Shuumatsu Nani Shitemasu ka？(NL)

Volumen 5

Capítulo 4: En Este Mundo Crepuscular, Incluso Ahora

Parte 4

Como los otros le notificaron de antemano, Lakish se quedó atrás. Descubierta por el pálido rostro de Lakish mientras Naigrat la abrazaba con toda su fuerza, Lantolq, Aiseia y Tiat volaron hacia el cielo de la mañana.

Mirando desde arriba, Lantolq se dio cuenta de que nunca había volado ni una sola vez desde que llegó a Collinadiluche. Mirar la ciudad desde un ángulo diferente le dio una extraña sensación de excitación, como poder mirar detrás del escenario, o como devolver un libro a la estantería después de disfrutarlo, luego dar un paso atrás y mirar su espina dorsal.

Sin embargo, cuando bajó un poco su altitud, pudo ver las heridas que infectaban la ciudad. Filas y columnas de edificios caídos, planos como si fueran cortados de una sola vez. Un solo dirigible naufragado sentado justo en el medio. Y luego, aquí y allá, gente tendida en el suelo, transformada en fuentes de sangre. Algunos tenían sangre roja, otros azules y otros casi incoloros. Los cadáveres de una variedad de razas salpican las calles de la ciudad como muñecos rotos.

Para decirlo objetivamente, era una visión bastante espantosa. Como una extensión de su débil sentimiento de miedo, las hadas no tenían una reacción muy fuerte a los eventos o escenas relacionadas con la muerte. Unos cuantos cadáveres tendidos alrededor no bastarían para evocar ningún susto o emociones similares. Dicho esto, un espectáculo tan desbordante de muerte y destrucción irracional, naturalmente, la enfureció.

“¡Ah! ¡Allá, allá! ¡Las nuevas armas!” exclamó Tiat, todo su cuerpo mostrando la emoción de su gran descubrimiento.

Volviéndose hacia donde apuntaba, Lantolq vio una gigantesca armadura de metal caminando por una gran avenida. Parecía lo suficientemente grande para caber dos o tres gigantes del tamaño de Limeskin. De sus movimientos torpes, sin embargo, ella podría decir que lo que estaba adentro no parecía ser un gigante real.

Unas pocas Auroras notaron la presencia del traje de armadura gigante y lo atacaron. Utilizando sus incontables cabellos, se arrastraron hasta los pies de la armadura en un abrir y cerrar de ojos, y luego se unieron a sus espinillas, como sanguijuelas en un pantano. Sin embargo, sus agujas, lo suficientemente fuertes como para perforar el acero cuando se endurecieron, saltaron de la armadura y las Bestias fueron arrojadas de vuelta al pavimento de piedra. Un momento después, un colosal martillo de guerra los aplastó.

“Es… un poco más fuerte de lo que esperaba”, comentó Aiseia.

“Estoy completamente de acuerdo”, dijo Lantolq.

Hasta hace poco, había pensado que los chicos de Elpis eran unos tontos arrogantes. Ella pensó que en realidad no sabían nada de las Bestias y no tenían ninguna evidencia real para respaldar su confianza en la victoria. Sin embargo, parecía haberse equivocado.

El traje de armadura de metal llevaba una cubierta constante de veneno intensamente encendido, y también lo hizo el martillo de guerra. Las bestias no podían ser destruidas por medios normales, y además no tomaron ningún daño apreciable de otra cosa que un ataque de Veneno lo suficientemente potente como para enviar sus sistemas de cuerpo en desorden. Por esa razón, la combinación de los Leprechauns y sus Armas Excavadoras había sido considerada necesaria para derrotar a las Bestias. Pero antes de los ojos de Lantolq, ese traje de metal continuaba produciendo Veneno rivalizando con un Arma Excavadora que manejaba un Leprechaun.

“Eso podría ser realmente un triunfo anti-Bestia…” murmuró.

Lo que despertó la curiosidad de Lantolq fue la fuente del veneno de la armadura, esa fuerza en el extremo opuesto del espectro de la vida. Aquellos más cercanos a la muerte podrían tener un Veneno más fuerte. Si el traje de armadura fuera una mera máquina sin nada dentro, no debería haber sido capaz de usar Veneno en primer lugar. Por otro lado, Lantolq no podía imaginar que una raza lo suficientemente musculosa como para moverse libremente mientras usaba ese traje sería lo suficientemente deficiente en la fuerza como para usar Veneno.

Este poder… incluso rivaliza con la salida en el instante de la apertura de la puerta final de las hadas. El fenómeno conocido como la puerta al mundo de las hadas, un tipo de autodestrucción resultante de un Leprechaun, una existencia muy inestable, encendienda veneno más allá de su límite. La cantidad literalmente explosiva de Veneno obtenida instantáneamente podría vaporizar a cualquier Bestia que se bañara directamente en el calor. Por decir lo menos, no era algo que pudiera ser replicado con tecnología e ingeniería.

Cómo en el mundo… Desafortunadamente, no era el tipo de problema que solo el pensamiento podía resolver. Había probablemente alguna tecnología de vanguardia incomprensible para un aficionado como Lantolq en el trabajo. Pero aun así, no podía dejar de reflexionar.

Ella vio objetos que parecían gotas de luz que salían del área alrededor del codo derecho del traje de armadura. Parecía familiar, pero, antes de que tuviera tiempo de recordar dónde la había visto, una bestia se clavó en el brazo derecho del traje, transformó sus innumerables cabellos en agujas y luego los perforó. La defensa de Veneno no pudo resistir el ataque. Penetrado por innumerables espinas, el blindaje, probablemente forjado a partir de acero, se debilitó y se partió.

