Accel World (NL)

Volumen 18

Capitulo 8: Es Un Buen Té

— Hace tiempo que no hablábamos a solas, karasu-san. — dijo con una sonrisa suave Kurasaki Fuuko, entrando en la habitación. — Además, estoy muy curiosa acerca de qué es lo que quieres hablar conmigo tanto que incluso me invitaste.

— Uh… Umm… Bu, bueno, para empezar, toma asiento. Voy a traer algo de beber…

Señalando con un gesto torpe el sofá, Haruyuki huyó a la cocina. Allí sirvió té verde en una taza de cristal fina, las puso en una bandeja y la llevó a la mesa.

Poniendo el té antes delante de Fuuko, Haruyuki se sentó frente a ella, respiró profundamente y exhaló lentamente.

A pesar que estaba familiarizado con Fuuko hace tres meses, todavía estaba un poco nervioso al permanecer a solas con ella. Tal vez su papel era desempeñado por los recuerdos de cómo se conocieron justo después que ella lo lanzara desde la parte superior del casco de la antigua torre de Tokio, pero la razón principal era que Fuuko producía una profunda impresión por su presencia.

Y no sólo en apariencia, no inferior en belleza a Kuroyukihime, también en su fuerza de destructivas proporciones. No sólo en su poder como Burst Linker, de quien había una gran cantidad de leyendas en el mundo acelerado. Tal vez el ala secreta en gran serenidad, que tenía, además de todo lo mencionado.

De hecho, tal vez, Fuuko estaba jugando la función de una columna, que mantenía de forma segura Nega Nebulous. Sin lugar a dudas, todos los miembros, que ni siquiera se aventuraron en la memoria de las hazañas de la mano de hierro, Raker, estarían de acuerdo con el hecho que fue gracias a ella que su reciente batalla contra Great Wall se llevó a cabo con éxito. Esta es la fiabilidad que emitía Fuuko y obligaba a Haruyuki a mostrarse tímido en frente de su cara, pero, al mismo tiempo, lo inspiraba.

— Es un buen té.

Las palabras de Fuuko sacaron a Haruyuki de su ciclo de pensamientos miedosos, y él con timidez respondió.

— Gracias por tus amables palabras. Mi madre odia el té de botellas de plástico, por lo que en el verano enfriamos el té verde.

— ¿Es elaborado por ti mismo, karasu-san?

— Sí, pero, cómo decirlo… Sólo eché un paquete de hojas en un frasco de vidrio y lo llené de agua.

— Pero utilizaste parte de tu tiempo, ¿verdad? Por lo tanto, es delicioso. — con estas palabras Fuuko drenó la copa.

Haruyuki se había levantado de la mesa para verter más, pero su invitada levantó una mano para detenerlo.

— Gracias, pero podemos tomar el té después. En primer lugar quiero oírte.

— Bueno… — Haruyuki asintió y se sentó de nuevo.

Jueves dieciocho de junio. El día de mañana se iba a celebrar la ceremonia de graduación trimestral y la batalla decisiva con la Legión Blanca. Haruyuki se contactó con Fuuko y le pidió que fuera a su casa después de la escuela. Ella aceptó de buen agrado, él la esperó en la parada del autobús y la acompañó a casa, pero en todo ese tiempo no había descubierto la manera de poner en palabras su inquietud presente desde ayer.

— Eh… Bueno… — Haruyuki se levantó, puso sus manos apretadas en sus rodillas, luego se inclinó tan marcadamente como para interrumpir la mesa principal. — Maestra… ¡Tengo que pedirte un favor!

— ¿Qué?

Haruyuki esperaba que después de estas palabras haya asombro o enojo, pero aún así a toda prisa y ansiedad gritó.

— ¡Por favor, préstame el Gale Thruster otra vez!

— Estoy de acuerdo.

—… ¿Eh? — las palabras de Fuuko lo sorprendieron, pues no tenían enojo, sino que de inmediato asintió con una sonrisa, Haruyuki increíblemente se sorprendió. — Ah… ¿En, en serio…?

