Koujo Denka (NL)

Volumen 3

Capitulo 4: No Lo Menciones

Parte 7

“¿E-Es eso posible?”

“De ninguna manera. Simplemente no hay manera.”

Un segundo halcón se posó cuando sonreí al trío sacudido.

“Vamos  a  resolver esto.  Estos  pájaros emparejados son mi último invento: El Hechizo supremo de hielo y luz Frost-Gleam Hawks”, anuncié, causando una sorpresa aún mayor.

“Oh, y una cosa más…”

Los halcones gemelos entraron en picado y se disolvieron en Stella. Su estoque brillaba con un azul brillante, al igual que el grupo de cristales de hielo de ocho pétalos que flotaban alrededor de la punta de su varita para defenderla.

“¡¿Un escudo azul?!” Tina gritó.

“¡Sensei!”

“¡¿Q-Qué?!” Ellie lloró.

“Siempre estás un paso por delante”, se quejó Karen.

Sus reacciones fueron acompañadas por un “¿N-No es eso…?” de Lynne y un “E-Esto es…” de Gil.

Había visto las fórmulas de grandes hechizos en dos ocasiones: Primero Frigid Crane y luego Radiant   Shield.  Habían sido   encriptados  e indescifrables hasta el punto de que no podía replicarlos ni siquiera parcialmente, pero había logrado tocar un fragmento de su esencia, o tal vez “base” estaba más cerca de la marca. Al menos, pensé que lo había hecho. La magia probablemente era mucho más libre de lo que creíamos. Y si es así, no había nada que me impidiera orientar un hechizo supremo o un arte secreto hacia múltiples elementos.

“Esta es la Azure Sword real, no la falsa que he usado, y el Azure Shield, un arte secreto que inventé”, declaré.

“Esta es toda la ayuda que puedo ofrecer. El resto…”

“¡Está en mis manos!”

Stella gritó mientras daba un paso adelante, su estoque y su varita listos. Sostuvo su Azure Sword horizontalmente y agregó:

“¡Tina! ¡Ellie! ¡Karen! ¡Alla voy!”

Un destello blanco y azul atravesó el aire. Tina levantó apresuradamente cientos de espejos y paredes de hielo, Ellie lanzó un aluvión de más bolas de fuego de las que podía contar y Karen lanzó un enorme orbe de rayos. La colisión resultante envolvió todo el campo de entrenamiento en una poderosa onda de choque.

Una nube de niebla helada oscureció mi vista hasta que un aluvión de Divine Lightning Spears y Divine Wind Spears la atravesaron para caer sobre Stella. Sus Azure Shield se desviaron para interceptar, desviando los hechizos en ángulos salvajes. Karen y Ellie lucharon por interceptar sus propios ataques de rebote con gritos sobresaltados de “¡¿Defensas automatizadas?!” y “¡N-Nii-sama!”

La mayoría de las paredes de hielo de Tina se habían partido en dos, mientras que sus espejos no se veían por ninguna parte. La ofensiva y la defensa de Stella no dejaron nada que desear. Su próximo golpe sin duda sería el último y, sin embargo…

“¡No me vencerás!”

Gritó Karen, sus ojos se volvieron de color violeta oscuro cuando entró en Lightning Apotheosis por tercera vez.

“¡Me niego a ser derrotada! ¡Vamos a ganar!”

“¡S-Sí, lo haremos!”

Ellie intervino y comenzó a tejer el Imperial Storm Tornado más fuerte que pudo reunir. Habría sido una falta de tacto de mi parte interferir.

Tina, mientras tanto, se quitó la cinta de su cabello

y la ató a su vara con una sonrisa enérgica e impertérrita.

“Sensei Onee-san”, dijo.

“¿No lo saben? ‘Guarda siempre lo mejor para el final’”.

Levantó su vara y recito.

“Por favor, dame fuerzas. No necesito mucho… ¡pero dame el poder para responder al coraje de Stella y estar al lado del Allen-sama!”

Yo… ¡Conozco este sentimiento!

El maná de Tina se había vinculado repentinamente con el mío, y sin mi opinión al respecto. Sentí confusión, y con eso… vino una pregunta.

“¿PUEDO?”

Respondí, y el maná se arremolinó cuando se materializó otro Blizzard Wolf, este incluso más poderoso que el anterior. Su fórmula de hechizo era la establecida con la que me había familiarizado, por lo que parecía que la entidad solo había brindado una ligera ayuda.

“¡Ellie!” Tina gritó, agarrando su vara con ambas manos.

“¡Si!”

La sirvienta también colocó sus manos en la vara y luego disparó su Imperial Storm Tornado al lobo. Su maná convergió, produciendo un Blizzard Wolf envuelto en una tormenta de hielo.

¿Un hechizo compuesto colaborativo?

