Heavy Object (NL)

Volumen 15

Capítulo 2: Matanza De Parásitos >> Batalla Por La Liberación Dentro De Manhattan

Parte 4

“Heivia, Heivia.”

Myonri tenía una buena razón para sonar tan nerviosa mientras lo llamaba. Sentarse. Acostarse.

El toro de armadura compuesta de 2m estaba cortésmente parado directamente sobre Heivia, que se desplomó boca abajo en el suelo. Incluso sin un servidor, aparentemente eran lo suficientemente obedientes como para atacar a soldados delincuentes. Realmente estaban bien hechos.

Heivia había quedado completamente incapacitado y solo podía exprimir la voz de una rana aplastada.

“…Myonri, sácame de aquí antes de que este pedazo de chatarra empiece a mover sus caderas. No diría que he vivido una vida que me permite mantener la cabeza en alto frente a la Virgen María, pero ¿no crees que es demasiado dejar que esta máquina practique ‘bestiality’ conmigo?”

“Um, ¿qué vamos a hacer ahora?”

Myonri pudo haber ganado la capacidad de filtrar automáticamente cualquier cosa que ensuciara demasiado sus oídos. Las otras patatas tampoco mostraron signos de querer ayudar.

Myonri estaba harta de ser espiada por las cámaras de seguridad con forma de flor o trompeta que se organizaron en función de la capacidad de las flores de polinización cruzada para cubrir el rango de distribución de polen de cada una.

“El Manhattan ha llegado hasta la Nueva Isla del Caribe, pero por el momento, todo lo que ha hecho es venir aquí. Tampoco parece estar preparándose para atacar en otro lugar. En ese caso… ¿Contra qué se supone que debemos luchar una vez que recuperemos nuestras armas?”

“¿Por qué estás sonriendo? ¿¡Estás interesada en cómo sabe su trasero!? ¡Este es el Object más grande del enemigo! ¡¡No hay señales de su Elite, Capulet está haciendo horas extras bajo el control de esa loca Martini, y ya han usado su cañón del reactor lanzado electromagnéticamente para un ataque preventivo sin previo aviso!!”

“¿Entonces se supone que debemos disparar a las personas inocentes que caminan por aquí? ¿No parece ser ese el objetivo equivocado?” Myonri puso una mano sobre su delgada barbilla. “Todavía no está claro si esa…¿señorita Martini? Estaba usando el Manhattan para atacarnos a nosotros el Reino de la Legitimidad o a la flota de mantenimiento de la Alianza de la Información corrompida por Piranirie. Nosotros fuimos los que se infiltraron en esa flota, así que, si dicen que no lo sabían, significaría que simplemente estábamos atrapados en medio de una purga interna…”

Un extraño gemido escapó de la boca de Heivia.

Eso significaría que no había habido ningún acto de guerra en primer lugar y que no tendrían ninguna razón para un contraataque. Eso haría que Heivia y el Reino de la Legitimidad sean los agresores en el ataque a Manhattan y la Alianza de la Información.

Ellos habían hecho mucho para exagerar lo aterrador que era el Manhattan, pero ahora que estaban a bordo, descubrieron que era pacífico. Es cierto que había llegado al océano cerca de la Nueva Isla del Caribe, pero no estaba lejos de vaporizar al ejército del Reino de la Legitimidad con su poder de fuego extremo. Era un misterio quién era el oponente del Manhattan y dónde había estado apuntando con ese ataque inicial. Heivia y los demás no habían sido esposados ni arrojados a una celda. Habían sido liberados en la ciudad.

No había nada que pudieran hacer ahora.

Las patatas se sentían tontas por alterarse tanto por la guerra.

Sin nada aquí, ese ejército había perdido su razón para luchar. Hubiera sido mucho más simple si hubieran descubierto un plan para acabar con la raza humana. Así, parecía más como si estuvieran tratando de provocar problemas en la ciudad perfectamente pacífica para comenzar una guerra.

Esta era una sociedad totalmente controlada. Las personas estaban vinculadas por los datos.

