Taimadou Gakuen 35 Shiken Shoutai (NL)

Volumen 9

Capitulo 5: Alqumistas, Asalto

Parte 6

Kiseki dijo las mismas palabras que cuando se reunieron por primera vez. Takeru titubeó, con una expresión rígida y la fuerza restante en él.

En ese momento… fluyeron los demonios dentro de Kiseki.

***

Ikaruga quien usó la Piedra Filosofal para volverse una elfo oscura estaba en shock.

Produjo antimateria para crear la Catástrofe.

“… la Piedra Filosofal… es un juguete muy conveniente…” Suzaku apareció.

Expandiendo un círculo mágico negro azabache, con su bata negra de laboratorio aleteando. Su piel era humana, pero blanca y brillante como una perla. Sus orejas eran puntiagudas y sus ojos blancos.

Ciertamente parecía una elfo.

Pero no era una elfo salvaje u oscura.

“Con la lectura del DNA y con la reescritura de la escritura del cuerpo del usuario… lo hiciste muy bien al haber desarrollado esa tecnología.”

“Imposible… ¡tú también…!”

“Sí, hace 300 años… me puse muy feliz cuando lo lograste.”

Hace 300 años… hace mucho tiempo antes que ella, Suzaku se las arregló para refinar la técnica de la Piedra Filosofal.

Ikaruga se dio cuenta de la diferencia en fuerza.

“Generar antimateria requiere mucha energía, una puede crear un excelente ataque mágico. Como tu madre genética, estoy orgullosa de ti.”

La apariencia de Suzaku cambió por la Piedra Filosofal. Su actual apariencia es algo que se encontraría excavando fósiles, algo nunca visto por el hombre, un Gran Elfo. Solo hay hipótesis sobre qué tipos de elfos eran, pero las leyendas dicen que odiaban los conflictos y manipulaban las estrellas.

Después de convertirse en una existencia legendaria en solo un instante, Suzaku eliminó la antimateria de Ikaruga con un tipo de magia diferente.

“… ¿¡qué hiciste…!?”

“¿Conoces la materia oscura? Aunque es una sustancia con una cantidad infinita en el universo, sus misterios aún no han sido clarificados. Hay teorías que dictan que es una sustancia que alberga los misterios del universo. Como los investigadores tenían curiosidad, traje un poco desde el espacio.

Mientras decía eso, Suzaku hizo aparecer una esfera negra en la palma de su mano.

“Aprendimos una cosa. Todo lo que esta materia toca desaparece como si nunca hubiera existido.”

“……….”

“Todo desaparece. Fue un buen experimento. Confirmé que la materia desaparecía, pero nunca lo había probado con la antimateria.”

Suzaku sonrió ampliamente, luego se rio.

Ikaruga apretó los dientes y disparó múltiples balas de antimateria.

Cuando lo hizo, Suzaku expandió la materia negra como un velo de agua, bloqueando la antimateria. Como si nunca hubiese existido, la antimateria desapareció.

Ikaruga es una genio. No estaba interesada en la magia, no aprendió ningún procedimiento operativo aparte de este. Mal diciendo para sí misma por estar siempre medio dormida en clases, apretó la antimateria en sus manos.

“… ¡aún no!”

Transmitió la antimateria al suelo, la Catástrofe se activa cuando la antimateria es expuesta a la materia. En este caso no tenía que golpear directamente a Suzaku. Solo tenía que tocar el suelo y crear una gran explosión.

Su visión se llenó de luz, el impacto golpeó la instalación manufacturera. Ikaruga expandió un campo de protección, bloqueando el impacto.

Fue menos antimateria de la que utilizó en el Quinto Centro de Investigación, pero era el poder suficiente para sacudir todo el laboratorio de manufacturación.

En medio de la luz, Ikaruga vio a Suzaku desaparecer. Aunque podría cubrirse con una membrana de materia oscura, no lo hizo.

Su bata negra se desplomó, su piel fue desgarrada junto a sus órganos internos y todo se evaporó. Presenciándolo, Ikaruga cerró los ojos.

Cuando la explosión se detuvo, la única que quedó fue Ikaruga.

El laboratorio manufacturero de homúnculos fue destruido, las máquinas se disolvieron. Las paredes y el techo colapsaron, se desintegró en un instante.

