Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 20

Capitulo 10: ¿Para Quién Es La Cruzada?

 

 

“¡Aaaaaah!” Erica gritó, agarrándose la cabeza con angustia. Todos quedaron desconcertados por el repentino cambio en ella. “¡¿Qué?!” Gritó Gouki, saltando hacia atrás.

Lanzas de tierra se levantaron del suelo, creando un círculo que protegía a Erica. Se extendieron a una velocidad tremenda, llenando un radio de cien metros a su alrededor. Todos, incluido Gouki, lograron evadir el ataque.


“Sube.” Orphia descendió con Ariel. “¡Muchas gracias!”

Gouki, Kayoko y Aria saltaron sobre la espalda de Ariel. Mientras tanto, la multitud que Orphia había estado reteniendo vio lo que había sucedido en el campo de batalla y se dispersó hacia la ciudad.

“¡¿Estás bien?!”

Rio y Aishia también descendieron del cielo.

“¡Sí, todos presentes y contabilizados!” Gouki respondió con rigidez.


“¿Qué diablos pasó aquí?” preguntó Rio, mirando a Erica mientras ella gritaba.

“De repente comenzó a gritar… A pesar de que estaba bien cuando la matamos todas esas veces…” Confundido, Gouki siguió la mirada de Rio hacia Erica.

Entonces, sucedió.

Los gritos de Erica se detuvieron de repente. Levantó lentamente la cabeza que había agarrado entre sus manos.

Las lanzas de tierra que rodeaban a Erica se separaron del suelo y se dispararon hacia ellos. Cada uno solo tenía la fuerza de un hechizo de ataque de grado inferior, pero había suficientes para cubrir todo el cielo. Controlar tantas lanzas de suciedad no fue tarea fácil. Claramente fue obra de Erica.

Rio y Aishia bajaron su altitud para proteger a Ariel. Pero parecía que la mayoría de las lanzas de tierra estaban dirigidas a Aishia.

“¡Orphia, aleja a todos de inmediato!”

“¡Claro!” Por orden de Rio, Orphia inmediatamente se elevó más alto en el cielo con Ariel. Mientras tanto…

“…” Al ver la trayectoria de las lanzas dirigidas hacia ella, Aishia dedujo que Erica podía controlarlas libremente. Ella voló para alejar las lanzas de todos.

“¡Aishia!” Rio envió esencia mágica a su espada, cortando algunas de las lanzas. Había demasiados para cortar con un solo golpe, por lo que repitió sus cortes una y otra vez.

“¡Voy a pelear con Aishia! ¡Retírense a la base!” Rio le gritó a Orphia, intuitivamente sintiendo que algo andaba mal. Orphia hizo lo que le dijeron y se fue volando con Ariel, dejando a Rio y Aishia solos en el cielo. Santa Erica todavía estaba en el suelo. Ella había estado mirando las lanzas volar sin ninguna emoción, hasta que…

“Heh… Hehehe…”

“¡Ha! ¡Bwahaha!”

Dos risas superpuestas entre sí; ambas voces procedían de Erica. Hablaba la misma persona, pero las dos voces eran diferentes. Uno era claramente femenino, mientras que el otro era masculino. La voz femenina indiscutiblemente pertenecía a Erica, pero la voz masculina no era familiar.

¡¿Qué…?! Rio cortó más lanzas mientras miraba el suelo con incredulidad.

“…” Aishia había estado preparando su esencia mágica mientras atraía a las lanzas de tierra tras ella. Lanzó varios cientos de orbes de luz a su alrededor, enviándolos a toda velocidad hacia Erica en el suelo.

“Hmph”. Erica balanceó su brazo con la mano vacía. Todos los orbes que Aishia había liberado desaparecieron.

“Que…” Rio se quedó sin palabras.

“¡Hah!” Erica inmediatamente saltó sobre Aria a una velocidad tremenda. Sus habilidades físicas eran mucho mayores que todo lo que Rio había visto de ella hasta ahora. Cerró la distancia con Aishia al instante.

“¡No te dejaré…!” Rio metió su cuerpo entre ellos.

“¡Fuera de mi camino!” La voz de un hombre molesto salió de la boca de Erica. Ella agitó su puño para quitarse de encima a Rio. Rio bajó su espada con la intención de cortarle el brazo, pero no pudo cortarlo.

