Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 17

Capitulo 3: Núcleo Tipo Planta

Parte 2

# Perspectiva de Wataru

Después de que Neruneh y todos despidieron al grupo con una sonrisa, Keima puso a Wataru en {Almacenamiento} con Igni aferrado a su costado, y luego, un instante después, estaban al costado de un camino pavimentado en las afueras de la ciudad imperial.

“Eso realmente se sintió como si solo tomara un segundo… Espera, ¿quién eres tú?” Wataru se giró y no vio a Keima, sino a una mujer de cabello negro detrás de él.

“¡Wow, qué sorpresa! Tío, ¿qué estás haciendo?”

“Puedes decir que soy yo, ¿eh, Igni? Bueno, solo piensa en esto como un disfraz. No quería vestirme así, pero creen que estoy muerta, así que…” la mujer, Keima, se apagó. En una inspección más cercana, ciertamente estaba usando su ropa, y su rostro también se parecía al suyo. Se parecían lo suficiente como para que Wataru hubiera creído que era la hermana pequeña de Keima.

“¿Cómo haces esto? Suenas y te ves exactamente como una niña, y eso es ser generoso al asumir que eso es relleno en tu pecho”. Wataru empujó su pecho y sintió un aplastamiento. era suave

“¿Conoces la poción mágica que cambia de sexo? Sí. Además, no es relleno, así que no toques. No pude usar ninguna armadura de pecho antes de tiempo debido a que la poción cambió demasiado mi tamaño”.

“Eh, ¿perdón?”

“¡Grrr, Wataru! ¡Si quieres hacer eso, hazlo conmigo!” Igni gruñó, frotando su cuerpo contra el de él, pero eso era como un cachorro tratando de marcar algo, así que fue más conmovedor que cualquier otra cosa.

“(Entonces, ¿Wataru? Mi hermanita es maravillosamente adorable, ¿no?)” Llegó la voz de Sieg a través de la telepatía. Por hermana pequeña, debe haberse referido a Keima.

“Ermm… ¿Por qué ir tan lejos como para convertirse en una chica solo por un disfraz?”

“No quería, pero hay una razón por la que necesito usar este formulario. Te agradecería que no cavaras demasiado profundo.”

“(Era  necesario  para  lanzar  magia  o  algo  así,   mi  querido  Wataru.

Protégela)”.

“Eh, cierto.”

Keima parecía un poco cansado. Estaba el cansancio de {Teletransporte}, sin duda, pero travestirse… o más bien, convertirse en una chica realmente mostraba cuán importante era esta misión.

“Muy bien, intercambiando tiempo, Wataru”.

“¡Hurra! ¡¡¡Ahora vamos al {Almacenamiento} de Wataru!!!”

De hecho, fue el turno de Wataru de ponerlos a los dos en {Almacenamiento}. Debido a los guardias en las puertas de la ciudad, Wataru necesitaba esconderlos antes de ir allí él mismo.

“Cierto. Suponga que el ataque sorpresa falló y salga listo para pelear. Si tiene éxito, los llevaré a ustedes dos a un lugar seguro y grande”.

“¿Eh? ¿Debería ir al modo Dragón entonces?”

“Eh, Igni. No encajarías en {Almacenamiento} de esa manera. Además, me aplastarías.”

“¡Cierto! ¡Eres inteligente, tío! ¡Está bien, entrando primero!” exclamó Igni, saltando hacia el {Almacenamiento}. Wataru sacaría a Keima e Igni de {Almacenamiento} después de atacar a Haku, como mínimo. O emergerían en medio de una batalla o les quitarían el viento por completo de sus velas.

“Esperemos que sean sus velas”, dijo Keima.

“¡Quiero pelear! ¡Quiero mostrarle a Wataru mi lado bueno!”

Y así, entraron en {Almacenamiento}, y Wataru fue a las puertas de la ciudad imperial.

