Koujo Denka (NL)

Volumen 3

Capitulo 2: Preguntó Nerviosa

Parte 2

 

 

Nuestra amiga gimió, bajó las manos para leer algún tipo de documento y luego las volvió a llevar a la cabeza como si tuviera un fuerte dolor de cabeza. Repitió este proceso varias veces.

“¿F-Felicia?” Yo pregunté.

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“¿Q-Qué pasa? ¿No te estás sintiendo bien?”

“Oh. Stella, Karen, bienvenidas de nuevo”

Respondió nuestra amiga con anteojos, finalmente dándonos cuenta. Ella nos dio una sonrisa fugaz, respondió a mis preguntas con un simple:

“No, estoy bien. Gracias”, luego saltó de la cama y me abrazó.

“E-Espera. ¿Felicia?”

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Ella dejó escapar un largo suspiro.

“Ya me siento mucho más tranquila. Eres tan buena para abrazar, Stella. No puedo obtener este tipo de suavidad de Ka— ¡Ow! Karen, quita las manos de mi cabeza”

“Arrugarás tu uniforme”, intervino Karen.

“Y no la mimes, Stella. Tiene que darse prisa y aprender a hablar con los chicos sin nosotras”

“B-Bueno, ¿no crees que eso es un poco duro?” Yo pregunté.

“¡Sí! ¡Tú tampoco hablas mucho con los chicos, Karen!”

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Felicia se quejó dentro de mi abrazo. Era habladora cuando la conocías y rápidamente se hacía amiga de otras chicas una vez que la conversación comenzaba.

“Hablo con ellos cuando lo necesito”

Respondió Karen mientras depositaba su boina

escolar en un perchero de madera y se quitaba la chaqueta.

“A diferencia de ti, Felicia”

“P-Pero no eres amiga de ningún chico de la academia”

Respondió Felicia un momento después, buscando a tientas una réplica.

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“Stella tampoco”

“¿Eh? ¿Y-Yo?” Yo pregunté.

Ahora que lo pienso, es posible que no haya tenido amigos varones cercanos; los chicos eran todos tan distantes conmigo.

Ahora que se había quitado la camisa, Karen se sentó en la cama de Felicia.

“No hay necesidad de hacerse amigo de ningún chico en particular”, dijo.

“Felicia, ¿qué son estos papeles?”

“Ohh”

Felicia hizo una pausa por un momento y luego respondió con un poco convincente:

“N-No es nada”.

“No te escucharé si vas a mentir”.

“K-Karen…” Felicia gimió.

“Stella, la vicepresidenta me está acosando”

“N-No te preocupes”, le dije, tratando de calmarla.

“Te escucharé. ¡Y Karen también! ¿No es así?”

“Date prisa y cuéntanos”, animó Karen a la niña en mis brazos, que parecía reacia a responder.

“La empresa de mi familia tuvo una negociación comercial anteayer”, explicó finalmente Felicia.

“Y lo estropeamos por completo”

“Uhm… lamento escuchar eso,” dije.

“Entonces, ¿por qué estabas revisando dos veces los papeles?” preguntó Karen.

“El trato coincidió con mi regreso a la academia, así que nunca los vi. Y luego…”

La cabeza de Felicia se inclinó mientras dejaba su oración sin terminar.

La familia de Felicia operaba una empresa mediana que había crecido rápidamente en los últimos años. Estaban adquiriendo una reputación lenta pero constante, gracias en gran parte a la guía de Felicia… o eso había oído. Karen a menudo comentaba que Felicia era “la que realmente dirigía los negocios”, pero era demasiado para mí. Por un lado, se destacó académicamente y tenía un don mágico para alguien que no era de una familia noble. Por otro lado, luchaba con la actividad física, y en cuanto a su personalidad… Felicia era tan tímida que era difícil imaginarla dirigiendo algo. Ni siquiera podía soportar hablar con hombres que no conocía.

“Siempre hay más tratos por hacer”, dije, colocando una mano en el pequeño hombro izquierdo de Felicia.

“Olvídalo y pasa al siguiente. Vamos”

“Sí… supongo que tienes razón”, respondió Felicia apáticamente.

Normalmente se apresuraba a cambiar de marcha, pero incluso con mi aliento, todavía se veía sombría.

