Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 10

Capítulo 3: Un Pasado Devastador—Como Lloyd Belladonna, Pero No Ajeno

Parte 3

Shouma todavía parecía insatisfecho, pero reprimió sus dudas. Dejó la mansión de Tramadol.

“Lo siento, Shouma. Por ti y Lloyd”, susurró Sou, solo a la luz de la luna.

Sus ojos estaban en el uniforme de enfermera y las fotos de Lloyd en él.

Pasantía, día tres: mañana.

El segundo día había traído reuniones y revelaciones inesperadas, y con el reconocimiento de un rey, Lloyd estaba pensando que la diplomacia podría no ser tan mala.

Sintiendo que tenía una idea más clara de lo que podía hacer por el ejército de Azami, estaba entusiasmado por esforzarse aún más y encontrar lo que realmente quería hacer.

Eso lo despertó temprano y, para su sorpresa, Marie se levantó incluso antes. Una vista rara de hecho.

“B-Buenos días, Marie”, jadeó. “¿P-Pasa algo malo?”

Estaba ocupada con un mortero y una mano, haciendo algo. “Pareces demasiado sorprendido”, dijo. Buenos días, Lloyd. A veces me despierto temprano”.

“Um… ¿es una ocasión especial? ¿Una venta matutina de licores? … ¡No! ¿Es esto un trabajo real?”

“Lloyd, ¿por quién me tomas? ¡Sigo siendo técnicamente una bruja!”

Incluso ella agregó el “técnicamente”, pero le lanzó su mejor expresión ofendida antes de mostrarle la medicina que estaba haciendo.

Al verla legítimamente trabajando duro, Lloyd tartamudeó sus disculpas.

“Yo… ya veo. Lo siento. Pero si te levantas temprano haciendo medicinas… ¿es un resfriado fuerte? ¿La gripe?”

Marie agregó lo que parecían raíces de kudzu a su mortero y comenzó a triturarlas.

“Eso no, no. El carpintero ganó mucho en las carreras y compró un buen vino, se bebió toda la botella y, bueno, resultó ser un mal borracho.”

“Oh, uno de esos. El alcohol caro puede golpearte de la manera equivocada, ¿eh?”

“Él ha estado gritando, ‘¡Me siento enfermo!’ y su estado de ánimo está por todas partes. Estoy haciendo algo para la resaca y el dolor de estómago. ¡Ambos se están vendiendo como locos estos días! Me di cuenta de que estaba recién salido, así que ahora los estoy haciendo desde cero”.

Habiendo oído hablar de síntomas similares, Lloyd fruncía el ceño, perdido en sus pensamientos.

“Emocionalmente inestable… Marie, este podría ser la mal—whoops”.

Casi había dicho “maldición”, pero luego recordó que se suponía que no debía compartir eso. Se tapó la boca con las manos.

“No te preocupes”, dijo Marie. “He oído hablar de esta maldición. Los síntomas se alinean, pero… no podemos estar seguros. Veremos cómo progresa antes de sacar conclusiones”.

“El jefe diplomático estaba hablando con el rey Sardin sobre eso ayer”.

“El ejército puede hacer un anuncio oficial pronto. Lo que podría significar exámenes médicos gratuitos para ello… Debería avisarle al carpintero.

Lloyd rápidamente preparó el desayuno mientras Marie se retorcía con anticipación.

“Te hice un poco de papilla. ¡Asegúrate de descansar un poco una vez que termines eso! Los médicos tienen que practicar lo que predican, ¿recuerdas? Si la sopa está fría, asegúrese de recalentarla primero”.

Al verlo preocuparse por ella, Marie sonrió.

“Eres un ángel”, dijo ella, fingiendo un acento occidental.

Totalmente dependiente de él.

Ni siquiera se mencionó la idea de regresar al castillo. Es casi seguro que los esfuerzos desesperados del rey fueron en vano.

En la escuela, los internos se reunieron una vez más.

“Um, ¿Allan está aquí?”

“No he visto ninguna señal de él”. Selen sonrió.

“Uf”. Lloyd hizo una mueca. “Renge todavía debe estar enojada”.

“…… Lo suficientemente enojada como para— ¡mmph!”

Riho había tapado apresuradamente la boca de Phyllo.

“Eso sonó potencialmente para adultos, y es demasiado pronto para ese tipo de conversación, Phyllo”.

