Taimadou Gakuen 35 Shiken Shoutai (NL)

Volumen 13

Capitulo 2: Los Niños Problema Se Reúnen De Nuevo

Parte 3

 

 

No es como si estuviera acostumbrada a esta situación tampoco, ni tampoco se ha vuelto inmune.

Todo lo que hizo, fue aceptar los hechos.

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Entendiendo la situación, aceptándola y jalando el gatillo para darle la vuelta a la situación es el trabajo de una francotiradora.

“… y pensar que llegaría el día que escucharía algo así de ti, huh.”

Ikaruga parecía resignada, agarró los hombros de Usagi y dando vuelta a su cuerpo la abrazó por detrás.

Sentada en el suelo, fuertemente abrazó a Usagi. Usagi jaló el perno e insertó la bala antimateria.

“Está bien. Tú hiciste esta magia, tú la hiciste y puedes bloquearla también.”

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“Lo haces sonar fácil… no soy Nikaido. Es problemático tener tanta confianza.”

“Por supuesto que confío en ti. ¿Cuántas matanzas crees que he pasado junto contigo?”

Levantando el rifle, Usagi dijo.

Ikaruga acercó su rostro al de Usagi y cerró sus ojos en silencio.

Se ha concentrado ahora más que antes. Se le dio solo un instante para abrir la barrera protectora para permitirle a Usagi disparar al Hyakki Yakou antes de que se les acerque. Además, tenía que rehacer una magia protectora poderosa… no, siempre y cuando esté bloqueada, no importaba lo que use. Tenía que usar todo ya sea poder mágico o cualquier cosa más residiendo en su cuerpo para bloquear la Calamidad.

La sincronización era importante. No podía hacerlo antes de que Usagi dispare, y tampoco podría hacerlo tarde o serían devoradas por la Calamidad. Tenía que hacerlo simultáneamente con el disparo.

La segunda barrera se quebró y solo quedaba una. Usagi puso el dedo en el gatillo.

“Este podría ser nuestro último momento, no estás satisfecha con que yo te abrace, ¿huh?”

“Por supuesto. Así que asegúrate de que no sea nuestro último momento.”

“… caray, te has vuelto fuerte. No eres linda.” Ikaruga abrazó más fuerte a Usagi.

Las preparaciones están completas. Fue lo que trató de decir con eso.

Usagi comenzó la cuenta atrás. “Tres… dos… uno…”

Puso fuerza en el dedo. Ikaruga abrió los ojos y concentró todos sus nervios invocando magia.

“—Cero.”

Cuando el conteo de Usagi alcanzó los oídos de Ikaruga, tranquilamente liberó la barrera.

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Momentáneamente el Hyakki Yakou comenzó a fluir. Pero en el instante antes de eso, el dedo de Usagi apretó el gatillo.

La bala aterrizó y la cabeza armada fue aplastada. Y la energía que los alquimistas ancestrales fueron incapaces de producir comenzó a fluir. Aunque solo había unos cuantos gramos de sustancia, no estaba permitido existir y causó una explosión.

En el momento en que la explosión trajo la luz donde no había oscuridad dispersa, Ikaruga desencadenó el casi poder mágico infinito dentro de su cuerpo de elfo oscuro.

Dos impactos colisionaron. Durante el momento en que la destrucción se volvió rampante, los alrededores se quedaron en silencio. La destrucción eliminó el sonido.

Era la primera vez que gritaba así. Aunque no podía escucharlo como un sonido, podía decir qué tan alto estaba gritando debido al temblor en su garganta.

No esperó que podría seguir viviendo tan fuertemente. Al principio trató de construir una barrera mágica, pero fue incapaz de mantenerla y terminó liberando el poder mágico que estaba dentro de su cuerpo. Gracias al poder mágico de un elfo oscuro, Ikaruga y Usagi muy a penas se las arreglaron para permanecer vivas.


¡No voy a morir en un lugar así…!

Ikaruga abrió los ojos por completo.

¡Aún hay varias cosas que quiero hacer…!

