Koujo Denka (NL)

Volumen 5

Capitulo 2: Remarqué

Parte 3

Un gruñido de disgusto escapó de Tina-Ojou mientras empuñaba sus puños y los levantaba en desafió.

“Yo… admitiré que Sensei te dio un nuevo hechizo supremo y arte secreto, una segunda libreta, e incluso una pluma de un Griffin oceánico… ¡P-Pero aún no me has derrotado!”

¡Él no me ha dado nada de eso!

Las únicas cosas en mi libreta de tareas eran ejercicios para hacer mis hechizos más callados y usar la levitación para mover personas y animales, también de las revisiones de Allen-sensei de los existentes hechizos ofensivos. Mis mejillas se hincharon de la molestia.

“¡Ambas e-están jugando sucio!” Me quejé.

“¡Yo… también quiero tratar de enlazar maná con Allen-sensei…Y-Y también quiero que me enseñe un nuevo hechizo para mí!”

Primero, las dos hijas Howard se sorprendieron, pero entonces empezaron a reírse. Lanzaron sus brazos alrededor de mí, Tina-Ojou gritando “¡Ellie, eres adorable!” mientras Stella-Ojou decía “Lo siento, Ellie. ¿Me perdonarás?”

¡E-Esto es trampa!

Yo, en serio, en serio las amo, así que las abracé de vuelta y dije:

“¡Sin perdones! Como castigo, ambas tendrán qué…”

“¿Sí?” Ambas preguntaron.

“¡D-Dormir en la casa de Allen-sensei conmigo cuando regresemos a la capital real! Ohh…”

Tengo un nudo en la garganta. ¿P-Por qué siempre me trabo con mis palabras en momentos así?

“¡Ni sé que decir!” Tina-Ojou declaró.

“Supongo que tendremos que llevar también a L- Lynne”

“Si vamos a invitarnos solas, quizás debamos entrar todas juntas.” Stella-Ojou añadió.

“Karen me dijo que tiene más de un cuarto de invitados”

Todas reímos.

Era como un sueño hecho realidad. Tina-Ojou había aprendido a lanzar hechizos increíbles, y Stella-Ojou estaba sonriendo gentilmente. ¡Y todo fue gracias a Allen-sensei! Estaba tan feliz. ¡Tan, pero tan feliz!

Todas nos miramos. Tina-Ojou fue la primera en hablar.

“Stella, Ellie. Sé que dije esto antes, pero… voy en serio”

La mirada más seria en su rostro me decía cuánto lo sentía.

“Yo… Yo, bueno…Uhm, soy la maid de Tina-Ojou.”

Dije, dudando mientras trata de poner mis sentimientos en palabras.

“P-Pero si también puedo estar al lado de Allen- sensei, entonces… Oh…” Escondí mi rostro en mis manos. Este era mi límite.

¡Estoy tan a-avergonzada! ¡Nunca p-podría decir algo como esto en presencia de Allen-sensei!

Stella-Ojou habló al último.

“Ambas se han hecho fuertes.” Ella dijo. “Le estoy tan agradecida”

“Esa   no   es   una   respuesta,   Stella.”   Tina-Ojou presionó.

“¿Q-Qué piensas de nuestro tutor?” “¿Yo? B-Bueno…”

Stella-Ojou miró a su pluma mientras sus palabras se detenían en un murmullo.

“Creo que Allen-sama…D-Debe escoger.”

Sus mejillas se sonrojaron, pero había determinación en sus ojos mientras continuaba con su usual voz.

“Pero aún intento hacer todo lo que pueda. Después de todo… ¡Quiero que me escoja, así que necesito trabajar más fuerte! En la forma que estoy ahora, estoy lejos de valer para estar al lado de Allen-sama. Ese es el lugar de Lydia.”

“Ya lo sé.” Tina-Ojou dijo lentamente. “Pero—”

“¡N-No cederemos!” Grité de corazón.

Mis señoras me miraron y se echaron a reír otra vez.

Oh…

“¡No dejaré que nadie se lleve lo mejor de mí!” Tina- Ojou declaró.

“Pero nuestro enemigo es demasiado fuerte. ¡Digo, no es justo! ¡Hace trampa!”