“Ah…”

El contenido del traje de armadura se derramó. Asomándose en el cielo a cierta distancia, Lantolq todavía lo veía claramente: un gran número de las mismas gotas de luz de antes, y, dentro de ellas, algún tipo de objeto de agua azul suave.

“… ¿eh?”

Al instante siguiente, cuando creyó verlos, desaparecieron. En cuanto al traje de armadura, incluso después de perder un brazo, no dejó de moverse. Después de reajustar su agarre en el martillo de guerra con su mano derecha, lo bajó y aplastó a la Bestia que acaba de arrancar su brazo izquierdo con un movimiento fluido que casi hizo parecer que la herida no tenía ni siquiera el menor efecto.

“Justo ahora…”

Sólo lo vio por una fracción de segundo. En esa fracción de segundo, pudo adivinar qué era.

Pero esa fracción de segundo no fue suficiente para estar seguro.

“No…”

Sin duda, sirvió como la raíz de la fuerza de la armadura. Un secreto entre los mejores secretos. Si lo que Lantolq sólo pensaba era cierto, por qué la armadura podría encenderse y manipular una cantidad tan inmensa de veneno podría explicarse fácilmente.

• .. ¿Podría… realmente ser? Pero no, eso es una completa violación de la Constitución. Incluso si pueden obtener esa autoridad en un futuro cercano, no tienen el permiso ahora.

Realidad e imaginación, cosas que ella quería creer y cosas que no hacía, todas se mezclaban en un lío desordenado dentro de su cabeza, y, por un momento, la mente de Lantolq se quedó en blanco.

Mientras tanto, Willem estaba situado en un lugar aún más cerca del traje de armadura de metal que Lantolq, y este lugar también le proporcionó una visión más clara del brazo derecho roto. Como resultado, pudo ver todo lo que sucedió en esa fracción de segundo cuando esa cosa en la armadura se fracturó en luz y desapareció. Era suficiente saberlo todo.

Dentro del brazo derecho del traje de armadura de metal, había una niña pequeña, atada a los remaches de la armadura por innumerables hilos. Tenía el cabello azul y brillante del color del agua. Además, su apariencia sin cuernos y sin colmillos coincidía con la de un sin marca. Debido a una máscara negra, Willem no podía ver su cara. Todo su cuerpo había emitido ligera luz. Su cuerpo entero también había sido atravesado por la Aurora. Su exceso de veneno había estado corriendo loco. Juntos, los dos hicieron una combinación fatal. Al instante supo que la chica nunca podría ser salvada.

Y entonces, la luz brilló notablemente más fuerte. Entonces estalló. Y desapareció. La figura de la niña no se veía en ninguna parte. Había desaparecido del mundo por la eternidad. Entonces, de repente, Willem volvió a tener ese intenso dolor de cabeza.

• .. esta es una pregunta hipotética, ¿de acuerdo?
• Si yo fuera a morir en cinco días, ¿serías un poco más amable conmigo?

Una voz. Willem oyó una voz que debía estar encerrada en una caja y hundida en las profundidades profundas de su mente.

• Si fueras a morir, al menos no querrías desaparecer, ¿verdad? Usted quisiera ser recordado por alguien. Tener una conexión con alguien.

“Ah…”

La niebla cubrió su memoria. No podía recordar el rostro de esa chica que hablaba esas palabras. La fuerte sensación de que era algo que no debía recordar le impedía a sus recuerdos reproducirse completamente.

– Entonces, ¿qué pasa con el pastel de mantequilla?

Pelo azul. Tenía el cabello azul del color de un cielo despejado y despejado. Sus ojos tenían el azul profundo del océano. Ella no era honesta en absoluto pero honrada al mismo tiempo, siempre ponía a otros antes de sí misma pero era increíblemente egoísta. Tenía ese tipo de personalidad contradictoria, imposible de entender, pero también parecía estar confundida con ella misma, lo que significaba que había alguien que la había hecho recientemente.

¡Espera! ¡Ay! ¡Duele! ¡No puedo respirar! ¡Esto es embarazoso! Estoy cubierto de suciedad y arañazos y no he tomado un baño y todo el mundo está mirando – ¿estás escuchando?

No. El agua azul que Willem vio por una fracción de segundo en este momento no era lo mismo que el cielo azul de su memoria. Aquella vida que acababa de ver desaparecía ante sus ojos, no era de ella. Obviamente. Ella ya se había ido.

– Lo hice… realmente lo hice…

Willem había querido hacerla feliz. Había querido aferrarse a ese deseo. Había querido olvidar ese pasado y sólo pensar en el presente y el futuro. Pero entonces, como ahora, en el momento siguiente después de hacer esos deseos, perdió tanto ese presente como ese futuro.

– Gracias.

Ese agua azul no era ella. No había duda al respecto. Esa niña era un hada completamente diferente, pero el gatillo era lo suficientemente fuerte. Ya había empezado a recordar. Kutori Nota Seniolis, la chica que deseaba ser recordada por alguien incluso después de que ella había ido.

“Maldición…”

Una maldición escapó de sus labios, pero ¿a quién estaba dirigido? ¿Quién se había olvidado de ella? ¿Quién no podía mantener su cuerpo sin olvidarla? ¿A sí mismo que había pasado el punto de no retorno debido a los fragmentos de su superficie sellada de la superficie? ¿O todos ellos al mismo tiempo?

