Boku Wa Tomodachi (NL)

Volumen 7

Capitulo 1: Catorce Años Por La Mañana

A la mañana siguiente después del cumpleaños de Kobato.
Después de despedirme de María y Kate Takayama, quienes pasaron la noche aquí, comencé a preparar el almuerzo para Kobato y María mientras preparaba el desayuno.
Kobato todavía no se había levantado después de terminar de hacer el desayuno, así que no me quedó otra opción más que ir a despertarla.
Anoche Kobato y María se quedaron despiertas hasta pasada la media noche, peleando mientras jugaban un videojuego (era uno nuevo que le había regalado a Kobato por su cumpleaños).
Kate había pasado toda la noche bebiendo soda y comiendo trocitos de calamar seco mientras observaba a las dos niñas con una mirada llena de soledad… me pregunto como ella puede parecer una anciana a pesar de ser más joven que yo.
—Kobato, ya es hora de levantarse.
…………
No conseguí ninguna respuesta cuando la llamé desde las escaleras, así que me dirigí a su cuarto.
—Kobato.
Ca-click, abrí la puerta de su habitación y entré.
Su cuarto es bastante tétrico para ser el de una chica.
Hay posters del anime “Kurogane no Necromancer” pegados en varias partes.
Además de eso, ella consiguió una copia de la cruz que aparece en el anime, un llavero con forma de cráneo, colgantes para el teléfono con los personajes de ese anime y un montón de otras cosas esparcidas por su cuarto.
Y su más nueva pertenencia, un montón de talismanes con símbolos Sanskrit escritos, pegados por todas partes.
Los talismanes son los que le regaló Yukimura por su cumpleaños.
Estaba muy preocupado de que no le fueran a gustar, pero viendo que los cuida de la misma manera que a sus amadas cosas de anime, supongo que le debieron de agradar bastante… creo que se lo diré a Yukimura.

Varios libros y cuadernos estaban amontonados encima del escritorio para niños que Kobato lleva usando desde primaria.
Había un set de velas aromáticas y pañuelos cuidadosamente colocados en uno de los estantes del escritorio.
Esos también eran regalos de ayer. Los pañuelos eran de Yozora y las velas aromáticas de Rika.
…Por cierto, puso las velas y los pañuelos donde había puesto el autógrafo de ese director de anime que consiguió gracias a Sena. Sin embargo, ese autógrafo ahora estaba apretujado en un pequeño espacio de su estantería.
Y en cuanto a Kobato…
—… Nhyu…
Kobato suavemente sostenía una cruz mientras una tenue sonrisa estaba en su rostro mientras seguía dormida.
Me dieron muchas ganas de sonreír, pero se nos iba a hacer tarde para la escuela si no se despertaba rápido, así que sacudí su hombro izquierdo.
—Oye, despierta, ya es hora de ir a la escuela.
Pero ella no se despertaba sin importar cuantas veces lo intentara.
… No me quedaba otra opción.
Acerque mi cara al oído de Kobato y entonces, con un tono serio de voz,
—¡Kobato! ¡Ya empezó Kurogane no Necromancer!
—¡¿Funyah?!
En el momento en que terminé de decir eso, Kobato, quien no se despertaba por mucho que la moviera, hizo una expresión de sorpresa y abrió mucho los ojos.
Comenzó a mover sus ojos, observando todo a su alrededor y entonces una mirada de desconcierto apareció en su rostro antes de detenerse y empezar a mirarme con esos hermosos ojos azules que heredó de nuestra mamá.
—…… Kukuku… fuahhh… An-chan…… buenas noches…
Kobato bostezó y cerró los ojos otra vez.
—¡Oye, detente, no te vuelvas a dormir! ¡Vamos a llegar tarde!
… Es su primera mañana después de cumplir catorce años, pero parece que mi hermanita es la misma de siempre.