Youkoso Jitsuryoku Shijou Shugi no Kyoushitsu e 2-Nensei-hen (NL)

Volumen 6

Capítulo 3: A Pesar De Ello, Tengo Que Hacerlo

Parte 3

 

 

Ella mantuvo sus calificaciones a un nivel en el que estar orgullosa de ellas no sería vergonzoso.

―Si causar problemas a la clase es realmente tu principal prioridad, entonces puedes tener éxito en tu venganza si sigues ausente de esta manera. Pero, más importante aún, ¿es eso todo lo que quieres?

Publicidad M-AR-2

―Me pregunto a qué quieres llegar.

―Estoy preguntando si eso es suficiente para satisfacerte.

―Es suficiente para satisfacerme; actualmente no deseo más que eso. No importa cómo plantees tus palabras para intentar convencerme, es inútil. No voy a aceptar nada.

“Convencer”. Cuando escuché esa palabra, sentí como si algo se me alojara en la garganta. Efectivamente, quería hacer que Kushida-san viniera a la escuela. Quería que demostrara que mi elección no era errónea. La persona que estaba frente a mí sabía eso más que nada. Sin embargo, eso era sólo por mi bien. Era difícil decir que era la respuesta más adecuada para Kushida-san.

―Puede que me haya equivocado.

Publicidad G-M3



―¿Qué quieres decir?

―Vine aquí con la intención de “convencerte”. Pero no es eso. Al final eso fue sólo por mi bien y el de la clase. No tenía en cuenta cómo te sientes.

―¿Qué? ¿Esta vez pretendes romper a llorar de pena?

―Es que me di cuenta de que traerte a una escuela a la que no quieres ir es un error.

―Si ese es el caso, entonces nuestra conversación ha terminado. Si te tomo el pelo entonces naturalmente caerás. Estaré feliz si sufres tu larga vida escolar sin mí.

―Me parece bien. Pero acabarás sufriendo al mismo tiempo.

―¿Sufriré? ¿Qué?

―Porque aunque todavía tienes un lugar al que volver, vas a terminar perdiéndolo.

―Empiezas a decir cosas muy egocéntricas. Ya no tengo un lugar al que volver.

Cuanto más pensaba en ella, más se agolpaba en mi interior cierto sentimiento.

―Me irrita verte.

―… ¿Eh?

―Aunque me acerque a ti, es inútil ya que eres una niña. En resumen, sólo has tomado las decisiones equivocadas en cada momento. No iba a desvelar tu secreto, y ni siquiera lo sabía todo, así que si no hubieras intentado expulsarme no habríamos llegado a esto. Y lo mismo ocurre con Ayanokouji-kun.

―Te lo dije, ¿no? Que no podía soportarlo.

―Eso es lo que te convierte en una niña. Atacar porque no podías soportarlo… ¿no es eso lo mismo que ser una niña?

A quien primero le llamó la atención esa palabra fue a Ibuki, que estaba escuchando en silencio. Sin pensarlo, se echó a reír. Debió de poner de los nervios a Kushida-san porque parecía irritada.

―Soporta al menos eso. Ya eres una estudiante de preparatoria, ¿sabes? Ni siquiera puedes ir andando a la clase. No te quedes tirada en el suelo haciendo un berrinche, vamos, levántate y camina.

―Ah, no me digas, Horikita-san. Pero sólo soy una pobre chica que está herida. Si voy a la escuela ahora, entonces no me gustarán mis compañeros y las cosas no serán como antes. Llevarme a un lugar tan doloroso es injusto. No te acercarás a mí.

―No estoy en posición de decir cosas sobre los demás, pero esto es lo más lamentable que has hecho.

―…

―Mi pasado ya se ha descubierto. Ya no puedo mantener mi apariencia. Así que voy a molestar a todos. Tu aspecto llorando en clase parecía el de una niña, pero realmente eres una niña. No, eres una niña pequeña. Me siento como si hubiera tratado con una niña pequeña.

―¡Deja de burlarte de mí!

Ella levantó la mano y la dirigió hacia mi mejilla sin piedad. Tranquilamente agarré su brazo y lo sujeté con fuerza.

―Por supuesto que quiero burlarme de ti. Me molestas a mí y a nuestra clase para tu propio disfrute. ¿Quién más haría de eso su máxima prioridad si no fuera una niña pequeña?

