Koujo Denka (NL)

Volumen 5

Capitulo 1: ¿En serio?

Parte 4

“¿Quién dice que no podemos hacerlo de nuevo?” replicó Kaya.

“¡Además, has estado tan ocupada con Allen y esas lindas mujeres nobles que no has tenido tiempo para nosotras!”

“Dinos, Karen, ¿es cierto que todas esas chicas son aristócratas?” preguntó Koko, llena de curiosidad.

“Es verdad,” respondí mientras tomaba un sorbo de mi té.

“Tres hijas de duques y una de sus vasallos”

Kaya y Koko dejaron escapar exclamaciones de asombro cuando se tiraron en mi cama. Las miradas que me estaban dando rogaban por más detalles, pero las descarté con un movimiento de mi mano.

“No puedo decirte nada más a menos que Nii-san lo apruebe”

“¡Awww! ¡No seas tacaña!” fue su respuesta sincronizada.

Sin embargo, la decepción de Kaya no duró mucho.

“Entonces, ¿Allen-san es un asunto aún más importante de lo que pensamos?” preguntó, levantando la mano.

“La gente dice que renunció a un trabajo de hechicero de la corte para defender el honor de las bestias. Y escuché que también ayudó a solucionar algunos problemas en New Town hace unos días”

Parecía como si hubiera un esfuerzo por controlar la información sobre la rebelión de Gerard. A la gente bestia de New Town podría no resultarle fácil admitir que los humanos los habían salvado antes de que supieran lo que estaba sucediendo.

“Él es increíble”, le dije.

“Él podría enseñar en la Royal Academy u obtener su propio departamento en la Royal University ahora mismo si quisiera. Eso es tan difícil como que los jefes obtengan un ascenso instantáneo a marqueses”

“¡¿Qué?! ¡No hay forma de que puedan lograr eso!” exclamó Kaya.

Koko se hizo eco de esta sorpresa con un “¡T- Totalmente imposible!”

“Así es mi hermano” Dije, luchando por mantener un tono nivelado, aunque estaba hinchada de orgullo.

“Sin embargo, no creo que los jefes realmente lo entiendan”.

“Probablemente no”, asintió Kaya.

“Ninguno de los tontos con los que estamos atrapados en estos días se molesta siquiera en caminar por las calles”.

“La milicia y las personas que visitan la capital real con regularidad podrían tener una mejor idea”, agregó Koko.

“Y esos renacuajos lo aman. ¿No crees que siempre ha tenido un don con la gente más joven? ¡Y las viejas también! Siempre están hablando de cómo lo hará grande”.

“¿Eh? ¿Lo son realmente?” Mantuve mi respuesta casual, pero estaba eufórica.

Me encantaba cuando la gente felicitaba a Nii-san. Pero mi expresión no debe haber sido tan neutral como traté de hacerla, porque mis amigas comenzaron a burlarse de mí.

“Vaya”, dijo Kaya.

“¡Koko, echa un vistazo a Karen! Ella en serio no ha cambiado”.

“¡Ella es adorable!” Koko cantó.

“¿De qué estás hablando?” Yo respondí.

¡Hmph! Supongo que no quieren bocadillos”

Eso provocó una risa y un “¡Lo siento! ¡Lo siento!” de Kaya, mientras que Koko comentó que “Amaba la cocina de Ellyn”.

“Así está mejor”

Un momento después, los tres nos echamos a reír. Fuimos a diferentes escuelas, pero cada vez que nos encontrábamos, era como si nada hubiera cambiado.

“Oye, esta es una pregunta un poco seria”, dije, “pero, ¿cómo han estado Old Town y New Town últimamente?”

New Town había sido una vez el escenario de una tragedia: un noble humano había atropellado a una pequeña niña del clan zorro llamada Atra con su carruaje. Desde su fallecimiento, la gente de New Town había sido incluso menos amigable con los humanos que los residentes de Old Town. Incluso le habían hecho pasar un mal rato a Nii-san.

Dudaba que nuestros padres lo supieran, pero el nombre de mi hermano no estaba en el registro de posibles jefes, una lista que, por conveniencia, incluía a todas las bestias excepto a los criminales. En otras palabras, los jefes no consideraban a Nii- san como uno de nosotros. Cuando Lydia me dijo eso en la capital real… lloré. Fue demasiado cruel. Tenían que saber acerca de todas las cosas asombrosas que mi hermano había hecho.

