Koujo Denka (NL)

Volumen 3

Epilogo: Estoy Impresionada

El campo de entrenamiento bajo techo de los Howard fue el lugar de una feroz batalla temprano esa mañana. Una asombrosa cantidad de maná dominaba el área, y su barrera, que era más resistente que la fortaleza militar promedio, gemía bajo la tensión. Dos combatientes chocaron en el centro de la arena, al igual que columnas de llamas y relámpagos violetas cuando la espada de madera se encontró con la daga.

“No estás tan mal ahora”, comentó Lydia.

“Estoy impresionada, Karen, y no lo digo solo como tú cuñada”

“Su Excelencia realmente tiene una memoria horrible”, replicó Karen.

“¡Debes estar pensando en alguien más, porque no tengo cuñada, y nunca la tendré!” Después de una breve pausa, agregó:

“Lydia, si tienes excusas para esta mañana, estoy dispuesta a escuchar”

“Él insistió en que quería acostarse conmigo y no pude deshacerme de él”.

“¿Nii-san…?” preguntó Karen y se giró hacia mí. Simplemente me encogí de hombros y respondí negativamente.

La acosté en una habitación diferente. Además, ese “nunca” podría ser un problema para mí.

“¡Mentiroso!”

Karen le gritó al albatros, sus chispas violetas rugiendo.

“Es la verdad”, respondió Lydia.

“Concedí magnánimamente su deseo tácito”.

“¡Disparates!”

Karen replicó y retrocedió, lanzando su daga al aire y materializando su lanza relámpago.

Lydia apoyó la espada de madera en su mano derecha sobre su hombro y giró la varita en su izquierda con evidente despreocupación. ¿Había olvidado que esos eran míos?

“Bien. Dame tu mejor oportunidad”, dijo.

“Permitiré que mi ingobernable cuñada lo sea”

“¡Cerraré esa boca desvergonzada tuya!”

Chocaron de nuevo, y reforcé la barrera por temor a que dañaran la mansión. A pesar de su discusión, ambas estaban sonriendo. Esto era solo un juego, y el estrecho control que mantuvieron sobre su maná lo demostró. Aun así, deseaba que no se excedieran.

En ese momento, la doncella principal de los Howard entró y se dirigió a mí.

“Allen-sama”

“Buenos días, señora Walker. Lamento que estemos usando sus instalaciones”.

“Eso no será un problema. Stella-Ojou desea verte. Vigilaré las cosas aquí, y las jóvenes aún están dormidas, así que date prisa”.

¿Qué está tratando de insinuar?

Me pregunté mientras me pasaba una nota que contenía instrucciones para llegar a una habitación. Miré a Lydia y Karen, pero todavía se estaban divirtiendo.

“Me iré, entonces” dije.

“Sospecho que se detendrán una vez que se aburran”.

“Lo entiendo bastante. Puedes confiar en mí para retrasarlas”

La  legendaria  sirvienta  a  la  que  Anna aparentemente aspiraba me despidió con una respetuosa reverencia.

Ahora, ¿Qué me pedirá Su Excelencia?

“Pase, por favor”

Respondió la alegre voz de Stella a mi llamada.

“Perdóname”, le dije.

“Buenos di—”

“Buenos días, Allen-sama”

La joven sentada en una silla era sin duda una belleza. Parecía casi santa con su hermosa cabellera platinada teñida de azul brillando a la luz, y su camisón solo aumentaba el impacto. Sus encantos eran irresistibles, inevitables y estaban a la altura de Lydia con solo una camisa.

Me quedé en silencio y ella se acercó a mí con una mirada burlona en su rostro. Luego, se puso de puntillas y me tocó la cabeza.

“¿S-Stella-Ojou?” Yo pregunté.

Ella se rio.

“Tienes tu pelo revuelto tan adorable. Y solo ‘Stella’ es suficiente”

Hizo una pausa y luego dijo:

“Allen-sama.”

Respondí con una mirada inquisitiva, pero ella vaciló.

“No logré ganar”, continuó con toques de inquietud y de persuasión en su voz, “Pero hice mi mejor esfuerzo, así que… ¿Me harías ese favor?”

“Ciertamente tengo la intención de hacerlo”, respondí.

“¿Tuviste la oportunidad de hablar con todas?”

“Lo   hice.  Ayer  tuvimos  una conversación en la cama. Karen regañaron, mientras que Tina y soltaban”. Ella se rio de nuevo.

larga,  larga y Felicia me Ellie no me

“Esas dos son unas niñas”

La sonrisa de Stella era a la vez gentil y deslumbrante. Supuse que ella estaría bien ahora.

“Allen-sama”, dijo, volviendo a su asiento y mirándome.

“¿Sí?”

“Uhm… ¿No solías peinar a Karen cuando eras pequeña?”

“Me sorprende que sepas eso”

“Estaba un poco celosa de eso. ¿Lo harías conmigo?”

“Pero no tengo práctica”

“Mentiroso. Tina y Ellie me dijeron ayer que tú les hiciste el suyo.”