―¿Sólo yo debo experimentar el dolor, lidiar con él y cooperar como parte de tu clase?

―No te inventes una interpretación conveniente, ¿de acuerdo? Tienes habilidades sólidas. Como tal, debes usarlas únicamente por tu propio bien. Los que te rodean no importan. Si actúas por tu propio bien y subes a la Clase A por tu propio bien, entonces ese será sin duda tu logro. Puedes hacer lo que quieras con los privilegios especiales de la Clase A como te plazca. Si quieres hacer la misma cosa, entonces esta vez vete a un lugar donde nadie conozca tu pasado.

Mirándome fijamente, Kushida-san detuvo lo que iba a decir.

―Sólo nos queda un año y medio de escuela. No debería ser tan difícil, ¿verdad? Durante el último año y medio, sólo has mostrado a tus compañeros tu fachada de buena persona. Esto debería ser más fácil que eso. ¿O es que acaso ese es el alcance de tus habilidades?

La rabia de Kushida-san se me transmitió a través de la mano temblorosa que tenía apretada. Sin embargo, seguí con un punto más.

―Esta es la única vez que vendré a visitarte aquí. El resto lo tienes que resolver tú. Si todavía quieres convertirme en tu enemiga después de hablar tanto, entonces ya no hay remedio: quédate como una niña por el resto de tu vida.

―Así que estás diciendo… que mientras yo me detenga aquí, tú seguirás avanzando.

Aunque no se lo dijera todo, Kushida-san debería haber sido capaz de ver la situación actual.

―Serás expulsada. Yo me graduaré en la clase A y tendré mis sueños cumplidos. Es una diferencia bastante grande.

La muy orgullosa Kushida-san imaginó el brillante futuro de la persona que tanto odiaba y cerró los ojos. Si consideramos la vida escolar en términos de nuestra larga vida, no representaría más que un pequeño porcentaje.

―¿Realmente… crees que tengo una oportunidad de volver a la escuela en este momento?

―Eso depende de ti. ¿Vas a bajar ese puño levantado que tienes, o no? Decide.

Su brazo todavía estaba lleno de fuerza. Con el tiempo, bajó el puño poco a poco.

―Te escucharé, al menos. Dime qué estás planeando, Horikita-san.

Después de todas las idas y venidas, Kushida por fin estaba dispuesta a escuchar lo que tenía que decir. Pero no podía limitarme a pasar por encima de todo para hacerla sentir bien. Tenía que darle un plan para su supervivencia y hacer que lo aceptara.

Construí y reconstruí las diversas soluciones hipotéticas que existían y llegué a la ideal.

―Después de todo eso, ¿quieres fingir amistad y vivir tu vida escolar──

Publicidad M-M3

―En absoluto. De todos modos, ¿no será eso imposible? Mis compañeros han visto mi verdadera naturaleza, y nada va a cambiar ese hecho, ¿verdad?

―Efectivamente. Pero, por decirlo de otro modo, todavía puedes fingir que eres amable con la gente que no ha visto tu verdadera naturaleza, ¿no crees?

Kushida-san se quedó pensativa durante un rato, pero luego murmuró:

―¿Tal vez no? ―Continuó―: Hasta ahora, sólo unas pocas personas conocían mi verdadero yo, como tú o Ayanokouji-kun. Por eso nunca dudé en mantener las apariencias. Pero ahora, ese número ha aumentado en una clase entera, ¿sabes? Y no sólo se trata de ustedes, los sabios, hay bastantes idiotas y gente de mierda ahí.

Lo que dijo fue muy importante. Pero, Ibuki reaccionó antes de que pudiera decir nada.

Publicidad G-M3



―¡Cómo me llamaste!

Ibuki reaccionó, enardecida por el comentario de “idiotas y gente de mierda”.

―No estoy hablando de ti, ¿por qué te importa?

―Si no puedes quedarte callada, Ibuki-san, ¿puedes irte a casa?

―Oh, claro. Entonces me voy. ¿Supongo que cumplirás esa promesa?

Estaba a punto de levantarse, así que le dije lo necesario, por si acaso.

―No. Si te vas ahora, lo consideraré como que te has rendido a mitad de camino y cancelaré nuestra promesa.