“Hmm…” Kaya consideró mi pregunta.

“Supongo que depende de la persona. No hay una oposición extrema de nuestra generación”.

“Y los niños pequeños probablemente tengan una mente aún más abierta”, agregó Koko.

“Los veo jugando juntos en la plaza frente al Gran Árbol”.

“Eso espero,” dije lentamente.

Si el sentimiento antihumano seguía disminuyendo, poco a poco, entonces algún día…

“Sabes que podemos decir lo que estás pensando,

¿verdad, Karen?” dijo Kaya, sonriendo de nuevo. “Preguntaste eso con Allen-san en mente”

“Estás realmente loca por él”, intervino Koko felizmente.

“Claro que lo estoy”, respondí.

“Él es mi único hermano en todo el mundo”.

Yo estaría del lado de Nii-san en cualquier situación.

“De todos modos” Kaya apoyó la barbilla en sus manos y me dio una mirada de pura curiosidad,

“¿Siempre llamaste a Allen por su nombre? Sé que solías seguirlo a todas partes cuando eras pequeña, pero estoy bastante segura de que en ese entonces lo llamabas de otra manera.

“Así es.” Koko retomó la conversación.

“No empezaste a decir ‘¡Allen, te amo!’ Hasta que—” “¡D-Definitivamente estás recordando mal!” objeté.

Pero la curiosidad no abandonó los ojos de mis amigas. Sabía lo persistentes que podían ser cuando se ponían así, así que arruiné mi determinación y planté los codos sobre la mesa.

“No es una historia interesante”, les advertí. “Si tú lo dices”, fue la respuesta de Kaya.

“No puedo esperar a escucharlo”, agregó Koko.

Tomé una respiración profunda y comencé mi reminiscencia.

“Empecé a llamar a Nii-san por su nombre porque…”

***

“Él llega tarde. Demasiado tarde”

Estaba esperando junto a la puerta principal de la única escuela de gente bestia en la capital del este, y me estaba impacientando. Como de costumbre, el verde fresco del Gran Árbol se elevaba detrás de la escuela de tres pisos, alto para un edificio de la Ciudad Vieja. Las clases habían terminado y los estudiantes salían de la escuela de camino a casa. Mis amigos me llamaron al pasar.

“¡Nos vemos, Karen!” “Caminemos juntos a casa”.

“¡No me dejarás atrás la próxima vez que juguemos a la mancha!”

“Nos vemos. Hoy no. En tus sueños”

Les respondí a todos mientras lanzaba miradas a la escuela. Pero incluso después de que todos mis compañeros de clase se habían ido, la persona que estaba esperando todavía no había aparecido. Hinché mis mejillas y jugué con mi trenza.

“¿Cómo se atreve a hacer esperar a su hermana bajo el sol de verano?”, Me quejé.

“Nii-sa…Es absolutamente inútil”.

Cielos. Casi le digo “Nii-san” otra vez.

Había estado tratando de llamar a mi hermano por su nombre desde que comencé la escuela hace un año. No quería que me tratara como a una niña, después de todo, ¡tenía ocho años completos ahora!

Tenía la esperanza de irme a casa temprano ese día y tener tiempo de sobra para jugar con Nii-san por una vez…. Tendría que ir a su salón de clases y llamar—

“¡Oye! ¡Cuidado, Allen!”

Un grito vino de la escuela. Inmediatamente tomé mi bolso y comencé a correr mientras seguían más gritos.

“¡Sé que chocaste conmigo a propósito!” “¡Totalmente deliberado!”

“¡Dile a Toneri que lo sientes!”

“¡Esto es lo que obtienes por tener siempre la nariz metida en algún libro viejo y polvoriento!”

Mi mal presentimiento resultó justificado. Eché un vistazo alrededor, luego me zambullí por una ventana abierta y eché a correr por el pasillo.

¡Allí están!

Cuatro niños de los clanes de lobo, cabra, comadreja y rata, todos vestidos con jinbei, rodeaban a alguien bajo. El cuarteto de gente bestia tenía tres nuevas hojas en sus mangas, marcándolos como de tercer año, un año por delante de mí.

“¡¿Qué le estás haciendo a Onii-san?!” Rugí, temblando de ira mientras cargaba contra el grupo.

