Hazure Waku No Joutai (NL)

Volumen 1

Capitulo 2: Las Ruinas De La Eliminación

Parte 1

ME HAN DICHO que mis padres eran personas terribles. El maltrato era constante, criar a un niño en ese entorno era impensable, y yo estaba deformado por ello.

“¡Pequeño mocoso, siempre tienes esa mirada triste y desagradable en los ojos!”, me gritaba mi padre, y luego me daba una patada en el suelo.

“¡Ojalá no hubieras nacido nunca! ¿Ni siquiera podemos matar a nuestros propios hijos inútiles? ¿Qué le pasa a este país?”, decía mi madre.

Después de un tiempo, yo también empecé a tener pensamientos violentos.

Algún día… Algún día voy a matarlos.

Pensando en ello, probablemente fue mi instinto de supervivencia. Había una parte de mi cerebro que estaba segura de que un día me matarían, y quería atraparlos primero.

Eso fue lo primero que sacó mi lado oscuro.

Pero un día, ambos desaparecieron y me dejaron solo.

Simplemente… se evaporaron, supongo. Mi tío y su esposa se convirtieron en mis padres adoptivos. Habían recibido una llamada de mis padres justo antes de que desaparecieran de mi vida para siempre.

“Toma al niño”.

Hasta que no empecé a vivir con mis padres de acogida no me di cuenta de que mi vida al crecer no era normal. Mis tíos eran buenas personas, así que quería ser un buen chico para ellos. No quería causarles ningún problema— Se lo debía. Mimori Touka aprendió de ellos la bondad. En poco tiempo, se convirtió en el propio aire— alguien inofensivo y fácil de pasar por alto.

Pero justo antes de ser teletransportado a las oscuras ruinas, algo cambió. Me dejó salir.

El verdadero Mimori Touka.

***

Abrí los ojos.

Estaba tumbado sobre una roca húmeda que se clavaba en mi espalda. Levanté la cabeza. Oscuridad total.

“Así que estas son las Ruinas De La Eliminación…”

La negrura. Atrapado en la profunda oscuridad. Mis estadísticas… ¿puedo comprobarlas?

“Estado abierto”.

Visión obstruida. No se pueden mostrar las estadísticas.

Una voz monótona se hizo eco de las palabras en mi cabeza.

Bien, entonces necesito poder ver realmente. Pero tal vez pueda usar esto…

Tanteé en la oscuridad hasta que mi mano chocó con algo.

“Aquí está”.

La bolsa de cuero. Mi único objeto mágico.

Lo sostuve con ambas manos y pasé el pulgar por el cristal. Intenté recordar la explicación de la diosa.

¿Así que tengo que verter maná en esta cosa y se iluminará?

Recordé lo que sentí al usar mi habilidad contra ella e imaginé que vertía ese poder en el cristal. Comenzó a parpadear débilmente en algunas partes, hasta que la luz creció y todo brilló.

Vaya, eso es impresionante… es como si realmente estuviera usando magia.

Todavía no podía ver mucho, pero con la escasa luz al menos podía distinguir algo de mi entorno. Había rocas desnudas por todas partes y un techo irregular que se alzaba. El suelo estaba extrañamente lleno de baches y desniveles.

“Es más una cueva que una ruina, ¿no? ¿Eh, qué es eso…?”

Me puse en pie y me acerqué.

“¡¿—?!”

¿Un cráneo? ¿Huesos humanos?

Que sea… medio cráneo. ¿Qué pasó con la otra mitad? ¿Algo lo partió en dos…?

Se me corta la respiración en la garganta.

¿Qué pudo haber hecho esto…?

Había algo increíblemente peligroso acechando en estas ruinas.

Mi corazón se aceleró.

Nadie sobrevive aquí abajo— eso es lo que dijo la Diosa. Así que probablemente voy a morir aquí abajo, también. Hablé mucho, pero… no sé si podré salir de aquí…

Me sentía aturdido y apagado, como si aún estuviera despertando y el mundo todavía estuviera enfocado. La cabeza también me latía con fuerza en las sienes y notaba cómo el sudor me recorría la espalda.

