Koujo Denka (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: Las Chicas

Parte 2

 

 

“Si eso te molesta, te sugiero que también te conviertas en la hermana de Nii-sama”

“¿La hermana de Allen-sensei?”

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Tina, una de las mentes jóvenes más brillantes del reino, repitió. Luego  asumió una  expresión mortalmente seria y comenzó a meditar.

“Uhm… Eso es tentador, pero…”

Lynne y Ellie ignoraron a la líder de su clase mientras recogían sus propios bolsos.

“Nii-san, vámonos”, me instó Karen.

“El acto de jovencita perfecta de Su Excelencia no durará mucho si no te das prisa”.

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“Karen, algunas cosas es mejor no decirlas”, respondí.

“Soy yo quien lo pagará más tarde cuando—”

Una mirada penetrante de la belleza de cabello escarlata parada frente a la plataforma me interrumpió.   La  mirada  en   sus ojos  decía: “Amablemente. Muévete”.

“Tina, nos vamos”

Le informé a la chica que todavía se devanaba los sesos con la cabeza entre las manos.

“Ustedes también, Ellie, Lynne. Los distritos de la gente bestia tienden a estar abarrotados, por lo que realmente no querrán perderse allí. Asegúrense de permanecer con el grupo”

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Mi advertencia provocó un sobresalto.

“Oh, claro”

“S-Sí, sensei”

“Me quedaré cerca de ti y de Karen, Onii-sama”.

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“Bien,” dije.





“Y si alguna vez se pierden”, mis alumnas me miraron con curiosidad,

“Una de las bestias seguramente te ayudará si mencionas el nombre de Karen o el mío”

Old Town, el distrito de la gente bestias al oeste del Gran Árbol, estaba tan animado como siempre, aunque había incluso menos humanos en sus calles de lo que recordaba. Las cosas en New Town, supuse, deben haber sido aún peores. El número de elfos y enanos, por otro lado, se mantuvo prácticamente sin cambios. Lazos de compañerismo habían unido a las razas longevas y al pueblo bestia desde la Guerra del Señor Oscuro, debido en parte a las hazañas de un renombrado héroe del pueblo bestia, que había—

“¡Allen! ¿Eres tú?”

Un grito inesperado interrumpió mis reflexiones.

“¡Llegas justo a tiempo para un buen cerdo del bosque! ¡Toma, esta bueno!”

Un diminuto miembro del clan de los ositos se me acercó, traía un paquete de carne pulcramente

envuelto en las hojas desinfectantes del Gran Árbol y parecía absolutamente encantado.

“Toma-san”, respondí.

“Aprecio la idea, pero—”

“¡¿Qué?!” rugió.

“¡¿Demasiado bueno para mi cerdo del bosque, verdad?!”

Tina, Ellie y Lynne se aferraron a mis mangas alarmadas.

“Muchas gracias” dije, aceptando el paquete de carne.

“Pero, por favor, cuide su tono, está asustando a las niñas”.

“¿T-Tú crías a estas criaturas?” intervino Tina.

“Si es así, ¿cuánto tiempo dirías que tardan en alcanzar la madurez?”

“¡¿Tina?!” exclamé.

“Uhm, uhm… Por favor, dime en qué platos sabe mejor esta carne”, agregó Ellie.

“¡¿Ellie?!”

“Cerdo del bosque…” Reflexionó Lynne.

“Escuché el nombre. ¿Me recomendarías algo más?”

“¿Incluso tú, Lynne?”

El joven carnicero con los ojos muy abiertos soltó una carcajada.

“¡Espera! ¡Traeré algo especial para ti!”

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Anunció y luego desapareció en su tienda, dejando los ojos del trío brillando con anticipación.

Ya habíamos pasado por una serie de encuentros similares desde que llegamos a la capital oriental. Lydia y Karen, que evidentemente habían previsto este  giro   de     los                         acontecimientos,  estaban curioseando alegremente en las tiendas de ropa, viéndose como una joven dama de vacaciones con su sirvienta. Se llevaban sorprendentemente bien cuando yo no estaba involucrado.

Examiné los numerosos regalos mágicamente suspendidos en el aire detrás de mí y me preguntaba si la casa de mis padres tenía espacio para guardarlos todos cuando un vendedor de frutas al otro lado de la calle agregó alegremente a la pila.

“Vaya, acaso es Allen-chan”, dijo.

“Ten. Están recién recogidos y simplemente deliciosos”

“Shima-san”, respondí con cansancio.

“¿Quieres decir que tienes aún más para mí?”

“Por supuesto que sí. Todos estábamos muy preocupados cuando no volviste a casa el invierno pasado, ¿sabes? Estoy tan contenta de verte bien”

La mujer del clan de las liebres con delantal, que era algo mayor que yo y una vieja amiga de Toma-san, salió de su tienda para entregarme una cesta. Estaba absolutamente lleno de frutas, que las chicas no perdieron tiempo en examinar.