Eso no puede ser…

La espada de Rio y el brazo de Erica chocaron en el aire, pero Erica tenía mucha más fuerza física y lo dominaba fácilmente. Rio usó sus artes espirituales de viento para hacer retroceder con todas sus fuerzas.

“¡¿Por qué me obstaculizas, Rey Dragón?!” Erica gritó con voz de hombre, mirando a Rio.

“¡¿Qué estás diciendo…?!”

“¡Esa mujer nos traicionó a los dos!” “De que—”

¡¿De qué estaba hablando?! Rio no podía entenderlo. Estaba confundido más allá de lo creíble.

“¡Debemos matar a esa mujer!”

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“¡No te dejaré!”  Rio levantó la voz, protegiendo desesperadamente a Aishia.

“¡¿Por qué?!” Erica se enfureció, su poder aumentó explosivamente en un solo instante.

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“¡Guh!” Rio finalmente perdió su fuerza y fue lanzado hacia atrás. Afortunadamente, estaban en el aire. Usó sus artes espirituales de viento para desacelerar de inmediato, minimizando la distancia a la que fue enviado de regreso. Rápidamente se acercó a Aishia una vez más.

Aishia se agarraba la cabeza y gemía de dolor. “Urgh…” “¡¿A-Aishia?!” Rio gritó en pánico.

“Maldita sea, no puedo usar todo mi poder mientras poseo otro. ¡Y mi memoria ha sido afectada por eso…!” Erica murmuró con odio. Ella también parecía estar experimentando dolor, ya que se presionaba la frente mientras miraba a Aishia.

Rio aprovechó esa oportunidad para enviar un golpe de viento en su dirección.

“Rey Dragón. ¿Por qué tu poder ha disminuido aún más que el mío?

¿También has poseído a esa criatura por causa de ellos?”

Erica envió una tremenda cantidad de esencia mágica a su brazo, atrapando la espada de Rio.

“No tengo idea de lo que estás diciendo”, dijo Rio, sudando profusamente. No sabía lo que estaba pasando, pero Erica era incluso más fuerte que la bestia de la tierra en este momento. Eso era lo único que sabía.

“¿Has perdido aún más recuerdos que yo? No… ¿Esa mujer reside dentro de ti? Y el alma de esa mujer es… ¿Cuál es el significado de esto?”

Erica miró entre Rio y Aishia inquisitivamente. “Yo… yo…” Aishia parecía tener un dolor terrible.

“¿Esa mujer tiene dos almas? No… Esta mujer es una cáscara vacía. El alma que siento allí tiene un aura mucho más fuerte”.

Erica de repente miró hacia el lago. Luego miró a Rio con sospecha. “Rey Dragón. No me has traicionado a mí también, ¿verdad…?”

“¡Dije que no tengo idea! ¡¿Quién eres tú?! ¡¿Qué le pasó a la Santa Erica?!” Río gritó.

En ese momento, Erica gritó con la voz de Erica. “¡Detente! ¡Para! ¿Quién eres tú?”

Su voz cambió a la voz del hombre. “¿Yo? soy la Santa. Santa Erica. ¡No soy yo…!”

Erica comenzó a gemir de dolor nuevamente.

“¡Esta es mi pelea!” gritó con su propia voz. “¡No te interpongas en mi camino!”

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Parecía haber alguien más dentro de Erica, alguien que era un hombre.

“Tonta. No eres más que una simple marioneta. Esta no es tu guerra”, le dijo el hombre dentro de Erica.

“¡No!” gritó desesperada. “¡Esta es mi cruzada! ¡Nadie tiene derecho a detenerme!”

“¡Eres irrelevante! ¡Yo… yo…!” El hombre dentro de Erica parecía estar igual de confundido. “¡Tú no eres un agente de dios! No hay dioses en este mundo, ¡todos se han ido! ¡Los únicos tontos que no han aceptado eso son los semidioses!”

“¡Así es, no hay dioses en este mundo! ¡Es por eso que estaba tratando de convertirme en dios! ¡Quería imponer un castigo divino!”

“¡Eres una imitación de un dios! ¡No, eres un mero títere!” Erica y la voz del hombre discutieron en voz alta entre sí.

“Maldita sea… No puedo permanecer como yo mismo por tanto tiempo, todavía… ¡Argh, olvídalo! Ya es bastante molesto tener la interferencia del Rey Dragón. En ese caso…”

El hombre dentro de Erica parecía tener prisa. Miró en dirección al lago. “Que…” Ella aceleró rápidamente, dejándolos a todos atrás.