Heivia había vislumbrado el miedo a una ciudad digital que ni siquiera necesitaba separar a los delincuentes. Algo profundo en el corazón del soldado delincuente le dijo que todo terminaría si dejaba que esto lo corrompiera. Así que buscó desesperadamente una razón.

“No voy a seguir con esto y enterrar mis huesos en la Alianza de la Información. Tengo sangre noble, así que tengo que heredar la familia Winchell.”

“Esa es una buena idea…pero ¿y si dicen que se están contactando con nuestra embajada en preparación para entregarnos de manera segura?”

Ellos se romperían.

Incluso si nada de eso sucediera, Heivia y los demás se romperían si esa chica Melly les dijera eso. Mientras ella esquivaba el problema y no hacía nada por tiempo, ellos se acostumbrarían a esto, perderían interés y decidirían que esto es lo suficientemente bueno.

Cualquiera tendría miedo.

Si te arrojaran frente a un arma tan colosal y te dijeran que tienes que luchar contra ella si tuvieras alguna queja, cualquiera se asustaría. Es por eso que Myonri y los demás se aferraban a esta paz temporal. Si no podían encontrar una razón para seguir luchando, ¿por qué luchar? Ellos querían inclinarse hacia esa conclusión.

Pero eso no era lo suficientemente bueno.

Por un lado, no se podía confiar en las palabras de la Alianza de la Información. Ellos tenían que asumir que esas palabras eran como balas desechables destinadas a manipular a su objetivo y devorar todo lo que tenían valor.

Ellos deberían haber aprendido esa lección ya.

Hace rato en la cubierta de esa nave cuando su amigo había sido fríamente asesinado a tiros.

“Nosotros-…”

Heivia abrió su boca para continuar discutiendo con Myonri y los demás que estaban a punto de caer.

Pero él fue interrumpido.

Fue un ruido metálico sordo y desagradable, muy parecido a una campana mal elaborada al ser golpeada. Provino directamente de arriba de Heivia, que todavía estaba tendido contra el suelo. Vino del costado de ese Bullmite. Allí había aparecido un agujero del tamaño de un pulgar del cual salían chispas como fuegos artificiales o bombas de humo.

Excepto que las placas de circuito no arrojarían chispas así, sin importar cuanto se les dañe. Este fue claramente el trabajo de un químico destinado a freír los circuitos.

“¿¡Un francotirador…usando balas incendiarias que perforan la armadura!?”

Después de un estallido especialmente grande de chispas que frio todo lo electrónico, el Bullmite se quedó sin fuerzas. Si no se hubiera derrumbado a un lado, podría haber aplastado a Heivia bajo su peso.

Pero Heivia no parecía exactamente feliz después de obtener la libertad que tanto había deseado.

“¿Quién hizo eso…?”

Él preguntó sin pensar, pero nadie sabía la respuesta. Las pocas docenas de soldados del Reino de la Legitimidad estaban reunidas en este mismo lugar, por lo que ninguno de ellos podría haberse ido y preparado un rifle de francotirador en el techo de un edificio.

Pero eso no significaba nada para las personas que los rodeaban.

Los transeúntes asiáticos abrieron sus ojos, extendieron sus muchos teléfonos y produjeron innumerables sonidos de obturadores electrónicos.

El grupo de Heivia se dio cuenta de que estaban rodeados de intenciones asesinas.

Los Bullmites que patrullaban las calles aparecieron por doquier en cada esquina, como si los soldados del Reino de la Legitimidad hubieran activado la jaula de datos. Y las máquinas estaban claramente en un modo diferente que antes. Incluso si no usaban un servidor, sus circuitos simples aparentemente eran suficientes para detectar la desaparición de sus compañeros Bullmite y trabajar juntos para resolver la situación.

Pero estaban fundamentalmente equivocados. Estos pensaron erróneamente que los soldados habían roto las reglas.

Esta vez, el grupo de Heivia realmente sería asesinado. “¿¡Qué imbécil hizo eso!?”

