Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 13: Conejo Vorpal; Liebre Vorpal

Interludio 2: El Asalto A Altea

???

Un sonido electrónico resonó desde un dispositivo en la esquina de la habitación.

Lo escuchó una sola mujer: Rey de los Ladrones, Zeta.

Ella estaba haciendo poco más que escucharlo. El emperador le había dado el dispositivo, pero a pesar de eso, era profundamente simple. Junto con un par de interruptores, su única función era hacer uno de los dos ruidos electrónicos, según el interruptor que se presionara.

Estaba tan especializado en alcance y contrainterferencias que esto era lo único que podía hacer, pero conociendo su propósito, eso era más que suficiente.

El dispositivo estaba destinado a informar a Zeta en caso de que las negociaciones salieran mal o si la operación se cancelara. El sonido que había resonado un momento antes indicaba lo primero.

Su plan A pacífico pero sutil había sido cancelado a favor de su plan B más directo.

“Qué vergüenza”, dijo Zeta. “Esto significa que mi deseo no se cumplió”.

La segunda condición de Dryfe, en su forma original, había sido la propia solicitud de Zeta. Sechs Würfel, el líder de I.F. — estaba actualmente en la cárcel, y ella vio esta condición como una forma de sacarlo a él (y a Gerbera) de eso.

Sin embargo, dijo que no le importaría mucho si Altar rechazara su demanda, o si todo el proceso de negociación fallara como aparentemente lo había hecho ahora. Si realmente hubiera pasado, Zeta habría ayudado a Dryfe en sus esfuerzos contra Caldina, pero estaba bien para ella si no fuera así. En su mente, Sechs podría salir solo de la cárcel de todos modos.

Todo lo que le quedaba era comenzar la operación anti-Altar por la que Dryfe ya le había pagado: su primer y último trabajo para el imperio.

“Muy bien. Comenzando. Haré lo solicitado”, dijo, sacando una joya… y rompiéndola.

Motas de luz se levantaron de los restos de la Joya, luego se juntaron para formar cuatro figuras humanoides.

“Demostración. Haré que me muestres tu poder.” Zeta habló con las personas que había introducido de contrabando en Altea. “Expectativa. Ya te dieron tus instrucciones. Tengo altas expectativas. Estoy seguro de que La Crima hizo un buen trabajo con todos ustedes”.

Tres de los cuatro sonrieron en respuesta. Todos estaban ansiosos por la oportunidad de mostrar su poder.

El último, sin embargo, simplemente miraba el castillo gigante fuera de la ventana con una mirada un tanto distante.

“… ¿Es ahí donde está?” Tan vacíos como estaban sus ojos… había una fuerte voluntad ardiendo en lo profundo de ellos.

***

Capital Real, Altea, Jardín Rose

El castillo en el corazón de Altea había sido construido en tiempos del rey fundador, el primer Azurite. Era el trabajo de su amigo que ostentaba el título de Gran Jefe Carpintero, el Trabajo Superior de la agrupación de carpinteros, y poseía numerosas cualidades que mostraban ese hecho con bastante claridad. Algunas eran medidas de seguridad, pero también había características que simplemente servían para mejorar la calidad de vida dentro de las paredes del edificio.

El más notable de ellos fue el jardín de rosas que florecía en el patio interior.

Los muros del castillo reflejaban la luz del sol, lo que significaba que el jardín cerrado estaba tan iluminado como cualquier otro exterior. Desde los días de la primera Azurita, era una tradición de la familia real celebrar fiestas de té aquí con sus amigos y familiares más cercanos.

Tras la muerte del anterior rey, Eldor Zeo Altar, sólo frecuentaba este lugar el jardinero; pero ahora, por el deseo de la familia real, una fiesta de té se estaba celebrando aquí una vez más.

Sin embargo, los participantes eran bastante inusuales. “¡Wow! Cang, ¡nunca he probado nada como el té que trajiste!”

“Imagino que no. Es té Huang He. Todavía nos quedaban algunas hojas sin tocar, así que pensé que esta fiesta de té sería el momento perfecto para prepararlas”.

Bebiendo té de una taza de porcelana blanca estaba la organizadora de esta pequeña fiesta: la Segunda Princesa de Altar, Elizabeth. El niño sonriente sentado a la mesa con ella era el Tercer Príncipe de Huang He, Canglong.

