Monster Musume No Oisha-san (NL)

Volumen 2

Capitulo 1: La Centauro Con Un Esguince

Parte 2

Glenn se quitó la bata blanca y, sin decir palabra, cubrió los hombros de Sapphee.

–¿Doctor?

–Está bien, solo póntelo.

Sapphee no le respondió nada a Glenn, pero con una leve sonrisa, agarró el abrigo.

–Ahora bien, vamos a echar un vistazo a las lesiones de Kay, dijo Glenn. –¿Y usted, señorita Tisalia?

–Tengo algo que debo discutir con el anciano de la aldea, se trata de un trato comercial nuestro. Sus palabras implicaban que la conversación sería privada solo para ellos dos y le guiñó un ojo al anciano de la aldea. Glenn observó el asentimiento profundo que el anciano de la aldea le devolvió a Tisalia y pensó para sí mismo que debía haber habido algún tipo de negociación previa entre los dos.

–Lorna —dijo Tisalia, ve con el médico. Estoy preocupada por Kay.

–Entendido, señora.

Glenn se tranquilizó al tenerla con ellos. Sin decir una palabra, Lorna comenzó a caminar al frente como si fuera la guía de Glenn. A juzgar por sus movimientos, Glenn sospechaba que Lorna también había estado en el pueblo en varias ocasiones anteriores.

Las viviendas construidas en los acantilados eran los lugares de residencia de las arpías. Como tal, las residencias construidas en la base del barranco eran para niños, ancianos o arpías que estaban demasiado enfermas para volar. Allí también se podían encontrar edificios para invitados, preparados para la visita de especies que no tenían alas propias.

Todavía seguían el ejemplo de Lorna cuando finalmente apareció a la vista la vivienda que las arpías habían preparado. El carruaje en el que habían viajado Glenn y Sapphee estaba detenido cerca. El edificio en el que se alojarían estaba hecho de madera, pero sus pilares redondos y de aspecto robusto y su techo de paja de hierba lo hacían parecer como si hubiera sido creado concienzudamente. Era un edificio espléndido, uno que no se compararía desfavorablemente con las casas de piedra.

–Disculpe, dijo Glenn y entró en la casa.

Las hadas que habían traído de su clínica ya estaban organizando su equipo y corriendo por el interior de la casa. Glenn estaba agradecido de poder dejar las tareas diversas, como limpiar las herramientas y el equipo de examen, a las hadas ayudantes trabajadoras. Significaba que podía dedicar todos sus esfuerzos a examinar y tratar a los pacientes.

El edificio era espacioso, con un dormitorio y una cocina sencilla. No parecía que tuvieran dificultades para vivir allí. Además, se habían preparado varias camas para los pacientes. El espacio no dejaba nada que desear.

Era una situación grave que no hubiera un médico en el pueblo. Tenían todo el equipo necesario, así como edificios como el que le habían dado ahora, pero no tenían a nadie que pudiera diagnosticar y tratar a las arpías.

–Este podría ser un lugar bastante agradable para vivir para nosotros, Dr. Glenn, dijo Sapphee. –Los dos podríamos quedarnos aquí en silencio, y sin la Dra. Cthulhy alrededor para interferir…

–Tenemos pacientes esperándonos en Lindworm. Sabes que no podemos hacer eso.

–Lo sé. Sapphee frunció los labios y se enfurruñó.

La clínica de Lindworm tenía un letrero en la puerta que decía que no estaban atendiendo a ningún paciente mientras estaban fuera. Informó a sus pacientes habituales que mientras Glenn estaba de viaje a la aldea arpía, deberían visitar el Hospital Central de Lindworm. La doctora jefa allí era la maestra de Glenn, Cthulhy, y sintió que estaba bien dejar a sus pacientes bajo su cuidado mientras él no estaba.

Kay dormía en una de las habitaciones preparadas para los pacientes ingresados en la clínica improvisada de Glenn. Pero ella no estaba durmiendo en la cama. Parecía que había sido demasiado pequeño para su gran constitución, por lo que estaba acostada de costado sobre una paja que se había extendido por el suelo. Se despertó cuando entraron.

–¿Cómo te sientes, Kay? Preguntó Lorna. Con su compañera herido, había acompañado a Glenn y Sapphee con una expresión inexpresiva e inmutable.

–Simplemente me lo torcí. No necesitas preocuparte.

–No lo creo, dijo Glenn. –Cuando se considera el peso de un centauro, caerse puede ejercer una gran cantidad de tensión en el cuerpo y es muy probable que se rompan los huesos. No es algo para tomar a la ligera.