Había 700,000 cámaras de seguridad pública y quién sabe cuántos teléfonos y cámaras de auto encima de eso. Y, sin embargo, nadie pudo responder a esa pregunta fundamental.

¿Quién había tirado la piedra? El Round 2 había comenzado.

***

Esa ciudad libre y pacífica parecía completamente diferente ahora.

Las innumerables cámaras de seguridad, que se instalaron acorde a una gran teoría sobre la polinización cruzada o lo que sea, no fueron de ninguna ayuda. Estas no limpiarían los nombres de los soldados de esta falsa acusación.

“¿¡Qué demonios, qué demonios, qué demonios, demonios, demonios!?”

Incluso si alguien más había arrojado la piedra, ellos tenían que lidiar con las plagas que surgieron del panal de avispas. Pero Heivia y los demás no tenían armas, por lo que solo tenían una opción. Si no huían, morirían. Todos ellos serían asesinados juntos. El Bullmite en la espalda de Heivia había colapsado, por lo que tuvo que levantarse y correr por el Barrio Chino.

“¿¡A-a dónde se supone que debemos correr!?” preguntó Myonri. “¡¡Todos los 20,000 metros de este lugar están encima de un Object de la Alianza de la Información!!”

“¡Si realmente quieres una respuesta, pon las manos sobre tus rodillas, extiende tu trasero hacia ellos y tómate el tiempo para pensar! ¿Yo? ¡¡Voy a correr!!”

Después de doblar en una esquina en el Barrio Chino, Heivia encontró un cañón de pistola ordinario apuntando hacia él.

“!?”

Él sujeto y torció la muñeca del atacante y lo lanzo contra el suelo solo para descubrir que era un estudiante universitario.

“¿¡Por qué un civil tiene una ametralladora tan grande!? ¿¡Acaso son más fáciles de conseguir que el Stick o Pokemamo de la Nacion Isla!?”

Cuando Heivia disparó algunos disparos de advertencia al aire, todos los transeúntes se agacharon y se escondieron debajo de las mesas y bancos. En lo que parecía ser un signo de rendición, todos arrojaron pistolas y cartuchos como ofrendas de dinero. Los soldados del Reino de la Legitimidad no tuvieron tiempo de llevarse todo mientras huían, pero en algo así como corredores de maratón en una estación de agua, todos terminaron con armas de una variedad de fabricantes.

“Hay algo muy malo con el mercado norteamericano,” dijo Heivia. “¡Aquí hay más armas que en el campo de batalla!”

“Revólveres, escopetas, metralletas… ¿Acaso realmente son para defensa propia?” preguntó Myonri. “Uwehh, ¿¡incluso hay algunas ametralladoras ligeras y rifles de francotirador…!?”

Tener armas era más tranquilizador que no tener ninguna, pero los Bullmites sin servidor y altamente coordinados fueron diseñados para ser utilizados como escudos. Una máquina no moriría incluso si le dispararas en la cabeza o el pecho.

Las “balas normales” no iban a servir de nada, por lo que ellos seleccionaron armas ligeras en lugar de poderosas.

Aumentar su potencia de fuego no iba a detener a los Bullmites. “¡¡Oh, honestamente!!”

Heivia levantó la ametralladora casi por reflejo, pero era inútil. Él se enfrentaba a máquinas. Las amenazas serían inútiles y una ráfaga de balas de 9 mm solo sería desviada por la gruesa armadura. Dado el número de civiles que se escondían a su alrededor, rebotar balas sería una amenaza demasiado grande.

Estos no estaban vivos.

Estos no temían a la destrucción.

¿Acaso las reglas realmente cambiaban tanto cuando se enviaban armas no tripuladas al campo de batalla?

Fue entonces cuando una “bala de plata” llegó antes de su disparo.

La ronda incendiaria podía atravesar la gruesa armadura y freír las placas de circuito dentro con un gran calor. Después de ser disparada desde un techo u otro, la bala del francotirador atravesó el transformador que controlaba un semáforo, por lo que un gran camión atravesó el camino y apuntó hacia el grupo de Heivia.

