Koujo Denka (NL)

Volumen 2

Capitulo 3: Sé Honesto Y Confiesa

Parte 2

En ese momento, la puerta se abrió de golpe y una chica entró corriendo a la habitación.

“Lo siento, Karen”, dijo.

“Mi última clase se retrasó. ¿Qué necesitabas…..? ¿Eh?”

Su largo cabello platinado teñido de azul pálido estaba peinado en una trenza y adornado con una cinta azul finamente bordada atada en la parte posterior de su cabeza. Era un poco más baja que Karen, con una figura bien proporcionada en la que podía vislumbrar la belleza propia de una mujer adulta que emerge de la crisálida de la infancia. Su gorra de la escuela tenía una insignia plateada grabada con la insignia del ala y la espada que la marcaba como presidenta del consejo estudiantil. De su cintura colgaba una espada delgada y una varita corta, ambos de exquisita mano de obra.

Asentí con la cabeza a la chica, que me miró con los ojos abiertos y luego me devolvió una reverencia entusiasta que hizo volar su gorra. Su cabello largo y hermoso me deslumbró.

Sabía su nombre, pero este era nuestro primer encuentro cara a cara.

“S-Soy Stella Howard”, tartamudeó.

“A-Allen-sama, ¿supongo? He oído mucho en su favor y ha hecho mucho por mi hermana. ¡M-Muchas gracias!”

“Debería darte las gracias”, le dije.

“He aprendido mucho más de Tina que ella de mí. Oh, tu gorra”.

Lo recogí, le quité el polvo y se lo entregué.

“Aquí tienes”

“M-Muchas gracias”

Respondió ella, tenía un mechón de su cabello ondulado mientras se sonrojaba, como alguien más que conocía.

“Por favor, siéntete libre de…” comencé antes de detenerme y corregirme.

“Supongo que debo cuidar mis modales. Mis humildes disculpas, Su Excelencia, Stella-Ojou”

“¡No necesito ese tipo de deferencia!” Ella exclamo.

“¡Nunca me llames ‘Stella-Ojou’!” Después de un silencio, vacilante agregó:

“Yo, uhm, realmente no soy nadie especial, así que por favor no lo hagas. Lo digo en serio”.

Esta chica, que parecía absolutamente seria, no era otra que la hermana mayor de Tina, la futura Dukesa Howard. Había oído que se había rebelado contra el Duke Walter y se postuló a la Royal Academy a pesar de sus objeciones. Sin embargo, al mirar a la chica nerviosa y de buenos modales frente a mí, me resultó difícil de creer. Era la viva imagen de una joven noble bien educada.

“Stella”

Karen se dirigió a la presidenta del consejo estudiantil.

“¡K-K-Karen!”

Stella-Ojou tartamudeó, cerrando la distancia con mi hermana menor en un instante y sacudiéndola por los hombros.

“¡¿Q-Q-Qué está pasando?! ¿Q-Qué está haciendo Allen-sama aquí? ¡Ojalá me hubieras advertido! ¡Ni siquiera me he maquillado!”

Karen simplemente se dejó sacudir; parecía que habían forjado una hermosa amistad, aunque me llamó la atención que Karen nunca me había dicho una palabra de eso.

“Quiero decir…” mi hermana comenzó a protestar mientras se tambaleaba.

“¡Eso no es excusa!” Su Excelencia se lamentó.

“… Sabía que esto sucedería”, finalizó Karen.

“Déjame presentarte de nuevo. Este es mi hermano”

Su Excelencia dejó escapar un grito sin palabras y se desanimó.

Qué reacción exagerada. Ella esla hermana de Tina,Bueno, ¿De qué se trata esto?

“Es justo lo que parece”, explicó Karen.

“Stella te idolatra a ti y a Lydia-san, y como su amiga, no me atrevía a destrozar sus sueños”.

“Eso tiene sentido”, admití después de un momento.

“Lydia está constantemente amenazando con rebanar a la gente, incinerarla, o ambas cosas, mientras yo… Bueno, solo mírame”

Mi hermana era una amiga cariñosa, aunque a veces pudiera parecer franca. Me alegré de que ella hubiera crecido para ser tan amable.