“L-Lydia-Ojou es, bueno… no sé si “increíble” si quiera es la palabra correcta.” Añadí.

“Y creo que ella y Allen-sensei pueden entenderse sin siquiera decir palabra.”

“¿Han notado que Allen-sama algunas veces cuenta sus historias con Lydia sin darse cuenta?” Fue la contribución de Stella-Ojou.

Las tres suspiramos. Levantamos la mirada y vimos un campo de estrellas a través del techo de cristal del invernadero, pero las estrellas fugaces se desvanecían antes que tuviera la oportunidad de desear algo.

“Pero tenemos un problema más grande.” Tina-Ojou siguió, frunciendo el ceño.

“Te refieres al estatus social de Allen-sama” Stella- Ojou respondió, viéndose preocupada.

“Claro, siempre podemos resolver el problema ignorándolo y huyendo a la República Lalannoy.”

“¡Stella!” Tina-Ojou gritó.

“¡Siempre pensando igual que Lydia!”

“¿Sí?” Stella-Ojou preguntó con la cabeza inclinada, perpleja.

“¡Sí, siempre! ¡Lloraría si termina siguiendo su ejemplo!”

“Pero ¿no pueden entender por qué siempre piensa de esa manera? Cosas como el estatus social—” La voz de Stella-Ojou decayó a un susurro.

“Felicia es la única de nosotras con quien Allen- sensei…P-Puede salir, ya que es la hija de un mercante”

“¡D-Desearía que no te sonrojadas de la nada!

¡También me estás avergonzado!” Tina-Ojou se quejó.

“Oh, me acabo de dar cuenta. Hay una forma más fácil de salir de esta.”

Mi señora de pronto se paró de su silla y empezó a saltar animada. Era adorable… pero no sabía qué hacer con ella.

“¿Tina?” Stella-Ojou dijo.

“Uh…Uhm… ¿A-A qué te refieres?” Pregunté. Tina-Ojou respondió con una atrevida risa.

“¡Es simple! ¡Todo lo que necesitamos hacer es subir

el estatus social de Sensei nosotras mismas! ¡La Casa Real de Wainwright líderes de la meritocracia y yo no podemos imaginarnos a nadie más digno de reconocimiento que nuestro tutor!”

“P-Pero dudo que Allen-sensei lo aceptaría.” Dije, gruñendo.

Tina-Ojou rugió como si hubiera sido golpeada.

“P-Puede que tengas razón. Supongo que regresamos al principio…”

“No.”

Stella-Ojou   murmuró   unos   momentos   después, frunciendo el ceño.

“No es una mala idea. Excepto que…” “¿Stella?”

“¿Stella-Ojou?”

“No podemos lograrlo solas.” Ella concluyó. “Necesitaremos la ayuda de Lydia.”

“P-Podemos lograrlo sin—” Tina-Ojou empezó, luego se detuvo.

“No, tienes razón, Stella. Esto requiere…” “Sí.” Stella-Ojou concordó.

“No   tenemos   de    otra.   Necesitamos    mantener nuestras prioridades en orden.”

“Tina-Ojouuuuu,      Stella-Ojouuuuuuuu.”      Sollocé, completamente perdida.

Mis señoras me habían dejado por fuera, y habían llegado a un mutuo entendimiento sin mí. Me sentía excluida.

A Tina-Ojou le dio un ataque de risa.

“E-Ellie es una persona increíble, pero no podemos pretender que consiga el reconocimiento que merece. No puedo soportarlo, y estoy segura que Lydia se siente igual.”

“P-Pero no quiero ofender a Allen-sensei” Argumenté.

“Es por eso que necesitamos tener a Lydia de nuestro lado. Ella es una formidable enemiga, pero si podemos convencerla de unírsenos, estoy segura que no se interpondrá en nuestro camino— al menos cuando se trate de este objetivo.”

“¡Entre más mejor!” Tina-Ojou intervino.

“Te tenemos a ti, Karen, Felicia, Lynne, Lydia y a mí. Y también deberíamos tratar de ponernos en contacto con los compañeros de universidad de Sensei. ¡Preguntémosle al profesor de ellos!”

“Yo conozco a uno de ellos.” Stella-Ojou respondió, asintiendo.