“¡No! ¡Aishia…!” Rio gritó, a punto de perseguir a Erica. Pero se detuvo al ver a Aishia acurrucada por el dolor.

“Lo siento… Adelante…” Aishia gimió.

“¡Está bien…!” Rio se movió más rápido mientras volaba detrás de Erica.

***

 

 

En el lago ubicado a cinco kilómetros de la capital del territorio de Greille, el ejército dirigido por William Lopes acababa de regresar a la base.

“Han pasado unos minutos desde que desapareció la bestia de la tierra…”, murmuró Francois, mirando en dirección a Greille desde a bordo de la aeronave encantada.

En ese momento, uno de los tripulantes del barco llegó corriendo. “Su Majestad, casi todo el personal ha terminado de abordar”.

“Ya veo…”

Con la bestia de la tierra desaparecida, existía la posibilidad de que la pelea hubiera terminado. Sin embargo, sin forma de conocer al vencedor, solo podían enviar un explorador o esperar a que Rio u otra persona regresara. François vaciló sobre si dar la orden de marcharse durante unos momentos.

“Infórmame cuando se complete todo el abordaje”, decidió finalmente. Si la batalla terminó, alguien aún puede regresar con ellos. Quería retrasar su decisión hasta que todos estuvieran de acuerdo.

“¡Si su Majestad!”

El miembro de la tripulación que vino a hacer el informe se fue rápidamente. Entonces—

“¡Han vuelto! ¡Por ahí!” Miharu gritó desde la cubierta, señalando a Orphia y Ariel, que llevaba al grupo de Gouki.

Todos están a salvo. Eso significa…

¿Ganaron? No podía ver a Rio y Aishia por ninguna parte. Por ahora, tendría que escuchar lo que sucedió de Gouki. Sin embargo, alguien apareció de repente, pasando junto a Ariel.

“¿Qué? ¡¿Santa Erica…?!”

De hecho, era Erica, volando por el aire. Su llegada inesperada dejó a todos mirando hacia arriba, sin palabras.

“Te he encontrado, cómplice del traidor. Veo que también has poseído un alma humana como el Rey Dragón, aunque no puedo entender por qué…”

La persona que se parecía a Erica miró a una chica en la terraza. Al final de su mirada estaba Miharu.

“¿Eh…?” Parecía confundida en cuanto a por qué estaba siendo fulminada con la mirada.

“Sería fácil matarte ahora mismo…” Erica le tendió la mano a Miharu. Un rayo de luz destructiva se extendió hacia Miharu. Estaba de pie junto a Celia y Latifa, quienes inevitablemente quedarían atrapadas en el ataque.

En el último momento antes de que el rayo golpeara— “¡Haaah!”

Rio apareció ante ellos. Vertió toda su esencia mágica en su espada para desviar el rayo destructivo en otra dirección.

“¿Por qué interfieres, Rey Dragón?” La persona dentro de Erica miró a Rio. “¿Por qué quieres matarlas?”

Con Miharu, Celia y Latifa detrás de él, Rio le lanzó a Erica una mirada fría y mortal.

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“Si respondo eso, ya no seré yo. Esa mujer de allí me impuso esa limitación. Afortunadamente, parece que no hay demonios alrededor…”

“¿Limitación? ¿Demonios? ¿Qué estas…?”

“De cualquier manera, no hay tiempo. Lo cual también es culpa de esa malvada mujer.” Erica intentó disparar otro rayo destructivo a Miharu.

Sin embargo, usando artes espirituales voladoras, Rio detuvo el hechizo justo antes de que lo alcanzara. Usó un corte revestido de viento para alejar a Erica de la aeronave. De hecho, la golpeó con el ataque: un humano normal habría sido aplastado por la fuerza destructiva de su golpe, pero…

“…”

Erica atrapó el golpe con una expresión fría. El impacto solo la hizo retroceder un poco.

En ese caso…

“¡La distraeré! ¡Huyan!” Rio gritó, comenzando un ataque feroz contra Erica.

“¡Despega ahora!” Francois ordenó de inmediato. Pero no importa cuánto se apresuraran, les tomaría unos minutos antes de que pudieran partir.

“¿Pensaste que te dejaría correr?” Erica dijo con frialdad, bloqueando el ataque cortante de Rio con ambos brazos. Al momento siguiente, ella desapareció ante él, moviéndose rápidamente hacia un lado.

