Koujo Denka (NL)

Volumen 2

Capitulo 2: Lo Siento Mucho

Parte 3

 

 

“¡Hah! ¡En tus sueños! ¿En serio pensaste que el mismo hechizo funcionaría conmigo dos veces?”

Bloquear o evadir mis hechizos habría sido una cosa, pero ella los había tomado deliberadamente en la hoja de su espada y jugó a devolver el fuego con los rebotes. Incluso tuvo tiempo de acelerarlos con su propio   poder. Los    disparos   reflejados  fueron demasiado rápidos para desmantelarlos, así que los cancelé con hechizos idénticos, quemando mi maná.


Lydia debe haberse excedido buscando formas de contrarrestar esta táctica solo porque la había inmovilizado rápidamente con ella durante nuestra batalla el año anterior. ¿Era una estudiante entusiasta o una mala perdedora? De cualquier manera, quería enfatizar que no había necesidad de ir tan lejos. Me devané los sesos sobre la cancelación y el despliegue de hechizos, pero no sirvió de nada, no podía manejarla usando hechizos elementales. No podía lanzar nada más allá de los hechizos intermedios, y eso significaba que no tenía ninguna posibilidad de ganar, no es que hubiera esperado hacerlo. Aun así, ella se molestaría conmigo si perdiera a propósito.

“¡Vamos!” Lydia me incitó.

“¡Muéstrame de qué estás hecho! ¡Eso no puede ser todo lo que tienes!”

“Conozco a alguien que estaría enojada si así fuera. ¿Puedo parar ahora?”

“Qué grosero. No estaría enojada. Solo usaría la historia para molestarte por un tiempo”.


¿Qué hago? Estaba en una situación desesperada. Sabía que no tenía malas intenciones, pero seguía siendo Lydia Leinster. Si no tenía cuidado, era muy probable que me quedara llorando hasta quedarme dormido durante los próximos meses. Sentí el deseo

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de simpatizar con los herbívoros llevados al límite por sus depredadores. Es posible que no pueda ganar, pero tendría que encontrar alguna forma de minimizar mi desventaja para tener espacio para negociar.

Lydia terminó de aplastar mis Divine Light Shots y comenzó a cargarme por enésima vez. Tenía la esperanza de hacer mis preparativos con cuidado, pero tendría que hacerlo lo mejor que pudiera dadas las circunstancias.

Dejé de lanzar hechizos y me acerqué a Lydia. El destello de sorpresa en su rostro se transformó en una  sonrisa  encantadora:  ¡Estaba  disfrutando demasiado!

La distancia entre nosotros se redujo rápidamente, y nuestras espadas se precipitaron en el centro del campo de maniobras. El impacto de nuestro maná que escapaba llenó el aire de polvo, y el peso de su golpe me hizo gruñir por el esfuerzo.

Lidia se rio.

“Te felicitaré por decidir resolver esto de frente”, alardeó.

“D-Dame un momento…” gemí.

“No,” gorjeó, poniendo aún más fuerza detrás de su espada.

RRecuerdas que solo estamos entrenando, ¿verdad? ¿Y qué estás usando una espada real? Si me cortas con eso, realmente me vas herir. Sé mejor que nadie que eres demasiado hábil para dejar que eso suceda, pero aun así…Bueno, ¿te gustaría unasorpresa?

Llevé mi mano izquierda a la hoja de mi espada y deslicé el hechizo que había estado tejiendo a lo largo de ella. Los ojos de Lydia se agrandaron cuando una fina capa de hielo mágico cubrió el arma, tiñéndola de azul.

Bien. Funcionó.

“Bueno, ahora…”, comentó Lydia,

“¿Es esto un recuerdo de los Howard? Es una fórmula de hechizo interesante”.

“Tuve la suerte de presenciar los Azure Fists”, expliqué,

“Así que me tomé la molestia de reconstruirlo”.

“Oh, ¿en serio? Espero que no creas que será suficiente para vencerme”.

