Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 7

Epilogo: Emprender El Viaje Del Héroe

 

 

Fortaleza de la Última Muralla, una montaña transformada en ciudad baluarte. Era un símbolo de convicción frente al mal.

Aquí, Ruti la Heroína se encontró por primera vez con Theodora la Cruzada. Esta era la sede de la iglesia, los líderes de la única religión.

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En un rincón de la ciudad, escondido en una habitación adornada con telas caras, había una pintura que representaba la escena de un héroe anterior luchando contra el señor de los demonios en la pared. Dos personas ocupaban esta cámara.

“Ese es el último de mi informe”, concluyó el obispo Shien de Zoltan.

Habló con un hombre grande, fácilmente de más de dos metros de altura, que estaba sentado detrás de un escritorio.

El cardenal Ljubo lucía una sonrisa afable en su gran rostro mientras dejaba el informe sobre la mesa y miraba al obispo Shien.

“Muy bien. Es una bendición que las cosas se resolvieran sin problemas. El Colegio Cardenalicio retirará nuestra declaración de guerra propuesta al Reino de Veronia”.

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“¡Muchas gracias, Su Gracia!”

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El obispo Shien se palmeó el pecho con alivio. Se había evitado una guerra entre humanos. Había tenido éxito en una misión que era demasiado grande para el clérigo de un pequeño remanso como Zoltan.

“Te ves bastante demacrado. Supongo que es comprensible teniendo en cuenta el deber que has asumido. Seguramente sería difícil para ti viajar hasta Zoltan en tu estado actual. ¿Quizás sería mejor para ti recuperarte aquí en la fortaleza de la Ultima Muralla primero?”

“Le agradezco su consideración, Su Gracia. Sin embargo, me gustaría regresar a Zoltan lo más rápido posible para brindar socorro a aquellos de mi rebaño que están preocupados por el conflicto reciente”.

“Eres un obispo modelo. Es casi un desperdicio que uno de tus talentos esté en la frontera. Muy bien. Puedes partir mañana. Tendré todo lo que necesites para tu viaje preparado para ti.”

“Mi más profunda gratitud por su amable consideración por alguien como yo”.

El obispo Shien hizo una profunda reverencia y salió de la habitación. “¡Tch!”

La sonrisa desapareció rápidamente del rostro del cardenal. Abrió un cajón, sacó un puro Veronian y lo encendió.

“Hahhh”.

El cardenal Ljubo era un hombre enorme. Tan grande que se rumoreaba que uno de sus antepasados era un gigante.

El cardenal exhaló bocanadas de humo, nublando la habitación.

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“A solo un paso de distancia”.

Se había evitado una guerra con Veronia.

Incluso el cardenal Ljubo, con todo el poder que había acumulado, no podía permitirse impulsar un conflicto sin una justificación adecuada. Fumó su cigarro con una mirada amarga en su rostro. Entonces llamaron a su puerta.

“Tu gracia.”

“Ah, Van. Te estaba esperando. Adelante.”

Entró un chico de unos quince años.

Llevaba una armadura azul con el escudo rojo del Héroe grabado en ella.

La espada en su cadera era una réplica de la espada del Héroe, el Santo Cazador de Demonios. Aunque solo era una recreación, había sido forjado con las mejores espadas conservadas por la iglesia. Era la espada sagrada más nueva hecha por el hombre, y tenía un gran parecido con la hoja que sostenía el Héroe en la pintura de la pared.

“La guerra con Veronia se ha evitado. El comienzo del viaje de su Héroe se ha retrasado”, explicó el cardenal mientras apagaba el cigarro en un cenicero.

 

 

“¡Ya veo!”

“Pareces muy feliz por eso”.

El chico se apresuró a explicarse. “Disculpas. Pero pensé que era bueno que la situación pudiera resolverse sin que las personas tuvieran que pelear entre sí”.

Ljubo sonrió amargamente ante la simple seriedad del joven. Así tenía que ser. No se podía permitir que el Héroe fuera corrompido.