Respirando de manera agitada, Ikaruga regresó a su forma normal. Aunque lo ha mejorado, sigue siendo una gran carga para su cuerpo. “.          ”

Terminó. Suzaku desapareció. Aunque era la primera vez que Ikaruga mataba a una persona, no se sentía muy bien.

Aunque fuera la jefa detrás de todo lo que sucedió.

…cambiemos de humor inmediatamente. Necesito buscar a Kusanagi. Después de todo destruirá estas instalaciones.

Cambiando su objetivo, Ikaruga trató de dejar el lugar. “¿A dónde vas?”

Al escuchar un susurro en su oído, Ikaruga sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral.

Inmediatamente después, Ikaruga fue estrangulada por detrás y levantada. “Kh…haa……………… ”

“Ikaruga-san, eres una hija muy ruda. El laboratorio de manufacturación que tanto me costó está todo destruido. Entiendo que quieres presumir frente a mamá tus resultados, pero si te pasas demasiado tendré que re-educarte

¿de acuerdo?”

Riéndose entre dientes, Suzaku la estranguló con una mano. Aunque tenía la apariencia del Gran Elfo, claramente era Suzaku. Sacudiendo sus pies en agonía, Ikaruga de alguna manera se las arregló para girar si cuello y ver directamente a Suzaku.

“…te…maté. ”

Al escuchar las palabras de Ikaruga, Suzaku puso una expresión en blanco. “Sí. Me desplomaste con esa explosión.”

“¿¡Por…qué. !?”

“Oh…es cierto. No te he enseñado cómo logré la pseudo inmortalidad.” Levantando su dedo índice, Suzaku hizo un tierno guiño.

“La yo de este momento es otra. Aunque digo que soy ‘otra’, la que murió hace rato en verdad soy yo.”

“…¿un clon…?”

Suzaku sacudió su cabeza.

“Error. En vez de un clon…es Suginami. Creo que malentendiste el sistema Suginami.”

Abriendo ligeramente sus ojos, Suzaku le contó la verdad que Ikaruga no conocía.

“Para ser precisa… el objetivo es producir seres humanos que hereden mis genes. Los clones viven muy poco y son costosos. El presupuesto no duraría si fuera a hacer niños por manipulación genética. Pero por encima de todo, esa manera de hacer las cosas es más interesante.”

“¡¡……….!!”

“¿Qué necesidad había de que tú hayas heredado mis genes…? Por supuesto para que nacieran seres humanos sobresalientes, pero no solo por eso. Los genes Suginami son especiales, tienen un nombre especial.”

Suzaku continuó regulando la presión con la que apretaba a Ikaruga. Y, escupió la verdad.

“El nombre de los genes es… ‘Fénix’, en otras palabras, yo. No me refiero a este cuerpo ni al que murió hace rato. El nombre de los genes Fénix reside en todos los nacidos por el sistema Suginami.”

“¿¡……!?”

“Eso hace que mi existencia, sea el gen en sí mismo. Si el programa Fénix detecta que la aclamada Suzaku muere, los genes reviven en otra Suginami y nace una nueva Suzaku. Como los genes Suginami están conectados por canales, si muero de nuevo aquí y ahora, otra Suginami se volvería Suzaku.”

“…eso… entonces, el alma…” “El Fénix no tiene esa cosa.”

Imposible.

Una existencia sin alma… solo un gen, no hay manera de que algo así exista. “Por supuesto, también resido dentro de ti.”

“……….”

“Todos los cuerpos Suginami los tienen en su interior. Después de todo somos una familia. Me pregunto qué tanto de los genes Fénix estarán difundidos por el mundo, ni siquiera yo puedo decirlo. Después de todo el sistema Suginami se completó con la ayuda de la magia hace 300 años.”

Suzaku habló, susurrándole al oído.

Los genes tienen la memoria y la personalidad de Suginami Suzaku. La persona en sí murió hace años, pero su memoria y personalidad está guardada en esos genes. Cuando murió, renació en otra Suginami, luego volvió a renacer, así sucesivamente.

Matar a una cosa así es imposible. Los genes Suginami están por todo el mundo. Matar a todos es imposible.

“Algún día… tú también te convertirás en mí.” Suzaku dijo eso con una alegre voz.

Si Suzaku muere, otra Suginami se volverá Suzaku. Este gen ha estado viviendo por 300 años…

Ikaruga olvidó su sufrimiento mientras era estrangulada y se relajó. Luego… con sus hombros temblando empezó a reír.

