eran los ojos de un paciente que espera los resultados de un examen. Ojos que preguntaban temerosos qué enfermedad se escondía en su cuerpo.

–Doctor… ¿Qué tipo de enfermedad es esta?

–No es una enfermedad. Glenn habló con la voz más suave posible.

–No estás enferma. Tus plumas se caen porque estás mudando. Esto sucede con el cambio de estación… Las plumas que se han caído volverán a crecer pronto. No te preocupes.

Así como muchos animales mudan su pelaje de verano por uno de invierno más cálido, las arpías mudaron para recibir adecuadamente el cambio de estaciones. No hubo ningún problema con su salud física, y no hubo ningún desgaste en sus plumas por el estrés. Además de eso, dado que no hubo lesiones externas o daño en la piel, significaba que este problema suyo no era por ninguna enfermedad o dolencia. Fue solo un fenómeno fisiológico normal.

–Debe asegurarse de comer adecuadamente y descansar bien para intentar recuperar su capacidad de volar de regreso lo antes posible.

–… Estás mintiendo. Illy se mordió los labios. Estaba mirando hacia abajo para que Glenn no pudiera ver su expresión, pero parecía frustrada, de alguna manera. –Eso no es cierto.

–No estoy mintiendo. No estás enferma.

–¡¿No estoy enferma?! ¡¿Qué?! ¡Eso no puede ser! ¡Nunca me había pasado algo como esto! Claro, mis plumas siempre se caen y vuelven al final de la temporada, pero… ¡Aún podía volar cuando eso sucedía! ¡Hasta ahora siempre podía volar! ¡No hay forma de que la muda me haga incapaz de volar!

Ya no podía volar porque esta vez, incluso sus plumas de vuelo estaban mudando. Las alas de las arpías eran muy delicadas y solo perder dos o tres plumas podría tener un efecto inmediato en su capacidad para volar.

–Se caen más plumas de lo normal, eso es todo. Pasa algunas veces. Perder la capacidad de volar debido a la muda es algo que les sucede a menudo a las arpías.

–¡Te equivocas! ¡Nunca dejé de poder volar por algo como esto! ¡No es normal!

–Pero no estás enferma…

–¡Como sea! Illy pataleó con frustración y molestia.

Glenn no podía arriesgarse a adivinar por qué se había puesto tan histérica. ¿Había esperado estar enferma? Tenía la sensación de que no era exactamente el caso.

–¡Ya no te escucho, charlatán! ¡Ni siquiera quería verte! ¡Te odio!

—Espera un segundo, Illy. Ahora, cálmate un segundo y escucha:

–…!

Lo que sucedió a continuación, pensó Glenn, probablemente fue algo que hizo por reflejo.

Se acercó a ella, pensando que debería intentar calmarla. Sin embargo, posiblemente debido a su método irreflexivo para medir su temperatura unos minutos antes, una mirada asustada apareció en el rostro de Illy y blandió las piernas hacia Glenn.

Sus patas de rapaz, que terminaban en garras afiladas, podían rasgar fácilmente la carne humana. Glenn se quedó cautivado por las garras mientras se lanzaban hacia él desde abajo, como una guadaña.

–Disculpe, dijo Tisalia, deteniendo su acercamiento con un palo de escoba extendido frente a las piernas de Illy. Si las cosas hubieran seguido yendo en la dirección en la que se habían dirigido, el rostro de Glenn se habría herido profundamente. Tisalia permaneció perfectamente tranquila y se paró entre los dos, protegiendo a Glenn de las garras de Illy como si estuviera tratando con un niño.

–Este pájaro tiene un hábito bastante malo de patear, ¿no es así? ella dijo.

–¡Hmph! ¡Grrrrrrrrr! –El rostro de Illy estaba rojo brillante. Parecía como si no supiera si estar enojada o llorar, y se quedó allí temblando por un momento, hasta que finalmente pasó corriendo junto a Tisalia.

–¡Oye, espera, Illy! Glenn la llamó.

No había posibilidad de detenerla.

Illy fue sorprendentemente rápida mientras corría a pie. Fue suficiente para que Glenn pensara que, con piernas tan rápidas, no había ninguna necesidad de que ella volara por el cielo en primer lugar.