Silenciosamente sostuvo su mano derecha hacia la aeronave, preparándose para disparar una ráfaga destructiva de energía. Parecía tener la intención de apuntar a Miharu a bordo de la nave. Pero Rio mantuvo su velocidad usando artes espirituales de viento, blandiendo su espada para interrumpirla.

“Parece que tienes la velocidad, al menos. En ese caso…”

Erica frunció el ceño con molestia, moviendo su brazo hacia un lado con fuerza. Al instante siguiente, la espada que había acompañado a Rio a través de innumerables batallas…

“Que—”

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… roto en pedazos.

“¡Hah!” Rio inmediatamente abandonó el mango de su espada sin hoja y se acercó a Erica con las manos vacías. Utilizó sus puñetazos y patadas para golpearla con artes espirituales.


“Qué molesto”.

Erica trató de ignorarlo, pero él vio a través de sus movimientos y la evadió en consecuencia.


Los ataques de Rio fueron temibles; obviamente superó el reino de ser simplemente un humano en combate. Aquellos que estaban viendo su feroz batalla desde abajo quedaron abrumados por la vista.

Sin embargo, Erica no se inmutó. “Realmente te has debilitado, Rey Dragón”.

“¡Ugh! ¡Hhaaah!”

Con un lanzamiento de hombro con un solo brazo, Rio arrojó a Erica al suelo. Aceleró su propia velocidad para descender con ella, pisoteando su abdomen mientras caía. Se formó un pequeño cráter en el punto de impacto, pero…

“Hmph”.

De espaldas al suelo, Erica levantó la mano y disparó una bala de luz a Rio. Tenía solo unos veinte centímetros de largo, pero era demasiado rápido para evadirlo. Además de eso, contenía una esencia mágica extremadamente condensada.

“¡¿Qué?!” Rio apenas logró levantar los brazos y crear una barrera de esencia para protegerse. Cuando la bala hizo su impacto directo contra él…

“¡Guh…!” El golpe feroz hacia atrás lo envió volando.

Erica disparó varias balas adicionales después de que Rio se retirara y todas encontraron su objetivo. La explosión se tragó a Rio, empujándolo aún más lejos.

“¡Haruto!” Varias chicas gritaron ante la cadena de ataques que Rio había recibido.

Mientras tanto, Erica apartó la mirada de Rio y miró hacia la aeronave con Miharu a bordo. Mientras estaba distraída, Gouki, Kayoko y Aria hicieron un movimiento, golpeándola con todas sus fuerzas. Pero con sus extremidades pálidas y delgadas, Erica atrapó todos sus ataques. Luego los apartó como moscas.





“Wugh…”

Gouki y los demás salieron volando fácilmente. “…”

Orphia disparó una lluvia de flechas a Erica. Varios dieron un golpe directo, pero rebotaron en el cuerpo de Erica como si fuera de roca.

“¡Alma!”

“¡Claro!”

Sara y Alma colocaron sus manos en el suelo y activaron juntas un arte espiritual. Un lado usó hielo mientras que el otro usó tierra para enterrar viva a Erica.

“¡Oh, no!”

“¡El arte es…!”

La formación fue obstruida como si se hubiera negado la activación de su arte.

“Infantes de la especie que heredó nuestras bendiciones. ¿Realmente pensaste que ese juego de niños podría sellar el espíritu de la clase alta de la tierra?” Erica les dijo.

“¿El espíritu de clase alta de la tierra…? ¿Estás diciendo…?” Sara y los demás estaban estupefactos.

“…” Erica no les respondió. En ese momento, el ejército del reino también comenzó a atacar. Pero Erica no les prestó atención mientras extendía su mano hacia la aeronave una vez más. Entonces, Miharu salió corriendo de la aeronave.

“¡Espera! ¡No te vayas, Miharu!” Satsuki la estaba siguiendo nerviosa. Erica apuntó su mano hacia Miharu tan pronto como estuvo fuera del barco.

“¡Definitivamente me está apuntando a mí! ¡Por eso tengo que abandonar el barco! ¡No puedes venir detrás de mí!” Miharu estaba gritando mientras intentaba moverse a algún lugar sin nadie alrededor, pero…

“¡No hay manera de que puedas hacer eso!”

Naturalmente, Satsuki ganó en habilidad física. Alcanzó a Miharu rápidamente, sosteniendo sus brazos divinos en forma de lanza listos para proteger a Miharu.

