Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 19

Capitulo 2: Invitación Al Borde Del Bosque

Parte 3

“¡¿Eh?! ¡Nos hemos encontrado muchas veces cuando ustedes estaban protegiendo a Asuta! Sin embargo, no es que alguna vez nos hayan presentado correctamente”, replicó Yumi, claramente disgustada.

“Hmm…” pensó Ludo Ruu con una ligera inclinación de cabeza. “Bueno lo que sea. Tendremos que dejar de despellejar a este tipo para poder regresar al bosque. Estaré allí en la casa del Fa para la cena, así que podemos dejar las presentaciones para entonces”.

“¿Vas a ir al bosque otra vez después de atrapar uno tan grande?”

“Sí, ya que pronto habrá menos giba por aquí. Tenemos que cazarlos mientras podamos.”

Dora suspiró de nuevo. “Por favor, tenga cuidado mientras hace su trabajo.

Rezaré al dios occidental para que regreses a salvo”.

“Si gracias.” Ludo Ruu todavía parecía estar más o menos en modo cazador. Aunque sus ojos no estaban ardiendo, se veía aún más duro que de costumbre.

Con eso, Shin y Ludo Ruu desaparecieron en silencio en la sala de carnicería. Mientras tanto, otra figura enorme apareció más allá del edificio. Al instante, Yumi gritó: “¡Aah!” y por alguna razón comenzó a aferrarse a mí. “¡E-E-Es él! ¡¿Qué está haciendo aquí?!”

Era Mida, que llevaba otra giba en el rango de los cien kilos por su cuenta.

Podía oírlo respirar con dificultad mientras se acercaba lentamente.

“Bueno, Mida también fue juzgado por sus crímenes y vive como miembro del clan Ruu. Ya no hará nada violento, así que no te preocupes”.

En los últimos años, habían sido menos Zattsu Suun y los de su calaña y más Mida y Doddo quienes aterrorizaban directamente a la ciudad postal. Aunque Mida solo tenía catorce años, medía poco menos de dos metros de alto y era tan grande que ni siquiera podía aventurarme a adivinar su peso, haciéndolo sentir casi más que humano. Habiéndose encontrado con él antes en los puestos, Yumi no me soltó incluso después de que ofrecí esa explicación.

“Asuta, estropeé la sangría…”, dijo Mida, hablándome como siempre. “Y los cuernos también volaron hacia algún lado. lo hice mal…”

En ese momento, Mida se giró lentamente hacia un lado, lo que provocó que Yumi me abrazara aún más fuerte. No solo faltaban los cuernos, sino la mitad de la cabeza de la giba.

“¿T-Tú lo terminaste, Mida? Teniendo en cuenta que no estabas usando la fruta de invocación de giba, seguro que es increíble”.

“Sí… Pero fallé con la sangría, así que no puedes venderlo, ¿verdad?”

“Lo más importante es cazar tantos giba como puedas, ¿no es así? Preocuparse por la carne y los cuernos es como poner la carreta delante de los totos. Hiciste un buen trabajo, Mida.”

“¿En serio?”

Después de detenerse un momento, las mejillas de Mida de repente comenzaron a temblar. Aunque supuse que era porque estaba feliz, Yumi simplemente abrazó mi torso aún más fuerte.

“¡Hey, Mida! ¡Regresaremos al bosque una vez que colguemos a estos tipos, así que date prisa y termina tu parte del trabajo!” Ludo Ruu llamó.

Ante eso, Mida dijo en voz baja: “Adiós…” y luego desapareció en la sala de carnicería.

“Ugh. Eso me tomó desprevenido. Ahí me debilité un poco las rodillas. Lo siento, Asuta, pero ¿puedo apoyarme en ti un poco más?”

“S-Sí, pero ¿podrías darte prisa y recuperarte más rápido?”

Telia Mas había permanecido en silencio por un rato, pero ahora se acercó a nosotros. “Asuta, dijiste que fue juzgado, pero ¿qué tipo de crimen cometió ese hombre del borde del bosque y qué castigo recibió?”

“¿Quién, Mida? Él era parte de la casa principal de Suun que era responsable de todos esos crímenes horribles, por lo que tuvo que cortar todos los lazos con su familia y le quitaron el nombre de su clan. Si sigue viviendo correctamente, algún día se le otorgará el nombre de Ruu, pero hasta entonces no se le permitirá casarse”.

“Ya veo…”

“Ah, y es mucho más joven de lo que parece, por lo que no tuvo nada que ver con los crímenes del anterior líder de Suun. Saqueó las frutas de Morga y supuestamente destrozó algunos puestos en la ciudad postal, pero nadie le enseñó que esas cosas estaban mal, y Cyclaeus desestimó cualquier crimen que cometieran los Suun. Es por eso que la gente del borde del bosque siente que si él vive correctamente a partir de ahora, puede expiar todo lo que ha hecho”.