―¿Huuuh? Estás bromeando… Argh, bien, me voy a callar así que termina esto rápido.

―¿Promesa? Eso es interesante.

―Si me ayudaba a llevarte a la escuela, prometí que lucharía contra ella en el Festival Deportivo. Eso es todo.

Terminé el apéndice de por qué Ibuki-san estaba aquí en este momento.

―Oh, así que es así. Me preguntaba por qué fue Ibuki-san, pero ahora está claro.

―De hecho, fue gracias a ella que pude irrumpir en tu habitación, así que de algo sirvió.

Ibuki parecía tener bastantes cosas que decir, pero se contuvo. Se notaba que quería competir contra mí, aunque requiriera mucha paciencia. Ese espíritu es impresionante.

―Volviendo al tema principal, ¿puedo entender que te resultaría doloroso seguir fingiendo después de que se haya conocido tu verdadera naturaleza?

―Sí. Si tuviera algún sentido, no me importaría esforzarme, pero ¿por qué iba a hacerlo si no obtengo nada de ello?

Hasta ahora, sobrevivía la esperanza de que pudiera seguir actuando después de que Ayanokouji-kun y yo hubiéramos sido expulsados. Pero era casi imposible expulsar a todos los de la clase. En la secundaria, Kushida-san destruyó su clase para acabar con todo cuando se encontraba en una situación similar. Por eso su plan hasta ahora había sido hacer lo mismo una vez más.

―Si no estás dispuesta, no es necesario que sigas tratando a tus compañeros de clase como lo has hecho hasta ahora.

―¿Eh?

No era sólo Kushida, esta afirmación era sorprendente incluso para Ibuki, por lo que ambas reaccionaron de la misma manera.

―Aunque tenemos una ley mordaza, no podemos estar totalmente seguros de que funcione. Por lo tanto, debemos trabajar desde la suposición de que para las otras clases, Kushida-san es problemática y tiene una personalidad oculta.

Pero así Kushida-san perdería la mitad de su potencial como arma. Era buena tanto en los deportes como en los estudios, pero no era de primera clase en ninguno de ellos. En el mejor de los casos, sólo era una estudiante de honor.

Podría ganar a Sakura sólo con su talento en bruto, pero carecía de cualquier otro punto de interés.

―Ya nadie confía en mí. No creo que todo el mundo esté contento conmigo cuando sea así. ¿No crees?

―Por supuesto, no será como hasta ahora. ¿Pero puedes decir realmente que has perdido completamente su confianza? ¿Qué opinas, Ibuki-san?

―…

―Contéstame, Ibuki-san.

―¿No fuiste tú quien me dijo que me callara?

―Te doy permiso para hablar.


―Por Dios… Decirme que me calle, decirme que hable… no soy tu secuaz ni nada parecido, ¿sabes?

―¿No quieres competir conmigo? Si es así, sólo dilo y…

―¡Argh, bien!

replicó Ibuki, casi arrancándose el pelo de la cabeza.

―Hasta ahora estabas sobreactuando como la niña buena. No creo que nadie sea perfecto y, de hecho, cómo eras antes me parece mucho más turbio. Si tuviera que confiar en la antigua o en la nueva, quizá elegiría la nueva porque así eres más honesta.

Rápidamente soltó lo que estaba pensando. Como no había intentado disfrazarlo torpemente, Kushida-san lo entendería directamente.

―Jajaja, esa es una respuesta interesante. O debería decir que tienes una forma de pensar única. Pero no todo el mundo es un bicho raro como tú, Ibuki-san. De hecho, la gente normal me odiaría.

―Estoy de acuerdo, no es normal.

―¡Oye!

―Pero, en un grado u otro, todo el mundo tiene dos personalidades. Ibuki-san ha reconocido que tu verdadera naturaleza es actuar para ti misma en primer lugar. Y eso es porque tu verdadera naturaleza no cambiará en absoluto.

Intentar cambiar esa verdadera naturaleza suya sería un completo error.

―Y, si no cambias tu tono o tu forma de hablar a los demás de cómo era antes, sería difícil que alguien que no haya visto tu verdadero ser por sí mismo se lo imaginara. Aunque alguien se lo explique con palabras, a la gente le cuesta entender algo que no ha experimentado por sí misma.