–Ni modo…

–Es demasiado falto de tacto, doctor. Sapphee no dudó en asestar otro golpe al ya abatido Glenn. Sin embargo, ella también parecía preocupada mientras se frotaba las escamas a los lados de los ojos. –Aun así… Siento que algo andaba mal. No importa lo desconsiderado que seas, ¿era realmente necesario que ella se enojara tanto?

Glenn tenía una opinión similar. Tenía la sensación de que la razón por la que ella estaba molesta y enojada no tenía nada que ver con lo que había hecho, pero si ese era el caso, ¿cuál era la razón? Glenn estaba seguro de que no había sido incorrecto en su diagnóstico, pero se preguntaba si tal vez no había sido capaz de explicárselo adecuadamente.

–De todos modos, vayamos tras ella. No sabemos dónde podría terminar en su estado actual, dijo.

–Así es, tenemos que darnos prisa.

Se sabía que las arpías hacían las cosas a su manera incluso en circunstancias normales, y otras razas de monstruos a menudo las llamaban inconscientes y olvidadizas, pero la causa de eso radicaba en su personalidad inestable. Era muy probable que Illy hiciera algo inesperado por desesperación. Su especie tenía una tendencia a desviarse y obsesionarse, ignorando todo lo demás a su alrededor cuando se veían atrapados por una cosa en particular.

Glenn no pudo evitar preguntarse qué podría pasar dado lo alterada que había estado.

–Doctor, ¿puedo decir algo? Preguntó Tisalia, entregándole la escoba que usó para defender a Glenn de las garras de Illy a Sapphee. –¿Qué no perseguirla ahora solo empeoraría las cosas?

–P-puede que tengas razón…

–Perdónenme si esto es presuntuoso, pero… La mirada de Tisalia estaba fija en la dirección hacia la que había corrido Illy. –¿Pueden dejarme esto a mí? Por suerte, confío bastante en la fuerza de mis piernas. Inclinándose y frotándose las patas delanteras, sonrió amablemente.

***

A Tisalia Scythia le resultó fácil perseguir a Illy.

Illy fue, de hecho, bastante rápida. Sin embargo, no había ningún monstruo que tuviera piernas capaces de superar a un centauro en campo abierto.

Al salir corriendo de la cabaña en cuarentena, las huellas de las garras de una arpía se perforaron en la tierra como huellas de pisadas. Esta era la evidencia que Illy había dejado atrás cuando se alejó a la fuerza, incapaz de despegar y volar.

Las huellas que siguió Tisalia terminaron en las orillas del río que fluía por la ciudad. A lo largo de estas orillas, las arpías apilaban madera talada de los alrededores del pueblo para su custodia. Con esta madera, las arpías construyeron sus espléndidas casas, ya sea en el suelo o en los lados de los acantilados escarpados de arriba.

Illy estaba merodeando por esta zona.

Le dio a Tisalia una mirada penetrante. –… ¿Solo tu? ¿Qué pasa con el médico?

–Pensé que incluso si venía, no escucharías lo que dijo de todos modos.

–Entonces, lo entiendes.

–Tenías asuntos conmigo, ¿correcto?

Tisalia Scythia había sentido con frecuencia un par de ojos mirándola mientras pasaba tiempo en la aldea. Lo más probable es que Illy hubiera

estado fuera de casa en el pueblo y se había asegurado de mantenerse en áreas donde Glenn no la vería. Tisalia no estaba segura de qué había causado que Illy estuviera tan interesada en ella. Fuera cual fuese la razón, Glenn la había examinado para reunirse con Tisalia.

–Una forma bastante indirecta de hacerlo, dijo la centauro. –Si querías reunirte conmigo, podrías haberlo preguntado directamente.

–El anciano me dijo que, si quería hablar con la hija de los Scythia, necesitaba que me examinaran adecuadamente de antemano… No es que importara, de todos modos.

–Ya veo.

«En otras palabras», pensó Tisalia, «esta había sido la estrategia del anciano desde el principio». Ese anciano parecido a un águila parecía tomárselo con calma, pero parecía que en realidad era bastante astuto.