–Doctor, honestamente, está exagerando… ¡Ay! Kay esbozó una gran sonrisa, pero parecía tener algo de dolor cuando su expresión se transformó rápidamente en una mueca.

Dada su condición, Glenn estaba empezando a pensar que su viaje fuera de la clínica podría durar aún más. Con sus piernas así, Kay no podría bajar de la montaña y no podrían simplemente dejarla en el pueblo. Era solo el comienzo, pero parecía que la visita de Glenn ya tenía muchas dificultades por delante.

–Bueno, entonces, dijo Sapphee, –parece que empezaremos a trabajar de inmediato. ¿No es así, Dr. Glenn?

–De hecho, eso parece.

Glenn tocó suavemente las piernas de Kay. Después de todo, había tenido razón. Sintió calor alrededor de su menudillo, la articulación entre su rodilla y su casco. Parecía que esa zona era la afectada.

–Ahora, entonces, comenzaré mi examen.

***

No había nada inusual en los huesos de Kay. Glenn podía sentir el calor y ver una hinchazón en la articulación del menudillo, y la propia Kay parecía estar sufriendo, pero no tuvo dificultad para moverla. Glenn pensó que no había ninguna razón para preocuparse de que se rompiera un hueso.

–Voy a mover un poco tu pierna.

–Está bien… Um, gentilmente, por favor, doctor.

–Por supuesto.

Glenn lentamente comenzó a poner tensión en su menudillo. Su pierna estaba cubierta de lustroso pelo castaño, y su abrigo hacía que uno quisiera pasar la mano por encima para siempre. Glenn no tenía ninguna duda de que se cuidó de cepillarse adecuadamente hasta la parte inferior de las piernas.

Gradualmente, Glenn comenzó a doblar la pierna hacia la izquierda y hacia la derecha.

–¡Augh!

–Aquí está. Después de todo, parece un esguince. La pierna está torcida hacia afuera.

–¡Uh, ah!

–No parece tener ningún impacto en el ligamento. Probablemente sea solo la articulación, ¿no?

–¡D-Doctor…! E-esa área… ¡Duele!

–Oh, por supuesto, lo siento. Glenn se detuvo ante los gritos de Kay y, presa del pánico, apartó las manos de ella.

Aunque su pierna estaba torcida, la cantidad de dolor que sentía seguía siendo excesiva. Glenn pensó que debía haberse torcido bastante. El hecho de que no hubiera terminado con ningún hueso roto fue un consuelo afortunado.

Su expresión firme y resuelta era la misma de siempre, pero Glenn pensó que seguramente se estaba esforzando un poco para parecer tan tranquila y serena.

–Definitivamente necesitará quedarse en cama y descansar por un esguince tan severo.

–S-si no hay huesos rotos, entonces puedo caminar… ¡Ah, ay! –¿Ve? Inmediatamente después de que se lo dije.

Después de eso, Glenn, Sapphee y Lorna recomendaron que Kay descansara un poco. Si se obligaba a caminar, solo le tomaría más tiempo sanar por completo. Sin embargo, si se quedaba en cama, una compresa y un analgésico serían más que suficientes para tratar el esguince.

El diagnóstico de Glenn fue que se recuperaría por completo en medio mes.

–Afortunadamente, parece que las aguas termales de la aldea están activas, le dijo Glenn a Kay, colocando una compresa en su pierna delantera y envolviéndola con un vendaje para no ponerle ningún estrés innecesario.

Con las piernas elevadas, Glenn dejó las extremidades como estaban. Le había levantado un poco la falda; si alguien los hubiera visto, sin duda habrían entendido mal lo que estaba pasando… «No, no», pensó Glenn para sí mismo. Esto no era más que un examen. No había nada de malo en su forma de trabajar.

–Si puede darse un chapuzón en las aguas termales, hágalo; debería acelerar su recuperación. Por ahora, descanse.

Lorna sonrió profundamente y dijo: –Mientras no estés, Kay, me aseguraré de cuidar de nuestra señora.

Glenn estaba seguro de que Kay finalmente pudo relajarse después de ver a su compañera asentir tras esa declaración, llena de confianza y determinación.

–En ese caso, trataré esto como una oportunidad para tomarme unas vacaciones y tomármelo con calma. Asegúrate de no fallar en tus deberes, Lorna.

–Por supuesto. Déjamelo a mí, Kay.

Lorna puso su mano sobre su pecho y le dio una sonrisa llena de confianza.

***

Con esto, Kay durmió escondida bajo una capa de paja en un rincón de la clínica improvisada.