“Pero por supuesto. Es un inconveniente que el plan para que emprendas el viaje del Héroe haya sido desperdiciado, pero tienes razón en que es un resultado feliz para la humanidad.”

“¡Sí, señor!” El chico asintió. “Las personas que luchan entre sí mientras el señor de los demonios propaga el mal es la pereza”.

“¿La guerra es pereza, dices?”

“Sí, pereza, señor. Y la pereza es un pecado. Las vidas de las personas solo deben gastarse por el bien de luchar contra el señor de los demonios. Cualquier otra muerte o forma de vida no sólo es perezosa, sino sin sentido y sin valor. ¡Tal es la voluntad de nuestro Señor Demis!”

No había ni rastro de duda en sus ojos cuando declaró eso.

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El cardenal asintió satisfecho.

“Tú eres verdaderamente el Héroe”.

Van era el segundo héroe que el cardenal Ljubo había descubierto.

Como devoto, nunca dudó de las enseñanzas de la iglesia, y arriesgaría su vida y la de los demás por el bien de las enseñanzas del Todopoderoso Demis sin dudarlo.

Al ver los ojos radiantes del niño, el cardenal esbozó una sonrisa sincera sobre la maravillosa herramienta que había encontrado.

“Umm, ¿Su Gracia?”

“¿Qué es?”

“Si no va a haber una guerra con Veronia, ¿no debería ir al frente de la batalla con el ejército del señor de los demonios y cumplir el papel del héroe?”

“No debes adelantarte. Debes entrenar, para que primero puedas ganar una fuerza acorde con el Héroe.”

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“…Sí, señor…”

“Pensé que los soldados Veronianos serían perfectos para elevar tu nivel, pero esa ya no es una opción”.

El plan del cardenal era que Van acompañara a los caballeros sagrados de la iglesia a la batalla para que pudiera aumentar el nivel de su bendición y ganar fama como el Héroe.

“Pero esto también es simplemente la voluntad de Demis”.

El cardenal sonrió cuando vio la expresión de inquietud en el rostro de Van.

“Aun así, estás listo para ir más allá de luchar contra monstruos para elevar tu nivel de bendición. Tengo una nueva misión para ti.”

“¡¿Lo tiene?!”

“Todo el alboroto con Veronia ha brindado una oportunidad inesperada.

Esto también es seguramente la guía divina de Demis”.

“La voluntad de Demis… ¿Qué debemos hacer?”

El cardenal sacó un mapa de un cajón y lo extendió sobre la mesa.

“Esta es la ubicación.”

“… ¿Zoltan?”


“Sí, la República de Zoltan. El pequeño país que luchó contra Veronia.”

“Pero está al otro lado del continente desde el frente”.

“El barco del señor demonio que el Rey de Veronia robó del continente oscuro hace décadas está actualmente en tierra allí”.

“¡¿El barco del señor demonio?! ¡¿El barco impulsado por carbón del que me hablaste?!”

Los ojos del niño brillaron al pensar en la tecnología desconocida.

“Eso es correcto. Reclámalo por ti mismo. Un buque de guerra de acero seguramente elevará la moral de nuestros soldados”.

“Pero si está conectado a tierra…”

“Para lidiar con eso, primero deberás derrotar al gigante que habita en las junglas del sur y adquirir el Anillo Behemoth. Y para navegar por la jungla, debes buscar una hada que te guíe a través de la jungla. Entonces, el primer paso del viaje será dirigirse a la ciudad comercial de San Enrique para recopilar información”.

El rostro de Van se iluminó y su corazón se aceleró al pensar en aventuras en tierras que nunca había visto mientras el cardenal delineaba la ruta.

“¡Asombroso! ¡No puedo esperar!”

“Me alegra que estés emocionado. Sin embargo, mis subordinados que te han acompañado hasta ahora no podrán seguirte en esta aventura.”

“¿Es esta mi despedida de todos, entonces…?”

Para ayudar a Van a aumentar su nivel, Ljubo había proporcionado a sus subordinados más poderosos, Caballeros Sagrados y Sumos Sacerdotes, todos. Sin embargo, tres de ellos ya se habían perdido en toda la lucha.