¿Voy a morir? ¿Realmente voy a morir aquí?

Ese pensamiento me asaltó. El olor a muerte aún perduraba de todos los que se habían deshecho antes.

¿Voy a unirme a ellos?

Pasos.

La muerte se acerca.

Mi corazón late sin control.

Pulso acelerado.

Los instintos gritan.

No es seguro aquí.

Sobrevivir.

Tienes que sobrevivir.

De alguna manera, se estaba volviendo más brillante. El cráneo estaba teñido de naranja por la luz…

Hay algo ahí. Detrás de mí. Algo que brilla de color naranja.

“Hfff… Grrrgh… Graaah…”

Un monstruo.

Su hedor atacó mis fosas nasales.

Podía oír algo que goteaba… algo que siseaba y burbujeaba al chocar con el suelo de piedra.

¿Qué es ese sonido… algún tipo de ácido? ¿Qué demonios hay detrás de mí…? Quiero saberlo, pero si me doy la vuelta ahora, me matará.

Mi razón había frenado de golpe, diciéndome que permanecer inmóvil era lo más inteligente—  pero un instante después, mis instintos tomaron el timón.

Corrí… y tropecé con mis pies inmediatamente.

Mientras caía, algo enorme pasó por delante de mi cabeza, perdiéndose por centímetros. Me puse en pie a trompicones y seguí corriendo, como empujado por el viento de su paso.

Un golpe de suerte… ¿Esa cosa intentaba golpearme? ¡¿Agarrarme?! ¡Fue directo a mi cabeza!

Corría a toda velocidad, sin tiempo para mirar atrás. Cada célula de mi cuerpo gritaba, aterrorizada. Los dientes me temblaban en la cabeza.

Esta cosa es mucho más fuerte que yo, y puedo decir que quiere matarme— Puedo sentirlo literalmente. No como esa Diosa— ella tenía una presencia, era intimidante, pero esta cosa sólo quiere destrozarme tan pronto como pueda.

Me di cuenta con un sobresalto de que mi bolsa seguía brillando— Me la metí rápidamente en el uniforme.

No debería ser capaz de verme ahora… vale, es un plan. Esconderse en la oscuridad.

Por favor, sólo déjame permanecer oculto…

Me esforcé por acallar mis jadeos frenéticos. Tenía los pulmones vacíos y las piernas entumecidas.

No puedo… no puedo pensar con claridad…

No.

No creas que— sólo corre.

No quiero morir.

Mis instintos se impusieron por completo. Las lágrimas volvieron a brotar mientras avanzaba a trompicones— no de tristeza ni de alegría, sino de miedo.

¿O…? N-no… el miedo no. Al menos, eso no es todo.

Me atraganté con mis lágrimas, tratando de conseguir suficiente aire para correr. No conseguía entender mis propios sentimientos— pero no era la primera vez que me sentía así hoy.

Mi pie se enganchó en algo que sobresalía del suelo, haciéndome caer al suelo.

F-Fíjate… que suerte he tenido de llegar hasta aquí corriendo a ciegas.

“¡Ja… ja… ja…!”

Ahora lo entiendo… no lloro porque tengo miedo.

Me giré para mirar a la cosa que se cernía detrás de mí.

No tengo miedo.

“Al diablo con esto…”

¡Estoy enfadado!

Un monstruo se alzó ante mí— humanoide, con cabeza de toro, como el Minotauro de aquellos viejos mitos griegos. Pero era de alguna manera más horrible que eso— ojos dorados inyectados en sangre, gruesas venas anaranjadas que cruzaban su pecho de piel negra y gruesa musculatura, gigantescos cuernos partidos como los de un reno. Había protuberancias montañosas por todo su cuerpo que escupían líquido como volcanes en erupción… un líquido que chisporroteaba y escupía cuando caía sobre la roca.

La roca se estaba derritiendo.

Así que ese fue el sonido que escuché antes…

También explica la roca irregular que encontré cuando llegué aquí.