Si.

El problema era que las “balas de plata” no solo apuntaban a los monstruos.

“¡¡Cuidado, maldita sea!! ¡¡Dios, esta es una orgía terrible!! ¡¡Nunca sabes cuándo vas a tener tu cara llena de olor a calamar!!”

El camión condujo justo sobre una barrera de concreto que también funcionaba como un jardín de flores y se detuvo medio aplastado justo antes de golpear al soldado delincuente. Pero él no tuvo tiempo de recuperar el aliento. El francotirador misterioso disparó unos disparos más en un parque cercano, atrayendo a los Bullmites de esa área hacia los soldados. Al igual que llamar la atención de un enemigo aislado en un juego en línea.

“Ese francotirador nos está siguiendo,” dijo Myonri.

“¿Acaso está saltando de un edificio a otro? ¡Hey, si no estás usando ese rifle de francotirador de plástico, tíralo aquí! ¡¡Silenciar a ese sombrío mirón es la máxima prioridad!!”

Dicho esto, los francotiradores en la vida real no eran como en las películas. No podías simplemente mirar hacia arriba y verlos asomarse desde el edificio. Ellos parecían estar corriendo a lo largo de los techos de los edificios junto a la acera en el que el grupo de Heivia estaba corriendo, pero no estaba claro dónde estaban exactamente.

Innumerables cámaras de seguridad florales fueron instaladas, pero estas se organizaron teniendo en cuenta el flujo de personas. En pocas palabras, el monitoreo de las calles pobladas era lo primero y el cielo en lo alto se observaba con menos atención.

Mientras tanto, otro Bullmite se lanzó para cortar su camino. “¡Eso no va a funcionar incluso si le disparas de frente!”

“¡¡Eso no es lo que estoy haciendo, idiota!! ¡¡Practicar Bukkake en la cara de una maquina no es mi idea de diversión!!”

Sin siquiera usar la mira, Heivia disparó una bala de rifle de alta velocidad a la boca de incendios al final del camino. Esos tipos de animales tenían poca área de superficie en contacto con el suelo para su peso, por lo que estaban en problemas cuando perdían fricción. Eso era obvio cuando solo se usaban cuatro pezuñas pequeñas para controlar el mismo peso que una motocicleta grande.

Myonri y los demás dispararon más balas mientras el Bullmite se resbalaba y volcaba, pero eso solo envió chispas volando desde la armadura. Ni siquiera el fuego concentrado en un enemigo indefenso tuvo algún efecto.

“¿Qué opinas de ese francotirador?” preguntó Heivia

“¡¡Bueno, definitivamente no quiero ser su amiga!!” respondió Myonri. “Eso no. Estoy hablando de su habilidad.”

El torrente de la boca de incendios había volteado la cubeta de detergente industrial de un limpiador de ventanas, por lo que el Bullmite resbaló aún más de lo esperado y parecía que no podía levantarse. Cuando no podían moverse, parecían tener dificultades para usar sus movimientos para comunicarse con los demás. Por lo tanto, las otras unidades no se movieron para ayudarlo. Y las patatas no iban a quedarse en un solo lugar. Heivia tuvo que chasquear su lengua y saltar sobre la masa de armadura compuesta que no podía regresar a la pelea y que siguió girando como un fuego artificial de rueda gigante.

“Destruyeron un semáforo para enviarnos un camión y provocaron a los Bullmites para que nos atacaran. ¿Por qué son tan indirectos como una chica enamorada? ¡¡Todo lo que necesitan hacer es disparar balas directamente a nuestras cabezas!!”

“¿Tal vez esperan hacer que parezca un accidente?” sugirió Myonri.

“Están usando rondas incendiarias que perforan la armadura. Eso es más que simplemente reemplazar un cartucho usado comprado en una tienda de armas. Estas balas se destacarán mucho más que el chicle pegado en todas las aceras, por lo que no hay lugar para una conspiración aquí.”