–E-eres una luchadora en la arena, ¿verdad? Preguntó Illy.

–Si, ¿y?

A Tisalia le pareció insolente por parte de Illy dirigirse a un monstruo al que acababa de conocer como “tú”, pero trató con todas sus fuerzas de responder con calma. Se reprendió a sí misma en su cabeza, pensando que sería irracionalmente inmaduro estar enojada por las palabras de una niña.

–He ido a ver muchos partidos, dijo Illy. –Dejaba mi trabajo aquí en el pueblo, volaría y me pararía en los pilares de la arena. Puedes ver las peleas gratis allí, ¿lo sabías?

–Naturalmente, si ni siquiera los clientes que pagan pueden sentarse allí, no me importa si usted pagó o no.

Ciertamente fue un privilegio especial para aquellos que podían volar. Los pilares que rodeaban la arena tenían aproximadamente la misma altura que el campanario de una iglesia. Las únicas personas que podían subir fácilmente a esos asientos eran las arpías y otros monstruos capaces de volar.

Sin embargo, como luchadora en la arena, a Tisalia no le impresionó escuchar a Illy jactarse audazmente de que veía las peleas en la arena gratis.

–Ya no puedo volar… Ahora que estoy así.

–Todavía no veo a dónde quieres llegar. ¿Qué estás tratando de decir exactamente?

–Quiero ser como tú. Illy miró a Tisalia directamente a los ojos, sus propios ojos brillaban.

Tisalia estaba bastante segura de que era la primera vez que veía a Illy levantar la cabeza, la arpía que había mirado malhumorada al suelo durante todo el examen de Glenn.

–Eres tan asombrosa y brillante. No sabía tu nombre ni nada, pero pensé que eras muy genial cuando estabas peleando en la arena.

–Como eres mi fan, me gustaría darte las gracias. Pero eso no es de lo que quieres hablar, ¿verdad?

–Quiero hacer lo que tú haces.

Tisalia exhaló un suspiro. Las estrellas de la arena eran sus luchadores. Era algo por lo que Lindworm era conocido. Había muchos, tanto humanos como monstruos, que aspiraban a tal profesión. Era cierto que la apariencia de belleza y batalla mezcladas era encantadora, y si uno se convertía en un luchador de primer nivel, el prestigio y las recompensas por hacerlo eran extraordinarios. Pero, por supuesto, no era fácil convertirse en un luchador de arena.

Aunque todas eran imitaciones, se permitían las armas. Y hasta que el árbitro dictó su sentencia del partido, los luchadores se enfrentaron entre sí con todas sus fuerzas dentro del pequeño coliseo. Las peleas siempre venían con lesiones, y el premio en dinero por el que luchaban los peleadores de menor rango era más pequeño que las lágrimas de un gorrión. Sin embargo, a pesar de eso, los partidos programados para uno podían llenar completamente el día.

Había entrenamiento, así como una serie de pruebas, a las que uno tenía que someterse para estar calificado para ser un luchador en primer lugar. Tisalia se preguntó si Illy estaba preparada para superar todo eso.

El clan Scythia había dado a conocer su nombre en todo el continente como mercenarios y, sin embargo, incluso la heredera de tal clan guerrero era solo un luchador de rango tres. El rango superior de la arena estaba lleno de un increíble grupo de luchadores. La pura y excepcional habilidad requerida para alcanzar ese pináculo fue evidente en la exluchadora número uno: Kunai Zenow, una artista marcial no muerto que no podía morir incluso cuando era asesinada.

–El solo hecho de querer ser un luchadora no significa que puedas convertirte en una, dijo Tisalia.

–¡Voy a convertirme en una! ¡Este pueblo es demasiado pequeño para mí! Solía vivir en los suburbios de la ciudad… ¡Soy mucho más adecuada para Lindworm que para este pequeño pueblo!

–¿Odias el pueblo? Todos aquí son amables, ¿verdad?

–No es eso. El anciano de la aldea y todos los demás no son malas personas, pero… Yo solo… Cuando me salto del trabajo, e incluso ahora, cuando estoy enferma y no puedo volar, todos siguen siendo amables conmigo… Por eso ¡No puedo soportarlo! ¡Es incómodo estar en un pueblo como este que ni siquiera echa fuera a una persona inútil como yo!

