Taimadou Gakuen 35 Shiken Shoutai (NL)

Volumen 12

Capitulo 5: Y Los Sentimientos Fueron Destrozados

Parte 2

“De vez en cuando es agradable darle un giro a las cosas.” “Me pregunto por qué…”

Haciendo caso omiso de Ouka, Mari le sonrió suavemente a Kiseki.

“Yo también odio el mundo como Kiseki-chan, pero no te voy a dejar en lo absoluto. Probablemente lo mejor para Kiseki-

chan es Takeru, a mí también… bueno, me gusta Takeru. Me gusta mucho.”

Mari se rio probablemente por la vergüenza mientras que Ouka la miraba con un poco de envidia, sin tratar de detener su verdadera intención.

“Pero eso es una cosa y esto es otra. Tal y como Ouka estaba diciendo, me gustan las personas. Son divertidas y hay un montón. Pero también hay quienes están sufriendo, para

quienes no es fácil.” “….. ”

“Así que en primer lugar… ehm…”

Mientras se rascaba la mejilla, Mari puso una mano sobre su pecho.

“… yo, quiero que seamos amigas.”

Mientras sus mejillas se teñían de rojo, Mari se lo dijo a Kiseki con calidez.

Los hombros de Kiseki sintieron un escalofrío. “… ¿amigas…?”

“Así es, amigas. ¿Todavía no has hecho ninguna? Seamos amigas, ¡hablaremos un montón! —¡Haremos muchas cosas juntas! ¡Quiero saber más cosas de Kiseki-chan!”

Los labios de Kiseki temblaban ante las palabras directas de Mari.

Pero pronto, reafirmó su carácter.

“… ¿con este cuerpo de Kiseki? Irrazonable.” “¡Está bien! ¡Tu cuerpo es absolutamente normal!”

“Kiseki mató a todas las personas, las mató sin motivo alguno… Kiseki ha dejado así al mundo.”

“¡—Todavía puedes! ¡Todavía puedes hacer amigos!”

Sus pupilas se sacudieron, transmitiéndole sus sentimientos a Kiseki.

“Kiseki-chan, ya me conoces. He sacrificado a muchas personas por tu culpa. Sin embargo, todas esas personas muertas no perdonarán, nos esforzaremos para poder salvar a la gente de tu poder.”

“…………”

“No te perdonaré si mueres, tampoco si destruyes todo. Ciertamente Kiseki-chan hizo una cosa terrible. Pero tenías una razón. Pero… pero, ya no estás sola, así que está bien.”

“…………”

“Aunque el mundo no perdona a Kiseki-chan, yo te perdonaré.”

Mientras Kiseki recordaba sus propios pecados, Mari dejó salir todo.

En las mejillas de la silenciosa Kiseki, las lágrimas escurrieron.

Era debido a los crímenes que había cometido en el pasado de los que hablaba Mari, posiblemente sus palabras llegaron a Kiseki.

Una persona que no era su hermano le garantizó que estaría a su lado.

Mari vio las lágrimas de Kiseki derramarse, de pronto la cara de Usagi apareció.

“Después de volvernos amigas Kiseki-san, ¿te gustaría que te enseñe a cocinar? Kiseki-san, ¿sabes cuál es la comida favorita de Kusanagi?”

“… no… no lo sé…”

“Bueno~ ya me lo dirás cuando seamos amigas.

¡Prepararemos comida casera junto a Kusanagi!”

Mientras juntaba ambas manos, Usagi se rio alegremente.

Aun mirando hacia abajo, Kiseki abrazaba con fuerza sus propios hombros.

Ikaruga había apartado la mirada de Kiseki, del mismo modo que las demás.

“No te preocupes por tu cuerpo. Podemos volver a hacerlo humano, existe una mejor manera. Y no tendrás que continuar controlando al Hyakki Yakou como hasta ahora,

¿sabes?”

Ante las palabras de Ikaruga, Kiseki levantó ligeramente su rostro.

Ikaruga miró a Kiseki directamente, y mientras le daba vueltas a su mano, sus labios formaron una sonrisa.

“¿Ustedes piensan así de mí? Creo que Ikaruga-sama es la Suginami más talentosa. Se encargará de convencer a este mundo.”

Era la primera vez que veían a Ikaruga como la miembro más confiable del pelotón.

Cuando Ikaruga aceptó a Kiseki, los temblores pararon.

Ouka dio un paso al frente y nuevamente, estiró su mano frente a los ojos de Kiseki.

“—Ahora tú, ya no estás sola. Estamos contigo.” “ ”

“Te prometí que no estarías sola en lo absoluto.”

—Así que toma mi mano.

La mano extendida de Ouka era cálida y blanca, se veía muy suave.

***

Mientras que Kiseki veía la palma de su mano, las lágrimas se derramaron. Los movimientos del Hyakki Yakou que se extendía por todo el mundo ya se habían detenido.

