Koujo Denka (NL)

Volumen 4

Capitulo 3: Tal Vez?

Parte 3

Tina vestía un traje de baño blanco y azul celeste con un top con volantes y una falda corta. El de Lynne era rojo pálido, pero el corte era idéntico.

“¿Los compraron en la misma tienda?” Yo pregunté.

“L-Lo hicimos…” admitió Tina.

“Ellie también estaba con nosotras. ¡Trabajé tan duro para mantenerlo en secreto todo este tiempo!”

“Q-Qué mortificante…”, agregó Lynne.

“Señorita primer lugar, ¿cómo terminamos eligiendo el mismo después de pensarlo tanto?”

“Se ven encantadoras,” les aseguré.

“¿Por qué no admitir que se alegran que son iguales?”

“¡N-No lo somos!”

Gritaron al unísono. Incluso sus protestas fueron idénticas. Deseaba que fueran más abiertas la una con la otra.

Luego, más pasos, rápidos pero vacilantes, cruzaron la arena hacia nosotros.

“Uhm, uhm… A-Allen-sensei…” Tartamudeó su dueña.

“Ellie, ¿estás lista para—”

Las palabras murieron en mis labios. A diferencia de los de sus compañeras de clase, el traje de baño de lunares verde pálido de la sirvienta estaba cortado para una mujer adulta.

“U-Uhm, bueno… La empleada de la tienda me recomendó este, pero no estoy segura de cómo me veo en él”, dijo Ellie, moviéndose nerviosamente mientras se me acercaba.

Me aclaré la garganta.

“Ten la seguridad de que te ves encantadora”

“¡M-Muchas gracias! ¿Eh? ¿T-Tina-Ojou? ¿L-Lynne-Ojou?”

Las dos jóvenes nobles agarraron a la doncella de las manos y la arrastraron hasta la orilla. Allí, comenzaron los   ejercicios   de  calentamiento, haciendo un punto para estar de cara al agua.

Fue entonces cuando llegó Karen para reprenderme.

“No deberías mirarla con esos ojos, Nii-sama”

“Me gustaría pensar que no”, respondí, algo a la defensiva.

El nuevo traje de baño violeta pálido de mi hermana fue diseñado para facilitar el movimiento, con pantalones cortos para la parte inferior y casi sin adornos extraños.

“Tú también   te   ves  bien, Karen”, Agregué, respondiendo a sus rápidas miradas hacia mí.

“¿Eso es todo?”

Sus orejas y cola traicionaron la anticipación.

“¿Supongo que el traje viene de la misma tienda que el collar que te regalé por tu cumpleaños?”

Le susurré al oído mientras le pasaba un flotador.

“La pequeña marca de mariposa bordada en los pantalones cortos es un claro indicio”.

“P-Pura coincidencia”.

Karen vio a las chicas observándonos.

“¿Qué están mirando?”

Preguntó ella, caminando hacia el trío sorprendido con un anillo de natación en cada mano. Era una profesora atenta y mejor nadadora que yo, así que opté por dejar a Tina y Lynne en sus hábiles manos.

Finalmente, sentí que se acercaba el albatros.

“Qué horrible alboroto”

“¿Tú crees?” Yo pregunté.

“Disfruté de nuestra última visita solo nosotros tres, pero también me gusta——”

Me di la vuelta y luego bajé la mirada de inmediato.

Lydia me miró desconcertada.

“Lo que se has—— Oh, ya veo”

“¡E-Espera! ¡Dame un momento!”

A pesar de mis protestas, la noble de cabello escarlata avanzó hacia mí paso a paso.

Lydia era hermosa. Su traje de baño no era rojo, sino blanco. El resto de su conjunto consistía en su sombrero de paja en la cabeza y un largo pareu escarlata alrededor de su cintura.

El albatros soltó una risita mientras presionaba su cara sonriente contra la mía.

“No te llevas bien con este tipo de cosas, ¿verdad?” ella dijo.

“¡Ahora, elógiame! ¡No seas tímido!”

“¡E-Eso es jugar sucio!” Me quejé.

“¡Esto es lo que la convierte en una mala deportista, Lydia Leinster!”

“Puedes hacerlo mejor que eso”

Gruñí. El albatros notó que me sonrojaba y se puso cada vez más triunfante. Por fin, no tuve más remedio que… Tina dejó escapar un grito.

“¡Lydia-san! ¡¿Qué crees que estás haciendo?!”

Las chicas se habían dado cuenta. ¡Estaba salvado!

Lydia escupió ruidosamente y me miró fijamente con una mirada intensamente hosca. Me encogí de hombros, me armé de valor y le susurré al oído:

“Creo que te ves hermosa”.

“¡H-Hmph! Bueno, eso no estuvo tan mal”.

Luego,  probablemente   para   enmascarar   su vergüenza, gritó:

“¡Tiny! ¡Hoy es el día en que te enseño tu lugar!”.

Se dirigió hacia la joven noble en el anillo de natación de   cachorros   de  lobo.  La  seguí, abanicándome las mejillas.

Desearía que dejara de decirme cosas así. Mi corazón no puede soportarlo.

