Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 6

Capítulo 16: El Asesino Parte

Los carruajes que transportaban la totalidad de la Clase S y los estudiantes con las calificaciones más altas de la Clase A partieron de la academia.

Oficialmente, viajábamos a Tierra Santa para que Dia, Tarte y yo fuéramos elogiados por nuestros triunfos contra los demonios. La invitación procedía directamente de la Iglesia Alamita y de LA Alam Karla, nada menos. Naturalmente, los estudiantes estaban emocionados.

Desafortunadamente, esa no es la verdadera razón de este viaje. Gracias a la trama del demonio disfrazado de jerarca, ya corría la voz de que yo era un fraude que se apropió indebidamente del nombre de la diosa. Eso fue un delito grave. Sería tratado como un criminal no solo en Alvan, sino en casi todos los países del continente.

Sin embargo, deberían haber actuado con más naturalidad si querían ocultarme eso, pensé con una risa involuntaria. Me habían separado de Dia y Tarte y me habían colocado entre Epona y Naoise, la última de las cuales estaba aliada con un demonio. Muchos de los maestros más fuertes de la academia también estaban en nuestro carruaje. Se tomaron todas las precauciones para asegurarse de que no saliera corriendo.

La razón por la que nos separaron a los tres no fue solo para debilitarme eliminando a mis asistentes, sino también para evitar que intentáramos algo. Si uno de nosotros escapara solo, no sabríamos qué podría ser de los otros dos. De esa manera, todos éramos rehenes.

“Este va a ser un viaje largo, Lugh. He estado en la capital todo este tiempo, así que no he montado en un carruaje por un tiempo. Es agradable”, dijo Epona.

Estaba tratando de entablar una conversación informal, pero su expresión era tensa. Epona siempre había sido una mala actriz. En realidad, aparte de su abrumadora fuerza, era normal o peor en la mayoría de las cosas. Esa falta de equilibrio era en realidad típica de los héroes.

“Yo soy lo opuesto. He estado corriendo por todo el país, así que estoy harto de los carruajes”, respondí.

Epona parecía arrepentida. “Has estado dando todo para proteger el reino en nuestro lugar… Lo siento, Lugh”.

“No, no quise decir eso de esa manera”.

Epona me recordó a Tarte cuando inclinó la cabeza con pesar. Naoise nos miró y se encogió de hombros.

“Estoy harto de que los cobardes de la capital solo se protejan a sí mismos. Están dejando que el héroe se desperdicie. Me da escalofríos pensar en dónde estaríamos si Lugh no estuviera cerca”, dijo.

El objetivo del demonio era crear la Fruta de la Vida y resucitar al Rey Demonio. Se necesitaron diez mil almas humanas para formar un solo fruto. Eso convirtió a las grandes ciudades en objetivos probables, y debido a que los altos mandos del gobierno temían que la capital fuera atacada en ausencia del héroe, lo que resultaría en la pérdida de sus vidas o fortunas, habían anclado Epona a la ciudad. Si hubiera podido moverse libremente, no habría tenido que arriesgar mi vida luchando contra demonios.

Eso es exactamente lo que hará que las cosas sean diferentes esta vez. Según Alam Karla, la diosa le dijo al demonio que “este héroe no se está agotando lo suficiente”. Normalmente, incluso si los gobernantes quisieran confinar al héroe en la capital, tendrían que ser enviados a lidiar con los demonios porque eran los únicos que podían hacerlo. Esta vez fue diferente, sin embargo, porque yo estaba presente. Leí toda la literatura disponible, pero nunca encontré mención de una persona que no fuera el héroe que había matado a un demonio.

“Yo también estoy harto de ellos. No quiero tener nada que ver con este título de ‘Caballero Sagrado’”, acepté.

Naoise sonrió. “¡Ha! Eso no sonaría genuino de nadie más, pero realmente no te importan las cosas”.

“Haré algo para convencer a los que están en el poder… No puedo dejar que cargues con esta carga solo, Lugh”, dijo Epona.

Quería que el héroe se uniera a la lucha, así que no iba a detenerla. La única ventaja de luchar contra los demonios en lugar de Epona era ganar experiencia en combate, y últimamente había estado pensando que ya había adquirido más que suficiente.