“Entiendo que no tengo forma de matarte… pero yo… no me volveré tú. Si se trata de matarte dentro de mí, entonces hay un método.

“?”

“¿Lo olvidaste? ¡Puedo reescribir mis genes…!”

*bzzt*

Una corriente eléctrica recorrió el cuerpo de Ikaruga.

“…si reescribo mi genoma, ¡no serás capaz de funcionar! ¡Buscar un gen extraño dentro de mí no es nada…!”

No puede matarla. Pero al menos puede hacer esto como un contraataque. Mirando la expresión en blanco de Suzaku, Ikaruga gritó.

“¡No dejaré que ensucies mi alma… ni mis genes!” No hubo cambio en la expresión de Suzaku.

Sin embargo, solo inclinó su cabeza.

“Oh… aunque el Fénix sea despertado, tus memorias y conocimientos no desaparecen y me son heredados… qué pena. Ya que Ikaruga-san es tan increíble pensé en compartir conocimientos.”

“Debes estar bromeando… ¡me haces enfermar…! ¡Los humanos no están hechos solo de conocimiento y memorias! ¡Pero supongo que un mero gen como tú no lo sabe!”

“Oh es eso…”

Apretó con más fuerza su cuello.

El rostro de Ikaruga se retorció de dolor y sus piernas perdieron toda la fuerza.

“Entonces no hay nada que hacer. Dejaré que te vuelvas mi conocimiento. De hecho, tengo curiosidad… me pregunto qué le pasará a un humano expuesto a la materia oscura…”

“¡Khh…!”

“Naww, me preguntaba si el cuerpo desaparecería o ni… ¿veré el alma? Será cómo la imagino… bueno, es que yo no tengo una.”

En su palma Suzaku hizo aparecer materia oscura. La sustancia se volvió enorme, tanto como para devorar a una persona.

La única cosa en las pupilas de Suzaku era curiosidad. Es un monstruo conducido por la curiosidad. Sus sentimientos por los demás son de curiosidad intelectual, haciéndola incompatible con todos.

Esa existencia controla el sistema llamado Suginami.

Al escuchar que esa oscuridad también reside dentro de ella, Ikaruga se sintió mortificada.

Peleó lo mejor que pudo. Experimentando emociones humanas salió de la jaula y se reunió con el 35to pelotón, encontró un lugar al que pertenece. Ya no vive como una Suginami, sino como una humana normal.

Y al final, ser asesinada por la oscuridad Suginami le hacía sentir frustrada. No, no es así.

“…Kana…ria…lo…siento…”

Mientras su conciencia se desvanecía, Ikaruga dijo el nombre de su hija. No tienen relación sanguínea, no sintió el dolor de un parto.

Lo único que hizo, fue darle un nombre.

De ser posible, quisiera hacer más cosas maternales por ella.

No sabe lo que es una mamá, pero aún sin saberlo haría lo mejor, queriendo ser una.

Eso era lo más frustrante.

“Si vas a disculparte… ¡¡entonces no vayas sola en primer lugar!!”

En el momento en que escuchó el rugido, la mano que sostenía el cuello de Ikaruga salió volando.

Casi inconscientes, Ikaruga cayó sobre sus rodillas.

Al mismo tiempo el brazo generando la materia oscura fue cortado, luego rodó al lado de Ikaruga.

Tosiendo, Ikaruga levantó el rostro.

Ahí estaba Kanaria. De pie frente a Suzaku, posicionó a Lævateinn como si protegiera a Ikaruga. La hoja de Lævateinn ardía como magma y su punta estaba dirigida hacia Suzaku.

“…Kanaria… ¿¡cómo…!?”

Kanaria no miró el rostro de Ikaruga, seguía dándole la espalda.

Suzaku quien tenía sus brazos cortados parpadeó rápidamente mientras veía a Kanaria con curiosidad.

“…si estoy en lo cierto, ¿no eres la elfo mestiza que Isuka-san creó?” Al escucharla Kanaria se mordió el labio inferior.

Luego, exhaló con fuerza por la nariz y sacudió su cabeza.

“Te equivocas. Mamá… ¡soy una elfo mestiza hecha por Mamá y ésta de aquí!”

Esta fue la primera vez que Kanaria reconoció a Ikaruga como su creadora. Las pupilas de Ikaruga se sacudieron.

“Hey tú.”

Kanaria le habló a Ikaruga.