Ellos dispararon disparos de advertencia ocasionales en el aire para disuadir al francotirador a quien todavía no habían localizado. Las balas normales no funcionarían en los Bullmites que los perseguían de manera coordinada sin usar un servidor. Después de asegurarse de que los disparos esporádicos habían librado el área de civiles, Heivia disparó su rifle de francotirador directamente al aire.

El cable de una grúa se rompió y varias vigas de acero cayeron de un edificio en construcción.

“¿¡Esas cosas aún pueden moverse después de un golpe directo!?”

“¡Necesitas al menos tanta potencia de fuego como un traje de poder!” dijo Myonri. “Aún más importante, ¿qué estabas tratando de decir sobre ese francotirador?”

“Para ser francotirador debes saber más que solo la distancia y la dirección del viento. La asistencia de la máquina puede compensar el lado científico de las cosas, pero el lado más social es más difícil. Debes predecir lo que hará tu objetivo y colocar la trayectoria balística donde estará a continuación. Este francotirador siempre apuntaba a cosas que son fáciles de predecir: Bullmites que no temen a la muerte y un transformador estacionario. Para estos, todo lo que necesita hacer es alinear la mira en el alcance.”

Siendo realistas, el grupo de Heivia estaba tan acorralado como podía estarlo. Pero él propuso una teoría audaz de todos modos.

“Este francotirador es solo un virgen aficionado. No están seguros de que puedan satisfacernos, por lo que están disparando a los objetivos mecánicos más fáciles.”

En ese caso, ¿cuál era el campo de experiencia del atacante?

Los ataques del francotirador con rondas incendiarias que perforaban la armadura se parecían mucho a explosiones a pequeña escala. También eran buenos para descubrir cómo funcionaban los artilugios como los Bullmites. Ignoraron los preparativos en ambos lados de la lucha para lanzar la escena al caos y lograr más de lo que su habilidad normalmente permitiría.

…Ahora que lo recordaba, ¿no había alguien bien conocido por Heivia que intentó nerviosamente disparar un tiro de francotirador asistido por la máquina para rescatar a la Princesa en el Distrito de Alaska?

“(Estás bromeando, ¿cierto…? Me encantaría si él está vivo, pero él no haría su aparición así,

¿¡verdad!?)”

Él escuchó lo que sonó como un grueso corchete de metal que encajaba en su lugar.

Él miró hacia atrás mientras corría y sus ojos se abrieron. En algún momento, los toros de armadura compuesta habían recibido accesorios que se asemejaban a mochilas o sillas de montar. E instalados a estos había una ametralladora ligera, granadas y un pequeño cargador de contenedores que se parecía a una hielera.

Era tan injusto como descubrir que los implacables zombies habían comenzado a apuntarte con un arma.

“¿¡Qué demonios es esto…!?”

Fue entonces cuando la señal de una estación de metro entró en la esquina de su visión.

Todo terminaría si esas armas abrían fuego en la calle sobre la superficie. Los soldados del Reino de la Legitimidad y los civiles inocentes que habían evacuado al interior serían atrapados por el implacable ataque. Las ametralladoras pesadas usaban balas más gruesas que un pulgar, por lo que podían atravesar el vidrio y el concreto como si fuera espuma de poliestireno. Heivia hizo un gesto hacia las otras patatas y todos bajaron corriendo por las escaleras.

“¿¡De verdad crees que esto nos salvará!?” preguntó Myonri

“¿¡Cómo debería saberlo!? ¡¡Ve a llamar al soporte técnico!! Pero esto al menos nos distanciará del francotirador en los techos. Y bajo tierra, solo el mapa en 2D no será suficiente. Además, Manhattan ha girado sin preocuparse por todas las direcciones cardinales, por lo que solo podemos esperar que esas cosas pierdan la noción de dónde están…”

La guerra era generalmente una competencia de sobre quién podría tomar más vidas.

Por lo tanto, ellos tendrían que cambiar la forma en que luchaban cuando se enfrentaban a armas no tripuladas sin vida.