Había incluido la técnica en los cuadernos que les había dado, pero nunca esperé que la dominaran. Estas chicas realmente eran otra cosa. Estaba tan abrumado por la alegría que casi lloré.

“Tina”, llamó Karen, conjurando su larga lanza y dando un paso adelante.

“Si esto funciona”

Respondió la joven noble, esforzándose por mantener su hechizo bajo control.

“Será lo mismo que el arte secreto de una casa ducal. Sé que es teóricamente posible, pero es demasiado peligroso, incluso para ti, Karen. ¡Usemos este hechizo para arreglar las cosas!”

“Stella es mi mejor amiga y tu hermana mayor. Se está empujando al límite, así que quiero, necesito, responder de la misma manera. Por favor.”

“P-Pero…”

Tina me miró, y Stella también me miró. Los ojos de ambas hermanas suplicaban.

No sería un gran maestro si hiciera que mis alumnas hicieran todo el trabajo.

Toqué la cinta escarlata de mi bastón y me concentré, fortaleciendo mi vínculo superficial con Tina y enviándole un mensaje. Inmediatamente accedió, cerró los ojos e hizo un pequeño sonido contemplativo que parecía fuera de lugar en la arena.

“Muy bien”, anunció ella.

“¡Hagámoslo, Karen! ¡Ellie!”

“Gracias”, respondió Karen.

“¡S-Sí!” Ellie intervino.

Tina bajó su bastón y el Blizzard Wolf se lanzó directamente hacia Karen. Establecí un vínculo profundo con mi hermana y me dispuse a controlar al lobo furioso.

“¡¿N-Nii-sama?!” exclamó telepáticamente.

“¡Te lo explicaré más tarde!” Respondí de la misma manera.

¡Esto es un desafío, incluso con control adicional a través de Tina de antemano! ¿Fui demasiado imprudente?

Entonces, me di cuenta, o me hicieron darme cuenta, de algo cuando recordé las palabras del director: “Es el polo opuesto del mal”. Dejé de luchar con el hechizo y simplemente hice una petición sincera para que cumpliera. Fue entonces cuando escuché un grito, no el lamento que había escuchado en la mansión Howard, sino una canción de gratitud por mi realización.

La tormenta de hielo se concentró en una lanza de violeta, verde y azul,

¡Un compuesto de tres elementos! Toda la arena temblaba con una fuerza que amenazaba con destruirla junto con las barreras circundantes. No podía mantener tres enlaces simultáneos por mucho más tiempo, así que corté mis conexiones con Tina y Karen.

Eso debería ser suficiente para preparar el escenario. En cuanto al resto…

Stella empujó su varita hacia adelante y sus Azure Shield se transformaron en un taladro de ocho lados.

“¡Karen!” ella gritó.

“¡Stella!”

Mi hermana rugió en respuesta, avanzando un paso e inclinándose hacia adelante con su lanza agarrada con ambas manos. La pareja estaba a punto de comenzar su enfrentamiento final. Ambas habían agotado su maná, lo que significa que este realmente era el final del juego.

Por segunda vez ese día, las dos chicas chocaron en el centro del campo de entrenamiento. Una ráfaga cargada de nieve rugió a mi lado y un trueno retumbó con una intensidad penetrante. La poderosa barrera sobrepasó su límite, y algunos de los árboles del jardín, junto con partes de los edificios, sufrieron heladas o rayos.

Stella gritó a todo pulmón y sacó su Azure Sword, que había guardado en reserva, para complementar su desmoronado Azure Shield. El Mana chilló bajo la tensión cuando el suelo en el centro de la arena comenzó a ceder.

“¡Adelante!”

La joven derramó sus sentimientos.

“¡Adelante! ¡No quiero ningún arrepentimiento, así que seguiré avanzando!”

La onda de choque más grande del día llenó mi vista de blanco, y sentí que una persona estaba siendo derribada. Soplé la ventisca con un movimiento de mi bastón, y mientras lo hacía, surgieron fuegos para descongelar todo lo que se había congelado. Lydia estaba levantando su taza de té ligeramente.

En el centro de la arena se encontraba la joven de cabello largo platinado. Karen se había retirado, Stella la había hecho retroceder con éxito. Entonces, la joven se tambaleó.

“¡Stella!”

Tina gritó, arrojando a un lado su vara. Karen le hizo eco y también abandonó su daga, que había vuelto a su forma original. Ellie se unió con un grito de “¡Stella-Ojou!” mientras los tres se precipitaban hacia la audaz pero completamente exhausta mujer noble, que dejó caer su estoque y su varita al suelo.

“Bien hecho”

Dije, atrapando a Stella por detrás mientras se tambaleaba.

“Allen-sama…” murmuró, mirándome.

“¿Hice lo suficiente?”

“Sí. Has demostrado de lo que eres capaz.”