“Eres una mentirosa. Quien le dio el nombre a Kana no fue Mamá. Fuiste tú, Kana lo sabe.”

Balanceando su espada hacia los lados, Kanaria creó un círculo de llamas para proteger a Ikaruga.

“Además no entiendes. Mamá no estaría feliz si Kana toma venganza por ella. Kana estaba equivocada. Pero aunque lo hagas en vez de Kana, Mamá no estaría feliz.”

“……….”

“…si mueres, Mamá llorará de nuevo…” “………. ”

“¡Es por eso que Kana vino aquí!”

No por venganza, sino para proteger a Ikaruga.

Con una nueva resolución en su pecho, Kanaria usó a Lævateinn. Su actual forma es la muestra de su habilidad como Tesoro Sagrado a pesar de que se decía que ya no tenía funcionalidad.

Algo cambió dentro de Kanaria. Lævateinn respondió a ese cambio. Ikaruga también podía sentir ese cambio.

Parecía que Kanaria ya no era solo una niña rebelde. Sólo por un momento, su espalda lucía más grande.

“Una elfa salvaje y un Tesoro Sagrado… ¿¡esa no es la parcialmente destruida Lævateinn!? Ya veo… Valhalla también lo consideró. Ciertamente tu alma es cercana a la de un elfo salvaje, su calidad es diferente a la de un humano.

Como pensé, las llamadas almas son interesantes… es una pena, yo no tengo una.”

Suzaku se regeneró con la Piedra Filosofal y antes de que el tejido muscular se cubriera con piel puso su mano en el pecho.

Aunque ese gesto le hacía parecer como si estuviera triste, inmediatamente después su interés fue atraído por algo y sus ojos brillaron.

“Cierto. Me pregunto qué pasaría si yo que no tengo alma usara un Tesoro Sagrado qué pasaría.”

Al escuchar la idea de Suzaku, Kanaria replicó. “Qué, ¿quieres robarle a Kana su Lævateinn?”

“No la robaré. Solo la tomaré. La tomaré prestada de tu cadáver.” “¡Solo inténtalo…!”

Kanaria pateó el suelo y atacó a Suzaku.

Suzaku generó materia oscura a su alrededor. Aparecieron cinco esferas y volaron a toda velocidad por el aire.

Ikaruga trató de detener a Kanaria pero no pudo moverse debido a la carga de la Piedra Filosofal.

“El cuerpo del Gran Elfo es increíble… puedo ver tus movimientos con facilidad.”

Las esferas siguieron a Kanaria una por una.

Kanaria se abalanzó al aire. Las esferas hicieron lo mismo, cambiaron su dirección desde el suelo hacia arriba, atacando a Kanaria desde abajo.

Para resistirse, Kanaria balanceó a Lævateinn hacia abajo. “¡No! Esa materia es…”

Sin embargo la hoja de Lævateinn… cortó la esfera de materia oscura por la mitad.

“¡Qué cosa!”

Inmediatamente cortó por la mitad las esferas restantes. Suzaku abrió por completo sus ojos.

“Maravilloso… mi interés crece y crece más. Es verdad que los Tesoros Sagrados no son de este mundo, ni de la sustancia de este universo. Los Tesoros Sagrados destruyen la naturaleza de la materia oscura que es ‘borrar todo’… ¡interesante!”

Kanaria abrió sus alas mágicas en el aire, ardiendo en llamas.

Aleteando y volviendo sus alrededores un infierno, Kanaria apuntó su espada hacia Suzaku.

“¡Kana no te perdonará! ¡Por eso te va a matar! ¡Aquí y ahora!”

El cabello azul bailó por el cielo, las pupilas doradas miraron a Suzaku. Como si respondiera a su voluntad, Lævateinn brilló aún más.

Suzaku entrecerró sus ojos y miró tranquilamente a Kanaria.

“…no me importa. Pero aunque me mates aquí, no puedes borrar mi existencia. Resido en cada Suginami.”

“Aunque seas un gen, Kana matará a cada gen Suginami de este mundo.” “¿En serio? Aunque pudieras hacer esa…”

“Puede hacerse con lo que tengo…”

Ikaruga se levantó, interrumpiendo a Suzaku que trataba de negarlo. Y, tocó la Piedra Filosofal en su pecho.

