Utsuro No Hako To Zero No Maria (NL)

Volumen 6

Capitulo 3: Perforación a los Quince 3/3

Parte 3

Puedo entender a qué se refiere, pero no lo entiendo. Estoy perdidamente confundido.

Estaba equivocado.

Pensé que Kazu era anormal, y esperaba que su anormalidad hubiese empeorado.

Pero lo subestimé por completo.

Es tal como dijo Aya; mientras tenga una meta, no se dará por vencido. Incluso recurre a tácticas en las que ninguna persona en su sano juicio podría pensar.

Persiguiendo su objetivo, Kazu incluso puede dejar en blanco su propia voluntad y actuar automáticamente, como una máquina.

En cierto sentido, eso es lo que he estado buscando. La forma ideal de existir como un ser que concede “deseos”.

Sin embargo, pienso mientras considero su sonrisa, aunque no quiero emular a Otonashi Aya, definitivamente no quiero convertirme en alguien como Kazu.

Todos han dejado de hablar. Todo lo que puedo oír es la película, la que sigue rodando sin piedad, y los gemidos de Kokone.

Haruaki es el primero en romper el silencio. – Hoshii… ¡No sé nada respecto a esto! ¡No me dijiste que harías esto!

Lamento habértelo mantenido en secreto. De otro modo, me habrías detenido.

¡Claro que sí! Eso… ¡Eso es una locura! ¡Voy a salvar a

Kiri, lo quiera Daiyan o no!

Si intentas ayudarla voy a darle el golpe de gracia.

¡¿Qué?!

Hablo en serio.

Habla en serio. De otro modo, no recurriría a un método tan desquiciado, en primer lugar. El “símbolo” de su anormalidad que infligió en su mano derecha prueba que sus palabras son 100% verdaderas.

Haruaki también se da cuenta de esto y no dice nada más. Sus hombros, sin embargo, están temblando y sus ojos están completamente abiertos.

Una pregunta se escapa de mis labios.

Kazu, ¿estás bien dejándola morir?

Esa es una pregunta extraña -, contesta. – Por supuesto que no estoy bien con eso.

Su respuesta se parece a la de cierta chica que ha vivido durante vidas virtuales para poder reemplazar a alguien.

Me arrepentiré de esto por el resto de mi vida. ¡Tal vez no pueda ser capaz de soportar la carga!

Pero son diferentes en algo.

Sin embargo, hice lo que hice teniendo eso en mente. A diferencia de Aya, Kazu no ha hecho una elección.

Lo más probable es que—ni siquiera puede elegir actuar de otro modo.

Tal vez está confundido en por qué ha tomado tales medidas, pero no puede actuar de otro modo. Esta es la forma que ha tomado su demencia.

Hoshino Kazuki… ¡Estás demente! -, Aya muerde su labio y hace una pausa. – Lo que estás haciendo ni siquiera califica como un método propiamente tal. Alguien en su sano juicio ni siquiera pensaría en esa idea. Al hacer esto… al tomar ventaja despiadadamente de la debilidad irracional de Kirino respecto a Oomine, destruyes completamente la vida cotidiana que has protegido con tanto entusiasmo. Te das cuenta de eso, ¿verdad? Es prueba de que te has vuelto loco.

En efecto.

Realmente no eres el Hoshino Kazuki que conocía. ¿Qué ha pasado contigo? ¿Has sido poseído por un demonio?

Kazu responde clara pero tristemente:

– Soy tu caballero.

Mi… ¿qué?

Iré a rescatarte aunque el mundo en sí se oponga a mí. Derrotaré y mataré a quien sea que se interponga.

¡Nunca he pedido eso! ¡Y ciertamente no a un demonio

como tú!

No importa lo que digas -, contra-argumenta, dejando a Aya sin habla.

Kazu me mira.

Por cierto, ¿qué estás esperando? ¡Para él es fácil decir eso!

No puedes decidirte, ¿verdad? -, dice y me toma completamente por sorpresa con sus siguientes palabras. – Bueno, eso también está bien.

¿Hah? -, no puedo ocultar mi sorpresa. – ¿“Está bien”, dices? No puedes hablar en serio. ¿Está tranquilo con ella muriendo debido a mi indecisión? Tu plan sólo tendrá éxito si voy a salvarla, ¿verdad?

Estoy seguro que sabes por quién estoy haciendo esto, ¿cierto? -, pregunta como respuesta, ignorando mi pregunta.

Lo sé perfectamente bien: es por el bien de Aya.

Ahora Maria está en posesión de la “Sombra del Pecado y del Castigo”, y va a trabajar por un mundo ligeramente mejor,

¿cierto?

