The Tutorial Is Too Hard

Capítulo 239: Tutorial Piso 56 (Parte 6)

[¿Qué pasa si algo sale mal?]

Por supuesto, atacar al monstruo no garantizaba un aumento en mi grado de fe. La posibilidad de que el monstruo explotara y la gente quedara atrapada en la explosión no era inexistente. Si eso sucediera, tendría que volver a intentar el escenario.

Si no podía obtener el grado de fe necesario, automáticamente fallaría en el escenario y me trasladarían a la sala de espera para volver a intentar el escenario; nada se perdía al intentar el escenario de nuevo.

Cuando entré por primera vez en el escenario, interiormente maldije al dragón. Sin embargo, gracias al escenario que me había seleccionado, pude aprender más sobre el grado de fe y el poder divino. Si pudiera ampliar mi conocimiento de la relación entre los dos, no habría nada de malo en volver a intentar el escenario. De hecho, podría ser beneficioso volver a intentarlo.

Sin embargo, me preocupaba que si fallaba en este escenario, ese maldito dragón no me dejaría volver a intentar el escenario. Ese dragón barato probablemente me enviaría a un escenario completamente diferente.

“Lo que sea. Vamos a luchar contra ese monstruo.”

[¿Vas a ir ahora?]

“Sí, vamos a tener que irnos pronto.”

[Entonces por favor espera un poco más. Permíteme tranquilizar a estas personas. Necesitamos mantener su fe en nosotros.]

Ahbooboo llamó la atención de las personas que estaban distraídas por la imagen del monstruo que se mostraba en la pared. A propósito, se dirigió hacia el lado opuesto de la pared, haciendo que la gente le diera la espalda a la inquietante imagen del monstruo. Comenzó su discurso con una historia que narraba los hechos de los últimos días y afirmaba las doctrinas de la secta y la grandeza del dios.

En la última mitad de su discurso, Ahbooboo detalló la existencia del monstruo. Qué tan peligroso y atroz era ese monstruo. La información no era nada nuevo para mí, por lo que permanecí relativamente imperturbable, pero había personas que seguían mirando hacia la pared detrás de ellos con expresiones preocupadas.

Ahbooboo proclamó heroicamente: “¡Como apóstol, él destruirá a ese monstruo!.”

[Grado de Fe: 393]

 [Grado de Fe: 395] 

[Grado de Fe: 396]

Wow, me quedé impresionado. Ahbooboo fue sorprendentemente elocuente y mi grado de fe se disparó.

Le hice señas a Ahbooboo para que terminara su discurso. Sería mejor salir antes, para que pudiéramos alcanzar al monstruo lo más rápido que pudiéramos.

“Rana, será mejor que te quedes aquí”, susurré en voz baja para que los demás no se distrajeran.

“Kea-ek.”

La rana se negó obstinadamente a quedarse atrás, y supe que era inútil tratar de hacerle cambiar de opinión. Si lo dejaba atrás, solo se escabulliría para seguirme.

“Haah Bueno. Vamos juntos.”

Desde el principio, lo que la rana quería de mí siempre había sido lo mismo.

Ir juntos.

No quería rechazar su pedido, pero la tarea en cuestión era peligrosa. Sin embargo, la rana se negó obstinadamente a quedarse atrás. Hubiera sido bueno si el anillo usado antes pudiera usarse de manera inversa.

Cuando Ahbooboo terminó su discurso, inmediatamente nos pusimos en marcha para buscar al monstruo. Antes de nuestra partida, advertí a la gente que no se aventurara fuera de la torre y que vigilara de cerca el muro.

[Grado de Fe: 411]

Quizás, debido a mi habitual silencio, la gente tomó en serio mis advertencias.

Mi grado de fe ha aumentado casi 10. Era un gran aumento, teniendo en cuenta que, en el primer día, sólo había ganado 7 grados incluso cuando me partía el culo con los saludos.

***

Caminar por las verdes llanuras fue una experiencia eufórica. Por supuesto, había un monstruo devastador en algún lugar más adelante, pero aún no era visible.

Mientras la brisa fresca acariciaba mi rostro y el sonido de la hierba moviéndose me hipnotizó, mi mente se relajó.

De alguna manera, recordé el campo de Kirikiri. La primera vez que fui allí, sentí que mi estrecha percepción de la palabra se expandía; era como si me hubiera convertido en uno con el mundo. Mientras caminaba por las pacíficas llanuras, surgió una sensación similar.

Fruncí el ceño cuando el viento amainó y la hierba se detuvo. Traté de hacer que la hierba suave y de olor dulce se balanceara, y lentamente invoqué el poder que había fortalecido mediante la acumulación de fe. Pero mover la hierba manualmente a través del maná no era tan satisfactorio como verla balancearse naturalmente con el viento.