“Si yo estoy aquí, borrarte de todos los Suginami en el mundo se puede lograr. No puedo manipular los genes de otros, pero algún día lo lograré. Aunque tome años… con seguridad te borraré de este mundo.”

Suzaku miró por un lado a Ikaruga quien dijo eso, luego miró a Kanaria.

“No entiendo la necesidad de hacer eso, ¿es a lo que llaman venganza por tu mamá… Isuka-san?”

“No. Mientras estés aquí, Mamá y Kana… y la de ahí, todos los seres vivos de este mundo llorarán. ¡Por eso te mataré! ¡Ya no jugarás con los seres vivos nunca más!”

“Sofistería. ¿Buscas una justificación para la venganza en tu corazón?”

“Y qué. ¡Eso no cambia el hecho de que eres la peor! Aunque Kana no quiera venganza, ¡no tiene razón para dejarte viva!”

Kanaria habló usando las palabras de Ikaruga.

Ikaruga le dijo a Kanaria que Isuka no habría querido la venganza.

Aun así eso no significa que la existencia de Suzaku debería dejarse así nada más.

Si la deja vivir, todos los seres vivos de este mundo se volverán sus juguetes.

Además no era por venganza. Era para salvar al mundo. Podrán no importarles el mundo actualmente… pero sin el mundo, la gente importante para ellas no podría vivir. Su lugar importante desaparecerá.

Por eso…

“¡Kana no…te perdonará!” Ikaruga no perdonaría a Suzaku.

Planeando por el cielo, Kanaria se acercó a Suzaku.

Balanceándose hacia el frente y luego para cortar a Suzaku en dos estaba a punto de oscilar su espada hacia abajo.

“Ya veo… entonces es la hora del castigo ♪.”

Sonriendo ampliamente, Suzaku abrió ligeramente sus ojos. En ese momento. “… ¡¡¡Ahzghhhhh!!!”

Kanaria de repente soltó la espada. Las alas en su espalda desaparecieron y cayó al suelo.

Al caer al suelo, inmediatamente se tocó la cabeza. “¡Kanaria!”

Ikaruga corrió hacia ella y puso una mano en su espalda.

“¿¿Qué pasó??”

“M-Mi cabeza… Ahhh…duel…eeeee… ¡aaaAAAAAA!” Kanaria gritó.

Su cuerpo entero estaba cubierto de sudor y sus labios se volvieron morados en un instante. Sus ojos estaban perdidos, su respiración era acelerada.

La figura de Kanaria atacada por un misterioso dolor de cabeza se sobrepuso en la mente de Ikaruga.

Su condición era.

“Es reeducación. Al igual que Isuka-san, Kanaria-san tiene un microchip en su cerebro. Antes de que Isuka-san la tomara, solo por si acaso… o quizás, fue dejada atrás para criarse como un cuerpo experimental. Ah-hah, es bueno prepararse por si las dudas~.”

Se quedaron sin habla ante lo que confesó.

Cuando la reeducación se lleva a cabo, las fuertes emociones causan un agudo dolor de cabeza. Como Kanaria no podía suprimir sus emociones, el dolor debe estar muy por encima del que sentía Isuka. En el peor de los casos, podría morir.

“Realmente no me importa si muero pero… las palabras de Kanaria-san, ¿no le permitirás jugar con los seres vivos? En otras palabras es negarme de mi sed de conocimiento que es el único valor de mi existencia. Si quieres privarme de eso… tendré que matarte.”

Suzaku generó materia oscura de nuevo y la hizo flotar alrededor de ella. Mirando a Ikaruga abrazar a Kanaria por detrás, Suzaku entrecerró los ojos.

“Como era de esperarse, incluso yo me volvería desesperada si mi inmortalidad se ve amenazada. Aunque matar por razones fuera de mi sed de conocimiento no es mi afición, pero no se puede evitar.

Suzaku quien nunca mostró interés en otras personas claramente dirigía su instinto asesino hacia ellas dos.

Ikaruga solo podía abrazar a Kanaria quien lloraba de dolor. “Duele…eeee… ¡¡Mamá…….. !!”

Perdiendo su consciencia por el dolor, Kanaria le gritó a su mamá por ayuda. Ikaruga sabía que la madre a la que Kanaria llama es Isuka.

Ya no dudó más.

“Está bien… estoy a tu lado.”

Susurrándole al oído, gentilmente abrazó su cuerpo.

“Siempre estaré contigo… no me iré a ningún lado… no te dejaré sola.”