“¡Willem!” Elq vino corriendo.

“¡No vengas!”

“Está bien. Ya no hay ninguna de esas bestias que nos rodean.

“¡No, eso no! ¡Hay uno aquí mismo!

Sus zapatos de cuero raspando contra el suelo, Elq se detuvo a media velocidad y se quedó quieta. “Willem, no me lo digas…”

“Estoy justo en la frontera. Podría todavía ser capaz de dar marcha atrás ahora “, respondió con una voz gemida.

No sólo decía eso para actuar con fuerza. El sello que Nils Didek, ese maestro bueno para nada que todavía vivía por alguna razón que Willem no podía entender en absoluto, se aplicaba a su memoria era fuerte y flexible. Willem Kumesh estaba a punto de convertirse en una mera Bestia. Su espíritu o alma o lo que sea se había mezclado con la sustancia que cayó del Shiantor, resultando en una transformación de su cuerpo físico. Su apariencia externa apenas cambió en absoluto, pero, por dentro, ya había salido del marco de la vida normal.

El sello de Nil separaba esencialmente el té de leche dentro de una taza en dos secciones distintas y estables de leche y té. Siendo estable, algunos temblores moderados no serían suficientes para alterar el equilibrio. Mientras Willem no pusiera una cuchara en la taza y lo mezclara todo, los recuerdos que habían resurgido en aquel momento se habrían desvanecido finalmente en el olvido. Entonces, una vez que sucedió, todo volvería a la normalidad. Podría volver a esos días tranquilos en la posada.

Pero no era demasiado tarde. Todavía podía volver atrás. Sólo necesitaba desearlo.

“Willem”

“No vengas.”

Se levantó y palmeó todo su cuerpo, comprobando su estado. No parecía haber problemas mayores. No podía ver mucho debido a que un ojo estaba cerrado, y su cabeza estaba sobrecogida por un dolor vertiginoso como si alguien estuviera golpeando una campana gigante allí como siempre, pero sus cuatro miembros se movieron. Todavía tenía los huesos y los músculos de un Emnetwyte. Tomando una respiración profunda y exhalando confirmó que sus pulmones y el diafragma estaban en orden también. Todavía podía usar todas sus técnicas como de costumbre.

“Espera“ protestó Elq.

“Vuelve con Carmine lake, Elq Harksten” ordenó Willem bruscamente mientras le daba la espalda. “Estoy agradecida de que te hayas quedado conmigo hasta ahora. Ahora es el momento de que vayas a donde perteneces.”

“Pero…”

“Por favor, haz lo que te digo.” Volvió la cabeza para mirarla y soltó una carcajada. No puedo traer a nadie conmigo de aquí en adelante.

“¡Willem!”

Sin responder, se enfrentó de nuevo.

¿Qué soy yo? Willem pensó para sí mismo. Un Emnetwyte. Ex Quasi Brave. No especializado Kaliyon. Segundo Técnico de Armas Encantadas de la Guardia Alada. Sólo una decoración. El gerente del almacén de hadas.

El mundo terminó hace mucho, mucho tiempo. La historia de los Braves llegó a una conclusión en el pasado lejano. Entonces, ¿qué estoy haciendo aquí?

No pudo permanecer por mucho tiempo. En ese corto intervalo, necesitaba hacer todo lo que pudiera. No tenía tiempo para pensar en el pasado. Las Bestias parecían tener algún método de compartir información entre ellas, porque todas provenían de sus lugares originales esparcidos alrededor de la ciudad para reunirse alrededor de su nuevo enemigo, el traje de armadura de metal.

Cada vez que la armadura giraba su martillo, el número de Bestias disminuyó en uno. Si bien hubo una gran brecha en los números, quedó claro quién tenía más fuerza en bruto. No existían muchos métodos para enfrentar a los enemigos abrumadoramente irracionales que eran las Bestias, pero una cantidad abrumadora de Veneno era una de ellas. Mientras trabajaba a pleno rendimiento, tal veneno no sólo podía estar de puntillas a las bestias, sino incluso abrumarlas.

A medida que pasaba el tiempo, la aurora desapareció.

“Eso seguro es fuerte” murmuró Willem.

Podía formar una suposición general sobre qué era exactamente la armadura de metal. Una nueva arma anti-Bestia desarrollada por alguna organización del ejército, utilizando constantemente una cantidad ridículamente abrumadora de veneno tanto en ofensas como en defensa, podía soportar los ataques de las Bestias y hacer ataques efectivos por su cuenta, sin depender de la amplificación de un Kaliyon. Ya veo. Si puedes conseguir esto estabilizado, es más fácil de usar que las niñas inestables que blanden espadas. Realmente fue una magnífica invención. Si no hubiera visto lo que había dentro, Willem podría haber querido uno para sí mismo.

“El desarrollo debe haber sido un dolor. Si la palabra de lo que estaban haciendo salió antes de que pudieran explicarse, todos los involucrados hubieran sido enviados directamente a la cárcel”.

Ellos deben haber planeado meticulosamente y preparado a fondo, dedicando grandes cantidades de tiempo y recursos. Willem vagamente recordó haber sido golpeado por sentimientos de admiración similares una vez antes. Esa vez, él rompió esa cristalización de trabajo duro y esfuerzo sin vacilación, y esta vez no sería diferente.

“Lo siento, pero no puedo permitir que armas como tú sean usadas.”

Arrancó el párpado que cubría su ojo derecho y lo abrió de par en par, exponiendo su pupila dorada. Un color gris ceniciento lleno de furia cubría su campo de visión.