Cuando Riho la soltó, Phyllo frunció los labios de mal humor. “……La charla

obscena es una ventaja de ser estudiante. Una vez que nos graduamos, es solo una violación de recursos humanos”.

“No es algo que una estudiante a punto de ir a su próxima pasantía debería decir”.

Pero mientras ellos estaban jugando, Micona estaba en su propio mundo.

“Dos días seguidos, Lloyd Belladonna me dejó en el polvo. Sin embargo, si dejo que se vea en mi cara, eso causará una mala impresión. ¡Puedo hacerlo! ¡Estoy a la altura del desafío! ¡Puedo liderar esta batalla contra el favoritismo inapropiado! ¡Soy la protagonista de esta historia, y se necesitará mucho más para deprimirme!”

Un dolor en el culo optimista.

Tener la popularidad de Lloyd constantemente en su cara definitivamente la había empujado al límite. Pero Lloyd fue muy amable y no se dio cuenta de que esto era su culpa.

“¿Ocurre algo, Micona? ¿Te sientes mal?” “Heh-heh-heh. ¡Te arrepentirás de esas palabras hoy, Lloyd Belladonna!” Esa no era la reacción que esperaba, y dejó escapar un pequeño grito.

“Por supuesto que ella no está bien. Ella es Micona, y siempre es así. Sir Lloyd, no le prestes atención.”

“Bueno, si tú lo dices. Te llevas mejor con ella, Selen.”

Las tres chicas hacía tiempo que estaban acostumbradas a las tonterías de Micona.

Un rival que se enfrenta al bondadoso líder, su banda de coloridos personajes: ¡la fiesta JRPG ideal! A medida que avanza la historia, chocarían y se acercarían más—

“¡Nuestra batalla apenas comienza! ¡Prepárate, Lloyd Belladonna!” “Eh, ¿de acuerdo? ¡Haré lo mejor que pueda, Micona!”

Sí, estos dos no van a tener ningún contacto de corazón a corazón al final del juego.

La promesa que había hecho el primer día parecía haber desaparecido hace mucho tiempo, y estaba en modo competitivo completo cuando partieron.

“¿Dónde es la pasantía de hoy, Riho?” preguntó Selen. Ella no estaba dispuesta a buscar estas cosas por sí misma. De esas personas que nunca mueven un dedo si hay alguien cerca que hará cosas por ella.

Riho era de ese tipo, así que puso los ojos en blanco y miró los documentos. “¡Deberías intentar leer tu propia copia, Sele— ¡gah!”

“…… ¿Gah? ¿Qué pasa?”

Todos se inclinaron para ver qué había hecho gritar a Riho.

“Um, ¿hoy es el departamento de inteligencia? ¿No dirigieron la cabina de adivinación del festival, perfilando a cualquiera que entrara?”

La propia rama de espionaje de Azami.

Encargados de recopilar información, eran en gran parte clandestinos y hacían principalmente cosas de espionaje encubiertas.

“También conocidos como detectives vestidos de civil, investigan otros países o manejan auditorías industriales a nivel nacional, una gran variedad de trabajos. La mayor parte está envuelta en misterio. Paga bien, pero ¿no te interesa, Riho Flavin?”

Micona le dio un empujón y Riho se dio cuenta de que no estaba saliendo del apuro.

“Rol trabaja allí.”

“…… ¿Ella lo hace?”

“Sí. Después de su truco en el festival, fue ascendida a jefa de inteligencia.

Esto podría ser duro”.

“¿Pero no es ella como una hermana para ti?” preguntó Lloyd. “Tal vez nos reciba con los brazos abiertos”.

“Ha-ha, ella no es como Mena o tu Shouma. Ella simplemente nos ignorará, luciendo malhumorada. Esa serpiente no le abre los brazos a nadie”.

“Oh… pero siento que los tres tienen mucho en común”.

Mientras Lloyd murmuraba eso, llegaron para encontrar…

¡BIENVENIDOS! LLOYD BELLADONNA, GRUPO DE CINCO.

…un letrero enorme, como el que encontrarías fuera de un hotel que alberga un evento.

“Eso parece tener los brazos abiertos, Riho”.

“Para Lloyd.”

No exactamente clandestino. Micona ya se había sentido bastante frustrada por el trato preferencial.

“¿Hay algún lugar donde no tengas el dedo envuelto, Lloyd Belladonna?” Incluso Lloyd estaba totalmente estupefacto.

“……Rol……te has vuelto loca…”

“¿Qué diablos está pensando?”