Los recuerdos pasaron por su cabeza. Su despedida con Isuka, la pérdida de Kanaria. Su encuentro con Takeru. Usagi y Ouka. La vida diaria con Mari. La reunión con Kanaria. Las palabras de rechazo. Haciendo consciencia de sus pecados. El momento en que fue aceptada como madre por primera vez. Y el sentimiento que tuvo cuando su hija estaba en su pecho.

Era como si recordara su vida antes de morir.

—¡No hagas de esto nuestro último momento!

Sentía como si escuchara la voz de Usagi.

“Es cierto—¡dame un respiro! ¡No estaba pidiendo recordar!

¡Justo ahora quiero un futuro!”

Ikaruga sacudió sus memorias, buscando el futuro en lugar del pasado.

“¡Este es solo nuestro comienzo!”

Empujó a la destrucción con su poder mágico.

Usando toda mi existencia definitivamente bloquearé esto. Esto es lo que puedo hacer ahora.

Es para proteger tu propia vida. Sean nanomáquinas o células de organismos fantásticos, usa todo lo que puedas para sobrevivir.

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¡Vive y vuelve! ¡De vuelta a ese lugar!

¡Al lugar al que amo!

¡A donde todos vamos a regresar!

El rugido de Ikaruga mandó a volar todo. La destrucción de la Calamidad se dispersó.


***

 

 

Lo que quedó detrás fue solo la apariencia de Ikaruga y Usagi en medio de la nube de cenizas.

Cubierta en cenizas, Usagi levantó su cara y tosió violentamente.

Estaban vivas. Ikaruga lo hizo.

Sin embargo, no era momento de sentirse a salvo. Gracias a la Calamidad, el Hyakki Yakou en los alrededores se había dispersado temporalmente, pero pronto comenzó a arrastrarse de nuevo.

Usagi rápidamente confirmó la seguridad de Ikaruga. “¡Suginami! ¿¡Puedes pararte!?”

“Difícil decisión… ignorar la ley del intercambio equivalente, pero… parece que los ajustes… son necesarios.”

“¡Te llevaré! ¡Asegúrate de no caer!”

Poniendo el cinturón del rifle en su hombro, Usagi colocó a Ikaruga en su espalda.

Y comenzó a correr mientras pisaba fuertemente el suelo. Eso era porque normalmente manejaba la gran arma con su fuerza abdominal por diferentes campos de batalla como francotiradora que era capaz de correr ahora con Ikaruga en la espalda.

Por supuesto, no era lo suficientemente rápida como para escapar del tsunami del Hyakki Yakou.

“Q-Quizás debería ponerme a dieta…”

“¡Deja de decir esas cosas cuando tu peso no es muy diferente al mío!”

“No te pongas a dieta tú… sería aburrido si se rebajan tus pechos…”

“¡Los pechos son un gran problema cuando corro!” “No… cuando esté atrás… lameré todos tus pechos—”

“¡Deja de poner tontas banderas de muerte! ¡Aplastaré esa bandera tuya!”

Como siempre, Ikaruga bromeaba en tiempos como estos. No, era más como si no pudiera soportar esto sin bromear un poco. Se podría decir que esto ya se había vuelto de una manera para que el 35to pelotón se calmara.

Si no bromeasen, no habrían soportado la guerra sin esperanzas hasta ahora.

Gracias a la explosión de la Calamidad el lugar se volvió un espacio abierto, los restos de los edificios que permanecían y actuaban como obstáculos habían desaparecido casi completamente. Una ola del Hyakki Yakou proveniente de más allá del rango de explosión había llegado para asaltarlas. El mar de carne roja retorciéndose se acercó a ellas sin piedad.

Por el frente y detrás. “¡Khh!”

Usagi brincó hacia el lado y las olas chocaron una contra otra y la carne roja se aplastó. Para esquivarlas, Usagi corrió en dirección donde había un patrón de camino para escapar.

Esquivó las olas mientras estaba a punto de caerse y a pesar de que sabía que no era un lugar seguro, seguía luchando.