Parece que mi bestia interior está cabreada, pensó Willem. Destruir borrar volver enviarlos a casa desmoronarse, un impulso intenso para destruir se derramó desde el interior, junto con una inagotable ráfaga de palabras. Pero, como había preparado su mente de antemano, podía resistirse. Durante unos cinco minutos, pudo mover este cuerpo mientras mantenía su propia voluntad como Willem Kumesh.

Demolición de Nightingale Dash. Con un descenso completo hacia delante, Willem cerró la distancia entre él y la armadura metálica en un abrir y cerrar de ojos. Por una vez estoy de acuerdo con esta voz. Vamos a reducir este tipo a la arena. El traje de armadura, que parecía haber reconocido a Willem como un enemigo, trajo su martillo de guerra con una velocidad aterradora y una fuerza impensable. Después de una breve pausa, una violenta ráfaga de viento siguió el camino del martillo.

Maldición, eso da miedo.

Mientras miraba sus flequillos revoloteando, Willem dio el último paso adelante. Ese pequeño espacio de un poco más de medio paso proporcionaba la distancia perfecta. Lanzando su cuerpo en el aire, giró una vez horizontalmente para crear impulso, luego golpeó su puño en una de las articulaciones del traje de armadura.

Un ruido como una tabla de hierro golpeando contra el aceite resonó en el aire. El veneno de la armadura, su presión levantada explosivamente por un instante, trató de forzar su puño. Ignorando el dolor intenso de su piel derritiéndose y quemando carne, Willem continuó empujando su puño hacia adelante. Cuando su brazo se atascó en la armadura hasta el codo, se agarró a la cosa en su interior, entonces, mientras rompía hilos innumerables, lo sacó.

Una muchacha joven con el pelo amarillo del diente de león salió. Como Willem esperaba, ella ya estaba profundamente en un estado berserk como resultado de encender una cantidad excesiva de Veneno. Todo su cuerpo emitía luz débil. Podría explotar en cualquier momento.

“¿Quieres que termine el dolor?” preguntó Willem, aunque no creía que pudiera oírlo de todos modos.

La niña sonrió débilmente, o al menos Willem se sintió como ella. Puso el dedo en el pecho de la muchacha, luego, en un espacio entre los latidos del corazón, ligeramente empujado hacia adentro. Su corazón, con su ritmo interrumpido por el tiempo fatal, se detuvo en un instante.

Con el flujo de sangre cesado, el Veneno ya no podía seguir. La muchacha Leprechaun, nombre desconocido para él, falleció en silencio.

Ya no era capaz de adquirir Veneno suficiente para operar, el traje de armadura de metal detuvo sus movimientos. Willem sacó una chica más de dentro de la máquina y puso fin a su vida de la misma manera. Con un pequeño aplauso, los dos cadáveres estallaron en granos de luz y desaparecieron. Willem cerró la boca por un momento, como para lamentar su pérdida.

Inhalar. Exhalar. No los conocía. No eran del almacén. En otras palabras, aparecieron en algún lugar de Regul Aire y fueron capturados y utilizados para esta arma antes de que pudieran ser llevados al almacén. Si su suerte hubiera sido sólo un poco mejor, se habrían reunido en el almacén de hadas con los otros niños y vivirían un despreocupado… incluso si todavía encontraran el mismo fin que un arma, su vida hasta ese momento tendría Sido relativamente divertido. Pero las cosas no resultaron de esa manera.

Willem se mordió el labio. Esto no era nada inusual. Desde el día en que se propuso ser un Brave, estos pensamientos y sentimientos pasaron por su cabeza una y otra vez. Cada vez que encontraba a alguien que quería salvar, la situación ya había progresado más allá de su control.

“… hazlo.” Mirando los restos del traje de armadura de metal con su ojo derecho, Willem dio permiso a la Bestia dentro de él.

Con un silencioso grito de alegría, la parte de él heredada del Shiantor fue liberada. Su misma existencia revertió su medio ambiente circundante a su forma primitiva. En otras palabras, casi cualquier cosa creada después de la llegada de los visitantes regresó a una bestia, suciedad o arena. Una vez, hace mucho tiempo, los visitantes, o más exactamente el Poteau que los sirvió, utilizaron la tierra extensa con nada pero arena ceniza en ella como ingrediente de la base para crear un mundo fértil. Pero cualquier cosa creada fuera de esa tierra fértil podría todavía ser llamada de nuevo a su forma original.

Whoosh.

Con un sonido poco dramático, el traje roto de armadura se convirtió en una mera montaña de arena cenicienta.

El silencio había descendido sobre el área. Era natural, teniendo en cuenta que nadie en su sano juicio querría quedarse por mucho tiempo en un lugar con una bestia violenta enredándose. Los habitantes de la ciudad habían evacuado con sabiduría y rapidez. Mirando a su alrededor, Willem sólo pudo distinguir una figura.

“Lantolq.”

Una vez que llamó a su nombre, la niña, como si estuviera decidida, dio unos pasos más cerca.

Sin embargo, no mostró señales de cerrar la distancia.

La Historia de Kaliyon en su mano emitió débil luz, señalando su postura de batalla. Willem no esperaba menos de Lantolq.