“Además”, murmuró, demasiado bajo para que yo la escuchara.

“No me gustaría arriesgarme a presentarte a una chica de corazón puro como Stella”

Le lancé a Karen una mirada inquisitiva.

“Solo estoy hablando conmigo misma”, dijo Karen.

“Stella, vuelve con nosotras”.

Con un chasquido, golpeó a su amiga con una pequeña descarga de electricidad violeta.

Su Excelencia dejó escapar un breve grito.

“Eso dolió, Karen…” murmuró.

“Nii-san, esto es para ti”, dijo Karen, ignorando a su Excelencia y entregándome un sobre.

Su frente estaba en blanco, pero al abrirlo reveló una hoja de papel en el interior.

“¿Dijo algo cuando te lo dio?” Yo pregunté.

“Estoy siendo observada. Esto funciona como una salvaguarda, por si acaso” dijo Karen.

“El director explicó las cosas, aunque me mantuvo en la oscuridad acerca de las partes importantes”. Hizo una pausa para que yo respondiera.

“¿Nii-san?”, preguntó cuando yo no lo hice.

“Te lo dije, no es nada importante”

Regañé a mi hermana, que me miraba con los ojos medio cerrados, mientras releía el periódico. Contenía información clasificada. El príncipe Gerard no mostró signos de arrepentimiento a pesar de su suspensión del servicio. Él finalmente renunció a Lydia solo para cambiar su interés a… ¿Lynne? ¿Y había una posibilidad significativa de que hiciera un movimiento durante su suspensión? El príncipe aparentemente no entendió el significado de su castigo. Simplemente nunca aprendió. La nota continuaba:

“Me gustaría tomar precauciones, pero soy un hombre ocupado. Siendo ese el caso, quiero que actúes como un guardaespaldas-instructor temporal mientras estoy fuera de la academia. Te necesitaré durante aproximadamente un mes, y solo uno o dos días a la semana. Eso no es mucho pedir, ¿verdad? Especialmente en comparación con el problema que me impusiste, ya te he agregado al horario de enseñanza, por lo que no tienes más remedio que aceptar …hehehe.. Piensa en alguna excusa para darle a la chica Leinster. Eres libre de determinar el contenido de tus lecciones, pero no te excedas. Eso es importante, así que permíteme repetirlo para enfatizar:No te excedas”

Quizás él y el profesor estaban en tan malos términos porque en realidad eran pájaros del mismo plumaje. Aun así, si así es como estaban las cosas, realmente tendría que—

Karen, no para de dar vueltas y trata de mirar por encima de mi hombro.

“Tacaño…” ella se quejó.

“¿Vas a aceptar el trabajo de profesor temporal?”

“Supongo”, dije.

“Entonces insisto en que aceptes enseñar otras lecciones también, especialmente a las que yo asisto”

“No”

“¡¿No te preocupas por tu hermana?!” exigió.

“¿Qué dices?” Respondí, en parte burlándome de ella.

“Pensé que mi adorable hermanita era una buena chica que no se queja”. Su cola cayó.

“Eres tan malo…”

“Me han dicho eso mucho últimamente”

“Siempre lo has sido”

Me dijo y luego se giró hacia Stella-Ojou, que había estado observando nuestro ir y venir con disfrute evidente.

“Stella”

“¿Eh? ¿Q-Qué pasa?” preguntó Stella-Ojou.

“Mi hermano estará enseñando aquí temporalmente durante el próximo mes, y solo al grupo más avanzado de nuevos estudiantes”, explicó Karen con evidente pesar.

“¿Le mostrarías el camino? Tengo clase. Y, uhm…”

Dejó que sus palabras se apagaran.

“¿Eh? Oh, por supuesto. No me importa”, dijo Stella-Ojou.

“¿Y qué más?”

“Lamento no decírtelo”, dijo Karen vacilante.

“¿Me perdonarás?”

Eso debe haberla estado molestando, aunque dudaba que tuviera algo de qué preocuparse.

Stella-Ojou tomó ambas manos de Karen.

“No hay nada que perdonar. Me sorprendió, pero pensaste que entraría en pánico si me lo decías, ¿no?” Ella se rio.