Kazu extiende su mano derecha ante su rostro y la cierra, como si estuviese confirmando algo.

Así que la aplastaré. Ella no necesita una “caja” tan tonta.

Finalmente lo entiendo.

No me digas que…

Una comisura de su boca se curva. – Parece que finalmente lo entiendes. Antes dije que tengo mis dudas respecto a tu determinación, pero estoy convencido de que entiendo la de Maria. He pasado toda una vida junto a ella. No hay forma de que pueda estar equivocado.

Otonashi Aya ha entregado su vida por la felicidad de los demás, y, por lo tanto, no puede tolerar los sacrificios.

Y ahora mismo, hay alguien muriendo justo frente a sus ojos.

Entonces—

Aya salvará a Kiri, ya sea que yo haga algo o no.

Ya veo, pensé que estaba apuntando a mí con esta trampa.

Pero no era así.

Era una trampa preparada para Aya y para mí al mismo tiempo.

Aya admite amargamente: – Sí, voy a salvar a Kirino. Tendré que rendirme ante el poder de Hoshino.

¡Aya…! ¡¿No es esta la “caja” que has estado buscando todo este tiempo?!

Lo es. He pasado más tiempo que nadie buscando esta

“caja”. Quizás mi más sincero deseo finalmente se hubiera cumplido.

Quizás nunca me vuelva a cruzar con una oportunidad como esta. Lo sé… lo sé… pero… -, aprieta su puño. – ¡Pero aun así!

Cierto.

Ese el estilo de vida de Otonashi Aya.

Kazu está abusando de ella descaradamente.

Aya va a salvar a Kiri, y Kazu va a destruir su “Sombra del Pecado y del Castigo”. Kiri sobrevivirá gracias a la ayuda de Aya. 『Perforación a los Quince』 acabará, activando el efecto final del “Cine”, destruyendo mi “caja”.

Nuestros “deseos” van a acabar siendo en vano.

Sí tengo una contramedida.

Otonashi Aya es mi 【sirviente】—podría 【ordenarle】 que se quede quieta.

Pero…

Pero…

Daiya -, me dice Kazu, – No puedes estar pensando en usar una 【orden】 para que Kokone muera, ¿cierto?

Exactamente. Es tal como él dice.

Pero, ¿no he llegado a la conclusión de que tiene ser detenido sin importar qué?

¿No he decidido eso con total convicción?

Entonces—¿voy a usar una 【orden】 en Aya para dejar que Kiri muera? ¿Voy a matar a Kiri?

¿Qué…?

¿Qué…?

¡¿Qué MIERDA?!

Ah, gh…

Kiri escupe sangre.

Ladea su cabeza hacia mí y susurra:

Por favor…

Aunque tenga que morir…

Que Daiya encuentre la verdadera felicidad.

Lágrimas caen por sus mejillas.

Al igual que en los recuerdos en donde dependía de mí—

Kokone. Todas.

Todas las películas que han sido presentadas en el “Cine Destroza-Deseos” cruzan mi mente en medio segundo.

Kirino Kokone. Usui Haruaki. Otonashi Aya. Karino Miyuki. Kamiuchi Koudai. Tragedias, tragedias que me atormentan. Las imágenes me enredan como un largo trozo de película y se graban dolorosamente en mi mente. Rechazo, rechazo, rechazo, demasiado rechazo como para que lo acepte. No hay el más mínimo indicio de amabilidad. Mi visión se vuelve en mosaicos, a color, en sepia, en mosaicos otra vez. Las emociones detrás de esas imágenes se infiltran en mí, me sobre-escriben, me borran, dejando sólo a Kirino Kokone atrás. Quería hacer pedazos el mundo porque sólo te quería a ti, sólo te quería a ti, sólo te quería a ti.

Ah, y ahora las “Sombras del Pecado” se hacen un festín conmigo. Me devorarán. Al final, se unen, me capturan y comienzan a consumirme. No hay dolor. Sangre negra chorrea de las heridas que desgarran con sus garras afiladas, ahogando al mundo. Devoran todo mi cuerpo, dejando nada atrás. Soy un enorme pantano negro de sangre. El pantano es incapaz de pensar.

Así que rememora sus recuerdos pasivamente.

Un congelado mundo rojo se desenvuelve, atrapado por el sol de la tarde. Una sola chica está de pie en medio de este mundo desolado. Su espalda se encoge lentamente mientras camina entrando a la fría agua roja. Se oyen pequeñas ondas. Date vuelta date vuelta date vuelta date vuelta. Sólo quiero que se dé vuelta. La alcanzo. La alcanzo y tomo su mano.

Dilo.