En general, las hadas, quizás debido a su verdadera naturaleza de niños, tendían a confiar. Una vez que llegaron cerca de alguien, nunca dudaron de que alguien no importa qué. Lantolq, sin embargo, era inusual en que podía tomar decisiones racionales… o al menos eso era lo que los débiles recuerdos de Willem le decían. Así que ahora, incluso después de ver el rostro de Willem, Lantolq no bajó la guardia y notó algo irregular… Willem decidió no pensar en la posibilidad de que ella lo hubiera odiado desde el principio.

“Desde que estás aquí, eso significa que el Plantaginesta lo hizo en casa de manera segura, ¿eh? Estaba muy preocupada, ¿sabes? ¿Qué haces en esta ciudad?”

“¿De qué estás hablando? Debería ser yo quien pidiera eso. Hace tiempo que no veo, técnico.”

“Mhm. ¿Estás solo hoy?”

“Me pregunto. Tal vez otros se esconden cerca.”

No sólo Lantolq no ocultó sus sospechas, sino que incluso lo usó para contenerlo. Willem quedó una vez más impresionado por su capacidad para mantenerse tranquila y pensar rápido. Su yo habitual podía detectar la presencia de una hada sin ningún problema. La posibilidad de que otros esperen en una emboscada cercana no tendría ningún efecto como una amenaza. Sin embargo, en su estado actual, hablando mientras soportaba un dolor de cabeza constante, las cosas eran diferentes.

“¿Está hablando del almacén de hadas?” preguntó Willem mientras golpeaba ligeramente la montaña de arena.

“¿De dónde has oído hablar?”

Lo oyó de Nephren cuando vino a visitar la posada. En ese momento, debido a su falta de recuerdos, no lo pensó mucho, pero ahora entendía el significado de esas palabras.

“Pasó mucho. ¿Bien?”

“Estás en lo correcto. La Fuerza de Defensa Nacional de Elpis, conspirando para robar la autoridad para pelear con las Bestias de la Guardia Alada, desarrolló esta arma y la está mostrando como algo más fuerte que nosotros”.

La respuesta de Lantolq coincidía básicamente con las predicciones de Willem, pero al mismo tiempo las superaba también. Las intenciones de Elpis eran fáciles de entender, pero, dado que realmente produjeron un arma tan poderosa, era difícil hacer nada para detenerlas. Espera no. Había una manera en la que Willem podía pensar, aunque no podía llamarla una manera sabia de hacer las cosas.

Agh. Su dolor de cabeza continuó intensificándose. Mientras permanecieron allí charlando, su tiempo restante sólo disminuyó. No había tiempo para gastar en preguntas y respuestas.

“También tengo una pregunta. Hasta ahora, ¿qué?”

“Lo siento, pero voy a tener que rechazar cualquier pregunta larga. Te diré lo que probablemente quieras saber más ahora mismo.”

“Eh… ¿ah!?” Lantolq dio un gran salto atrás. Al mismo tiempo, una lámpara, un banco y una señal que, hasta hace un segundo, habían estado cerca, donde Lantolq estaba de pie transformado en arena ceniza y se derrumbó. “Ese poder… ¿te has convertido realmente en una Bestia?”

Willem se echó a reír. “Una subespecie de Shiantor. Probablemente.”

Estás bromeando.

“La Bestia dentro de mí. Quiere recuperar el mundo en el que vivió. Y ese deseo conduce al deseo de aniquilar este mundo actual”.

“Pero…”

“Vivir en un mundo donde su ciudad natal ha desaparecido es bastante duro, ¿sabes?”

Lantolq tragó saliva.

“Bueno, ese tipo de preguntas. ¿Deberíamos empezar? Señoritas guardianes de Regul Aire”

Willem cortó sus propias palabras y ligeramente inclinó su cuerpo. Luego, utilizando lo que quedaba de su cuerpo humano en toda su extensión, empezó a “caer” de lado a toda velocidad. Demolishing Nightingale Dash, uno de los pináculos de sabiduría que los Emnetwyte alguna vez crearon y confiaron su destino.

Observando la respiración de Lantolq, apuntó por un momento en el que ella no podría reaccionar y cerró la distancia. Ella no puede reaccionar a tiempo, lo ha hecho… o por lo menos Willem estaba convencido. Como siempre, se detuvo un poco más de medio paso corto, luego torció su cuerpo. Al igual que cuando mató a los dos antes, apuntó hacia el punto crítico en el centro del pecho y, pasando por los puntos ciegos de Lantolq, movió dos dedos para el golpe de acabado,

Se detuvo a medio camino. En la estrecha brecha entre Willem y Lantolq, una sola hoja grande había sido empujada. Una pequeña ráfaga de calor corrió a través de las yemas de los dedos de Willem por una fracción de segundo. Las explosiones de Lantolq revolotearon.

El Kaliyon, Valgalis.

“¿No crees que hacer eso solo con los dos es un poco lascivo?” Justo al lado de Willem, cuando llegó allí no tenía idea, estaba Aiseia con su sonrisa habitual. “¿Puedo unirme?”

“Eso está bien, pero no puedo ser amable contigo, ¿sabes?”

“Haha, esa respuesta ya es bastante agradable.”

Con un movimiento de su muñeca, Aiseia envió la espada de Valgalis hacia un sendero antinaturalmente afilado que se dirigía directamente al cuello de Willem. Después de inclinarse para esquivarla, la hoja, que había estado en camino para pasar por encima, se dirigía hacia abajo.

“Whoa !?”

Retrocediendo, Willem apenas esquivó el segundo ataque.

“Oh, esquivando eso, ¿eh?” Dijo Aiseia, fingiendo estar sorprendida. “No se ha perdido una vez en la batalla real.”