“Maldita sea… esta cosa es demasiado rápida”.

No puedo correr más rápido que él. Me pregunto si la Diosa podría vencer a uno de estos minotauros deformes. ¿Podría Kirihara derribarlo con esa habilidad explosiva que usó? La Diosa dijo que se había deshecho de guerreros “fuertes pero no aptos” aquí abajo… pero nadie logró salir. Ese monstruo debe haberlos matado a todos.

Entonces, ¿qué posibilidades tiene un Clase E como yo?

“Qué demonios…”

Así que esto es, los últimos momentos de Mimori Touka. Me gustaría poder agradecer al menos a mis padres adoptivos. Gracias por ser tan amables conmigo. Había planeado decir eso el día en que me graduara en el instituto. No debería haber esperado.

Sogou Ayaka, también. Te debo mi vida por lo que hiciste. No es suficiente, pero estas dos palabras tendrán que ser suficientes.

Gracias. Gracias por intentar ayudarme.

Ploc. Ploc. Ploc.

El minotauro se estaba acercando— mi tiempo se había acabado.

Los humanos que son enviados aquí son probablemente su cena. ¿Simplemente espera aquí a que se teletransporten más?

Mis uñas arañaron el suelo.

No hay armas. Una bolsa de cuero brillante. Estadísticas terribles. Habilidades inútiles.

Empecé a ponerme en pie, pero… me detuve.

Incluso si corro, ese minotauro puede correr más rápido. A esta distancia, no hay manera de que no me atrape, y después de esprintar tanto tiempo no tengo la resistencia para siquiera intentarlo. Jaque mate. Se acabó.

Cerré los ojos y dejé que mi mente vagara.

“Quítate de en medio ya, basura de clase E”.

“¡Es una pena que no pueda ver tu miserable culo morir, Mimori!”

“Deja tus preocupaciones mundanas y entra en un sueño tranquilo, Mimori Too-ka…”

“Un último suspiro propio de un desgraciado desechable”.

Abrí los ojos, con la rabia brotando en mi interior. Todos habían conseguido exactamente lo que querían.

No puedo salir así… no puedo.

Me mordí el labio.

“Quiero… poder”.

El minotauro rugió. Un brazo musculoso y con garras se extendió para agarrarme.

Yo también levanté el brazo hacia el monstruo. Dos brazos extendidos que sólo podían encontrarse con violencia.

Sabía que esa palma gigante venía a aplastar mi cráneo.

No quiero morir así. ¡No puedo rendirme sin intentarlo! Mi habilidad puede ser inútil, pero… tal vez pueda al menos dar un golpe.

No sé si era la rabia burbujeante en mis entrañas, o mi instinto de supervivencia poniéndose en marcha. Pero algo en mí todavía quería luchar.

Mi habilidad única— Aplicar efecto de estado…

“P-paralizar…”

El último combate de Mimori Touka…

Cerré los ojos.

“…”

Pasaron varios segundos… y todavía no pasaba nada.

Espera… mi cráneo debería estar haciéndose polvo ahora mismo, ¿no?

Mi cara chorreaba sudor y temblaba de terror. Lentamente, vacilante, levanté la cabeza y abrí los ojos.

El minotauro se quedó congelado en el lugar.

“¿Eh…? ¿Realmente funcionó?” La Diosa me había dicho que los hechizos de efecto de estado apenas funcionaban contra los monstruos de bajo nivel… era imposible que ese minotauro fuera de bajo nivel, ¿no? No me parecía débil… ¿y por qué iba a haber monstruos de bajo nivel en un lugar utilizado para deshacerse de guerreros fuertes?

Debe haber sido una suerte milagrosa.

Pero entonces recordé las palabras de la Diosa.

“Incluso si consigues milagrosamente que uno se pegue, los efectos son menores y la duración extremadamente corta”.

Me puse en pie y corrí.

¡Tengo que alejarme de esta cosa!

El tiempo que pasé en el suelo me devolvió parte de mi resistencia. No iba a desaprovechar esta oportunidad. En pocos pasos, volví a jadear con fuerza.