La espada encantada de Lydia brilló, rompiendo el hielo sobre la mía, pero eso ya lo había anticipado. Docenas de enredaderas heladas se materializaron de mi espada para atacarla. Ella rápidamente se retiró, mordiendo la lengua con irritación, pero las enredaderas la siguieron. Agité mi mano izquierda y disparé una andanada salvaje de Divine Light Shots, Divine Lightning Shots hechos para parecerse a ellos, y Divine Wind Waves, que eran difíciles de ver y cubrían un área amplia.

Me sentí aliviado cuando la brecha entre nosotros se amplió. Me las había arreglado para recuperar el equilibrio. El único problema era que la victoria todavía parecía inalcanzable. No quería pensar en lo que sucedería si se me acabara el maná.

Ahora que había probado esta técnica, a la que había decidido llamar la “Azure Sword” en imitación de los Azure Fists de los Howard y la Scarlet Sword de los Leinster, aunque su poder y sustancia estaban muy lejos de cualquiera de los dos, me di cuenta de que mi maná era engullido. Pero sin eso, no tenía forma de llevar la batalla a un empate.

Estaba     manteniendo   a  raya  a   Lydia  con innumerables enredaderas y hechizos elementales, pero parecía haberse ajustado a mis nuevas tácticas. Estaba inmóvil y derribándolos a todos sin siquiera tratar de esquivarlos. Era rápida, y sus cortes incluso parecían ser un poco más afilados que antes. Su estado de ánimo alegre también había cambiado; ahora, parecía descontenta.

“Ehm, ¿Lydia?” Pregunté tímidamente, deteniendo mi andanada de hechizos.

“¡¿Qué, ingrato infiel?!” ella respondió bruscamente.

“¿Por qué estás tan molesta?”

“No estoy molesta. ¿Necesitas que te revisen los ojos?”

“No, estás molesta”

“No me hagas repetirme”.

“¿Qué opción tengo?” protesté.

“Sabes que no puedo intentar el arte de tu familia en público”

“Te lo dije, no estoy molesta”, insistió.

Después de una breve pausa, preguntó:

“Si puedes usarlo, ¿por qué no lo haces?”

Pensé que sería una mala idea revelar una imitación del arte secreto de una casa ducal en un lugar como este sin permiso.

“¡¿Por qué no usas el mío?!”

“Oh, bueno… S-Sabes…” Tartamudeé.

La Scarlet Sword era un secreto manejado por el linaje directo de la Casa Ducal Leinster. Junto con Firebird, era su carta de triunfo y el símbolo de su destreza marcial. Creía que compartía su origen con los Azure Fists pero que ambas técnicas se habían refinado de forma independiente. Como alguien que había observado ambos, era mi opinión que la Scarlet Sword se enfocaba en la ofensiva, mientras que los Azure Fists combinaban la ofensiva y la defensa. Estaba seguro de que los Azure Fists que el Duke Walter había empleado durante el examen final de Tina y Ellie habían sido simplemente una muestra, lejos de lo que realmente era capaz de hacer.

Para bien o para mal, Lydia me había entrenado en la Scarlet Sword y yo había dominado al menos la forma de la técnica, con el permiso de Duke Leinster y Lisa. Si hubiéramos estado entrenando sin público, habría optado por mi Scarlet Sword más practicada. O tal vez no, no podía imaginar que el fuego tuviera ningún efecto sobre mi oponente actual.

Mi Azure Sword era un trabajo en progreso, pero también tenía la ventaja de la novedad. Fue la mejor elección. Pero la mirada de la chica malhumorada frente a mí dejó claro que la lógica no venía al caso. Aun así, normalmente era un poco más razonable en público. Tal vez esta era su frustración reprimida que se mostraba: reprobar el examen de hechicero de la corte y aceptar un trabajo como tutor privado se combinaron para mantenernos separados durante más de tres meses. Era la primera vez que estábamos separados durante tanto tiempo desde nuestro encuentro cuatro años antes. Por otra parte, nos habíamos estado viendo todos los días recientemente. ¡¿Qué tan egoísta podría ser?!