Al llegar, uno de los guardias regulares lo llamó. “¿Oh? Si no es Wataru. Pensé que el cronograma era que regresaras dentro de medio mes a partir de ahora; ¿Paso algo?”

“Sí. Ha surgido un problema urgente. Tendré que hablar con Lady Haku directamente, si puedes hacer los arreglos para eso.”

“¡Ah! ¡Entendido!”

Después de que el soldado salió corriendo, Wataru suspiró, preguntándose si le había dado la sensación de urgencia adecuada. Si las cosas iban bien, tendría una audiencia con Haku en dos horas. La idea de cortarle la pierna, naturalmente, lo llenaba de ansiedad. Pensó en cómo si el guardia simplemente nunca regresaba, no necesitaría volver su espada contra la persona a la que le debía tanto, pero al mismo tiempo era precisamente porque le debía tanto a Haku que tenía que hacer esto. Wataru miró al techo.

Se sentó en una silla mientras esperaba para calmarse, y luego, al poco tiempo, regresó el guardia.

“Wataru. Lady Haku te ha indicado que vengas a la villa de inmediato. ¿Preparo un caballo?”

“No, sería más rápido para mí correr. Nos vemos”, dijo Wataru, luego pasó por la puerta. Corrió al castillo, luego fue a la villa. Los guardias de la puerta del castillo habían sido informados y lo dejaron entrar a la vista.

“(Wataru. ¿Podrías esparcir las semillas aquí?)” preguntó Núcleo 219 a través de la telepatía mientras caminaba hacia la villa.

“Oh casi lo olvido.”

Las semillas se referían al desvío planeado, eran literalmente semillas de plantas que Sieg le había dado. Wataru metió la mano en el bolsillo y, fingiendo naturalidad, sacó un pañuelo mientras derramaba semillas en el suelo. Eran tan pequeños como semillas de flores, pero cada uno se convertiría en un Soldado Planta. Era el tipo de cosas que una vez que las veías, dejabas de creer en la ley de conservación de la energía.

Wataru aceleró, impresionado por el poder de la magia de invocación, solo para cruzarse con alguien que conocía. Pero no se trataba de un viejo conocido cualquiera. Era el subordinado de Haku y uno de los Cuatro Valientes: Sally.

“Oh, si no es Wataru. ¿Qué podrías estar haciendo aquí? Creo que estabas programado para volver más tarde.”

“Lo mismo digo. ¿Qué pasa con el trabajo de la orden de tu caballero?”

“Hubo un cambio de planes después de que te fuiste. Me han ordenado proteger la villa ahora.”

Como ella era la comandante principal de los caballeros, parecía que asignarla a proteger la villa era un desperdicio increíble, pero Wataru entendió que estaba conectado con el estado en el que se encontraba Haku.

“(Supongo que se está rodeando de personas en las que puede confiar. Este es otro nivel de estar en guardia)”, dijo Sieg a través de la telepatía. Wataru estuvo de acuerdo en silencio. Dicho todo esto, Sally era una potencia y una de las pocas en el imperio que podía discutir con Wataru. Como alguien a punto de lanzar una emboscada, su presencia aquí ejercía mucha presión sobre él.

“Ah, claro. Bueno, tengo que darle un informe a Lady Haku, así que si me disculpa.”

“Mm. ¿No respondes a mi pregunta, entonces?”

“Er, bueno, ya sabes”, tartamudeó Wataru. En momentos como este, realmente deseaba poder hablar improvisadamente como lo hacía Keima.

“Corrí tan fuerte como pude pensando en ello como una buena manera de entrenar, y terminé mucho antes de lo habitual”.

“Ya veo. Es maravilloso escuchar eso”, dijo Sally, sonriendo a pesar de que era una excusa verdaderamente terrible. “¿Sin embargo, el informe decía que tenías un mensaje urgente para Lady Haku?”

“Así es. ¡También corrí tan rápido porque tenía noticias urgentes!”

