Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 6

Capítulo 15: El Asesino Regresa

Después de asegurar a Alam Karla en la casa de seguridad e indicarle que no saliera, regresé a la academia. La luna brillaba intensamente en el cielo nocturno cuando aterricé en el techo de mi dormitorio. Después de confirmar que no me habían visto, regresé a mi departamento a través de la ventana.

Luego agarré mis materiales de estudio y me preparé para partir. Iba a participar en nuestro grupo de estudio semanal. Originalmente lo comencé para ayudar a Epona a mejorar sus malas calificaciones, pero ahora, casi todos en la Clase S participaron.

Asistir me daría una coartada. El concepto de avión no existía en este mundo. No había forma de que alguien pudiera creer que había hecho un viaje de ida y vuelta a Tierra Santa en solo medio día. Incluso con la fuerza física de Epona, era imposible. Por lo menos, no sería sospechoso de haber secuestrado a Alam Karla.

***

Epona me llamó al día siguiente después de clase. Ella era la heroína que la diosa dijo que eventualmente destruiría el mundo y era la persona a la que reencarné para matar. A pesar de eso, estaba buscando una manera de salvar a todos sin tener que quitarle la vida.

Como siempre, vestía un uniforme masculino y se presentaba como hombre. A mí solo me parecía un chico guapo, pero tenía rasgos faciales agradables y me hubiera gustado verla como una niña.

Le sonreí. “¿Qué está pasando? ¿Está todo bien?”

Inicialmente me acerqué a Epona por un interés propio calculado para obtener información sobre el héroe y congraciarme con ella para que bajara la guardia cuando tuviera que matarla. Ahora, sin embargo, pensaba en ella como una verdadera compañera.

“No quiero ocultarle nada a un amigo, así que te lo diré directamente. Esta mañana, algunas personas de la iglesia me dijeron que has estado haciendo pasar tus propias palabras por las de la diosa y tratando de llevar al mundo al caos. También me dijeron muchas más cosas malas sobre ti.

Dijeron que es mentira que te inviten a Tierra Santa para recibir elogios por derrotar demonios y que en realidad vas a ser juzgado. Me dieron la orden de vigilarte para que no huyas y de detenerte por la fuerza si lo intentas.”

La iglesia se mueve rápido. Según Alam Karla, ayer por la mañana declaró que la diosa no me habló. Una paloma mensajera con órdenes para los miembros de la iglesia en la academia hubiera sido demasiado lenta. Deben haber tenido este plan listo por algún tiempo.

Este demonio era bastante inteligente. Estaba tratando de lidiar conmigo usando a Epona y gastar su energía haciendo que peleara conmigo. Nada podría servirle mejor que eliminar simultáneamente la mayor amenaza para sus planes y agotar al héroe.

“Fui honesto contigo, así que quiero que seas honesto conmigo. ¿Has estado mintiendo? preguntó Epona.

“No. La iglesia sí”, le contesté.

La expresión de Epona se suavizó ante mi respuesta y dejó escapar un gran suspiro. “Eso es un alivio. Eso significa que puedo apoyarte con orgullo”.

“Me alegro de que confíes en mí, pero ¿realmente deberías hacerlo tan fácilmente?”

Epona sonrió y asintió. “Me salvaste. Habría estado fuera de la lucha para siempre si no fuera por ti. Ya has matado a varios demonios y salvado tantas vidas. Confío mucho más en ti que en esa gente arrogante de la catedral. Si dices que has estado diciendo la verdad, entonces eso es suficiente para mí.”

Sonreí irónicamente. Para bien o para mal, Epona no había sido contaminada por la iglesia. El Alamismo era la religión del mundo y su influencia era inmensa. Nadie podía criticar a la iglesia, por muy equivocadas que fueran sus declaraciones. Incluso un noble arriesgó su reputación al hablar en contra de la organización. Las personas que tomaron eso en cuenta estaban mejor.

Aquellos a quienes se les inculcó la creencia a una edad temprana de que las enseñanzas del Alamismo eran infalibles y nunca cuestionadas de otra manera eran el peor tipo de personas. No escucharon la lógica y las palabras no pudieron alcanzarlos. Ese era el problema de la religión; conmovió a la gente con emoción más que con la razón.

“Gracias por creerme. Tenerte como enemigo es un pensamiento aterrador”, dije. Todavía era incapaz de derrotar a Epona en una pelea justa. Ni siquiera estaba seguro de poder escapar.

Hombre, la iglesia es extraordinariamente poderosa. Los cerdos de la capital real habían encadenado a Epona a su ciudad por temor a perder la vida. Por eso me nombraron Caballero Sagrado y me asignaron el trabajo de correr por el reino para enfrentarme a los demonios. A pesar de eso, Epona ahora estaba siendo enviada a Tierra Santa. Esa fue la prueba de que la autoridad de la iglesia anuló el deseo de autoconservación del gobierno. La iglesia sería un poderoso enemigo.