“No puedo hacer nada elegante”, le advertí.

“No me importa. Quiero que lo hagas” Un momento después, agregó:

“Uhm… ¿Por favor?”

“Su deseo es mi orden, Su Excelencia, Stella Howard”

Me coloqué detrás de ella, tomé un cepillo de la mesa y comencé a desenredar suavemente su cabello, que era similar al de Tina y bastante hermoso. La mujer noble se retorció y giró como si le estuviera haciendo cosquillas, pero sin embargo parecía contenta.

“Stella” dije.

“¿Sí?” ella dijo de vuelta.

“Hablé con el Duque Walter anoche”

“¡¿Con mi padre?!” exclamó con un sobresalto.

“Me pidió que te entregara un mensaje”.

“¡Espera! Por favor dame un momento”

Stella respiró hondo varias veces, pero no debieron calmar sus nervios, porque se giró para mirarme suplicante. Estos rostros suyos eran peligrosos en extremo. Le di unas palmaditas en la cabeza y ella asumió una sonrisa angelical digna de Ellie.

“Adelante”, dijo con una breve risita.

“Dejó dos mensajes. Primero, ‘El Ducado de Howard pasará a Stella Howard. Mi mente nunca ha cambiado sobre ese punto, y su adquisición de un hechizo supremo y un arte secreto me hace estar aún más seguro’.”

“P-Pero Allen-sama, eso fue…”

“Te defendiste contra el ataque más fuerte que las tres pudieron montar por tu cuenta. Estoy seguro de que dominarás el hechizo”

Stella se quedó en silencio por un momento. Luego, ella respondió:

“Sí, lo haré”

“¿Y si alguna vez tienes dudas?” la impulsé.

“Hablaré contigo. Y con Karen, Felicia, Tina, Ellie y Lynne”.

Después de un momento, agregó:

“Lydia-Ojou es un poco, bueno…”

“Por favor, hazlo. Haremos todo lo que podamos por ti. Ahora, el segundo mensaje.”

Había terminado de cepillarle el cabello, así que comencé a trenzarlo. Esperaba que saliera bien; en realidad, no había arreglado el cabello de nadie excepto el de Lydia en mucho tiempo, y solo había arreglado el de Tina y Ellie.

“‘Cuando lleguen las vacaciones de verano, vuelve a casa a toda costa’”, repetí.

“Lo prometo”, respondió ella lentamente.

“Y hablando como tu padre, dijo: ‘Lo siento. Te estoy esperando.’”

Ella no respondió con palabras, pero una sola lágrima rodó por su mejilla. Supuse que las heladas relaciones entre padre e hija finalmente habían comenzado a descongelarse.

Terminé la trenza. Ahora, solo quedaba la cuestión de con qué atarlo— Stella me tendió su cinta.

“¿Podría por favor?” ella preguntó.

“Por supuesto”, respondí y até la cinta azul cielo detrás de su cabeza.

¡Hecho! Y muy bien también, si lo digo yo mismo.

La mujer noble bajó la cabeza en silencio.

¿Qué es esto?

Estaba empezando a Stella se giró para brotando de sus ojos.

entrar en pánico cuando mirarme. Había lágrimas

“¿S-Stella?”

“Allen-sama, muchas gracias”, dijo.

“Para mí, realmente eres un genuino…”

La puerta se abrió para admitir a una chica pequeña con cabello platinado. Todavía estaba medio dormida y su camisón estaba arrugado.

“Buenos días a los dos”, dijo Tina.

Caminó somnolienta hacia su hermana mayor, le echó los brazos alrededor de la cintura y apoyó la cabeza en su regazo.

“Estaba preocupada de que te hubieras ido a alguna parte, Onee-san”

“Lo siento”

Respondió Stella, acariciando suavemente la cabeza de su hermana menor.

“No te dejaré”.

Esperaba que esto significara que todo había vuelto a la normalidad entre ellas.

Ahora, Tina, has trabajado muy duro, así que ordenemos el cabello revuelto y…

“¡No! ¡Yo primero! ¿No es así, Onii-sama?”

Una chica con el cabello rojo despeinado se paró orgullosamente en la entrada. La siguió una Felicia de aspecto soñoliento, que aún no parecía haberse recuperado de su agotamiento. Felicia parecía nerviosa al descubrir que Tina ya estaba abrazando a Stella, pero pronto se sentó en el sofá y comenzó a dormitar con los brazos alrededor de un cojín.

Tina se quedó en blanco por un momento, luego se despertó de golpe.

“¡L- Lynne!” Ella exclamo.

“¡N-No lo creo! ¡Estabas profundamente dormida y babeando hace un momento!”

“No estaba babeando”, replicó Lynne.

“¡Tú también lo estabas! ¡Y tu camisón estaba subido sobre tu ombligo!”

“Te quejaste de que estabas exhausta y te acostaste con nada más que tu ropa interior”.

Tina gritó para ahogar a su compañero de clase.

“¡Cuidado con lo que dices frente a Allen-sama!” ella gritó.

