Accel World (NL)

Volumen 16

Capitulo 8: Ice And Snow

El Campo Neutral Ilimitado no era el mismo luego de tres horas y media de tiempo real, se convirtió en blanco como la nieve.

Con un cielo gris caía el silencio y rápidamente se fundían en su palma grandes copos de nieve. En el techo del gran complejo residencial donde vivía Haruyuki se convirtió en un enorme bloque de hielo.

El escenario de «Ice and Snow». No se puede entrar en los edificios, por lo Haruyuki que apareció en la parte superior.

— Por lo tanto, se llevó a cabo… — Haruyuki murmuró.

Esto no era sorprendente. Por tres horas y media de tiempo real en el mundo acelerado pasaron alrededor de ciento cuarenta y seis días.

Haruyuki lentamente se sentó en la parte superior de los bloques de hielo cubiertos con una capa de nieve. Su avatar metálico poseía cierta resistencia a los ataques de hielo, pero eso no significaba que no sentía el frío. Sin embargo, las terminaciones nerviosas y el hormigueo ahora incluso parecían agradables.

— Dijiste que no te gusta el nivel de «Hell»… Me pregunto qué pensarás de este… — Él dijo, vertiendo nieve de la palma de su mano.

Por supuesto, él no oyó la respuesta, pero lo más probable, es que el nevado mundo blanco le agradaría a Metatrón.

Sentado en el borde del techo, Haruyuki miró hacia el sureste.

La nieve caía con tanta fuerza que ni siquiera podía ver el edificio de la administración de la ciudad en Shinjuku, pero sabía que en esa dirección estaba la Tokyo Midtown Tower, cerca de la cual lucharon con la primera forma de Metatrón, y aún más alejada está la antigua Torre de Tokio y el Parque Shiba.

— Quería ver tu fortaleza…

Si piensa en ello, estaba cerca la casa de Fuuko, en la parte superior de la antigua Torre de Tokio, pero no tenía idea de dónde estaba la entrada al parque laberíntico de Shiba. Y es poco probable que alguna vez lo haya visitado. En ausencia de la dueña la fortaleza estaba llena de una soledad melancólica…

Y luego Haruyuki de repente se dio cuenta de algo.

Tal vez debería pedirle a Chiyuri que usase el Citron Call.

Todos los enemigos derrotados resucitaban después de la transición. Formalmente, el cuerpo de Metatrón, o mejor dicho, su segunda forma, nunca fue conquistada por ninguna persona en ocho mil años. Entonces, ¿esta regla aplicaría a ella?

En otras palabras, podría así tener tiempo para adentrarse de nuevo en las profundidades de la mazmorra bajo el Parque Shiba.

Por un momento, en el corazón de Haruyuki estalló una esperanza, pero en el instante siguiente, ella se desvaneció en el aire frío, junto con un suspiro triste.

Incluso si la niña ángel resucitaba, sería una nueva Metatrón. Un simple enemigo, obedientemente luchando contra los Burst Linkers que se atrevieran a atacarla, ya no sería una creación única, rebelándose contra su destino y con ganas de ver el fin de este mundo.

— ¿Por qué…? — susurró Haruyuki. — ¿Por qué…? tú…

Él no estaba hablando con Metatrón.

Habló con el misterioso creador del mundo acelerado, del Brain Burst 2039, Accel Assault 2038 y Cosmo Corrupt 2040.

— ¿Por qué le diste conciencia a Metatrón? ¿Por qué le has dado la capacidad de pensar, de sufrir y tener esperanza? ¿Por qué dejaste que su alma valiente se sacrificara para salvar a un inútil Burst Linker como yo…? ¡¿Por qué le enseñaste a amar?!

Luchando con los puños apretados, él golpeó el bloque de hielo en el que estaba sentado. Los edificios en el «Ice and Snow» tenían una gran fuerza, y tales golpes no lo afectarían.

Un segundo golpe, un tercero. Sus manos fueron atravesadas por un dolor agudo, pero siguió golpeando.

— ¿Por qué…? ¿Por qué…? ¡¿Por qué?! — Gritó y dio otro golpe con su puño derecho.

En su armadura corrieron grietas. El dolor atravesó como agujas heladas sus nervios virtuales. Pero el dolor no era suficiente.

En ese momento…

El momento en que Metatrón se sacrificó y se convirtió en energía para el Trisagiom, Haruyuki sólo pudo mirar. Él estaba muy cerca, pero sólo pudo ver, teniendo una sensación dolorosa de como la vida iba disminuyendo.

¿Él no podía hacer nada para ayudarla?

Si ella no tenía suficiente energía del sol, podría ayudarla con energía encarnada. Si su imaginación era reducida a cenizas, podía compartir la energía de su alma. Aunque incluso quemara una parte de sus células cerebrales, lucharía con Metatrón, en lugar de ver con impotencia cómo lo protege.

— Pero… Pero no lo hice…

Alzó los puños con fiereza y los golpeó nuevamente en el hielo.