Moví mi espada a una posición horizontal y pasé mi mano por la hoja de nuevo. Cuando la espada cambió de azul a escarlata, brilló e inmediatamente irradió calor.

“Deberías haber hecho eso en primer lugar” Dijo Lydia.

Los sirvientes desconsiderados son un puñado.

“Esto es causar problemas”, respondí,

“Así que espero que te disculpes conmigo. ¿Por favor?”

“Si me ganas”.

“¿Alguna vez te he golpeado?”

“Por supuesto que no. ¿Cómo podrías sacar lo mejor de mí en una pelea de espadas?”

Lydia relajó su postura. Su mano derecha, que sostenía su espada favorita, colgaba suelta mientras la tensión abandonaba su cuerpo. Esta era la postura de batalla real de la Dama de la Espada…Parecía que había terminado de practicar.

Nos enfrentamos en silencio. Los espectadores parecían estar conteniendo la respiración. También había más de ellos que antes.

“Prepárate”, me dijo Lydia.

“Vamos a empezar”

Nos saludamos con la cabeza y luego aceleramos abruptamente. Segundos después, la brecha entre nosotros desapareció y nuestros golpes de espada se cruzaron. Saltaron chispas y el polvo se arremolinó. Gruñí por el esfuerzo cuando Lydia dio un paso adelante con un grito desgarrador. ¡Ella iba a dominarme!

Aunasí, esto esuna competencia.

Mi hoja se volvió azul y brotaron enredaderas de hielo que ataron la espada encantada de Lydia. Sus ojos se abrieron.

“¡Me engañaste!” ella gritó.

“¡Cobarde! ¡¿No tienes vergüenza?!”

“¿Serás capaz de decir eso una vez que hayas perdido?” Yo pregunté.

“¡Tengo la intención de ganar!”

Agité mi mano izquierda y lancé Divine Earth Chains en el suelo debajo de los pies de Lydia, causando que las cadenas de piedra se enrollaran alrededor de sus piernas. Ahora, si tan solo pudiera lanzar Divine Light Shot a quemarropa…

Gané. Sé que es solo un juego, pero después de cuatro años agotadores, ¡Finalmente gané!

Estaba demasiado confiado. Lo siguiente que supe fue que Lydia soltó su espada, me agarró por el cuello y me tiró con un grito. Mi cuerpo giró en el aire antes de ser estrellado contra el suelo. El impacto dispersó los hechizos que había estado preparando. Fue todo lo que pude hacer para prepararme rápidamente contra la caída, y todavía me dolía. Sentí el filo de una espada en la nuca.

“Ow. Está bien. Tú ganas”, concedí, levantando ambas manos y forzando una sonrisa.

“Perdí otra vez”

“¡Necesitas entrenar más duro si un pequeño movimiento como ese es todo lo que necesitas para hacerte tirar la toalla!”

La  obstinada mujer noble anunció desapasionadamente. Sonaba como si ella todavía quisiera más.

Honestamente, incluso el simple hecho de seguirle la corriente significaba arriesgar mi vida. Su magia era impresionante, pero seguía siendo una espadachina, y su manejo de la espada hacía que sus hechizos parecieran triviales en comparación. Limité su dirección de ataque, la asusté con una técnica desconocida y lancé un ataque sorpresa, pero este fue el resultado. Ella fue increíble.

Me puse de pie, me sacudí el polvo y recogí la espada del caballero.

Oh. yo sabíaeso…

“Eso es todo por ahora”, le dije.

“Solo mira esta espada; le falta un gran trozo aquí. Ah, y aquí. Y otro aquí. No puedo creer que le hayas hecho esto al equipo de la guardia real. Por otra parte, supongo que has destrozado cosas más importantes que eso, ¿cuál es el punto de moler el orgullo y la confianza de los caballeros y los hechiceros de la corte en su primer día?”

“Me contuve tanto como pude, ¿y aun así terminó siendo un desastre?” Lydia se burló.

“No estabas bloqueando correctamente.¡ Necesitas entrenar más duro!”

“Sé razonable”, supliqué.

