Utsuro No Hako To Zero No Maria (NL)

Volumen 7

Capitulo 3: Otonashi

Parte 1

Poco después de ver a Oomine Daiya por última vez en la escuela, recibí un e-mail desde su dirección. El mensaje no incluía una sola oración, y mucho menos un saludo, pero contenía una dirección ubicada en una prefectura lejana con la cual yo no tenía relación alguna.

Aunque no sabía por qué Daiya me había enviado este e-mail, sabía que había más al respecto.

Tomé el siguiente tren en la línea Shinkansen sin esperar hasta el fin de semana. La dirección me llevó a un vecindario acaudalado con edificios lujosos, pero la casa que estaba buscando era la más grande de todas.

Sin embargo, el edificio no estaba a la altura del esplendor de los alrededores. El amplio jardín no estaba exactamente bien mantenido, y me dejó con una impresión solitaria.

No pasó mucho tiempo antes de que me encontrara una sorpresa.

La placa con el nombre decía “Otonashi”.

—Aquí es donde Maria creció.

Inmediatamente hice sonar el timbre de la puerta, con mis manos temblando por la emoción. Una mujer de mediana edad respondió con una voz apática. Sin perder un segundo, le pregunté sobre Maria, pero cuando oyó su nombre, su actitud cambió de inmediato; cortó nuestra conversación.

No había duda al respecto. A diferencia de mí, la mujer había conocido a Maria antes de su primer encuentro con las “cajas”.

En ese caso, no había forma de que renunciara aquí. Después de todo, estaba dispuesto incluso a sacrificar a mis amigos por Maria.

Me mantuve haciendo sonar el timbre de la puerta hasta que me di cuenta de que la mujer no tenía intención de contestar. En lugar de eso, trepé por el portón y maté al perro de pedigrí que encontré en la propiedad. No tomó mucho tiempo para que la mujer apareciera después de haber oído los gritos de muerte del perro, así que le mostré los desgarrados interiores de su mascota.

Se dio cuenta de lo lunático que era yo y finalmente respondió mis preguntas, llorando de miedo. Me contó sobre Maria y su hermana, Otonashi Aya.

Aparentemente, la mujer era la tía de Maria. Supe por ella sobre el lamentable accidente que involucró a los Otonashi dejando a Maria sola en el mundo. También descubrí que ninguno de sus parientes sabía respecto al paradero actual de Maria.

Es tal como esperaba—Maria sólo me tiene a mí.

La encontraré y la salvaré, sin importar lo que tome.

Sin embargo, mi determinación de aquel día ha sido oscurecida hace bastante por las neblinas del tiempo y ya no me importan más. En lugar de eso, viviré felizmente para siempre en este mundo falso y sin color, mano a mano con Mogi-san.

Aah—

Habría sido tan afortunado si eso fuera posible.

30.333ª vez

– Te amo Kazu-kun.

– ¡También te amo, Mogi-san!

– ¡Estemos juntos para siempre!

– ¡Definitivamente!

32.875ª vez

– Te amo Kazu-kun.

– ¡También te amo, Mogi-san!

– ¡Estemos juntos para siempre!

– ¡Definitivamente!

35.890ª vez

– Te amo Kazu-kun.

– ¡También te amo, Mogi-san!

– ¡Estemos juntos para siempre!

– ¡Definitivamente!

37.227ª vez

– Te amo Kazu-kun.

– ¡También te amo, Mogi-san!

– ¡Estemos juntos para siempre!

– ¡Definitivamente!

– … ¿Eh?

Me pregunto qué es esto… Aunque se supone que ahora mismo estoy saltando con alegría, su amor no significa demasiado para mí.

40.301ª vez

– Te amo, Kazu-kun.

También la amo, pero ya me he dado cuenta de la verdad.

– … Por favor, espera hasta mañana.

Me di cuenta de que este es un mundo recurrente y que tengo la misión de volver a ella, cuyo nombre he olvidado, parte de mi vida cotidiana. Es mi propósito final, aunque no sepa su nombre.