Wataru comenzó a tambalearse. Obviamente, como guardaespaldas, habría recibido noticias del guardia; ¿por qué no pensó en eso?

“Las noticias urgentes de usted seguramente no son una buena señal. yo también iré Un problema que no puedas resolver probablemente será el trabajo de la orden de un caballero, por lo que esto acelerará las cosas”.

Wataru estalló en un sudor frío por dentro. Si Sally estuviera allí para proteger a Haku durante la emboscada, sus posibilidades de éxito se desplomarían. Tenía que rechazarla de alguna manera.

“(Ah, Wataru)”, dijo Sieg a través de la telepatía. “(Simplemente diga que se encontró con el estafador de fraude matrimonial buscado. ¿Cuál era su nombre de nuevo?)”

“E-Erm. La verdad es que recientemente vi a la estafadora de fraude matrimonial, Pamella”, dijo Wataru.

“¡Ah! ¿Pamella? ¿Pamella Zan?”

“Eh… ¿Sí? Soy una de sus víctimas, así que… ya sabes.”

“Oh, sí, lo entiendo. Acabo de recordar un asunto urgente, así que si me disculpas”, dijo Sally, alejándose mientras parecía repentinamente aterrorizada.

“(Ese es un héroe {Ultra Buena Suerte} para ti. Tienes suerte. Eso no habría funcionado en ninguno de los otros)”, dijo Sieg a través de la telepatía, riéndose. Wataru parpadeó.

“¿Me estoy perdiendo de algo?”

“(Oh, da la casualidad de que el hombre que te engañó es el amante de nuestra pequeña Sally. Para ser una mujer tan amante de las reglas, ciertamente le gustan los hombres malos)”, respondió Sieg. Parecía que estaba protegiendo a la criminal buscada Pamella con la aprobación silenciosa de Haku. Fue sorprendente escuchar que un comandante de caballeros estaba escondiendo criminales. Al mismo tiempo, hizo que Wataru recordara su doloroso pasado.

“No tenía idea… ¿Tiene la aprobación silenciosa de Lady Haku? ¿A pesar de que es un criminal buscado?”

“(De hecho. Sally no lo sabe, pero Pamella es miembro de la división de espionaje del imperio. La idea aquí es evitar que un hombre legítimamente malo de la calle se gane el corazón del comandante de los caballeros, lo cual no sería una hazaña difícil)”.

“¿Qué…?”

“(Oho. Esta es información de alto secreto, entiéndalo. Lo aprendí solo por casualidad)”.

Wataru se puso rígido. Pamella era una estafadora que una vez alentó a Wataru, hizo que se enamorara de “ella” y luego le robó todos sus ahorros. Si esa Pamella fuera en realidad una espía imperial, bueno, eso cambiaría muchas cosas, ¿no?

“(En cualquier caso, apresurémonos. Antes de que Sally se dé cuenta de tu mentira, eso es.)”

“C-Correcto. Vamos.”

Pensar en eso podría esperar. Atacar, o mejor dicho, rescatar a Haku era lo primero. Sacudió la cabeza y se apresuró a la sala de audiencias.

Y así llegó. Haku estaba sentado en un trono sobre tres escalones. Dolce estaba de pie frente al último escalón. La posición era tal que Wataru estaría dando un informe sobre una rodilla a unos diez metros de distancia en el suelo. Debido al hecho de que ella estaba sentada, no podía ver el accesorio en su muslo. Era una posición que dificultaba tenderle una emboscada, en muchos sentidos.

“Entonces, Wataru el Héroe. ¿Cuál es tu informe?” Haku entonó.

“Eh, bueno. ¿Dónde está Chloe?”

“Chloe… Ah, Chloe está en un viaje de trabajo en este momento”.

Normalmente, Chloe estaba parada donde estaba Dolce. Y su deber era servir como guardaespaldas y mayordomo de Haku. Era impensable para ella tener un trabajo que implicara dejar el lado de Haku.