“Puedo ver por qué.” La boca de Willem se endureció. El sudor corría por sus mejillas. Así que todavía puedo sudar después de convertirme en una Bestia, pensó para sí. “Comenzando con un ataque sorpresa de control inercial, eh… en serio no tienes piedad.”

“Bueno, a decir verdad, soy muy serio acerca de ti, técnico. Incluso mientras ella respondía con una broma, Aiseia no descansó y volvió a acercarse a él. No podía sentir tanta presión de Veneno en su espada, pero eso no significaba que no le doliera.”

“E-Espera, ¿qué están haciendo ustedes dos?” Después de unos segundos de retraso, Lantolq soltó un grito.

“Es obvio, ¿no? Estoy aceptando el amor del técnico.”

“¡Eso no es algo que el que está en la ofensiva diga!”, Respondió Willem.

“¡No quiero oír chistes!”

Después de haber bloqueado a Valgalis por el puño de Willem, Aiseia se agachó y, antes de que Willem lo supiera, había pateado el pavimento de piedra y había saltado hacia atrás, abriéndose la distancia entre ellos. “No estamos bromeando, ¿sabes? Lan, ¿todavía no entiendes por qué está haciendo esto?”

“… ¿eh?”

“No tienes que decírselo demasiado” se quejó Willem.

Aiseia, sin embargo, continuó, todavía agachada con una rodilla en el suelo. Nos está dando un papel.

“Dije que no hay necesidad de decírselo.”

“Las últimas y más fuertes fortalezas, protegiendo a Regul Aire de la amenaza de las Bestias. Ese título nos llevó al campo de batalla, pero al mismo tiempo nos protegió. El traje de armadura humongous de antes es una buena prueba. Ahora veo claramente cómo los chicos de Elpis quieren usarnos. ”

Realmente era una magnífica pieza de tecnología. Logró controlar toda la enorme cantidad de veneno resultante de abrir la puerta de hadas. En lugar de terminar en un momento de explosión, el Veneno sirvió como combustible sostenible a través de la operación de la máquina. Las vidas de las hadas cumplieron el mismo fin de cualquier manera, pero esa manera tenía que ser mucho más fácil usarlas como armas.

“El técnico nos va a dar ese título una vez más.” Aiseia bajó un poco la vista. “Ese traje gigante no tuvo ninguna oportunidad contra él, esta Bestia. Si podemos derrotar a esta Bestia, eso demuestra que nuestro valor en el campo de batalla no puede ser ignorado. Por lo menos, el plan de Elpis será totalmente arruinado. “

Lantolq dejó escapar un jadeo antes de taparse la boca con la mano.

Aiseia se levantó lentamente mientras se limpiaba los ojos. “… él quiere proteger el almacén de hadas. Y está dando su vida por ella, ese idiota.”

“No necesitabas…” Willem no necesitaba que su plan fuera comprendido. Si acababa de desempeñar su papel como una Bestia maligna que necesitaba ser derrotado, el resto habría ido bien. “… entonces, ustedes. ¿Te gustan los pequeños en el almacén?”

“¿Huh?” Lantolq, cogido de la guardia, abrió sus ojos de par en par.

“¿Hm?” Aiseia inclinó su cabeza.

“La razón por la que luchas con tus vidas en la línea, ¿es para protegerlos?”

“…” La cara de Lantolq se puso roja. “¿A quién le importa eso?”

Willem se echó a reír. “¡Ha… haha!” Una fuerte sensación de nostalgia se apoderó de él. Eso es correcto, recordó. Una vez le hice a Kutori la misma pregunta. Esa vez, escuchó la misma respuesta que Lantolq acaba de dar. “Ahh, ustedes. Realmente… realmente…” Los amo chicas. Él recordó.

Recordó lo que había estado tratando de hacer en este mundo. No había más batallas para él en este mundo, pero si había quienes estaban luchando con los mismos pensamientos y sentimientos que él y sus compañeros alguna vez hicieron, entonces él quería al menos apoyarlos. En lugar de él, que no podía salvar a nadie, quería ayudarles a cumplir su deseo de proteger aquellos preciosos para ellos.

“Vamonos.”

En su estado actual, Willem no podía encender Veneno. Cuanto más cerca de la muerte es uno, el veneno más fuerte, una fuerza opuesta a la vida, se puede encender. A cambio, uno se arrastrará más cerca de la muerte a una velocidad acelerada. En el otro lado de las cosas, los que están lejos de la muerte no van muy bien junto con Veneno. Por ejemplo, Limeskin y Naigrat, al nacer como razas fuertes y duras, ni siquiera podrían encender un Veneno en primer lugar.

El cuerpo de Willem ya había dejado de ser un Emnetwyte. Era cuestionable si la muerte lo esperaba por el camino. Debido a eso, ya no podía encender Veneno. Además de eso, estaba desarmado, lo que significaba que las únicas armas disponibles para él eran las técnicas marciales que había adquirido a lo largo de los años y su habilidad como Bestia para convertir a su oponente en cenizas. Esta última, sin embargo, probablemente no funcionaría muy eficazmente contra las hadas, que no tenían estrictamente un cuerpo físico. Sus habilidades humanas eran lo único en lo que podía confiar.