Telia Mas asintió levemente y cerró los ojos.

“Ya veo. La gente del borde del bosque es incluso más estricta con sus parientes que la gente del pueblo, si es que castigarían a alguien tan joven que no tuvo nada que ver con el más grave de esos crímenes” intervino Dora, como si tratara de suavizar las cosas.

“Sí…”, dijo Telia Mas en voz baja, abriendo los ojos. “Mis sentimientos todavía son tan confusos que no estoy seguro de poder encontrar las palabras para expresarme correctamente… Pero estoy realmente contento de haber venido aquí al asentamiento en el borde del bosque”.

Habiendo dicho eso, Telia Mas mostró una sonrisa fugaz pero muy definida.

***

Una vez que terminó la sesión de estudio, caminamos un poco por las sucursales de Ruu para asimilar la vida diaria de todos, luego nos dirigimos a la casa del Fa.

Rimee Ruu también tomó el carro del clan Ruu, y una vez más nos dividimos en dos grupos para cabalgar por el camino a través del borde del bosque. Como Toor Deen y Yun Sudra terminaron decidiendo venir a verme preparar la cena hoy, pudimos ir directamente allí.

Habiendo oído hablar de nuestros invitados, algunas personas de los clanes Fou, Deen y Liddo se habían reunido en la casa de Fa. Después de saludarlos, me adelanté e invité a la gente del pueblo a entrar para una audiencia con el jefe de mi clan.

Por cierto, dado que Saris Ran y Aimu Fou estaban de visita nuevamente hoy, Tara y Yumi se emocionaron mucho.

“¡Ah, un bebé! ¡Tan lindo!” chilló la más joven de las dos.

“Ohhh, a pesar de que es tan pequeño, todavía se puede decir que es una persona del borde del bosque”.

Aimu Fou los miró fijamente, pero cuando se acercaron a él, se alejó tambaleándose y se aferró a la pierna de Ai Fa. Pero verlo actuar tan adorablemente los hizo retorcerse de felicidad cada vez más.

“¡No puedo tener suficiente de él! Ah, debería haberte saludado primero… ¡Gracias por invitarnos aquí hoy!” Yumi dijo, sin esperar a ser presentada ya que ya conocía a Ai Fa.

Con una mirada seria en su rostro mientras Aimu Fou todavía se aferraba a ella, Ai Fa respondió: “De hecho. Como pueden ver, esta es una casa pequeña, pero les doy la bienvenida a todos ustedes como la cabeza del clan del Fa. Aunque ese es más el trabajo de Asuta…”

“¡Sí, estoy deseando comer algo delicioso!” Dijo Tara. Ella y Dora, por supuesto, conocían a Ai Fa incluso mejor que Yumi, y Mikel y Myme no lo dijeron. Luego, Telia Mas se presentó, ya que apenas conocía al jefe de mi clan, lo que rápidamente puso fin a todo eso.

De camino a la choza de cocina donde esperaban las mujeres del borde del bosque, Dora habló. “Además de los miembros de Ruu, en estemomento incluso el jefe de tu clan está herido. Realmente me sorprende lo mucho que arriesgan sus vidas cuando salen a cazar”.

“Sí. Ai Fa y Donda Ruu son cazadores de primer nivel… Pero viste esos enormes cuernos de giba en la pared de nuestra casa y en el asentamiento de Ruu, ¿verdad? Vinieron del animal que causó esas heridas”.

“¿Eh? ¡¿Esos eran cuernos de giba reales?! Pensé con seguridad que eran decoraciones hechas de piedra o algo así…”

“No, son reales. Vinieron de un giba terriblemente grande.”

Mientras caminábamos, Dora se reía con desgana “Ah ha ha. Solo imaginarlo es suficiente para que me tiemblen las rodillas. Los cazadores del borde del bosque realmente son increíblemente fuertes”.

“Eso es cierto. Estoy orgulloso de poder llamarlos mis camaradas”.

Fue entonces cuando escuché que otro carro se acercaba detrás de nosotros.

Pensé que eran algunas personas del clan Ruu que venían a entregar algo que habíamos olvidado, pero resultó que no fue así. Eran los totos y el carro comprados para que los clanes cercanos hicieran sus compras, viniendo hacia nosotros por el camino.

Paramos y esperamos al lado de la casa a que llegara. La que sostenía las riendas de los totos llamada Fafa era una mujer mayor que estaba casada con el jefe del clan Ran.

“Ah, parece que llegamos a tiempo. Asuta, a esta gente también le gustaría verte trabajar”.