“Gil Algren-sama” “¡¿Qué?!” Tina-Ojou grito.

“¡Pero… eso significa que tres de los Cuatro Grandes Ducados están prácticamente de nuestro lado ya!”

A pesar de la alta moral de mi señora, solo podía balbucear.

¡¿Dónde estaba mi nombre en esa lista?! ¡Son terribles! ¡Se lo contaré a Sensei!

Mis mejillas se inflaron más de lo que lo habían hecho en toda la noche. No estaba de malas—

¡Estaba furiosa!

“Claro, tú también te unirás, ¿verdad, Ellie?”

Stella-Ojou preguntó, colocando su mano en mi cabeza.

“¡S-Sí!” Respondí, asombrada. “¡Yo…D-Daré lo mejor de mí!”

“Gracias. Eso es bastante tranquilizador”

Sonreí. Las caricias de cabeza de Stella-neesama eran mis favoritas.

“¡Reuniremos a todos a un consejo una vez volvamos a la capital real!” Tina-Ojou anunció, hinchando su pecho.

“¡Reunámonos en el café con la marquesina azul!” “¡S-Sí!”

“Se lo haré saber a Karen y Felicia.” Stella-Ojou dijo. Esto era tan emocionante.

¡Solo pensar en un consejo secreto en la capital real con los demás hacía que mi corazón se acelerara!

Y entonces, para mi mal, mi estómago rugió. “¿Estás molesta, Ellie?” Tina-Ojou preguntó.

“Bueno, ¿cenaste? Nunca te convertirás en una dama si continuas—”

El estómago de mi señora gruñó. Al instante, ella se puso roja y levantó sus piernas frente a mí.

“Qué buenas amigas son.” Stella-Ojou cubrió su boca y se río elegantemente de nosotras.

“Ahora, creo que es momento que lo dejemos por esta noche— pero parece que aún no podemos.”

Mi señora y yo liberamos gritos de asombro mientras las puertas se abrían. Allí parada mi abuela, la ama de llaves de la Casa Ducal de Howard, Shelly Walker. Tenía una bandeja cubierta con un trapo blanco en su mano izquierda, y debía haber estado en medio de hacer sus rondas, porque estaba usando su uniforme. También estaba más que molesta.

“¡T-Tina-Ojou! ¡S-Stella-Ojou!” Grité, levantándome para interponerme entre mis señoras y abuela.

“¡P-Por favor, sálvense ustedes! ¡Yo… la contendré! Oh… se me trabo la lengua otra vez.”

“E-Ellie.” Tina-Ojou dijo. Stella-Ojou guardo su compostura.

“Mis señoras, ¿qué las trae aquí a esta hora?” La abuela preguntó, acercándose a nosotras.

“Ellie, debiste de haberlas detenido”

Yo… Estoy asustada. ¡B-Bastante asustada!

Tina-Ojou y yo nos abrazamos y empezamos a balbucear excusas.

“N-No…es lo que parece, Shelly. Verás…” “A-Abuela…Uhm…Uh… Oh…”

“¡Sin excusas!” Ella respondió.

Mi señora y yo temblamos, pero Stella-Ojou le habló a mi abuela como si no fuera nada malo.

“Yo las invité, Shelly.” Ella dijo. “Cálmate por mí”

“¡¿Stella?!” Tina-Ojou gritó en asombro. Seguí casi de inmediato con un “¿Stella-neesama?”

“Como la heredera del Ducado de Howard, su deseo de proteger a los menores es memorable. ¡Sin embargo!”

La abuela dejó la bandeja en la mesa.

¿Huh?

“Desearía que me diera algo de confianza y me consultara de ante mano la próxima vez.” Ella continuó.

“Sugiero que nosotras las mujeres nos quedamos hasta tarde botaneando esta noche, y espero que me contará todo acerca de sus experiencias en la capital real y capital este. Ellie, ayúdame a poner la mesa.”

“¡S-Sí!” Salté antes de saber lo que estaba haciendo.

¡Nos quedaremos hasta tarde!

“¡Shelly!” Tina-Ojou gritó.

Estaba asombrada, pero su mechón estaba meneándose de aquí y allá.