Continuamos hablando, nuestra conversación se volvió divertida y ociosa como si fuéramos solo tres compañeros de clase ordinarios. Nadie habría sabido que éramos un héroe, un criminal y el sirviente de un demonio.

***

Acampamos por la noche. Los caballos no tienen buena visión en la oscuridad, y aunque conseguimos caballos frescos en un pueblo en el camino, necesitaban descansar. Los carruajes en los que viajábamos eran carruajes cama; eran espaciosas y tenían literas plegables, por lo que podíamos usarlas para dormir toda la noche.

Quería saber cómo estaban Tarte y Dia, pero no obtuve permiso cuando traté de verlos. Sin embargo, no estaba preocupado por ellos. Dada la fuerza que habían obtenido de Mis Leales Caballeros, solo había dos personas en este campamento que podían hacerles daño, Epona y Naoise, y esas dos estaban a mi lado.

Es posible que Dia y Tarte no puedan ganar si todos los instructores trabajaran juntos, pero aun así podrían correr. Eran mis asistentes de asesinato, y había pasado más tiempo entrenándolos en operaciones encubiertas que en combate. Entre la fuerza y la supervivencia, esta última era más importante.

Terminé mi comida, y justo cuando estaba a punto de regresar al carruaje para dormir porque no tenía nada más que hacer, Naoise me tomó de la mano. “¿Quieres ir a mirar las estrellas? Mi dominio está cerca, así que conozco un lugar con una hermosa vista”.

Los instructores que me miraban hicieron expresiones de sorpresa y se prepararon para la acción. Naoise los acomodó con una mirada.

“Sí, eso suena bien. El cielo se verá diferente aquí que en Tuatha Dé”, respondí.

La sugerencia de mirar las estrellas era una excusa, por supuesto. Naoise probablemente tenía algo de lo que solo podía hablarme a solas.

***

Llegamos a la orilla de un lago después de un pequeño paseo. El reflejo del cielo estrellado en la superficie del agua era hermoso.

Naoise me sonrió y se llevó un dedo a los labios. Al ver eso, realicé un hechizo usando una técnica especial de vocalización sin mover mis labios. Nadie que estuviera mirando hubiera podido decir que yo había hecho algo.

El hechizo creó un límite delgado a nuestro alrededor que interrumpió el flujo del aire. El sonido era la vibración del aire, y al detener eso, podía detener el sonido. Naoise y yo estábamos esencialmente en una habitación insonorizada al aire libre. Los instructores nos vigilaban, pero no nos escuchaban.

“Podemos decir lo que queramos ahora”, le dije.

“Ese es un hechizo conveniente. ¿Podrías enseñármelo?” preguntó Naoise.

“No tienes la afinidad del viento, por lo que sería imposible”.

“Eso es decepcionante.”

La afinidad por el viento tenía una gran variedad de usos. Elegí las cuatro afinidades básicas, pero si tuviera que elegir solo una, me hubiera ido con el viento.

“Entonces, ¿de qué tomaste este riesgo para hablarme?” cuestioné

“Sí, vayamos directo a eso. Esta es una trampa. Los instructores te drogarán y te dormirán antes de que lleguemos a Tierra Santa, y cuando lleguemos, te someterán a un juicio por brujería en la horca”, reveló Naoise.

“Me imaginé tanto. Suena bien para un villano que ha mentido sobre su conexión con la diosa.”

Los juicios de brujas habían ocurrido en este mundo como lo habían hecho en el anterior. Fueron el resultado de un rumor de que los monstruos se disfrazaban de humanos y se colaban en la sociedad. Que sucediera algo similar en dos planetas diferentes decía mucho sobre la naturaleza humana. La sospecha nos hizo perder la cabeza.

“… Ya sabías eso, ¿eh?”

“Sí. También podría decirte que también sé que el jerarca es un demonio”.

“No parece que Epona te haya revelado esto… Realmente me encantaría tenerte en mi orden de caballeros”.

La orden de caballeros de Naoise era una organización que había creado para lograr su sueño, y solo reclutaba gente joven y talentosa. Mi rechazo a su invitación llevó a Mina a atrapar a Naoise con la tentación de un mayor poder.