Los límites de este poder aún no estaban claros, pero a medida que avanzaba en el tutorial, estaba seguro de que sería capaz de mejorar mis habilidades.

“¡Kea-ek!”

La rana le graznó a Ahbooboo, que intentaba meterle el pañuelo por las fosas nasales. Ante esto, Ahbooboo sonrió con picardía y voló en círculos alrededor de la rana. Molesta, la rana sacó su lengua, tratando de atrapar a Ahbooboo, pero todos sus intentos fueron en vano.

[¡Ja! ¡Aún faltan 500 años para que me atrapes! ¡Hijo de puta!]

“¡Kea-ek!”

Los dos se acosaban como lo harían los niños pequeños. Su relación no había sido tan divertida en la torre. Parecía que los dos también estaban bajo estrés por pretender constantemente ser estoicos y sin emociones. Después de todo, él también había estado haciendo lo mismo, hasta que salió de la torre.

***

Antes de darme cuenta, había caminado tanto que podía ver al monstruo vívidamente. Junto con la horrenda imagen, se produjo un notable hedor que se escapaba de su cuerpo.

Le advertí a la rana que se quedara quieta y observara en silencio desde su posición. La rana ya no opuso resistencia y procedió a camuflarse detrás de las largas briznas de hierba.

[Grado de fe: 463]

Mi grado de fe se elevó una vez más. Tal vez la gente ahora podía verme, junto al monstruo, en la pared de la torre. Era probable que las otras torres también tuvieran una vista de este monstruo en sus paredes.

Antes de acercarme al monstruo, los apóstoles de otras torres vinieron a saludarme. Afirmando que era imposible matar a este monstruo, propusieron una coalición para encontrar una manera de lograr el conteo de 500 de fe juntos.

Los rechacé. Para mí, era una propuesta que tenía poco mérito. Quería que me vieran confrontando heroicamente al monstruo para ganar la fe, pero parecía que ningún otro apóstol estaba interesado en hacerlo.

Me di la vuelta y vi a los apóstoles a lo lejos, observándome desde el muro. Les devolví la mirada, inmóvil. Sin duda pensaban que estaba urdiendo un elaborado plan para elevar mi grado de fe. Pues no se equivocaban.

[Estoy sorprendido. Pensé que estarías peleando con ellos otra vez.]

“Cada vez que veo a un apóstol, piensas que pelearé con ellos. ¿No es así, Ahbooboo?” respondí.

Los apóstoles que había conocido en este escenario diferían de los apóstoles que había conocido anteriormente. Se diferenciaban en el sentido de que no eran apóstoles oficiales, escogidos por dios; sólo eran apóstoles de nombre. A partir de ahora, se me dio el título de ‘Apóstol’ para llevar a cabo mis deberes, pero había una gran diferencia entre los apóstoles oficiales y yo, como el Rey Espíritu. No quería que estos pequeños farsantes se involucraran en la pelea.

[Sí, eso es verdad.]

Cuanto más me acercaba al monstruo, peor se ponía el olor y, como resultado, mis ojos también comenzaron a lagrimear. Quizás el mayor peligro de este monstruo era su repugnante apariencia. Fue impactante que yo, que había visto más sangre y cadáveres que nadie, dijera eso.

Su corazón palpitante mostraba vasos sanguíneos violetas en el exterior, que brillaban tenuemente. Se formaban racimos de sebo y pus, y del órgano manaba a raudales sangre oscura, roja y llena de parásitos. Había diminutos parásitos con forma humana esparcidos por todas partes, masticando y tragando todo lo que encontraban a su paso.

Y… será mejor que deje de pensar en eso. Mi estómago se sentía revuelto. Su horrenda apariencia fue la razón por la que no lo toqué la última vez que nos vimos.

[¿Y si realmente explota?] Ahbooboo cuestionó preocupado.

“Huiremos antes de que el fuego toque el cuerpo.”

Me acerqué al monstruo y formé un arma de fuego con una pieza de armadura en mi mano. La armadura estaba envuelta en llamas y el aire circundante se distorsionó por el alto calor.

Me deshice del arma de fuego y lancé magia. ‘Bola de fuego’.

Era la magia de fuego más básica de mi arsenal. En comparación con las técnicas avanzadas de magia de fuego, no era tan caliente.

Pero, también tenía sus ventajas. El hechizo consumía muy poco maná y era algo difícil de estropear. Además, la condición física y la concentración del portador hicieron poco para afectar la calidad del hechizo. El propósito era disparar una bola de fuego, por lo que el fuego se mantuvo hasta que llegó a su ubicación designada; después de lo cual, se extinguió cuando se agotó el maná.