Tisalia pensó que la actitud de la aldea era el resultado del entorno duro e implacable que la rodeaba, a medio camino de la cima de las montañas Vivre. La colonia estaba a orillas del río, rodeada de acantilados escarpados y probablemente estaba aislada del mundo por la nieve en invierno. Un pueblo de montaña como este fue apoyado por sus residentes, todos ayudándose unos a otros. Aquellos que pudieran moverse volarían para obtener los artículos necesarios para la aldea y traerlos de regreso. Esa era la sabiduría de estas arpías, que habían vivido aquí desde antes de que se construyera Lindworm.

–Quiero ir a algún lugar lejos de aquí… Puedo volar, así puedo ir a donde quiera.

–Convertirse en un luchador no es una tarea ordinaria. ¿Conoces algún arte marcial?

–¡Puedo defenderme en una pelea! ¿Quieres que te enseñe?

Illy levantó las piernas y esbozó una sonrisa feroz. Tisalia imaginó que era algo que había aprendido de forma natural al vivir en los barrios bajos, dadas las peligrosas armas con las que Illy había estado equipada desde su nacimiento.

Sin embargo, el sueño de Illy estaba completamente fuera de discusión. Illy estaba equivocada tanto sobre la arena como sobre sus luchadores. Parecía pensar que sería suficiente simplemente ganar batallas y vencer a su oponente.

–Bueno, la arena, aceptarán a cualquiera que se acerque a ellos, siempre y cuando les digas que quieres ser un luchador, dijo Tisalia. –Pero si sólo lo piensas a medias, lo pasarás muy mal. Es algo difícil de escuchar, pero debes dejarlo.

–¡¿Qué?! ¡Eres como todos los demás! ¡Estás diciendo que es imposible para mí, ¿verdad?!

Tisalia pensó que el anciano de la aldea debió haberla reprendido con las mismas palabras. Illy estaba claramente frustrada. Se preguntó si las frustraciones de la arpía tenían algo que ver con la caída de sus plumas. Tisalia no tenía ni idea; de hecho, ese tipo de cosas era territorio de Glenn. No era algo en lo que ella pudiera pensar.

–Lo que sucede en la arena no es solo una pelea o una pelea, dijo Tisalia.

–Es un lugar para competir con la belleza y la habilidad técnica.

–Eso es básicamente una pelea, ¿no?

–No. Digo que, en primer lugar, el carácter y el comportamiento de uno son importantes por encima de todo.

Illy inclinó la cabeza hacia adelante y hacia atrás como si las palabras de Tisalia no tuvieran sentido para ella.

Tisalia lanzó otro profundo suspiro. Le parecía que no importaba lo que le dijera a la arpía, no lo entendería. Tisalia tampoco era particularmente buena para expresarse, o más bien, su personalidad le hacía pensar que era más rápido usar su cuerpo para explicar las cosas que sus palabras.

–De acuerdo entonces. Supongo que aceptaré tu desafío. Muéstrame lo que tienes.

–¿Pelearemos? ¡Pues éntrale!

–Suena bien para mí. ¡No me haré responsable si te lastimas!

Illy levantó las piernas y mostró las garras.

Tisalia recogió un trozo de madera adecuado que estaba tirado y lo preparó como una lanza. Illy se había entrenado en peleas callejeras contra matones en los suburbios, y Tisalia se preguntaba qué tan bien se mantendría firme frente a su técnica de lanza.

–En primer lugar, un luchador debe mostrar cortesía a la audiencia y a su oponente.

Al preparar su lanza de madera, Tisalia se dio cuenta de algo: estaba más enojada con Illy de lo que había pensado.

–Para empezar, sus modales han sido inaceptables desde el principio, ¡llamando charlatán al joven que la salvó de los traficantes de esclavos! Me aseguraré de castigar tu insolencia. ¡Ahora, ven a mí si te atreves!

Illy pateó con fuerza desde el suelo y saltó hacia Tisalia.

