Ano Orokamono ni mo Kyakkou wo! (NL)

Volumen 7

Extra 1: Modales Arraigados

“¿Qué deberíamos comer hoy? Lynn, ¿tú qué dices?”

Como siempre, llamé a la camarera con los pechos más grandes de la taberna del gremio y le pregunté a Lynn que comeríamos.

“Hmm, bueno, creo que tomaré mi ensalada habitual.”

Lynn devolvió suavemente el menú a la mesa con una suave sonrisa.

Su inesperado comportamiento hizo que Taylor, Keith y yo nos quedáramos helados.

Intercambiamos miradas en silencio. Todos tenían miradas de asombro en sus rostros.

Una vez que le trajeron la ensalada, utilizó un tenedor y un cuchillo para cortarla en pequeños trozos del tamaño de un bocado, se llevó delicadamente esos trozos a la boca y finalmente masticó lentamente antes de tragar.

Se limpió con un pañuelo las pequeñas gotas de salsa que se le pegaron a los labios y tomó un sorbo de agua.

Esto es espeluznante.

Normalmente, clavaría un tenedor y empezaría a engullir sin importarle lo que piensen los demás. ¿Por qué se da aires de grandeza?

Sin mediar palabra, nos giramos en nuestros asientos y nos acurrucamos.

“¿Qué está pasando aquí? ¿Lynn se siente mal hoy?”

“Su espalda también está completamente recta, es como ver comer a una persona totalmente diferente.”

“No volvió a ser reemplazada por otra, ¿verdad?”

Un escalofrío recorrió mi columna vertebral al escuchar la pregunta de Keith.

Debe de estar hablando de la Princesa Leonor, que se había hecho pasar por Lynn hacía poco tiempo.

Mirando hacia atrás, ese estilo de comer ciertamente parecía lo que la nobleza y la realeza hacían durante los eventos oficiales. Es una forma elegante e inútilmente tediosa de comer.

Pensar que había vuelto a cambiar de lugar me hizo querer salir corriendo por un instante, pero esa idea se dispersó rápidamente.

“Eso no es posible, creo. Sabes, tal vez luego le deba una disculpa a Lynn, pero, su pecho…”

Dijo Taylor tímidamente mientras miraba el pecho de Lynn.

Keith y yo seguimos su mirada… Y ese pecho definitivamente pertenece a Lynn. Es posible aumentar el tamaño del busto con relleno y cosas por el estilo, pero es imposible que ella haya encogido el pecho hasta ese tamaño.

“¿Qué pasa, chicos? Si no empiezan a comer pronto, su comida se enfriará. Ver a hombres adultos acurrucados así es un poco espeluznante, ¿saben?”

Y su forma de hablar despiadadamente directa es definitivamente el estilo de Lynn.

Ahora que vuelvo a mirar, ha vuelto a su forma habitual de comer.

¿Qué fue de su forma innecesariamente elegante de comer?

“Dime, Lynn, no tienes fiebre, ¿verdad? O tal vez te sientas mal… ¡Ak, lo siento!:

Al parecer, Taylor estaba más sorprendido de lo que parecía, ya que volcó accidentalmente la jarra de cerveza sobre la mesa.

Fluyó hacia Lynn e inundó toda la mesa. Me preparé para las maldiciones y el estallido de magia que vendrían después… Pero no llegó nada.

Mirando con temor hacia Lynn, ella simplemente sonreía en silencio.

“Oh, está bien, por favor no te preocupes. Ah, no, espera, erm, esto no está bien, ¿verdad?”

“¡¿Qué te ha pasado?! ¡¿A dónde se fue la habitual Lynn violenta y rápida para la ira?! ¡Ahora mismo, es como si estuviera hablando con una mujer normal de clase alta!”

Agarré a Lynn por los hombros y la sacudí, y ella simplemente me sonrió y se levantó.

Entonces, tomó su bastón y me apuntó con la punta a la cabeza.

“Bien, muere.”

“¡Espera un momento! ¡Estoy bromeando! Estoy bromeando, Lynn-sama.”

“Cálmate, Lynn, podría haberlo expresado de mejor manera, pero aun así estabas actuando raro.”

“Sí, sí, no eres una mujer tan refinada… ¡Bueno, lo que dijo Dust!”

Mientras intentábamos desesperadamente calmarla, Lynn bajó lentamente su bastón y se sentó de nuevo en su asiento

Con sus brazos cruzados y su mirada de desprecio, esta es definitivamente la Lynn de siempre.

“Me preguntaba qué estaba pasando… Suspiro, ya saben, tuve que aprender los modales aristocráticos en poco tiempo por aquel entonces, así que siempre que bajo la guardia, tienden a aparecer. ‘Si no están bien arraigados en ti, tendrás un desliz’, dijo el mayordomo, así que me hizo practicar todo el tiempo.”

Con una mirada exasperada, Lynn dejó escapar un enorme suspiro.

Oh, ese mayordomo barbudo, ¿eh? Lleva más de una década lidiando con el egoísmo de la Princesa Leonor. Ese mayordomo fue una gran razón por la que esa princesa salvaje fue capaz de dar una imagen de ser una dama apropiada frente a los demás.

Con un mayordomo así a cargo de su instrucción, supongo que esto no es sorprendente.

También recibí un poco de entrenamiento cuando tuve que acompañar a la Princesa a una cena como su escolta. Sólo pensar en lo duro que fue ese entrenamiento me hizo estremecer.

“Lynn, seguro que has pasado por mucho. Hoy invito yo, concéntrate en descansar tu cuerpo y tu alma.”

Me limpié los ojos y dije esas amables palabras.

“L-Lynn, ¿qué te pasó allí…? No me digas…”

“Después de haber sido capturada por aristócratas malvados y mantenida como rehén… Bueno… Siento no haberme dado cuenta antes. Puedes tomarte un descanso de las misiones hasta que este mejor. Podremos arreglárnoslas solos. Por supuesto, dividiremos el dinero contigo a partes iguales.”

Los otros dos siguieron mi ejemplo y trataron a Lynn con amabilidad.

“¿No están dejando volar su imaginación? ¡No me han hecho nada! Dijiste que me invitarías y todo eso, ¡¿pero no es ese el dinero que te presté?! ¡Ya basta, no me eches esas miradas de compasión!”

Lynn hizo lo posible por excusarse, pero seguimos tratándola con amabilidad.