Utsuro No Hako To Zero No Maria (NL)

Volumen 6

Capitulo 3: Perforación a los Quince 3/3

Parte 2

Una vez más pienso…

Haruaki es tan radiante que siento que nunca lo igualaré.

Él fue la primera persona a la que admiré. No sólo por sus habilidades en el béisbol—sino también por su honestidad, su honradez, y su naturaleza decidida—las cualidades que lo llevan a elegir que lo que piensa está bien, aún al costo de su potencial ilimitado en el béisbol o de la chica que ama. Haruaki siempre poseyó cualidades que yo ni siquiera podía soñar con obtener.

Es por eso que no pude soportar convertirlo en un 【sirviente】.

Oye, Haruaki… tengo más respeto por ti de lo que puedas creer.

– ¡Di algo, Daiyan!

Pero de todos modos…

No puedo retractarme de este deseo.

– Alguien tiene que tomar acción -, hablo sin titubear. – ¿Quién tiene la culpa de lo que le ocurrió a Kiri? ¿Yo? ¿La misma Kiri? ¿Rino? Sí, todos nosotros, pero el problema fundamental yace en otro lado. Por lo tanto, voy a hacer un cambio fundamental en el mundo. Ese es mi camino.

Haruaki vacila antes de contra-argumentar: – Eso es ridículo. ¡Aun con una “caja”, no puedes tener éxito!

Ya sea que pueda o no, simplemente lo haré.

¿Por qué tendrías que hacer eso, Daiyan? ¿Por qué tienes que sufrir todavía más?

He decidido sacrificarme.

¡¿Y qué hay de mis sentimientos?! ¡No quiero verlos a ti y a Kiri hundirse en el desastre! ¡¿También vas a sacrificar estos sentimientos, Daiyan?!

Respondo sin perder un segundo: – Sí.

Haruaki abre sus ojos ampliamente.

Eso es lo que significa sacrificarme. Lo dejo sin palabras.

Así es, ese es el significado de sacrificarme. Soy perfectamente consciente de eso.

También tengo que sacrificar los sentimientos que los demás tienen por mí.

Es por eso que corté mis lazos con ellos—con Kiri y Haruaki.

No puedes estar hablando en serio… -, dice, apretando sus temblorosos puños. – Mierda… no puedes estar hablando en serio… Daiyan…

Parece que el ataque de Haruaki acaba aquí.

Desvió mi mirada de él y le frunzo el ceño a Kazu.

Kazu, date prisa. Date prisa y aplasta el “Cine”.

Discretamente me seco el sudor frío en mi frente.

Aunque pueda parecer tranquilo y compuesto, he recibido

daño.

Las “Sombras del Pecado” dentro de mí están por comenzar a descontrolarse debido a la honesta súplica de Haruaki. Están a punto de atravesar sus límites y rasgar mi cuerpo.

Estoy en mi límite mental. Una sola palabra podría volcarme por la orilla y acabarlo todo ahora mismo.

Desecharlo todo—qué pensamiento más cómodo.

Pero yo—

Miro a Otonashi Aya.

Pero voy a morir junto a todos estos pecados.

Presiono ferozmente mi palpitante pecho.

Tengo que prepararme—

El siguiente ataque está comenzando. Me ganará si bajo mi guardia por sólo un segundo.

—Para el ataque principal.

Daiya, gracias por tu mensaje. Kirino Kokone.

Kiri camina hacia mí.

Fue un cebo en la trampa para atraerte hasta aquí. Caíste completamente en él -, me exprimo mientras agarro fuertemente mi pecho.

Sabía que era una trampa.

Supongo que sí.

Y de todos modos vino debido a sus incomparables sentimientos por mí.

Se acerca, paso a paso.

Con cada paso que da, recuerdos de nuestro pasado cruzan mi mente.

4 años—La hago llorar en el jardín de niños mientras peleamos por un dulce; yo también comienzo a llorar cuando la profesora me regaña.

7 años—Salvo a Kiri de ahogarse en el mar ayudándola a aferrarse a un flotador, la consuelo mientras llora.

años—La encuentro agachada al lado del camino durante un festival, en su yukata, llorando porque se había perdido, y tomo su mano y la guio hasta su casa.

11 años—Para poder evitar recibir las burlas de nuestros compañeros, le digo cosas horribles y la hago llorar; después de eso voy a su casa y me disculpo.