Con todo el tiempo libre que había tenido recientemente, esta prueba de lucha espontánea era el primer buen ejercicio que había hecho en mucho tiempo.

***

–… Eso fue bastante imprudente de tu parte.

Glenn frotó suavemente el paño de algodón empapado en desinfectante en la mejilla de Tisalia.

–¡O-ow! ¡Duele!

–Solo trata de soportarlo por un momento.

Glenn estaba tratando la línea de rasguños afilados que recorrían el rostro de Tisalia. Sabiendo que Tisalia se dedicó día tras día a las artes marciales en la arena, Glenn no pudo ocultar su sorpresa de que su cara hubiera resultado herida.

Tisalia había vuelto a la clínica mucho después de que terminaran los exámenes del día. Glenn se preguntó qué tipo de batalla se había librado entre ella e Illy. Al preparar la cena más atrás en la clínica, Sapphee ni siquiera intentó ocultar la expresión exasperada de asombro en su rostro.

–No planeaba darle ventaja, pero… Cometí un error.

–¿Illy es buena luchando?

–Para nada. La forma en que peleaba era una forma vulgar de pelear.

Supongo que por eso sus garras terminaron rozando mi mejilla…

Honestamente, Glenn no entendía nada sobre pelear.

Sin embargo, la belleza y la gracia eran activos importantes para las luchadoras de arena. Tisalia se cuidó de mantener una apariencia adecuada, e incluso en una pelea callejera seguramente querría evitar cualquier herida en su rostro. Dicho todo esto, parecía que Illy tenía la capacidad de lucha para rozar a Tisalia con sus ataques.

–Bueno, aun así, pude darle una paliza a fondo con ese trozo de madera, ¿sabes? ¡Oh, ho, ho, ho!

–Fuiste suave con ella, ¿verdad?

–Por supuesto. No fue más que un poco de disciplina… Aunque no puedo negar que me calenté un poco al respecto…

Con la gasa pegada a sus heridas, el tratamiento de Tisalia estaba completo. La herida en sí no era grave y Glenn confiaba en que se curaría rápidamente sin dejar una cicatriz. El problema estaba en Illy.

Tisalia dijo que se había portado bien con la joven arpía, pero que Illy todavía había sido golpeada con un trozo de madera, por lo que no era descabellado que tuviera un moretón o dos. Glenn también quería examinarla, si era posible, pero le costaba creer que ella dejaría, obedientemente, que les echara un vistazo a sus heridas.

–¿Qué crees que conseguiría de pelear con una joven así, de todos modos?

–¡En realidad! Dijo Sapphee, interrumpiendo su conversación.

Tisalia se enfurruñó como si estuviera buscando una excusa para sí misma.

–Perdí la calma porque insultó al Dr. Glenn.

Fue una defensa bastante justa: al ser un médico bastante hábil, Glenn no merecía exactamente que se lo llamara charlatán.

—De hecho, señorita Sapphee —continuó Tisalia—, insultó al médico, ¿verdad? ¿No deberías ser tú quien se enoje y la regañe?

–Oh, estoy muy enojada, dijo Sapphee. –En este momento, estoy pensando en cómo hacer que esa joven arpía beba un poco de anestésico.

–Vas con todo, ¿verdad…?

–Sólo era una broma. Sapphee mantuvo una mirada serena mientras hacía sus escandalosas declaraciones. Bien versada en técnicas farmacéuticas y de asesinato, sin duda era capaz de llevar a cabo sus amenazas si realmente quería, un pensamiento aterrador, de hecho.

–De todos modos, no podemos dejar a Illy en paz, dijo Glenn. –Tenemos que hacer algo.

–¿Pero doctor? Ella no está enferma en absoluto, ¿verdad? Preguntó Tisalia. –Ese es el problema…

Glenn se llevó las manos a la cabeza. Illy estaba mudando, solo le estaban saliendo nuevas plumas. Estaba seguro de que ese era el caso. El desprendimiento y el crecimiento de plumas o pieles de acuerdo con el cambio de estaciones era un rasgo compartido por muchos monstruos. Los síntomas de Illy coincidían con un diagnóstico de muda.