Cuatro mujeres y dos hombres bajaron del carro. De los seis, solo reconocí a uno de los hombres, que se acercó con una mirada amarga en su rostro.

“El jefe del clan Beim. ¿Qué te trae por aquí?”

“No es nada tan importante. Escuché que un buen número de gente del pueblo estaba de visita hoy, así que vine a echar un vistazo. Este hombre aquí pertenece al clan Dagora, bajo el Beim.”

El jefe del clan Beim y el jefe Fou, Baadu Fou, fueron los dos que insistieron en unirse a las reuniones entre los tres jefes principales del clan y los nobles de Genos como observadores. Era un hombre en la plenitud de su vida con una cara plana y severa que me recordó a un cangrejo samurái.

Esta fue la primera vez que oí hablar de los Dagora, pero los Beim se oponían a que hiciéramos negocios en la ciudad postal, y sus subordinados probablemente compartían esa opinión. Aunque no sentí ninguna animosidad, tenía una mirada tan agria como el jefe del clan Beim.

“No tenemos intención de interferir ya que los principales jefes de los clanes dieron su permiso, pero queremos observar cuidadosamente si esta gente del pueblo realmente no quiere hacer daño”.

“Ya veo. No tengo objeciones, por supuesto, pero ¿podría pedirte que lo discutas primero con Ai Fa?”

“Por supuesto que lo haremos. Y sobre un tema no relacionado…”, comenzó el jefe del clan Beim, su cara plana se distorsionó de una manera bastante inusual. “Las mujeres Zaza y Dom están aprendiendo cómo hacer comida deliciosa de los clanes Ruu y Rutim ahora, ¿correcto? En ese caso, creo que deberíamos hacer lo mismo para determinar la validez de las acciones del clan del Fa… ¿Aprobarías que sigamos adelante con eso?”

“Por supuesto. Entonces, ¿esas mujeres son del clan Beim?”

“Uno de Beim y Dagora, y los otros dos pertenecen a los clanes Gaaz y Ratsu”.

Una vez que dijo eso, las cuatro mujeres hicieron profundas reverencias. Gaaz y Ratsu aprobaron nuestro negocio en la ciudad postal, e incluso nos prestaron su ayuda cuando no teníamos suficiente carne de giba para administrar nuestro negocio. Sin embargo, dado que no estaban ubicados tan cerca de la casa del Fa, no habíamos tenido la oportunidad de acercarnos más a nivel personal.

Incliné un poco la cabeza y me pregunté a qué se debía todo ese alboroto. La mujer Ran me dio la respuesta con una sonrisa de disculpa mientras ataba las riendas de los totos a un árbol cercano. “Las mujeres Gaaz y Ratsu no han podido recibir lecciones de cocina de ti ya que sus clanes no están ubicados muy cerca, ¿verdad? Pero se acercaron a nosotros porque pensaron que podrían viajar aquí con el uso de un vagón. Lamentamos haber decidido por nuestra cuenta usar el carro para esto cuando usted fue quien nos lo compró…”

“No, no hay nada de malo en eso. En realidad, debería haber pensado en esto yo mismo y haberme acercado”, dije, inclinándome hacia las mujeres. “Es gracias a la ayuda de Gaaz y Ratsu que el clan Fa siempre ha podido continuar con nuestro negocio en lugar de tener que tomarse un tiempo libre, y estoy realmente agradecido por eso. Por favor, déjame hacer lo que pueda para ayudarte a cambio”.

“Oh, no pienses en eso. Después de todo, Gaaz y Ratsu ganaron una gran riqueza vendiendo carne al clan Fa”.

Dos de las cuatro mujeres dieron un paso adelante, inclinándose cortésmente.

“Los hombres aprendieron a sangrar y ahora sabemos cómo hornear poitan y cosas por el estilo, pero aún no hemos llegado al punto de hacer comidas realmente deliciosas. Estaríamos muy felices de tener la oportunidad de aprender de usted.”

“Y también nos gustaría pedirle que enseñe a los clanes subordinados de Gaaz y Ratsu también. Siempre que el carro esté disponible, ¿sería posible invitar a mujeres de esos clanes también?”

No pude ver razón alguna para negarme.

Durante el período de descanso anterior, habíamos difundido técnicas de sangría y matanza a una variedad de clanes, siguiendo una propuesta de Raielfam Sudra. La carne preparada por esos clanes nos permitió seguir haciendo negocios hasta que terminó el período de descanso, por lo que también estaba muy endeudado con ellos.

“Bueno, entonces, ¿puedo pedirles que también se presenten a la cabeza de mi clan? Nos prepararemos en la estufa en la parte trasera.”

