Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 19

Interludio 2: Al Borde Del Banquete

“¡Finalmente llegaste a los ocho primeros, Shin Ruu!” Lala Ruu dijo en voz alta entre bocados de comida.

El banquete en el festival de la caza estaba actualmente en pleno apogeo, y la pareja estaba a un lado de la plaza. Dado que todas las demás personas que disfrutaban del evento comenzaban a ponerse muy animadas, nadie más que Shin Ruu la habría escuchado. Aun así, Shin Ruu todavía sentía que necesitaba reprenderla.

“Lala Ruu, ¿no lo has dicho ya varias veces? Agradezco tus felicitaciones, pero ¿no crees que es suficiente ahora?”

“¿Eh? ¡Pero llegaste a estar entre los ocho primeros! ¡Eso es bastante raro para alguien tan joven como tú! ¡Es realmente notable!”

Lala Ruu siempre estuvo animada, pero esta noche estaba abrumando a Shin Ruu. Sus ojos, tan azules como un cielo despejado, brillaban intensamente, y el pelo rojo recogido en la parte superior de su cabeza parecía casi como una cola que se menea. Desde el concurso de fuerza, su rostro pequeño y bien esculpido mostraba una sonrisa especialmente brillante y abierta, incluso para ella.

“Es extraño… No pareces tan feliz, Shin Ruu”, comentó Lala Ruu, su sonrisa de repente dio paso a una mirada de preocupación. La forma en que sus expresiones podían cambiar tan salvajemente era una de las cosas que hacía única a la chica. “He sido el único que se emocionó entre nosotros. ¿No estás feliz de haber llegado tan lejos, Shin Ruu?”

“Claro que estoy feliz. Es algo de lo que debo estar orgulloso”. “Entonces, ¿por qué te ves tan disgustado?” “¿Yo?”

“Sí”, respondió Lala Ruu, acercando mucho su rostro. “Casi parece que todavía estás luchando en el concurso de fuerza. Si algo te molesta, puedes hablarlo conmigo”.

“No, en realidad no… No es el tipo de cosas de las que debería hablar contigo, Lala Ruu”.

“¡¿Qué significa eso?! ¡¿Me estás preocupando y ni siquiera me dices por qué?!”

Sus ojos se veían turbulentos con poderosas emociones. Shin Ruu no pudo evitar sentir que si hablaba mal ahora, ella se enojaría seriamente, o tal vez incluso rompería a llorar. Se estrujó el cerebro buscando las palabras correctas para evitar que eso sucediera, al menos.

“No es que no pueda hablar de eso contigo… pero si lo hago, seguramente te exasperarás conmigo. Quiero decir, ya me siento así”.

“Realmente no entiendo lo que quieres decir. Lo que sea que estés pensando, no puedo imaginar que sea tan raro, Shin Ruu”, comentó Lala Ruu, su expresión cada vez más preocupada. Su alegría, ira y preocupación se debían a que estaba pensando en Shin Ruu. No podía ocultarle sus sentimientos ahora.

“Es solo que me siento frustrado…”

“¿Frustrado? ¿Acerca de?”

“Sobre perder en el concurso de fuerza”.

Los ojos de Lala Ruu se abrieron de sorpresa.

“Al final, perdiste contra Jiza, ¿verdad? ¿Estás tan molesto por no poder vencerlo?”

“No es solo Jiza Ruu. Antes de eso, también perdí contra Ludo Ruu. Estoy amargado por mis propias deficiencias”.

Después de hacer una mueca infantil pero adorable mientras se chupaba el labio inferior, Lala Ruu replicó: “¡Pero hoy venciste a Rau Lea, Ji Maam y al segundo hijo de Rutim! Eso es increíble, ¿no? ¡Quiero decir, Rau Lea es lo suficientemente hábil como para haber estado entre los ocho primeros dos veces seguidas!”

“Pero Rau Lea tiene problemas para lidiar con oponentes como yo, que son más pequeños y rápidos que él. Además, cuando entrenamos juntos, generalmente intercambiamos victorias y derrotas de un lado a otro, así que me imagino que es casualidad que haya ganado hoy”.

“Entonces, ¿qué pasa con Ji Maam y el segundo hijo de Rutim? Esos dos también son cazadores realmente fuertes, ¿no? ¡Esta es la primera vez que los vences!”

“Cierto. Estoy orgulloso de eso, por supuesto. Pero mi frustración por perder ante Jiza y Ludo Ruu es lo primero”.

“¡Simplemente no entiendo! ¿Siempre fuiste tan codicioso, Shin Ruu? Últimamente, Jiza no ha perdido contra nadie más que Papa Donda y Dan Rutim”.

“Es por eso que dije que estarías exasperado conmigo…”

Lala Ruu se echó hacia atrás con una mirada agria en su rostro y se sentó, su plato ahora vacío y acunó sus propias rodillas.

