Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 6

Capítulo 22: El Asesino Se Convierte En Una Leyenda Viviente

La reunión fue tan exasperante como había anticipado. La verdad es que superó mis expectativas.

Los sumos sacerdotes estaban alineados frente a mí.

“Hmm, digamos que también estábamos bajo el control de ese demonio Titiritero”.

“Es una gran idea. Sin embargo, eso solo nos hace sonar bastante patéticos. Necesitamos algo más.”

“Entonces, ¿qué tal esto? Terminamos bajo su control al final, pero solo después de agotar el poder del demonio con nuestra heroica resistencia. Sin nosotros, el demonio nunca habría sido asesinado”.

“Oooh, me gusta. Eso preservará nuestra reputación. Lo ha vuelto a hacer, Lord Storio.”

Continuaron así para siempre. Casi respetaba lo terrible que era. La persona a la que intentaron matar bajo cargos falsos estaba justo en frente de ellos. Sin embargo, obviamente no les importó, ya que idearon descaradamente una historia de portada, cada una de sus palabras rezumaba ambición personal y un deseo de autoconservación. Dia estaba sentada a mi lado, y me reí cuando vi su mano moverse hacia la pistolera en su muslo. Me sentí de la misma manera.

En última instancia, los sumos sacerdotes decidieron afirmar que eran víctimas del Titiritero. El director de la academia rechazó la tontería de que debilitaron al demonio. Aunque los sumos sacerdotes no estaban contentos con eso, obedecieron de mala gana después de que se les advirtiera que mentir en exceso haría más probable que alguien descubriera la verdad.

***

Mientras caminaba por la ciudad al día siguiente, me dieron una serenata con palabras y vítores de gratitud. Dia parecía disgustada.

“Hablando de dos caras. Todos estaban gritando ‘¡Muere!’ y ‘¡Diablo!’ cuando estabas en la plataforma, y ahora de repente te tratan como una leyenda viviente”.

“Yo tampoco puedo creerlo. Creo que me sentiría culpable si estuviera en su lugar”, asintió Tarte, evidentemente tan molesta como Dia.

“Estoy bien con eso. Me alegro de que hayan cambiado de opinión”, respondí.

Era parte de la naturaleza humana despreciar admitir que estabas equivocado. Si una persona arrojara piedras a otra, siempre sería reacia a pensar en su víctima como algo más que un villano. Que estas personas cambiaran de opinión sobre mí tan rápido los hizo impresionantes en comparación con el resto de la humanidad.

“Supongo que sí… Simplemente no entiendo cómo pueden pasar de un juicio de brujas a elogiarte sin cesar en dos días”, se quejó Dia.

“Las cosas son mucho más simples de esta manera. Ya se han olvidado de los cargos falsos. Incluso están celebrando grandes celebraciones. Ves este tipo de cosas todo el tiempo. Los países que pierden una guerra a menudo disipan el sentimiento sombrío de la nación al celebrar a las personas que brindaron un servicio distinguido”, expliqué.

El comportamiento humano no difería mucho entre este mundo y el anterior. Las personas eran criaturas olvidadizas, y las cosas desagradables fácilmente podían ser barridas bajo la alfombra por nuevos eventos.

“De todos modos, estoy tan aliviado de que su nombre haya sido limpiado, mi señor”, dijo Tarte.

“Sí, estaba listo para seguirte a cualquier parte, pero realmente odiaría que ya no pudieras ser Lugh”, coincidió Dia.

“Sin embargo, Maha me dijo que le hubiera parecido bien que te convirtieras en Illig y te quedaras a su lado todo el tiempo”, compartió Tarte.

Maha dijo eso, ¿verdad? Probablemente fue por lo sola que estaba viviendo separada de mí. Como estábamos comprometidos, necesitaba hacer un mejor esfuerzo para pasar tiempo con ella en el futuro.