Los dos estaban comprometidos y Elizabeth lo había invitado a esta fiesta de té como invitado de honor.

Pero obviamente no fueron los únicos participantes.

“… ¿Por qué hay palomitas de maíz en una fiesta de té?” preguntó el Maestro Jiangshi, Xunyu, mientras engullía las palomitas de maíz en cuestión. La Superiora estaba aquí como guardaespaldas de Canglong, y ella se había quitado su Tenaga-Ashinaga. Simplemente no eran apropiados para la ocasión, después de todo.

“¡Umm! ¡Se lo compré a un oso que conocí en la ciudad anteayer!” dijo el invitado que había traído las palomitas de maíz, todo sonrisas. Ella era Milianne, la hermana pequeña de la vicecomandante de la guardia real, Liliana Grandria. Tenía la costumbre de colarse en el castillo. Eso era exactamente lo que había estado haciendo hoy, pero Elizabeth la había descubierto, y como eran amigas, la invitaron a unirse. Las palomitas de maíz eran su forma de agradecer a Elizabeth por la invitación.

“¡Lo tenía en mi inventario!” agregó Miliana. La propia Liliana también estaba aquí para proteger la fiesta del té y estaba profundamente sorprendida por la presencia de su hermana pequeña. Una parte de ella no podía evitar preocuparse de que Milianne causara algún problema.

También estaba completamente segura de que la seguridad del castillo funcionaba correctamente, por lo que la presencia de Milianne aquí no tenía ningún sentido para ella.

De todos modos, esta fiesta de té para niños tenía dos participantes más, aunque era cuestionable si uno de ellos contaba

“…Son deliciosos. ¿Supongo que Shu hizo esto?”

“Dor…” La persona que comentaba sobre las palomitas de maíz era la hermana pequeña de Elizabeth y la Tercera Princesa de Altar, Theresia.

En lugar de una silla, estaba sentada en un hámster gigante al que llamaba “Dor”, y también estaba aquí por invitación de Elizabeth.

“¡Theresia! ¡Bebe el té que trajo Cang!” Elizabeth insistió. “Seguramente. Gracias Elizabeth. Lo intentaré de inmediato.”

Como buenas hermanas que eran, estaban disfrutando del té juntas. Casi parecía como si toda esta fiesta del té se hubiera organizado solo con el propósito de invitar a Theresia.

… Su Alteza, Liliana pensó para sí misma, recordando el día antes de ayer.

El día antes de que Altimia se fuera a las conversaciones de paz, Elizabeth le había dicho que se casaría con Canglong. Esa fue la conclusión a la que llegó después de mucho pensar tanto durante como después del Festival Amor-Duelo.

Esta será seguramente su última fiesta de té aquí, pensó Liliana. Si las conversaciones de paz de hoy salían bien, Elizabeth se uniría a Canglong en su partida de regreso a Huang He mañana. Pero incluso si se estableciera la paz, el mundo seguiría en estado de agitación. Una vez que Elizabeth estuviera en Huang He, volver al reino sería difícil.

Esa era exactamente la razón por la que había invitado a Theresia a esta fiesta de té.

Quería darle a su hermana pequeña enfermiza, a quien probablemente no le quedaba mucho tiempo en este mundo, solo una última fiesta de té con ella.

Quería mostrarle a Theresia a su prometido y dejar que la niña los viera a ambos divirtiéndose juntos, para asegurarle que estarían bien.

El solo pensar en toda la emoción que Elizabeth había puesto en este evento hizo que Liliana rompiera en lágrimas.

“¡Dor, dor!” Dor de repente hizo algunos ruidos que sonaron… realmente falsos. De hecho, parecía alguien que podía hablar muy bien tratando de imitar el sonido que pensaba que podría hacer un animal.

“¿Dor…? Ohh, cierto”, dijo Theresia.

“¿Theresia? ¿Qué ocurre?” preguntó Elizabeth.

“…Es casi la hora de tomar mi medicina, pero parece que la dejé en mi habitación. Iré a buscarlo.”

“¿Por qué no contratar a una sirvienta para que lo haga?”

“La medicina es preciosa, así que la guardo bajo llave. Regreso en un momento.”