—Cambiaré el mundo por tu bien.

El tiempo se está agotando. Pero ahora, la hora cero en mi cuenta regresiva es cuando Kokone muera, en lugar de cuando el “Cine” destruya mi “caja”.

El tiempo se está agotando.

– ——Aah.

Pretendía cambiar el mundo. Pretendía hacer que la gente se diese cuenta de qué significaba realmente la culpa al producir “Perros Humanos” en masa. Pretendía deshacerme del mundo de gente insensata. Estaba de acuerdo en destruirme a mí mismo mientras alguien me sucediese. Pensé que Shindou Iroha podría ser capaz de hacerlo. Estaba convencido de que Otonashi Aya sería capaz de hacerlo. Había decidido crear un mundo amable y estable donde no volviesen a ocurrir tragedias, un mundo en el que nadie tuviese que compartir nuestro destino. Estaba dispuesto a pagar cualquier precio, incluso mi propia alma.

Un mundo amable.

Un mundo justo.

Sí, era un deseo puro y honesto; luché más que nadie para volverlo realidad.

Sin embargo…

Sin embargo…

No puedo estar parado frente a este charco de sangre y hacer

nada.

—Lo sé.

—Lo sabía.

Cierto,

en realidad,

todo lo que quise alguna vez,

cuando tomé tu mano,

en ese mundo rojo,

era que te voltearas.

¿Dónde estoy?

En un cine carmesí. Así es, un cine.

Eso significa que una película está rodando.

Reflejo los movimientos de la imagen en la pantalla.

Caigo sobre mis rodillas.

El chico de secundaria cae sobre sus rodillas.

No me preocupaba por mí mismo.

No me preocupaba por mí mismo. Cubro mis orejas con mis manos.

El chico de secundaria cubre sus orejas con sus manos.

Sólo quería que fueras feliz.

Sólo quería que fueras feliz.

Kokone…

Y así—

– ¡Te salvaré!

—He perdido.

Abro mis ojos.

Han estado abiertos todo este tiempo, pero abro mis ojos.

Aya está alcanzando los suministros médicos.

Sin esperar ni un momento, Kazu entierra su mano en su pecho y saca una “caja”. Es la copia de mi “Sombra de Pecado y del Castigo” que le di.

Su copia tiene la forma de un cubo perfecto.

Kazu la aplasta.

Aya continúa atendiendo a Kokone sin vacilar.

Ya no puedo hacer nada.

No me puedo mover. Ni siquiera puedo luchar contra la languidez que el “Cine” está forzando sobre mí.

Por lo tanto, simplemente me quedo sobre mis rodillas mientras veo el final de 『Perforación a los Quince』.

La última escena toma lugar en el pasillo de nuestra escuela secundaria.

Kokone mira mi oreja derecha y dice tristemente:

¿Acabaste poniéndote un aro?

Mi  “yo”  en   la   pantalla  ahora  tiene   cabello   plateado.

Contesta:

Sí, porque odio los aros.

¿Eso es -, dice mientras mantiene su expresión triste, – un grito pidiendo ayuda?

La alarma de alguien comienza a sonar.

– Es medianoche -, murmura Haruaki.

En el momento en que dice eso, el agujero negro azabache— el abismo—salta hacia mí y penetra mi cuerpo. La sala alrededor de nosotros comienza a ser absorbida dentro del agujero, encogiéndose y distorsionándose en una esfera.

Siento como si el vacío absoluto me envolviese.

Pérdida.

Y entonces me doy cuenta de que acabo de perder la “Sombra del Pecado y del Castigo”.

Al final, la sala ha perdido completamente su forma y se transforma en una esfera roja, mientras el abismo crece cada vez más, envolviéndome más y más.

Pero lo que espera en su interior no es la oscuridad, sino luz.

Luz.

Dentro de ese mar de luz, alguien me da una palmada en el hombro.

◇◇◇ Hoshino Kazuki – 12/09 SÁB 00:00 ◇◇◇

Estamos en frente del multicine en el tercer piso del centro comercial. Hemos sido transportados fuera del “Cine Destroza-Deseos”, de vuelta al lugar desde donde entramos en él.

Puedo oír el sonido de una sirena cerca; habíamos llamado a una ambulancia por adelantado. Debería llegar aquí dentro de poco. El lugar donde le dije a Kokone que se apuñalase a sí misma no es fatal, como le insinué a Daiya; a lo más, no hubiese muerto en diez minutos. Además, Maria tiene el conocimiento médico necesario para administrar primeros auxilios apropiadamente. A menos que tenga muy mala suerte, Kokone sobrevivirá. Mi plan tendrá éxito íntegramente si se recupera por completo. Pero aunque las cosas vayan así de bien—

—Lo siento, Kokone, realmente lo siento.