— Por supuesto. Pero en primer lugar, quiero saber por qué.

— Po, por supuesto… Sin embargo, me temo que te enojarías… — bebiendo té helado un poco más tranquilo, Haruyuki miró a los ojos profundos y claros de Fuuko, parecidos al color de la estratosfera, y dijo — ¡Quiero entrar una vez más en el Palacio Imperial!

Y ahora los ojos de Fuuko se abrieron.

En las explicaciones Haruyuki tardó unos diez minutos.

Dijo que Kuroyukihime, una vez graduada de la preparatoria podía ir a tierras lejanas.

Es por ello que el resto del tiempo que tiene la intención de tener tiempo para llegar a culminar el Brain Burst, si es posible.

Y para eso necesita aprender más sobre el Arc «The Fluctuating Light», otro presunto final del juego.

— Ya veo… Así que eso es lo que quieres…

Inclinándose hacia atrás en el sofá, Fuuko miró por la ventana.

El apartamento Arita tiene ventanas hacia el sur, y ver el Palacio Imperial no era posible. Sin embargo, Fuuko observaba cuidadosamente el cielo de verano, pasando sin problemas desde el azul al tono dorado, como si estuviera viendo en él la imagen de una fortaleza inexpugnable. Luego dijo en voz baja.

— Sólo dos Burst Linkers de Nega Nebulous fueron capaces de penetrar en el Palacio Imperial y volver con vida, karasu-san y la doncella. Supongo que piensas que podrás simplemente ir y volver otra vez. Sin embargo, los dioses que cuidan la entrada son oponentes serios. Hay una buena probabilidad que esta vez caigas en un exterminio sin fin.

—… Sí.

Haruyuki sólo podía estar de acuerdo con los suaves, pero valerosas palabras pronunciadas. Sin embargo, sabía desde el principio que sería difícil obtener la aprobación, y todo el día pensó en lo que debe responder ante los argumentos de Fuuko para tratar de detenerlo.

— Pero… La experiencia de los últimos tiempos, cuando entré en el Palacio, sólo volé a través del Dios de la zona a una ultra alta velocidad, por lo que la batalla con él se puede evitar. Además, mi velocidad de vuelo se ha incrementado notablemente.

— Por supuesto. Pero incluso si llegas a la puerta, ¿cómo entrarás? Están selladas en su interior.

— Sí, lo están. — confirmó Haruyuki admirando la memoria de Fuuko.

Dentro de las paredes del Palacio Imperial, en cada uno de los puntos cardinales estaban las puertas junto con los cuatro dioses, y cada placa estaba sellada con un relieve tallado que representaba al guardián de la puerta. El punto era que junto con la muerte de este guardia el sello era destruido, y se abrirían las puertas. Sin embargo, el tiempo pasado, cuando Haruyuki y Utai se acercaron a la puerta de Suzaku en el sur, se abrió. Sucedió a causa que un misterioso joven avatar samurái llamado Trilead Tetraoxide destruyó la placa interior.

Cada vez que se abrían y cerraban las puertas la copia es restaurada. Ese sello, que Trilead destruyó por una combinación del Arc «The Infinite» y habilidades encarnadas, fue restaurado después que Haruyuki dejara el Palacio. Pero…

—… Cuando nos encontramos fuera del Palacio, Trilead se comprometió a reunirse de nuevo. Así que estoy seguro que él volverá a romper los sellos. Todo funcionará.

Al oír las palabras de Haruyuki, Fuuko cerró sus pestañas, pensó y bajó un poco sus calcetines. Sus piernas se componían de nanopolímeros fusionados con su piel, fibras biometálicas y músculos, así como huesos de una aleación de titanio, parecían muy elegantes y hermosos para ser prótesis creadas por manos humanas.

Haruyuki se fascinó cuando observó la rodilla de Fuuko…

— ¿Qué pasa si la puerta no se abre? — De repente preguntó.

Haruyuki parpadeó, se recuperó rápidamente y dijo.

— A, ah… Entonces yo volaré justo en frente de la puerta, daré la vuelta ciento ochenta grados y saldré a través del portal más cercano.

