Boku Wa Tomodachi (NL)

Volumen 9

Capitulo 14: Las Circunstancias Familiares De Mikazuki Yozora

Al llegar casi a noquearme por el calor finalmente salí del Rotenburo, a fin de regresar a la habitación camino por el corredor un poco tambaleante. Y a la mitad, llegué a ver a Yozora en el sofá del lobby completamente exhausta.

-¿Qué te pasó? – Acercándome al sentirla extraño, le dirijo la palabra. La Yukata de Yozora estaba un poco alborotada, y no sabía exactamente a dónde mirar.

-Aah, Eres tú Kodaka…- Yozora sonriendo levemente

-Qué le pasa a esa tal mujer Jinguuji…. Viene a tocarme pegándose en exceso a mi cuerpo, en el Furo viene a tratar de apretarme los pechos, y por si eso fuera poco cuando dormía yo en mi futon, vino a intentar quitarme la Yukata…

-O, Ouh…- Ésa Karin, la está presionando más agresivamente de lo que me había imaginado al parecer.

-Ya que dice que entre mujeres tan poca cosa es por completo normal, pensando que así ha de ser estuve aguantando al principio pero, de alguna manera presiento que el nivel se está excediendo…

-Ah—, es que tú, estás siendo engañada por Karin

-¿¡Qué…!? A, ¡Así que siempre sí es eso…!- Al decirlo Yozora tembló wana wana por la ira.

-Desgraciada… ya que no tengo amigos, hasta dónde llega lo “normal” no lo sabía…. Maldición, vil pervertida, cuando regrese a la habitación la ataré y la haré rodar…

Como presentía que por la seguridad del cuerpo de Yozora sería necesario por lo menos eso, no la detuve. Sólo que, presiento también que en el caso de ella puede que más bien se alegre si la atan.

-Oye, por cierto Yozora

-¿Nh?

-Tú ¿Escuché que eras la hermana menor de Hinata-san? – Yozora frunció el ceño como disgustada.

-¿Hasta dónde has escuchado de esa mujer?

-Como hasta que los padres tuyos y de Hinata-san, se divorciaron cuando ustedes eran pequeñas, creo

-Ya veo…

-Hinata-san, me parecía querer reconciliarse contigo

-Lo sé. Porque verás ella misma me ha dicho “Reconciliémonos” insistentemente – Ahí Yozora fuh haciendo, puso ojos como de estar viendo a lo distante.

-Cielos, me pregunto por qué ella será capaz de decir reconciliémonos tan directamente así…. Me hace dudar de que en verdad sea mi hermana mayor – Esa forma de decirlo en cierta forma, es como de sentir envidia.

-Es que en lo que respecta a no poder ser sincera, no hay nadie que te supere, eh

-Muh…

Yozora como descontenta infla sus mejillas, sin embargo como no pudiendo refutar, solamente se quejó y no dijo nada. Aunque no es capaz de ser sincera en palabras, esa actitud es muy sincera, pensé.

-Yo soy parecida a mi madre – Dijo breve y bajo Yozora -. El motivo de que los padres míos y de esa mujer se divorciaran, fue una infidelidad de nuestro padre. Mi madre y yo vivimos principalmente del Isharyou por la misma

(Isharyou es un resarcimiento económico que se hace en Japon, a diferencia de la división de bienes en otros paises en este se implementa una especie de indemnización a la parte afectada en forma de que esta esté satisfecha con la cantidad no se llegará a un acuerdo)

Lo que me trae a la mente, que cuando anteriormente vimos una película con Yozora los dos, recuerdo que estuvo dirigiendo su odio hacia el contenido y los personajes de ésta. El contenido era, una historia de amor entre un hombre y una mujer, ambos con familia. La Yozora de aquella vez, ha de haber estado superponiendo sus propias circunstancias al contenido de la película.

-Mi madre es, cómo decirlo… una persona bastante eso. Graduada de una muy prestigiosa universidad y muy inteligente pero, mala para todo quehacer doméstico, quejumbrosa y profundamente celosa… Si te dijera que da la sensación de ser yo hecha adulta así tal cual, entiendes cuán eso ¿verdad? – Yozora ríe masoquistamente, y yo no pude decir nada.