Los oponentes de Van habían sido una serie de monstruos de alto nivel

que lucharon durante un período increíblemente corto. Desafortunadamente, incluso un cardenal tan influyente como Ljubo no podía permitirse perder más poder de lucha de la iglesia sin debilitar su propia posición.

Por eso había elegido contratar a un mercenario en su lugar. Tocó un timbre y una mujer entró en la habitación.

Tenía el pelo largo, negro y suelto, pero su rostro estaba oculto detrás de una máscara.

“Van el Héroe, mi nombre es Escarlata, un caballero errante que te acompañará en tu viaje. Por favor, llámame Esta.”

Van se sorprendió cuando escuchó su nombre.

“¡Señora Esta! ¡¿Como el caballero enmascarado que derrotó a Altra del Agua?!”

Escarlata se había unido repentinamente a la refriega contra las fuerzas del señor de los demonios. Era una mercenaria de origen desconocido, pero en un campo de batalla con héroes de todo el continente reunidos, había producido los resultados más destacados de todos. Había herido gravemente a Altra, general al mando del ejército del señor de los demonios, obligándolo a retirarse.

Se dijo que los señores de varias naciones habían tratado de reclutarla, pero ella los rechazó a todos y eligió luchar como una mercenaria solitaria.

“No tengo necesidad de honoríficos. No soy más que un simple caballero errante… Por curiosidad, Sir Van, ¿eres quizás el Reino de Flamberge…?

“¡¿Sabes de mí?! Sí, soy el octavo príncipe, Van de Flamberge.”

El Reino de Flamberge estaba ubicado en la costa occidental del continente y fue uno de los primeros países destruidos por la invasión del señor demonio. Van fue el último miembro superviviente de la familia real. Escapó de la tragedia porque en ese momento estaba estudiando en un monasterio lejos de Flamberge.

“El príncipe de un país caído que se convierte en héroe. Seguramente es toda la voluntad del Señor. El amor del Señor es algo maravilloso, incluso para un hombre de hábito como yo”. El cardenal Ljubo se levantó. “Ahora, comencemos los preparativos para este viaje. Héroe, caballero y sacerdote… el mismo grupo con el que partió el Héroe de la generación anterior”.

“¿Sacerdote?”

“Por supuesto, también me uniré a ustedes”, dijo el cardenal con una sonrisa.

“¡¿Usted lo hará?!”

“Ha-ha, luché contra muchos males como inquisidor hace mucho tiempo. Estoy seguro de que seré de alguna utilidad.”

“¡Es realmente tranquilizador tenerte acompañándonos!”

Van el Héroe tomó las manos del Cardenal Ljubo y el Caballero Esta y sonrió.

El Héroe de un país perdido que no dudó ni por un momento de la justa justicia de Demis. Un cardenal que ardía en ambición. Un caballero que ocultaba su rostro en presencia de los demás.

Cielos, esto se ha vuelto problemático.

Debajo de su máscara, Esta estaba secretamente muy preocupada.

Esta subió por el empinado callejón y regresó sola a su alojamiento.

La estructura estaba construida inclinada y, de un vistazo, parecía pequeña y lúgubre, pero en realidad era un lugar que atendía a los inquisidores y tenía poderosas medidas contramágicas.

No era un lugar muy conocido, pero Esta estaba bastante familiarizada con él, habiendo crecido en la fortaleza de la Ultima Muralla.

Esta intercambió un simple saludo con el brusco portero y volvió a su habitación.

“Bienvenida de nuevo, Esta. ¿Cómo estaba el cardenal?”

Un espadachín con una prótesis de mano esperaba en la habitación: Albert el Campeón.

“La información resultó ser cierta. Está preparando a un héroe y tiene la intención de partir hacia Zoltan.”

“Entonces…”

Esta se cruzó de brazos y frunció el ceño.