Tanto Phyllo como Riho tenían una historia con Rol y murmuraban sombríamente.

El personal de la oficina los estaba saludando como asistentes en un balneario de aguas termales. Todos vestían yukata, como algo que verías usando a Anzu en el Dominio Ascórbico.

“““Gracias por acompañarnos hoy. Disfruta tu estancia.”””

“Escuchar eso de soldados veteranos no me hace querer ‘quedarme’”.

Lloyd vio a la dama de la cabina de adivinación. “Um, hola de nuevo. ¿Puedo pedirte una explicación?”

“¡Lloyd! ¿Qué tal? Verás, la jefa dijo que teníamos que vestirnos así, ¡así que lo hicimos! ¿Bien? ¿Me veo bien?”

“Mucho, pero… ¿dónde los conseguiste?” preguntó Selen.

El espía pareció sorprendido. “Un cadete los hizo para nosotros. Chica de segundo año con gafas. ¿No la conoces?”

Todos asintieron. Micona se frotó la frente. La chica de las gafas realmente se movía.

“Se ha vendido a sí misma a las relaciones públicas y a la inteligencia… Ella es mejor en esto de ser pasante de lo que yo seré jamás”.

Impulsados por la alfombra roja, encontraron a Rol de pie en el centro de la habitación, con los brazos cruzados y un kimono formal. Como una señora de las aguas termales.

“Te hemos estado esperando, Lloyd. Riho y Phyllo también”.

“¿Qué buscas, Rol?” Riho frunció el ceño. “¿Y qué llevas puesto? Si vas a usar este tipo de kimono, ¿por qué no te pones de rodillas también?”

“Oh, ¿está cosa? Dije que era un poco exagerado, pero esa chica hizo lo de sus anteojos habituales y dijo: ‘Debes sentir las posibilidades’, y estaba sobre mí antes de darme cuenta. Una vez que te pones un kimono, es bastante difícil quitártelo”.

Micona inclinó la cabeza. “Como directora de su año, debo disculparme”.

“Oh, no te preocupes por eso, Micona. Nosotros fuimos los que preguntamos”.

“Bueno, señora Rol, ¿cuándo abrió aguas termales en la oficina de inteligencia?”

Riho estaba tirando de las mangas de Rol, con un ojo en su expresión.

Rol la sacudió y cubrió sus labios.

“Este atuendo puede no ser el mejor ejemplo, pero la inteligencia implica muchos disfraces”.

“……Y una lengua simplista.”

“Explorar a la gente mientras la entretenemos es parte del trabajo. Así que cállate y déjanos hacer de anfitrión”.

No es la actitud más hospitalaria.

Los ojos de Riho se entrecerraron.

“Solo estás tratando de atraer a Lloyd para que trabaje para ti”.

“Exactamente. Y no solo porque sé lo bueno que es”.

“…… ¿Oh? ¿Qué otra cosa? Además, más por favor. Rellena esto.

Phyllo le entregó a Rol su taza, ya en pleno modo de “ser servido”.

Rol le sirvió té con gravedad, pero ella parecía estar de buen humor, porque susurró: “El rey tiene los ojos puestos en Lloyd. Las pasantías se adelantaron porque estaba preguntando sobre los objetivos futuros de Lloyd”.

“……Eso lo explica.”

Eso aclaró las cosas para Riho y Phyllo. Rol les hizo jurar a ambos que no se lo dirían.

“Con los ojos puestos en él desde arriba, cualquier departamento al que se una obtendrá la aprobación de todo su presupuesto. No me importa si somos su primera o segunda opción, mientras estemos en su lista. Una palabra suya vale mil en oro. Nuestra futura financiación está asegurada”.

“Siempre tuviste olfato para esas cosas.”

Phyllo les dirigió una mirada a ambas.

“…… Definitivamente son hermanas.”

Rol le devolvió una sonrisa de puedes decir eso otra vez y sirvió más té en sus tazas.

“Para resumir, trabajar en inteligencia requiere que sepas cómo manipular sutilmente a tu invitado”.

“Dime, Rol, ¿has buscado la palabra ‘sutil’ últimamente? Además, Lloyd no es tu boleto de comida…”

“Te encantan las donas, ¿verdad, Riho?” preguntó Rol, tratando de silenciarla.

“Está bien, podemos llamar a eso sutil”, dijo Riho, fácil de sobornar.

Rol parecía muy engreída.