―¿Qué quieres decir?

―Digamos, hmm. Considera a Ichinose Honami-san. Ella es una buena persona, incluso más de lo que tú pretendías. Pero si alguien te dijera que es una persona violenta que utiliza un lenguaje soez y que no desea otra cosa que aplastar a sus enemigos, ¿le creerías rápidamente?

―…Podría ser difícil. Parece una persona genuinamente buena.

―Tengo mis dudas ―intervino Ibuki.

―Pero esas dudas no son sobre Ichinose-san, y más sobre si realmente puede existir una buena persona, ¿verdad?

―Bueno… Claro, tal vez sea difícil entender algo sin experimentarlo por uno mismo. Sólo he oído hablar de Kushida por lo que has dicho, y en realidad no he tenido esa sensación yo misma.

―¿Verdad? Como mínimo, Ichinose-san ha pasado el último año y medio siendo una buena persona. Aunque alguien te hiciera una revelación impactante sobre ella, no lo creerías. Digamos que toda su clase se alineara y te dijera que es ese tipo de persona, entonces, naturalmente, también sospecharías de ella. Pero -incluso después de eso- no lo verías en el fondo, ¿verdad?

‘Ichinose-san es violenta y utiliza un lenguaje soez’. Aunque alguien nos dijera eso, no lo creeríamos de verdad. Podríamos estar en guardia, pero hasta que no viéramos ese lado de ella no lo creeríamos.

―Eso de que no se entiende hasta que se experimenta, puede que tengas razón en eso. Hasta en las artes marciales, alguien puede explicarte un movimiento y advertirte de que es peligroso, pero no lo sentirás realmente. Pero cuando te golpea de verdad, entonces sabes realmente lo poderoso que es.

―Usando las artes marciales como ejemplo, qué parecido a ti, Ibuki-san.

―Pero mientras sigan teniendo dudas, no podré conseguir su plena confianza.

―Ahí es donde demuestras tus habilidades. No tienes más remedio que actuar bien a partir de ahora. Como mínimo, es innegable que tu capacidad de comunicación y de mantener la distancia adecuada está por encima de la mayoría de la gente.

En este momento se desconoce si será capaz de conseguir que confíen en ella a partir de ahora.

Publicidad G-M3



―Eso puede ser cierto para las otras clases, pero ¿qué pasa con nuestros compañeros? Algunas personas como Shinohara-san, Wang-san y especialmente Hasebe-san deben estar resentidas conmigo. ¿Trabajarán conmigo?

―Puede que sea imposible conseguir que todos estén de acuerdo. Pero si sólo respondes con tus habilidades, puedes producir resultados.

Sólo con hacerlo mejor que la media, Kushida-san hará que los que no puedan lograr más que ella no puedan quejarse.

―Si su falta de confianza en ti se vuelve importante, te ayudaré.

―… ¿Crees que me limitaré a creer en tu palabra? Podrías traicionarme.

Publicidad M-M4

―Puedes tener tus dudas. Sufriré tus quejas si te traicionan.

Dado que ya lo habían hecho y la habían traicionado una vez, no tenía nada que temer en el futuro. Dependía enteramente de ella si decidía estar a la altura de las circunstancias o no. Hubo una pausa -la más larga del día- y Kushida-san cerró los ojos. Luego murmuró algo que no pude entender. Finalmente, tras llegar a una conclusión, abrió los ojos.

―Lo entiendo. Yo, sólo por mi propio bien, lucharé por esta clase y contribuiré a ella durante el próximo año y medio. No lucharé por ti, ni por nuestros compañeros. ¿Está bien?

―No tengo ninguna queja. Estoy bien mientras tus resultados estén a la altura.

Kushida-san se levantó, y esta vez no fue su puño, sino su mano izquierda la que empujó hacia adelante.

―Aquella vez fue al revés, ¿no?

Yo había extendido la mano, pero ella no respondió.

―¿Sabes que un apretón de manos con la mano izquierda significa animosidad?

―… ¿De verdad? Hm, ¿qué mano ofrecí la última vez?

―La izquierda.

Ella respondió al instante, como si lo recordara como si fuera ayer. Eso debe significar que era muy consciente del significado cuando buscaba un apretón de manos con la izquierda. Me levanté también y, encontrando su mano izquierda con la mía, la estreché.