“Entendido”, respondieron las mujeres y se dirigieron de regreso a la casa.

Después de verlos irse, Yumi de repente me dio una palmada en la espalda.

“¡Seguro que eres asombroso, Asuta! ¡Realmente es algo, cómo tienes tanta gente confiando en ti!”

“Ow… Bueno, eso es porque no había costumbre de disfrutar de las comidas al borde del bosque. Así que incluso alguien como yo pudo ser útil”.

“¿Qué quieres decir con ‘incluso’? Tus habilidades fueron lo suficientemente buenas como para que los nobles te convocaran. No hay nadie más así en toda la ciudad postal.”

“En realidad, recientemente escuché al segundo hijo de la casa de Daleim elogiar muchísimo al dueño de El Martillo, así que me imagino que la cantidad de personas en la ciudad postal que son tan hábiles seguirá creciendo a medida que aprenda a manejar ingredientes más finos”.

“Espera, ¿en serio? Eso no es bueno. No podemos seguir tomándonos las cosas con calma en nuestro lugar…”, dijo Yumi, y luego se volvió hacia Telia Mas. “Por cierto, ¿La Cola de Kimyuus tendrá un puesto para el festival de avivamiento? La mayoría de las grandes posadas van a vender su comida, ¿sí?”

“No, ya que mi padre y yo no somos tan hábiles… Y no podemos ver una razón para contratar personas solo para administrar un puesto”.

“No tienes ambición. Aun así, en nuestro lugar solo logramos vender comidas con giba. Y nunca venceríamos a Asuta y a los demás, por lo que sería un desperdicio abrir un puesto”.

“Eso no es cierto en absoluto. El okonomiyaki que sirves en El Viento del Oeste es un plato que la gente compraba en los puestos todo el tiempo en mi país de origen. Si puede modificarlo para que no sea tan difícil de sostener y comer, debería poder conseguir muchos clientes”, intervine, y luego me volví hacia Telia Mas. “¿Y no estabas hablando de cómo estás probando la carne del torso de karon en La Cola de Kimyuus? Me imagino que podrías usar eso para hacer algo que atraiga la atención”.

Polarth estaba tomando medidas para difundir el uso de la carne del torso karon junto con la grasa de la leche y los otros ingredientes nuevos. Con la Bendición de Tanto en primer lugar entre ellos, seguramente habría varias posadas vendiéndola en sus puestos.

Sin embargo, Telia Mas negó con la cabeza y respondió: “No. Es posible que podamos usar carne de torso de karon en nuestro comedor, pero no creo que mi padre esté siquiera considerando abrir un puesto. Él no querría interferir con su negocio de venta de cocina giba.

“Eso no debería importarte. Como le dije al dueño de El Martillo, yo…”

“No.” Telia Mas me interrumpió. Sin embargo, ella llevaba una cálida sonrisa en su rostro. “Si tuviéramos que abrir un puesto, sería con carne de giba en lugar de karon. Estoy seguro de que eso es lo que haría mi padre.”

Probablemente tenía razón.

“Entiendo”, respondí con una sonrisa propia. “Si por casualidad abres un puesto, discutamos juntos el menú. Me encantaría ver todo tipo de puestos vendiendo cosas hechas con carne de giba”.

“Pero eso haría que sus ganancias cayeran… O al menos, así es como solía verlo”, intervino Yumi con una sonrisa. “Has estado vendiendo toneladas de carne cruda, y gracias a eso, todas esas personas que acabamos de conocer también se han beneficiado, ¿verdad? Creo que finalmente entiendo qué es lo que estás tratando de hacer.”

Estaba increíblemente agradecido de escuchar eso. Había podido mostrarles a todos mucho en solo este día. Con un sentimiento de gran satisfacción, me puse a preparar la cena.

***

El día siguió así hasta la puesta del sol en la sexta hora inferior, momento en el cual organizamos una cena de bienvenida para todos en la casa del Fa.

Las mujeres de los otros clanes habían regresado a sus propios hogares, dejando solo a nuestros seis invitados, Rimee Ruu, y una llegada tardía, Ludo Ruu.

Ai Fa había dicho que era la primera vez que recibía a tantos invitados. No se veía especialmente feliz ni nada, pero debe haber podido relajarse al menos un poco con Rimee Ruu sentada a su lado.

“Oye, ¿podemos darnos prisa y eliminar las formalidades? ¡Me muero de hambre aquí!” Ludo Ruu instó desde su lugar entre Rimee Ruu y Tara.

Ai Fa le lanzó una mirada algo molesta. “¿Te refieres al canto antes de la comida? Solo estamos nosotros dos aquí en la casa del Fa, así que cada uno de nosotros nos encargamos de ello por nuestra cuenta”.