“Mi respuesta no ha cambiado”.

Y lo sé mejor que preguntar de nuevo. Has subido tan alto. No podía esperar contenerte en mi orden… Especialmente no como están las cosas ahora”.

“Ya veo. ¿Eso es todo lo que tenías que decir?”

“No. Tengo algo de información para ti. El apodo del demonio disfrazado de jerarca es el ‘Titiritero’. La señora Mina me dijo que te dijera eso”.

“Eso es útil… No he visto mención de algo así en los libros que he leído”.

“No puedo decir que estoy sorprendido. Después de todo, es un titiritero.”

Ese apodo sugería que el demonio tenía la habilidad de manipular marionetas. Probablemente siempre había permanecido oculto e hizo que sus títeres lucharan por él.

Esto me recordó algo que había observado en los libros que había leído. De los ocho demonios, siete de ellos fueron representados de la misma manera en cada época. Sin embargo, uno de ellos era diferente cada vez, hasta el punto de que cada iteración parecía un individuo completamente diferente. Si este demonio tenía los poderes que sugería el apodo de “Titiritero”, entonces se comprobó. Los demonios representados en la literatura no eran el Titiritero, sino sus muñecos.

“¿Esa es toda la información que tienes?” Yo pregunté.

“Si eso es. ¿Te decepcioné?” Naoise respondió.

“No, eso es suficiente. No saber eso podría haber sido letal”.

Ser sometido a un juicio por brujería era una de las cosas que esperaba. Tenía un plan para ese escenario que involucraba matar al jerarca durante el juicio y usar su habilidad de regeneración para mostrarles a todos que era un demonio.

La regeneración del demonio era un proceso obligatorio y automático. Usé mi pelea con el demonio orco para verificar algunas teorías. Una de las cosas que probé fue si un demonio se regeneraría o no si le volaran la cabeza. Quería ver si la regeneración dependía del cerebro o si evitaba el pensamiento por completo. Mi experimento demostró que era lo último.

Si el jerarca se regenerara después de que le volé la cabeza, todos se darían cuenta de que era un demonio disfrazado. Sin embargo, si no era un demonio sino una marioneta, eso lo cambiaba todo. Matarlo me convertiría en un asesino y nunca recuperaría mi lugar en la sociedad.

“La señora Mina estará encantada de que lo digas. Ella dijo que quiere mantener una relación favorable contigo”.

“Eso es bueno escuchar. Yo también haré mi parte”. Por lo menos, parecía que Mina todavía tenía la intención de utilizarme.

Descubrir que el jerarca era un títere tomó la estrategia de matarlo fuera del tablero. Sin embargo, también abrió algunas nuevas posibilidades. Tuve que hacer una estrategia para aprovecharlos.

De todos modos, matar al jerarca y hacer que se regenere no había estado muy alto en mis planes. A decir verdad, las nuevas tácticas que ideé tan tarde tampoco serían mis primeras opciones. Tenían demasiado riesgo. El mejor resultado para mí sería ganar el juicio de manera justa y honesta.

Aun así, iba a dedicarme a trabajar en nuevas estrategias. Cualquier cantidad de cosas inesperadas podrían ocurrir durante un asesinato. Tenías que ser escrupuloso con los planes alternativos. Pulí cada uno mentalmente, considerando sus posibilidades de éxito, y los comparé con mis esquemas existentes para decidir la prioridad.

Necesito informar a Dia y Tarte también. Operamos como un equipo, y mis planes no tendrían sentido si yo fuera el único que los conociera.

“¿Quieres regresar, Naoise? Hace frío afuera” sugerí.

El asintió. “Seguro.”

Me mantuvieron aislado de Dia y Tarte, pero transmitirles información no sería difícil. Teníamos nuestros dispositivos de comunicación por radio, y eran del tipo que podía enviar y recibir transmisiones dentro de dos kilómetros, incluso sin una gran terminal presente. Nadie conocía la correspondencia por radio, por lo que podíamos usar las herramientas a plena vista sin problemas.

Iba a comprobar cómo les estaba yendo y contarles mis nuevos planes en detalle.