Pero después de rato, el camino estaba cortado.

Cuando cruzaron una pieza de escombro de un pequeño edificio, se vieron rodeadas por el mar del Hyakki Yakou.

“Ha… ¡ha…!”

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“Dame… un arma.”

Usagi silenciosamente le pasó una escuadra que llevaba como sub arma a Ikaruga.

No tenía intención de matarse a sí misma. Ikaruga confirmó el número de balas en la recámara y levantó la escuadra.

Las dos cargaron las balas al mismo tiempo.

“Vamos a durar de perdido un segundo más.” “Sí, ¡tanto como podamos!”

No tenían intención de rendirse. No pensaron que era inútil pelear después de llegar tan lejos.

Prolongar su supervivencia incluso un segundo más, recuperaron su fuerza física. Cuando la resistencia de Ikaruga se recupere será capaz de convertirse de nuevo en una elfo, permitiéndole escapar volando o algo así.

Ikaruga no tenía intención de decir que no podía.

De alguna manera nos las arreglaremos. Haremos lo que se tenga que hacer.

Definitivamente sobreviviremos.

Se enfrentaron pensando eso. Lucharon con esa resolución. Ese era el estilo del 35to Pelotón de Prueba.

Mientras apretaban los gatillos, sus armas escupieron fuego. Era infinitamente cercano a inefectivo contra el Hyakki Yakou, pero no era en vano. Como seres vivos, las células demoniacas tuvieron miedo por un momento.

Como estaban rodeadas era posible ser atacadas por detrás. Es por eso que las dos se pusieron espalda con espalda cubriéndose la una a la otra. Burlar al pantano de demonios era inútil, pero las dos lo miraron sin darse por vencidas.

Lo que puso fin a esta batalla, fue por supuesto un demonio.

Para ser más precisos, fue un chico con el alma de un demonio.

“Lo hicieron bien, ustedes dos.”

—*¡ZVOON!*

Junto con un impacto las llamas se expandieron por doquier. Usagi e Ikaruga fueron envueltas por llamas, pero las llamas en cuestión no estaban calientes del todo.

Las llamas quemaron el pantano de demonios y el mar demoniaco se vaporizó. Incluso el Hyakki Yakou que era una Propiedad Ancestral “no confirmada”, era incapaz de resistirse a las llamas del cazador de dioses.

Transferidas entre las células demoniacas, las llamas se esparcieron y quemaron todo.

En un instante, el mar de demonios rodeando a Usagi e Ikaruga fue eliminado.

Y en frente de ellas dos, estaba la habitual espalda.

Ouka cargando a Mari en el cielo disparó una estaca, liberando su armadura.

Cuando el chico apoyó la espada en su hombro y se dio la vuelta, Usagi e Ikaruga—

“Lo siento, llego—” ““¡¡LLEGAS TARDE!!””

Antes de que Takeru pudiera disculparse, las dos se acercaron y le gritaron.

“Um…” Takeru se inclinó hacia atrás con sorpresa en su rostro.

“¿¡Por qué haces esto TODO el tiempo!? ¿¡Lo estás haciendo a propósito!?”

“Kusanagi, sé genial con moderación. Puedo entender que quieres sorprendernos, pero piensa la situación. ¿Podrías DEJAR de envolvernos en tu pobre hobby?”

Al ver a las dos actuar tan enojadas, Takeru inmediatamente comenzó a protestar.

“¡Ustedes son horribles! ¿¡Por qué soy sospechoso de elegir el momento para salvarlas!? También he tenido un montón de problemas de mi lado—”

“¡Si no lo hicieras a propósito no aparecerías con esa precisión CADA ocasión!”

“Apuesto a que dices algo como ‘ahora será bueno’ o ‘ya es hora’ mientras miras escondido, ¿verdad? Qué mezquino, nada genial.”

“—¡Este es un caso serio de falsas acusaciones! ¡Por qué tengo que recibir eso en vez de un gracias por salvarlas!”