“(Probablemente se deshizo de ella. Ese mayordomo era principalmente un guardia contra el ataque psicológico… Aunque, bueno, tal vez todavía esté luchando por dentro)”, dijo Sieg. Wataru rezó para que aún estuviera viva.

“Date prisa con tu informe. No tengo todo el día.”

“Cierto. ¿Puedo acercarme más, ya que es un asunto confidencial del que no se debe hablar abiertamente?”

“No; da tu informe allí”, dijo Haku, evitando que se acercara.

“(En guardia, como era de esperar. ¿Recuerdas lo que discutimos, Wataru?)”

Correcto. Todo esto estaba de acuerdo con el plan.

“¿Pasa algo, Lady Haku? P-Por lo general, me pedirías que te lo susurre al oído”, dijo Wataru, repitiendo la línea bastante sospechosa que había practicado con Sieg. Se mordió un poco la lengua. Si esto le permite acercarse a Haku, genial. Si no, había otras líneas que habían preparado.

“Ah, sí, de hecho. Entonces puedes acercarte un poco más.”

“Como desee, Lady Haku,” dijo Wataru. Por suerte, había obtenido una respuesta favorable. Se acercó a Haku y se detuvo en la escalera.

“Erm, ¿podría venir por aquí, Lady Haku?”

“¿No podrías simplemente subir la escalera?”

“¡Absolutamente no! Los únicos que pueden subir estos escalones son los divinos y sus guardias. ¡Incluso con su permiso, está por encima de mi estatura!” Wataru exclamó, usando el conocimiento de las costumbres imperiales que Sieg le había enseñado. En realidad, nunca había tenido ninguna oportunidad de subir la escalera a pesar de todo. Aunque como un Héroe con un título noble, Wataru en realidad podría subir dos de las escaleras.

“Por favor, muéstrame mi piedad perdida, mi más honorable Lady Haku”, entonó Wataru, abriendo las manos. Su actuación había sido dirigida nada menos que por Sieg. Dolce observaba con una mirada entrecerrada. Ella miró fijamente, pero no hizo nada.

“…Muy bien”, dijo Haku, levantándose del trono. Todo según el plan.

El accesorio se hizo visible en su muslo. Un instante después, la Espada Sagrada Aire de Wataru había cortado directamente su muslo, apenas por encima de él.

“¡Ah! {Cura—}!”

“(¡Comienza! ¡Wataru!)”

“¡Hyaaaah!”

Wataru pateó como estaba planeado antes de que Haku pudiera lanzar magia de Restauración… Sin embargo, su pierna ya se había curado por completo y recibió la patada de Wataru con normalidad. La tasa de curación era absurda.

“¡Ngh, mocoso! ¡¿Cómo te atreves a atacarme así?! ¡Dolce, Suzuki, acabad con él!” Haku ladró, sentándose en su trono mientras vacilaba. Dolce se deslizó frente a ella. Y luego, detrás de su sombra, apareció la cabeza rubia medio teñida de un Héroe matón… Suzuki.

“{Almacenamiento}!”

El ataque sorpresa había fallado. El siguiente paso fue un ataque frontal completo. Wataru sacó a Keima e Igni de {Almacenamiento}.

“¡Perdón! ¡No funcionó!

“¡Lástima, parece que es hora de trabajar!” Dijo Keima (en su forma de chica, a la que Wataru aún no estaba acostumbrado), luego comenzó a lanzar rayos de luz sin cánticos. Un hechizo de alto nivel que apenas parecía mantener su maná atravesó el pecho de Suzuki y se dirigió a Haku. Apuntó brillantemente a su muslo, pero Dolce se interpuso silenciosamente entre ellos y golpeó el maná contra la pared.

“¡Graaah!”

“Tch, falle. Suzuki también parece bastante loco”, comentó Keima.