Como su primer paciente del viaje, a Glenn le hubiera gustado vigilarla adecuadamente, pero no podía concentrar sus esfuerzos en Kay. Todavía había muchas arpías en el pueblo esperando que las tratara.

Una madre embarazada casi lista para poner sus huevos y luciendo casi llena a reventar. Una joven arpía que había caído del cielo y se había roto el brazo derecho. Una anciana que se quejaba de un dolor en la espalda y un niño que había sido afectado por un resfriado. Solo en el primer día, los pacientes llegaron uno tras otro.

Glenn estaba lo suficientemente ocupado como para pensar que sus ojos saldrían de su cabeza.

–Es usted bastante popular, ¿no es así, doctor? Sapphee le susurró en broma al oído.

Aunque Glenn había venido preparado, se encontró aún más ocupado de lo que había imaginado. Tratar a los heridos y recetar medicamentos a los enfermos,

Glenn logró hacer una gran cantidad de trabajo.

Sapphee estaba tan ocupada como Glenn. Tuvo que crear varios tipos de medicamentos para los diferentes pacientes, pero pudo hacer varios trabajos a la vez, anotando las tablas de los pacientes con la mano derecha, seleccionando las hierbas medicinales necesarias con la izquierda y usando su cola para manipular el mortero y el majadero. Tarareó mientras completaba los diversos medicamentos.

Además de todo eso, era experta en dirigir y comandar a las hadas sirvientes y era muchas veces más eficiente que Glenn en su trabajo. Todo, desde guiar a los pacientes a las salas de examen hasta manejar sus pagos finales, estaba bajo su control.

Incluso sin las hadas, el hecho de que solo ellos dos pudieran administrar la clínica ellos mismos se debió en gran parte a la competencia de Sapphee.

Además, corría el rumor por todo el pueblo de que había llegado un médico y eso traía a la clínica a huéspedes que no eran pacientes en absoluto.

–¡Doctor!

¡Oh, es el médico! ¡Hola!

A medida que se acercaba el anochecer, un grupo de jóvenes arpías llegó a imponerse en la clínica.

Glenn las reconoció. Se trataba de las jóvenes arpías que habían sido capturadas por los traficantes de esclavos en las vías fluviales de Merrow. De todas las arpías que habían sido liberadas, estas chicas eran las que no tenían un hogar al que regresar, que habían sido acogidas por el pueblo. En ese entonces, todas parecían enfermas y temblaban de miedo, pero ahora las jóvenes arpías miraban a Glenn con sonrisas brillantes y saludables.

Sus gritos agudos resonaron en la clínica. Para empezar, las voces de las arpías llegaban a largas distancias, pero sus gritos actuales eran incluso más altos de lo normal.

Todas las plumas de las arpías tenían un brillo brillante. Completamente diferente de su tiempo en prisión, a Glenn le pareció que todas estaban en perfecto estado de salud.

–… Es usted bastante popular, ¿eh, doctor? Con las chicas arpías entrando una tras otra para saludar a Glenn, el estado de ánimo de Sapphee ahora parecía ser mucho peor mientras le hablaba.

Pacificando a la enfurecida Sapphee, con las venas saliendo de su frente, Glenn terminó el primer día de trabajo en su clínica improvisada.

No era necesario decirlo, pero estaba exhausto. Sintió que esto se debía en parte al hecho de que rápidamente se habían lanzado directamente a su trabajo médico después de un largo viaje sin un momento de descanso.

Sapphee, sin embargo, no mostraba ningún cansancio por el viaje y trabajaba con energía en la clínica. Aunque Glenn sabía que tenía que seguir su ejemplo, no podía hacer nada para deshacerse de su sensación de fatiga.

–Es porque es el primer día, le dijo Sapphee a Glenn. –Al principio puede ser frenético, pero poco a poco se calmará. Una vez que lo haga, podremos tomarnos un descanso.

–Sería bueno si se fuera así…

Con solo el primer día como indicador, Glenn ya podía decir que había incluso más pacientes de los que esperaba. Dicho esto, lidiar adecuadamente con cualquier paciente de emergencia era el propósito de su trabajo como médico. Las enfermedades y las lesiones no aparecían solo cuando le convenía a Glenn.

Además de eso, los pacientes siempre parecían venir justo cuando él comenzaba a pensar que las cosas se habían calmado un poco. Si no estuviera preparado para tales sucesos, no podría ayudar a sus monstruosos pacientes.

Glenn volvió a concentrar su mente en el trabajo que tenía por delante.

***

Habían pasado unos días desde que Glenn llegó al pueblo.

