Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 8

Capitulo 8: Nace una Novela

El 18 de enero fue la fecha en la que salieron a la venta los lanzamientos de GF Bunko correspondientes al mes. Las librerías de todo Japón dieron la bienvenida a seis nuevos títulos, entre los que se encontraba el volumen 5 de Todo sobre mi hermnita y su edición de lujo con CD Drama incluido.

Haruto se encontraba en el barrio de Akihabara en Tokio, sede mundial de los otakus, con el fin de adquirir los nuevos libros de GF Bunko. La librería cercana a la casa de su familia en Chiba también los tenía, pero él siempre iba a Akihabara por los títulos de GF ya que lo veía como una oportunidad para hacer un pequeño estudio de mercado. Por supuesto, uno podía informarse bien de las tendencias de la industria en Internet, comprar los doujinshi más conocidos y los juegos autopublicados en la red, pero nunca se sabía qué tipo de tesoros se podían encontrar entre los lanzamientos de doujinshis menos conocidos, además muchas novelas ligeras y mangas venían con bonificaciones exclusivas de las tiendas que atendían a los frikis.

Sin embargo, incluso descartando todo eso, a Haruto le gustaba la ciudad de Akihabara. Había tiendas otaku en todas direcciones, enormes carteles que anunciaban juegos y anime, chicas vestidas como maids que repartían folletos publicitarios para sus cafés y multitudes de gente—su mismo tipo de gente—que subía y bajaba por la calle. Era ruidoso y odioso, pero a él le resultaba infinitamente relajante, lo que imaginaba que probablemente lo convertía en un otaku incondicional.

Itsuki, su compañero de aventuras, no tenía mucho interés en los bonos exclusivos de las tiendas ni en los doujinshi. Odiaba ir a Akihabara—porque había ‘demasiada gente’— y compraba muchos de sus contenidos en formato digital. No es de los que se apegan a las posesiones materiales, pensó Haruto.

—Esta persona está asquerosamente obsesionada con las hermanitas, habla y actúa como si estuviera en la escuela secundaria, y, sin embargo, no actúa como un otaku en absoluto. Dijo que no le importaba la Comiket; tiene novia; no es virgen…

Un ligero sentimiento de inferioridad atravesó la mente de Haruto al entrar en una tienda orientada a los otakus, cargada de mangas y novelas ligeras. Toda una planta estaba dedicada a estas últimas, de hecho, y la sección de novedades contaba con montones de lo más reciente de GF Bunko. El volumen 5 de Todo sobre mi hermanita estaba en el lugar más destacado, la edición normal y la de lujo, por lo que estaba claro que la tienda tenía un gran inventario. Sin duda, eso es lo que se gana al conseguir una adaptación a anime. Incluso había una tarjeta de recomendación del personal escrita a mano junto a los libros, en la que se leía: “¡El autor predilecto para nuestro staff obsesionado con las hermanitas por fin tendrá una adaptación a anime! ¡¡¡¡Si no lees esto, nunca estarás al día con la novela ligera de ‘hermanas’ más popular del año!!!!”. Incluso incluía una pequeña obra de arte dibujada por el staff. El trabajo de Itsuki solía atraer a un pequeño grupo de fans incondicionales y al menos uno de ellos trabajaba aquí, al parecer.

El propio Itsuki había regalado a Haruto una de sus copias del nuevo volumen de Imosube hace unos días, así que Haruto se centró en los otros lanzamientos. De los otros cinco, cuatro eran nuevos volúmenes de series en curso y uno era un título nuevo; parecía que la tienda había comprado el mismo número de ejemplares de cada uno. La novedad era Desperté como el rey demonio de otro mundo, así que armé un harem, de Ui Aioi, ganadora del gran premio del 15º Concurso de Nuevos Escritores de GF Bunko. Como uno de los jueces de ese concurso, Haruto ya tenía un manuscrito de muestra de la editorial, pero quería comprar una copia comercial de todos modos, una costumbre que tomó prestada de su compañero juez y veterano novelista Makina Kaizu.

Pero cuando levantó su copia de Desperté como el rey demonio:

“¡Ah…!”

Le pareció oír un clamor de alegría desde las cercanías.

“¿?”.

Desconcertado, se giró hacia el lugar de donde provenía. Allí vio a una mujer escondida en la sombra de la siguiente estantería. Llevaba un sombrero y un par de gafas, así como una máscara bastante grande que le cubría la mitad de la cara, lo cual le daba un aspecto increíblemente sospechoso. Además, incluso con su abrigo de invierno, se notaba que tenía grandes pechos.