―Es casi como si estuviéramos conmemorando nuestra animosidad.

―¿No crees que eso nos viene mejor?

―Tal vez sí.

Ella apretó mi mano con fuerza, y yo apreté la suya a su vez.

―Eso me recuerda. Hay algo que quería hacerte, Horikita-san. ¿Está bien?

―¿Una petición? ¿Qué es?

―Es…

Con una amplia sonrisa, estiró lentamente sus dos manos hacia mí. Esas manos llegaron por encima de mi cuerpo y hacia mi cara. Y mientras esperaba que me acariciara suavemente las mejillas… un dolor agudo me atravesó la mejilla izquierda y la derecha.

Tardé un segundo en darme cuenta de que era el dolor de ella tirando de mis mejillas a su antojo.

―¡¿Qué estás…?!

―Realmente te odio, Horikita-san ―Ella tiró aún más fuerte al decir eso―. He estado tan molesta desde que nos encontramos hoy, y aunque ahora seamos aliadas sigues siendo molesta. Pensar que esto va a durar para siempre a partir del lunes me llena de una cantidad increíble de estrés, así que tienes que darme una salida como esta, ¡al menos un poco!

Me apretó las mejillas con más fuerza aún. No parecía que fuera a aflojar pronto.

―¿No es suficiente?

―¡No, no! No estoy ni siquiera cerca de estar satisfecha.

Iba a ser amable y dejar que se divirtiera al menos un poco, pero ella se dejó llevar y no quería soltarme. Si ella no iba a parar, yo tenía mis propios planes. Exactamente como ella había hecho, levanté mis dos manos y tiré de sus mejillas.

―¿¿¿…???

―Creo que ya es hora de que te detengas.

Actué asumiendo que ella se detendría después de probar su propia medicina, pero…

―Ofofo, ¿puedes mantener las bromas a esa tonta carrra?

No cedí, y con la suficiente fuerza como para arrancarle las mejillas, apreté aún más con las yemas de los dedos. A pesar de ello, Kushida-san no cedió ni un ápice, y tiró aún más fuerte, con una potencia superior a la que debería haber sido posible para ella.

Youkoso Jitsuryoku 2do Año Volumen 6 Capitulo 3 Parte 3 Novela Ligera

 

Así que se convirtió en una batalla de quién podía ser más terca.

―… ¿Van a seguir con esto hasta que se destrocen? Parecen unas malditas estúpidas, así que me voy a casa.

Dijo Ibuki, la única persona calmada en la habitación, mientras se giraba hacia la entrada y se iba.

Esta batalla de obstinación continuó durante dos o tres minutos más, y para entonces incluso el dolor había empezado a adormecerse. Nos dimos cuenta de que nos habíamos mostrado una visión realmente tonta, y entonces ambas soltamos a la otra. Cuando vi que las mejillas de Kushida-san se habían puesto rojas como la remolacha, me di cuenta de que seguramente yo tenía el mismo aspecto.

―… Ven a la escuela el lunes.

―Eres persistente. ¿Sólo vete a casa de una vez?

Me empujó la espalda, casi sacándome de su habitación, y así salí al pasillo.

―Honestamente…

Me acaricié las mejillas doloridas y me giré hacia el ascensor, donde vi a Ibuki entrar en él.

―Un momento, ¿me estabas esperando?

Me adelanté al decir eso, pero Ibuki-san me sacó la lengua y pulsó el botón para cerrar el ascensor.

―… Seguro que tiene talento para molestar a la gente…

Pero no podía negar que gracias a ella pude reunirme con Kushida-san. En el Festival Deportivo, debo ajustar cuentas como ella quiere.


***

 

 

Levanto la cabeza aturdida y salgo de la cama.