“Oh, ¿así es como lo haces en la casa del Fa? Pero Rimee y yo estamos aquí hoy, así que probablemente sea una buena idea seguir la tradición”.

“Ya veo…” declaró Ai Fa, enderezando su postura. “Eso puede ser cierto. Bueno, entonces, los invitados deben seguir sus propias tradiciones y comenzar a comer. Nosotros, la gente del borde del bosque, ofreceremos una oración al bosque”. Con eso, Ai Fa comenzó a recitar el canto que normalmente murmuraba en voz baja. “Damos gracias por las bendiciones del bosque y ofrecemos nuestra gratitud a Asuta y Rimee Ruu, quienes manejaron la llama y nos dieron la vida por esta noche…”

Los dos hermanos Ruu y yo repetimos después de ella.

Myme y Mikel inclinaron la cabeza en silencio, mientras que los otros cuatro invitados simplemente dijeron: “Gracias”.

“Aun así, esta es toda una fiesta. Voy a disfrutar fanfarroneando de eso con las ancianas en nuestro lugar”, dijo Dora mientras miraba de un plato a otro como si dudara sobre qué probar primero.

Para el menú de hoy, quería ser un poco más extravagante de lo habitual. Eso significaba cinco platos: un plato principal, una guarnición, sopa, un par de opciones de cereales y postre, todos bastante sustanciosos.

Para el plato principal, opté por la elección obvia y preparé filetes de solomillo. Supuse que la gente del pueblo no tendría mandíbulas y dientes tan fuertes como los cazadores del borde del bosque, así que me decidí por un grosor en el que apenas podía masticarlos sin esfuerzo.

Para acompañar eso, había hecho puré de papas… o tal vez sería más exacto llamarlos puré de chatchi. Se requirió bastante chatchi para extraer el almidón, así que se me ocurrió este plato para usar efectivamente todas las sobras. Una vez que se extrajo el almidón, herví el chatchi, luego, después de machacarlo, incorporé la leche y la grasa de la leche. Pensé que esta receta era la mejor manera de usar muchas rebanadas finas de chatchi.

Además, había preparado una especie de salsa hecha con jugos de carne, vino de frutas y myamuu para verter por encima. Era una salsa que había usado mucho durante un tiempo, pero pude acercarme al sabor adecuado usando harina de fuwano y leche de karon, y combinó maravillosamente con el bistec y el puré de chatchi.

Para la guarnición, hice un salteado de tocino giba, aria, nanaar y el hongo de haya pseudomarron. Para que resaltara el sabor de la grasa de la leche, no había usado ningún tipo de salsa. Era bastante pesado para un intermezzo, pero quería mostrar el tocino giba y al mismo tiempo proporcionar muchas verduras, y así fue como terminé seleccionando el plato.

La sopa que había preparado era un guiso cremoso con salchichas y carne de costilla. Los otros ingredientes que había agregado eran aria, chatchi, nenon y el hongo pseudocomún, y pude hacer una buena salsa bechamel usando grasa de leche, harina de fuwano y leche de karon, que me recordó mucho al sabor de casa.

En cuanto a los cereales, no solo ofrecía el habitual poitan al horno, sino también una pasta con salsa de carne. Usé mucha giba picada, tarapa y aria en la salsa, y luego rocié leche en polvo gyama rallada por encima. Había probado todo tipo de saborizantes con la pasta, así que esta era una receta en la que tenía cierta confianza, junto con la versión de salsa de crema que había preparado. Me había esforzado mucho en desarrollar salsas de tarapa y quería intentar hacer ketchup más tarde, por lo que la tarapa terminó siendo una de las armas clave en mi arsenal.

Por último, para el postre, Rimee Ruu había ayudado haciendo un budín al vapor que usaba leche karon. El plato podría llamarse chawanmushi dulce, pero como estaba fuera de mi campo de especialización, no podía juzgar si era digno o no de ese nombre. Aun así, era innegablemente sabroso. Había huevo de kimyuus disuelto en la leche de karon, y azúcar, miel y grasa de leche añadían sabor. Después de haberlo cocinado al vapor hasta que se solidificó, Rimee Ruu había agregado una salsa de arow encima por sugerencia mía.

La textura suave combinó espléndidamente con el sabor de la leche karon, y si ella lo hubiera servido en la fiesta del té para esas nobles damas, seguramente habría sido recibido tan bien como su chatchi mochi. Rimee Ruu también me había superado cuando se trataba de manejar bayas como un arow en este punto.