Karen le dio un golpe en la frente a la deprimida Felicia, y una diminuta chispa violeta hizo que la chica con gafas cayera sobre su cama con un grito de sorpresa.

“-Karen”, protestó ella.

“Cuéntamelo todo”, pidió Karen, colocando una mano en la frente de Felicia.

“Escucharé”

Hubo un largo silencio, luego Felicia dijo:

“Está bien. Gracias.” Estaba claro cuánto confiaban la una en la otra.

De repente, una punzada de dolor me atravesó el pecho, pero la descarté de inmediato. ¿Qué… qué estaba pensando? Karen y Felicia eran queridas amigas mías. Yo mismo confiaba en Felicia. No había necesidad de que me preocupara. Ninguna en absoluto.

Felicia se ajustó los anteojos y explicó lo sucedido. Omitió    los              nombres             de     las     otras     partes involucradas, pero parecía que la negociación había sido lo suficientemente importante como para influir en el futuro del negocio de su familia. Y aparentemente fracasó porque el padre de Felicia había propuesto términos irrazonables.

“Felicia…”, dijo Karen en voz baja una vez que la chica terminó.

“Lo siento. Esa fue demasiada información, ¿no? ¡De acuerdo! ¡Haré que el próximo cuente! Gracias; Me siento mucho mejor ahora. Entonces, sobre el almuerzo…”

“Tu padre dijo que estaba negociando con un chico de diecisiete años, ¿verdad?”

Karen continuó, ignorando el intento de Felicia de hacer avanzar la conversación.

“Y la otra parte era tan importante que uno se devanaba los sesos buscando una manera de reabrir las negociaciones. Solo para asegurarse, el negociador era un hombre, ¿no?”

“S-Sí, lo era”, respondió Felicia, desconcertada.

Karen se puso de pie y volvió a ponerse la boina y su chaqueta en silencio.

“¿K-Karen?” Yo pregunté.

“¿Qué ocurre?” Felicia hizo lo mismo.

“Voy a salir”, respondió nuestra mejor amiga.

“Almuerza sin mí. Y Felicia”— La chica de anteojos levantó la mirada interrogante al escuchar su nombre—

“¿Quieres una segunda oportunidad?”

“S-Sí”, confirmó Felicia, pareciendo sorprendida,

“Pero…”

“Hablaré con él. Prepárate esta tarde”

La sugerencia de Karen me hizo dudar. Después de todo…

“Karen”   dije   vacilante  y  con  el  corazón apesadumbrado—,

“¿No vamos a ir a la residencia de los Howard esta tarde?  Pensé… Allen-sama  quería     que entrenáramos con Tina y sus amigas”

“¡N-Nunca me dijiste sobre eso!” exclamó Felicia sobresaltada.

“Y-Y Stella, estás hablando de…”

“El hermano mayor de Karen”, le dije, respondiendo a su pregunta inconclusa.

“¿No has oído hablar del Cerebro de la Dama de la Espada?”

Felicia nos miró a Karen ya mí con los ojos abiertos como platos.

“¿Q- Qué?” ella tartamudeó.

“P-Pero Karen eres del clan de los lobos, y…”

Ambas asentimos, lo que hizo que Felicia abriera aún más los ojos. Luego, con un chillido adorable, nuestra mejor amiga se derrumbó sobre su cama una vez más.

¿Qué? no me digas…

“Hasta luego”, dijo Karen encogiéndose de hombros exageradamente.

“Prepárense mentalmente”

***

 

 

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Mientras esperaba a las chicas en una mesa afuera de uno de los cafés locales, releí mi expediente sobre la Compañía Fosse, cuya propuesta había rechazado el otro día. No importa cuántas veces lo repasé, algo todavía parecía estar mal. Según los documentos, el rápido crecimiento de la empresa parecía imposible sin un gerente capacitado para—


“Nii-san”

Una voz malhumorada se entrometió en mis pensamientos.

“Tu encantadora hermanita está justo aquí, ¿y tú estás trabajando? ¿Estás seguro de que tienes claras tus prioridades?”

“Oh. Lo siento, Karen”

Mirándome con una mirada severa estaba una chica del clan de los lobos que sostenía una taza de té negro. Llevaba un uniforme escolar y su boina tenía la insignia plateada del ala y el bastón del vicepresidente del consejo estudiantil de la Royal Academy. Su peluda cola se movía detrás de ella, sugiriendo que estaba contenta de pasar un tiempo a solas conmigo. No habíamos tenido muchas oportunidades para eso últimamente.