Takeru protestó contra la irrazonable acusación. Mientras los tres discutían como siempre, Ouka descendió del cielo mientras los veía.

Ahí fue cuando Mari, a quien sostenía en sus brazos abrió los ojos.

“… mm… ¿Ouka?”

Al ser llamada por su nombre, Ouka miró a Mari. “Despertaste, es genial.”

“Yo… ¿por qué…?”

Mari trató de recordar lo que estaba haciendo, pero al sentir dolor puso su mano en la frente.

“No trates de recordar si no puedes. Takeru liberó la atadura en tu alma. No tienes que preocuparte más.”

“¿Atadura en mi alma…?”

“Cuando tu poder mágico se descontroló, la atadura fue absorbida junto con tu poder mágico por el Encantamiento Ragnarøkkr. Es mejor no hacer movimientos repentinos hasta que tu instrumento fantasma se llene con poder mágico.”

Al calmarla, Mari tranquilamente la obedeció.

“Ya veo… yo… el Presidente me hizo algo y… diablos, ¿por qué me llevas en tus brazos?”

Cuando estaba a punto de seguir las instrucciones de Ouka, Mari se dio cuenta en qué condición estaba.

Taimadou Gakuen Volumen 13 Capitulo 2 Parte 3 - NOVA

 

 

Abriendo y cerrando su boca en pánico, pálida, miró a Ouka. “¡No tengo tales gustos!”

“… ¿de qué estás hablando?”

“B-Bájame, ¡el único que puede tocar mis piernas es Takeru!”

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Siendo sacudida por Mari, Ouka entrecerró los ojos y puso una expresión de enojo.

Y así, la soltó.

Soltando un “ngyah”, Mari cayó sobre su trasero. Acomodó su sombrero, se levantó y comenzó a tambalear sus brazos.

Aunque Ouka fue quien la soltó, se sorprendió de tal esfuerzo que Mari hizo para levantarse.

“T-Te dije que no te movieras tan de repente. Podrías morir si algo sale mal.

“¿¡Quéeee!? ¿¡Te olvidaste de que te salvé dos veces hace rato!? ¡Maldita desgraciada!”

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*snap*, las cejas de Ouka empezaron a retorcerse.

“¿Hooohh~? ¿Estoy siendo llamada desgraciada por alguien que ni siquiera recuerda quien la salvó?”

“¿Haa? ¿Cuándo me salvaste? Fue Takeru, ¿¡verdad!?” “Qué… ¡T-Takeru——! Dile, dile lo mucho que luché—” “No lo recuerdo así que no cuenta.”

“¡T-Tuuuuuu!”

“¡No me digas ‘tú’! ¡Llámame ‘Mari-chan’!”

Al igual que los otros tres, las dos comenzaron a pelear.

Cuando todos se juntan, sea cual sea la situación, vuelven a ser el 35to pelotón. Sin nadie que los detenga, esto podría continuar hasta el fin. Había algo crítico olvidado en sus cabezas. Actuaban como siempre.

“………”

Siendo acusado por Usagi e Ikaruga, Takeru de pronto regresó a la situación actual.

La cálida sensación en la parte posterior de su pecho era alguna parte de él que quería quedarse así por siempre.

Y había una parte de él que no quería perder.

Este es mi lugar. No iré a ningún lado. No quiero ir a ningún lado. Es adorado, tan adorado para mí que no puedo soportarlo. En esa habitación, sentados en el sofá, tomando el té que Usagi prepara y comiendo dulces, discutiendo por cómo obtener puntos, solo para terminar las actividades del pelotón sin resultado alguno…

Y al día siguiente también.

Y el día después también, lo mismo, los mismos días tras días felices—

“…… Ghh.”

Takeru fuertemente agarró la empuñadura de su espada en la cintura, Lapis.

No voy a llorar más. Lloraré cuando todo esto haya acabado. Takeru decidió no hablar con nadie sobre esta decisión. Sabía que si lo hacía, todas tratarían de detenerlo.