Mientras preparábamos esta cena, las mujeres de los otros clanes que visitaban la casa del Fa por primera vez se sorprendieron por lo lujosa que era la comida. Dado que otros clanes habrían tenido problemas para preparar platos tan elaborados que usaran tantos ingredientes, les dije que comenzaría a darles lecciones más prácticas a partir de mañana. Pero por hoy, quería dar todo por nuestros invitados.

“Así que esto es eso de la pasta, ¿eh? ¡Definitivamente es mucho más sabroso que ese plato con el fuwano negro de esta tarde!” Yumi cavó hábilmente en la pasta con un tenedor de tres puntas.

A su lado, Telia Mas tomó un plato de estofado cremoso y suspiró. “La sopa de leche karon que servimos en nuestro lugar es una versión más simple de este plato, ¿no es así? Esa receta también es bastante buena, por supuesto, pero no se compara con esto”.

“¡El guiso es delicioso, ¿verdad?! ¡Me encanta!” Rimee Ruu intervino felizmente y Telia Mas le sonrió. Estaba claro por su tono cuánto se había abierto a la niña mayor.

“¡Esta carne giba también está exquisitamente asada! ¡Hiciste un trabajo maravilloso sacando el sabor de los ingredientes!” Agregó Myme, luciendo muy satisfecha. Realmente me sentí honrado de recibir tales elogios de alguien con una lengua tan refinada como la de ella. “Lo cocinaste en una sartén tapada después de asar la superficie, ¿no? A pesar de que es así de grueso, no quedan partes duras en absoluto, por lo que debe haber sido bastante minucioso con sus preparativos”.

“Sí. Nada de lo que tenemos se vuelve tan sabroso simplemente asándolo a la parrilla. Realmente es otra cosa”, asintió Yumi con una sonrisa. Aunque era la primera vez que conocía a Myme, estaba actuando completamente abierta con la chica. Realmente estaba mostrando sus habilidades sociales hoy. Yumi luego se volvió hacia Dora. “Por cierto, seguro que has estado terriblemente callado. ¿Estás disfrutando tanto de lo que estás comiendo?”

“Honestamente, me sorprendió lo delicioso que es. ¿Este tocino no es lo mismo que la cecina? Dora había estado comiendo el salteado de tocino, vegetales y champiñones. “No como cecina con tanta frecuencia, pero esta es excelente. ¿La gente que viaja siempre come cosas tan deliciosas?”

“No, esto fue preparado de una manera que priorizó el sabor sobre la conservación. Puede durar alrededor de un mes en el camino, pero es demasiado caro para eso, por lo que no es realmente algo que podamos vender por sí solo”, expliqué.

“Ya veo. Yo no viajo, pero ciertamente me gustaría verte usar esto en la comida que vendes en tus puestos”, dijo Dora con una carcajada.

Tara levantó la vista de sorber su estofado con una gran sonrisa propia. “Por cierto, Kamyua y Leito aún no han regresado a Genos, ¿verdad?”

“¿De qué estás hablando?” cuestionó Yumi, girándose hacia ella.

“¿Eh? ¿No lo conoces? Ya sabes, ese chico alto y rubio que es guardaespaldas.”

“Oh, ¿te refieres a ese viejo larguirucho que parece un norteño? Ayudó a Asuta cuando estaba en apuros, ¿verdad?” Me pregunté de qué pellizco estaba hablando específicamente por un momento, pero luego lo recordé. Cuando Tei Suun me atacó, Kamyua Yoshu se interpuso entre Ai Fa y Melfried en un momento crítico. “¿Así que tú también lo conoces, Tara? ¿Quién es este Leito, entonces?”

“Leito es un chico que vivió en La Cola de Kimyuus hasta hace dos años. Debería haber tenido ocho o nueve años en ese entonces. ¿No lo recuerdas?” Telia Mas intervino.

“Hmm…” Yumi reflexionó con una inclinación de cabeza. “No fui a las reuniones hace dos años, así que no lo creo”.

“Ya veo. De todos modos, ¡Kamyua y Leito trabajaron muy duro para vencer a esos malos nobles! ¿Verdad, Asuta?” Dijo Tara.

“Sí. Si Kamyua no hubiera trabajado tanto con el castillo como con el borde del bosque, probablemente habría sido muy difícil sacar a la luz los crímenes del clan Suun y la casa de Turan”.

Pero en lugar de disfrutar de los elogios por ese logro, Kamyua Yoshu simplemente se había ido de Genos después de que todo estuvo arreglado. Pensando en retrospectiva, Marstein y Melfried trabajaron para Genos, y la gente del borde del bosque hizo lo mismo para su hogar, pero fue un extraño como Kamyua Yoshu quien los impulsó a la acción. Era un poco tarde para pensarlo, pero realmente era un hombre inusual.