Tal como había dicho Sapphee, el tráfico peatonal a través de la clínica había disminuido gradualmente. Con eso, Glenn tuvo más oportunidades de tomarse un descanso. Sin embargo, incluso siendo ese el caso, Glenn ciertamente no estaba tomando ningún tipo de períodos de descanso largos y relajantes.

Se diera cuenta él mismo o no, Glenn era un adicto al trabajo.

Cuando disminuyó el número de pacientes que acudían a su clínica temporal, pensó en cómo podría haber pacientes que no pudieran caminar por sí mismos. Esa era solo su personalidad.

Como tal, Glenn llevó su maletín médico personal e hizo visitas por todo el pueblo, lo suficiente como para aclimatarse al propio pueblo. Una vez más, así era simplemente Glenn: tenía una tendencia a trabajar excesivamente, incapaz de detenerse incluso si alguien más intentaba obligarlo.

Incapaz de salir con mucha facilidad, Sapphee se quedó en la clínica y examinó a los pacientes. Teniendo un conocimiento amplio y general de la medicina, se había acostumbrado a administrar la clínica mientras Glenn no estaba. Incluso allí, en el pueblo, a ella (junto con las hadas) se le había confiado inmediatamente el cuidado de la clínica mientras él estaba fuera.

Al igual que en la ciudad, Glenn se apresuró a recorrer la aldea para poder comenzar a verificar que todas las arpías estuvieran bien sanas y no sufrieran ninguna dolencia o lesión. Lo que le preocupaba era la razón por la que había venido a la aldea en primer lugar: la arpía, Illy, cuyas plumas se habían caído y que ya no podía volar. Glenn había intentado muchas veces reunirse con Illy, pero parecía que estaba abatida y dijo que no quería ver a Glenn.

Debía estar en una condición considerablemente terrible para no querer ver a un médico, o al menos, eso era lo que pensaba Glenn. Había oído que el anciano de la aldea había intentado persuadirla varias veces para que mostrara su estado a Glenn, pero la propia Illy insistió en decir que no quería que la vieran.

Glenn esperaba poder examinarla en poco tiempo, pero hasta entonces, solo podía correr frenéticamente por la aldea.

También se podía ver a Tisalia paseando frenéticamente por todo el pueblo. Glenn inicialmente asumió que tenía algún tipo de trabajo que hacer para Transportes Scythia. Sin embargo, inmediatamente después de hablar con el anciano de la aldea y reunirse con cada uno de los líderes de la aldea, ella miraba las cabañas de las arpías en los precipicios del acantilado.

La pasión de Tisalia por su trabajo era similar a la de Glenn.

Glenn no estaba preocupado por Tisalia mientras corría por la aldea; en cambio, estaba preocupado por una de sus asistentes.

–¿Señorita Lorna? Glenn llamó a la centauro, que estaba sola en el pueblo.

–Oh, si es el Dr. Glenn…

–¿Qué pasa? Estar aquí sola así… Por lo que Glenn sabía, Lorna nunca estaba sola.

Por lo general, se la podía encontrar acompañando a su señora Tisalia, trabajando en algo con Kay, o junto con las dos. Al verla parada allí sola, Glenn sintió que algo andaba mal y la llamó por eso.

–No, no estoy sola. Estoy con mi señora.

–No la veo por aquí…

–La he perdido un poco de vista, eso es todo… Honestamente, no importa cuánto crezca mi ama, todavía le queda algo de infantilismo. Lorna se rio entre dientes. Su comportamiento era elegante y elegante. A juzgar solo por sus gestos, parecía perfectamente normal. Y todavía…

En realidad, la aldea arpía era pequeña. Tan pequeño que era muy difícil pensar que uno podía perderse allí.

Naturalmente, había muchas cabañas que se proyectaban desde los acantilados, con muchas arpías yendo y viniendo por el aire. Incluso en ese mismo momento, había arpías volando sobre la cabeza de Glenn. Se deslizaron de un farol en otro. Glenn casi podía oírlos cortando el viento. De hecho, el pueblo estaba lleno de vida. Sin embargo, esto solo era cierto en el área donde las arpías volaban entre los dos acantilados. En el suelo, las cosas estaban un poco más tranquilas. Había como máximo veinte viviendas en el fondo del barranco para los que no podían volar. El espacio entre los dos acantilados ciertamente no era lo suficientemente grande para que uno se perdiera.

Esto hizo que Glenn se preguntara qué tan probable era que Lorna pudiera “perder de vista a su señora aquí”, cuando siempre estaba cerca de Tisalia.

–¿Cómo está Kay? Preguntó Lorna, ignorando la perplejidad de Glenn.