–¿Existe alguna posibilidad de que su diagnóstico sea incorrecto?

–Incluso si ese fuera el caso, no puedo pensar en ninguna otra enfermedad que pueda tener…

Sería un asunto serio si Glenn hubiera pasado por alto algún signo de enfermedad, pero no podía recordar nada así en su examen. ¿Se había perdido algo crucial? Como médico, siempre fue una posibilidad. Todavía era relativamente inexperto y debido a eso, siempre sintió la necesidad de dudar y volver a verificar sus conclusiones.

–Creo que el problema de Illy es que le pasa algo diferente, dijo Tisalia.

La centauro estaba extrañamente preocupada por Illy por alguna razón. Glenn se preguntó si era porque Illy era huérfana como sus dos asistentes, Kay y Lorna. Tisalia era verdaderamente una princesa centauro muy compasiva.

–Dijo que originalmente vivía en los barrios marginales, dijo Tisalia. –Su nueva vida es un gran cambio de lo que estaba acostumbrada, así que tal vez por eso está tratando de escapar. O más probablemente, todavía está tratando de vivir como lo hizo en ese entonces.

Sus alas facilitarían el movimiento de un lugar a otro, buscando un lugar en el que se sienta como en casa… Probablemente sea ese estilo de vida salvaje, siempre solo, sin nadie en quien confiar, lo que atrajo a los traficantes de esclavos hacia ella en primer lugar.

–¿Crees que es por eso por lo que ella dice que quiere convertirse en una luchadora también? Glenn preguntó.

–Es solo una buena excusa para que pueda huir de aquí, respondió Tisalia. –Honestamente, preferiría que no se burlara de nosotros, los luchadores de esa manera.

Glenn pensó que, dado que había vivido y sobrevivido confiando en sus habilidades de lucha, tenía sentido que no pudiera adaptarse al ambiente relajado de la aldea.

Había otras arpías además de Illy que habían sido capturadas por los traficantes de esclavos. Sin embargo, estas otras jóvenes se ocuparon de su trabajo sin faltar ni holgazanear. Recientemente habían venido a la clínica para saludar a Glenn y Sapphee. Considerando esto, Illy fue la única que no pudo adaptarse a la vida en el pueblo.

–Si realmente es su muda… Comenzó Sapphee.

–Mientras sus plumas de vuelo regresen, podrá volar de nuevo. Si eso sucede, esta vez podría decidir volar lejos de la aldea para siempre, dijo Glenn.

–… Puede que tengas razón.

–Al ver cómo actuó, no me sorprendería que se desesperara.

«¿Volará lejos, a algún lugar muy lejos de aquí?»

Si lo hacía, existía la posibilidad de que la capturaran de nuevo personas como los traficantes de esclavos que se la habían llevado antes. Habían manejado a las arpías con cuidado a su manera, pero Glenn estaba seguro de que ese tipo de cuidado entre los comerciantes estaba lejos de ser normal. Las amenazas a su vida y castidad acechaban por todas partes.

Los pensamientos de Glenn se estaban volviendo cada vez más sombríos.

Aunque era casi seguro que no estaba enferma, las otras circunstancias que la rodeaban hicieron que Glenn y los demás se llenaran de preocupación.

–Si supiera qué subespecie es Illy…, dijo.

–¿Subespecie? Preguntó Tisalia.

–La subespecie de arpía. En comparación con otros monstruos, las arpías tienen muchas subespecies diferentes, y cada una tiene formas de vida y enfermedades únicas que pueden contraer. Con sus grandes alas y fuertes garras, bueno, creo que está bastante claro que tiene la sangre de una subespecie de rapaces de gran altura en las venas, pero…

Su disgusto por estar atada a un lugar podría no solo ser parte de la propia Illy, sino que podría ser una característica de su subespecie. Su temperamento rápido para luchar era otro rasgo que se ve a menudo en las subespecies de rapaces.

–Esa chica es huérfana, ¿verdad? Dijo algo sobre no conocer su linaje, dijo Tisalia.

–¿Durante tu pelea?

–Bueno, de alguna manera logré que ella lo dijera.