Esta será una batalla dura, pero haré todo lo posible. Esta vez seguro que pondré fin a mi lucha. Tomando una respiración profunda, Willem deslizó su cuerpo. Caminata Sol abrasador. Detectando el peligro, la espada de Aiseia suprimió el aire circundante con rastros de relámpagos. Willem se deslizó a través de todo eso y cerró completamente la distancia entre ellos. Vio que Lantolq empezaba a moverse un poco más tarde, pero no llegaría a tiempo. Su codo derecho apuntaba hacia la barbilla de Aiseia, mientras su puño izquierdo apuntaba hacia su lado. Aiseia soltó a Valgalis. Habiendo dejado de repente el objeto pesado que había estado en medio de balancearse, su postura, por supuesto, se derrumbó, haciendo que el codo y el puño de Willem perdiera ligeramente sus blancos. La mano de Aiseia extendió la mano y agarró el pelo de Willem, luego tiró toda la cabeza hacia su pecho. No podía apartar su mano, ya que su veneno le fortaleció mucho los brazos.

“¡Lan!” gritó Aiseia. “¡Con rapidez!”

“U-“

Incluso mientras ella llevaba dudas, Lantolq comenzó a moverse para hacer lo que ella necesitaba hacer. La punta de Historia penetró directamente en el estómago de Willem. La espada infiltrada del Veneno se hundía más y más en su abdomen, desgarrando carne a medida que avanzaba. La sangre roja brotó. El rostro de Lantolq se crispó, como si estuviera a punto de llorar, y la fuerza desapareció de su brazo.

“Ah ah…”

“¿Eso es todo?” Willem apretó el puño contra el pecho de Aiseia y golpeó con un golpe por encima de su defensa de Veneno. Sus pulmones aplastados, Aiseia se retorció en silencio en agonía y aflojó su agarre en la cabeza de Willem.

“Hay dos cosas que Aiseia olvidó mencionar. Si ustedes no son lo suficientemente fuertes, morirán aquí y este es el final. Este es un dicho común, pero es mejor morir ahora que sufrir más tarde”. Willem apartó a Aiseia y agarró la espada de Historia pegada dentro de su estómago. “Una cosa más, ya soy una Bestia. Mi sentido del yo que me está permitiendo hablar así pronto desaparecerá. Si no puedes derrotarme, tendrás que hundir la 11ª Isla.”

El rostro de Lantolq se retorció de dolor. Sacó a Historia, revelando una hoja mojada de rojo. Entonces, ella tomó un gran swing. Sus movimientos eran lentos. Lleno de lagunas. Willem podía apuntar y atacar donde quisiera.

¿Quiere que ataque? Willem envió un puñetazo con su puño izquierdo y una patada con su pierna derecha hacia ella. Tampoco se pretendía que fueran verdaderos ataques, sino más bien contra provocaciones destinadas a extraer las verdaderas intenciones de Lantolq. Ella retorció su cuerpo, evadiendo las trayectorias de sus ataques, luego puso todo su impulso en el swing de Historia.

Un viento violento que llevaba la agudeza de la hoja de un verdugo rugió ante la cabeza de Willem.

“Ya veo”, Willem, que se había arrastrado detrás de Lantolq, le susurró en los oídos. Me alegra ver que tus dudas han desaparecido. Pero, si eso es lo mejor que puedes hacer, no hay forma de que sea…

“Ahhhhh!!”

Muy cerca, escuchó el poderoso pero lindo grito de guerra de una tercera hada. “¿Qué?”

Tiat. Ah, eso es correcto. Lo habia olvidado. A pesar de que no era otro que yo que la llevó primero a esta ciudad. Esta chica es también un soldado de hadas. Un Kaliyon que maneja el guardián de Regul Aire. Un sucesor adecuado para nosotros los Braves.

“¡Ignareo!”

El Kaliyon que Tiat sostenía, Ignareo, no era en modo alguno una espada de clase alta. En el mejor de los casos, era una espada estándar un poco mejor que los modelos producidos en masa. Es talento personalizado no hizo nada más que hacer que la espada no se destaque.

“¿Ya lo ha pillado? ¿Cómo creció tan rápido?”

Por supuesto, este fue el resultado de Willem dedicando toda su atención a Aiseia y Lantolq. Su incesante dolor de cabeza probablemente tampoco ayudó. Pero aun así, ser capaz de llegar tan cerca sin ser notado por Willem en absoluto merecía cierta admiración.

En primer lugar, el Talento de una espada no era algo que pudiera entenderse de inmediato. Si uno no se sentaba sinceramente cara a cara con la espada, era imposible siquiera tener una idea de qué hacer o qué pasaría. Ella hará un buen soldado. Willem recordó las palabras que un médico de Kikuroppe mencionó una vez. Ah, tenías razón. Eres un gran doctor.

Sin embargo, Tiat todavía tenía un paso a la izquierda. Willem apartó a Lantolq y se volvió hacia el recién llegado. Tenía mucho ímpetu y espíritu, y ninguna duda o duda vacilaba en sus movimientos. Pero tenía una falta crítica de estatura, fuerza física, técnica y experiencia. Mientras que un ataque de sorpresa completo pudo haber llegado a través de, dando a Willem Kumesh suficiente tiempo para responder a su ataque significó que no había esperanza le-

“… ¿ah?”

Una espada gigante parecía brotar del pecho de Willem. Su forma le parecía familiar. Una de las espadas sagradas más antiguas, Seniolis.

“¿Kutori? No, no puede ser.”

Pensamientos confusos girando a través de su cabeza, Willem trató de dar la vuelta. Su cuerpo, sin embargo, se había endurecido. Con doloroso esfuerzo, logró girar al menos la cabeza.

“Ah… eh… ah…”

Allí encontró una cara llena de lágrimas. Era una cara que conocía bien, y también un rostro que no esperaba.