“Hablando de viajar, ese oriental también regresará a Genos en algún momento, ¿verdad?” Mikel comentó en un tono inusualmente pesado.

El único oriental que conocía lo suficientemente bien como para comentar era Shumiral, el líder del grupo de mercaderes conocido como el Jarrón de Plata.

“Sí”, asentí. “Dijo que regresaría en medio año, así que si las cosas salen bien, eso debería ser en unos dos meses”.

“Oh, cierto, Shumiral fue quien te presentó a Asuta, ¿no?” Ludo Ruu dijo mientras se llenaba las mejillas con puré de chatchi y bistec. “Y eso fue para que pudieras ayudarnos a exponer los crímenes de esos nobles también. Es extraño pensar en cómo eso nos llevó a cenar juntos ahora”.

Ciertamente fue un giro inusual del destino.

Pensando en ello, Yumi y Mikel no sabían el nombre de Kamyua Yoshu, mientras que Dora y Telia Mas ni siquiera sabían que existía Shumiral. Pero en el camino, nuestros destinos y los lazos que nos unían comenzaron a enredarse poco a poco, llevándonos aquí al mismo lugar. Quizás Kamyua Yoshu y Shumiral eventualmente también formarían una conexión con todos ellos.

Al menos, eso es a lo que me imaginé que estaban llegando. Cómo fue tan misterioso, la forma en que las personas terminaron juntándose.

“Saben, tenemos gente de todo Genos aquí”, dijo Dora a Mikel y Myme con una sonrisa divertida. “Tara y yo somos de las tierras de Daleim, ustedes dos son de las tierras de Turan, Yumi y Telia Mas vienen de la ciudad postal gobernada por la casa de Saturas, y todos los demás son del asentamiento al borde del bosque. Solo necesitarías a alguien de la ciudad del castillo para completar el set”.

“Eso es cierto. Tal vez algún día podamos hacer que eso suceda”, dije.

Sería difícil conseguir que viniera un noble, pero Yang y Roy también vivían en la ciudad del castillo. Y ya habían roto con la forma en que los nobles típicos nunca se mostrarían en la ciudad postal, por lo que tal vez eventualmente comenzarían a acercarse a la gente de la ciudad si seguían así. Si eso hiciera que las fronteras sociales que nos separan comenzaran a desmoronarse poco a poco, Genos se convertiría en un lugar aún más agradable para vivir.

“Oye, Rimee Ruu, ¿quieres volver a las tierras Daleim en algún momento?” Tara le preguntó a su joven amiga al otro lado de Ludo Ruu, con una sonrisa todo el tiempo.

“¡Sí!” Rimee Ruu asintió con una sonrisa propia. Luego miró a su hermano mayor, que estaba devorando puré de chatchi con avidez. “¡Tú también deberías venir, Ludo! ¡Hay todo tipo de verduras allí, y es realmente interesante!”

“¿Qué tiene de emocionante mirar las verduras? Bueno, supongo que Dan Rutim dijo que la pasó muy bien…”, respondió Ludo Ruu después de tragar un bocado de chatchi. “Supongo que puedo discutirlo con nuestro viejo y ver si podemos ir allí durante el período de descanso”.

“¡¿Eh?! ¡Eso ya casi está aquí, ¿no es así?!” exclamó Rimee Ruu, colocando sus manos sobre las piernas cruzadas de su hermano e inclinándose hacia adelante. Reflejándola, Tara también se inclinó.

Con sus intensas miradas clavadas en sus mejillas desde ambos lados, Ludo Ruu respondió apresuradamente: “Así es”. Y luego se volvió hacia mí: “Oye, Asuta, ustedes irán a la ciudad durante el festival de avivamiento, ¿verdad?”

“¿Eh? Sí, ese es nuestro plan”.

“Ya veo. Normalmente, la gente del borde del bosque no visita la ciudad cuando eso sucede. Dado que hay tantos forasteros que llegan durante el festival, tratamos de comprar todos los productos que necesitamos por adelantado y nos mantenemos alejados hasta el mes de plata”.

Ya había escuchado algo similar de Ai Fa. Incluso sin mirar cómo fueron las cosas en Dabagg, era obvio que mientras que la gente de fuera de Genos tenía menos motivos para objetar a la gente del borde del bosque, probablemente todavía se pondrían nerviosos. Y como era un festival, habría mucha gente despreocupada y bebiendo durante el día, lo que hacía aún más necesaria la precaución.

“De todos modos, el clan Ruu pronto estará en su período de descanso, así que creo que deberíamos poder ofrecer algunos hombres para protegerlos nuevamente durante el festival… Y en ese caso, ¿por qué no pasar por las tierras de Daleim a la vuelta?”