Ella se rio débilmente.

“Gracias.”

“¡¿E-Estás bien, Onee-sama?!”

Tina gritó mientras ella y Ellie corrían y se arrojaban sobre la joven.

“S-Stella-Ojou”, se lamentó la sirvienta.

“¿Cómo puedes ser tan imprudente?”

“Stella”, dijo Karen lentamente.

Solo ella había resistido el impulso de saltar sobre Stella, y sostenía un puño apretado contra su pecho.

“Lo siento y gracias”

Dijo la exhausta joven, dándoles a las dos niñas más pequeñas una palmada en la cabeza. Luego me miró. Asentí y solté mi agarre sobre ella, entonces ella se mantuvo firme sin ayuda, se acercó a Karen y la abrazó.

“¿S-Stella?” tartamudeó mi hermana.

“Lo siento”, dijo Stella.

“Lo siento mucho, Karen. Lo siento por hacer demandas egoístas y por causarte problemas cuando me esforcé. Siempre supe que eras increíble; No tengo ninguna posibilidad contra ti en este momento, pero… ¡Te voy a superar! ¡Me niego a dejarte en paz!”

Después de una pausa, preguntó:

“¿Me perdonarías?”

Karen se quedó en silencio por un momento, y luego—

“Tonta. Eres una gran tonta. Si ibas a hacer algo como esto, deberías haberme hablado antes, y… y…”

Sus palabras se convirtieron en sollozos, que luego se convirtieron en un grito:

“¡S-Stellaaaa!”

Mientras mi amable hermanita enterró su rostro en el pecho de su mejor amiga y lloró.

Tina y Ellie, que habían estado observando la escena con nerviosismo, también se llenaron de lágrimas. Ni siquiera un momento después, comenzaron a sollozar y gemir mientras abrazaban a la pareja.

Escuché los sonidos de una carrera desgarbada.

“¡S-Stella! ¡K-Karen!”

Felicia gritó mientras se zambullía en el grupo, las lágrimas corrían por su rostro.

“¡G-Gracias a Dios! ¡Estaba tan preocupada por ti!”

Su entrada provocó un grito de sorpresa de Stella y un sorprendido “F-Felicia” de Karen. Los sollozos de las cinco chicas llenaron el campo de entrenamiento.

“Karen. Felicia”

Dijo Stella poco tiempo después. Sus dos mejores amigas respondieron con miradas inquisitivas.

“Quiero pedirles un favor a los dos. ¿Me escucharían?”

“¡Por supuesto!” respondieron al unísono.

“Verás, me gustaría visitar todo tipo de lugares en los que nunca he estado antes. Tiendas de ropa, cafeterías, pastelerías, cafeterías y… quiero que me acompañen las dos. Incluso después de dejar la escuela, Felicia ¿Podrías por favor?”

“¿Tienes que preguntar?” fue la respuesta de Karen.

“¡Vamos!” añadió Felicia.

“¡Las tres juntas!”

“Gracias, Karen, Felicia”, dijo Stella.

Las amo a ambas.”

“S-Stella…” Karen tartamudeó.

“¡Te amamos también!” Felicia se lamentó y todos empezaron a llorar de nuevo.

Incluso las chicas más jóvenes intervinieron.

“¿No quieres venir conmigo, Stella?” Tina fue igualmente cariñosa.

“Stella-Onee-chan, yo también quiero ir…” dijo Ellie.

Diría que está resuelto

Pensé y corté mi vínculo de maná con Stella. Nunca antes me había relacionado con tres personas a la vez, y aunque había logrado evitar el colapso, todavía me sentía agotado y quería descansar.

De repente, dos Firebird, uno enorme y el otro pequeño, se elevaron hacia mí.

“¿A dónde crees que vas?” preguntó Lydia.

“La parte divertida aún no ha comenzado”.

“Onii-sama”, agregó Lynne.

“Ahora debería ser mi turno. ¡Cómo te atreves!”

Las hermanas Leinster descendieron a la arena, ambas preparadas para el combate. Lydia estaba armada con mi espada de madera y mi varita. Miré a Anna y la Sra. Walker en busca de ayuda, pero evidentemente las había juzgado mal, ya que ambas respondieron con un simple pulgar hacia arriba. Mi única opción era…

¡Gil! Estoy en un aprieto y necesito tu… ¿Qué quieres decir con ‘otra pelea de amantes’, hombre?

¿Y con su linda hermanita en la mezcla esta vez? Ugh. ¿Tendría que estar loco para meter la nariz en eso? ¡Deja de quejarte y borra esa sonrisa de tu cara!

Lydia sostenía la espada de madera y la varita lista.

“Tengo algo que preguntarte mientras todavía puedes responder”, dijo.

“¡¿Que se supone que significa eso?!” exclamé.