Suzuki no estaba en un estado de miedo; estaba en un estado de locura. Sus movimientos salvajes y agresivos eran dignos de un berserker. El agujero en su pecho se cerró instantáneamente y cargó hacia adelante sin una espada, solo para que Igni lo agarrara de ambas manos como un luchador de sumo y lo detuviera. Ella aplastó sus manos con las de ella, pero las manos de Suzuki se curaron instantáneamente y él mantuvo su lucha.

“¡¿Que?! ¡Tío, este tipo es bastante fuerte!” “¡GRAAAH! ¡AAAAAH!”

“Sigue entreteniéndolo. No lo muerdas, podría atacarte desde el interior de tu estómago.”

“¡¿Ep?! ¡Entendido! ¡¡¡No quiero eso!!!”

Keima siguió lanzando hechizos de magia de luz sin cánticos mientras daba instrucciones calculadas, manteniendo a Dolce inmovilizada. La serie de láseres, todos los cuales evitaron a Igni y Suzuki, eran como una ametralladora Gatling y, naturalmente, incluso Dolce tuvo que pararse en el lugar para defenderse de ellos. Dios mío, Keima se veía y actuaba tan diferente de su habitual pereza que casi podías enamorarte de ella.

“¡No te quedes dormido, Wataru! ¡Sigue atacando!”

“Ah, pero la pierna de Haku se volvió a unir justo después de que la corté. ¿Qué tengo que hacer?”

“Parece que ella encendió a Suzuki, por lo que podría tener que ver con {Ultra Curación}. ¿Tal vez comienza a curar a las personas que lo rodean, o al menos a sus aliados también?” Dijo Keima, diseccionando la situación. “Separe la pierna mientras la corta. ¡Entonces ocúltalo en {Almacenamiento}! ¡Solo tenemos que deshacernos del accesorio de la pierna!”

“¡Ah bien!”

Wataru saltó para seguir las instrucciones de Keima, saltando sobre Dolce y acercándose a Haku. Era más fácil apuntar al muslo desde arriba cuando estaba sentada. Wataru volvió a balancear su Espada Sagrada, preparado para cortar incluso el trono por la mitad…

“(¡Amelia viene desde arriba! ¡Cuidado!)”

La advertencia de Sieg y la intención de matar que venía de arriba llevaron a Wataru a torcer su cuerpo a la fuerza para esquivar. Donde una vez estuvo, cayó un relámpago como una lanza.

“Oh, lo esquivaste”.

“¡Amelia! ¡Por favor, no interfieras!”

“Oh, pero lo haré, con cualquiera que tenga la intención de dañar a Lady Haku”, dijo Amelia, apareciendo desde el techo como una serpiente… Bueno, su mitad inferior en realidad era una serpiente.

“¡¿Q-Qué?! ¿Una Lamia? ¿Amelia se ha convertido en una Lamia? ¡¿Modificación del Cuerpo?!”

“Cálmate, ella siempre ha sido así”.

Todo esto fue muy impactante para Wataru, pero a juzgar por la reacción de Keima, ella siempre había sido así. Ella debe haber sido del Reino de los Demonios.

“¿Oh? Debes ser todo un espía para haber conocido mi secreto. ¿A quién podrías estar sirviendo?”

“¿Quién sabe? ¡Invocar Kobold!”

Keima lanzó un Kobold a Amelia mientras mantenía inmovilizada a Dolce. Parecía que simplemente lo sacó de {Storage} en lugar de invocarlo, pero eso probablemente fue solo imaginación de Wataru. De cualquier manera, debe haber requerido un temible control de maná para usar dos hechizos a la vez. Y el hecho de que estaba lanzando un hechizo tan avanzado sin parar realmente hizo que uno se cuestionara su capacidad de maná.

Como era de esperar, Keima había estado ocultando su verdadero poder… ¿O tal vez solo tenía una restricción en la que solo podía usarlo cuando estaba en esa forma femenina? Espera… ¿Tal vez esta era su verdadera forma? Wataru decidió no pensar en eso. Necesitaba concentrarse en cortarle la pierna a Haku.