Una vez que Theresia dijo eso, Dor se levantó a cuatro patas y salió del jardín de rosas. Xunyu los observó hasta que se perdieron de vista.

“… Sabes, he estado pensando… ¿Por qué una princesa enfermiza tiene un roedor como mascota? No tiene sentido”.

Para alguien con una constitución débil, los roedores pequeños podrían ser peligrosos portadores de patógenos, y Dor ni siquiera era un roedor “pequeño”.

“¿Quién se lo dio, de todos modos?” se preguntó Xunyu. “Hay mascotas más sensibles para elegir, ¿no? Tu dragón es un buen ejemplo.”

Después del Juego de Franklin, el Conde Gideon le había regalado a Elizabeth un Dragón Puro para su protección.

… Sin embargo, ella lo había usado para huir una vez, por lo que ahora lo llevaban sus guardaespaldas.

“Yo tampoco sé dónde lo consiguió”, dijo Elizabeth. “Estaba allí al lado de Theresia antes de que nos diéramos cuenta”.

“… ¿Qué?” La respuesta de Elizabeth solo confundió aún más a Xunyu.

“… ¿Estás diciendo que un monstruo se coló en el castillo y se acercó a ella?” preguntó Canglong.

“Mi padre dijo: ‘Tales cosas son de esperar con Theresia… Debe haber venido para protegerla’, y luego lo declaró la mascota de Theresia”.

La respuesta de Elizabeth hizo que tanto Xunyu como Canglong pensaran durante mucho tiempo. Específicamente, ambos estaban tratando de averiguar qué quiso decir el rey anterior con “Tales cosas son de esperar con Theresia”, pero ninguno de los dos pudo encontrar una respuesta.

El peso del misterio casi hizo que el aire entre ellos se sintiera más pesado, pero entonces…

“¡Pero Dor es realmente lindo!”

…Milianne, despistada como era, disipó por completo esa atmósfera.

“Ciertamente”, dijo Isabel.

“… Bueno, puedo entender por qué a los niños les gustaría”, Xunyu se encogió de hombros.

“¿No eres tú mismo un niño?” Canglong le preguntó.

La pregunta fue archivada y la fiesta del té continuó.

Unos minutos después de que Theresia se fuera, alguien habló con Liliana. Era Sir Lindos, uno de los guardias reales que también tenía la tarea de actuar como guardaespaldas.

“Lady Grandria”, se dirigió a ella.

“¿Qué es?”

“Hay problemas en la puerta principal. Alguien está tratando de entrar al castillo sin permiso”.

“¿Eh? ¿Por qué no simplemente confirmar que no tienen permiso y luego pedirles que se vayan?”

“El problema es la identidad de esta persona, en realidad. El individuo en la puerta es…”

Al escuchar el nombre, Liliana abrió mucho los ojos.

“¡¿Eh?! ¡¿Estás seguro de que es él?!”

“Necesitamos que lo confirmes. Estás entre los que estuvieron presentes en la batalla hace unos años.

Esas palabras fueron suficientes para que Liliana entendiera que la necesitaban de inmediato en la puerta.

“Sus Altezas, debo pasar brevemente mis deberes de guardaespaldas a otra persona”, les dijo Liliana a Elizabeth y Canglong.

“¡Muy bien!”

“Sir Lindos, mantenga el jardín de rosas a salvo. Usted también, señorita Xunyu. Estaremos contando contigo si algo sucede”.

“Entendido”, asintió Sir Lindos.

“Bueno, soy el guardaespaldas de Cang. Puedo proteger a Elizabeth y a tu hermanita a un lado.”

“…Gracias. Milianne, asegúrate de no molestarlos.”

“¡Okaaaaay!” Y así, Liliana se dirigió a la puerta principal, completamente inconsciente de lo que la esperaba allí…

***

Liliana llegó a un pasillo desde el que podía ver el portón principal. Mirando hacia abajo, vio a los guardias que se habían encontrado con problemas y a los tres hombres que los enfrentaban.

Todos estaban vestidos con túnicas parecidas a las de un lanzador, con capuchas que ocultaban sus rostros, la definición misma de “aspecto sombrío”.

Sin embargo, el anciano en el frente se destacaba más que los demás.

Estaba vestido con una túnica roja y tenía una barba larga y suelta, la imagen misma de un verdadero maestro mago. Su aura, también, era completamente diferente a la de los otros dos…

“¿Es ese… realmente él?”