“¡Nunca había visto este antes!” exclamó Tina.

Ellie estaba absorta en sus pensamientos cuando dijo:

“Me pregunto si estos serían buenos para la mermelada…”

“El Este es tan diferente del Sur”, comentó Lynne.

Supuse que esto contaba como educación práctica. Asentí con la cabeza hacia Shima-san y susurré:

“¿Has hecho algún progreso con Toma-san desde la última vez que te vi?”.

“Ojalá la ira del Gran Árbol se desplomara sobre ese denso osito”

Respondió en voz igualmente baja y luego añadió una teatral imitación de sollozos.

“Estaré en la ciudad durante diez días, así que te daré toda la ayuda que pueda durante mi estadía”

“¡Oh, Allen-chan, eres encantador!”

“Tú también me quieres, Shima-san”

Intercambié miradas con la mujer del clan de las liebres, que era más o menos de la altura de Ellie, y ambos sonreímos. La conocía desde que era pequeña y había sido como una hermana mayor para mí.

Fue mientras hablábamos que el denso osito en cuestión regresó.

“Aquí tienen, chicas”, proclamó Toma-san.

“Deleita tus ojos con… ¡Shima! ¿Cuándo llegaste aquí? ¿Y dónde estabas esta mañana? Pensé…”

“Oh, Toma-san, ¿Tienes un momento?”

Interrumpí y luego procedí a arrastrar al joven hombre del clan de los osos a un rincón de su tienda.

“¡Lo que acabo de ver es motivo de preocupación!” Lo regañé en un susurro.

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“¡¿Podrías haber tenido menos tacto?!”

“¡¿E-Estaba siendo grosero?!” Toma-san susurró alarmado.

“Yo… lo estoy intentando, pero, bueno…”

“Esperaba que estuvieras casado y tuvieras hijos”

“¿Hijos? A-Allen, yo… yo no tengo remedio”.

El ánimo de Toma-san cayó precipitadamente. ¿Cuántos años seguidos había visto este sketch?

En ese momento, mi hermana y el albatros regresaron de su viaje de compras.

“¿Aún no has terminado, Nii-san?” preguntó Karen.

“Es bueno verte de nuevo, Shima”

“¡Cielos, Karen-chan!” exclamó Shima.

“Te has convertido en una joven encantadora. Y bienvenida de nuevo a ti también, Lydia-chan”.

El albatros parecía inusualmente conmovida por el saludo casual de Shima.

“Es bueno estar de vuelta”

Respondió lentamente, con una expresión que me hizo arrepentirme profundamente de no haber traído un orbe de video.

Toma-san le tendió un paquete nuevo.

“Prueba esto también”, dijo.

“Es de una nueva raza de puercos del bosque, uno que no he puesto en el mercado aún”


“Muchas gracias”, respondí.

“Tú también, Shima. Me aseguraré de visitarte mientras esté en la ciudad”

“Genial”, dijo Toma-san. Su respuesta fue igualada por un casi simultáneo “Un placer” de Shima san.

Más o menos lo mismo sucedió en todos los lugares a los que fuimos. Mis padres vivían cerca de la calle principal de Old Town, pero avanzábamos poco porque los conocidos nos asaltaban a cada paso. Después de despedirnos de Toma-san y Shima-san, me encontré anticipándome a una joven ardilla chismosa.

“¡Oiga, Sr. Allen! ¡Y tiene un montón de novias con usted! Hable acerca de las grandes noticias. Tengo que decirles a todos que—” “¡Espere! ¿Puedo interesarle en un sabroso manjar de la capital real?”

Entonces fue un arquitecto del clan leopardo quien quiso pedirme mi opinión.

“¡Oh, Allen-Oniichan! Justo a quien quería ver. ¿Qué piensas del nuevo canal?”

“Creo que es probable que provoque atascos de tráfico en su estado actual. Aprovechar las antiguas vías fluviales bloqueadas podría ayudar a…”

Muchos   otros   siguieron,  aunque  no  fue sorprendente. Las chicas  parecían  estar divirtiéndose al menos, así que no fue tan malo.

“Ya veo”, dijo Tina.

“¡Estoy impresionada, sensei!”

“A-Allen-sensei, tienes tantos regalos”, agregó Ellie.

“Simplemente  fascinante, Onii-sama” Lynne concluyó.

Por fin, vimos la casa de mis padres, una tienda de artículos mágicos que se encontraba en una de las calles interiores de Old Town. La zona estaba prácticamente desierta, incluso durante el día. Las casas de una sola planta que bordeaban las calles eran viejas y de madera pero espaciosas, con muchas habitaciones; los niños deben haber sido numerosos cuando se construyeron, antes de la Guerra del Señor Oscuro.