“¿Te hice enojar?” preguntó Shin Ruu, sintiéndose preocupado.

“No”, respondió Lala Ruu con un movimiento de cabeza. “No estoy loco. Solo tengo estos sentimientos reprimidos en mi pecho…”

“¿Eso significa que estás enojado después de todo?”

“Te lo dije, eso no es todo. Yo solo… quería celebrar que llegaran a estar entre los ocho primeros juntos”, respondió ella, luciendo desanimada como un niño que había sido maltratado, y eso hizo que Shin Ruu se sintiera aún más arrepentido.

“Aquí estás felicitándome, pero te hice preocuparte por mis preocupaciones irrazonables. Yo soy el culpable aquí, así que ¿puedes animarte?”

“No hiciste nada malo, Shin Ruu. Pero no puedo soportarlo… el hecho de que todavía estés tan deprimida contigo misma que ni siquiera puedes estar feliz de haber llegado a los ocho primeros”, dijo Lala Ruu mientras miraba a Shin Ruu con una expresión terriblemente triste. ojos. “¿Es por ese hombre Sanjura? Te has obsesionado con volverte más fuerte desde que secuestró a Asuta.”

“Es cierto que él fue el desencadenante, pero no diría exactamente que fue su culpa. Más bien, debería haberme dado cuenta de mi propia debilidad antes”.

“No eres débil, Shin Ruu. Jiza y Ludo son simplemente especiales”.

“Sí. Algo que los hace especiales… No son solo Jiza y Ludo Ruu, sino también Darmu Ruu, Ai Fa y Gazraan Rutim quienes lo poseen. Y estoy seguro de que no se trata de sus líneas de sangre, sino de sus actitudes”, respondió Shin Ruu, pronunciando las palabras que sentía en lo profundo de su corazón.

Lala Ruu había estado acunando sus rodillas, pero ahora se sentó con la espalda recta y miró directamente a Shin Ruu. Al ver la mirada seria en sus ojos, Shin Ruu continuó. “Todos los hombres de la casa principal Ruu poseen una fuerza especial. Eso es natural, considerando que heredaron la sangre de Donda Ruu. Pero con eso en mente, mi padre Ryada es el hermano menor de Donda Ruu. No debería haber tanta diferencia en la poderosa sangre de los Ruu que fluye por sus venas. Además, no solo Gazraan Rutim de la casa principal de Rutim, sino que incluso Ai Fa posee esa fuerza. Ai Fa es una cazadora de un pequeño clan y, sin embargo, es tan increíblemente especial… Entonces, lo importante no es el linaje, sino la mentalidad que alguien tiene”.

“Cierto. ¿Así que?”

“Así que la respuesta es que me debe faltar determinación. Hasta el momento en que mi padre Ryada fue derribado por los colmillos de un giba y perdió la fuerza para trabajar como cazador, nunca había imaginado que algo así pudiera suceder. Siempre arriesgamos nuestras vidas cuando cazamos giba, y no importa cuán fuerte sea el cazador, pueden perecer en el bosque en cualquier momento… Y, sin embargo, realmente no comprendía ese hecho. Debido a las heridas que sufrió mi padre durante la cacería, finalmente me di cuenta de lo impotente que realmente era”.

Las palabras seguían fluyendo sin fin. Lala Ruu estaba escuchando atentamente. Esa mirada seria en sus ojos le dio fuerza a Shin Ruu.

“Mi determinación no es lo suficientemente fuerte. Quería vivir con coraje y orgullo, pero todavía me faltaba como persona. Necesitaba desesperarme más, y me di cuenta demasiado tarde de ese hecho. Es por eso que he estado tratando tan duro de correr por el camino en el que estamos. Si hubiera acumulado un entrenamiento más intenso como Jiza Ruu, Ludo Ruu y Ai Fa… entonces ese hombre de Sanjura nunca me habría superado.

• encuentro ese hecho frustrante”.

“Ya veo. Si hubiera sucedido hoy, estoy seguro de que habrías podido evitar el secuestro de Asuta. Te has vuelto tan fuerte”, dijo Lala Ruu, su sonrisa regresó.

Atrapado completamente con la guardia baja, Shin Ruu se mordió la lengua.

“Desde lo que le sucedió a Ryada Ruu, cuando te nombraron jefe de tu casa, has trabajado increíblemente duro. Te has vuelto tan fuerte como Rau Lea, e incluso llegaste a los ocho primeros hoy… Los esfuerzos que has realizado finalmente están dando resultados. Y eso me hace increíblemente feliz de ver”.