“¡Hurra!” dos voces vitorearon al unísono, y Ludo Ruu recibió abrazos de las pequeñas figuras a cada lado de él.

Sin embargo, el joven cazador no les prestó atención y siguió comiendo al mismo ritmo. “Déjame decirte que si nuestro viejo está en contra, ese será el final del asunto. Y tenemos que asegurarnos de que funcione para Dora también”.

“Ah, si alguien del borde del bosque quiere venir, haré que funcione. Es cierto que estaremos muy ocupados con el trabajo en un futuro cercano, pero al menos podemos entretener a los invitados”, respondió Dora con una sonrisa brillante. “Aun así, creo que es la primera vez que me llamas por mi nombre, Ludo Ruu. Me hace feliz escucharlo, de alguna manera”.

“¿Hmm? Lo tengo memorizado, así que ¿por qué no usaría tu nombre? ¿Y tú eres, um… Miyu?”

“¡Yumi! ¡Soy Yumi, y esta es Telia Mas!” “¿Qué importa si es Yumi o Miyu?”

“¡Importa mucho! ¡Tienes una cara linda, pero puedes ser un verdadero idiota!”

“Sí, y eres muy ruidoso a pesar de lo seductor que te ves”.

Dora estalló en carcajadas y Telia Mas se rio. Rimee Ruu y Tara permanecieron aferradas a Ludo Ruu mientras intercambiaban sonrisas, y Mikel y Myme discutían en voz baja sobre mi cocina.

Después de mirar para ver cómo estaban cada uno de ellos, me volví hacia el jefe de mi clan, que había permanecido en silencio todo este tiempo.

“Hey, Ai Fa”.

“Sí, esto es delicioso”.

“No, eso no es lo que iba a decir…”

“¿Estás preguntando por los guardias, entonces? Por supuesto, tengo la intención de acompañarte a la ciudad. Después de todo, no podré trabajar como cazador por el momento de todos modos.”

“Me alegra oírlo. Pero eso tampoco es lo que iba a decir…” Dejé mi plato y acerqué mi boca a la oreja de Ai Fa. “He estado un poco preocupado ya que has estado tan callado. Después de todo, realmente no te gusta cuando las cosas están tan animadas, ¿verdad?”

Mirándome por el rabillo del ojo por un momento, Ai Fa también acercó su boca. “Tales preocupaciones son innecesarias. Es cierto que no me gustan los eventos animados… pero ahora mismo me siento feliz”.

“¿Contento? ¿En serio?”

“Por supuesto. Nuestro clan se esfuerza por traer prosperidad al borde del bosque. Y tú mismo dijiste que profundizar nuestros lazos con la gente del pueblo es importante para que la carne de giba pueda intercambiarse por monedas, ¿no es así? Ai Fa dijo con mucha calma. “Aunque no soy el tipo de persona que sale y forja tales lazos, siempre me siento seguro de que el camino que hemos elegido es el correcto cuando veo el deleite en sus rostros. Así que por supuesto que estoy feliz…”

“Ya veo”, respondí con un suspiro. Una profunda alegría me llenaba por dentro. “Me hace sentir mucho mejor cuando sé que piensas lo mismo que yo, Ai Fa”.

La cabeza de mi clan se echó hacia atrás y me miró con una mirada increíblemente gentil. “Una vez que comience el festival de avivamiento, estarás aún más ocupado. Pero si crees que estás siguiendo el camino correcto, entonces simplemente necesitas llevar a cabo tu trabajo”.

“Entiendo. Vamos a darlo todo, Ai Fa”.

La jefa de mi clan no parecía poder contenerse de sonreír mientras asentía con la cabeza. “Cierto.”

Después de grabar esa expresión en mi memoria, me volví hacia los demás. “La comida se terminará en poco tiempo, así que diría que es hora de preparar el dulce para después de las comidas. Rimee Ruu, ¿podrías echarme una mano?”

“¡Sí!” respondió la joven chef enérgicamente mientras se ponía de pie.

Tara juntó las manos y dijo: “¡Yay!” Cuando dije que el dulce sería algo nuevo, Tara estaba muy emocionada.

Los ojos de todos los demás también brillaban con anticipación, y todos tenían una sonrisa. La cena terminaría pronto, pero la conexión entre nosotros duraría mucho más. Y estaba seguro de que serían invitados aquí, al borde del bosque, innumerables veces en el futuro.

Además de eso, el festival de avivamiento del dios sol comenzaría pronto. Si los hombres terminaban yendo a la ciudad como guardias, estaba seguro de que se forjarían aún más lazos nuevos.

Hoy era el décimo del mes violeta. El festival de avivamiento del dios del sol comenzaría en la segunda mitad del mes, por lo que pronto estaría aquí.