Por lo tanto, no puedo responder a los sentimientos de Mogi-san sin importar cuánto quiera hacerlo.

Huyo del patio de la escuela y voy hacia la azotea. He venido aquí porque se me ocurrió la idea de mantener mi memoria saltando del edificio escolar.

El que me haya descubierto que el mismo día se está repitiendo bordea en un milagro. No debo dejar que esta oportunidad se me escape. Tal vez he estado repitiendo este día más de 10.000 veces ya y simplemente no me había dado cuenta.

No es como si no tuviera miedo de matarme—contemplar el suicidio es rotundamente extraño—pero mi voluntad no se doblará debido a algo como esto.

Salto hacia el cielo, iluminado por el sol del atardecer.

Splash.

Con el sonido de mi cráneo partiéndose y su contenido siendo aplastado, mi consciencia—

40.302ª vez

—se transfiere.

Incapaz de absorber el impacto, vomito en la sala de clases.

Mientras recibo las extrañas miradas de mis confundidos compañeros de clase, salgo corriendo de la sala. Debo encontrar pistas relacionadas a ella. Por alguna razón, todavía recuerdo los lugares en los que hemos estado juntos, a pesar de que su nombre me elude.

Corro todo el día en búsqueda de pistas, pero no puedo hallar

nada.

Quizás hoy no haya logrado nada, pero no debo perder mi memoria. Si pierdo mis dudas sobre este mundo, podría acabar repitiendo el mismo día miles y miles de veces.

Rodeado por lo rojo, salto otra vez y derramo el contenido de mi cabeza.

40.303ª vez

Busqué pistas por toda la escuela, pero no encontré nada.

Salto y derramo el contenido de mi cabeza.

43.058ª vez

–49.178ª vez

Después de un largo tiempo, recupero mis sentimientos y recuerdo cómo hablar.

Las lágrimas se acumulan. Ya no puedo soportarlo. No puedo aguantar matarme todos los días.

– Volvamos… Volvamos al placentero festival escolar.

Dejo atrás la azotea y regreso al patio de la escuela donde está ubicada la fogata. Mogi-san se me acerca.

Ya no ignoraré su declaración de amor.

– Mogi Kasumi, te amo.

Y así, mi larga, larga lucha finalmente llega a un final.

55.555ª vez

– Te amo Kazu-kun.

– ¡También te amo, Mogi-san!

– ¡Estemos juntos para siempre!

– ¡Definitivamente!

59.876ª vez

– Por favor, espera hasta mañana.

Me di cuenta de que este es un mundo recurrente y de que tengo la misión volver a ella, cuyo nombre he olvidado, parte de mi vida cotidiana. Es mi propósito final, aunque no sepa su nombre.

Doy un salto en el cielo del atardecer para poder mantener mi memoria.

65.222ª vez

– Volvamos… Volvamos al placentero festival escolar. Ya no ignoraré la declaración de amor de Mogi-san.

– Mogi Kasumi, te amo.

Y así, mi larga, larga lucha finalmente llega a un final.

66.666ª vez

– Te amo Kazu-kun.

– ¡También te amo, Mogi-san!

– ¡Estemos juntos para siempre!

– ¡Definitivamente!

70.512ª vez

– Por favor, espera hasta mañana.

Doy un salto en el cielo del atardecer para poder mantener mi memoria.

78.165ª vez

– Mogi Kasumi, te amo.

Y así, mi larga, larga lucha finalmente llega a un final.

88.888ª vez

– Te amo Kazu-kun.

– ¡También te amo, Mogi-san!

– ¡Estemos juntos para siempre!

– ¡Definitivamente!

102.538ª vez

– Te amo Kazu-kun.

– ¡También te amo, Mogi-san!

– ¡Estemos juntos para siempre!

– ¡Definitivamente!

¿Qué podría ser más maravilloso que tener una novia tan bonita?

Ahora mismo soy el hombre más feliz en el mundo. Quiero proteger esta felicidad.