–Uh… Bueno, no ha habido ningún problema en particular. Está durmiendo en la clínica temporal, leyendo libros y cosas por el estilo. Sapphee la ha estado llevando a las aguas termales y parece que están teniendo un efecto curativo en ella.

Kay estaba siendo una paciente obediente y adecuada.

Bueno, «no exactamente», pensó Glenn. De vez en cuando, ella se quejaba de que quería practicar con su espada u otros sentimientos de guerrero, pero estos eran pocos y distantes entre sí. Parecía que Kay entendía bastante bien que tomárselo con calma y descansar mucho era la mejor manera de curar sus heridas.

–Esta podría ser una pregunta grosera, pero… Glenn pensó que era una buena oportunidad y decidió preguntarle a Lorna algo que había estado en su mente por un tiempo.

–¿Cuál es la relación entre tú y Kay? No sois… Hermanas, ¿verdad? –¿Tiene curiosidad? Oh, doctor, venga ya.

Lorna le dio una sonrisa sugerente. La mirada hechizante no era algo que uno vería cuando estaba al lado de Kay, vivaz y vigorosa.

–Somos huérfanas de la guerra.

–¿Huérfanas…?

–Eso es correcto. Dado que los centauros tienen una larga historia de trabajo como mercenarios, es nuestra costumbre acoger a niños que han perdido a sus padres. Sin embargo, a los huérfanos no solo los acogen como niños normales, sino que los crían como asistentes y soldados. La gente puede llamarnos belicistas, pero es una de las razones por las que hemos seguido existiendo hasta el día de hoy.

Era un mundo del que Glenn no sabía nada, pero la regla entre los centauros era aceptar la muerte en el campo de batalla. Naturalmente, hubo muchos que murieron en la batalla, y por esta razón, no fue para nada extraño que hubiera niños que habían perdido a sus padres. Glenn pensó que probablemente era inevitable que se desarrollara una cultura en la que los huérfanos fueran criados por una familia específica.

En otras palabras, los niños sin padres fueron criados juntos por todos. Sin embargo, Glenn se preguntó por qué los niños fueron aceptados como asistentes. Entonces se le ocurrió que esto podría haber sido para evitar enredar a los huérfanos en disputas de sucesión y herencia.

–Desde que fuimos acogidos como huérfanas por una familia prestigiosa como los Scythia, servir a nuestra señora es el propósito tanto de mi vida como de la de Kay.

Lorna no mostró ninguna vacilación en sus ojos. Glenn sintió una agudeza en ellos, como una flecha volando recta y certera a través del aire. Creyó haber vislumbrado algo siniestro y ominoso en la mirada de la guardaespaldas.

–Fuimos criados personalmente por el administrador actual de la Compañía Scythia. Era nuestro padre adoptivo, y Kay y yo tomamos su apellido de él. Mi nombre completo es Lorna Arte.

–¿Es eso así?

–Desde que la acogieron antes, Kay Arte se convirtió en mi hermana mayor, pero… nunca la había considerado una hermana mayor. Después de todo, tiene un lado un poco pícaro.

Lorna con su aire de mujer bien educada y algo misteriosa. Kay con su conciencia clara, algo profética y filosófica de ella. Los dos lograron un buen equilibrio, y Glenn se imaginó que era precisamente por eso que Tisalia había confiado en ambas y por qué las dos se preocupaban tanto por su señora.

Y ahora…

Kay no estaba al lado de Lorna. Glenn se preguntó si el accidente habría provocado que se deshaga su armonioso equilibrio. El tono de voz de ella, de Lorna, no había cambiado en absoluto con respecto a su forma normal de hablar, pero todavía había una parte que hacía que Glenn se sintiera inquieto.

–¡Lorna!

El sonido de cascos vino de detrás de Glenn.

Tisalia corría hacia donde él y Lorna estaban parados.

–¡Lorna! ¡¿Qué estás haciendo aquí?! Oh, hola, Dr. Glenn.

–Solo le estaba preguntando al médico sobre la condición de Kay, dijo Lorna. –Pero debería preguntarte, Señora: ¿Cómo terminaste perdiéndote?

–¡Tú eres la que se fue y se perdió! En el momento en que aparté mis ojos de ti, ¡te alejaste!

–… ¿Eh? Lorna ladeó la cabeza ante la reprimenda de Tisalia, como si no tuviera idea de lo que estaba hablando.

Tisalia se llevó las manos a la cabeza, sin saber qué hacer. Lorna parecía no entender por qué su señora actuaba de esa manera, en cambio lucía aún más ausente y distraída que antes.

Glenn pensó para sí mismo: «¿podría esta situación ser aún más grave de lo que yo imaginaba?»