“Aquí en inteligencia, sabemos cómo les gusta a nuestros objetivos antes de entrar. Fue nuestro departamento el que preparó el vino y el shochu que le gusta al Rey Sardin”.

“Educativo y lleno de buena comida. ¡Este parece un gran lugar para trabajar!” Selen exclamó, ya enganchada.

“Argh, tengo que dejar que nos entretengan para dar una buena impresión, así que ¿por qué me siento culpable? Wow, estos aperitivos son deliciosos”.

Micona había planeado ser la que untara la mantequilla, por lo que ser untada ella misma la dejó bastante incómoda.

Pero no tan incómodo como Lloyd.

“Sus técnicas de servicio son ciertamente informativas, pero…”

“Relájate, Lloyd”.

“Pero vine para una pasantía…”

Al verlo todavía vacilante, Rol usó la tarjeta bajo la manga.

“¡Eso lo hiciste! Escuché que eres un gran cocinero. Apuesto a que prefieres alimentar a la gente a que te alimenten, ¿verdad? Ya hicimos nuestra investigación sobre ti también. ¡Sabemos exactamente lo que te gusta!”

“¿Oh?”

Hizo una pausa dramática… luego sacó un uniforme de enfermera.

“¡Aquí estás, Lloyd! Eso es lo que querías, ¿verdad? ¡Hagamos de esto una fiesta de disfraces! La chica de segundo año con las gafas dijo que te resistías a ponerte esto, pero en el fondo—”

“Sí, lo odiaba más que nada”.

“¿Eh?”

“Yo. Odio. Eso.”

Desafortunadamente, el informe de la chica de las gafas había sido una ilusión.

Su carta de triunfo se había quedado corta y Rol no logró disimular su consternación.

“P-Pero… ¡su amor oculto por los disfraces! Los trajes de sirvienta y mayordomo en el festival, el uniforme de botones en el hotel, el traje que usó en Rokujou…”

Toda esa información era precisa. La conclusión a la que se llegó no fue.

“Me disculpo por mi compañera de clase”, dijo Micona.

Riho sonreía por su donut. “Ahora muéstranos cómo arreglas las cosas cuando tus adulaciones resultan contraproducentes”.

“…Ojos bien abiertos.”

“Hnggg…”

Un silencio incómodo se apoderó de la oficina de inteligencia, roto por la entrada dramática de un hombre poco inteligente.

¡Bam!

“¿Q-Qué…?”

En cayó Allan, los ojos rodaron hacia atrás en su cabeza.

“””¡¿Allan?!”””

Pero no era el hombre en sí mismo, solo el hacha en su cadera, o más bien, Surtr, quien la poseía.

“¡Escucha, joven Lloyd! ¡Por fin te encontré! ¡Tienes que ayudarnos!” “¿Surtr? ¿Qué ocurre?”

El hacha voló en su dirección, y Lloyd se unió al instante al cinturón maldito de Selen, Vritra.

“¿Qué pasa, Tony, quiero decir, Surtr? ¿Allan sigue con nosotros?”

Allan ni siquiera estaba temblando. Surtr debe haberlo arrastrado todo el camino.

“E-El vivirá. Por ahora… pero… pero no si…”

Antes de que Surtr pudiera pronunciar otra palabra, llegó su perseguidor.

¡Swsh! ¡Thnk! ¡Swsh! ¡Thnk!

Dos hachas pequeñas giraron por el aire y se hundieron en la alfombra.

“¡Esos son—!”

“¡El arte secreto de Renge! ¡Libélula!”

Esta técnica de artes marciales le permitió controlar sus hachas sin usar las manos. El Dominio Ascórbico era conocido por estos movimientos místicos.

Rol estaba tan embaucado que pisó el dobladillo de su kimono y cayó de bruces.

“¡Ka-blau!”

“!”

Las hachas volvían a moverse, por lo que Lloyd intentó sujetarlas, como un pescador que controla su captura.

“¿Qué es esto? ¿Qué es esto?”

“¡Surtr! ¿Qué le pasa a Renge?”

“Quiero decir”, dijo Surtr, brillando débilmente. “Ella siempre estuvo un poco trastornada en lo que respecta a Allan. Pero el otro día se volvió loca. Como, legítimamente emocionalmente inestable”.

“””¡¿Emocionalmente inestable?!”””

El mismo pensamiento cruzó la mente de todos… incluso cuando apareció la propia Renge.