El gran árbol demoniaco que se elevaba por la ciudad, sus hojas comenzaron a volverse cenizas a la distancia, comenzó a marchitarse. La ceniza comenzó a cubrir toda la ciudad como si fuera nieve.

“…… uuu.”

Kiseki miró hacia el cielo, viendo la lluvia de cenizas. Por primera vez, vio el mundo.

Su campo de visión que solo había estado observando a Takeru se sintió como si se hubiera ampliado un poco. Personas aparte de Takeru le habían tendido la mano para ayudarle. Kiseki estaba dispuesta a aceptarlo.

Estaba feliz. Estaba muy muy feliz.

Se preguntó por qué no lo había notado antes.

¿Por qué no se dio cuenta más pronto de ellas trataban de conocerla?

Solo había mirado a Takeru, solo había buscado a Takeru, condujo al mundo a todo esto por ello.

Debía de mirar una vez más a su alrededor.

Debía de tratar de conocer el mundo cada vez más. Este mundo—no es tan cruel.

Qué idiota, Kiseki se rio de sí misma.

Mientras miraba a Ouka frente a sus ojos, Kiseki— Kiseki estaba lejos de Ouka.

“¿Kiseki?”

Ouka se cuestionó sobre la mirada de Kiseki.

Kiseki tenía el rostro hacia arriba, su sonrisa estaba mojada por las lágrimas que Ouka y las demás le habían hecho derramar.

“… gracias… pero,”

En ese momento, el Hyakki Yakou se concentró nuevamente en los pies de Kiseki.

Ouka tomó distancia del Hyakki Yakou, desconcertada. “Después de todo… es inútil para Kiseki… vivir.”

La aterrada Ouka apuntó con Vlad— Y apretó el gatillo sin vacilar.

Pero una pila de tentáculos del Hyakki Yakou se concentró e hizo pedazos las estacas.

No importaba cuánto se lo impidieran, Ouka no dejaba de disparar.

Las demás miembros aparte de Ouka también notaron lo que Kiseki trataba de hacer.

El Hyakki Yakou se aglomeró, dando vueltas y vueltas alrededor de Kiseki. En poco tiempo, se formó un ápice agudo en los tentáculos—dirigiéndose hacia el cuerpo de Kiseki.

Kiseki, quería suicidarse.

No importaba lo que hubiera querido hasta ahora, Kiseki no aceptó la muerte por las manos de su hermano, quería morir por sus propias manos.

El Hyakki Yakou, le concedería ese deseo.

“Con esto—debería estar bien…… nunca más, así ya no voy a hacerle daño a nadie……”

Nadie. Eso era lo mejor, Kiseki lo sabía.

En lugar de hacerle daño a ‘todo el mundo’, se lo hará a ‘sí misma’.

Como dijo Mari, puede que el mundo sea doloroso. Pero aunque sea doloroso, hay personas con las que puedes estar, soportando el peso de tus pecados.

Pero Kiseki es diferente a Mari.

Toda esta devastación, ella lo quería. Mari no quiere morir, pero Kiseki desea la muerte, esa es la diferencia crucial

Hay demasiada diferencia en el peso de sus pecados.

Por eso le es demasiado difícil vivir. Ya ha soportado muchas cosas, ha renunciado a muchas cosas, rechazó la espada de él, Kiseki estaba agradecida con quienes trataron de darle la última oportunidad.

Pero esto, ya era insoportable. Kiseki, quería huir de sus pecados. “……… uuh, ¡hey tú……!”

Quien le habló fue Ikaruga, estaba furiosa. Los hombros de Ikaruga se estremecieron. Al ver sus hombros, Ouka comprendió.

Ouka sacudió la cabeza hacia un lado y miró fijamente a Ikaruga.

“Ya déjala. Esto es todo lo que pudimos hacer nosotras.” “¡Y eso qué! Si esta niña muere—”

“… no. Como si fuera a dejarla, es lo que quería decirte.” Cuando lo dijo, Ouka miró hacia el cielo.

Con las miradas de Ikaruga y las demás sobre ella, miró hacia arriba.

Ouka puso una sonrisa irónica, como si saludara a lo que venía del cielo.

Con una magia color crepuscular, mientras que el color del cielo era como un arcoíris, ahí estaba una persona.

“Santo cielo… siempre tienes que llegar tarde.” El hombre cayó del cielo.

Llegó volando a toda prisa. Balanceó su brazo mientras reunía toda su fuerza, ese hombre—

“¡Kiseki————nhhhh!”

Finalmente voló hacia Kiseki.

—*¡Gon…nng!*

El hombre se puso frente a Kiseki, la tierra retumbó por el impulso.

Esa fue la activación de la magia.

Y al mismo tiempo que aterrizó, las llamas mágicas que emanaban del hombre envolvieron toda la ciudad.