No había opción más que proceder sin sentir culpa. Decidió cargar ese sufrimiento.

Sobrepasó el dolor en su pecho. Si fuese a estar solo seguramente sería aplastado por el sufrimiento. Si Lapis no estuviera con él, Takeru no habría podido avanzar en este camino.

Takeru trató de darle las gracias a Lapis, pero en ese momento.

El rugido de un demonio provino del cielo. “¿¡!?”

Todos miraron hacia arriba sin palabras.

El cielo estaba cubierto por un gigantesco árbol demoniaco. Había un sonido de un tsunami empujando a lo lejos. Y no era solo el mar de carne arrasando contra ellos como antes.

Tomaron formas anormales adecuadas para el nombre del Hyakki Yakou. Algunos de ellos tenían fuertes cuerpos como demonios, algunos enredados como serpientes, otros con plumas que volaban por el cielo.

El rampante Hyakki Yakou no se detuvo. Takeru y las demás miraron al cielo.

En el tronco del gran árbol estaba una sombra  blanca. Al lado de ella,  estaba  una  chica con  los ojos vacíos.  La sombra  miró a Takeru y las demás como si fuera Dios.

La boca de Dios dibujó un arco, y habló.

——Y ahora qué, gusanos. “¡¡¡¡¡Ootori Sougetsu————!!!!!”

Sin duda alguna era una declaración de guerra.

La manifestación de una voluntad inquebrantable diciendo “te asesinaré”.

Cuando Takeru desenvainó su espada, todo el 35to pelotón se alineó a su lado. Mari también, mientras se tambaleaba, se alineó con ellos.

“… por ahora, salvemos a Kiseki-chan. El Encantamiento Ragnarøkkr de Takeru no puede liberarla, ¿verdad?”

Takeru puso una mano en el hombro de Mari. “Mari, descansa un poco.”

“Estúpido, ¿parece una situación para descansar? Diablos, ni siquiera hay dónde descansar.”

“Sí. Por eso estoy diciendo que deberías restaurar un poco tu poder mágico antes de ayudarnos. Para ponértela fácil, quiero que te esfuerces.”

“Entieeeendo.”

Luego, dio órdenes a Usagi e Ikaruga.

“Usagi, danos apoyo a larga distancia a mí y a Ouka. Trata de seguirnos de algún modo.”

“Entendido.”

“Suginami, ¿puedes volverte una elfo de nuevo?” “Lo haré aunque no pueda.”

“Protege a Mari y a Usagi.” “Entendido.”

Después de darles órdenes, al último, Takeru miró hacia Ouka.

“Ouka, tú—”

“No me despegaré ni una pulgada de ti.”

Antes de que pudiera dar una orden, Ouka lo miró ferozmente y habló.

“Dime cuando te transformes en la forma Cazador de Dioses. Será la prioridad.”

Para proteger el alma de Takeru, Ouka intentaba hacerse cargo de liberar la forma Cazador de Dioses. Takeru no le dijo que eso ya no sería necesario.

“Me quedaré a tu lado y te protegeré.”

Se sentía como si la traicionara, pero estaba bien con eso por ahora.

Incluso si rompe la promesa, esta será la última vez. “… sí. Vamos juntos. Ten cuidado con su rifle.”

“Priorizando la liberación de la forma Cazador de Dioses y esquivando crearé una apertura. Tú arrebátale a Kiseki sin importar qué.”

“Sí, ¡eso es lo que pretendo hacer…!” Exhaló y dejó de moverse.

Esta era la situación en la que estaban. Heridos, cansados y sin ningún lugar seguro que les permitiera a sus compañeros heridos escapar.

Es por eso que decidieron pelear juntos. Es la batalla final. La última batalla a la que se enfrentan juntos.


No pueden—¡darse el lujo de perder!

“Trigésimo Quinto Pelotón de Prueba de la Academia Antimágica—”

Takeru levantó su espada y se vistió con la armadura. Y—

“—¡Comienza la misión!”

——La última misión del 35to pelotón había comenzado.

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