“¡¿Por qué, Allan?! ¡¿Por qué no entiendes…?!”

Acento completo, sin rastro de elegancia en ninguna parte. Lágrimas corriendo por ambas mejillas.

“¡Mah me duele el corazón por ti, y no me das nada! ¿El aspecto de enfermera de Lloyd realmente te sienta mejor? No es que no entienda. Me hizo querer tomar fotos para su conservación, posteridad y uso privado”.

Todo eso sonaba como si fuera principalmente para uso personal, y el hecho de que ella no planeara hacer proselitismo lo hizo sonar bastante persuasivo.

“¡Oh, no! ¡Ella es inestable! ¡Incapaz de un juicio racional!” “No, Sir Lloyd, Renge está completamente en su sano juicio”. “¡Claramente no!”

Tanto Selen como Lloyd estaban igualmente seguros de su evaluación y.…

bueno, ambas posiciones tenían sus méritos.

“¡No me dejas más remedio que venir al estilo Ascobiano! ¡Una lucha a muerte! ¡Los verdaderos guerreros llegan a un acuerdo arriesgando sus vidas!”

Es difícil hacer eso si uno ya está muerto. También es difícil luchar cuando está inconsciente.

Renge había abandonado sus hachas y ahora solo estaba mordiendo a Allan.

“Esta podría ser la maldición”.

“Verlo ciertamente es convincente”, admitió Selen.

Y si estaba convencida…

Pero Renge estaba listo para la acción, un polvorín a punto de estallar, sin restricciones. Tanto estaba reprimido allí, el futuro seguramente tenía una clasificación R.

Como parecía que su pasantía podría dar paso a una hemorragia interna, dándoles una educación en todas las cosas malas—

“¡Arte secreto! ¡Retroexcavadora Agrícola!”

Merthophan irrumpió, con taparrabos y todo, y un rápido golpe en la nuca de Renge la derribó. Todos quedaron boquiabiertos, todos preguntándose qué pasaba con ese movimiento que involucraba trabajo agrícola o por qué requería este atuendo.

Ajeno a las miradas, el intruso se ajustó el taparrabos, luciendo extremadamente satisfecho.

“¿Alguien tiene una cuerda? Demasiado arriesgado dejarla libre así.”

El hombro del kimono de Rol se había soltado en la caída, pero ella ni siquiera intentó arreglarlo. En cambio, ordenó a alguien que buscara ataduras.

Pronto ataron el cuerpo inconsciente de Renge y Merthophan dejó escapar un suspiro de alivio.

“Estaba inspeccionando los almacenes del castillo cuando escuché que Allan se había escapado de su sermón y que Renge lo había estado persiguiendo toda la noche. La situación se parecía mucho a los síntomas de esta maldición, así que pensé que debería comprobarlo. Me desnudé y salí en busca de Renge”.

Deslizar suavemente la palabra “desnudo” en una exposición inocua obligó a todos a controlar su impulso de reaccionar de forma exagerada. Merthophan nunca se dio cuenta.

“Hmm”, gruñó. “Si esto realmente es culpa de esa maldición, es peor de lo que pensaba. La persona equivocada afectada bien podría convertirse en un arma mortal. Menos mal que solo estaba enfocada en Allan”.

Nadie estuvo tentado de reaccionar ante esa afirmación. Si hubiera estado despierto, eso le habría dado a Allan un motivo adicional para llorar.

“No se preocupe, ex coronel Merthophan, no muchas personas son tan hábiles como Renge”.

“Micona, no nos maldigas”, siseó Riho.

“¡Y! ¡Si hay! ¡Yo, Micona Zol, directora de segundo año de la Academia Militar Azami! Manejará las cosas. ¡El señor demonio Abaddon me dio la fuerza de salto de las langostas y el poder de volar! Las raíces de los árboles son muy flexibles. ¡Puedo detener a cualquiera!”

Oh, ella solo estaba haciendo un lanzamiento. Sin embargo, liderar con poderes de señor demonio fue una elección dudosa.

“…Tan obvio,” murmuró Phyllo.

Sin más preámbulos, era hora de llamar a esa maldición.

¡Tnk tnk tnk—slam!

Deslizándose de cabeza en la habitación estaba… el rey de Rokujou, Sardin Valyl-Tyrosine.

“¡Hola a todos!” dijo, echando su cabello hacia atrás. “Es tu… espera, ¡no tenemos tiempo para saludos alegres! ¡Ayuda!”