Me senté en una silla de mimbre, tratando de pensar con calma. Esto fue, después de todo, una reunión de algunos de los mejores del reino.

hechiceras y espadachinas. Al principio se habían conformado con jugar en el agua, pero…

Mientras examinaba la escena ante mí, reflexioné que alguna variación en este resultado podría haber sido inevitable.

Tina y Lynne dispararon docenas de tiros de hielo y bolas de fuego, gritando “¡Ya te tengo!”. y “¡Hazlo, Onee-sama!”    su  objetivo.  Lydia,  se   paró tranquilamente al borde del agua y despachó sus salvas con un solo movimiento de su brazo, como si fuera una cuchilla.

“¡¿C-Cómo es eso posible?!” Tina se enfureció consternada.

Lynne gimió.

“E-Eres incluso más fuerte que de costumbre, Onee-sama”

“No”, respondió el albatros.

“Ustedes son débiles”

Ambas chicas miraron hacia arriba, indignadas, y comenzaron a desplegar hechizos con ambas manos.

Lydia bostezó y volvió su atención a Karen, que estaba al otro lado de ella.

“La victoria no llega a los que esperan”, se burló.

“Me sentaré junto a él en el almuerzo con seguridad”.

“En tus sueños, tal vez! ¡Protegeré a Nii-sama!”

Karen desplegó y luego activó ráfagas de rayos. A diferencia de las chicas, ella mezcló hechizos instantáneos y retardados, aunque no empleó Lightning Apotheosis o magia avanzada. Esto seguía siendo un juego, cuyo objetivo era hacer que Lydia usara magia ofensiva dentro del límite de tiempo. Solo se permitían hechizos elementales, y se colocaron barreras ajustadas para resistir cada elemento para preservar la playa. El ganador tendría el derecho a sentarse a mi lado en el almuerzo, más o menos.

El albatros intervino y desmanteló los hechizos de Karen, provocando un atónito:

“¡P-Pero ese es el truco de Nii-sama!”

“Honestamente, ¿Crees que me ocultaría sus técnicas?”, respondió Lydia.

Esta vez, las chicas se unieron a la sorpresa de Karen. Por supuesto, Lydia no había sido del toda sincera; Compartí todos mis conocimientos y habilidades con ella, pero eso no significaba que dominara todos mis trucos.

Pasé mis ojos sobre tres fórmulas de hechizos flotantes y una hoja de papel que Anna-san me había entregado en la Estación Central en la capital real. Una tetera y una gran cesta de mimbre descansaban sobre la mesa redonda.

“Allen-sensei, ¿le apetece una taza?”

Preguntó Ellie, ofreciéndome el té negro helado que había ido al pero a preparar. Se había puesto una camisa blanca sobre su traje de baño.

“Sí, por favor”, respondí.

“¿Estás segura de que no quieres unirte a las demás?”

“S-Sí, sensei. Preparar su té es suficiente para mí. E-Especialmente porque estoy tomando prestada su camiseta”.

La sirvienta se rio tímidamente. Evité mirarla directamente, la combinación de mi camisa y su traje de baño era más de lo que mis ojos podían soportar.

Tomé un sorbo de mi vaso. Ellie había hecho un excelente uso del control de temperatura para enfriar el té e incluso había pensado en agregarle cubitos de hielo.

“Delicioso”

“Gracias”, respondió ella.

“Incluso la abuela ha estado halagando mi té últimamente”

“No me sorprendería en absoluto si la doncella principal de los Leinster te ofreciera un trabajo uno de estos días”

“Oh, uhm…” Ellie se rio nerviosamente.

“Veo que mi advertencia llegó demasiado tarde. Perdóname”

La siempre eficiente Anna-san aparentemente ya había intentado reclutar a la Señorita Walker.

Mi nota de la doncella principal decía: “Posible avance en el caso de la Duquesa Rosa Howard debido a las dudas sobre su linaje. A pesar de un meticuloso encubrimiento, se ha hecho evidente que ella no desciende de los Condes de Coalheart, una extinta casa occidental, pero era más bien una hija adoptiva. Las señales apuntan al consentimiento tácito de la familia real. Más detalles a seguir”

La trama se complica.

Alcancé mi vaso solo para que me lo arrebataran debajo de la nariz.

“Lydia, eso es mío”, dije intencionadamente.

“Significa que me pertenece”, respondió el albatros.

“Ellie”

“¡¿S-sí?!”

“Tiny y Lynne te están llamando. Dicen que van a practicar natación. Haremos el almuerzo juntos, así que pasaré por alto tu intento de adelantarte, ¡Pero quítate esa camisa!”

“¡S-sí!”

La sirvienta quitó y dobló cuidadosamente mi camisa antes de dejarla sobre la mesa. Luego, corrió para ayudar a las hijas de los dos duques, a quienes Karen les estaba enseñando los fundamentos de la natación.

El albatros se sentó frente a mí y siguió bebiendo mi té.

“¿Cómo estaban las chicas?” Yo pregunté.

“Más o menos”, respondió ella.

“No están a mi altura, aunque no lo han hecho mal, teniendo en cuenta que solo han tenido un poco más de medio año contigo”

“Supongo que están haciendo un buen progreso, entonces. Es un placer ver crecer a mis alumnas”.