Al escuchar la conmoción, algunos trabajadores benévolos de la estación comenzaron a salir con pistolas paralizantes, pero el grupo de Heivia apuntó sus armas reales para obligarlos a retroceder mientras corrían por el área caótica de venta de boletos y saltaban sobre la barrera de acceso.

Ellos escucharon más gritos que provenían desde atrás. Heivia chasqueó su lengua.

“Maldición, ¿¡no funcionó!? ¿¡Acaso están usando microondas u ondas submilimétricas o algo así!?”

“¿¡Podrías explicar qué significa esto!?” preguntó Myonri. “¡Pensé que las armas no tripuladas de la Alianza de la Información eran autónomas y no necesitaban acceder a un servidor!”

Él no tenía tiempo para eso. Estarían muertos si esas cosas los alcanzaban.

Las cámaras de seguridad florales también se instalaron aquí, por lo que la Martini podía saber dónde estaban. Eso limitó lo que las patatas podían hacer. Ellos estarían atrapados si seguían corriendo y volvían a la superficie a través de una salida diferente. E incluso si corrían hacia la plataforma, Heivia dudaba que encontrarían un tren convenientemente a punto de partir como en un drama.

“Debe ser solo la misma LAN inalámbrica estándar que podría desviar la selfie que una ama de casa aburrida quería enviar al tipo con el que engaña a su marido. ¿¡Podríamos crear una interferencia!?”

“¡¡No tenemos ningún equipo, imbécil!! ¡Deja de pedir lo imposible! ¿Y por qué estás tan obsesionado con interferir la señal? Seguirán viniendo por nosotros incluso si cortamos las cámaras que nos monitorean, ¿¡cierto!?”

Ellos ni siquiera tenían 10 segundos para pensar. Incluso un humano podría correr a través de la estructura de 100 metros en ese tiempo.

Heivia chasqueó su lengua.

“¡¡Cualquiera que tenga una mano libre, reúnan tantos extintores como puedan!!” “¿Heivia?”

“¡¡Bajen a la plataforma!! ¡De prisa! ¡¡No tiene sentido si nos alcanzan!!”

Los soldados del Reino de la Legitimidad saltaron por las escaleras mientras corrían hacia la plataforma del metro. Como se esperaba, ningún tren se deslizó convenientemente hasta la plataforma. La plataforma estaba vacía a ambos lados y los estudiantes universitarios y las amas de casa que esperaban un tren se agacharon al ver las numerosas armas.

“¿¡Qué vamos a hacer!?” preguntó Myonri. “¿¡Correr hacia el túnel!?”

“¿¡De qué sirve jugar a las atrapadas con máquinas en un túnel largo y recto!? ¡Aún más importante, denme los extintores! ¡¡Todos ellos!!”

Heivia arrebató los contenedores de metal rojo y apuntó las mangueras a un lugar sorprendente: los rieles debajo de la plataforma.

“Los subterráneos envían la energía a través de la parte inferior en lugar de la parte superior.”

“¿Que importa eso?”

“¿Cómo rastrean esos bastardos metálicos su ubicación y su destino mientras el Manhattan gira? Mi teoría es que usan ondas electromagnéticas.”

“¿Pero que no nos dijeron que las armas no tripuladas pueden moverse sin una conexión?”

“No tiene que estar en un ancho de banda militar. Podrían ser señales de TV, radio, teléfonos celulares o cualquier otra cosa. Las ondas electromagnéticas son ondas sin importar que, por lo que el efecto Doppler entra en juego. Al leer las señales que vuelan alrededor, pueden saber cómo se está moviendo el Manhattan. Las armas no tripuladas usan eso como una brújula virtual para rastrear su propia ubicación. Wraith dijo que los submarinos son la forma ideal de un arma no tripulada, ¿cierto? ¡Si solo reciben las señales pasivamente, no tienen que preocuparse de que el enemigo las localice!”

