Koujo Denka (NL)

Volumen 4

Capitulo 1: Onii-Sama

Parte 1

“Buenos días, Onii-sama. Por favor, siéntate ahí. Tenemos algo que discutir”

Me informó la chica pelirroja tan pronto como entré en la habitación. Estaba vestida con un traje rojo en lugar de su uniforme escolar y parecía menos que complacida, un sentimiento que reflejaba el mechón de su flequillo.

Obedecí, sentándome en uno de los lujosos sofás de la mansión Leinster.

“Buenos días, Lynne”, le dije.

“Me sobresalté cuando Anna-san apareció en mi alojamiento y anunció que quería verme. Hoy es día de la luz, por lo que nuestras lecciones no comienzan hasta la tarde. ¿Dónde están Tina y Ellie? No veo a Stella, Karen, o Felicia tampoco, y supongo que Lydia todavía está en el palacio”

“Tina y Ellie llegarán por la tarde. Stella-Ojou y Karen dijeron que, dado que los exámenes de fin de semestre serán en dos días, ayudarán a preparar el lugar para la práctica. Emma y las otras sirvientas llevaron a Felicia a algún lado a primera hora de la mañana. Onee-sama no ha estado en casa en mucho tiempo. Ahora, Onii-sama, ¿no te estás olvidando de algo importante?”

“Devolví tu cuaderno la semana pasada, ¿no?” Pregunté, confundido.

“Oh, sí, lo hiciste. ¡Esos pequeños cachorros de lobo que has estado dibujando en los márgenes últimamente son simplemente adorables! ¿Cómo diablos te las arreglas para… No, eso no es lo que quiero decir?”

“¿Las preguntas previstas del examen que te asigné, entonces?”

“Oh, no, las resolví. No tengo nada que temer de la Señorita Primer Lugar con tus predicciones de mi lado, ¡Nada en absoluto! Esta vez quedaré en primer lugar, y… ¡No, eso tampoco! R-Rayos…”

Lynne se enfureció, agitando sus brazos y piernas. Me preguntaba si había captado esa reacción de Tina y esperaba que la sirvienta principal de los Leinsters, Anna, no la contagiara demasiado.

Si no es su cuaderno ni los problemas del examen. Eso deja..

“Uhm… Qué más podría— ¡Oh! N-No es lo que piensas, Lynne. No estoy jugando favoritos. Hice esa colección de garabatos de cachorros de lobo para cambiar el ritmo. Fue pura coincidencia que le diera a Ellie después de… ¿Uhm?”

La chica pelirroja me miraba fijamente, con los brazos cruzados y las mejillas hinchadas por el disgusto.

“Acabas de colocarte bajo graves sospechas”, anunció.

“Tina, Stella-Ojou y posiblemente Karen-san se unirán a mí para interrogarte más tarde. ¡Siempre eres amable con Ellie!”

“Suenas como—”

“¡No sueno para nada como Tina! ¡O Karen-san, para el caso!”

“¿Podrías al menos dedicarme una sonrisa?” me aventuré.

“No me engañarás. Tus trucos pueden funcionar con Tina, Ellie y Onee-sama, ¡pero soy inmune!”

“Pero tienes la sonrisa más femenina de todas”

Argumenté con toda la sinceridad que pude reunir.

Los ojos de la Joven noble se abrieron como platos.

“¡¿E-En serio?! Espera… ¡Onii-samaaaa!”

Hizo una mueca muy divertida cuando notó mi risa.

“Lo siento”

Dije con un ligero movimiento de mi mano. Aunque su sonrisa es encantadora.

“¡Por Dios! Onii-sama, yo… ¡No quiero tener nada más que ver contigo!”

La chica apartó la cara de mí, aunque eso no impidió que se acercara y se dejara caer en el sofá a mi lado mientras hablaba.

Su nombre era Lynne Leinster, y como la segunda hija del duque Leinster, quien ocupaba uno de los Cuatro Grandes Ducados y gobernaba el sur, tenía derecho a ser llamada “Su Excelencia”. Su hermana mayor era el albatros alrededor de mi cuello, y ambas estaban entre las jóvenes más prominentes del reino. Lynne estaba actualmente inscrita en la Royal Academy, que se encontraba entre los principales centros de aprendizaje del reino, y también era mi alumna.

El reino al que llamo hogar tiene cuatro casas ducales, cada una de las cuales tiene un vasto dominio   en  una de   las  cuatro direcciones cardinales. Sus contribuciones a la fundación del reino y los lazos de sangre con la Casa Real de Wainwright le habían valido a los cuatro duques y sus hijos el título de “Excelencia”.

Lynne suele ser una chica tan razonable.

Pensé mientras tocaba su mejilla y me maravillaba de lo suave que era.

Ella balbuceó.