…Y Liliana reconoció su rostro.

Habría sido vergonzoso no reconocer a un individuo tan ilustre. Después de todo, este era el hombre que había rivalizado con el Archisabio por el título del mayor lanzador de hechizos del reino hace apenas cuatro años.

“Señor Feuer… Lazburn. Rey de Blaze, Feuer Lazburn. Era uno de los tians que Azurite había estado buscando y un verdadero experto en magia de fuego.”

Sin embargo, se suponía que estaba desaparecido.

Liliana ya había sido informada de ese hecho, y su aparición repentina aquí en la capital, el castillo mismo, además, hizo que su aparición fuera aún más misteriosa.

“Umm, ¿señor Feuer Lazburn? ¿Qué negocio tienes aquí?” preguntó uno de los guardias de la puerta que lo reconoció.

Sin embargo, Feuer ni siquiera lo miraba. Su boca se torció cuando susurró: “… ¿Dónde?”

“¿Eh?”

“¿Dónde está… el Archisabio?” Ni los guardias ni Liliana podían entender lo que decía.

Después de todo, el Archisabio había muerto en la guerra anterior. No había un solo Altariano en el mundo que no lo supiera.

“Umm, el Archisabio es—”

“Él   debe   estar   aquí…   Si   no   está…   seguramente  vendrá    pronto…

¿Necesita… una señal de fuego?”

El guardia de la puerta trató de explicar, pero antes de que pudiera terminar, Feuer siguió susurrando como si ni siquiera pudiera escucharlo.

El guardia miró a su compañero, pero él también parecía confundido sobre qué hacer.

La única persona que conocía el mejor curso de acción para esta situación… era Liliana, que seguía observando la interacción desde arriba.

“… ¡ESCAPA!” ella gritó.

Sin  embargo,  antes  de  que  los  guardias  pudieran  reaccionar  a  sus palabras…

“Una señal de fuego… se puede arreglar”.

…Dos manos extra brotaron de la espalda de Feuer.

Ese fue solo el comienzo de su transformación.

Algo parecía estar ondulando bajo su piel mientras su cuerpo ganaba más volumen y su silueta se deformaba grotescamente. Pronto, le había crecido un par de brazos extra retorcidos y era tan grande que ya no parecía un anciano… ni siquiera un ser humano. Su piel también se había vuelto de un rojo ardiente y antinatural.

Luego apuntó sus cuatro brazos a los guardias y la puerta detrás de ellos antes de pronunciar las palabras “Esfera Carmesí”.

En un instante, cuatro esferas gigantes de fuego salieron disparadas de las manos de la criatura que alguna vez había sido Feuer. Fácilmente incineraron a los dos guardias y explotaron contra la puerta.

Estos orbes llameantes eran mucho más poderosos que las Esferas Carmesí estándar, e incluso la puerta protegida mágicamente se derritió ante ellos como mantequilla.

El rugido ensordecedor del fuego y el humo negro que se elevaba le indicaron al castillo… ya toda la ciudad… que algo importante estaba sucediendo.

“¡MUÉSTRATE! ¡ARCHISABIO!” Esto sin duda serviría para una señal de fuego. La cosa que una vez fue Lazburn había cometido este acto brutal para convocar a la persona que estaba buscando.

Sin embargo, él no fue el único que había sufrido una terrible transformación.

La apariencia de los hombres que lo acompañaban también había cambiado drásticamente. Uno se había convertido en una especie de híbrido entre el hombre y la araña, mientras que el otro ahora parecía ser en parte murciélago.

No hace falta decir que habían dejado a la humanidad muy, muy atrás.

“¡¿Qué… qué son?!” El grito horrorizado de Liliana seguramente hizo eco de los sentimientos de cualquiera que haya visto alguna vez a estas criaturas.

Sin embargo, había un hecho clave que ella no podía saber.

Incluso si instintivamente reconocía a estos seres como abominaciones, nunca podría adivinar que eran obra de una sola persona… un solo Embryo Superior.

***

???

Existía un Embryo Superior llamado “Alteración de Forma Verdadera, Idea”. Era una Legión tipo compuesta por organismos parásitos que se colaban en los cuerpos de los animales y alteraban las habilidades de sus anfitriones. Este Embryo podría hacerlos hermosos, saludables o incluso otorgarles nuevas capacidades.