Lo que significa…

“Los Bullmites no se perdieron en el subsuelo porque las señales de transmisión de microondas y ondas submilimétricas pueden penetrar el concreto grueso. ¡Pero si usamos interferencia para alterar las ondas electromagnéticas, deberían perder la noción de su ubicación y dejar de moverse! Así que hagamos una descarga de efecto corona. ¡El tercer riel normalmente se mantiene a distancia para que no cause ninguna interferencia, pero si colocamos una impureza cerca, eso cambiará!”

El sonido del extintor era como una versión amplificada de una bebida carbonatada.

Los extinguidores de tipo burbuja lanzaron su producto químico líquido más allá de la plataforma.

Un momento después, escucharon mucho ruido desde las escaleras. Los Bullmites cuadrúpedos con armas de fuego adicionadas se lanzaron hacia la plataforma.

Myonri y los demás inmediatamente apuntaron sus escopetas y metralletas en esa dirección.

Sus dedos permanecieron inmóviles en el gatillo.

Los Bullmites se habían quedado flácidos de repente, perdieron el equilibrio en las escaleras y comenzaron a rodar.

Las armas no tripuladas colapsadas no volvieron a moverse.

Myonri y los demás mantuvieron sus armas apuntadas a ellos por un tiempo. “¿Se…se han detenido?”

“Una descarga de corona no hace mucho ruido como una pistola eléctrica, por lo que puede ser difícil saber que algo está sucediendo. Localizar una línea eléctrica no fue fácil, ya que a Nueva York le gusta enterrar todo, desde secretos nacionales hasta masajeadores rotos, pero supuse que las vías eléctricas de un tren serían suficiente para bloquear las ondas electromagnéticas.”

Con esta interferencia electromagnética, las fotos enviadas desde el teléfono de un aficionado no llegarían a su destinatario. Eso significaba que no tenían que preocuparse por ningún “espía involuntario”. Heivia usó su rifle de francotirador para disparar a cada una de las cámaras de seguridad instaladas directamente alrededor de la plataforma.

Él era un tipo capaz de todo siempre y cuando no se enfrentara a un Object.

“Okay. Finalmente hemos construido un punto ciego, así que cambiémonos de ropa y larguémonos de aquí. Al igual que intercambiar autos en un estacionamiento o debajo de un paso elevado.”

Justo entonces, hubo un ruido profundo y la plataforma del metro sin ventanas fue envuelta en una profunda oscuridad.

“Realmente nos disculpamos por las molestias. La energía de esta estación ha sido cortada para solucionar un problema. Las luces, el aire acondicionado, las comunicaciones y otros servicios volverán uno a la vez, por lo que, para evitar tropiezos, permanezcan en su lugar a menos que un miembro del personal de la estación brinde orientación sobre la evacuación…”

La repentina oscuridad fue como apagar un videojuego inesperadamente.

Heivia uso su imaginación mientras escuchaba el anuncio innecesario y entonces dio un grito.

“¡¡Mierda!! ¡¡Cortar la energía detiene la descarga de corona!!”

Él no podía ver su mano frente a su cara en esta oscuridad, pero podía escuchar varios sonidos metálicos. No hace falta decir que los ojos de las máquinas tenían un mayor alcance visual que los humanos. El apagón no significó nada para ellos. Sin energía para el tercer riel del metro, el efecto Doppler se recuperaría y los Bullmites serían imparables.

Myonri dio un breve grito justo al lado de él. “¿¡Eek!?”

“¡¡No dispares al azar!! ¡¡No sabemos dónde están los civiles en esta oscuridad!!”

“Entonces, ¿¡qué hacemos!? ¡Ellos tienen efectivamente gafas de visión nocturna, por lo que pueden disparar con precisión!”

Sus armas de fuego eran productos comerciales tomados de personas aleatorias, por lo que no estaban a la altura de los estándares militares y no estaban equipados con las diversas cámaras y sensores a los que estaban acostumbrados esos soldados.

Al final, Heivia Winchell no pudo convertirse en Quenser Barbotage.

Y un momento después, las máquinas masivas se apresuraron como toros embistiendo.