Oh, hombre… sin aliento… ¿es mi estado de vitalidad…? ¿Mi velocidad…? Apuesto a que los héroes de mayor nivel podrían correr mucho más lejos.

Me tapé la boca con la mano. Tuve que dejar de respirar tan fuerte…

¿Dónde estoy?

Miré la oscuridad con pánico, comprobando lo que había detrás de mí.

No lo veo. ¿Me he escapado?

“…”

Me dolían las piernas— Estaba agotado. Me incliné hacia delante para inspeccionar mis tobillos y rodillas mediante el tacto.

No hay esguinces… no creo. Puedo descansar un tiempo, ¿no? Entonces empezaré a buscar un camino hacia la superficie… tiene que haber—

“Uh.”

Levanté la vista y me quedé helado.

¿Cómo pude ser tan estúpido? Hay más de uno…

Ese lugar del que vengo debe ser el territorio del minotauro. Por supuesto que si lo dejo me encontraré con algo más.

“¡Bwaa-aak! ¡Bwaaak! Bwaaaak!”

¿Qué demonios es eso…? ¿Una especie de monstruo pájaro? ¡¿Un cockatrice?!

La cabeza era de pájaro, con una gran cresta en la parte superior— o tal vez un cuerno? Su escuálido cuello se agitaba violentamente. Por debajo de él, parecía un humanoide de cuatro brazos, con la piel negra como el azabache cruzada por venas anaranjadas, igual que el minotauro. En lugar de manos, tenía enormes garras.

Los sonidos que emitía eran extraños y sólo vagamente parecidos a los de un pájaro. Un ácido espeso rezumaba de los agujeros de su cuerpo hasta hacer chispas en el suelo.

Un ojo parecido al de un pájaro giró en su órbita para mirarme fijamente mientras emitía sus extraños sonidos de pájaro. Algo goteaba de sus fauces— ¿saliva? ¿Significa eso que tiene hambre?

“¡Bwaaaa-waaaaak!”, gritó, agudo y espeluznante. Sus brazos con garras se movían como pistones mientras se acercaba.

Incluso un golpe de esas garras probablemente será fatal. ¿Puedo correr por él…? No, es inútil. Al menos me di cuenta del minotauro antes de que estuviera frente a mí— esta cosa es aún más rápida.

Habría rogado luchar contra Kirihara y los demás en su lugar— Me enfrentaría a ese Dragonic Buster cualquier día de la semana. La maldad y la crueldad no eran rivales para la sed de sangre pura y dura que percibía en esas cosas.

¿Intentaban matarme para comer? ¿Para su propia supervivencia? ¿O simplemente eran criaturas retorcidas que no tenían problemas con el asesinato? No importaba la razón, podía decir que querían matarme. La cosa con cabeza de pájaro era tan fuerte como el minotauro, si no más. Había saltado de la sartén al fuego.

Todos los guerreros y héroes que habían sido enviados aquí… debían morir así. Alguien fuerte podría ser capaz de eliminar a uno, pero el siguiente no estaría muy lejos. Probablemente había innumerables monstruos aquí abajo. Finalmente, incluso el luchador más fuerte llegaría al límite de su resistencia y fuerza de voluntad.

No… no quiero morir.

No quiero morir…

¡No quiero morir!

Inconscientemente levanté la mano.

Así que esto es lo que es rezar…

“Para… lizar”.

“Bwa— aa— aah—”

Abrí los ojos y se me cayó la mandíbula.

Supongo que aún no he agotado mi suministro de milagros.

“Funcionó… ¿otra vez?”

El monstruo con cabeza de pájaro parecía esforzarse, el sudor resbalaba por su cara de pájaro. Pero permaneció completamente inmóvil.

Parálisis. Volvió a funcionar.

Rezando para que aquellos cuatro brazos no volvieran a ponerse en movimiento de repente, me escabullí junto al monstruo y salí corriendo a toda velocidad. Una teoría vino a mí, como una revelación.

No puede ser.

Pero…