12 años—Kiri comienza a faltar a clases cuando le cuento que he sido aceptado por una renombrada escuela secundaria privada; comienza a llorar de alivio cuando le digo que no me inscribiré allí.

14 años—Nos besamos por primera vez. Después de eso se estalla en lágrimas, y como no sé qué más hacer, simplemente sigo acariciando su cabeza hasta que deja de llorar.

Por alguna razón, estaba llorando en cada uno de esos recuerdos. Las imágenes más fuertes que tengo de ella deben ser cuando dependía de mí.

Aah, pero esto realmente duele.

Cada uno de esos recuerdos se convierte en un ataque que intenta encadenarme a una vida normal. Cada uno carga peso adicional sobre mis hombros.

Mientras estoy siendo atormentado, Kirino Kokone camina hacia mí y se detiene ante el asiento al lado de mí, justo frente al cascarón vacío de ella misma que el “Cine Destroza-Deseos” creó.

Puedo ver su rostro duplicado.

La verdadera Kiri inclina ligeramente su cabeza y me mira a los ojos.

Daiya, déjame responder tu mensaje. Ella—

Yo también te amo.

—me abraza.

¡¿Qué…?!

No debería ser capaz de hacer eso.

Ya no debería ser capaz de tomarme entre sus brazos.

Si lo hace, recordará los horrores de su pasado, le recordará las heridas en su espalda, y eventualmente se entregará a las ganas de vomitar.

Pero así y todo, Kiri sigue abrazándome.

Ella… ¿ha superado su trauma por cuenta propia?

No obstante, Kiri dictamina eso de inmediato: – ¿Sabes, Daiya? No he superado nada. Sigo siendo un desastre por dentro y no sé qué hacer al respecto.

Entonces—¿cómo es que puede estar abrazándome?

– Pero me di cuenta de algo -, dice Kiri. – Significas todo para

mí.

Kiri está temblando. Como ella dijo, no ha superado su pasado; sólo puede abrazarme fuertemente al tolerar la angustia que la ataca.

Esa es la única forma en que me puede abrazar.

¡Te amo! ¡Te amo! … ¡Te… amo!

Sí, pienso, mientras más cerca estamos, más nos lastimamos el uno al otro.

Pero, ¿y si pudiésemos superar nuestro pasado de alguna forma? ¿Y si nos mantenemos creyendo el uno en el otro?

Eso sería—lo único que he deseado por sobre todo lo demás.

Gh…

Otro recuerdo cruza mi mente, un recuerdo del día en el que decidí cambiar el mundo.

Estás helado.

Iluminada por el sol de la tarde, flotando en un frío y rojo río, Kiri me rechazó. Era impotente, incapaz siquiera de abrazarla, y estaba condenado a sentir cómo nuestros cuerpos se volvían cada vez más helados.

Pero si puedo abrazarla de este modo…

Si ahora final y tardíamente, puedo entibiarla…

U… gh…

Kokone.

¡También quiero ser liberado de esta carga!

¿Realmente está bien si sólo soy yo mismo? Haría lo que fuese por ti, Kokone. No escatimaría esfuerzos para hacerte feliz.

Kokone continúa.

¡Haría lo que fuera por ti, Daiya!

Finalmente vuelvo en mí.

Agarro sus hombros y la alejo empujándola.

¿Daiya…?

¿Kiri haría lo que fuese por mí?

¿Yo haría lo que fuese por Kiri?

Ambas declaraciones son ciertas.

Y eso es lo que está fatalmente mal respecto a ellas.

No son saludables—son anormales.

No siempre fuimos así; solíamos ser una pareja normal; cada uno era un amante normal que no se sacrificaría a sí mismo ni actuaría únicamente por el bien de la otra persona.

Nuestra transformación es la prueba misma de que no hemos sido capaces de llevar una vida normal.

Nos mantenemos arruinándonos el uno al otro al sacrificarnos el uno por el otro. Esa es nuestra realidad. Y es aún más cierto si declara que significo todo para ella.

Así es, no podemos regresar, después de todo.

No podemos regresar a la época cuando nuestra relación era

pura.

—¿Tienes un deseo?

Sí.

Tengo un deseo.