“Realmente lo intenté, ¿sabes? Creo que merezco un cumplido”.

“Bueno, yo… ¡Date prisa y sé lo suficientemente bueno como para hacerme usar mi Scarlet Sword en serio!”

T-Tratar de bloquear eso sería un suicidio. Si tuviera ese tipo de talento,habría solicitadounirme a la guardia real.

Naturalmente, la  espada  de Lydia estaba completamente ilesa a pesar de los al menos varios cientos de hechizos con los que la había golpeado.

No dejaré que me afecte. Solo los monstruos, ejem, maestros como “El maestrode laespada”, el comandante de la guardiarealo el héroe soncapacesde detener su esgrima de frente.

A diferencia de ellos, yo era una persona común e insistiría en que había dado una buena pelea. Me pregunté si Lydia seguiría adelante. Una vez que empezó, se negó a parar hasta que estuvo satisfecha.

Lydia sacó algo plateado de uno de sus bolsillos. Era el reloj de bolsillo que le había regalado. Miró la hora y luego la cerró de golpe.

¿Para qué…?

“Supongo que no tengo otra opción”, dijo.

“Lo dejaremos así”

“Gracias. No me di cuenta de que traes ese reloj al trabajo contigo”

Lydia de repente parecía nerviosa.

“¿P-Por qué no debería?” preguntó a la defensiva.

“¡T-Tú me lo diste, así que es mío! ¡Puedo hacer con él lo que quiera!”

“Me alegra ver que le has encontrado algún uso”, le aseguré.

“Pero, ¿siempre tuvo esa cresta en la tapa? Pensé que solo tenía letras y números”

“¡V-Vamos!”

Lydia gritó para disimular su vergüenza, aunque su rostro estaba rojo brillante.

“¡Hemos terminado aquí! ¡Limpia!”

Por eso le dije que no moviera su espada de esa manera. ¿Se dio cuenta de lo cansado que estaba después de lanzar tantos hechizos elementales seguidos? Mi lanzamiento de hechizos era mucho más eficiente de lo que solía ser, por lo que no había agotado mi suministro de maná, pero todavía no tenía suficiente para…

Perdí el tren de mis pensamientos mientras inspeccionaba la arena.

Estábien,solo es rellenarlos agujeros ygrietas.

Lancé varios hechizos de tierra y me dispuse a reparar el terreno de maniobras, que parecía como si hubiera pasado por los horrores de la guerra.

“Increíble”, murmuró Lydia, ahora estaba de pie a mi lado.

“Todo ese control y nada más”.

“¿Qué pasa?” Yo pregunté.

‘Tú podrías hacer lo mismo”

“Es tedioso. Tonterías, esa es tu responsabilidad”

No tuve respuesta, pero deseé que no lo hubiera dicho con una sonrisa.

Oh, Me di cuenta, esto sería una excelente oportunidad de aprendizaje para las niñas.

“Date prisa y arréglalo ya”, dijo Lydia.

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“Estoy segura de que estabas pensando que esto sería una buena oportunidad de aprendizaje, ¿no es así? La mayoría de la gente lo llamaría acoso”.

“¿Y quién me estaba intimidando frente a una audiencia en vivo en este momento?”

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Estoy siendo usado.

“¿Disculpa? Deberías estar derramando lágrimas de gratitud por el privilegio de pelear conmigo”

“Sí, sí. ¡Richard!”

Busqué al traidor que me había abandonado y pronto lo encontré… ¿Arrodillado en el suelo? Anna estaba a su lado con una sonrisa en su rostro. Decidí no involucrarme. Esa era Anna en su forma más estricta: una dura capataz temida por todos los sirvientes de Leinster.

Nome mires así, Richard. Me vendiste,¿recuerdas?

“A-Allen”, suplicó.

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“A-Ayúdame—”

“¿Te importaría si curo a los heridos?”, le pregunté.