La superficie de hielo azul estaba cubierta con una telaraña de grietas y de la mano de Haruyuki se derrumbaron algunas piezas de plata.

La escala de su salud disminuyó y su mente fue atravesada por un agudo dolor.

Y luego otra vez.

Y más.

La armadura frágil en sus puños se rompió, dejando al descubierto el cuerpo gris del avatar.

El siguiente golpe rompería sus propias manos.

Pero no le importaba. Él estaba dispuesto a soportar el dolor hasta que finalmente muriese.

La palabra en respuesta a la determinación Haruyuki encima del frío viento aulló y estalló en una tormenta de nieve. Sus manos estaban expuestas a la ventisca, sintiendo que eran apuñaladas con hielo.

En ese mismo momento…

… Más… Por desgracia.

A Haruyuki le pareció oír una voz lejana.

Contuvo el aliento y agudizó el oído. Luchó por buscar el sonido de esta misteriosa voz en la ventisca.

En tu interior… permanezco…

Un tranquilo mezzosoprano, suave como la seda. La voz pertenecía a una mujer… pero era demasiado dulce para ser Metatrón. No se oía como Kuroyukihime o Fuuko. Es una voz desconocida.

Haruyuki bajó lentamente sus manos y le preguntó con voz ronca.

— ¿Quién… eres tú? ¿A qué te refieres con permanecer?

Yo… soy una aliada…

Poco a poco la voz se hizo más fuerte y más clara, como en las viejas radios cuando querían sintonizado una estación. Olvidando el dolor, Haruyuki se dedicó a escuchar por completo.

En tu interior aún estoy… relacionada con el núcleo de Metatrón…

Restaurar este núcleo depende de ti. De lo grande que la fuerza a la que llamas encarnación sea.

Tienes poco tiempo. El kernel pronto desaparecerá…

Extiéndele la mano. Y tira de ella…

La voz comenzó a alejarse, y pronto se quedó en silencio.

Luego Haruyuki solo oyó la ventisca nuevamente. ¿Era sólo una alucinación generada por la loca esperanza? ¿O era real? La voz misteriosa dijo que la relación con Metatrón sigue viva dentro de él, una idea que nunca se le ocurrió.

— En mi interior… Yo… — susurró lentamente, apretando los puños.

Si creía en la voz misteriosa, el poder de la encarnación podría restaurar el núcleo de Metatrón. Pero el tiempo es corto.

Él no iba a perder la oportunidad, no importa lo difícil que fuera de alcanzar. Pero al mismo tiempo, Haruyuki no tenía idea de qué hacer.

El Sistema Encarnado requiere para su activación una imagen clara. Pero no podía decidir qué tipo de imagen o fenómeno necesita para imaginar lo que debe sobrescribir…

Haruyuki instintivamente miró por el barrio, buscando a alguien que le pudiera ayudar, pero luego volvió en sí.

No hay nadie más que yo. Sólo puedo darle una mano a Metatrón. Llegó el momento en que tengo que pensarlo solo, solo y hacer todo lo posible para llegar a la meta. El momento en que tengo que cumplir la promesa que le hice a Metatron… ver juntos el final del mundo.

Si Metatrón todavía tenía la comunicación con él, la clave sin duda serían sus alas.

Esas alas que salvaron a Haruyuki de la muerte cuando casi se estrelló después de la batalla con Armor II… El armamento mejorado Metatrón Wings que esa niña ángel le dio.

Dejándose caer de rodillas, con las manos cruzadas delante de su cara Haruyuki tensó su imaginación.

Las bellas y blancas alas afiladas aparecieron en su espalda justo por encima de los hombros. Esas alas con las que Metatrón muchas veces le advirtió del peligro. Trató de recordar estos sentimientos y restaurar el vínculo invisible.

Haruyuki cerró los ojos. El ruido de la rabiosa tormenta de nieve, el dolor en los brazos y las heladas severas comenzaron a debilitarse gradualmente.

Sólo había oscuridad y la imagen en blanco de las alas enderezadas. Una visión en la que estaba volando con ellas más y más alto, hasta el borde del mundo.

Una visión en la que dejaba el nivel medio y ascendía al máximo…

Metatrón.

¿Puedes oírme, Metatrón?

Estoy aquí. Extendí esas alas que me diste, y fui a los cielos en tu mundo favorito.

Y ahora yo extenderé mis manos para traerte.

En ese mismo momento…

A lo lejos, como si estuviera en el otro extremo de la infinita oscuridad, se encendió un pequeño asterisco.

Era débil e inestable, como si pudiera desaparecer en cualquier momento, pero Haruyuki sintió el calor que emanaba esa luz blanca.

Desplegando sus alas rápidamente, Haruyuki tendió los brazos hacia ella. Pero la titilante estrella estaba demasiado lejos. Las manos de Haruyuki eran demasiado cortas.

Ahora, sin embargo, no había distancia que pudiera detenerlo. La creencia que era capaz de llegar y la energía de su alma, transformaron esta fe y lo ayudaron a extender sus manos cada vez más lejos… y allí…

Tomó con cuidado y suavemente el asterisco en la palma de su mano.