Podría darle a alguien poderes que ningún ser humano había poseído nunca, así como hacer que ya no sea humano.

Algunos de sus anfitriones eran como Lazburn, que aún podría calificar como humanoide, pero nadie diría que en realidad era humano. Independientemente de cómo se clasificarán, este tipo de huéspedes mutados compartían muy poco con la humanidad.

A otros simplemente se les modificó el cuerpo para darles habilidades mucho más allá de las de sus formas originales, mientras que a otros se les modificó el cerebro para obstaculizar su voluntad. Algunos de sus anfitriones incluso terminaron transformados tanto en cuerpo como en mente.

Todos habían sido modificados por el Maestro de la Alteración de la Forma Verdadera, Idea… La Crima “La Fuente de los Errores”.

Ellos fueron los sujetos de este Embryo Superior, así como sus extensiones. Según el platonismo, podrían describirse como sus “formas” o “ideas”.

En un rincón del barrio noble, una figura vigilaba estas Ideas con ojos sin emociones. Esta figura no era otra que la mujer que había destrozado la Joya y desatado a estos seres sobre la capital. Cubierta con vendajes como si acabara de salir de una cripta, era el Rey de los Ladrones, Zeta.

“Excelente,” dijo ella. “Esta es la primera vez que desplegamos especímenes que originalmente eran Trabajos Superiores y, a pesar de algunos trastornos mentales menores, su estado físico parece aceptable. También pueden diferenciar a amigos y enemigos. Tendré que enviar estos datos a La Crima”.

Su tono era neutral, mostrando lo imperturbable que estaba ante la tragedia que había desatado sobre el castillo y sus guardias.

“Comienzo. Ignis Idea, Aranea Idea y Vespertilio Idea se han infiltrado en el castillo.”

Las criaturas que ella había liberado sirvieron como asesinos. Zeta tendía a operar solo, por lo que La Crima, un compañero de I.F. miembro— le había dado estas criaturas, y ahora las empleaba como combatientes en su acto de terrorismo.

También tenían la intención de probar cómo se comportarían tales criaturas en el futuro I.F. operaciones, recopilar datos para La Crima—quien en ese momento se encontraba en Tenchi, un país lleno de ejemplares de calidad—y completar la tarea que le encomendó el imperator de Dryfe.

“Favorable. Incluso los Trabajos Superiores se pueden mejorar a un nivel superior a los Maestros Superiores anteriores”.

Quizás el más fuerte entre los que le habían dado, “Rey de Blaze, Feuer Lazburn”, nombre en clave “Ignis Idea”, estaba comenzando a empujar hacia el castillo mismo, lanzando fuego de sus cuatro manos. Aranea Idea, que parecía una araña, y Vespertilio Idea, que parecía un murciélago, también habían atravesado las puertas destrozadas y habían entrado en los terrenos del castillo.

“Simultáneo. Regina Apis Idea y Apis Idea también han comenzado sus ataques alrededor del castillo.”

El humo negro se elevó y los gritos resonaron desde el paisaje urbano de la capital detrás de Zeta.

Para mantener a raya a los Maestros fuera del castillo, también había creado el caos en la ciudad al lanzar una Idea con un Trabajo Superior como punto de partida, junto con muchos de sus subordinados, todos los cuales se basaban en trabajos de alto rango.

Rabbit había matado a muchos de los guardaespaldas que se suponía que debían proteger las conversaciones de paz, por lo que sus filas se habían repuesto con Maestros que originalmente se habrían quedado en la capital. Zeta creía que a los que quedaran les resultaría difícil manejar lo que ella había despachado.

“Acción. Ya se había dado la orden. El momento puede haber cambiado, pero mi trabajo sigue siendo el mismo”, dijo Zeta, el Superior a quien el imperator le había dado esta última solicitud. “Goal. Infíltrate en el castillo, roba lo que se debe robar y borra lo que se debe borrar. Eso es todo.”

Saltó de techo en techo en el distrito noble antes de dirigirse al caótico castillo.

Impulsados por las conversaciones de paz, los colmillos del imperio finalmente habían comenzado a cerrarse en sus gargantas.

Tomarían lo que había que tomar y matarían lo que había que matar.