Tenía hambre, así que tomé un sándwich de huevo de la canasta para mordisquearlo. El albatros mantuvo su mirada fija en mí todo el tiempo.

“¿Te das cuenta de que estás haciendo difícil comer?” Finalmente me quejé.

“¿Esta bueno?” preguntó, ignorando mi comentario.

Por supuesto que estuvo bien; Reconocería la cocina de mi madre en cualquier parte.

“Bueno, sí”, le dije.

“Karen y yo crecimos comiendo… ¿Lydia?”

El albatros me había dado la espalda (silla y todo) y apretaba el puño en señal de triunfo.

¿Qué demonios ..?

Deslicé la nota de Anna-san en el bolsillo de mi camisa y comencé a refinar las fórmulas del hechizo, o lo intenté. Lydia sentada con las piernas encogidas y escudriñando cada uno de mis movimientos me distraía bastante.

“¿Por qué no vas a nadar también?” Sugerí.

“No. Estoy recargando combustible”.

“¿Cómo es eso?”

Sus delicados dedos trazaron las fórmulas de mis hechizos.

“Este es el hechizo de teletransportación del director, ¿no es así? ¿Y es para encriptar? El último es solo un fragmento”

“Lo he visto tantas veces. Recitarlo está más allá de mí, pero apuesto a que tú podrías hacerlo. Te contaré sobre los otros dos una vez que estén terminados”

“Uhm…”

El tiempo transcurrió en paz. En el lago, aunque todavía lo suficientemente cerca como para que los pies de las niñas tocaran el fondo, Karen les estaba enseñando a Tina y Lynne a nadar con sus anillos. Escuché gemidos frustrados de “K-Karen” y “L-La gente simplemente no estaba destinada a flotar”.

“Sí, lo fueron. Solo mira a Ellie”

Mi hermana señaló a la sirvienta, que estaba en aguas abiertas, nadando largas distancias.

“¡Tina-Ojou! ¡Lynne-Ojou! ¡Únanse a mí!”

Ellie llamó, saludando. Su inocente invitación silenció a sus compañeras de clase.

“Muy bien”, dijo Karen con una mirada perdida en sus ojos.

“Digamos que sus pechos son la razón por la que no pueden aprender a nadar.

“¿Están realmente dispuestas a aceptar eso?”

“¡N-Nunca!” Fue la respuesta unánime.

“Bien. ¡Les juro que van a nadar!”

Podría cuestionar los métodos de Karen, pero se las había arreglado para motivar a las chicas.

“Sabes”, murmuró el albatros.

“Mi cumpleaños es el próximo mes”

Ohh ¿Es eso lo que ha estado en su mente?

“He mantenido mi horario libre”, le aseguré.

“Gracias.”

La respuesta de Lydia fue cortante y enterró la cara entre las rodillas tan pronto como salió de su boca.

“Volverás a ser la mayor”, comenté, viendo a Tina y Lynne agitar las piernas con decisión.

“Naturalmente. ¡Soy mayor que tú, y debes respetar a tus superiores!”

“Supongo que mis superiores no necesitan mimos”

“No tan rápido”

Lydia se acercó, se dejó caer a mi lado e inmediatamente tomó mi mano izquierda para ella.

“No me mimas lo suficiente. Podría trabajar mucho más duro si lo hicieras”

“Sí, sí. No te esfuerces demasiado”

“¡Solo un ‘sí’!” Ella chasqueó.

“Y será mejor que comas lo suficiente, descanses y duermas también”.

“H-Hare lo mejor que pueda”

Lydia hizo un puchero.

“Qué sirviente tan poco atractivo eres. Tal vez realmente debería ir contigo a la ciudad del agua”.

“Estamos más cerca de la República de Lalannoy”, señalé.

“Al menos trata de ser dulce”, murmuró hoscamente, frotando su cabeza contra mí.

¿Qué haría yo con esta mujer?

Una extraña presencia en lo alto me alertó de que algo caía hacia nosotros. Miré hacia arriba para ver una…  ¿bola de  pelo?   No;  estaba batiendo frenéticamente sus pequeñas alas. Dicho esto, no era un pájaro. Con la ayuda de un hechizo de levitación mío, la criatura retorcida aterrizó en nuestro paraguas.

Lydia y yo nos pusimos de pie para echar un vistazo. La criatura redonda y esponjosa de nuestro paraguas era un polluelo de grifo de mar. Diminutas alas sobresalían del magnífico pelaje azul y esmeralda de su espalda. Los ojos dorados de la joven bestia nos miraron fijamente.

“Un grifo tan joven debería tener un padre cerca”, dije.

“¿Tal vez se cayó en pleno vuelo?”

Lancé un hechizo de levitación alrededor del paraguas, solo para estar seguro.

“Yo no lo tocaría. Los grifos son criaturas inteligentes, pero  algunas especies    salvajes detestan el olor de las personas, así que…”

La bola de pelo saltó del paraguas y entró en mis brazos, donde ronroneó con satisfacción. Volví a mi asiento, confundido, pero el animalito se quedó quieto.