“…” Erica lanzó una luz destructiva sin pensarlo dos veces.

“¡No te dejaré! ¡Ugh…!” Dijo Aishia, interrumpiendo. Se paró frente a Miharu y Satsuki, lanzando una barrera de esencia mágica para bloquear la luz.

“¡Ai-chan!”

“¡Retrocede! ¡Este hombre te persigue, Miharu!”

Erica era claramente una mujer, pero por alguna razón, Aishia la había llamado hombre. En ese momento, el dolor de cabeza pareció golpear una vez más, ya que Aishia hizo una mueca de dolor.

“Perfecto. Todos pueden morir juntos.” La luz destructiva que lanzó Erica se expandió.

“¡Ugh…!” La barrera que Aishia había creado no pudo resistir su fuerza y comenzó a crujir.

“¡Ai-chan! ¡Si no tienes suficiente esencia mágica, toma la mía…!”

Miharu se aferró a la espalda de Aishia, vertiendo toda la esencia mágica que tenía en ella. Ante eso, Aishia pareció darse cuenta de algo; sus ojos se abrieron en estado de shock. Por un momento, Aishia se congeló, mirando al espacio como si el tiempo se hubiera detenido.

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“¡Ayudaré!” Satsuki levantó una barrera de viento para reforzar la barrera de esencia de Aishia.

“Miharu, este hombre nos guarda rencor a ti y a mí…” Aishia dijo de repente, como si hubiera recordado algo.

“¿Un rencor hacia nosotras…?”

¿Por qué? Miharu estaba desconcertada, incapaz de pensar en una razón. Mientras pensaba eso, la barrera de Aishia estaba a punto de romperse.

“¡Haaaaah!” De repente, Rio regresó de ser arrastrado por el ataque anterior. Se acercó a Aishia y extendió ambas manos para sostener la barrera con ella.

“Ugh…”

Incluso entonces, empujados por la luz destructiva, Rio y los demás retrocedieron poco a poco.

“¡Ignis Iecit!” Una bola de fuego salió volando de la aeronave. Los hechiceros del reino habían hecho un ataque. Liselotte y Charlotte estaban entre ellos. Las bolas de fuego golpearon el cuerpo de Erica en sucesión, envolviendo su carne en llamas. Pero esas llamas también se extinguieron instantáneamente.

“Cosas molestas…” Erica chasqueó la lengua con leve molestia. Luego, comenzó a caminar hacia adelante mientras aún liberaba su luz destructiva.

“Gah, no es bueno. A este ritmo…” No sería capaz de proteger a todos. Pero él absolutamente no quería eso. Rio resistió desesperadamente la fuerza que empujaba contra él, manteniendo la barrera.

“…” Aishia miró el perfil de Rio, su corazón se sentía como si fuera a estallar de su pecho.

“Ríndete, Rey Dragón. Ese es el límite de un recipiente humano. Mi recipiente también es humano, pero su cuerpo dejó de ser humano en el momento en que se convirtió en héroe. Ella es muy diferente a ti”, le dijo Erica a Rio.

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“¿Eh…?” Satsuki parecía perplejo. Como héroe, era una frase que no podía pasar por alto. Si lo que acaba de decir Erica era cierto, los héroes ya no serían humanos. ¿Significaba eso que ella tampoco era humana?

En ese momento, un rayo de luz intensa cayó.

“¡Durandal!” Latifa llegó corriendo, cargando a Celia. Debió haber estado preparando su magia mientras todos peleaban. El rango se había ajustado mucho en comparación con la pelea con el Héroe Asesino Draugul, pero el ataque mágico más fuerte en el arsenal de Celia golpeó a Erica directamente.

El ataque sorpresa por detrás atrapó a Erica con la guardia baja, infligiendo con éxito más daño que cualquier otro ataque hasta ahora. La mitad del cuerpo de Erica que tocó el corte se desintegró por completo. Como resultado, el ataque que Erica estaba usando contra la barrera de esencia de Rio también desapareció.

“Pensar que un humano podría usar magia trascendente… ¿Esa mujer te enseñó?” La mitad desintegrada del cuerpo de Erica se recuperó rápidamente. Apartó la mirada de Miharu para mirar a Celia por un breve momento.