“Un simple Kobold… ¡Ah, ¿qué?! ¡Es tan fuerte!” “¡Woof!”

Esquivó la lanza de Amelia y se abalanzó sobre ella con una habilidad insondable para un Kobold normal. El Kobold empuñaba dos cuchillos y estaba en una posición de batalla familiar. Keima brindó algo de apoyo mágico, pero Amelia lo esquivó a pesar de su enorme cola.

“¡Qué problemático…! ¡Esos dañarían mis escamas!”

Wataru hizo su movimiento mientras Amelia luchaba con su cola y su lanza. Atacó a Haku de nuevo, y—

“¡Tch!”

Esta vez, Haku agitó un bastón para desviarlo. Cierto, Haku también era una aventurera de rango A. Incluso cuando estaba sentada e incluso cuando estaba poseída, su poder todavía estaba en plena vigencia.

“¡Sally, ¿qué estás haciendo?! ¡Ven…! ¡¿Un ataque?! ¡Gah, ustedes tramaron esto!” Gritó Haku, aparentemente contactando a Sally desde lejos. Su tono era completamente el de un anciano. Y a juzgar por lo que dijo, Sieg estaba logrando entretener a Sally.

“¡Igni, detén a Suzuki—{Rock Bind}!” Keima gritó. Un instante después, la alfombra del suelo estalló y el pavimento rocoso se retorció como tentáculos que envolvieron a Suzuki. Envolvieron sus piernas, torso y brazos sin un poco de libertad de movimiento, luego se fijaron en su lugar.

“¡Ngha, gaaaaaaaaaaaah!” rugió Suzuki, claro miedo en su voz después de que cubriera su rostro. Igni retrocedió y pronto estuvo completamente cubierto. A fondo, con cuidado, como una araña tejiendo un capullo.

“¡Ahora son tres contra cuatro! ¡Ríndete, ex Papa!”

“¡¿Qué?! Cómo sabes que… Espera, esa magia… ¡Trabajas para Narikin!”

Igni se unió a los ataques a Haku.

“Amelia, ¿cómo estás luchando tanto con un solo Kobold? ¡Inútil!”

“¡M-Mis más sinceras disculpas!”

“¡Basta ya! ¡Sally, reemplaza!” declaró Haku, y en un instante Sally apareció donde no había estado. Estaba con la armadura completa y completamente lista para la batalla. Y parecía tal que su cuerpo bloqueó convenientemente el golpe de Wataru.

¡Clink! La espada sagrada de Wataru se estrelló contra la armadura de Sally.

“¡¿Ngh?! Wataru, ¿cuál es el significado de esto? ¡Cómo te atreves a apuntar con tu espada a Lady Haku!”

“Sally, ¡¿no te das cuenta de que algo anda mal con ella?! ¡Le están lavando el cerebro o algo así!”

“¡¿Y qué?!”

Sally desvió a Aire con su espada. Era una Espada Mágica al mismo nivel que el Aire. Keima intervino justo cuando Wataru estaba a punto de ser golpeado por el seguimiento, poniéndose en el camino.

“¡Ngh! ¡Siento eso un poco…!”

“¡¿Ah, el edredón divino?! ¡Chica inteligente!”

En un giro sorprendente, Keima se adelantó para recibir el golpe en lugar de Wataru. El Kobold luego lanzó un ataque de seguimiento para distraerla. Sally hizo un corte horizontal que cortó al Kobold en dos. Keima usó ese tiempo para retroceder, sujetando a Amelia y Sally con rayos de luz mientras sacaba otro Kobold de {Almacenamiento}.

“¡Lo siento, y gracias! ¿Significa esto que Sally y los demás también han sido tomados?”

“No entres en pánico, te dije que probablemente también tendríamos que enfrentarnos a los Cuatro Valientes”.