[¿Qué estás haciendo?]

“Comparando.”

Algunos de los dioses usaron el poder divino en forma de hechizos. Algunos sacerdotes que siguieron a los dioses hicieron lo mismo. Ahbooboo también.

Pero no podía utilizar mi poder divino de esa manera. Se movía y encendía fuego, en lugar de utilizarse en forma de hechizos.

No pasó mucho tiempo antes de que me acercara peligrosamente al monstruo. No podía permitirme acercarme más.

Me detuve y hablé en voz baja. “Fuego.”

Una vez que pronuncié la palabra, todo lo que me rodeaba fue barrido por el fuego. El fuego afectó la visión, por lo que me resultó difícil ver.

A medida que concentraba más maná, las llamas crecían exponencialmente. Se extendió a mi alrededor en un círculo, sin un sentido específico de dirección. Cuanto más alto subía, más lejos llegaba.

El fuego comenzó a lamer el cuerpo del monstruo. Su piel chisporroteó, y el agua dentro de su cuerpo instantáneamente hirvió y se evaporó, dejando rastros de vapor. Si lo dejaba solo, el fuego probablemente mataría al monstruo.

De repente, los tentáculos comenzaron a sobresalir por todo su cuerpo. Brillaban con fluidos corporales no identificables y golpeaban frenéticamente su propio cuerpo, tratando desesperadamente de apagar las llamas.

Pero los esfuerzos del monstruo eran inútiles. La llama se extendió por la piel del monstruo y quemó la carne, los músculos rosados ​​y los nervios violetas. Más sangre comenzó a hervir y sus órganos comenzaron a hincharse.

Las llamas buscaron frenéticamente otra porción del monstruo que podría quemar. Antes de que el monstruo pudiera tener la oportunidad de explotar, tenía que ser completamente asesinado. Para hacer eso, en lugar de destruir todo lo que contenía, era fundamental quemar estructuras anatómicas importantes como los nervios, el cerebro y el corazón.

No estaba seguro de cuándo me quedaría sin maná o cuándo explotaría el monstruo, pero seguí concentrándome en quemar al monstruo.

Me sentí como si fuera un cirujano operando desesperadamente a un paciente moribundo. O un ingeniero que está desactivando una bomba de tiempo. No sabía cuándo estallaría, pero me puso más nervioso y mi concentración aumentó.

Me había concentrado en matar al monstruo cuando de repente apareció un mensaje.

[Grado de Fe: 500]

[Has despejado el piso 56 de la Dificultad infierno.]

[Todas las anomalías y lesiones han sido recuperadas]

Muy bien. Habíamos alcanzado el objetivo. Ahora, podemos descansar tranquilos y quemar al monstruo.

[Será trasladado automáticamente a la sala de espera.]

“¿Qué?”

***

Miré fijamente la cascada que caía a borbotones hacia abajo. Estaba en el lago donde me había encontrado con el dragón.

“¡Kea-ek!”

“Sí, estoy bien.”

Me sentí aliviado de que la rana estuviera preocupada por mí, pero al mismo tiempo estaba frustrado. Había tantas cosas que aún tenía que lograr en ese escenario. Quería explorar más mis poderes, atacar monstruos y medir la cantidad de poder divino consumido por la Violación de Control. Además, quería investigar la posibilidad de usar el poder para otras cosas además de quemar.

Quería verificar el nivel máximo de fe que se podía obtener de una persona, qué diferencias tenía cada persona y si había otras condiciones.

Todas esas oportunidades se habían ido. Cuando el nivel de fe llegó a 500 y se despejó el escenario, toda la fe se desvaneció instantáneamente.

[No te enojes demasiado. Guerrero, ¿no habrá otra oportunidad?]

Ahbooboo tenía razón.

Mis labios se abrieron, liberando un suspiro. Lentamente entré en la cueva detrás de la cascada.

La cueva se veía completamente diferente a la anterior. Las paredes de piedra se habían convertido en mármol liso y el suelo rocoso estaba cubierto con una alfombra suave. Luces de colores colgaban del techo.

Las heces de murciélago y las enredaderas crecidas no se encontraban por ninguna parte, y un sutil aroma a perfume permanecía en el aire. La cueva, una vez húmeda y fresca, ahora estaba caliente con un fuego encendido en el medio.

Ese maldito dragón bastardo. Dijo que esta no era su casa, pero mira cómo remodeló la cueva. ¿Cómo se atrevió el dragón a mentirle?

“Es irritante. Deshagámonos de esto quemándolo.”

Lancé un hechizo mágico. ‘Bola de fuego’.

[¡Detente! ¡No, diablo!] rugió el dragón. Pero ignoré sus gritos.