Glenn pensó que si supiera qué tipo de alas tenían los padres de Illy, entendería por qué ella no podía volar. Pero si ella no conocía su propio linaje, entonces él no podría tener esperanzas en ese frente.

–Eso, y yo tengo esto. Tisalia sacó una sola pluma del bolsillo del pecho.

–Es uno de Illy, se cayó en medio de nuestra batalla… Pensé que era particularmente grande. ¿Podría ayudar a su diagnóstico?

–Le echaré un vistazo. Glenn tomó la pluma y la miró de cerca.

Era de un gris profundo. El color cambió a un negro azabache en la punta de la pluma. Era bastante largo, incluso en comparación con otras plumas de vuelo grandes y robustas. Glenn pensó que debía provenir de la sección de plumas de vuelo conocida como plumas de vuelo primarias.

La pluma no tenía defectos y tenía un hermoso brillo gris. Era sencillo, pero con un matiz de color manchado. No parecía haber nada malo con las plumas que se caían, así que realmente parecía que Illy gozaba de buena salud. De todos modos-

–…?

Había una sección en la pluma que casi se mezclaba con todo el gris, pero Glenn aún la vio: una mancha en la base de la pluma donde se estaba poniendo roja.

Aunque había varias plumas rojas en la base de su ala, Glenn estaba seguro de que sus plumas de vuelo eran esencialmente negras o grises.

Una arpía de alas rojas.

Glenn pensó para sí mismo y luego dijo: –… ¿Sapphee?

–Si, ¿qué pasa?

–¿Puedes ayudarme un poco mañana?

–Por supuesto. En cualquier momento, en cualquier lugar.

No había nada más tranquilizador que la respuesta inmediata de su socia, sin conocer ninguno de los detalles de la solicitud de Glenn. Luego se dio cuenta de que ella estaba usando ambas manos y la punta de la cola para sostener platos y transportarlos. Glenn pensó que debía estar insinuando que era hora de cenar.

–¿Qué vas a hacer? Ella preguntó.

–Sí, bueno, verás, dijo Glenn mientras hacía girar la pluma en su mano, – -vamos a tener una búsqueda del tesoro en el pueblo.

***

Glenn quería buscar las plumas de Illy, tantas como pudiera encontrar.

Él y Sapphee se dispusieron a buscar las plumas juntos. Sin embargo, se encontraban en una aldea de arpías; había una cantidad considerable de plumas en los caminos, ya que las arpías perdían varias en el transcurso de un día normal. Entre todas estas plumas, tenían que recolectar solo las que pertenecían a Illy.

El trabajo requirió bastante tiempo.

Sapphee levantó la sombrilla mientras ayudaba a Glenn. Sin embargo, no quería exponer a la albina lamia a los rayos del sol, por lo que la hizo recolectar plumas en el interior tanto como pudo.

En su mayor parte, Glenn era quien corría afuera recolectando plumas, junto con la ayuda de Tisalia y sus hábiles piernas. Como se esperaba de la amazona, su condición física estaba por encima de la media; corrió a todos los rincones del pueblo y recogió todas las plumas que parecían pertenecer a Illy.

Después de pasar todo el día en la tarea, habían recogido un buen montón de plumas. En la plaza abierta del pueblo, Glenn usó una lupa para examinarlos en detalle.

–¿Qué tal esto, doctor? Preguntó Tisalia.

–Gracias, señorita Tisalia.

Desde que llegó a la aldea, no había hecho más que confiar en las fortalezas de Sapphee y Tisalia.

Después de examinar la pluma, Glenn pudo ver que su conjetura era correcta. No importa qué tipo de pluma mirara, todas se estaban poniendo ligeramente rojas en el eje. No solo eso, sino que también podía ver matices muy saturados de amarillos y azules. Se preguntó qué significaría.

–¿Ha descubierto algo? Tisalia le habló a Glenn como si estuviera tratando de meterse en sus pensamientos mientras él enfocaba toda su atención en las plumas.

–Sí… Probablemente, si mi corazonada es correcta…

–¿Es algún tipo de enfermedad, diferente a la muda?

–No, está mudando. Eso es un hecho.

–…? Tisalia ladeó la cabeza.