Y entonces abrió los ojos.

Estaba nevando. Bajo sus pies crujía agrietado el suelo de hielo. Sus manos comenzaban a congelarse, y carámbanos colgaban de ellas.

Lentamente movió sus dedos. Los carámbanos cayeron y se rompieron. Entonces suavemente Haruyuki abrió su palma.

Pero sus manos no tenían nada. La caída de nieve estaba tiñendo el color de su avatar gradualmente.

¿Todo fue una ilusión?… ¿Lo soñó al quedarse dormido en al tormenta de nieve? No.

En el centro de su palma una pequeña llama parpadeaba débilmente, casi imperceptible entre los copos de nieve.

Débil, pero un pulso claro recordaba a un faro con luz, ayudando al viajero a no perderse entre la ventisca.

Y parecía un latido del corazón.

Haruyuki cerró sus manos para proteger la luz del frío, y luego suavemente sopló sobre ella.

La luz parpadeante comenzó a acelerar ligeramente. Primero parpadeo una vez por segundo, tres veces… y luego diez. Por último, se mostró tan rápido que el ojo ya no podría seguirla. El flash se transformó en un resplandor, similar al de una lámpara fluorescente.

Entonces la llama comenzó a crecer en tamaño, convirtiéndose en un anillo con un diámetro de unos dos centímetros. Bajo el anillo apareció un largo husillo. Y luego, a ambos lados del husillo crecieron alas blancas finas.

No pudo encontrar el objeto. Esta forma de icono tridimensional Metatrón la tomó para guiar a Haruyuki y sus amigos en la base de la Sociedad de Investigación sobre la Aceleración.

¿Esta es Metatrón? ¿O una ilusión creada por la imaginación de Haruyuki…? Haruyuki movió suavemente su brazo derecho y acarició con el dedo índice el husillo.

El dedo sintió la dureza del icono. Era material. Y una cálida ola de calor se extendió a través de la conciencia de Haruyuki.

— Meta…… trón. — con una voz temblorosa, pronunció, tratando de volver a tocar el icono. Pero en este mismo momento…

—… ¡¡¡Insolente, indigno!!!

En su cabeza de repente hubo una voz tan fuerte que sorprendió y saltó hacia atrás, cayendo al suelo.

Aprovechando esta oportunidad, el icono escapó de sus manos y colgó diez centímetros por encima de su cabeza, sin dejar de gritar con rabia.

—… ¿Crees que el estatuto de los funcionarios te da el derecho de tocarme, Silver Crow…? Como castigo por tu mal comportamiento, prolongaré tu vida como mi esclavo durante otros cien años…

Durante un tiempo, Haruyuki miró atónito ante el aleteo del icono.

Y entonces el mundo ante sus ojos se vio borroso.

Haruyuki sintió desde la máscara oculta verterse gotas calientes. Ellas rodaron por las mejillas de su avatar, goteaban sobre sus brazos y comenzaron a derretir la nieve. Las lágrimas de sus ojos parecían una corriente interminable.

No era una ilusión.

La voz misteriosa le dijo la verdad, ella realmente no se había ido. Mientras Haruyuki no sabía exactamente lo que sucedió, la conexión entre él y Metatrón todavía no estaba rota, y él fue capaz de utilizar esta delicada conexión para tomar el alma Metatrón y devolverla del umbral de la muerte.

Incapaz de hablar, Haruyuki solo sollozaba. Metatrón continuó en un tono un poco más suave.

— Y, además, podrías suponer que no desaparecería por completo, incluso si la conexión se perdía, las alas que yo te presté continuarían funcionando. ¿Supusiste que puedo morir en la batalla con el enemigo? Como mi siervo, tienes que entender mejor que nadie el poder de tu ama. Sin embargo, es digno de alabanza el hecho que fuiste capaz de restaurar nuestra conexión. Es sólo que ahora no tengo nada para recompensarte…

Y luego Haruyuki no pudo resistirse.

Las emociones se hicieron cargo de él, extendió sus brazos y abrazó al icono tridimensional.

— Ouch… Oye, ¡¿¡qué estás haciendo!?!

El batir de sus alas y el calor suave parecían familiarmente imposibles. Haruyuki susurró.

— Con tu regreso… Metatrón. Cuando me enteré que habías sobrevivido, yo… yo…

Pero no podía decir una palabra más, se echó a llorar sin timidez.

La tormenta comenzó a debilitarse. Haruyuki se encogió en una bola y desesperadamente lloró como un niño.

El icono revoloteando entre sus manos finalmente renunció… y se calmó, el ritmo pulsante se hizo más cálido. Parecía como si estas manos llenas de cicatrices comenzaran a sanar, producto de la calidez.

En algún momento, la nevada se detuvo, las nubes se abrieron, y apareció el brillante sol dorado, pero Haruyuki no se dio cuenta. Lloró mucho, mucho tiempo.

-FIN DEL VOLUMEN 16-