“Supongo…”

“Y estoy seguro de que puedes volverte mucho más fuerte aún. Tienes un impulso tan fuerte que te empuja a esforzarte aún más”, respondió Lala Ruu con una expresión inmutable, apoyando la barbilla sobre las rodillas. “Y quiero seguir cuidándote mientras lo haces. Estoy seguro de que algún día serás el mejor cazador en todo el borde del bosque.

Shin Ruu fue golpeado por un sentimiento desconocido. Mientras miraba el rostro amable y sonriente de Lala Ruu, su pecho se calentó constantemente. Sintió un fuerte impulso brotar de abrazar su esbelto cuerpo con fuerza. Sin embargo, era un tabú en el borde del bosque que los hombres y mujeres mayores de diez años se tocaran innecesariamente, por lo que Shin Ruu reunió la fuerza de voluntad para reprimir ese impulso.

Sin darse cuenta de lo que sentía el joven cazador, Lala Ruu se estiró y declaró: “¡Bien, también tengo que trabajar más duro! Reina es una cosa, pero incluso Rimee se ha convertido en una gran chef ahora. No he dejado que me afecte lo suficiente. Me ha impresionado lo increíbles que son”.

“Hmm, no creo que haya necesidad de obligarte a sentirte frustrado”.

“Sí, pero si incluso Vina comienza a mejorar en la cocina, eso podría dejarme apurado para mejorar también. ¡Ella ya es una chef bastante decente!” Lala Ruu comentó, dejando que el blanco de sus dientes se mostrara en su habitual expresión traviesa.

Shin Ruu colocó su mano sobre su pecho y desesperadamente reprimió el impulso que se arremolinaba y quemaba dentro de él. Mientras lo hacía, Lala Ruu comenzó a verse confundida.

“¿Qué pasa? Algo parece estar mal contigo, de alguna manera.

“N-No es nada. Simplemente me sentí feliz”.

“¿Contento? ¿Acerca de?”

“Bueno… cómo dijiste que me cuidarías”.

“¡¿Qué estás diciendo?! ¡Es natural para mí hacer eso!” Lala Ruu replicó con una sonrisa tímida. Los rostros que le estaba mostrando hoy eran incluso más variados de lo habitual. “¡Jiza es una cosa, pero al menos deberías poder vencer a Ludo pronto! ¡Después de todo, eres un año mayor que él!”

“¿Eh? ¿Qué es eso sobre mí?” una voz gritó cuando una pequeña figura se acercó desde el centro de la plaza. Era Ludo Ruu, sosteniendo costillas con ambas manos.

Lala Ruu se volvió hacia él con una sonrisa atrevida y le sacó la lengua.

“Nada. Solo estamos hablando de que Shin Ruu te golpeó, Ludo”.

“Ooh, estaré deseando que llegue. ¿Eh…? ¿No había un chico más joven de Rutim contigo hace un momento?”

“Sí, Deem Rutim de las sucursales. Realmente no sé por qué, pero fue muy persistente con sus preguntas”.

“Hmm, se ha sentido deprimido desde que Dan Rutim se lastimó por su culpa, así que tal vez esté tratando de aprender de tu fuerza, Shin Ruu”, comentó Ludo Ruu, mordiéndose una costilla. “Bueno, qué bueno que esa molestia ha sido ahuyentada, ¿eh? Lo estuviste mirando todo el tiempo, ¿verdad, Lala?”

“Tú eres el que está siendo una molestia ahora…”

“Ooh, ¿entonces realmente quieren hablar, solo ustedes dos?”

“¡Cállate, estúpido Ludo!” Gritó Lala Ruu, con el rostro rojo brillante mientras arrojaba un plato de madera. Sin embargo, Ludo Ruu lo desvió con una costilla, ahora limpia de carne.

Será mejor que cumplas quince pronto. Ahora que Shin Ruu ha estado entre los ocho primeros, podría comenzar a recibir todo tipo de propuestas de matrimonio, ya sabes”.

“¡Dije que te callaras! ¡Estúpido! ¡Enano! ¡Solo ándate!”

“Heh heh. Ahora, ¿qué debo comer a continuación?”

Mientras giraba hábilmente el plato sobre el hueso, Ludo Ruu se dirigió hacia el centro de la plaza.

Con un enojado “¡Dios!” Lala Ruu una vez más abrazó sus rodillas. Y luego, sus ojos azules miraron a Shin Ruu. “¿Realmente recibirás propuestas de matrimonio ahora que estás entre los ocho primeros?”

“N-No lo creo, y además, no tengo planes de aceptar ninguno”.

“Ya veo”, respondió ella, ocultando su rostro rojo detrás de los brazos que abrazaban sus rodillas. Sin embargo, sus ojos permanecieron fijos en Shin Ruu.

¿Qué tipo de expresión estaba usando ahora? Mientras trataba de imaginarlo, los sentimientos que giraban en el corazón de Shin Ruu se volvieron aún más intensos.