“¿Y-Y qué te gustaría saber?”

Las llamas envolvieron su espada. ¡¿Scarlet Sword?! No era la técnica completa, pero aun así era alarmante, al igual que la extraordinaria cantidad de hechizos que ya había desplegado.

C-Creo que correré.

“Onii-sama”

Dijo Lynne en el momento en que le di la espalda.

“No   estarás  pensando  en  huir, ¿verdad? ¿Realmente me dejarías así?”

Gemí, y la joven noble pelirroja, que había dado la vuelta para cortarme la retirada, esbozó una leve sonrisa. Debe haber sido su sangre Leinster en acción,  porque  el albatros también    sonreía hermosamente.

C-Cielos.

“Enlazaste maná con tres de ellas a la vez, ¿no?”

preguntó el albatros.

“¡¿Por qué siempre eres tan imprudente?! ¡¿Y si te hubieras desmayado?!”

“Lo siento”, respondí tímidamente, rascándome la mejilla.

“Pero ya ves…”

Mis palabras se apagaron. Parecía que le había causado una preocupación genuina. Antes, cuando decidí ayudar a Stella, sabía que Lydia haría un escándalo y también que podría necesitar vincular maná. Por eso le había hecho una promesa al albatros.

“¿Qué?” ella preguntó.

“Terminé vinculando maná”, dije.

“Así que como prometí, puedes quedarte en mi casa todas las noches de la semana este…”

Lydia me tapó la boca con una mano.

“¡¿Q-Qué estúpido puedes ser?!” gritó en un estado de aparente pánico.

“¡Piensa antes de hablar! ¡Se suponía que ese era nuestro secreto!”

“Onii-sama, Onee-sama”

Dijo    Lynne    lentamente mientras la luz  se desvanecía de sus ojos,

“Tenemos asuntos que discutir. ¡Tina! ¡Ellie!”

Tina, para mi gran alivio, seguía adulando a Stella.

¿Qué pasa, Ellie? Pareces una pequeña ardilla con las mejillas hinchadas así.

“Allen-sensei”, dijo la sirvienta hoscamente.

“Usted se vinculó con todas menos conmigo”

“Onii-sama”, intervino Lynne.

“Deberías corregir esta desigualdad”.

“¡Q-Que descaro el tuyo!” Lydia rugió.

Posteriormente, participé en una batalla solitaria contra el temible trío formado por Lynne y Ellie, que habían caído en la oscuridad, y Lydia, que blandía su espada y me lanzaba hechizos para enmascarar su vergüenza. Y luego, las hermanas Howard se unieron a la refriega. ¿Quién elogiaría mis valientes esfuerzos?

¿Qué? ¿Yo me lo busqué? Karen, Felicia, ¿no ven cuánto lo he intentado?

Más tarde esa noche, me senté en un sofá en la mansión Howard y esperé. Hasta hace poco, Tina, Ellie y   Lynne,   todas en  camisón,     habían aprovechado al máximo la oportunidad de exigir mi atención, al igual que Karen, Stella y Felicia, que también se quedaron a pasar la noche. Ahora, sin embargo, todas estaban profundamente dormidas, las chicas mayores compartían una cama y las chicas más jóvenes otra. Sorprendentemente, todos habían exigido que los llevara a sus dormitorios. Decidí olvidar los destellos en los ojos de las doncellas de Howard y los orbes de video en sus manos.

“Uhm…” murmuró el albatros en sueños a mi lado.

“No me hagas preocupar… Ciudad de agua…”

También había despertado las preocupaciones de mi antiguo estudiante de primer año.

“¡Fue un gran espectáculo el que acabas de montar, hombre!”

Había dicho a nuestro grupo.

“Pero la nobleza estará celosa de ese nuevo hechizo supremo y arte secreto seguro. Mantenlos en secreto por un tiempo.”

Realmente era un buen amigo.

Acaricié la cabecita que descansaba en mi regazo.

“Allen-sama, lo solicitan”, me informó la Sra. Walker desde su estación contra la pared.

“Gracias”

Respondí asintiendo y luego cambié mis rodillas por un cojín. El albatros refunfuñó, pero la transferencia fue un éxito.

“Aquí Allen”

Dije, tomando el auricular del teléfono.

“Lamento molestarte tan tarde en la noche. Las circunstancias me impidieron llamar antes de… Sí, se trata del asunto que informé en mi carta. Seré breve.”

Recordé la mirada de completa satisfacción en el rostro dormido de la joven. La idea de que carecía de talento era positivamente risible.

“Stella-Ojou será una excelente heredera del ducado de Howard” dije.

“No tiene nada que temer, Su Excelencia, Duque Walter Howard. Solo una pregunta: Supongo que no objetarías un hechizo supremo diferente y un arte secreto ¿verdad?”