“¿Que te trae por aquí?”

Pregunté mientras guardaba el expediente en mi bolso.

“¿Ocurre algo con Stella-sama? ¿Se opone a entrenar con las chicas esta tarde?”

“No”, respondió Karen.

“Es de otra cosa la quiero hablar”

“¿A quién te refieres?” Miré fijamente a Karen. Parecía preocupada.

¿Podría tratarse de su amiga que había estado ausente de la escuela durante tanto tiempo? Creí que su nombre era—

Oh.

“¿Felicia Fosse?” Yo pregunté.

“Creo que conociste a su padre el otro día”.

“Karen… Esto no se trata solo de mí”

“Lo sé, pero ella está realmente deprimida, y… Nii-sama”

“No puedo hacer ninguna promesa antes de conocerla. ¿Es ella ese tipo de chica?”

Karen hizo girar su cucharadita en lugar de una respuesta, lo que implica que ese no era el caso.

“Felicia tiene talento, pero es frágil”, continuó explicando.

“También es particularmente tímida, especialmente cuando se trata de hombres. No creo haberla visto nunca hablar con un chico en la escuela. Su condición es tan mala que inicialmente tuvo problemas para ir a sus clases, aunque las chicas la adoran y habla con la gente una vez que se acostumbra. Podría dedicarse a los negocios y a la costura para siempre”

“¿Tengo razón al suponer que Stella-Ojou y mi adorable hermanita la han estado ayudando?”

Karen hizo una pausa por un largo momento y luego dijo:

“Desearía que no me molestaras, Nii-sama”

“Quiero decir cada palabra”, le aseguré.

“¿Viniste a preguntarme si la puedes traer contigo?”

Karen    asintió.  Quería  ayudar,  especialmente porque la solicitud vino de mi encantadora hermana, pero…

“Muy bien,” dije.

“Al menos la escucharé”.

“¿No te importa?”

“En    lo    más  mínimo.  Ella suena  bastante interesante. Y como tu hermano mayor, tengo que pedirle un favor a tu amiga”

“¿Qué quieres decir?” Karen preguntó, luciendo desconcertada.

Oh. Saqué un orbe de video y comencé a grabar.

“¡¿Nii-san?!” exclamó, visiblemente sobresaltada.

“¡¿Para qué estás grabando esto?!”

“No puedo decírtelo, ese secreto es entre mamá y yo. Y mi pedido es simple: ‘Estoy seguro de que Karen siempre te causa problemas, así que por favor ayúdala’

“¡N-No estoy necesitada!” Karen protestó.

“¡Y ten cuidado con los videos que le envías a mamá!”

“No. Y si no estás necesitada, supongo que dejarás de venir a dormir a mi…”

“No lo haré. Esas son dos cosas separadas. Dormir contigo es mi derecho natural y mi deber sagrado como tu hermana pequeña, consagrado en la Ley de Exclusividad de Hermanos. ¡No tienes derecho a negarte!”

“Karen. Estás chisporroteando”

Le advertí, disipando los crepitantes rayos violetas que habían comenzado a llover en la vecindad. Incluso sus ojos eran violetas.

Honestamente…

Le ofrecí un pastel en un esfuerzo por tranquilizarla, e inmediatamente abrió la boca para tragarlo.

“Eres tan malo, Nii-san”, comentó una vez que terminó.

“¿Te gustaría otro?”

“…Me gustaría”

Mi hermana y yo pasamos el tiempo dándonos pasteles y charlando hasta que los sonidos de una conversación alegre nos interrumpieron.

Deben ser ellas.

Pedí tres aguas con infusión de frutas a una mesera que había llegado a reconocer, y ella me las entregó rápidamente.

No, no necesitamos más pasteles, gracias. ¿Por qué te ves tan decepcionada por eso?

Después de una breve espera, mis estudiantes aparecieron más abajo en la calle. Estaban gesticulando apasionadamente.

“¡Deberíamos abrir con un asalto total!” Tina declaró.

“¡Lanzaremos Blizzard Wolf y Firebird a primera hora mientras Ellie mantiene un aluvión de hechizos intermedios!”

“Eres ingenua, señorita primer lugar”, replicó Lynne.