***

–¡Lorna está actuando extraño! ¡Muy extraño!

Esa noche, Tisalia visitó la cabaña prestada de Glenn y Sapphee.

–¡Honestamente! ella gritó. –¡¿Cómo llegó a ser así?! ¿Qué pudo haber pasado…?

Masticar.

–¿Qué tal si eliges entre despotricar enojada o comer tu comida? Sapphee dijo con calma.

–¡No estoy enojada! Tisalia refutó. No parecía estar loca de por sí, sino que parecía insegura de lo que debería usar como una salida para sus emociones.

Glenn miró a Tisalia con una expresión preocupada en su rostro.

Había programado su visita para que llegara justo cuando cambiaban el letrero de que la clínica había cerrado por el día. Antes de que Glenn pudiera preguntarle que necesitaba, un fuerte gruñido había surgido de su estómago, por lo que había propuesto que todos comieran algo por el momento y, de hecho… Parecía que tenía bastante hambre. Se había concentrado en tragar la ensalada que Sapphee preparó para la princesa centauro.

Los centauros comían mucho.

Sin embargo, eran vegetarianos y no consumían nada más que verduras. Sin embargo, las verduras eran una fuente ineficiente de los nutrientes necesarios para mantener los cuerpos activos y el metabolismo de los centauros. Como resultado, comieron grandes cantidades de comida a la vez. Incluso en la gran plantación Alraune, los clientes eran principalmente centauros. Había otras razas vegetarianas de monstruos, pero en general, los centauros eran los comedores más voraces.

Tisalia devoró fácilmente un plato grande rebosante de ensalada. No tenía ningún condimento. Para omnívoros como lamia y los humanos, era una dieta muy difícil de entender.

–Absolutamente delicioso. Eres bastante buena cocinando, señorita Sapphee.

–Eso es solo porque le preparo las comidas del Dr. Glenn todos los días. Si el médico se queda solo, pronto empezará a escatimar en su comida. Sapphee sacó el pecho con orgullo, pero incluso Glenn habría podido cortar las verduras necesarias para hacer algo tan simple como una ensalada. No sentía que fuera algo por lo que ella actuara tan superior.

–Hmph, dijo. –Quizás debería empezar a estudiar cómo cocinar…

–Más importante… Sapphee volvió su mirada aguda hacia Tisalia, luciendo molesta. –¿Qué negocios tenías con nosotros? Estoy segura de que no vino aquí para cenar, ¿correcto?

–Oh no, tienes razón. Vine aquí para entrometerme en la cena. La honesta Tisalia extendió su plato como si estuviera pidiendo una segunda porción. Glenn no pasó por alto la contracción en las cejas de Sapphee que apareció con las palabras de Tisalia. –Eso es porque, verás… Últimamente, mis comidas han sido extrañas.

Sapphee guardó silencio, pero Tisalia siguió adelante, tomó una gran porción de ensalada para ella y comenzó a comer de nuevo. Después de todo, era cierto: el apetito de un centauro estaba mucho más allá de lo normal.

–¿Qué ha sido extraño acerca de ellos? Preguntó Sapphee.

–Lorna los está haciendo para mí, pero… Usa los condimentos incorrectos, y mientras yo como, parece tener la cabeza en las nubes. Para colmo, se cortó con su cuchillo. Ella ha sido prácticamente la definición de torpeza.

–¿Es eso… Realmente cierto? Glenn no podía imaginarse a la Lorna que conocía actuando de esa manera.

Por otra parte, cuando pensó en lo que pasó hace un rato, tal vez no fue tan difícil de creer como había pensado al principio. En la aldea arpía, que era demasiado pequeña para que alguien se perdiera, Lorna había estado parada distraídamente sola. Después de ver cómo Tisalia la regañó después del hecho, Lorna era claramente la que se había perdido.

Después de devorar por completo el segundo plato de ensalada, Tisalia se secó las comisuras de la boca con un pañuelo.

–¡Totalmente cierto! ¡No he comido ni una sola buena comida desde que llegamos aquí! La cocina de la señorita Sapphee, sin embargo, es deliciosa… ¡Realmente espléndida! Su respuesta fue tan animada que parecía que iba a estallar en lágrimas de gratitud.

–Solo puse aderezo en algunas verduras crudas… A pesar de decir esto, parecía que Sapphee no estaba en absoluto disgustada con los repetidos elogios por su cocina, y su cola se balanceaba lentamente de lado a lado. Fue una prueba de su buen humor. Como se muestra en su reacción, tenía un lado inesperado que hacía que su irritabilidad fuera fácil de manejar. Elogiarla por sus tareas domésticas fue un excelente ejemplo de esto.