-Mi padre aun así tuvo la voluntad de valorar a semejante madre pero, bueno… ha de haber sido imposible. Y llegó su corazón a ser cautivado por una mujer alegre, amable, todopoderosa en labores domésticas, y en especial experta en cocina. Ésa es la madre actual de Hidaka Hinata. Cuántas veces ha pasado que nos encontráramos pero, hasta para conmigo ha sido amable. Mi madre o aquella persona, si se les pregunta que cuál de las dos es más atractiva, pues todos responderían que aquella persona seguramente…

-…

-Por cierto que mi madre y ella, eran amigas desde su época en la universidad al parecer. O sea que le fue arrebatado el esposo y la hija por su amiga, a esa persona – Como cínicamente Yozora torció las comisuras de su boca.

-Justo después del divorcio, para animar a mí deprimida madre ocurrió que cociné algún plato y… reprendida por pretender insinuar algo estuve a punto de ser apuñalada con un cuchillo

-¿¡Qu…!? – quedé mudo ante tan terrible relato, aún así continúa monótonamente Yozora.

-Luego de eso, cuando cojo un cuchillo me tiemblan las manos y no puedo cocinar. Y de esa persona existen también varios otros malos episodios

-¿Por qué tú no te fuiste siguiendo a tu padre junto a Hinata-san? – Mientras dudo en cuanto a si será bueno el intervenir, pregunté yo.

-Pues quién sabe. Tampoco yo lo entiendo bien. Y pese a cuál de los dos me traería más felicidad de seguirlo o cosa tan sencilla, hasta la yo de ese mismo tiempo se supone que lo entendía, eh… – Yozora dejando escapar un suspiro

-Kodaka. Yo odio a las mujeres – Abruptamente, breve y en baja voz, dijo Yozora bruscamente.

-Una buena persona alegre y amable y capaz de hacerse querer por cualquiera, le arrebató su esposo y su hija a su amiga, arrebató a mi padre y a mi hermana mayor de mí. Mi madre normalmente bella y callada, injuria a mi padre o a esa persona con un aspecto como de demonio. Con esa boca que me enseñó acerca del esplendor de los amigos, injuria con insultos a la que alguna vez fuera su amiga. A mí me llegó a desagradar el hecho de ser mujer yo misma. Por eso yo… me convertí en Sora. Si me transformo en hombre, sí seré capaz de vivir sin ambages como los héroes de la televisión es lo que pensaba. Y aun así… Pues me pregunto por qué habré acabado convirtiéndome en esto.

Yozora con rostro como a punto de llorar, dejando salir las mismas palabras de hace dos días se levantó. Ante la espalda de Yozora marchándose, qué sería bueno decir yo no lo sé. Últimamente es siempre lo mismo conmigo, eh, es lo que pienso. Y pese a que se supone que dejé de fingir no escuchar, y de hacerme el tonto y de huir. Así se afronte o así no, la realidad es algo que fluye por su propia cuenta al parecer. Pronto la figura de Yozora, dando la vuelta por el corredor dejó de poder verse. Y, en ése momento. Por una esquina de mi campo de visión, desde el otro lado de un sofá diferente de en el que se encontraba Yozora, apareciéndose de la nada se puso de pie una silueta. La identidad de la silueta de un distintivo cabello negro y largo, era Hidaka Hinata-san.

-¿Estuvo escuchando a escondidas?- Al preguntar yo, Hinata-san aflorando como avergonzada una amarga sonrisa.

-Bueno, aunque Yozora parecía haberse dado cuenta

-Ya veo – A sabiendas de que Hinata-san estaba escondida, Yozora de modo que también Hinata-san lo escuchara relató tal cosa. Por supuesto, con el propósito incluido de rechazo hacia ésta.

-Después de todo, el reconciliarnos ya ha de ser imposible… – Breve y bajo, y con rostro de echarse a llorar en cualquier momento dijo Hinata-san.

Al ser la primera vez que a ella la veo en un estado de semejante abatimiento, se me bloquean las palabras. Hinata-san dando la espalda a tal yo, comenzó débilmente a caminar. Así se afronte o así no, la realidad siempre va fluyendo por su propia cuenta de ésta manera. Y por eso.

¡Solamente afrontarla, no sirve de nada…!

Apretando muy fuerte los puños

-¡Hinata-san! – Cuando me di cuenta, estaba gritando en dirección de Hinata-san.

-¿Nh? – Y ante ella que se vuelve, dando un breve y profundo respiro comienzo a hablar.

-Permítame salvar a Yozora por favor…

(Continuará)

-FIN DEL VOLUMEN 9-