Lloyd corrió hacia él. “¿Qué pasa, Su Majestad?”

“¡Oh! ¡Lloyd… y Phyllo! ¡Salvación! En realidad, yo también estoy bastante perdido”.

Pero incluso cuando Sardin alcanzó a Lloyd, un cuchillo aterrizó a centímetros de su cara.

“¡Eep!”

“Eh, ¿qué? ¡¿Un cuchillo?!”

Lloyd volvió los ojos hacia la fuente. Hallazgo…

“¡———————–! ¡¡ ————————————————————————————–!!”

…La esposa de Sardin, Ubi. Normalmente muy silencioso; ahora gritaba tan fuerte que ni siquiera emitía un sonido.

“¡¿Ubi?!”

“…… ¿Mamá?”

Ella no prestó atención a su sorpresa, como si sus ojos estuvieran solo en Sardin.

“ ¡Tú y tu acto tonto! ¿Eres realmente tan estúpido? ¡Solías tener tu mierda juntos! Entiendo que ahora es parte de tu imagen pública, ¡pero piensa en las personas que están contigo! ¡¿Estás siquiera…?!”

El estrés de la vida diaria se había acumulado y estaba impulsando esta ametralladora Gatling de quejas razonables, posiblemente más como un bombardeo de alfombra.

“¡Ha estado así toda la mañana! Pensé que estaba un poco apagada ayer, pero antes de que me diera cuenta, ¡se había convertido en una maníaca total! ¿Es esta la cosa? ¡¿El curso?!”

“¡Hi-yah!”

“¡Eeeek!”

Ubi había arrojado otro cuchillo. Sardin estaba pegado al suelo como un insecto, por lo que se le llama El Hombre Asustado.

“¡M-Micona! ¡Dijiste que podías detener a cualquiera! ¡Ahora es tu oportunidad!”

“¡Selen Hemein! ¿Cómo es esta mi oportunidad? ¿Quieres que me enfrente a la esposa de un rey? Si le rompo las extremidades, no será solo una crisis diplomática, ¡me dirigirán directamente a la cárcel!”

“¡No te pedí que la mutilaras!”

“¡No me importa quién la detenga, pero trate de no lastimar a mi esposa en el proceso!”

Sardin todavía estaba preocupado por la seguridad de su novia, incluso en esta situación. Entonces, una voz bastante despreocupada resonó en la habitación.

“Ugh, pensé que escuché una gran raqueta”. Entraron la hermana de Phyllo y la hija de Sardin.

“…… Mena.”

“Tengo que limpiar el desorden de mi familia aquí. Lo siento mama. ¡Bola de agua!”

Un canto rápido, y la magia de agua patentada de Mena cubrió la cabeza de Ubi.

Encapsulada, luchó por respirar durante unos segundos antes de desmayarse.

“…… Entonces, ¿qué pasó con mamá? Estaba bien ayer” dijo Phyllo, acunándola.

Antes de que Sardin pudiera ofrecer más detalles, intervino Merthophan.

“Espera, Phyllo Quinone. Estos detalles deben ser compartidos con todos los involucrados. Rol, llama a Chrome y Choline, un experto en maldiciones y médico.

Hablaba como el hombre a cargo, a pesar del taparrabos, por lo que Rol pronto asintió.

“Entendido. Coloque a nuestros invitados en ese sofá y enviaré a nuestros agentes con la citación.”

Primero, el jefe de un clan ascórbico, y ahora la novia de la realeza de Rokujou, ambos enloquecidos. Esto claramente ya no era una mera “alerta”.

“Si esta maldición se extiende, estaremos en un gran problema, imagina si todos actúan así. Si cuelgan esos carteles míos después de que se pone malo, todos estarán furiosos… Espero que no los pongan en absoluto”.

Las perspectivas de Lloyd podrían haber parecido sombrías, pero mojó un paño y estaba limpiando las caras del dúo inconsciente, cuidándolos.

“Si esto se apoderó de alguien con un verdadero rencor, podría ponerse extremadamente feo”. Selen frunció el ceño.

“Esa no es la peor parte. Con un montón de gente mentalmente inestable reunida, será pan comido irritarlos. Controlar una mafia, ese tipo de investigación de lavado de cerebro está fuera de los límites, incluso en la Academia de Hechicería de Rokujou.”

Rol había sido la directora allí.