Fue activada la Subvención del Cazador de Dioses— absorbiendo al Hyakky Yakou en un abrir y cerrar de ojos.

—Fue instantáneo.

—En un solo instante, Takeru limpió todo alrededor de Kiseki.

Era como si hubiera acabado con todos los pecados de Kiseki, como si el poder hubiera devuelto la alegría.

En ese momento Kiseki no fue capaz de verlo debido a que estaba aturdida.

—Como si se hubiera privado momentáneamente—como si momentáneamente todo hubiera desaparecido, su mente se quedó en blanco.

Entre las llamas crepusculares, un hombre clavó su espada en el suelo, entonces ella abrió su boca lentamente.

“…… ¿Onii… chan…?”

Estaba cubierto en una armadura y no se veía su rostro, Kiseki trató de llamarlo aun cuando el miedo la abrazaba.

En el momento siguiente, Ouka, quien estaba atrás disparó una estaca, la armadura del caballero se vio obligada a desaparecer.

Sin lugar a dudas quien estaba ahí de pie, era Kusanagi Takeru.

El hermano de Kiseki.

Cuando el cuerpo de su hermano apareció, dio un paso al frente de Kiseki.

“—Lo siento, llego tarde.”

Y, Takeru se disculpó con Kiseki con un rostro serio.

Siempre es así. En el momento más crítico, siempre llega y dice “perdón por llegar tarde”.

Kiseki solo se sintió aliviada de escuchar esas palabras.

Después de que Takeru se disculpó, miró el rostro de Kiseki con enojo.

“Me pregunto qué tratas de hacer, estamos en medio de una pelea. Todavía no termino con nuestra disputa.”

“…………”

“… todavía no has respondido, no huyas, idiota.” Y entonces, le palmeó la cabeza.

No dolió, Kiseki se sonrojó, incluso podría decirse que estaba esperando que palmeara su cabeza, pero no lo dijo.

En ese momento, el Hyakki Yakou reflejó lo mismo que la mente de Kiseki.

La mente de Kiseki estaba completamente en blanco. No podía pensar en nada.

Todo se había desenfocado, solo podía ver el rostro de Takeru.

Kiseki estaba totalmente aturdida y no podía decir nada. Takeru que tenía el ceño fruncido y una cara de enojo, de pronto su expresión facial cambió a una sonrisa amarga.

Inclinó su cintura y se alineó con los ojos de Kiseki, luego se acercó a su rostro.

“Hey Kiseki—todavía, ¿te gusto?” “……. ¿eh…?”

“Ya sea como tu hermano, o como ‘Takeru-kun’, ¿todavía te gusto?”

Kiseki no sabía a qué se refería con esa pregunta. Sin embargo, por alguna razón su pecho dolía.

Era doloroso.

Kiseki se encorvó y puso su mano apretándose contra su pecho, de pronto solo salieron lágrimas.

“…………………………………………………………………………………

…………………………. me gustas…… me gustas mucho……” Ante su respuesta, Takeru se quedó en silencio.

Sin reírse, sin sentir vergüenza, sus ojos solo se estrecharon con algo de tristeza.

“… ya veo… pero… lo siento… debes saber que ‘Takeru-kun’, no irá a ningún lado.”

Nunca fue rechazada.

Pero no había aceptado los sentimientos de Kiseki. Kiseki trató de entender.

¿Qué es lo que está tratando de transmitir Takeru?

“Aquí está tu Onii-chan. Anteriormente pude haber sido ‘Takeru-kun’, pero ahora soy tu hermano.”

“… uu… ¿Onii…… chan…?”

“Ohh, cierto. Creo que hace un momento me llamaste así. Onii-chan.”

Su amable rostro, era insoportablemente triste para Kiseki. No la había rechazado. Pero tampoco aceptado.

Sino que—la apartó.

“Yo tampoco—estoy acostumbrado al ‘Takeru-kun’.” Las lágrimas se derramaron de los ojos de Kiseki.

Mientras Kiseki derramaba lágrimas, quitó la mano de su pecho, mordió su labio inferior y mientras apretaba los puños sobre las rodillas, soportó la tristeza.

“Takeru-kun… ya no está aquí… a Kiseki, ya no puede gustarle…”

“…………”

“¿Los sentimientos de Kiseki ahora son de odio?” Llorando como una niña, Kiseki pensó.

¿Acaso quería odiar a Takeru?, Kiseki pensó. Kiseki ya no amaba más a Takeru-kun.

Nunca más.

Eso es lo que te mereces. Es lo que te has buscado. No quería saberlo, pero no podía evitar pensarlo.

“No entiendo por qué, pero—puedo decir una sola cosa.” Cuando Kiseki levantó el rostro, abrió sus ojos con sorpresa. Takeru también estaba derramando lágrimas en silencio.

Mientras recordaba su pasado, perdió la sensación de estar derramado lágrimas.