Transmitiendo sus sentimientos lo mejor que pudo, Ikaruga se los dijo honestamente.

Los temblores de dolor de Kanaria ligeramente se calmaron. Y con sus dedos temblando apretó su espada. “…Khh…hhhh…”

Incapaz de respirar adecuadamente, Kanaria levantó la espada y la dirigió hacia Suzaku.

Silenciosamente, Ikaruga superpuso su mano con la de Kanaria. Suzaku miró con frialdad esa escena.

“Desafortunadamente no entiendo lo que mueve a una persona normal ni lo que la hace llegar tan lejos.”

“… ¡ghh…hhh!”

“Es mi victoria. No pueden erradicarme ustedes dos, es imposible.” Dijo eso suspirando.

Las esferas de materia oscura se acercaron a las dos. Ikaruga sin miedo ni tristeza solo pegó a Kanaria a su cuerpo.”

“”¡No solo son dos!””

En el laboratorio colapsando resonaron voces de personas que no deberían estar ahí.

Suzaku abrió sus ojos por completo y en un instante desplegó las esferas alrededor de ella. La primera cosa que golpeó fue una bala mágica color aurora. La bala era lo suficientemente grande para devorar a un humano, pero se perdió en la materia oscura.

…son embargo, en el momento que Suzaku se distrajo por la bala mágica, una bala penetró su cabeza.

La bala quebró su cráneo y le desplomó parte del cerebro. “¿…….. ?”

Suzaku dio dos, tres pasas con su cerebro dañado antes de darse cuenta de las atacantes sorpresa.

Había dos sombras en los escombros de la entrada.

Una de ellas tenía un círculo mágico color arcoíris, la otra sostenía un rifle y estaba de rodillas.

“Hah, la desafortunada eres tú. ¿Te olvidaste de nosotras?”

“No lo entiendo bien, pero si con dos personas no es suficiente, entonces con cuatro. Si con cuatro no, entonces seis.”

Nikaido Mari y Saionji Usagi salvaron a Ikaruga de una crisis.

Ikaruga estaba sorprendida e hizo una ligera sonrisa. Las dos estaban todas abatidas. Alcanzarla debió haber sido muy difícil. Aunque tenían expresiones geniales en sus rostros, sus ropas estaban desgarradas al punto de que ya casi estaban en ropa interior.

Así que estaban desesperadas por alcanzarla, Ikaruga estaba realmente feliz. Resistiéndose hasta el final, Suzaku apuntó su dedo hacia Mari y Usagi.

De la herida se derramaba el líquido cerebral, su globo ocular estaba teñido de sangre y aun así hizo aparecer una esfera de materia oscura en el aire.

*slashh*

Sin embargo la materia oscura desaprecio, una espada perforó su abdomen. Detrás de ella estaba Kanaria penetrándola con Lævateinn.

Suzaku la miró con sus ojos en blanco, luego trató de reenfocarla y se dio la vuelta para ver a Kanaria.

“Bata…lla…sin…senti…do…no…exis…te…la…muerte…para…mí…” “Esto es… el inicio… aunque tome décadas, aunque tome siglos… ¡te

arrastraré al infierno! Si no quieres morir, ¡duerme por siempre dentro de los genes de alguien…!”

Con un acuoso sonido, Suzaku escupió sangre. Y luego, con una sonrisa dijo,

…nos vemos luego.

Kanaria retrajo a Lævateinn que estaba perforando a Suzaku y cortó verticalmente su cerebro, después de partirla a la mitad se dio la vuelta.

El cuerpo de Suzaku fue envuelto en las llamas de Lævateinn y se volvió cenizas.

Kanaria caminó hacia Ikaruga y sus piernas se detuvieron. Las dos se miraron entre sí.

Cuando Ikaruga estaba a punto de mover sus labios para decir algo, Kanaria cayó. Ikaruga gentilmente la agarró, luego acarició la cabeza de Kanaria que descansaba sobre su pecho.

“…diste lo mejor de ti Kanaria…”

No eran palabras de culpa, ni de disculpa, ni de gracias. Ikaruga la alabó como si alabara a una niña.

Aunque Kanaria frunció el ceño disgustada por un momento, al quedarse sin resistencia se quedó dormida.

Hasta que Mari y Usagi se acercaron, Ikaruga continuó acariciando la cabeza de Kanaria con una sonrisa.