“No estoy seguro de cómo sentirte acerca de que derrotaste al demonio por ti mismo esta vez. Trabajar juntos contra los demás fue realmente difícil, pero también me hizo feliz”, admitió Dia. Tarte asintió desde su lugar a mi lado.

Hasta ahora, nuestra estrategia básica había sido que Tarte inmovilizara al demonio, luego que Dia disparara a Demonkiller y luego que yo terminara el trabajo. Mis nuevos descubrimientos nos dieron más opciones.

“Esta vez fue una excepción. Derroté al Titiritero solo porque confiaba en una habilidad especial y no era particularmente fuerte. La mayoría de los demonios no son así”, respondí.

El demonio orco estaba orientado a operar como comandante militar, pero los otros demonios con los que habíamos luchado juntos poseían una tremenda fuerza individual. Esa tendencia indicaba que la mayoría de los demonios serían similares. Incluso con el cuchillo colmillo demoníaco y las balas de Corazón Carmesí, no pensé que tendría muchas posibilidades solo contra el escarabajo, el león o el dragón de la tierra.

Tarta suspiró. “Eso es un alivio. A veces me siento incómodo por tu capacidad de hacer todo por tu cuenta. Me hace preguntarme si realmente me necesitas.”

“¿Cierto? ¡Necesitas tener algunas deficiencias, Lugh!” Dia adjunto.

Las chicas parecían estar unidas por esa idea, pero no aprecié su redacción. Lo tenían todo mal.

“No puedo hacer nada solo. Solo me las arreglo porque las tengo a ambas a mi lado” expliqué.

“¿De verdad quiere decir eso?” Dia cuestionó.

“Por supuesto.”

“Heh-heh. Supongo que no tengo más remedio que quedarme, entonces. No tienes remedio sin mí, después de todo.” Dia tarareó alegremente, uniendo su brazo con uno de los míos.

Tarte siguió su ejemplo, tomando mi otro brazo con vacilación. “Um, también estoy feliz de saber que me necesita, mi señor. Yo—yo no sería capaz de vivir sin ti.”

Dia asintió. “Yo tampoco. Fue solo por unos días, pero estar separado de ti me hizo sentir tan sola, enojada y triste que sentí que iba a perder la cabeza”.

“Debemos permanecer juntos para siempre… Casi consideré seriamente apuñalar a los que me observaban en mi carruaje mientras dormían para poder perseguirlo, mi señor…”, confesó Tarte.

“Viniendo de ella, definitivamente no es una broma”, dijo Dia.

Me hizo muy feliz saber cuánto les importaba a las chicas. Sin embargo, fue un poco vergonzoso escuchar lo bien que pensaban de mí. Estos últimos días también habían sido muy difíciles para mí. Estar solo había sido una parte natural de mi antigua vida, pero ahora era insoportable.

Eso fue una debilidad. Para un asesino, tener seres queridos era algo de lo que los demás podían aprovecharse. Según la lógica de un asesino, la mayoría de mis acciones fueron tontas e irracionales. Aun así, definitivamente puedo decir que no había nada malo en la vida que llevé como Lugh Tuatha Dé.

“De los tres demonios restantes, Mina no tiene la intención de destruir a la humanidad. Si podemos matar a los otros dos, tendremos paz”, dije.

“Parece que nos estamos acercando al final”. Dia sonrió.

“¡Seguiré trabajando tan duro como pueda! ¡Sé qué podemos hacerlo!” exclamó Tarte.

“Cierto. Veamos esto hasta su conclusión”.

Si pudiéramos matar a todos los demonios, evitar la resurrección del Rey Demonio y evitar que Epona se volviera contra la humanidad, este mundo sobreviviría y mi vida podría continuar. Ahora tenía una visión de la meta que inicialmente parecía absurdamente distante, y que incluía no matar al héroe, que era mi amigo.

¿Por qué, entonces, el sexto sentido de mi asesino, entrenado durante muchas décadas para darme una idea del peligro inminente, me decía que estaba pasando algo por alto?

-FIN DEL VOLUMEN 6-