El estado de ánimo se oscureció y el personal de inteligencia se apresuró a organizar una sesión informativa de emergencia.

No mucho después, llegaron Chrome y Choline, con los hombros agitados.

“Estos incidentes de la maldición de las espinas que tienen lugar en terrenos militares pueden ser una bendición disfrazada. Si hubieran sido vistos en el Distrito Central, habría habido un alboroto”.

Una consorte real y un líder de clan agitando cuchillos: los objetivos perfectos para un frenesí mediático. Chrome se estremeció ante lo que los tabloides habrían hecho con él.

“Pero la situación sigue siendo grave. Rey Sardin, ¿puede informarnos sobre lo que le sucedió a su esposa esta mañana?” preguntó Choline.

“Esta mañana temprano, incluso antes de que los pájaros comenzaran a cantar…”, comenzó Sardin, como si estuviera contando una historia espeluznante sobre la fogata, “…mi esposa había estado bebiendo y luchó por levantarse. Me lavé la cara y volví para encontrarla todavía sentada en el borde de la cama, aturdida. Me incliné para un beso matutino, como siempre…”

“……Demasiada información.”

“Sí, escuchar eso de tu padre es una gran vieja nada”.

Las historias sobre el coqueteo de los padres son las verdaderas historias de terror.

“¡Tenemos derecho! ¡Estuvimos separados durante diez años enteros!”

Las protestas de Sardin fueron bastante petulantes. Sus hijas parecían más irritadas por momentos.

“Heh-heh-heh. Es raro ver que estos dos se vean tan desanimados. Sigan con el buen trabajo, Rey Sardin.”

“Estoy de acuerdo. Ojalá tuviera una cámara”.

Riho y Selen se burlaban.

“¡Ha-ha-ha! Natie, Phyllo, tenéis buenos amigos. Pero Ubi me rechazó sin piedad. Como siempre. Un verdadero shock de Sardin”.

“…Ya, ya”, dijo Phyllo, aliviada de que su madre fuera exactamente la mujer que siempre había creído que era.

“Nunca se sabe hasta que se intenta. Ningún Sardin retrocede ante un desafío”.

“Renuncia a tu filosofía de ‘nunca te rindas'”.

Rechazó esta súplica con una sonrisa radiante. Claramente no renunciar a nada hoy.

“De todos modos, pensé que eso era todo, pero de repente, se puso furiosa. Empezó con quejas acerca de que yo iba a dar un beso en público u otras quejas menores, y luego, sin previo aviso, sacó cuchillos y me golpeó de verdad. ¿Un amor demasiado fuerte? No, esta debe ser la maldición. Sabía que dondequiera que estuviera Phyllo, Lloyd también estaría allí, ¡así que yo, Sardin, corrí hacia mi seguridad! Y aquí estoy yo.”

“Así que papá hizo una carrera indigna con la persecución inquebrantable de mamá justo detrás”.

“Hmm”, se quejó Chrome. “La diplomática mencionó que había estado un poco irritable ayer, así que… Todo esto comenzó una vez que llegaste a Azami, ¿sí?”

“Mmm, nunca antes había sido tan hostil como ahora. Pensé que solo estaba tensa por la visita de estado. Que mis acercamientos finalmente rompieron el hielo en su corazón y sacaron el alma de la aspirante a abrazadora que siempre imaginé que podría ser”.

“…… Ahórranos tus fantasías”, gimió Phyllo.

“Por lo que me han dicho, el comportamiento de Renge también se ha vuelto cada vez más errático”, dijo Merthophan. “Supusimos que estaba emocionada por estar cerca de su amado Allan…”

“Si observamos lo que tienen en común, podríamos reducir la fuente de la maldición. ¿Visitaron los mismos lugares, comieron las mismas cosas…?”

Cuando Chrome se apagó, entró Marie.

“Me llamaron para pedir consejo médico. ¡Qué desastre!”

“¡Ah, Marie!” dijo Lloyd, saludando con la mano.

“Cuánto tiempo sin verte, Su Majestad”, comentó Marie.

“Una vez más, nos encontramos en una situación desesperada, ha-ha-ha”.

“Una pena, sí. Pero para que la maldición de las espinas golpee a dos VIP a la vez…”

“¡Bueno, nada que Marie la Bruja no pueda manejar!”

“¡Riho, no me construyas aquí! Todavía no conocemos la causa raíz, así que todo lo que puedo hacer es tratar los síntomas y ver cómo evoluciona”.