“¿La … kish …?”

“Uah, ah … W-Wil … lem …”

¿Por qué está aquí? Todavía es una niña… espera, no. Eso está mal. Los niños crecen. Si usted mira lejos por un momento, ellos cambian justo como eso. Mientras Willem había estado ausente, nuevas fuerzas habían ido creciendo una tras otra en el almacén de hadas.

“… jaja.”

Me alegro, pensó Willem. Las almas medio quebradas de los niños que habían apoyado a este medio mundo roto hasta ahora. Como él pensaba, realmente eran fuertes. Mucho más fuerte que él, que había estado perdido en el camino todo el tiempo.

No había necesidad de preocuparse por el futuro. Aunque no estuviera con ellos, aunque no pudiera hacer nada más por ellos, estarían bien. Podía finalmente poner el último período en esta historia de un Brave fallido, que había continuado hasta ahora repitiendo palabras y pasajes sin sentido una y otra vez.

“No está mal. Apenas un puntaje pasajero.” Willem rió entre dientes. La sangre salió de su boca. “Ahh, pero Lakish. Para el uso de Seniolis, usted todavía está corto de puntos completos. Si vas a enfrentarte a un inmortal, entonces debes usar a este tipo como un asesino inmortal. Es bastante asombroso. Quiero decir, consiguió sellar al visitante Elq Harksten durante quinientos años.”

“¿Eh…?”

“Mira cuidadosamente. Esto es lo que haces.”

Willem le sujetó la palma a la hoja. Los Kaliyons aumentan su veneno en respuesta a la fuerza de su oponente. Willem ya no podía encender Veneno, pero un exceso de poder fluía a través del interior de Seniolis. Todo eso tenía que ser suficiente para activar el milagro de Seniolis. Uno a uno, arrancó las líneas de hechizo que corrían por el interior de la hoja. Los ruidos suaves llenaron el aire y armonizaron juntos, haciéndolo sonar como si él estuviera tocando una canción de cuna torpe en un arpa.

Como una de las espadas más antiguas de la más alta fila, Seniolis se dijo que era de calidad especialmente superior entre el gran número de Kaliyons. Como resultado, sólo un número extremadamente limitado de personas podría manejarlo. Las condiciones, cuando se escribió correctamente, sería algo así. Uno que no tenía lugar para llamar a casa, uno que había renunciado a volver al lugar donde anhelaban regresar, uno que había desechado por completo su futuro. Sólo entonces se podría calificar para manejar Seniolis.

No sólo uno cuya vida estaba plagada de tragedia. No sólo uno que había vencido la tragedia. No sólo uno que no tenía esperanza. No sólo uno que había perdido la esperanza. Sólo uno que tenía un futuro fuertemente deseado pero aceptaba que tal futuro nunca sería obtenible podría tomar esta hoja y alcanzar un futuro diferente.

Las fisuras en la hoja grande se ensancharon. La tenue luz fluía de las lagunas. El talento personalizado de Seniolis, el más poderoso Kaliyon del mundo humano, se había revelado. Ese poder, el poder de llevar la muerte a cualquier cosa y todo, no aceptaba excepciones, ni siquiera seres inmortales. La débil luz gradualmente se debilitó, luego desapareció.

“¿Técnico…?” Lantolq levantó la vista y murmuró suavemente.

“¿Willem…?” Sin nadie para traer el Ignareo que sostenía encima de su cabeza hacia abajo, Tiat sin palabras llamó su nombre.

“Uuu… uaaahh…” Lakish simplemente lloró y lloró.

Idiotas Willem ya no podía usar su voz, así que rió amargamente en su mente. Ustedes ganaron. Usted derrotó a una bestia peligrosa y salvó la isla. Ustedes son héroes. Usted demostró su valor. Usted aseguró su futuro con sus propias manos.

Entonces sé feliz. Alegrarse. Si ustedes van a llorar, ¿por qué estoy aquí en el suelo a punto de morir? Todo esto es culpa de Aiseia. Ella estropeó todo, así que mi plan para convertirme en el villano estaba arruinado.

Ahh, maldita sea. Un fracaso hasta el final. ¿Por qué nada de lo que intento hacer va bien?

– Está bien, ¿no? Siempre intentando desesperadamente lo mejor, es más como tú.

Se sentía como si alguien le riera. Era una voz que no debería haber podido escuchar. Sabía que tenía que ser una alucinación. Pero aun así, se alegró de oír su voz una última vez.

Tenía muchas palabras que quería decirle. Muchos sentimientos que quería transmitir. Pero no tenía ni el tiempo ni la compostura para hacerlo.

Gracias.

Todo lo que podía hacer era pronunciar esas dos palabras dentro de su cabeza.

De repente, su campo de visión se volvió negro, como si una cortina se había dibujado sobre él. Una sensación flotante lo envolvió. Sentía como si hubiera comenzado una eterna caída en un abismo sin fin. Más y más profundamente entró en una vasta oscuridad.

================ Cambio de escena ==================

Mientras tanto, en la segunda isla flotante, Nephren se volvió abruptamente. Ante ella había un jardín verdaderamente extraño en el que las cuatro estaciones se habían mezclado y mezclado. Y más allá de eso sólo quedaba el cielo azul, rodando y siguiendo para siempre y siempre en todos los sentidos.

“¿Qué pasa?” preguntó el Gran Sabio.

Nephren no respondió. En cambio, murmuró, “… ese idiota”.

Una sola gotita bajó por su mejilla antes de caer al suelo.