“De ninguna manera…” Celia estaba estupefacta. Erica balanceó su brazo hacia Celia y Latifa con molestia. Sin embargo…

“¡No te dejaré!” Rio voló entre ellas, recibiendo el golpe de su brazo en su lugar. Por supuesto, su cuerpo físico fue mejorado.

“¡Gah!” Se escuchó un terrible crujido del brazo derecho y la caja torácica que Rio usó para protegerlos.

“¡Río!” Latifa gritó de miedo.

“¡Estaré bien! Te quedas atrás. ¡No, todos deberían huir!” Rio gritó, derribando a Erica dos metros atrás.

“Qué molesto… Ya veo. Así que esta es la fuerza de los humanos. Cada uno de ustedes puede ser insignificante solo, pero pueden apoyarse mutuamente reuniéndose. Pude salir a la superficie hoy gracias a un golpe de suerte, pero parece que no tengo tiempo… Muy bien. Veamos si pueden protegerse hasta el final”, dijo Erica con un suspiro, luego desapareció.

“¿Ella se fue…?” Satsuki murmuró. Pero eso no fue posible; Rio inmediatamente miró el tsunami de esencia mágica que se elevaba del otro lado de las llanuras.

“Que…” Se quedó sin palabras. No era una cantidad de esencia que pudiera ser manejada por un humano, o cualquier otra criatura viviente en este mundo, para el caso. Incluso si alguien pudiera contener tanta esencia en su cuerpo, tenía que haber un límite razonable para cualquier criatura viviente, y esta cantidad claramente superaba eso. Lo superó por tanto, que no sabía qué hacer.

“¡No.…!” Rio gritó con voz ronca. “¡Ella no se ha ido simplemente! ¡Cambió de ubicación para que nadie se interpusiera en su camino! ¡Aleja la aeronave ahora mismo…!”

En este momento, era lo que quería decir, pero ¿a dónde irían?

Había tanta esencia mágica que era imposible imaginar lo que sucedería. El alcance de su efecto podría ser insondable. No había forma de que la aeronave pudiera volar lo suficientemente alto a tiempo.

Era imposible para todos ellos correr. Solo podía salvar a unos pocos como máximo. Tendría que tomar una decisión sobre a quién salvar.

“…”

Río no sabía qué decir.

“Haruto…” En ese momento, Aishia se paró junto a Rio. “Aishia…”

“Lo siento…” se disculpó. “¿Por qué…?”

Ella de repente comenzó a hablar. “Recordé… No todo, pero la razón por la que no tengo recuerdos. Y cuál es mi papel…”

“¿Qué estás diciendo…?” Todo lo que había sucedido hoy era tan desconcertante.

Aishia continuó. “Yo era una cáscara vacía. Un contenedor temporal para almacenar energía. Es por eso que estaba destinada a devolverte ese poder con una explicación.”

“¿Es este el momento para eso, Aishia?” En esta situación que se asemejaba al fin del mundo.

“Pero gracias a ti, Haruto, dejé de ser un cascarón vacío”. Era casi como si…

“Me diste mi nombre. Un nombre precioso, cálido como la primavera.”

¿Casi como si se estuviera despidiendo…?

“Estaba tan feliz”, dijo Aishia con seriedad. “Gracias.” Tocó a Rio en la mejilla, agradeciéndole como si fuera el final.

“Sé que debería devolverte este poder. Pero…” Fue en este momento que Aishia parecía un poco vacilante.

“Pero no puedo hacerlo”, dijo, sacudiendo la cabeza. “¿Por qué no…?”

“Ya tienes a todos”, dijo Aishia, mirando a todos. Todos la miraban con ansiedad.

“El niño solitario llamado Rio se convirtió en ti, Haruto. No puedo robar tus preciosos lazos con todos.”

Aishia miró fijamente las caras de todos. Luego se dio la vuelta para enfrentar la ola de esencia a través de las llanuras con una mirada de determinación. “La única persona que necesitas olvidar soy yo. Es por eso…”

Rio no podía comprender lo que estaba diciendo en absoluto. No, no quería.

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“Esta es nuestra última despedida. Derrotaré a la Santa no, a ese hombre, yo misma…” Aishia se fue. Pero justo antes de volar, miró a Rio.

“Adiós, Haruto.”

Ella sonrió suavemente y se rio entre dientes lindamente. No era su yo emocionalmente distante habitual, sino una mujer joven con una vívida gama de emociones.

Por lo tanto, Aishia se fue del lado de Rio.

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