“Nos enfrentaremos a Karen, y ella aprendió todo lo que sabe de Onii-sama. Nuestro primer paso debe ser probar esas aguas. Usaremos engaños y hechizos elementales para apoyar a Ellie mientras ella aprovecha su silencio para lanzar un ataque sorpresa”.

“¡Un ataque rápido es nuestra mejor opción!”

“¡Te lo digo, nunca funcionará!”

Las chicas estaban en medio de un acalorado debate. ¿Habían olvidado dar cuenta de Stella-Ojou?

Ellie gimió.

“T-Tina-Ojou, L-Lynne-Ojou”, tartamudeó.

“Creo que deberías bajar la voz”. Ella me miró lastimeramente y luego se apresuró.

“¡A-Allen-sensei!”

Tenía una criatura mágica, un gatito negro, posado en su hombro; finalmente había adquirido la habilidad de conjurarlos unos días antes. Pero si ella no disminuía la velocidad…

Fiel a su forma, Ellie tropezó y casi se cae. Fue una suerte que Karen estuviera allí para atraparla.

“Ojalá no te tropezaras con algo así”, dijo.

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“¿Eso fue intencional?”

“N-No lo fue”, protestó Ellie antes de detenerse.

“Lo siento. Gracias—“

“¡Eek! ¿K-Karen-sama?”

“Solo ‘Karen’ está bien. Nii-sama”

“Por favor, no intentes hacer esto por mí”, respondí, sacudiendo la cabeza hacia mi hermana. Después de todo, era un problema físico.

“Tina, Lynne, vengan aquí”

“¡Sensei!”

“¡Onii-sama!”

Las dos hijas de los duques se apresuraron a unirse a nosotros. Vieron a Karen, que estaba ocupada examinando a la criada, y proclamaron juntos:

“La vicepresidenta es uno de nosotras”, mientras

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pasaban junto a ella para alcanzarme.

“¡Sensei!” Anunció Tina.

“No peleamos hoy”

“Onii-sama”, dijo Lynne,

“la señorita Primer Lugar me intimidó. ¿No me consolarás?”

“¿Lynne?”

“Es verdad”

“Siéntense los dos,” las regañé.

“Karen, suelta a Ellie”





Mi hermana pequeña liberó a Ellie a regañadientes y volvió a su lugar frente a mí, momento en el que le di una palmada en la cabeza a la sirvienta con los ojos llorosos.

Por supuesto, esto provocó gritos de “¡Yo también, sensei!” y “Nunca aprendes, señorita Primer Lugar. ¿Onii-sama?” de Tina y Lynne, respectivamente. También les di una palmadita en la cabeza a cada una. Las tres chicas se balancearon felices y el gatito mágico se acercó a mi hombro.

Karen   sostuvo  su  taza  de  té,  luciendo despreocupada. Tenía que mantener su dignidad de vicepresidenta, a pesar del trato que le daba a la joven sirvienta.

“Onii-sama”, dijo Lynne, sacando un sobre grande y en blanco de su bolso y ofreciéndomelo,

“Esto es de Anna”

“¿Anna-san?” Repetí.

“¿Ella dijo algo?”

“Después de que me lo entregó, se sentó en un rincón de la habitación y se encogió”, informó Lynne.

“Ella dijo, y cito: ‘¿Cómo podría privar a Allen-sama de su precioso tiempo? Oh, soy un fracaso como sirvienta. Y después de que la Sra. Walker también me advirtió… ¡Qué vergüenza!’ ¿Pasó algo?”

“No mucho, pero sí,” admití.

“¿Le dirías que no deje que eso la moleste?”

Saqué el contenido del sobre: más documentos relacionados con la Compañía Fosse. Anna había hecho una nueva encuesta, presumiblemente también había encontrado cosas extrañas.


Yo tenía razón. Hay algo diferente—

“Ese es un gráfico detallado de las ventas y las ganancias de los últimos años”

Comentó Tina, mirando los documentos en mis manos con evidente curiosidad.

“”Caen de forma constante durante el primer año, pero el descenso se detiene a mitad del segundo, y a partir de ahí vuelven a estar en negro. Veo una evaluación de los operadores comerciales y también un registro de los cambios de personal”

“La cantidad de empleados aumenta, pero la gerencia se ha mantenido estática durante los últimos años”, agregó Lynne, examinando los documentos con el mismo interés.

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