— Claro…

Fuuko una vez más guardó silencio. Su calcetín de la pierna derecha rítmicamente se balanceaba en el aire, al parecer, reflejando el proceso de pensamiento intenso. Ante las orejas de Haruyuki se escuchaba el rugido de un motor tranquila.

Después de pasar unos pocos minutos, Fuuko puso suavemente su pie derecho en el suelo. Luego se enderezó el pelo con las dos manos, sonrió y dijo a Haruyuki.

— Al final, todo se reduce a creer o no creer.

— ¿Uh…?

— ¿Tú crees en Trilead, karasu-san? ¿Crees que te quiere ver tanto que va a superar muchos obstáculos y destruir todos los sellos?

— Sí. — dijo Haruyuki sin dudar por un segundo.

Fuuko asintió y continuó.

— Crees que Trilead hará todo eso, con el riesgo de entrar en un exterminio sin fin. Y si es así… Si karasu-san confía en Trilead, entonces yo también confío en él.

— Uh… — Haruyuki inconscientemente se inclinó hacia delante. — ¡¿En, entonces me prestas el Gale Thruster?!

Fuuko se inclinó hacia delante y señaló con el dedo índice frente a Haruyuki, como si lo apuntara.

— Acepté desde el principio, ¿recuerdas? Estaba pensando en otra cosa.

— Uh… ¿Qué…?

— Sí, está claro.

En la cara de Fuuko apareció una expresión firme y llena de amor y misericordia que el propio Haruyuki llamaba como ‘sonrisa vacía’. Luego dijo ella en un tono que no admitía objeción.

— Yo también iré. Te prestaré el Gale Thruster junto con Sky Raker.

— Eh… ¡¿Eh?!

— Mira, karasu-san, aquí hay alguien que, como persona no dirá nada, irá al Palacio Imperial, simplemente porque no quiere que haya sorpresas.

— Um, tal vez sí, pero…

Los dedos de Haruyuki se tensaron en el aire, tratando de encontrar la respuesta, Fuuko se encogió de hombros, pero apareció su sonrisa en tono sincero.

— Sin embargo, te entiendo. No puedes hablar de eso con Sacchan, y si el dices a Uiui, Akira, Chiyu o Mayuzumi te pedirán ir contigo.

— Sí… definitivamente. Pero existe el riesgo de entrar en estado EK en caso de fallo…

—… ¿Pero entonces tú no eres la excepción? — La sonrisa desapareció del rostro de Raker, y ella desesperada lo miró directamente a los ojos.

Haruyuki juntó las manos sobre las rodillas y sacudió la cabeza.

—… ¡No, estoy seguro que entraré al Palacio Imperial y volveré con vida!

Fuuko volvió a sonreír y asintió de bonita manera.

De hecho, a beber el té, se turnaron para ir al baño, se sentaron en el sofá junto al otro y configuraron el apagado automático en diez minutos.

— Entonces, puse el apagado automático después de siete segundos en tiempo real.

— Está bien, sí. En el interior será 1 hora 56 minutos y 40 segundos… incluso si llegamos a caer en estado EK moriremos solo dos veces.

— ¡No, no vamos a morir en absoluto! — Dijo con valentía Haruyuki y conectó el cable, que se extendió desde su Neuro Linker hacia la terminal del servidor doméstico.

Asegurándose que el icono de conexión WAN saliera, miró a Fuuko.

Inmediatamente después, se le ocurrió disculparse por atraerla a todo esto, pero antes que pudiera poner en práctica la idea, Fuuko le apretó la mano derecha.

— Karasu-san, voy por mi propia voluntad… Vamos a contar.

— ¡Sí…!

Haruyuki asintió y abrió la ventana virtual. Configurando para desconectarse de la red en doce segundos y parando el dedo en el botón [Aceptar], tomó una respiración profunda y…

— Cinco segundos.

Haruyuki pulsó el botón e inmediatamente comenzó.

— Cinco, cuatro, tres, dos, uno…

— ¡Unlimited Burst!