Un relámpago violeta chisporroteó a mi alrededor cuando ignoré a los sobresaltados niños mayores y me interpuse entre ellos y su objetivo.

“N-No es lo que parece, Karen,” dijo el chico del clan de los lobos.

“Uhm, ehm… Me encanta lo que has hecho con tu cabello hoy”.

“Toneri”, le respondí.

“No me importan los cumplidos de tu—” “Karen, voz interior”

Me giré para mirar con resentimiento a la persona que acababa de extenderse por detrás de mí y me tapó la boca con una mano. De pie había un chico delgado de mi altura. Tenía cabello castaño claro y, lo más significativo, orejas humanas y sin cola. Pero sus ojos mirándome eran los más cálidos y amables que jamás había visto. No podía seguir enojada con Allen, mi único hermano mayor.

Estaba agarrando un libro viejo y grueso en su mano derecha y una bolsa como la mía en la izquierda, nuestra mamá los había hecho ella misma. Su atuendo de hechicero destacaba como un pulgar dolorido en la escuela. La única hoja verde en su manga significaba que tenía cuatro años y diez años.

“¿Puedo irme ya?” Allen le preguntó a Toneri. “Me gustaría ir a casa y leer”.

“¡¿T-Te estás burlando de mí?!” exigió Toneri.

“Por supuesto que no. Eres genial lanzando hechizos, uno de los mejores en los siete grados aquí en la última prueba. Si solo practicaras más, entonces…”

“¡Cállate! ¡¿Quién necesita práctica cuando eres tan genial como yo?!”

La pandilla de Toneri intervino con un “¡Sí!” y un “¡Eres el mejor, hombre!”

“¡Dame eso!” El chico del clan de las ratas, Kume, trató de arrebatarle el libro de la mano a Allen.

Rápidamente me liberé del agarre de Allen, e inmediatamente aparté las piernas de Kume de debajo de él. El chico del clan de las ratas cayó fácilmente con un grito de dolor, dándome la oportunidad que necesitaba para agarrar a Allen de la mano y sacarlo del grupo.

“¿Ya has tenido suficiente?” Pregunté, amenazando a los chicos con una línea de hechizos de rayos.

“Si sigues empujando tu suerte, no me detendré…”

Una vez más, Allen me tapó la boca antes de que pudiera terminar.

“Es suficiente”, dijo.

“Tú también, Toneri. ¿Alguna objeción?” Toneri chasqueó la lengua.

“Hombre, eres patético, escondiéndote detrás de tu hermana menor de esa manera”.

“¡Sí, totalmente patético!” sus amigos intervinieron.

“¡Y ni siquiera tienes orejas o cola de verdad!”.

Me enfurecí y traté de abalanzarme sobre ellos de nuevo, pero Allen me detuvo. Tenían razón sobre su falta de rasgos bestiales. Su maná no era tan fuerte y tampoco era muy bueno en una pelea. ¡Pero aun así, estaba trabajando más duro que nadie en la escuela!

“Trabaja tan duro como quieras, Allen”, se burló Toneri.

“¡No te llevará a ninguna parte!”

Allen mostró una leve sonrisa. ¿No lo enojaron todos estos insultos?

“Puede que tengas razón”, respondió.

“No tengo ningún lugar cerca de tu maná. Aun así, decidí caminar sobre mis propios pies, y no tengo la intención de cambiar eso”. En voz baja, murmuró: “Mamá y papá se preocuparán de lo contrario”.

El rostro de Toneri estaba rojo de ira. Debe haber pensado que Allen se estaba burlando de él.

Oh, no. No hay vuelta atrás ahora; Tendré que morder la mano de Allen y…

“Oye, ¿qué estás haciendo el renacuajo?” preguntó una voz baja.

Los chicos bestias se congelaron. Allen quitó su mano de mi boca y dijo:

“Nada, Sui-san”

“No te estoy preguntando, Allen. Les estoy preguntando a esos niños”

Dijo el recién llegado alto y fornido, un estudiante de sexto año del clan zorro de aspecto aterrador con una mirada penetrante. Sui-san había estado saliendo mucho con Allen últimamente y había oído que su familia tenía una gran tienda en New Town.

El color abandonó el rostro de Toneri. Chasqueó la lengua de nuevo y gritó:

“¡C-cobarde! ¡Los humanos no pertenecen aquí!”