Incapaz de mirarla, echo un vistazo alrededor.

Ahora libre de gente, el centro comercial da una impresión inesperada. Recuerdo haber venido aquí una vez, sólo nosotros cuatro. Aunque fui obligado a travestirme, definitivamente creo que es un buen recuerdo. Sin embargo, mis recuerdos de este lugar ahora han sido manchados con sangre permanentemente y son definitivos.

Mi vida cotidiana se derrumba en pequeños pedazos.

Reenfoco mi mirada. Puedo ver a otras cinco personas. A Haruaki, apretando su puño; a Kokone, yaciendo en el suelo; a Maria, tratando a Kokone, y—

Daiya mira con sus ojos totalmente abiertos a la persona que acaba de poner su mano sobre su hombro.

Sí, Daiya -, le digo. – Estabas equivocado desde el comienzo; ya habías perdido.

Miro a la persona que nos ayudó y continúo.

La “dueña” del “Cine Destroza-Deseos” era Karino Miyuki.

Karino Miyuki.

Envuelta en un uniforme de una escuela sólo para chicas, está mirando tristemente a Daiya.

Todo esto comenzó cuando descubrí que Karino-san había obtenido una “caja”. Al igual que un “dueño” puede sentir a otras “cajas”, también he desarrollado un sentido por ellas debido a una exposición constante.

Su “caja” estaba minuciosamente dedicada a Daiya. Al darme cuenta de eso, había decidido tomar ventaja de ella y renunciar a la idea de convertirme yo mismo en un “dueño”.

Si hubieras reflexionado debidamente en tu persona, hubieras notado a Karino-san. Habrías descubierto que ella era la verdadera “dueña”. Pero no lo hiciste.

Daiya me mira en silencio.

– La estabas dejando fuera de tu mente.

Karino-san retrocede unos pasos silenciosamente. Aunque preparó esa “caja” para Daiya, no hay nada que pueda decirle.

Su “deseo” era tenerte para ella sola. Pero las “cajas” también conceden los sentimientos negativos que están ocultos bajo los “deseos”: aunque sin duda te aprecia, también posee un resentimiento contra ti por no darle paz alguna. Sobre todo, se da cuenta de que no puede tenerte sólo para ella.

Es por eso que el “Cine Destroza-Deseos” atormentaba a Daiya con imágenes del pasado e intentaba robarle su preciado “deseo”… y duró solamente un día.

No era yo, ni era Kokone. Sólo Karino-san podría formar una “caja” de un modo tan distorsionado. Te habrías dado cuenta de eso si hubieras reflexionado sobre ti mismo—pero mira lo que acabó sucediendo.

Daiya se convenció a sí mismo de que Kokone era la “dueña”, y se detuvo allí.

Porque solamente al cegarse a sí mismo podría trabajar en pro de su “deseo”.

Ya que conocía quién era la verdadera “dueña”, me di cuenta de que todo lo que dijiste sobre tu determinación y tus creencias era falso; sólo parecía tener sentido porque ya no estabas consciente de ti mismo. Ya sabes, al sumergirte en tu propia ruina, siempre me parecía…

Repentinamente, mi voz comienza a temblar.

Los sentimientos que he acumulado todo este tiempo mientras encaraba a Daiya comienzan a desbordarse.

Miro a Kokone, toda cubierta de sangre.

¿Qué he hecho?

Soy incapaz de regresar a mi vida cotidiana después de herir tanto a Kokone y engañar a Haruaki. Estas cicatrices nunca desaparecerán. Mi amistad con Haruaki nunca volverá a ser lo que solía ser.

¿En qué me he convertido?

Pero no tenía otra opción, ahora que he obtenido la “Caja Vacía”.

Siempre me parecía…

No puedo retener mis lágrimas.

– Como si estuvieras gritando por ayuda.

Al final, no tuve más opción que arrinconar a un amigo que estaba gritando por ayuda.

– Suficiente -, susurra Daiya, con su rostro hacia el suelo. – No me importa.

Con estas palabras, Daiya se tambalea lentamente hacia Kokone.

Kokone -, dice, mirándola con la vista hacia abajo mientras ella respira rápidamente.

Toca uno de los aros en su oreja derecha—el primero que eligió.

Se lo arranca.

Desde su oreja cae sangre goteando, pero no parece sentir dolor alguno. Con una expresión amable en su rostro, toma la mano de Kokone.

– Kokone -, dice nuevamente. – Te amo.

Su expresión se parece a la sonrisa a que sólo había visto en la pantalla.