“Si Sir Van se encontrará con Lady Ruti, entonces esto solo sería el comienzo. Prefiero evitar eso, si es posible. Por el bien de ambos.”

“Sí.”

“Lo siento, Albert, pero ¿podrías dirigirte a Zoltan antes que nosotros? Me gustaría que informaras a Sir Red de la situación. Con la pretensión de acompañar al obispo Shien como guardia en su regreso, no habrá sospechas si nos movemos por separado. Acompañaré a Sir Van, como ya comentamos.”

“Comprendido.” Albert asintió. “¿Van realmente tiene la bendición del héroe?”

“No sé. A diferencia de Sir Ares, no tengo la habilidad de Evaluación, ni tengo la increíble perspicacia y el conocimiento de Sir Red”.

Red podía adivinar la bendición y el nivel de alguien con solo observar sus movimientos, pero ese tipo de truco era imposible para cualquier otra persona.

“Pero… él es fuerte”.

“¿Incluso desde tu perspectiva?”

“El cardenal Ljubo de todas las personas respalda la afirmación de que él es el héroe. Luché un poco con Van… y podía creer absolutamente que realmente mató a un dragón adulto”.

“Entonces está bien metido en el dominio de los héroes, ¿no es así? ¿Por qué nunca ha luchado contra el ejército del señor de los demonios antes?”

“Parece que el cardenal lo ha estado haciendo luchar contra monstruos para elevar su nivel. Supongo que no se sabe contra quién o contra qué podrías terminar peleando en el campo de batalla.”

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“…Eso parece diferente del tipo de Héroe que imaginé.”

“El objetivo del Cardenal Ljubo no es ayudar al Héroe a salvar el mundo. Es ser una de las personas que ayudaron al Héroe a salvar el mundo. Su objetivo es la ruta que conduce de manera más óptima al Héroe a derrotar con éxito al señor de los demonios en lugar del camino que salva a la mayoría de las personas en el camino. Es solo otra forma de abordar el problema”.

“Entonces, ¿construir la historia del Héroe en lugar de dejar que se desarrolle?”

“Ni siquiera ha pasado medio año desde que Van fue reconocido como el Héroe. Su período de entrenamiento ha sido corto, pero en términos de velocidad de desarrollo, ha crecido más rápido que Lady Ruti”.

No había una comparación fácil entre Ruti, que había elevado su nivel de bendición al luchar contra el ejército del señor de los demonios, y Van, a quien se le habían proporcionado las aventuras óptimas para crecer. Aun así, no se podía negar que el niño se había desarrollado rápidamente.

“La fuerza de Lady Ruti estaba completamente formada antes de conocerla. A pesar de lo fuerte que es Van, su mentalidad y su técnica aún se están desarrollando. Es aterrador considerar lo que le espera”.

Si pelearan ahora, Esta aún ganaría, pero…

“Él me superará eventualmente. Esa fue la sensación que tuve cuando entrené con él”.

“¿Entonces él realmente es el Héroe?” Albert cuestionó.

“Quizás. Sin embargo, en términos de mentalidad, es completamente diferente a Lady Ruti. Había una parte de ella que siempre estaba aislada de la gente. Sin embargo, Van es un devoto fanático de Demis. Hay algo en esa diferencia que me preocupa”.

Incluso después de haber viajado con Ruti durante tanto tiempo, Esta todavía no sabía nada sobre la bendición del Héroe.

“No hay registros ni leyendas de dos bendiciones de Héroe que existan al mismo tiempo. Me pregunto qué pasaría si se encontraran”.

Esta rezó para que Ruti pudiera vivir en paz. Con pesar…

“Demis seguramente no prestaría su fuerza a tal oración. Así que la única opción es actuar”.

“Por cierto. Aunque no soy adecuado para el papel, haré todo lo que pueda”.


“Gracias, Albert. Tenerte es una gran ayuda”.

Pasaría algún tiempo antes de que Van el Héroe llegara a Zoltan, pero ese día seguramente llegaría.

Porque este mundo lleno de peleas aún requería al Héroe.

-FIN DEL VOLUMEN 7-

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