Tisalia endureció su expresión y se volvió hacia Glenn. –¡De todos modos, es obvio que algo extraño está pasando con Lorna! ¡A este ritmo, no podré comer durante el resto del viaje!

–Bueno, no sé sobre eso…

–Además de todo, ¡incluso comete errores al cambiarme de ropa! Y siguió haciendo comentarios irrelevantes y fuera de tema durante mi reunión de negocios con el anciano de la aldea. ¡Nuestro trabajo no avanza en absoluto! ¿Qué demonios podría estar pasando con Lorna, me pregunto?

–¿Reuniones de negocios? Dijo Glenn. –Ahora que lo mencionas, ¿de qué estabas discutiendo con el anciano de la aldea?

Tisalia abrió el pecho como si hubiera estado esperando ansiosamente la pregunta de Glenn. Sus grandes pechos se balanceaban ostentosamente.

–Sí, nuestras negociaciones comerciales. Ésta es la razón por la que he venido hasta aquí. Dentro de Transportes Scythia, se ha hablado de asociarse con las arpías y establecer una rama de transporte aéreo de la empresa.

–¿Transporte aéreo?

–Al contratar a las arpías con su espléndida capacidad de vuelo, podemos crear un servicio especializado en mensajería y entrega urgente. Con una adición de este tipo, podemos esperar obtener beneficios aún mayores.

–Ya veo…

Glenn no pudo evitar sentirse impresionado. Ciertamente le pareció una buena idea.

Tirando de carros, los centauros pudieron transportar humanos y grandes cargas de carga. Sin embargo, no pudieron adaptarse en absoluto a las nuevas circunstancias.

Cuando se les asignó la tarea de entregar rápidamente un paquete pequeño, fue ineficaz para ellos dedicar un carro completo a un artículo.

Ahí es donde entraron las arpías. Volando en el aire, libres de las restricciones que venían con los viajes por carretera, podían entregar paquetes fácilmente en poco tiempo. Si bien volar por el aire significaba que llevar paquetes pesados sería difícil, serían rápidos en la entrega de cartas y paquetes pequeños.

Glenn pensó inmediatamente para sí mismo en cómo esto podría afectar su propia clínica.

Por ejemplo, podría recibir un aviso de inmediato de un paciente que necesita atención de emergencia y salir corriendo al lugar de los hechos mucho más rápido de lo habitual. Además, si las arpías entregaban cartas, él podría enviar diagnósticos a lugares como la aldea de las arpías donde no había médico y podría enviar la medicina necesaria según fuera necesario. Ese tipo de servicio sería muy beneficioso para él cuando a la hora de tratar a los pacientes.

–Un servicio de transporte aéreo especializado en velocidad y asequibilidad, continuó Tisalia. –Para que esto suceda, estamos hablando con el anciano de la aldea y actualmente estamos negociando si pudiésemos contratar arpías que quieran trabajar para nuestra empresa.

–Veo. Creo que es una gran idea.

–Desde el principio, Transportes Scythia ha sido una operación de una sola especie, y hay muchas voces dentro de la empresa que se oponen al empleo de personas que no son centauros, pero… He venido a calmar esa disidencia. Creo que, si podemos obtener resultados en este viaje, el grupo de oposición dentro de la empresa guardará silencio y aceptará la idea.

Con estos asuntos internos dando vueltas, la representante y única hija del propietario de la empresa había venido deliberadamente a la aldea y avanzó con las negociaciones. Glenn pensó que, dado que este era el caso, Transportes Scythia debía tomarse muy en serio la idea. Tisalia ya estaba involucrada incluso en las partes profundas y bastante detalladas de la gestión de la empresa.

Ahora podía ver el sentido de responsabilidad y la fuerte presión que pesaba sobre los hombros de Tisalia.

–¡Son negociaciones comerciales muy importantes! Dijo Tisalia. –Y, aun así, ¡Kay está herida y Lorna se ha vuelto tan extraña! Doctor, ¿puede mirar a Lorna también?

–¿Quieres decir… Examinarla médicamente? Preguntó Glenn. El esguince de Kay estaba naturalmente dentro de su especialización. Sin embargo, el estado de Lorna no era ni una enfermedad ni una lesión. Glenn creía que era algo psicológico. –La señorita Lorna probablemente esté tan distraída porque su compañera, la señorita Kay, no está con ella… O más bien, está preocupada por las heridas de la señorita Kay… ¿verdad?

Tisalia asintió. –Con toda probabilidad, eso es lo que creo que es el problema.