Una pequeña mujer del clan de los lobos estaba parada afuera, limpiando el frente de la tienda. Tenía las mismas orejas y cola de color gris plateado que Karen, pero con el pelo más largo hasta los hombros. No era mucho más alta que Tina o Lynne y estaba vestida juvenilmente con un “kimono”, como se conocía el atuendo habitual de las bestias de la Old Town, y un delantal. En ese momento, estaba cantando con todo su corazón mientras balanceaba su escoba. Karen y yo dejamos de caminar y nos cubrimos la cara con las manos.

“Sensei”, dijo Tina, tirando de mi manga izquierda.

“¿No es esa dama una cantante increíble?”

“E-Ella es increíble”, estuvo de acuerdo Ellie, siguiendo mi ejemplo a mi derecha.

“Estoy…C-Celosa”

“Cielos”, respondí.

“Sí, lo es. Creo que era la mejor cantante del clan cuando era más joven”

“¿La conoces, Onii-sama?” Lynne intervino.

“¿Conocerla?” Respondí.

“Bueno, podrías decir— ¡Woah!”

El albatros me arrojó su sombrero y su bolso y echó a correr a una velocidad asombrosa.

“¡Madre!” gritó, abrazando a la mujer.

“¡Ha pasado mucho tiempo! ¡Cómo te he extrañado!”

“¡¿Madre?!” Mis tres alumnas exclamaron al unísono.

“Dios mío”

Dijo la mujer pequeña en los brazos de Lydia, sonriéndole suavemente.

“Bienvenida de nuevo. ¿Has estado bien?”

“¡Así es! Y simplemente estoy encantada de que tú también luzcas bien”

“Vaya, gracias. Creo que eso merece un abrazo”.

La mujer le devolvió el abrazo alegremente, para alegría no disimulada del albatros. Su cara, que era muy parecida a la de Karen, se asomó por encima del hombro de Lydia… y luego me vio. Su semblante se iluminó con una sonrisa radiante mientras me llamaba por mi nombre con inconfundible afecto.

Mis ojos se desviaron hacia mis pies, y cuando finalmente reuní el coraje para responder, fue con un simple…

“Aquí estoy”

La mujer soltó a Lydia, plantó sus manos apretadas sobre sus caderas y proclamó:

“Bienvenido a casa. ¡Ciertamente te tomó tiempo!”.

“Lo siento…He vuelto……Madre”

***

 

 

Mi mamá Ellyn y yo no estábamos relacionados por sangre. Era una miembro legítima del clan de los lobos, como mi padre y mi hermana. Mis padres, que habían estado juntos desde la infancia, todavía eran comerciantes ambulantes cuando me encontraron en una casa abandonada en las afueras de la capital oriental, sin nada que mostrara de dónde era. Incluso mi nombre vino de ellos.

Una mirada traviesa entró en los ojos de mi madre cuando me acerqué a ella ya Lydia.

“Ahora, dime”, dijo ella.


“¿Esas pequeñas damas están compitiendo por ser tu futura novia?”

Tina, Ellie y Lynne se quedaron heladas.

Karen se llevó una mano a la frente y suspiró.

“Ojalá no dijeras cosas así, mamá”, dijo.

“O cantar en la calle tampoco”

“¿Qué fue eso, Karen?” respondió nuestra mamá.

“¿No estás olvidando algo?”

“Es  bueno  estar  en casa”,  agregó  Karen tímidamente.

“¡Bienvenida de nuevo! ¡Ten un abrazo!”

Nuestra mamá grito, radiante, y lanzó sus brazos alrededor de Karen. ¡Era una abrazadora en serie!

“¡M-mamá!” Karen protestó.

“Suéltame. Las chicas más jóvenes de la escuela están mirando”.

“¡Aprieta!”, dijo nuestra madre, sin inmutarse.

Finalmente, Karen se rindió y repitió:

“Aprieta: ninguno de los dos había logrado superar a nuestra madre cuando sonreía así”

La albatros, que estaba de pie atrás y parecía dueña de sí misma, se encargó de decir:

“La futura novia de Allen está aquí, madre”

“Oh, por supuesto. ¿Cómo podría olvidarlo?” respondió mi mamá.

“Tú y Allen han tenido planes de matrimonio desde— ”

“Mamá, lamento no haber estado en casa”, interrumpí rápidamente.

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“Honestamente, lo estoy… ¡Así que por favor, no me molestes!”

Ella se rio y luego se inclinó ante Tina, Ellie y Lynne.

“Gracias por ser tan bueno con Allen y Karen”, dijo.

“Soy su madre, Ellyn. Me han hablado mucho de ustedes en sus cartas. Sé que solo estarán con nosotros por poco tiempo, pero disfruten de su estadía”

Koujo Denka Volumen 4 Capitulo 2 Parte 2 Novela Ligera

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