“Todavía no puedes relajarte, Lugh. ¡Aún tienes la inquisición! ¿Qué debemos hacer? ¿Debería, um, ayudarte a huir?” Epona se ofreció.

“No tienes que hacer nada. Voy a asistir a la audiencia. Limpiaré mi nombre de todos los cargos según el libro”, respondí.

El juicio iba a llamar mucho la atención. Si corría, nunca podría eliminar las acusaciones de la iglesia.

“¿Estás seguro de que puedes hacer eso?”

Incluso Epona, con lo verde que estaba, sabía lo que significaba una inquisición. No fue un procedimiento real destinado a discutir y encontrar la verdad; era un escenario para condenar y avergonzar a la gente a la vista del público.

“Puedo. Pero por si acaso, ¿me rescatarás si parece que estoy a punto de ser asesinado?”

“Por supuesto que lo hare.”

“… Sabes que ayudarme te convertirá en un enemigo del mundo, ¿verdad?” pregunté, sintiendo un poco de preocupación por Epona. Si estaba subestimando el poder de la Iglesia Alamita, necesitaba darle una educación sólida. Usarla aprovechándose de su ignorancia no era algo que haría un amigo.

“Yo sé eso. Pero tengo que proteger a mis amigos… y tú necesitas cumplir tu promesa. Dijiste que me matarías si alguna vez me perdía, ¿recuerdas?

Eres la única persona capaz de eso, Lugh. No sé qué haría si te capturaran o asesinaran.”

Le hice esa promesa a una Epona llorosa durante nuestra batalla contra el demonio orco cuando dijo que no quería pelear más y que tenía miedo de lastimar a otros estudiantes y de olvidarse de sí misma.

“Lo sé.”

“Me enojaría si no lo recordaras”.

“Yo nunca te haría eso, Epona.”

Esa fue la razón por la que fui convocado a este mundo, después de todo. Como su amigo, estaba haciendo todo lo posible para evitar que destruyera el mundo. Sin embargo, si mis esfuerzos fallaban, por las personas que amaba y por la propia Epona, por la niña que lloraba porque no quería lastimar a nadie, la mataría.

“Está bien, te veré luego, Lugh”. Epona se alejó.

La vi irse y dejé caer mi sonrisa falsa. “Es una buena chica, pero todavía demasiado ingenua”. Suspiré y escuché un ruido sordo detrás de mí. El origen del sonido era un hombre delgado, amordazado y atado con una cuerda, golpeando el suelo.

Pasos silenciosos se acercaron por detrás de él.

“Vaya, tenía razón, mi señor. De hecho, había alguien siguiéndote”, dijo Tarte, quien vestía su uniforme.

Le pedí a Tarte que nos siguiera detrás de Epona y de mí para capturar a cualquiera que viera espiándonos. Esencialmente, le pedí que siguiera a la persona que nos seguía. Al perseguir a alguien, era fácil concentrarse demasiado en su objetivo y dejarse indefenso, aunque cualquier espía que permitiera que eso sucediera era de segunda categoría. Desafortunadamente para el tipo que nos seguía a Epona ya mí, era así de incompetente, y Tarte lo capturó fácilmente.

Observé al hombre derrumbado. Hmm. En realidad es mejor de lo que le di crédito.

Mirando a Tarte, dije: “Te has vuelto más fuerte”.

“¿Eh?” ella respondió confundida.

“Solo veo una herida en la parte posterior de su cabeza. Esa es la prueba de que lo dejaste indefenso con un solo golpe, sin que él notara tu acercamiento. Este hombre es un profesional, y deberías estar orgulloso de haber tenido éxito contra él. No hay muchos en el mundo tan talentosos como tú a tú edad” expliqué.

Tarte atrapó al hombre porque era supremamente experta, no por falta de habilidad de su parte.

“N-No, no merezco ese elogio. Me acaba de enseñar mucho, mi señor”, negó Tarte.

“Si eso fuera todo, no habrías llegado tan lejos. Has trabajado muy duro.”

Incluso antes de que me dijeran que me retirara y me concentrara en la enseñanza en mi vida anterior, tenía experiencia entrenando a muchos estudiantes. Enseñé a muchos que tenían mayor intuición que ella, pero nunca conocí a un alumno que creciera tanto como ella. Era un cliché, pero el trabajo duro venció al genio cuando el genio no pudo trabajar duro.

Le di unas palmaditas en la cabeza y ella se sonrojó y se inclinó hacia mí. A pesar de sus esfuerzos por evitarlo, su rostro se suavizó en una sonrisa. Encontré ese lado de ella muy lindo. Ella se mostró reacia a separarse de mí cuando retiré mi mano.