–En cuyo caso, no hay nada que pueda hacer realmente más que esperar hasta que el esguince de la señorita Kay se cure…

Los esguinces solían tomarse a la ligera, pero podrían ser una lesión sorprendentemente problemática. Ya sea humano o monstruo, el sentido que un paciente tenía de su propio cuerpo era menos correcto de lo que uno podría haber pensado. Una vez desaparecido el dolor del esguince, uno podría pensar que estaban mejor y que podrían volver a vivir de la misma manera que tenían antes del esguince. Sin embargo, ese no era el caso, ya que existía la posibilidad de que perdieran la sensibilidad en la extremidad previamente lesionada y se cayeran, lo que provocaría que ocurriera otro esguince.

El trabajo de un médico era monitorear de cerca la progresión del esguince y determinar cuándo había sanado por completo. Lo peor que podía pasar era que alguien sin educación en el tema decidiera que la herida se había curado cuando en realidad no lo había hecho.

–¡En ese caso, realmente lo he perdido todo! Dijo Tisalia. –¡No puedo soportar que Kay y Lorna no hagan su trabajo!

–Puedes arreglártelas sin ningún asistente, ¿no? Preguntó Glenn.

–¡Absolutamente fuera de discusión! ¡Es imposible para mí vivir sin mis asistentes! ¡Hasta ahora, Lorna y Kay incluso me han ayudado a atarme el pelo y cambiarme de ropa!

–Hazlo tú misma, dijo Sapphee rotundamente, en respuesta a los comentarios estropeados de Tisalia.

Sapphee no estaba simplemente siendo fría con Tisalia. Solo había algunas cosas que no podían hacer como médicos. ¿Qué ayuda podrían dar a un centauro distraído y ausente que estaba preocupado por su compañera? A lo sumo, podrían hablar con ella al respecto y hacer todo lo posible por cuidarla.

Por otro lado, pensó Glenn, no había forma de curar rápidamente el esguince de Kay. Lo mejor para ella era sumergirse en las aguas termales cuando podía y quedarse en la cama, que era exactamente lo que estaba haciendo Kay.

–En ese caso, dijo Tisalia, –supongo que no tengo otra opción. Con un golpe, colocó algo encima de la mesa. Fue una botella.

Se pegó una etiqueta en la botella, marcada con un escudo que representaba una gran rosa floreciente. Glenn reconoció la cresta y se preguntó dónde había estado escondiendo Tisalia la botella en primer lugar.

–¡¿Cómo es esto, entonces?! ¡Es de la reserva de mi empresa! ¡El vino blanco de la más alta calidad, elaborado con las uvas de la plantación Alraune! Es una añada especial: ¡solo se producen diez botellas al año! ¡Te lo estoy ofreciendo!

–Absolutamente ayudaremos. No, por favor, déjanos ayudar respondió Sapphee de inmediato, con los ojos deslumbrados por la tentación del alcohol.

–Espera un segundo, Sapphee…, Dijo Glenn.

–¡Es un vino blanco Alraune! ¡Esta oportunidad solo puede llegar una vez en la vida! ¡No puedes dejar pasar esta oportunidad! Dijo Tisalia. Parecía débil, pero estaba bastante decidida. Glenn pensó que debió haber traído deliberadamente la botella como un plan secreto para pedir la ayuda de Sapphee. Como era de esperar de la única heredera que representaba a su empresa, parecía haber superado a Sapphee en sus negociaciones.

Sin embargo, Glenn todavía estaba tranquilo y sereno.

Que les dieran vino caro o no, no cambiaba el hecho de que no podían hacer nada para tratar a Lorna. Sin embargo, no parecía que Sapphee fuera a estar convencida, ya que había tomado la botella de vino y la había enrollado con el rabo para que nadie se la quitara.

–Doctor. Tisalia parecía haberse dado cuenta de que Glenn todavía dudaba. Su mirada estaba dirigida directamente hacia adelante y atravesó a Glenn. –Es posible que ya lo hayas escuchado, pero Kay y Lorna eran originalmente huérfanos.

–Oh sí. Un poco, hace un tiempo. Glenn eludió la pregunta sin mencionar que era algo sobre lo que acababa de preguntar esa misma tarde. Pensó que, si le decía a Tisalia que había abordado un tema tan serio en una pequeña charla, ella solo se ofendería.

–Las tres fuimos criadas casi como hermanas, desde que éramos poco. Pero al final, sigo siendo su dama y ellas son mis asistentes. Seguramente hay cosas que no pueden compartir conmigo pero que comparten entre ellas. Hay algunas cosas en las que no puedo unirme. Las palabras de Tisalia tenían un tinte de soledad.