Sally, a diferencia de la exploradora Amelia, era una luchadora frontal. Solo en términos de lucha con espadas, ella era superior a Wataru. La diferencia de habilidad era tal que ella era más fuerte que él incluso mientras se defendía de Igni.

“(Disculpas, Sally se escapó. Mató a mi principal atacante antes de irse, así que me está tomando todo lo que tengo para defenderme de los soldados)”.

“Entendido. Esto es… duro. Wataru, ¿crees que podemos hacerlo?”

“Honestamente, será difícil. Sally es la asesina aquí… Simplemente no veo que la golpeemos”.

Un sudor frío corría por la espalda de Wataru. Y fue entonces cuando sucedió. De repente se sintió como si la temperatura de toda la habitación bajara dos grados.

“(¡Al suelo!)”, gritó Sieg. Wataru instintivamente se puso en cuclillas.

Un instante después, toda la habitación se partió por la mitad.

“¡Whoa!”

“¡¿Eep?!”

Keima e Igni estaban a salvo. El grupo de Haku, por otro lado, no recibió ninguna advertencia y fue golpeado directamente. La cola de Amelia se separó de su torso, y la armadura de Sally, por alguna razón vacía, cayó al suelo. Dolce estaba a salvo, pero una línea de sangre se filtró de su torso, luego cayó hacia atrás con el trono.

“¡¿Amelia?! ¡¿Sally?! ¡Te recuperaré ahora!” “Ngh… ¡¿Qué fue eso?!”

A juzgar por las cicatrices del corte, había venido del fondo de la habitación y se había ido al frente.

“Lamento interrumpir, pero vine a recuperar a la pequeña y dulce Haku, ¿de acuerdo?” vino una voz. De pie en el punto de origen del corte había una monja de cabello negro y ojos rojos empuñando una katana japonesa que irradiaba un aura malvada.

“¡¿Tú?! ¡¿Estas viva?!”

“¡Bleh, ¿Leona?!”

“Oh vaya. Ustedes dos ciertamente se ven lindos ahora, mm”.

Aparentemente, la monja era alguien familiar tanto para Keima como para quien se había hecho cargo de Haku.

“¡No sé quién eres, pero quítale la pierna a Haku! ¡El accesorio en su pierna es el culpable! ¡Córtalo o rómpelo!”.

“Gracias por el maravilloso consejo”, dijo Leona, la monja misteriosa, dándole a Wataru una sonrisa amable antes de empujar a Haku hacia abajo con su katana en una sola mano.

¡No te dejaré! ¡Ultramagia, activa—{Ruta Encantada: D}!”

“Ultramagia, activa—{Ruta Encantada: 3M}.”

Un arreglo esférico de glifos mágicos salió flotando de Haku y Leona. Wataru no había visto magia como esa antes. No sabía qué era, pero podía sentir su increíble poder.

“¡¿Por qué conoces esta magia?! {Fuerza de Gravedad}!”

“¡{Levitación Forzada}! ¡Aha! ¡Ya terminé de experimentar con él, viejo 10!”

Leona levantó su katana, cancelando la manipulación de la gravedad como si nada. Lo dejó caer sobre Haku, esta vez dividiendo la habitación verticalmente. Pero Haku había desaparecido del trono. Alas de luz habían brotado de su espalda, y ella voló para evitarlo.

“¿Oh? Esas son alas de ángel.”

“¡Así es! ¡Obtuve el poder del Dios de la Luz! ¡No tienes esperanza de ganar, así que arrástrate de vuelta a tu tumba!”

“Usted es el que debería estar arrastrándose de regreso a su tumba, Sr. No Muerto. {Fuerza de Purificación}.”

“¡Ngh, mocosa! {Fuerza de Drenaje}!”

“{Barrera de Fuerza}. Para empezar, tenía el poder del Dios de la Luz. ¿Realmente deberías estar alardeando de eso?”