La habitación inmediatamente se volvió más bulliciosa.

Ellie se unió a nosotros poco después, y me impresionó ver que solo ella de las chicas estaba vestida   correctamente,  con   su  uniforme  de sirvienta. No le diría a nadie que ella había sido la más necesitada de todos con Stella y conmigo la noche anterior.

“¡Allen-sensei!” dijo, corriendo rápidamente y lanzándose hacia mí.

“Wow”, respondí.

“¿Qué provocó esto?”

Ellie se rio.

“Estoy tan feliz. ¡Tú también, Stella-Onee-chan!”

“¡Eek! ¿E-Ellie?”

Estaba pensando que el angelito con sus brazos alrededor de la belleza sorprendida habría sido una obra de arte deliciosa cuando escuché voces discutiendo en el pasillo.

“¿Qué esperas que yo haga?” decía Lydia.

“Ya sabes cómo es él. Es tan generoso como parece”.

“Tenemos que frenar eso”, respondió Karen.

“Estoy de acuerdo. Deberíamos tener más cuidado que nunca. Ahora, ¿has explicado sobre ya-sabes-qué?”

“No te preocupes; les he dicho. Pero incluso si no lo hubiera hecho, nuestros padres nunca tendrían una idea equivocada sobre Nii-san. ¿Pasarás el verano en la capital del este? No es que te quiera allí”

“¡Por supuesto! Recuerda, te cedí el quedarte  a  dormir entre semana recuperarlo”

derecho a y  puedo “Como su hermana, ese derecho me pertenece

únicamente a mí. Los forasteros como tú deberían ocuparse de sus propios asuntos.”

“¡¿Y-Yo, una ‘forastera’?! ¡¿En lo que a él respecta?!”

Después de una pausa prolongada, Lydia dijo:

“Bueno, ahora…”

Será mejor que los detenga antes de que derriben toda la casa.

En ese momento, hubo un tirón en mi manga derecha y una voz cargada de emoción susurró en mi oído.

“Estoy verdaderamente,  verdaderamente agradecida. Nunca podría haber hecho nada de esto sin ti, Allen”

¿Qué?

A mi lado, Stella sacó un poco la lengua. Estaba tan sonrojada que incluso su cuello estaba rojo.

“Nunca antes había llamado a un hombre tan cercano a mi edad por su nombre”, me informó.

Qué encanto… ¡¿Qué es esto que siento?!

Felicia nos estaba grabando con un orbe de video. ¡¿Cuán fácilmente influenciable podría ser ella?!

Tina y Lynne seguían jugando, mientras la criada intentaba negociar la paz entre ellas. También detecté un estado de ánimo siniestro en el pasillo.

¿No era un poco temprano para esto?

“Stella” dije.

La sonriente mujer noble respondió con una mirada de curiosidad.

“El Duque Walter también me pidió que te enseñe. ¿Qué dices a eso?”

Tina, Ellie y Lynne se congelaron al instante. Estaban encantadas en un ochenta por ciento, y el resto de sus reacciones se entregaron a otras emociones.

“¡Sí! ¡Por favor enséñeme!”

La futura Duquesa Howard respondió de inmediato y sin ambigüedades. Stella estaba decidida, y mientras siguiera avanzando un paso a la vez, podría seguir adelante.

“Ahora, será mejor que todas se vistan”, dije.

“Es hora del desayuno. Detendré a la pareja en el pasillo. Felicia, te confiscare ese orbe de video, y por favor trata de resistir las malas influencias”

***

“Toma”, había dicho mi madre.

“He terminado, Stella. Te ves encantadora”

¡Esa es mi niña!”

“Madre, ¿puedo preguntarte algo?”

“¿Sí?”

“Mi padre me peina a veces, entonces, ¿por qué no debo pedirles a otros hombres que me ayuden con eso?”

“Buena pregunta. Piénsalo de esta manera: ¿te gustaría que cualquier hombre que no fuera tu padre me peinara?”

“…No”

“¡Exactamente!”

No había entendido lo que ella había querido decir.

Mi madre se había reído.

“No te preocupes”, me había dicho.

“Lo entenderás algún día. Conseguir que alguien que te importa te peine es una sensación maravillosa. Creo que sí, de todos modos. Sé que algún día conocerás a alguien por quien te sientas así”

“¡Quiero que tú o Shelley me arreglen el cabello por siempre!”

Por un momento, mi madre se quedó en silencio. Luego, ella había preguntado:

“¿En serio?”

“¿Madre?”

Mi madre, Rosa, había estado llorando. Debió haberse dado cuenta de que no le quedaba mucho más tiempo de vida.

Pero madre, realmente lo conocí. Conocí a un mago con la luz de la luna y la luz de las estrellas para iluminar mi camino en la oscuridad de la noche. Así que por favor, no te preocupes y cuídame. No soy Karen, Felicia, Tina, Ellie, Lynne o Lydia-Ojou, ¡Soy tu hija, Stella Howard!

-FIN DEL VOLUMEN 3-