“Como quieras, p-pero no me ignores…”

“Gracias, adiós”

Pensé que escuché un grito detrás de mí, pero debo haberlo imaginado. De hecho, no pude oír nada. Además, Richard debería considerarse afortunado por no tener que lidiar con Lydia y Lisa. ¿O eso significaba que su verdadera prueba aún estaba por llegar? Recé para que fuera fuerte.

Comencé a dispensar hechizos curativos de primeros auxilios a los caballeros de la guardia real y los hechiceros de la corte que yacían a lo largo de las paredes. Mi combate de entrenamiento con Lydia debe haber impedido que la ayuda les llegara. Señalé con mis manos a los caballeros y hechiceros que estaban afuera que era seguro acercarse.

Muchos ojos parecían estar sobre mí. Me pregunté por qué. Supuse que me había destacado un poco (Lisa y el Duke Leinster podrían regañarme por eso), pero no recordaba haber hecho nada que mereciera tanto interés. ¿Quizás se compadecieron de mí? Tenían razón, si es así, ciertamente lo pase mal.

Completé mis reparaciones en el terreno de maniobras y estiré mis rígidos hombros. Yo estaba agotado. Mientras tanto, Lydia envainó su espada con un sonido impresionante. Pensé que era genial, aunque no se lo diría, una vez la puse de mal humor durante varios días al hacer eso.

“Vaya. Estoy agotado”, le dije.

“Oh, solo mira el estado de esta linda ropa. No hay lo suficiente en mi billetera para pagarte por esto”

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“¿Cuántas veces tengo que decírtelo?” Lydia replicó.

“Sé que amas a tus padres, pero debes dejar de enviarles tanto que apenas te quede para ti”

Forcé una risa.

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“Lo siento”

Lydia hizo una pausa para considerar mi disculpa.

“¿Lo dices en serio?” preguntó, mirándome fijamente mientras cerraba la distancia entre nosotros. Lo siguiente que supe fue que me había agarrado por el pecho y tirado de mí hacia ella.

¿Nunca ha oído hablardel espacio personal?

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“Apestas a sudor” Pronunció ella.

“¡Q-Qué cosas dices!” tartamudeé.

“¡No puedo controlar mis respuestas fisiológicas!”

“No estoy sudando. ¿Te gustaría, uhm… comprobar?”

“Lydia”, dije después de una pausa incómoda,

“No creo que debas hacer la oferta si no puedes soportar la vergüenza”.

“¡E-Es suficiente de ti! D-De todos modos, es hora de almorzar”.

Se quedó en silencio por un momento y luego agregó:

“De todos modos, obtuve lo que quería”.

Habiéndose levantado espectacularmente, Lydia me ofreció su mano derecha. Todavía estaba pensando en el significado de su última declaración cuando me tomó la mano con evidente impaciencia.

Bueno. Todavía estoytodo sudado y…

“Repugnante. Estás todo sudoroso”.

“R-Recuerda lo que te dije ayer”, le recordé.

“Karen va a comer con nosotros hoy. ¿Te importa?”

“En lo más mínimo”, dijo.

“Más tarde, enséñame a encantar una espada encantada como lo hiciste hace un momento. Tu estas siempre ¡Inventando trucos turbios como ese!”

“Ejercito mi ingenio”, la corregí.

“No me importa enseñarte, pero dudo que lo necesites”.

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“¿Porque los hechizos de fuego son la única magia avanzada         que     puedo                   lanzar correctamente?” preguntó después de un momento de silencio.

“No”, le aseguré con una sonrisa.

“Porque deberías concentrarte en cortar las cosas. Todo lo demás es mi trabajo”

Lydia asintió levemente. Luchó en la vanguardia mientras yo la apoyaba por la retaguardia. Así era como siempre habíamos tratado las cosas, y no vi ninguna razón para cambiarlo. Me sentí aliviado de que ella pareciera estar de acuerdo. Por supuesto, todavía le enseñaría más tarde. Estábamos a punto de reunirnos con Richard y Anna cuando una sombra oscura corrió y saltó ágilmente hacia mí. Sentí un peso en mi hombro. Era Anko, el gato negro familiar.

Por supuesto. Debería haber sabido que estaría aquí.

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