Pero alguna razón siento que algo está mal. ¿Por qué todo es tan pálido? ¿Por qué me siento tan apretado?

Aunque estoy tan feliz, me siento como si me estuviera sofocando en el fondo del oceáno.

124.390ª vez

Asumamos que el mundo está repitiendo constantemente el día del festival escolar. También asumamos que—tal como en el “Salón Rechazador”—nadie es capaz de darse cuenta del bucle.

En mi caso en particular, hay una cierta probabilidad de que me dé cuenta de todos modos. Si eso ocurriera, sin duda intentaría de salir del bucle de algún modo, por ella cuyo nombre he olvidado. Ni siquiera titubearía en matarme a mí mismo de ser necesario.

Pero añadamos otro giro a esa hipótesis: no hay pistas. Sí, asumamos que no hay ni una simple pista oculta en este mundo para terminar la repetición. No me daría por vencido tan fácilmente, por supuesto, pero cuando no hay una pista, entonces al final no hay opción. Una vez que yo estuviera tan exhausto que mi razonamiento y personalidad estuvieran destruidos, dejaría de mantener mi memoria y comenzaría a buscar a alguien que pudiera servirme como mi paraíso para poder proteger mi mente de un colapso total.

Elegiría estar junto a Mogi-san.

Sin embargo, eso no resolvería nada.

Después de todo, este mundo hipotético continúa repitiéndose, así que eventualmente me volvería consciente de su naturaleza otra vez. Si eso ocurriera, nuevamente intentaría salir, fracasaría, y me rendiría. Para el final de la lucha, habría olvidado que elegí a Mogi-san y la volvería a elegir.

El bucle se repetiría. Una y otra vez.

Es un infierno sin fin por donde se le vea. En la creencia estúpida de que hay esperanza, seguiría saltando hacia la sangrienta piscina roja, sufriría y eventualmente olvidaría toda la lucha, sólo para comenzar de cero nuevamente, buscando esperanza y saltando hacia la piscina de sangre. Seguiría repitiendo este tonto ciclo sin posibilidad de escapar.

No habría final. Ni uno malo, ni uno bueno.

Ahora asumamos que yo realmente estuviera en ese mundo.

– Te amo, Kazu-kun –, dice Mogi-san, iluminada por la fogata.

También la amo. Pero aun así, sus palabras me dejan completamente helado.

– ¿Kazu-kun? –, pregunta ella, al verme colgar mi cabeza.

Huyo. Ignorando sus gritos, corro hacia el edificio escolar y me dirijo hacia las escaleras. Hacia la azotea, pienso por un momento, pero me sacudo esa idea de encima. ¿Por qué estoy tan empecinado en saltar a mi muerte? ¡Es casi como si hubiera adquirido el hábito de hacerlo!

Si sigo mis hábitos, no seré capaz de salir de aquí.

Me doy la vuelta y en lugar de eso entro a la sala de clases de economía doméstica.

Mientras respiro descontroladamente, me apoyo sobre el mesón de la cocina y miro la fogata afuera a través de la ventana. Mientras observo bailar a los estudiantes, hago una observación.

—La resolución es demasiado baja.

Los pixeles resaltan como un mosaico y delatan cuán falso es este mundo. No… estoy siendo tonto. Este es el mundo real. Debe haber lucido de este modo todo el tiempo. Simplemente no me di cuenta, eso es todo. Tiene que ser eso, o estoy jodido.

Es sólo una hipótesis, sólo una tonta hipótesis. No estaba hablando acerca de nada real. ¡Un bucle horrible como ese no debe existir!

Todo es una ilusión creada por mi mente loca.

Sin embargo, hay una verdad de la que no puedo escapar:

—Quiero morir.

Abro un cajón y saco un cuchillo de cocina. Con una sorprendente falta de vacilación, me apuñalo en el corazón.

Pude sentir claramente cómo mi corazón era aplastado como una oruga enorme. Mi sangre también estaba chorreando como loca.

Se suponía que encontraría descanso eterno.

124.391ª vez