Mientras daba media vuelta y echaba a correr. Su pandilla gritó su acuerdo y siguió su ejemplo. Ningún chico quería pelear con Sui.

“No tenías que asustarlos, Sui-san”, dijo Allen.

“Tú también, Karen. Pero gracias por venir a mi rescate”

Estiró la mano y me frotó la cabeza, que fue todo lo que hizo falta para ponerme de buen humor.

“¿Hablas en serio, Allen?” preguntó Sui, exasperada.

“¿No te advirtió mi tío, quiero decir, nuestro maestro, que no dejaras que te tomaran demasiado a la ligera?”

“¿Lo dijo? Sin embargo, no veo qué puedo hacer al respecto. La magia de Toneri es increíble”

“¿Estás bromeando? Estoy mucho más impresionado contigo por leer libros como ese; es duro como un clavo”.

Sui señaló el tomo pesado en la mano de Allen. Yo era uno de los mejores estudiantes de mi clase, pero ni siquiera podía distinguir el título. ¿Estaba en escritura antigua?

“¿Una historia de la Guerra del Señor Oscuro?” Dijo Allen.

“Lo tomé prestado de la biblioteca del Gran Árbol el otro día. Escucha, Sui, dice que las bengalas rojas significan…”

“No me interesa”, interrumpió el chico del clan zorro.

“Oh que malo es eso. Pero asegúrate de leerlo alguna vez, ¿de acuerdo?”

Si alguna vez estoy de humor. De todos modos, esos renacuajos seguro que son imprudentes, siempre buscando peleas contigo.

“Uhm… ¿Qué se supone que significa eso?” Pregunté, desconcertado por el comentario de Sui.

El de sexto año se agachó para igualar mi altura. De cerca, pude ver que sus ojos eran amables.

“Escucha, lo más que hace Allen cuando la gente le insulta es fruncir el ceño, pero cuando alguien habla mal de ti o de cualquier otro miembro de tu familia, lanza hechizos que tú no…”

“Sui-san”

Esa palabra de Allen hizo que el chico mayor y yo nos congeláramos.

“¡Yo no le dije nada!” dijo el de sexto año, moviendo sus manos frenéticamente mientras su cola se enroscaba.

“Lo sé, pero por favor mantenlo así”, respondió Allen. “Vamos, Karen, vámonos a casa”

“Bueno”

Mi corazón se hinchó con una suave calidez cuando instintivamente agarré la mano de Allen.

“Adiós, Sui-san”, dijo Allen.

“Practiquemos artes marciales y hechizos juntos otra vez en algún momento”.

“¡C-Claro que sí!”

Partes de su conversación me dejaron con preguntas, pero esas podían esperar. ¡Estaba sosteniendo la mano de Nii-san, y por el momento, nada más importaba!

***

“¿Y bien? ¡¿Lo entiendes, Allen-Oniichan?!”

De vuelta en nuestra habitación en casa, le estaba dando una larga charla a mi hermano. Pateé mis pies en mi silla, miré por encima de mi hombro y pregunté:

“¿Aún no has terminado?”

“Estoy acabando”, respondió Allen.

“Estás en segundo año ahora, Karen, así que realmente deberías pensar en hacer esto tú misma”.

“No. ¡Peinarme es uno de tus deberes fraternales!”

Había estado haciendo que Nii-san me cuidara el cabello desde que éramos pequeños, generalmente solo por las mañanas. Pero en días como este, cuando había tenido alguna experiencia desagradable, le pedí que lo volviera a hacer después de la escuela.

Inspeccioné mi cabello en el espejo de cuerpo entero. Nii-san lo había reunido en dos racimos, cada uno atado con una cinta violeta. Y si lo dijera yo misma, parecía…

“Lo sabía. Te ves adorable con cualquier peinado”, comentó Allen.

“Gracias”, respondí, riendo.

Felizmente, me bajé de la silla y me senté en la cama. Nii-san y yo compartíamos un dormitorio y también siempre dormíamos juntos en la misma cama. En mi opinión, ¡Así debían ser los hermanos!

Una vez que Nii-san terminó de peinar mi cabello, abrió ese libro difícil y comenzó a leer.

Esto no es divertido.

“¡Nii-san, al menos trata de luchar contra Toneri y sus matones!”