Quiero aplastar este mundo abandonado por dios que ha manchado todos nuestros recuerdos.

Ese día, rodeados por el agua roja, juré:

– Cambiaré este mundo.

No abandonaré a mi nuevo “yo”.

No me quitaré estos aros.

En lugar de eso, descartaré estos sentimientos, estos recuerdos, estas remembranzas.

Kiri -, digo fuerte y claramente, – aprende a vivir en un mundo sin mí.

Esa es mi respuesta.

Lágrimas comienzan a brotar de sus ojos.

Desvió la mirada y le frunzo el ceño a Kazu.

—Logré sobrevivir a su ataque. Ha agotado sus municiones.

Miro mi reloj. Son las 23:44.

Es hora. Aplasta el “Cine” de Kiri. Ya sabes lo que le ocurrirá a Otonashi Aya si no lo haces.

Es una lástima -, susurra Kazu. – Es una lástima que las cosas tengan que acabar de este modo.

Además comienza a llorar y cae de rodillas.

Uh… gh…

Kiri se da cuenta de que es imposible hacerme cambiar de opinión. Se aleja de mí caminando, tambaleándose hacia la pantalla.

Kazu se pone de pie y también se dirige en esa dirección.

Mi mirada salta automáticamente hacia la pantalla.

Lo daría todo por la felicidad de Daiya -, dice la Kiri en la pantalla con una mirada vacía. – Si evito que seas feliz, haré que sea más fácil para ti el dejarme, ¿está bien?

La Kiri real habla.

Está de pie cerca del medio de la pantalla, bloqueando la imagen proyectada.

Planeas sumergirte en la ruina, ¿cierto?

Supongo que sí, ese será mi desenlace final -, contesto de forma casual.

¿Crees que te lo permitiré?

¿Por qué necesitaría tu—

¡No lo haré!

Con esas palabras—

Kiri entierra un cuchillo en su abdomen.

La sangre salta hacia la pantalla.

– ¿Eh? -, susurro como un imbécil.

Me avergüenza decir que estoy totalmente desconcertado; sólo puedo observar mientras su sangre se esparce lentamente a través de la pantalla.

Kazu actúa sin titubear. Se apresura hacia Kiri.

Obviamente asumo que está intentando salvarla, pero me sorprende—

– ¡Es una lástima que no me estés dejando otra opción,

Daiya!

—Corrió hacia Kiri para poder bloquearme.

Hice lo que me dijiste que hiciera. Esto también destruirá el “Cine”, ¿verdad?

Sólo se queda allí de pie en el charco de sangre que Kiri está derramando sin mover ni un solo dedo para ayudarla.

¿De qué…? ¿De qué rayos estás hablando?

Bueno, Daiya -, dice Kazu, ignorando mis comentarios. Seca violentamente las lágrimas sobre su rostro y me mira. – Si intentas acercarte a Kiri, destruiré tu “Sombra del Pecado y del Castigo”.

Coloca su envase de plástico sobre el suelo.

Aquí dentro hay suministros médicos. Kokone no morirá inmediatamente, pero si sigue sin recibir tratamiento por más de diez minutos, estará perdida. Si usas el contenido de este envase y detienes el sangrado de su herida, hay posibilidad de que sobreviva. Le indiqué a Kokone precisamente en dónde apuñalarse. Si vienes a rescatarla, sobrevivirá, pero si te quedas allí parado, morirá. No aguantará hasta medianoche, así que el “Cine” será destruido antes de eso y tendrás tu vía de escape. Una vez que hayas escapado del

“Cine”, con seguridad podrías encontrar a alguien en quien utilizar la “Felicidad Imperfecta” de Maria. Pero Kokone estará muerta -, Hoshino Kazuki habla frente a la pantalla ensangrentada: – Si quieres salvarla, ven aquí y deja que aplaste tu “caja”.

Estoy seguro de que no es consciente de esto.

Pero Hoshino Kazuki, el ser que destruye “cajas”, está sonriendo de un modo encantador, igual que “O”.

Para ser honesto, tengo dudas -, dice de una forma impasible. – Afirmas que has escogido un mejor mundo por sobre Kokone, pero, ¿realmente es cierto?

Continúa mientras mira el sangriento vendaje en su mano derecha:

¡Aquí tienes la oportunidad de probarlo!

——

Estoy sin haba.