“¿Onii-sama?”

“Simplemente no puedo recordar,” dije.

“¿Qué cosa?”

“Me hiciste una promesa”, murmuró, todavía haciendo pucheros.

“Dijiste que me harías cualquier favor antes de aceptar ser el tutor de Stella-Ojou”.

“Ahh”. Pensé por un momento, luego admití mi culpa.

“Lo hice. Lo siento. Debería haberlo recordado”

Actualmente estaba contratado como tutor privado de cuatro niñas, incluida Lynne. Había comenzado con Tina Howard, segunda hija del Duque Howard en el norte. Ellie Walker, la sirvienta personal de Tina y nieta de los Walker, partidarios clave de la Casa de Howard, también se unió a nuestras lecciones. Y luego estaba Stella Howard, la hermana mayor de Tina y presidenta del consejo estudiantil de la Royal Academy, quien fue mi última alumna desde hace solo unos días.

Lynne se refería a una promesa que le había hecho como condición para prestarle temporalmente a Stella toda mi atención.

“Onii-sama”, dijo, mirándome.

“Han  pasado  dos  semanas  enteras  desde entonces”

“¡Lo siento mucho!”

Repetí con una profunda reverencia.

¡Se me había olvidado por completo en la prisa por prepararme para los exámenes de fin de semestre! ¿Cómo viviría conmigo mismo después de un error tan grande?

Una risita interrumpió mi auto recriminación.

¿Qué es eso?

Miré hacia arriba y vi a Lynne sonriendo alegremente.

“¡Es una broma!” ella dijo.

“”Te lo ruego, Lynne, no te parezcas a Lydia”.

“Oh, creo que eso depende de ti, Onii-sama”

Dijo guiñando un ojo con un dedo índice presionado contra sus labios sonrientes. Era una Leinster de cabo a rabo.

“Dicho eso, no estaría… en contra de obligarte a cumplir tu palabra”

“Está bien. Pero no me pidas que me escape contigo a la ciudad del agua o a la República de Lalannoy, ¿de acuerdo?”

“Y-Yo no haría eso”

“Y nada de decir algo como: ‘Vamos de compras y tú llevas las bolsas. Si se te cae algo… Tehehehe“.

“¿Q-Que? ¿Qué te está haciendo Onee-sama?!”

“¿No es eso lo que tenías en mente?”

“¡Por supuesto que no! ¡C-Cielos! Desearía que no descarrilaras la conversación”

La chica pelirroja se enderezó en su asiento, asumió una mirada de compostura y palmeó su regazo.

“¿Qué?”

Miré fijamente su perfil, y sus mejillas y orejas comenzaron a sonrojarse. Ella palmeó su regazo de nuevo.

“¿Lynne?”

“¿Sí?” ella respondió.

“Adelante”

“¿Estás seguro de que eso es lo que quieres?”

“Lo estoy”

“Pero bueno…”

“Hmh”

La mirada de Lynne mezclaba inquietud y expectativa.  Me     rasqué   la  mejilla  y luego inspeccioné la entrada. tenemos compañía Anna y las otras sirvientas deben estar esperando con orbes de video al otro lado de esa puerta.

Torcí mi dedo índice, lanzando múltiples capas de hechizos de bloqueo de percepción en los orbes y hechizos de amortiguación de sonido en la habitación. Los gritos en el pasillo deben haber sido producto de mi imaginación.

“¡Uhm!”

Lynne me instó de nuevo, aparentemente cansada de esperar.

“Oh, está bien.” cedí.

“Pase lo que pase”.

Y con eso, me acosté de lado en el sofá y apoyé la cabeza en el regazo de la Joven noble pelirroja.

Cielos. Siento que realmente no debería estar haciendo esto.

Una pequeña mano se posó en mi cabello y lo acarició lentamente.

“¿L-Lynne?” Yo pregunté.

“Tu cabello es tan suave, Onii-sama”. Parecía encantada.

Sentía un cosquilleo cada vez que sus dedos rozaban mi cabeza.

“Lynne, ¿no crees que ha pasado mucho tiempo?”

“No”

“Pero tú ves—”

“No”

Declaró Lynne de nuevo, mirándome a la cara con una sonrisa que se parecía mucho a la de su hermana. Richard lo va a pasar mal cuando herede el ducado.

“¿Qué provocó esto tan de repente, Lynne?”

Pregunté mientras la chica hacía lo que quería conmigo.

“Onee-sama hizo esto contigo antes, ¿recuerdas?” ella respondió.

“Estaba celosa”

“¿Eso es todo? No hubiera pensado que fuera particularmente agradable”

“¡Para mí lo es!” Ella se rio.

“Ya veo”

Estaba de muy buen humor. Los pensamientos de las chicas simplemente estaban más allá de mi comprensión.