No tengo fiebre ni nada por el estilo, pero tengo un dolor leve y constante. La causa era obvia: la culpa que sentía por haber faltado a la escuela durante cinco días. A pesar de que, hasta ahora, nunca me había tomado un día libre a no ser que estuviera enferma. Acosada por la culpa, intenté pensar en cualquier otra cosa para deshacerme de esos sentimientos, pero no podía sacarlos de mi cabeza. Si fuera posible superarlo con sólo intentarlo un poco, no habría tenido que tomarme cinco días libres…

Intentemos algo diferente para variar, pensé mientras tomaba el teléfono. Dejando varios mensajes sin leer, toqué la carpeta de fotos y fui a las más antiguas que tenía. Mientras me desplazaba por esas imágenes, empecé a sentir nostalgia. Lo primero que detuvo mi mano fue una foto mía justo después de empezar la escuela, cuando todavía no tenía a nadie a quien pudiera llamar amigo.

Era la primera -y única- foto que tenía con Hirata-kun. Todavía no podía sonreír bien, pero él estaba a mi lado, sonriendo amablemente. Incluso ahora, no soy muy buena sonriendo, pero siento que he mejorado mucho desde entonces.

―Lo extraño…

La vida escolar en Japón, donde yo era un pez fuera del agua. El primero que me ayudó a deshacer mi nerviosismo fue Hirata-kun.

En ese momento, todavía no era consciente de que me había enamorado. Sólo pensaba que era guapo, amable y una persona maravillosa. No me di cuenta porque no tenía tiempo para el amor cuando estaba en China, donde los estudios eran muy rigurosos y competitivos. No sé cuándo me di cuenta exactamente de que estaba enamorada de él, pero, desde el día en que fui consciente de ello, supe que nunca podría expresarlo con palabras.

Porque Hirata-kun es muy popular, y una persona como yo nunca podrá llegar a él. Aunque me equivocara y le contara mis sentimientos, sólo lo molestaría. Así que me lo guardé para mí y me conformé con estar a su lado.

―Y sin embargo.

Sólo con pensar en ello de nuevo me sentí avergonzada y asustada, y las lágrimas empezaron a correr por mi cara.

―¿Qué debo…?

Todos en la clase descubrieron que me gusta Hirata-kun. Definitivamente se dieron cuenta de que intentaba estar al lado de Hirata-kun cuando cambiamos de asiento, ¿no es así? No sé qué tipo de expresión debo poner cuando vuelva a la escuela…

Después de llegar a ese pensamiento, me asaltó otro ataque de culpa diferente.

Cuando la expulsaron, Sakura fue tan amable como dura con Hasebe. Debió de ser inmensamente doloroso para ella, hasta el punto de que sería insondable para alguien como yo. Y sin embargo, ya tenía bastante con mi persona, y con la esperanza de que el examen se acelerara y terminara, pulsé el botón de apoyo a la expulsión.

―Soy de lo peor…

Me odio a mí misma por ser una persona horrible, y me duele, ¡me duele! Las

insignificantes preocupaciones de una persona como yo…

El verme sonriendo torpemente me molestó, así que decidí poner el teléfono a dormir, pero entonces recordé un email que recibí de Ayanokouji-kun el lunes por la noche. ¿Cómo se sentirá Ayanokouji-kun ahora mismo, me pregunto? ¿Sigue yendo bien a la escuela después de haber expulsado a una valiosa amiga con sus propias manos?


Si va, qué tipo de… Me gustaría encontrarme en persona y hablar con él… Eso era lo que pensaba cuando revisé lo que me envió.

Me gustaría encontrarme en persona y hablar.

―Ah…

El mensaje de Ayanokouji-kun estaba relacionado con lo que yo había estado pensando, como si hubiera puesto mis propios pensamientos por escrito. También incluía su número de teléfono y de habitación, por si acaso. ¿Podría aconsejarme?

Además de Ayanokouji-kun, había muchas otras personas que estaban preocupadas por mí. ¿Estás bien? ¿Quieres hablar? No necesitas forzarte, ¿sabes? Aunque agradecía sus amables palabras, no confiaba en que responder a ninguna de ellas me llevara a una resolución. Pero si se trataba de Ayanokouji-kun… quería que me escuchara, quería oír lo que tenía que decir.

―…Vamos… tal vez.

Todavía eran sólo las 5:30 PM. Un poco temprano para cenar… No creía que fuera tan tarde como para ser descortés aunque lo llamara de improviso. Me esforcé por hacerlo mientras caminaba de un lado a otro de mi habitación durante un rato, y el reloj seguía avanzando. Me armé de valor y decidí ir a visitar a Ayanokouji-kun.