Cuando sus ojos se encontraron, ella abrió los suyos ampliamente.

“¿Haruto-sensei…?”

Sospechaba que se trataba de ella, y estaba en lo cierto. Se trataba de Ui Aioi, autora del libro que Haruto tenía en sus manos.

“Um, ¿qué está haciendo, Señorita Aioi?”, preguntó Haruto mientras se acercaba a ella, esforzándose por mantener una cara seria.

“Esto, um… Uh, me preguntaba si mi novela se estaba vendiendo, por lo que…”, se sonrojó hasta las orejas al responder.

“Ah, ya veo”, respondió Haruto con una sonrisa.

“Lo-Lo siento… Esto es muy embarazoso. Estoy actuando extraño, ¿verdad?”, Ui agachó la cabeza, avergonzada.

“No, en realidad no”, respondió Haruto suavemente. “¿Eh?”

“No creo que sea extraño que los autores vigilen las librerías cuando sale su nueva novela. Bueno, yo lo hago a veces”. “¿En serio?” “Ajam”.

El rostro de Ui se llenó de sorpresa cuando Haruto asintió. Estaba diciendo la verdad. Si alguna vez ves a alguien en la sección de novedades de la librería de novelas ligeras, echando un vistazo durante un largo periodo de tiempo, entonces nueve de cada diez veces puedes apostar que es un autor que está comprobando cómo le va a su libro. Los libros, por supuesto, pueden venderse a ritmos muy diferentes según el periodo de tiempo y la clientela de la librería. Un libro que no vendió ningún ejemplar un día puede vender una tonelada al día siguiente sin ninguna razón aparente, por lo que merodear por una sola tienda durante un solo día no le aportará gran cosa. Pero es humano que los autores quieran ir de todos modos. (Así que, por favor, no llame a la policía. Gracias).

“Oh, bien… supongo que no soy la única, ¿eh?”

Haruto se rio ante la visiblemente aliviada Ui. “Aunque no creo que muchos lo hagan vestidos así. ¿Estás disfrazada?”

“Sí. No quería que la gente supiera que soy una autora…”

“… ¿Apareciste en alguna publicación online o revista, Señorita Aioi?”

Haruto lo dudaba. Algunos sellos publicaban fotos y entrevistas de sus ceremonias de entrega de premios, ya sea en línea o de forma impresa, pero no le parecía que GF Bunko lo hiciera.

“No, no salgo en nada, pero… Ahh”.

Ui gruñó. Por fin se dio cuenta de que, si su cara no salía en los medios de comunicación, no había necesidad de ir de incógnito. Haruto se rio un poco mientras ella se quitaba la máscara y las gafas a regañadientes. Resultaba sorprendentemente atractiva con las mejillas enrojecidas y los ojos llorosos, cosa que hizo que su corazón latiera más rápido.

“¿Ya ha picado algún cliente?”, preguntó para no pensar sobre el tema.

El rostro de Ui se nubló. “No… Llevo media hora observando, pero eres el único que lo ha tomado. Me emocioné tanto que creo que grité en voz alta…”

“Oh… Bueno, es un día entre semana y no hay demasiados clientes en este momento. La verdadera prueba empieza por la tarde, cuando la gente sale de la escuela y del trabajo”.

No estaba tratando de calmarla cuando dijo esto. Lo cual era bueno, porque no lo hizo.

“…Vi a las personas comprando Todo sobre mi hermanita y algunos de los otros lanzamientos nuevos…”

Haruto le dirigió a Ui una vaga sonrisa. “Bueno, es una serie nueva. No es como una serie que ya tiene una base de fans. Mucha gente va a esperar las críticas primero”.

“¿Así es como funciona…?”

Ui suspiró ligeramente. Entonces, un cliente, un joven universitario que echaba un vistazo a las nuevas publicaciones, tomó un ejemplar de Desperté como el rey demonio.

““¡¡!!””

Haruto y Ui se miraron, luego observaron al cliente. El joven hojeó el libro, abriéndolo por las ilustraciones a color. Las tres heroínas de la historia, todas vestidas de forma muy poco femenina, estaban arrimadas al protagonista—alguien muy sexy. Se quedó mirando un rato. Luego, mientras Ui lo observaba fervientemente, sus ojos se volvieron hacia ella. Se sonrojó fuertemente y bajó el libro, alejándose del área de novelas ligeras.

“Ahh… Qué cerca…”

“¡No, no fue así! ¡Eso fue claramente tu culpa!”

Haruto no pudo evitar expresarse. Contemplar una ilustración de manga sexy, sólo para notar que una chica bonita te miraba, haría que cualquiera se sintiera lo suficientemente incómodo como para salir corriendo.

“Mira, sé que esto es importante para ti, pero probablemente deberías ser un poco más sutil en tu manera de observar a la gente”.

“Um, de acuerdo… Intentaré no actuar de forma sospechosa”, respondió Ui sonrojada, mientras sacaba un libro de la estantería y empezaba a fingir que lo leía, con los ojos todavía fijos en el área de las nuevas publicaciones.

Haruto recorrió el área que la rodeaba, observando los estantes. Estaban repletos de miles de novelas ligeras de bolsillo, e incluso esto era sólo una pequeña parte de lo que se había publicado. Cada mes salían más de cien volúmenes nuevos, e incluso un lugar con una gran selección como éste regresaba lo que no se vendía en un instante. Esas series desaparecían de la librería y luego del mercado. También se vendían más novelas ligeras en tamaños más grandes, y si buscabas en internet, podías encontrar todo tipo de atractivas novelas de forma gratuita. Para Haruto, que alguien recorriera esa infinidad de títulos y seleccionara el suyo para comprarlo era poco menos que un milagro, y ver que eso ocurría en la vida real era algo aún mayor.

Y es por eso que…

Durante la siguiente media hora de cuidadosa observación, ambos vieron a tres personas levantar un ejemplar de Desperté como el rey demonio y volver a dejarlo. Pero no a la cuarta persona. Esa persona—un joven de poco más de veinte años—tomó Desperté como el rey demonio junto con otras novelas ligeras y las llevó todas a la caja registradora.

“¡Ah, ah, ahh…!”

Ui exclamó al verlo, con lágrimas en los ojos. Ver la compra de su libro fue un verdadero milagro. Era de esperar que cualquiera que tuviera la suerte de verlo se emocionara hasta las lágrimas.

“Felicidades”, dijo Haruto, sintiéndose igual de alegre mientras daba un suspiro de alivio.

“¡Gracias!”, Ui estaba radiante. Esa sonrisa no se parecía a ninguna otra expresión que hubiera visto antes en ella, más hermosa que sus abundantes pechos—de modo que Haruto se sintió como si le hubieran disparado al corazón.

Hermanita

Una vez que el cliente abandonó el área, Haruto se llevó su propia copia de Desperté como el rey demonio, junto con otros nuevos lanzamientos de GF Bunko y salió de la tienda con Ui.

“Gracias por aguantarme, Fuwa-sensei”, dijo con una rápida reverencia que avergonzó un poco a Haruto.

“No, sólo quería ver cómo le iba al ganador del gran premio. Pero eso fue realmente genial, ¿eh? Ver a alguien elegir tu libro”.

Ui le dedicó una dulce sonrisa. “¡Sí!”

La voz de Haruto se puso un poco más seria. “Recuérdalo, ¿sí? Porque siempre que sientas que tu corazón está a punto de romperse, estoy seguro de que encontrarás algo de consuelo en eso”.

Ui asintió con una expresión de determinación. Había una emoción real detrás de las palabras de Haruto.

“Muy bien. Gracias. Recordaré este día por el resto de mi vida”.

“Sip. En fin, será mejor que me vaya…”

Justo cuando estaba a punto de marcharse, Ui lo detuvo, sonrojándose un poco.

“Oh, um, ¡Fuwa-sensei! Si tiene tiempo, ¿le gustaría tomar un té o algo?”

“Lo siento, tengo planes en breve”, contestó Haruto, interrumpiéndola. Esa era la verdad. Esa misma noche iba a asistir a una fiesta en el apartamento de Itsuki para celebrar el lanzamiento del nuevo libro y el anuncio del anime.

“Oh…”, Ui se veía decepcionada, pero rápidamente volvió a sonreír. “Bueno, Haruto-sensei, gracias de nuevo. Espero verte pronto”.

“P-por supuesto. Nos vemos”.

Y en el fondo de su corazón, Haruto se alegraba de tener planes, porque si pasaba más tiempo con Ui, temía acabar enamorándose de ella.