“Vamos a tratar con este tipo”, le dije. El espía me miró con reproche. Tarte no fue tan tonta como para matar a una fuente de información, así que lo dejó con vida.

Había predicho que el jerarca asignaría un observador para vigilarme. No tuvo más remedio que confiar en Epona porque ella era la única persona que podía detenerme, pero también era mi amiga. Debió considerar la posibilidad de que Epona traicionara a la iglesia, y asignar un observador fue una precaución natural, tan natural que era predecible.

“Una vez te enseñé en nuestras clases sobre los peligros y los aspectos prácticos de la religión”, comencé.

“Sí, lo recuerdo. Los fanáticos abandonan el pensamiento y se convencen de que su religión tiene razón en todo. No escuchan argumentos porque se niegan a pensar por sí mismos. Son muy útiles como herramientas, pero si terminas en conflicto con ellos, debes considerarlos más bestias que humanos”, relató Tarte.

“Eso es exactamente correcto. El hombre que atrapaste es uno de esos fanáticos.”

“¡Mmrgh, mmrrgh!”

El hombre luchó en el suelo. Nunca diría que la Iglesia Alamita lo había enviado. Si un espía revelara sus orígenes, dañaría a su organización. No había manera de que él permitiera eso.

“¿Cómo sabes eso?” preguntó Tarta.

“Su olor. La Iglesia Alamita tiene un aroma particular que solo se da a los seguidores que hacen grandes donaciones o contribuyen en gran medida a su orden de alguna otra manera. Lo huelo en este hombre” expliqué.

El aroma se pensó originalmente como una forma de dar a los seguidores una sensación de superioridad. Cada religión usó el rango como parte del proceso de creación de creyentes devotos. Los escalones también se hicieron lo más simples posible de comprender.

Ese sentido de superioridad llevó a las personas a sumergirse aún más en la religión. Nada despertaba la lealtad dentro de una organización como la sensación de que uno contribuía más que nadie y que era más apreciado que nadie. Pensé que era probable que a este hombre se le diera su rango especial por su servicio y no por su apoyo financiero.

Desafortunadamente para él, la iglesia representaba el rango en forma de olor. Un olor era excelente como una insignia fácilmente reconocible, pero ningún espía debería haber llevado una señal que revelara su identidad tan fácilmente.

“¡Eres tan inteligente, mi señor! Pero si es un fanático, ni siquiera dejarlo vivir hará que nos diga nada… ¿Deberíamos simplemente matarlo, entonces? Sería malo que la iglesia se enterara de que Epona te está apoyando, ¿no? Podríamos deshacernos de él fácilmente usando el horno en el taller que construiste en la academia”, comentó Tarte casualmente.

“¡Mmrrggh, mmrrrrrrrggh, mrrggghh!”

El hombre comenzó a luchar nuevamente después de escuchar un lenguaje tan violento de los labios de una niña tan hermosa.

“No voy a hacer eso. Pensarán que algo sucedió si desaparece. ¿Puedes averiguar qué debemos hacer aquí?” La desafié.

La desaparición de un espía era información importante en sí misma.

“Esto es difícil. La mejor opción sería hacerlo nuestro amigo, pero no nos va a escuchar… Torturar tampoco funcionará, porque se enorgullecerá de sufrir por la diosa. Lo siento, me rindo.”

“Te daré sesenta por eso. Convertirlo en nuestro amigo es la respuesta correcta. Nos va a dar información útil.”

“¿Cómo vamos a hacer eso si no podemos ganárnoslo o torturarlo?”

“Quiero que mires y aprendas. Ha pasado un tiempo desde que hemos tenido este tipo de lección”.

Hasta ahora, mi lucha contra los demonios había involucrado muy poco de la profesión secreta de Tuatha Dé. Hacía tiempo que no me ensuciaba las manos así. Dicho esto, yo era un asesino Tuatha Dé de memoria. No había forma de que no pusiera en uso un material de enseñanza tan excelente.

“¡Si mi señor! ¡Prestaré mucha atención!”

Tarte no era un genio. Sin embargo, era muy trabajadora y obediente.

Confiaba en que continuaría mejorando.

Okay, tengo algunos preparativos que hacer. Como dijo Tarte, este hombre no escuchaba las palabras y estaba preparado para soportar cualquier dolor. Sería difícil seguir las reglas.

Por eso iba a usar su cuerpo, más específicamente, la estructura de su cerebro, contra él. Esa era la diferencia entre emoción y reacción corporal. Había ciertas partes de la biología de una persona que podías usar para hacer que hiciera cualquier cosa. Y al combinar la magia de este mundo con la tecnología del anterior, los métodos para hacerlo se volvieron aún más efectivos.

Me sentí un poco mal por el tipo. Pero desafortunadamente para él, yo no era una persona tan amable como para ser fácil con las personas que intentaban etiquetarme como enemigo del mundo y matarme en desgracia.