Stella-Ojou sonrió gentilmente.

“Estoy segura que la pasaremos en grande.” Ella dijo, sonriendo mientras quitaba el trapo de la bandeja.

La abuela nos había traído una tetera de porcelana de té herbal, un juego de tazas, y un pequeño plato de pastelitos horneados.

Luego de eso, las cuatro tuvimos una fiesta de té de media noche. La historia de mi abuela de cómo ella y el abuelo se conocieron y casaron era atemorizante. Como lo contaba, incluso él había escogido su vestido. ¡Eso tiró la conversación a la ropa, y decidimos que iríamos de compras en la capital norte al día siguiente!

E-El plan era que mis señoras y yo le mostremos nuestros nuevos atuendos a Allen-sensei en la capital real. Me sentía avergonzada…P-Pero también quería escoger algo lindo que me mereciera toneladas y toneladas de cumplidos. El Duque Walker y el abuelo al parecer estarían llegando a casa de Galois al día siguiente. Esperaba que tuviéramos una oportunidad de verlos antes que dejáramos la ciudad.

***

La capital norte, la piedra angular de la región, estaba dividida en cuatro grandes distritos— uno en cada uno de los puntos cardinales. Mientras observaba el paisaje a través de la ventana del carruaje, recordé algo que mi difunto padre, Travis Howard, me había dicho cuando era joven— que la ciudad había sido establecida con el mismo plan básico que la capital real. Lo que lo separa era su predominancia de edificios de piedra y techos inclinados.

“¡Oh, mira Ellie!” Tina gritó emocionada desde el asiento trasero.

“¡Esa tienda está llenísima con personas! Me preguntó qué vende. Y esos árboles junto a la ruta tienen frutas comestibles. ¡Es delicioso cuando lo mueres de lleno y sabrosa cuando lo haces mermelada! Uhm… ¡No veo muchos carruajes en las calles!”

“¡T-Tina-Ojou, no sé a dónde vamos!” Ellie protestó.

Mi hermana también estaba recostada para fisgonear por la ventana.

Ambas usaban vestidos— El de Tina azul pálido y el de Ellie verde pálido— y hacen juego con los sombreros de paja con listones. Yo tenía un sombrero de tela blanco y un vestido azul cielo que las maids habían escogido para mí.

La emoción de mis hermanitas me calienta el corazón, pero regresé mis pensamientos a la ciudad. Una obvia— y sorprendente— diferencia entre el norte y la capital real era la falta de un palacio. El centro administrativo de mi casa está en su palacio, pero el robusto y práctico edificio no sobresalía en sus alrededores— el fruto de generaciones de duques Howards dando su mejor esfuerzo para abstenerse de excentricidades.

También notablemente ausente era el Gran Árbol que se erguía sobre la Royal Academy. Estaba segura que Allen-sama sabía la razón de eso, pero aún tenía mucho que aprender. Mi corazón saltó de dicha cuando me di cuenta que había encontrado otro tema que pudiera enseñarme.

Y luego de mi tiempo en la capital, un rasgo más de esta cuidad salió a mi vista.

“Los edificios no son muy altos, ¿verdad?” Remarqué.

“Supongo que puedes decir que eso lo hace un ordenado y lindo horizonte. Y los colores de los techos varía por distrito, así que pueden verse geniales desde arriba. Me pregunto si el edificio de la estación daría una buena vista.”

“Stella-Ojou, subir el edificio de la estación es contra la ley.” Roland Walker comentó desde el asiento del conductor a mi par. Debió haberme escuchado hablar.

“No te preocupes, Roland. No lo haré.” Dije.

“¿Seguro que no te importa acompañaros hoy? Sé que fue repentino, así que entendería si tienes trabajo que hacer.”

“Lo terminé antes de salir.”

Él respondió en su usual tono, viendo al frente. Apreciaba que nos trajera un carruaje. Aunque…

“¡Stella, Roland tiene una misión vital hoy!” Tina intervino, sacando su cabeza desde el asiento trasero.

“¿Verdad, Ellie?”

“¡S-Sí!” Ellie confirmó. “¡Buena suerte, Roland!”

“Yo, Roland Walker, entrego mi cuerpo y alma a mi deber.”