Agarré  mi  teléfono  y  lo  llamé  nerviosamente.  Cinco  timbres,  seis  timbres…

después de escuchar diez timbres, me preguntaba si debía colgar cuando…

Ayanokouji-kun contestó la llamada y me puse tan nerviosa que las palabras

salieron de mi boca de inmediato.

―Ahh, um, ¡es Wang! Uh, ¿es Ayanokouji-kun?

―Decidiste llamarme.

La voz de Ayanokouji-kun resonó ligeramente, y pude escuchar débilmente el sonido de la ducha corriendo.

―…Sí. No he sido capaz de salir de mi habitación, y estaba luchando, pero…

sentí que podría ser capaz de dar ese paso ahora… así que me preguntaba si tal

vez podría hablar contigo un poco…

―¿Ahora mismo?

―¿Es un mal momento…? Siento haber llamado tan repentinamente… No tengo remedio, ¿verdad?

El momento era malo… Tal vez era imposible sin importar lo que hiciera.

―No es el caso, pero ¿podrías esperar un poco? 30 minutos, no, estaré listo en 20 minutos ―dijo Ayanokouji-kun, quizá dándose cuenta de lo deprimida que estaba.

―¡Muchas gracias! ¡Estaré allí en 20 minutos! Entonces, ¡si me disculpas!

Estaba extrañamente nerviosa y, sin poder aguantar más, colgué inmediatamente.

―Uf… Mi corazón está acelerado…

Quizá el hecho de no haber hablado con nadie durante una semana me había

afectado…

Me arreglé mientras esperaba, y después de unos 20 minutos, terminé de prepararme y salí de mi habitación. La puerta de entrada se sentía más pesada que de costumbre, y cuando la abrí-.

―Ah, otra vez…

Una bolsa de plástico estaba colocada junto a mi puerta.

―Hoy también viniste.

Dentro de la bolsa había gelatina, té, sándwiches y más. Lo había notado por primera vez el lunes por la noche, cuando salí silenciosamente de mi habitación para ir a la tienda. Al principio, pensé que alguien la había dejado en el lugar equivocado, pero dentro había un pequeño papel con el número de mi habitación escrito. Sin embargo, al no tener nombre, no sabía quién era el responsable de estos pequeños paquetes asistenciales.

―Ah, hoy hay una ensalada… pero… no es realmente mi tipo de comida…

Una ensalada de pechuga de pollo con muchas proteínas. Sin embargo, había una bondad en el hecho de que a diario cambiaba un poco la alineación.

―¿Quién podrá ser?

No había nada más en la bolsa de plástico que pudiera dar una pista, y tampoco había un recibo. Sintiéndome agradecido con el señor sin nombre, lo dejé en la entrada por ahora y bajé las escaleras hasta el cuarto piso, donde estaba la habitación de Ayanokouji-kun. Ir al piso donde estaban las habitaciones de los chicos me ponía extrañamente nerviosa…

Con esos pensamientos en la cabeza, entré en el pasillo justo cuando se abrió la puerta de la habitación de alguien. Parecía ser nada menos que la habitación de Ayanokouji-kun. Pero quien salió fue-

Por un momento me pregunté quién era, pero resultó ser Karuizawa-san. En lugar de la hermosa cola de caballo que usualmente lucía, su cabello estaba liso y recto. Y tras ella venía Ayanokouji-kun, vestido de manera informal, haciendo pareja.

¿Estaban quizás en una cita dentro de su habitación? Si era así, mi llamada debía ser increíblemente molesta… Mi estado de ánimo estaba a punto de caer en picado de nuevo, pero no podía huir después de haber llegado tan lejos.

Publicidad M-AB

Karuizawa-san revisó rápidamente sus alrededores, y entonces nuestros ojos se encontraron.

―Ah, esto… esto es esa cosa de ‘hablando del rey de Roma’, ¿no? Hasta luego, Kiyotaka.

Cuando respiré profundamente, Karuizawa-san también respiró dos veces. Tal vez diría algo sobre Hirata-kun.

―¡Adiós!

Youkoso Jitsuryoku 2do Año Volumen 6 Capitulo 3 Parte 3 Novela Ligera

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

5 Comentarios
Mas Votados
Mas Recientes Mas Antiguos
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios